IMAGEN PÚBLICA E IDENTIDAD COLETIVA PLURAL DEL

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IMAGEN PÚBLICA E IDENTIDAD COLECTIVA PLURAL DEL “MOVIMIENTO
ANTIGLOBALIZACIÓN” EN EL ESTADO ESPAÑOL.
JESÚS BARTOLOMÉ MARTÍN
Seattle: los “altermundistas” irrumpen en los media.
El 30 noviembre del año 1999 millares de personas bloquearon el Centro de
Convenciones de Seattle (EEUU) con la intención de impedir el inicio de la Tercera Conferencia
Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la que se preveía iniciar una
ronda de negociaciones para profundizar en la liberalización comercial y de las inversiones.
Dichas protestas, protagonizadas por una gran diversidad de actores sociales (desde sindicalistas
a ecologistas), tuvieron éxito en el bloqueo parcial de la cumbre (lo que conllevó una fuerte
represión policial) y al animar las contradicciones entre los diversos miembros de la OMC,
logrando un eco mediático mundial sin precedentes en anteriores protestas de características
similares contra instituciones económicas mundiales.
Desde entonces, los medios de comunicación mundiales comenzaron a calificar a estas
protestas contra la mercantilización de la vida bajo el término “antiglobalización”. Esta palabra
negativa fue acuñada desde los mass media y los principales centros de poder, que anteriormente
habían definido y difundido el término “globalización” haciendo referencia al proceso,
considerado por ellos irreversible, de integración mundial de los mercados y las finanzas
(superando las fronteras estatales en estos ámbitos), sobre la base de una revolución en las
comunicaciones. De esta forma, los mass media y los principales centros de poder (a través de
sus servicios de “inteligencia”) - desconcertados en principio con la masiva confluencia de
movimientos socio-políticos que lograron deslegitimar a la OMC en Seattle - otorgaron una
imagen pública común a esa pluralidad de nuevos y tradicionales movimientos socio-políticos
que convergen en acciones colectivas, campañas e incluso organizaciones en las que se rechaza
la toma de decisiones globales por parte de las elites político-económicas mundiales esbozando
un común movimiento global.
Los orígenes de este movimiento, cuya precaria configuración se encuentra en
constante reformulación a través de las acciones que desarrolla, se sitúan entre finales del siglo
1
XX y principios del siglo XXI. Así, el movimiento “antiglobalización” ha renovado el
enfrentamiento sociopolítico e ideológico con el sistema capitalista liberal en un panorama
internacional caracterizado por la disolución del bloque soviético y la expansión del capitalismo
de mercado sobre todos los territorios y los aspectos de la vida. Esta difusión del capitalismo de
mercado se ha producido de la mano del imperialismo estadounidense bajo la retórica, en un
primer momento, del “fin de la historia” y el “nuevo orden mundial”, remplazada posteriormente
por el discurso del “choque de civilizaciones” y la “guerra contra el terrorismo”. Por tanto en
este contexto, en el que se profundiza y se acelera la globalización capitalista, la resistencia
frente al dominio de la lógica del capital por encima de los derechos de las personas y la
conservación del medio ambiente se ha visto en la necesidad de hacerse global e internacional,
facilitando este proceso los nuevos medios de comunicación mundiales, especialmente Internet.
Con anterioridad a las protestas de Seattle, principalmente a lo largo de la década de los
90, ya se habían producido toda una serie de campañas de denuncia y protesta en torno a las
principales instituciones económicas mundiales (Banco Mundial - BM -, Fondo Monetario
Internacional - FMI -, Organización para el Comercio y Desarrollo Económico - OCDE -, G7,...) y regionales (Unión Europea, Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte,...),
generando procesos de convergencia entre diversos movimientos sociales y políticos. De forma
paralela, se fueron creando redes, foros y organizaciones de ámbito global, tales como la red de
organizaciones agrarias Vía Campesina creada en 1993, la anticapitalista Acción Global de los
Pueblos (AGP) nacida en 1998, la Asociación por una Tasación sobre las Transacciones
Financieras Especulativas para la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC) creada en 1998 con el fin
de promover el control democrático de los mercados financieros, o la Marcha Mundial de
Mujeres que interrelaciona neoliberalismo y patriarcado y surgió en 1998 a iniciativa de la
Federación de Mujeres de Québec.
Todo lo señalado hasta aquí, pone de manifiesto una larga y diversa genealogía del
movimiento que sorprendió a los mass media en Seattle. La relevancia mediática que alcanzaron
estas protestas y la especificidad de las mismas se deben a la confluencia básicamente de estos
tres factores: el elevado número de participantes (entre 50.000 y 100.000); su diversidad social,
generacional y política; y, especialmente, el éxito alcanzado en la parálisis de los trabajos de la
cumbre de la OMC que debía iniciar la ronda de negociaciones pomposamente anunciada como
“Ronda del Milenio”. Esta parálisis supuso el segundo fracaso coyuntural en escaso tiempo de
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los partidarios de la globalización comercial y de las inversiones, tras la suspensión en 1998 de
las negociaciones secretas para concluir el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI). De esta
forma, la revuelta de Seattle, se convirtió en un catalizador positivo para todos los movimientos
socio-políticos que buscaban poner fin a los efectos perversos que esa globalización capitalista
genera sobre las sociedades y el medio ambiente, animando a la preparación para el año 2000 de
múltiples foros alternativos, manifestaciones y bloqueos con motivo de las reuniones de las
principales instituciones económicas mundiales y regionales.
Ante la proliferación de las protestas y bloqueos con motivo de las reuniones de las
grandes instituciones económicas, los medios de comunicación fueron modelando la imagen de
lo que denominaron movimiento “antiglobalización”. En contraste, los participantes en las
protestas y campañas que se han englobado bajo esa denominación lentamente también han
forjado una imagen común, a pesar de su diversidad, pero prefieren denominar a este innovador,
mundial y potente movimiento social (con evidentes implicaciones políticas) como movimiento
“altermundista”, “de resistencia global”, “por la justicia global”, “global”, “movimiento de
movimientos”,... Sin embargo, el término “antiglobalización” se ha popularizado incluso entre
los propios militantes, que también se han definido como una “nube de mosquitos”. Toda esta
variedad de nombres no es baladí, pues desde el propio movimiento (por ejemplo, desde el
zapatismo) se ha llamado la atención del valor de las palabras en la definición de la realidad y de
la necesidad de recuperar la capacidad de nombrar con verdad. Podríamos decir, por tanto, que el
nombre es una muestra significativa de la identidad colectiva e imagen pública que se desea
transmitir. Las diversas fuerzas que intervienen en esa definición muestran la existencia de
conflictivas relaciones de poder a la hora de definir realidades culturales concretas tales como las
identidades colectivas.
