Sicóloga inglesa: “Existen niños de 4 años que son matones” / La Nación Por CECILIA YÁÑEZ No se trata de menores que tengan la maldad en su interior. Para ellos el matonaje es una forma de relacionarse con los otros porque es lo que ven en sus casas. Michele Elliott, creadora de un sitio especializado para tratar a las víctimas del bullying, llamó a intervenir tempranamente en los casos de abuso. Lunes 9 de noviembre de 2009 | | Vida Hoy Fotos "Si no ayudamos a los matones desde pequeños serán matones grandes en el futuro. En el fondo son buenas personas y pueden cambiar”, dice Michele Elliott. El bullying ha existido desde siempre. Todos hemos sido molestado por otros compañeros de curso y también nos hemos burlado de nuestros pares. Estas acciones son parte del crecimiento y desarrollo de los niños. Pero, cuando el hostigamiento se vuelve una constante, los adultos deben actuar y evitar que la víctima de los abusos termine damnificada o en el más extremo de los casos, muerta. Esta es la premisa de la sicóloga inglesa, experta en bullying, Michele Elliott que estuvo en Santiago hace unos días invitada por el Fondo de la Cultura Económica, cuya editorial trajo al país uno de los últimos libros de esta autora. Elliott es la creadora de la organización Kidscape (http://www.kidscape.org.uk) dedicada a ayudar a las víctimas del bullying. Con ella nos reunimos para conversar acerca del matonaje infantil y juvenil y las acciones que deben realizar los adultos para detener a tiempo los abusos. -¿Qué tanto ha cambiado la forma de hacer bullying en los últimos 15 ó 20 años? -Ha cambiado muchísimo. Ahora tenemos el ciberbullying. Los niños se pueden atacar las 24 horas del día, los siete días de la semana. No están seguros en sus camas ni en ninguna parte. Los pueden atacar a través de una página web, mensajes de textos. A eso se suma que ya no se cuenta con las mismas redes de apoyo que antes, los abuelos y tíos no están cerca porque las familias se mudan de su lugar de origen. Si se les molesta en la calle, la gente ya no interviene, porque tienen temor de las represalias y porque “no es su asunto”. Creemos que está aumentando. -¿Cómo afecta internet en estos abusos? -Los medios hacen más públicos los abusos. Internet ayuda a que todos se enteren, si saco fotos o video todo el mundo lo va a saber, es mayor la vergüenza que sienten las víctimas. Se suma también más personas al ataque. Ya no es una cosa privada entre el matón y yo y eso es peor. -¿Comienzan a molestarse a más temprana edad los niños? -Claramente sí. En nuestra organización tenemos una línea de ayuda para los padres y hace 15 años no teníamos llamadas telefónicas sobre niños pequeños que hicieran bullying. Ahora tenemos niños de 3, 4 y 5 años que deliberadamente están siendo molestados por otro par. No es un accidente, no es una cuestión que tiene que ver con el crecimiento de los niños y que luego se les pasará. Estos matones vienen de familias violentas, los niños han aprendido este comportamiento y los padres, al menos en Inglaterra, no quieren saber de esto. Es tan importante que incluso para los niños pequeños, de menos de 5 años, tenemos material audiovisual y talleres para hablar de los matones. Incluso para los más pequeños, tenemos pósteres y actividades para que pinten dibujos con lecturas del tipo “no seas mi matón, sé mi amigo”. -Pero estos niños de 3 ó 4 años, ¿se dan cuenta de lo que están haciendo?, ¿saben distinguir entre lo bueno y lo malo? -No, no se dan cuenta. Es lo que han aprendido, lo que ven en sus familias. Los profesores dicen que tienen problemas con los niños pequeños pero que no se ha expandido, es un grupo nuclear aún. -Siempre se dice que los niños en general son crueles, que es normal que se burlan entre ellos y que esto es parte del crecimiento. ¿Cuándo deja de ser normal y se transforma en bullying? -Los matones son niños que deliberadamente molestan y pese a las recomendaciones no cambian su actuar. Tenemos el caso de un niño de cuatro años que molestaba a los otros enterrándole lápices… en los brazos, en los ojos… llamaron al padre del matón y éste dijo que eso no era un problema… eso es lo que aprendió el niño. En la mayoría de los niños es normal que peleen, se peguen… eso es un crecimiento normal para los niños, pero cuando el comportamiento es deliberado, persistente y el niño no responde estamos ante bullying. La mayoría entiende cuando se les dice que debe ser bueno, amable. Pero algunos tienen el comportamiento consistentemente. Si no los ayudamos, tendremos problemas cuando crezcan. Puede que no se den cuenta de lo que están haciendo porque en su familia está permitido, está bien ese trato. “Tuve una familia donde había un niño de seis años que le prendió fuego a la polera de otro. La madre llamó a Kidscape, porque cuando fue a la casa del niño agresor a hablar con el papá, éste le dijo que ‘si llama a la policía usted va a tener mucho más problemas. Mi hijo estaba en casa conmigo, así es que él no lo hizo’”. -El niño