Identidad colectiva plural y global del “movimiento de movimientos”.
A la hora de acercarnos a la identidad colectiva plural y global a la que responde el
movimiento “antiglobalización”, partimos de la base de considerar a cualquier identidad
colectiva como una dinámica y negociable construcción cultural compartida de forma pública
por un grupo de personas que permite la afirmación de la misma frente a otras identidades
diferentes. Partiendo de estas coordenadas, la particularidad en el proceso de construcción
3
identitaria del movimiento “antiglobalización” nace del intento de articulación de un
compromiso e identidad comunes - y de ámbito cosmopolita o global - a partir de intereses e
identidades diversas provenientes de diferentes movimientos sociales (sindicalismo, ecologismo,
feminismo, antimilitarismo, tercermundismo,...) y de los diferentes grupos sociales que los
componen (según la clase, el género, la etnia, la edad,...), sin por ello eliminar los intereses e
identidades particulares. Esta articulación de una identidad común que engloba a otras
identidades y sujetos plurales - unida a la creación de un nuevo sujeto - también se produce en el
marco de las identidades nacionales (por ejemplo, cuando se habla de España como “nación de
naciones”), aunque en este caso se trata de compaginar identidades de un mismo tipo
(identidades nacionales), lo que dificulta aún más la coexistencia de identidades diversas bajo
una misma identidad común sin que unas se impongan a otras.
La configuración de la frágil identidad colectiva plural y global que se puede detectar
en el “movimiento de movimientos” ha sido fruto de la confluencia de organizaciones dispares
(tanto por sus objetivos concretos como por los sujetos e ideologías que las conforman) en
determinadas acciones colectivas (generando una serie de experiencias comunes, redes de
coordinación y una memoria colectiva compartida) dentro de un contexto de oportunidades
favorables para esa convergencia (tales como el nuevo impulso a la globalización capitalista
ocurrido tras la disolución del bloque soviético, la creación de la OMC, o la expansión de la red
Internet). Además de las oportunidades favorables y la participación en acciones colectivas, en la
construcción de una cultura común que responda a una identidad colectiva influyen otros muchos
factores como la confluencia en espacios de socialización comunes (como, por ejemplo, en este
caso serían los Centros Sociales Okupados Autogestionados) o la conformación de una imagen
pública común mayoritaria, que al mismo tiempo repercute en el modelado de una memoria
colectiva. En la gestación y difusión de esa imagen pública mayoritaria han influido de forma
fundamental los medios de comunicación de masas (especialmente la televisión, pero también la
radio, la prensa,...) que tienen, especialmente en la actualidad, un gran poder constituyente al
seleccionar entre el inmenso ruido informativo existente una serie de acontecimientos que
muestran como relevantes. Nuestro análisis girará en torno a la influencia de estos medios en la
configuración de la imagen pública mayoritaria del movimiento “antiglobalización”, lo que nos
conducirá al análisis de las relaciones de poder que se establecen en la conformación de las
identidades colectivas.
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Los mass media y la imagen pública dominante del movimiento “antiglobalización”.
Tal y como hemos apuntado, el objetivo de esta comunicación es realizar un breve
estudio de la imagen pública ofrecida por los mass media del movimiento “antiglobalización” y
su interrelación con la articulación de unas diversas identidades colectivas que llegan a esbozar
una plural identidad colectiva global, tal y como sus propios militantes ponen de manifiesto al
definirse como partícipes de un “movimiento de movimientos”. Para hacer abarcable dicho
estudio, nos centraremos en el marco geopolítico del Estado español y en la imagen pública
generada específicamente por la prensa.
Por tanto, en la presente comunicación nos acercaremos a la imagen pública mediática
del movimiento “antiglobalización” a partir de un breve repaso a dos de las principales campañas
desarrolladas por el mismo en el Estado español. Para ello realizaremos un análisis comparativo
de las noticias de prensa, publicadas durante una y otra campaña en los periódicos El País, El
Mundo, ABC y La Vanguardia. Hemos elegido estos periódicos por ser los más vendidos y
mostrar una representativa y diferenciada diversidad empresarial e ideológica. Una vez
seleccionadas las noticias, reflexionaremos sobre la incidencia que producen en la configuración
de la imagen pública del movimiento y en la creación de una posible identidad colectiva común,
rastreando esta última a través de las publicaciones que el propio movimiento ha producido
(libros, revistas, panfletos, vídeos, webs,...).
Este modesto estudio busca establecer una serie de hipótesis de trabajo a contrastar en
posteriores investigaciones en torno al desarrollo de la imagen pública del movimiento
“antiglobalización” y su incidencia fundamental en la configuración de una posible identidad
colectiva plural común. Así, queremos poner de manifiesto que las representaciones son fuente
de manipulación de las realidades existentes y, al mismo tiempo, de creación de realidades
nuevas. Además, en estas sociedades, para tener una notable incidencia social y definir una
imagen pública ampliamente difundida parece fundamental presentarse de forma espectacular.
Estas cuestiones, que hacen referencia a la creación, control y difusión de
informaciones (actividades realizadas en la actualidad a través de los medios de comunicación de
masas a una escala sin precedentes), son fundamentales a la hora de plantear una historia del
presente vivido, pues los mass media otorgan carta de acontecimiento histórico a determinados
hechos en detrimento de otros, configurando una memoria histórica colectiva a escala planetaria.
5
Por tanto, la historia del presente vivido, en la que se enmarca este estudio, tiene que hacer frente
y valorar la incidencia de la memoria histórica fomentada por los mass media. En este sentido, se
ha de valorar el poder de los mass media para generar una memoria histórica concreta en
detrimento de otras memorias colectivas generadas desde otros ámbitos (familiar,
comunitario,...). Este poder de los mass media para imponer su particular memoria del pasado, se
debe entre otros factores (como su globalidad o su enorme capacidad de difusión y persuasión), a
su perdurabilidad, pues recordemos que la historia se escribe a partir de los restos y testimonios
del pasado. En la búsqueda de esa perdurabilidad siempre las elites han sido las más interesadas
y las que más posibilidades han tenido al controlar las tecnologías más complejas, buscando
dejar a las generaciones futuras testimonios de su poder y su visión particular de los
acontecimientos. Así, tradicionalmente la escritura estuvo reservada a las elites, que a través de
las crónicas intentaron configurar una memoria histórica a su gusto. Hoy en día los mass media
ejercen un rol comparable al de las crónicas, estando controlados por grandes corporaciones
económicas. De esta forma, los mass media se convierten en las principales fuentes históricas de
los últimos tiempos: lo que no aparezca en ellos queda subsumido en una especie de prehistoria
(sólo conocible a través de otras fuentes históricas, entre las que destacan por su carácter
democrático las fuentes orales). En cualquier caso, hoy es mucho mayor que en cualquier otro
tiempo la democratización en la creación de posibles fuentes históricas, incluidas las
audiovisuales.
Desde esta perspectiva que considera a los medios de comunicación de masas como las
fuentes históricas dominantes en la actualidad, se pueden distinguir al menos dos momentos bien
diferenciados en el desarrollo del movimiento “antiglobalización”: uno primero, que
denominaremos la “prehistoria” del movimiento, en el que su visibilidad mediática es mínima
(correspondiendo a la etapa de conformación del mismo durante los años 90), y un segundo
periodo, que calificaremos de “histórico”, en el que el movimiento irrumpe en la agenda de los
mass media (a partir de las protestas en Seattle a finales del año 1999). Dentro de este segundo
periodo, se podrían diferenciar a su vez diversas etapas: una primera a lo largo del año 2000 en la
que se incide en la violencia de las protestas “antiglobalización”; seguida por otra en la que en
torno al I Foro Social Mundial de Porto Alegre (enero 2001) populariza la posibilidad de
alternativas a la globalización en curso; culminando la atención mediática con las protestas en
Génova contra la reunión del G-8 (julio 2001) en las que los mass media buscaron una división
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de los grupos que confluyeron en los bloqueos, al mismo tiempo que no fueron capaces de
ocultar la violenta y mortal represión policial; por último, tras los atentados del 11-S y la
apertura por iniciativa de EEUU de la “guerra contra el terrorismo”, el movimiento
“antiglobalización” quedará subsumido en un segundo plano dentro del movimiento contra la
guerra.
Prensa e imagen pública del movimiento “antiglobalización” en el Estado español.
GRÁFICO 1.
NOTICIAS DE PRENSA EN LAS QUE SE USA EL TÉRMINO “ANTIGLOBALIZACIÓN”1
500
400
El País
300
El Mundo
200
ABC
La Vanguardia
100
0
1999
2000
2001
2002
2003
2004
La diversidad de etapas señaladas en torno a la imagen pública mediática del
movimiento “antiglobalización” queda reflejada en las noticias de prensa. Así, en los cuatro
periódicos españoles que vamos a analizar (El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia)
comprobamos que el término “antiglobalización” sólo aparece en ellos tras la revuelta de Seattle.
Además, la evolución cuantitativa en la aparición de este término en las noticias de prensa
también es significativa de las etapas señaladas (ver gráfico 1). Así, si en el año 2000 las noticias
sobre el movimiento “antiglobalización” aún son puntuales (no existiendo además demasiados
artículos de opinión al respecto), los años 2001 y 2002 muestran una importante atención al
movimiento “antiglobalización”, mientras que ya en el 2003 se aprecia una reducción de las
1
: Estas noticias han sido seleccionadas por medio de los buscadores que ofrecen las versiones digitales de los
cuatro periódicos analizados, seleccionando en alguna ocasión noticias en las que no se habla principalmente del
movimiento “antiglobalización”. Igualmente algunas noticias que hacen referencia a protestas, foros alternativos y
opiniones sobre el movimiento “antiglobalización” no emplean este término, por lo que no son seleccionadas. Por
tanto, se trata de una aproximación con un cierto margen de variación (error) sobre las noticias que hacen referencia
a este movimiento. En la suma de las noticias se incluyen, además de las impresas en la versión nacional, las
7
noticias en las que se habla de “antiglobalización”, tendencia que parece confirmarse en el actual
2004. Para comprender esta evolución cuantitativa es de reseñar que precisamente en los años
2001 y 2002 se desarrollaron en el Estado español dos importantes campañas “antiglobalización”
con motivo en el 2001 de la planeada reunión del BM en Barcelona (suspendida ante el temor a
las protestas y realizada finalmente a través de Internet) y en el 2002 al hilo de la presidencia
española de la Unión Europea durante el primer semestre. Esta campaña del 2002 explicaría el
mantenimiento del número de noticias sobre los “antiglobalización” respecto al 2001, cuando a
nivel internacional el movimiento “antiglobalización” volvía a ser minimizado por los mass
media mundiales tras su culminación mediática internacional con las protestas de Génova y
después del 11-S.
Por otra parte, comparando el número de noticias publicadas por los periódicos
analizados sobre este tema observamos que, sin duda, El País es el que presta más atención al
movimiento “antiglobalización” (aunque en el año 2001 es superado por La Vanguardia, quizá
por la constitución en Cataluña del Movimiento de Resistencia Global - MRG - que participó en
las protestas de Praga frente al FMI y el BM en septiembre del 2001 y posteriormente en las de
Niza ante la cumbre de la Unión Europea en diciembre del 2001). El ser El País durante esta
etapa un periódico de la oposición, en línea con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE),
creemos que repercute en esa atención que presta a unas protestas que en el Estado español en
repetidas ocasiones han sido usadas o respaldadas por los partidos políticos de la oposición
llegando al debate parlamentario. Además, El País tradicionalmente se ha presentado como
vocero de posiciones “progresistas” en las que podría enmarcarse el movimiento
“altermundista”, siempre y cuando no se identifique “progreso” con puro y simple crecimiento
económico. Por su parte, La Vanguardia se convierte en el segundo periódico que publica más
noticias sobre el movimiento “antiglobalización”, lo que puede explicarse en cierta medida por
ser Cataluña la principal zona del Estado español donde se ha desarrollado tal movimiento,
mostrando un tejido asociativo más fuerte. En cambio, ABC y El Mundo prestan menor atención
al movimiento “antiglobalización”, algo más ABC que El Mundo, ya que este periódico asociado
con el conservadurismo ha publicado numerosos artículos de opinión sobre el movimiento
“antiglobalización” transmitiendo una imagen negativa del mismo.
aparecidas en versiones regionales y exclusivamente digitales. Los datos del año 2004 hacen referencia a las noticias
aparecidas al respecto entre el 1 de enero y el 1 de junio.
8
Aunque estas diferencias en principio cuantitativas reflejan diferentes actitudes ante el
movimiento “antiglobalización”, entre toda la prensa analizada sí se puede definir una imagen
pública de este movimiento en torno a los aspectos que suscitan más atención, lo que no implica
que no existan matices (en ocasiones significativos) en la imagen ofrecida por unos y otros
periódicos. Así, significativamente en todos los periódicos lo más frecuente es publicar las
noticias sobre las protestas “antiglobalización” en la sección de “Economía” (sección que se
presenta como de interés particular y no general y que suele aparecer en las últimas páginas de
los periódicos). Esto muestra la perspectiva empresarial y economicista que se dan a estas
protestas sociales que simplemente se ven como un problema económico al que hay que atajar
por el bien de la estabilidad económica y el funcionamiento del sistema. No obstante,
progresivamente estas noticias en torno al movimiento “antiglobalización” han ido ocupando las
páginas de las secciones “Internacional” y “Nacional”, aunque en estos casos suelen aparecer
como un problema de orden público, centrándose en la violencia de las protestas (llegando a
asociar la destrucción de cajeros, escaparates,... con el terrorismo y en el Estado español
concretamente con la “kale borroka”), dando cabida también a la represión policial, que sin
embargo tiende a ser justificada. También es habitual que las versiones regionales de los
periódicos ofrezcan paradójicamente más información del movimiento “antiglobalización”.
Por otra parte, los motivos y contenidos de las protestas no suelen reseñarse con
detenimiento, al igual que las alternativas propuestas (lo que queda evidenciado en que, salvo los
Foros Sociales Mundiales, los foros alternativos a las reuniones de las instituciones económicas
ante las que se protesta no suelen ser reseñados). No obstante, es evidente que la prensa da más
cabida que otros mass media, como la televisión, a los debates en torno a las razones de las
protestas, dando acceso a través de entrevistas o artículos de opinión a algunos de los
intelectuales y artistas próximos o partícipes del movimiento (tales como Carlos Taibo, Eduardo
Haro Tecglen, Edward W. Said, Gabriel Albiac, Ignacio Ramonet, Jaime Pastor, José Luis
Sampedro, Manu Chao, Manuel Vázquez Montalbán, Naomi Klein,...). También se observa un
acceso privilegiado a la prensa del discurso de los actores políticos institucionalizados que han
apoyado al movimiento al menos puntualmente (tales como el Partido Socialista de Cataluña,
Izquierda Unida,...), siendo bastante más difícil el acceso a este medio por parte de los anónimos
militantes “antiglobalización” (que lo consiguen en ocasiones a través de cartas al director en los
periódicos El País y La Vanguardia).
9
En resumen, la imagen pública que la prensa transmite del movimiento
“antiglobalización” se centra en el “vandalismo” de las protestas (generalizando la presencia de
la misma en principio a todo el movimiento y tratando posteriormente de dividir al movimiento
entre los violentos y los pacíficos), ya que los enfrentamientos entre manifestantes y policía
tienen un carácter espectacular del gusto de los mass media (al mismo tiempo que permiten
criminalizar al movimiento y disuadir de participar en él), lo que no sucede con los debates y
charlas que se desarrollan en los foros alternativos. Además, simplemente al usar el término
“antiglobalización” y situar estas protestas en el terreno de la economía se da una imagen
negativa y reaccionaria del mismo, como si fuera contraria al “progreso” económico y social.
Sin embargo, esta imagen general es preciso matizarla en el caso de cada periódico y ante unas y
otras contracumbres, que también ponen de manifiesto una imagen pública intermitente del
movimiento “antiglobalización” que invisibiliza el trabajo local (la creación cotidiana de esos
otros mundos posibles) y el trabajo de concienciación continua desarrollado por sus militantes.
Haciendo un breve repaso a los cuatro periódicos analizados, observamos que El País
es el que se presenta más próximo a los planteamientos del movimiento “antiglobalización”, lo
que se manifiesta no solo en la mayor presencia cuantitativa de noticias referentes al mismo, sino
también en aspectos cualitativos como la publicación de artículos de opinión favorables o
identificables con las posiciones del movimiento “antiglobalización” (destacan en este sentido,
por ejemplo, las colaboraciones de Carlos Taibo). Así, tras la multitudinaria manifestación contra
la cumbre de la Unión Europea celebrada en Barcelona en marzo de 2002 El País llegó a
mostrarnos la imagen de un movimiento mayoritariamente pacífico, considerado legítimo y
representativo de sectores importantes de la sociedad y en menor medida con razones para
protestar2. Como ya apuntamos, la adopción de esta imagen positiva se debe al uso de estas
manifestaciones como elemento de oposición y deslegitimación del gobierno del Partido Popular
(PP). Así, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió al presidente del gobierno,
José María Aznar, que se disculpara por descalificar a los manifestantes de Barcelona. En
cualquier caso, esta imagen positiva quedó reducida o transformada en negativa al hacer
referencia a las acciones directas, fueran o no violentas3. Por tanto, el acercamiento positivo de
2
: Esta inflexión en la imagen del movimiento queda reflejada en la noticia publicada en el Ciberpaís el 21-03-2002,
titulada: “La cumbre en Barcelona rompe la leyenda negra de las reuniones antiglobalización”.
3
: En este sentido es significativo la noticia publicada en la sección “Internacional” de El País el 15-03-2002 bajo el
siguiente titular: “Barcelona teme las movilizaciones sin control”.
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El País al movimiento “antiglobalización” y posteriormente al movimiento contra la guerra de
Iraq está relacionado con el tradicional apoyo que el grupo PRISA ofrece al PSOE, que al estar
en la oposición política al gobierno del PP buscó respaldar estas protestas sociales que
culminaron en la huelga general del 20 de junio de 2002, un día antes del inicio de la cumbre de
la Unión Europea en Sevilla. Así, al mismo tiempo que se ofrecía una imagen general positiva
del movimiento, se desarrolló una estrategia de cooptación y división del mismo manifestada en
las negociaciones entre la Junta de Andalucía y el Foro Social de Sevilla, que llevaron a que este
se desmarcara de posibles acciones violentas e incluso de posibles bloqueos no violentos, al
tiempo que conseguía la cesión de espacios públicos4.
Este acercamiento estratégico al
movimiento “abtiglobalización” en el ámbito español, no impide que posteriormente El País sólo
muestre de algunas contracumbres las escenas de violencia5.
La Vanguardia también ha mostrado una especial atención al movimiento
“antiglobalización”, generando a través de los artículos de opinión un debate sobre la
globalización
y mostrando en general una imagen positiva de los manifestantes
“antiglobalización”. La atención de este periódico a estas protestas, como señalamos, se debe en
buena medida al mayor desarrollo del movimiento en Cataluña y a unos sectores empresariales
más abiertos al diálogo y reformulación de sus posiciones, lo que queda reflejado en la adopción
de cierto discurso “altermundista” en torno a los conceptos de multiculturalidad, paz y
sostenibilidad (tal y como ha puesto de manifiesto el Forum 2004, considerado por la mayoría de
los militantes “antiglobalización” como un hipócrita circo de la cultura capitalista). Así, tras la
cumbre de la Unión Europea en Barcelona (marzo 2002) se insistió en el particular civismo
catalán6, a la par que se buscó la criminalización y represión de los sectores más radicales 7 y la
cooptación de los sectores más reformistas del movimiento (por medio del Foro Social de
Barcelona o a través de la invitación a participar en el Forum 2004).
Respecto a la imagen pública ofrecida por el diario ABC encontramos una actitud
negativa y de continua descalificación frente al movimiento “antiglobalización”, puesta de
: “El Foro Social de Sevilla se desmarca de grupos violentos y anuncia que no bloqueará la cumbre” en la edición
de El País de Andalucía del 14-03-2002 y “El Foro Social garantiza que sus actividades serán pacíficas” en la
edición de El País de Andalucía del 10-06-2002.
5
: Como ocurrió en el caso de las protestas contra la cumbre de la Unión Europea en Salónica en junio del 2003:
“La Cumbre de Salónica se cierra con violentos incidentes en el centro de la ciudad. Los radicales antiglobalización
han incendiado un MacDonalds y varios coches” (El País, “Internacional”, 21-06-2003).
6
: “La personalidad catalana” (La Vanguardia, “Opinión”, 18-03-2002) o “La primavera de Barcelona” (La
Vanguardia, “Opinión”, 20-3-2002).
4
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manifiesto no sólo en la formulación de las noticias, sino también en los abundantes artículos de
opinión. En esa imagen, junto con el énfasis en los actos vandálicos y violentos, destaca la
asociación del movimiento “antiglobalización” con la vieja izquierda comunista y el terrorismo,
especialmente de ETA8. Esta imagen negativa, que apenas sufre cambios, se ve reforzada ante la
férrea defensa de ABC al gobierno del PP y genera una enorme incomprensión de las protestas
“antiglobalización”, siendo el primer periódico que introdujo este término negativo para hablar
de estas protestas.
Por último, El Mundo ofrece una atención menor al movimiento “antiglobalización”, al
que le dedica escasos artículos de opinión. Las noticias que publica se centran esencialmente en
los disturbios producidos con motivo de las manifestaciones y bloqueos ante las cumbres de las
principales instituciones económicas. No obstante, también ha promovido encuentros digitales
con intelectuales próximos o partícipes del movimiento, prestando especial atención al uso de
Internet por parte de sus militantes. La imagen pública que ofrece El Mundo de este movimiento
está más próxima a la imagen general que comentamos al principio, sin indagar demasiado en los
contenidos de las reivindicaciones y propuestas realizadas ni ofrecer alguna imagen positiva
como en el caso de La Vanguardia o El País, pero tampoco sin demonizar al movimiento como
en el caso de ABC.
Una vez esbozadas las imágenes particulares que se pueden obtener a través de cada
periódico, vamos a centrarnos en la imagen pública del movimiento “antiglobalización” que la
prensa ofreció con motivo de dos campañas diferentes que corresponden a cada una de las dos
principales etapas señaladas en torno al tratamiento por los mass media de las protestas
“antiglobalización”.
Así, con anterioridad a las protestas de Seattle, durante la “prehistoria” del movimiento,
se desarrollaron en el Estado español diferentes campañas de denuncia y protesta ante
instituciones económicas como el FMI, el BM y la Unión Europea. Entre estas campañas destacó
: Por ejemplo en el artículo titulado “La guerrilla urbana tensa Barcelona” (La Vanguardia, 16-03-2002).
: Un buen ejemplo de esta imagen hostil la encontramos en el artículo “Los pobres del mundo” (ABC, “Opinión”,
16-09-2001): “La izquierda radical, heredera del fracasado comunismo, unas veces antiglobal, otras veces
ecológica y otras veces caritativa o limosnera, intenta justificar el terrorismo o la lucha callejera, eso que en el
País Vasco toma el nombre de kale borroka o de terrorismo de baja intensidad”. En el mismo sentido, pueden
consultarse, por ejemplo: “Fósiles del milenio” (Valentín Puig, ABC, “Opinión”, 7-09-2000), “Globalización”
(ABC, “Opinión”, 1-07-2001); “Batasuna consigue acreditarse en el congreso de la antiglobalización” (ABC,
“Internacional”, 1-02-2002); “Florencia, patrimonio de la humanidad, amenazada por las próximas manifestaciones
de los antiglobales” (ABC, “Cultua”, 2-11-2002); “Política de la negación” (ABC, “Opinión”, 8-11-2003); “La
izquierda reaccionaria (ABC, “Opinión”, 17-08-2003);...
7
8
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la que llevó a la constitución del “Movimiento contra la Europa de Maastricht y la
Globalización”, que facilitó la coordinación de numerosos y diversos colectivos sociales y
políticos durante varios años en torno a las protestas frente a una Unión Europea que se
consideraba como la institución regional del proceso de globalización capitalista.
No obstante, para que se produjera esta confluencia fueron de vital importancia las
coordinaciones que se habían establecido con anterioridad, entre ellas en 1994 con motivo de la
“Campaña 50 años bastan” desarrollada ante el 50 aniversario de las instituciones de Bretton
Woods y frente a la reunión en Madrid del FMI y el BM. Esta campaña de dimensión
internacional supuso la primera gran cita contra las instituciones económicas globales realizada
en el Estado español. En esta campaña participaron en el ámbito estatal desde ONGs como
SODEPAZ hasta partidos políticos como Izquierda Unida o Herri Batasuna (lo que provocó la
salida de varias ONGs) pasando por organizaciones ecologistas como AEDENAT, mientras que
a nivel internacional estuvieron organizaciones como Oxfam, Greenpeace, Amigos de la Tierra y
diversos sindicatos latinoamericanos. Esta campaña se vio acompañada por la celebración del
Foro Alternativo “Las otras voces del planeta” y de la reivindicación del 0´7 % del PIB para
ayuda al desarrollo a través de una acampada realizada en el madrileño paseo de la Castellana,
dando lugar posteriormente a la creación de una de las organizaciones de ámbito nacional que
trabaja específicamente el tema de la globalización: la Red por la Condonación y Abolición de la
Deuda Externa (RCADE). Entre las acciones más destacadas realizadas en respuesta a la reunión
del FMI y el BM en Madrid estuvieron el Foro Alternativo, el Tribunal de los Pueblos, la
manifestación por el centro de Madrid del domingo 2 de octubre (en la que participaron varios
miles de personas) y otras protestas en el parque ferial Juan Carlos I, el Auditorio Nacional,...
Además, se puso en marcha la red de contrainformación Nodo 50 (que se ha convertido en uno
de los principales sitios alternativos de Internet en el ámbito español). Esbozados los contenidos
de esta campaña, a continuación vamos a analizar las noticias de prensa que prestaron atención a
estas primeras protestas de ámbito global realizadas en el Estado español, en las que aparecen
todas las características y sujetos de lo que posteriormente se denominará movimiento
“antiglobalización”.
La imagen pública ofrecida por la prensa de la “Campaña 50 años bastan” fue en
general bastante positiva, pues no hubo una criminalización generalizada de la misma mediante
su identificación con la violencia, llegando a transmitirse algunas de las críticas realizadas por
13
los denominados entonces “alternativos” (un nombre más positivo que “antiglobalizadores”) o
“radicales” (designados así cuando realizan protestas que acaban con la intervención policial).
Así, El País llegó a publicar el manifiesto de “50 años bastan”, eso sí en la sección de
“Economía” (9-9-1994), siendo una de las características significativas la inclusión en todos los
periódicos de estas protestas y discusiones en la sección de “Economía” (además de en los
suplementos regionales de Madrid). No obstante, las críticas al FMI y al BM alcanzaron la
sección de “Opiniones” y la de “España” con motivo de la protesta desarrollada por Greenpeace
en el acto inaugural de la reunión de estas instituciones.
En cualquier caso, la cobertura del Foro Alternativo, aunque positiva, fue reducida. En
este sentido, La Vanguardia sólo llegó a hacerse eco de las posiciones críticas respecto a la
celebración de la reunión del FMI y el BM en Madrid con motivo de la citada acción de
Greenpeace9, consistente en el despliegue en plena ceremonia de inauguración el 4 de octubre de
1994 de una pancarta en la que se leía “Banco Mundial: no más dólares para la destrucción del
ozono” a la vez que hacían llover dólares falsos. Esta protesta, que saltó a las portadas de los
periódicos, fue tratada por la prensa fundamentalmente como un problema de seguridad, sin
incidir en sus motivos y contenidos (mostrando la dificultad de transmitir los mensajes deseados
por medio de acciones espectaculares, que, por otro lado, consiguen traspasar la barrera de
silencio mediático)10.
Por su parte, El País hizo un seguimiento prácticamente diario de las actividades del
Foro Alternativo y la “Campaña 50 años bastan”, aunque les dedicó poco espacio y no se
prodigó en tantos artículos de opinión críticos con el FMI y el BM como los aparecidos en El
Mundo (aunque también entrevistó a representantes de organizaciones críticas como Joan
Martínez Alier o Cameron Duncan), dando mayor cabida a las críticas “moderadas” de los
partidos políticos, el gobierno y los sindicatos mayoritarios y celebrando el encuentro entre
representantes del FMI y el BM con los “alternativos”. Además, destaca su disgusto ante la
9
: La Vanguardia sólo mencionó la existencia del Foro Alternativo a raíz de la acción de Greenpeace en el artículo
titulado “Marejada de fondo en Madrid” (La Vanguardia, “Economía”, 5-10-1994), ignorando igualmente las
acciones de la plataforma por el 0´7 %. Si los actos se hubieran desarrollado en Barcelona, nos imaginamos que la
cobertura informativa de este diario habría sido mayor.
10
: Así, desde el gobierno y la prensa se pidió al Ministerio del Interior explicaciones sobre, según ABC, este
“bochornoso” acontecimiento, destacando que se había puesto en entredicho la seguridad del rey. Ver, por ejemplo:
“Fallo alarmante” (El País, “Editorial”, 6-10-1994); “Interior sólo se limitará a hacer una autocrítica sobre el fallo de
seguridad” (ABC, “Economía”, 6-10-1994); “De Greenpeace a Grenwar” (ABC, “Opinión”, 9-10-1994); “El
gobierno pide cuentas a Interior por el incidente de Greenpeace en el FMI” (La Vanguardia, “Economía”, 6-101994).
14
actuación de Greenpeace en la ceremonia de inauguración reflejada en un editorial, aunque
posteriormente prestó más atención al discurso de Greenpeace.
Respecto a El Mundo, destaca la publicación de numerosos artículos de opinión críticos
con el FMI y el BM (como los de Carlos Taibo, J. F. Martín Seco, Antonio Gala, Francisco
Umbral, Martín Prieto, Raúl del Pozo,...) y entrevistas a representantes de las organizaciones
críticas con el FMI y el BM como Ramón Fernández Durán y Juan López de Uralde. Así, El
Mundo, en plena oposición política al gobierno del PSOE, hizo ver el falso discurso crítico del
gobierno ante las recomendaciones del FMI (liberalización de despidos, apuesta por los fondos
de pensiones,...) frente a la verdadera ira de los alternativos, haciendo la valoración más positiva
por parte de todos los periódicos analizados de la acción de Greenpeace11. Igualmente esa
posición política de oposición también explicaría la atención puesta ante la falta de diálogo del
gobierno con la Plataforma del 0´7 %. Las acciones de esta plataforma (acampada, cadena
humana, construcción del muro de la indiferencia, huelga de hambre,...) son las únicas recogidas
en la sección “Sociedad” de todos los periódicos (salvo La Vanguardia que no lo recoge).
Las acciones de la plataforma por el 0´7 % también recibieron un extenso tratamiento
por parte de ABC (destacando su galería gráfica), lo que puede deberse por ser una iniciativa
promovida por grupos cristianos de base, junto al poder ser utilizada en la campaña de oposición
al gobierno del PSOE. ABC también recogió la manifestación convocada por la “Campaña 50
años bastan”, incluso algunas sesiones del Foro Alternativo, aunque destacó por su férrea
defensa del FMI y el BM a través de duros artículos de opinión en los que tachaba de
“aguafiestas” a los “progres” (criticando incluso el distanciamiento del gobierno respecto a las
recomendaciones dictadas por el FMI)12.
La otra campaña que vamos aquí a analizar de forma sucinta es la denominada
“Campaña contra el Banco Mundial, Barcelona 2001” promovida ante la reunión prevista en
esta ciudad española del BM. Esta protesta se sitúa, por tanto, después de la irrupción mediática
del movimiento “antiglobalización” en Seattle y supuso la primera gran cita de este movimiento
ya mediatizado dentro del Estado español. En el desarrollo de esta campaña participó el
Movimiento de Resistencia Global (organización surgida precisamente ante la irrupción
: “La falsa ira de Griñán contra el FMI...y la verdadera ira de los alternativos” (El Mundo, “Opinión” 4-10-1994);
“El rey y Greenpeace elevaron el debate en la cumbre del FMI” (El Mundo, “Opinión”, 5-10-1994).
12
: Por ejemplo: “Todos contra el FMI” (ABC, “Opinión, 8-10-1994); “Fondo, Banco Mundial y bochorno” (ABC,
“Opinión”, 5-10-1994).
11
15
mediática del movimiento “antiglobalización”, a partir del movimiento okupa y de sectores de
ideología autónoma), sumándose hasta los sindicatos mayoritarios y partidos políticos como
Izquierda Unida o Esquerra Republicana de Catalunya. A parte de esta amplia coordinadora se
crearon otros dos bloques diferenciados como fueron “Barcelona Tremola” y la “Coordinadora
Anarquista contra la Globalización”. El éxito de este diverso movimiento de contestación se
produjo al lograr la suspensión de la reunión del BM, que se refugió en Internet ante el temor a
las protestas. No obstante, las acciones de protesta previstas se llevaron a cabo, destacando la
celebración de una importante manifestación el domingo 24 de junio en la que participaron
varias decenas de miles de personas, teniendo una fuerte repercusión mediática especialmente
ante la violencia desatada al final de la convocatoria.
La imagen pública ofrecida por la prensa de estas protestas, que al desarrollarse en el
Estado español suscitaron mayor atención que otras protestas “antiglobalización”, estuvo
asociada a un debate sobre este movimiento reflejado en múltiples artículos de opinión, junto a
una minimización del éxito de la suspensión de la reunión del BM, pero sobre todo ofreciendo
una imagen de violencia de los “antiglobalizadores” intentando disuadir a quienes pudieran
simpatizar con ellos, incluso con anterioridad al desarrollo de las protestas. No obstante, esa
imagen de violencia estuvo cargada de polémica ante la acusación por parte de diversos testigos
(manifestantes y comerciantes) de la infiltración por parte de la policía entre los manifestantes
promocionando los actos vandálicos (lo que finalmente ningún periódico ocultó). Esto llevó a
que los partidos políticos de la oposición al gobierno del PP pidieran explicaciones ante la fuerte
y polémica actuación policial.
El conseguir hacer ver la injustificada violencia policial fue un éxito en la creación de
una imagen pública positiva del movimiento “antiglobalización” (que redundaría en el éxito de la
manifestación contra la Unión Europea desarrollada en marzo del año siguiente en Barcelona),
pero este éxito mediático estuvo matizado por la presencia de imágenes violentas de supuestos
manifestantes que acapararon la atención mediática, además de posiciones más hostiles como la
desarrollada por ABC. Así, este periódico alertaba de un violento fin de semana
“antiglobalización” a través de numerosos artículos de opinión y diversas noticias, relegando los
acontecimientos a la sección local de Catalunya, buscando posteriormente criminalizar a algunos
16
sectores de las protestas como los okupas, asociándolos una vez más al entorno del terrorismo
etarra13.
En contraste con las posiciones de ABC, El Mundo recogía llamamientos a la calma y a
la reivindicación pacífica (aunque en la edición catalana), destacando en su tratamiento
informativo el relegar estas protestas y su represión a la sección de “Economía” o a la versión
digital, aunque cuando la petición de explicaciones alcanzó el debate entre los partidos políticos
de la oposición y el gobierno defensor de la actuación policial, las noticias pasaron a la sección
de “España”14.
Por su parte, La Vanguardia prestó especial atención a estas protestas que se
desarrollaron en Cataluña (y al anuncio de la suspensión de la reunión del BM en mayo del
2001), situándolas dentro de la sección “Sociedad” y otorgándoles la portada del lunes 25 de
junio, insistiendo en el carácter pacífico y cívico de la marcha hasta el final de la misma y
haciéndose eco de las acusaciones de los manifestantes sobre la infiltración policial, aunque
también haciendo referencia a la existencia de grupos violentos “descontrolados”. Además,
generó un debate de fondo sobre los aspectos negativos de la globalización y la organización de
la respuesta a los mismos15.
También se produjo cierto debate en El País, pero en la edición catalana, donde la
cobertura de esta campaña “antiglobalización” fue mayor (especialmente en torno a la
suspensión de la reunión del BM). No obstante, la manifestación del 24 de junio apareció en las
páginas de la sección de “España” recogiéndose la polémica actuación policial ocurrida al final
de la misma y centrándose posteriormente en el debate político que suscitó, llegando a recogerse
: Ver por ejemplo: “Un globo, dos globos, tres globos” (ABC, “Opinión”, 24-06-2001); “Antiglobalización global”
(ABC, “Opinión”, 24-06-2001); “La violencia antiglobalización cuestiona el millonario montaje de las cumbres
mundiales” (ABC, “Internacional”,24-06-2001); “Los actos contra el Banco Mundial acaban con violencia y
condenas ante la actuación policial” (ABC, “Local Catalunya”, 25-06-2001); “Una decepción anunciada: algunos
activistas temían un fin de fiesta violento” (ABC, “Local Catalunya”, 25-06-2001); “Violencia transnacional” (ABC,
“Opinión”, 25-06-2001); “Los mantecas” (ABC, “Opinión”, 26-06-2001); “La policía advirtió al TSJC de lo que
podía suceder en la manifestación de Barcelona” (ABC, “Nacional”, 27-06-2001); Los «okupas» aplicaron en la
manifestación de Barcelona las tácticas de la «kale borroka» (ABC, “Nacional”, 28-06-2001)
14
: Ejemplos de este tratamiento informativo lo constituyen noticias como éstas: “Grupos políticos y entidades
reclaman que los actos antiglobalización sean pacíficos” (El Mundo, “Catalunya”, 23-06-2001); “Polémica
actuación policial en Barcelona durante la protesta antiglobalización” (El Mundo, Economía, 25-06-2001); “Rajoy
justifica las cargas contra los antiglobalización” (El Mundo, “España”, 26-06-2001).
15
: Como ejemplo de estas posiciones se pueden ver: “La contestación global” (La Vanguardia, “0pinión”, 20-052001); “Una institución cuestionada” (La Vanguardia, “0pinión”, 21-05-2001); “Cumbres borrascosas” (La
Vanguardia, “0pinión”, 22-06-2001); “La fiesta antiglobal acaba en batalla” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-062001); “El civismo dominó la primera parte de la marcha” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-06-2001); “Las paredes
hablan” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-06-2001).
13
17
en la versión nacional una entrevista a Susan George que transmite algunos contenidos básicos
del movimiento “antiglobalización”16.
“Antiglobalización”: entre una imagen pública mediática y otra propia.
La imagen pública generada desde la prensa con motivo de las diversas campañas
“antiglobalización” y que compite con ventaja (pues alcanza a un número mayor de personas)
con la propia imagen pública que los militantes “antiglobalización” desean darse de sí mismos,
influye en la definición de la imagen pública ofrecida por los propios militantes y en la
conformación de su identidad colectiva común. Así, el interés casi exclusivo de los mass media
por la imagen espectacular (desarrollado no obstante en menor medida en la prensa que en la
televisión), repercute tanto en las acciones realizadas por el propio movimiento, que suelen
buscar un simbolismo espectacular (reflejado, por ejemplo, en la acción de colgarse de un puente
con motivo de los bloqueos realizados ante la reunión del G-8 en Evian en junio del 2003 o en el
suicidio del surcoreano Lee Kyeong Hae con motivo de la reunión de la OMC en Cancún en
septiembre del mismo año). Sin embargo, el espectáculo macabro y militarista que suelen buscar
los mass media a través de las “batallas” entre manifestantes y policía (fomentando el miedo
entre la población ante las protestas “antiglobalización”), suele ser sustituido por un espectáculo
lleno de diversión y creatividad por medio de marionetas gigantes, música, bailes, colorido,...
Este otro tipo de espectáculo lleno de la alegría de los “resistentes globales” incide más en esos
otros mundos posibles que se reclaman. Sin embargo, algunos activistas, han llamado la atención
de que “el espectáculo de representar un movimiento se está confundiendo con el trabajo menos
atractivo de crear uno” (Naomi Klein, p.173), lo que podría ser letal para el futuro de este
embrionario “movimiento por la justicia global”.
En cualquier caso, frente a la imagen en negativo forjada por los grandes medios de
comunicación mundiales, que induce a forjar una identidad colectiva en oposición a los
“globalizadores”, los militantes del “movimiento de movimientos” han intentado enfatizar su
carácter propositivo y positivo superando la lógica del pensamiento único y defendiendo otras
globalizaciones posibles. Para constatar la búsqueda de una imagen pública particular positiva
: Ejemplos del tratamiento informativo ofrecido por El País pueden ser estos artículos: “Banco Mundial, ¡qué
alivio!” (El País, “Catalunya”, 21-05-2001); “La espantada del Banco Mundial” (El País, “Catalunya”, 22-05-2001)
“Actos vandálicos en Barcelona ante la pasividad policial” (El País, “España”, 25-06-2001); “El discurso del Banco
Mundial para reducir la pobreza es puro marketing” (El País, “España”, 25-06-2001).
16
18
(sin ocultar su oposición a determinadas realidades) que redunda en la definición de un
“nosotros” desde la coherencia y experiencia interna y no desde el exterior pueden servirnos el
testimonio de Naomi Klein y el manifiesto aprobado en el II Foro Social Mundial:
Formo parte de una red de movimientos que no luchan contra la globalización, sino a
favor de una democracia más profunda y participativa a nivel local, nacional e
internacional. Esta red es tan global como el propio capitalismo. (Naomi Klein, p. 94)
La diversidad es nuestra fuerza y su expresión es la base de nuestra unidad. Somos un
movimiento de solidaridad global, unido en nuestra determinación para luchar contra la
concentración de la riqueza, la proliferación de la pobreza y la destrucción de nuestro
planeta. Estamos construyendo un sistema alternativo y usamos caminos creativos para
promoverlo. Estamos construyendo una alianza amplia a partir de nuestras luchas y las
resistencias contra el sistema basado en el patriarcado, el racismo y la violencia, que
privilegia los intereses del capital sobre las necesidades y las aspiraciones de los pueblos.
(Manifiesto de los movimientos sociales reunidos en el II Foro Social Mundial)
Igualmente significativo a la hora de la definición de una imagen pública y de una
identidad colectiva del movimiento “antiglobalización” no impuesta por los adversarios es la
creación de unos medios de comunicación alternativos como supone la red Indymedia
(Independent Media Center) o el Global Project (que incluye televisión, radio y magazine
realizados desde el propio movimiento “global”). Estos medios alternativos reflejan los debates
internos producidos sobre la necesidad de crear redes de comunicación alternativas no
controladas por las grandes corporaciones mundiales, en las que exponer de forma directa la
diversidad de discursos y voces presentes dentro del movimiento “altermundista”. En este
sentido, es significativo que en la “Segunda Declaración de la Realidad” promovida por el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con motivo del Primer Encuentro
Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo realizado del 27 de julio al 3 de
agosto de 1996 en el Estado mexicano de Chiapas (que puede ser considerado como uno de los
actos fundacionales del movimiento “antiglobalización” antes de su irrupción mediática), se haga
referencia a la creación de una red de comunicación entre todos los “resistentes” como paso
necesario para crear una red de movimientos “resistentes”:
19
Haremos una red de comunicación entre todas nuestras luchas y resistencias. Una red
intercontinental de comunicación alternativa contra el neoliberalismo, una red de
comunicación alternativa por la humanidad. Esta red intercontinental de comunicación
alternativa buscará tejer los canales para que la palabra camine todos los caminos que
resisten. Esta red intercontinental de comunicación alternativa será el medio para que se
comuniquen entre sí las distintas resistencias. (Segunda Declaración de la Realidad EZLN)
Por tanto, observamos que la imagen pública mayoritaria creada fundamentalmente por
los mass media es respondida desde el propio movimiento “antiglobalización” (definiendo otra
imagen a través de sus acciones y los medios propios de comunicación alternativa), aunque al
mismo tiempo esa imagen pública mediática condiciona al movimiento (al centrarse en la
espectacularidad y no en el trabajo cotidiano comunitario) y puede provocar divisiones (al
intentar aislar o separarse de los “violentos”). Al mismo tiempo, esa imagen pública genera una
memoria colectiva mediatizada que se desvincula de los actores que participaron en los
acontecimientos, que a su vez generan una memoria colectiva alternativa centrada en torno a la
cohesión y solidaridad en la acción frente a una represión policial a menudo de alta intensidad,
creando mártires del movimiento (como Carlo Giuliani, asesinado en Génova en julio del 2001),
a la par que unos lugares comunes de memoria (como la ciudad brasileña de Porto Alegre, donde
se desarrollan unos presupuestos participativos y se ha reunido el Foro Social Mundial los años
2001, 2002 y 2003), que redundan en la configuración de una identidad colectiva común, global
y plural, que aún tiene el reto de enraizarse en la cotidianidad y no sólo activarse con motivo de
las cumbres mundiales de las principales instituciones globalizadoras.
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