o la niña que es matón (a), ¿puede dejar en algún momento de serlo? -Muchos dejan de serlo. Pueden encontrar un buen profesor y se pueden hacer bueno en algo. Tenemos el caso de un niño que veía el matonaje como la única forma de ser bueno en algo, de llamar la atención. Pero un profesor le hizo hacer trabajos en madera, unas cajas maravillosas, y luego este adolescente con muchas habilidades fue destacado: “miren lo que hizo Jonattan”, dijo el director delante de todo el colegio. Luego de eso, su comportamiento mejoró mucho… era bueno en algo y era reconocido por eso. “Muchos adultos que fueron matones en el colegio, hoy se dan cuenta de lo que hacían y lo sienten mucho”. -¿Cuál es el rol de los adultos, padres y profesores frente al bullying? -El niño matón necesita aprender que hay consecuencias para sus acciones y se le tiene que recompensar por un buen comportamiento. Para los pequeños matones, usamos un gráfico de estrellas, cuando son buenos le damos una estrella pero si continúa y no responde a los estímulos positivos, entonces se debe cambiar la estrategia. Generalmente no es necesario aumentar los castigos. “En Noruega se hizo un estudio con niños matones, un seguimiento que duró 30 años. Demostró que estos niños no se corrigieron con el tiempo y que tenían 4 veces más posibilidades de estar en prisión y de golpear a sus propios hijos. Si no ayudamos a los pequeños matones a cambiar su comportamiento, creo que su futuro tampoco será muy bueno. Hay que ayudar a los matones tanto como a las víctimas”. -¿Cómo elige el matón a su víctima? ¿Los molesta a todos por igual y se ensaña con el que es más vulnerable, más retraído? -El matonaje ocurre porque el matón necesita una víctima, ese es el problema del matón. Van a tratar de molestar a la mayor cantidad de gente posible hasta que obtengan una reacción. Una vez que vean un punto que le molesta a una persona, siguen y siguen y siguen… Pueden molestar por cualquier razón. No es algo que tenga que ver con la víctima, sino con el matón que sigue tratando cada vez. Buscan a los más vulnerables. DIFERENCIAS DE GÉNERO -¿Existen las diferencias de género entre los matones hombres y mujeres? -Solíamos decir que los hombres siempre se pegan, empujan, tienen una cosa más física y que las niñas son más verbales, que le gusta excluir, son más malas. Pero ahora, hemos visto en Inglaterra que las niñas cada vez son más físicas, más violentas, se pegan, se golpean y se graban esas peleas con sus celulares también. Creen que con eso son más interesantes para los chicos. Aun así, las niñas todavía son mejores en la parte verbal, pueden herir más con las palabras, pero se están poniendo cada vez peores en la violencia física. -¿Cómo puede ser la personalidad de un adulto que durante niño fue víctima de bullying?, -Hicimos un estudio retrospectivo con mil adultos entre los 25 y los 82 años de edad y les preguntamos cómo les afectó el bullying. Eran casos extremos, eso sí. Encontramos que tenían 7 veces más posibilidades de suicidios que el general de la población, que sufrían depresión, y generalmente al momento de trabajar también sufrían bullying de parte del matón de la oficina. Su confianza en sí mismos era mala y después tantos años todavía se acordaban del matón que los molestaba en el colegio cuando eran pequeños. LN DATO En Chile, editado por el Fondo de Cultura Económica, se vende el libro “Intimidación”, de Michele Elliott. En él se incluyen estudios de 16 investigadores ingleses que revisan el fenómeno del bullying y entregan pautas para prevenir y enfrentar el tema a tiempo. CASOS EXTREMOS: Suicidios Hay veces en las que bullying puede llegar a casos extremos y los niños que son víctimas terminan suicidándose. Elliott dijo a La Nación que en Inglaterra se dan muchos casos de suicidios. Sólo el año pasado se reconocieron 15 suicidios de niños y adolescentes atribuibles a esta causa, pero la cifra debe ser superior porque no siempre los catalogan como tal. En Londres se supo hace poco de un “accidente” en el que un niño había muerto ahorcado mientras jugaba a los vaqueros, pero luego se confirmó que el niño era molestado en su colegio, contó la sicóloga. Según ellas, “no deberíamos tratarlos a todos los matones como malos, pero cuando nos lleva al suicidio de un niño… no es sólo el dolor de la víctima y su familia… la culpa del matón y de los niños que sabían que esto podía ocurrir y no hicieron nada, también se tienen que saber manejar”. “Tuvimos el caso de dos niñas amigas, de 12 años. Una de ellas era víctima de bullying y en uno de los ataques la otra la defendió. Se llamaba Lucy Allan. Las matonas la tiraron al suelo y golpearon su cabeza hasta que la niña murió. A las agresoras las enviaron a cárceles juveniles por un año y la madre de una de ellas fue a los medios de comunicación y dijo que ‘Lucy, no estaría muerta si se hubiera preocupado de sus propios asuntos’. Ahora ellas salieron de la cárcel y las madres dicen que no son culpables”, explica Elliott. La técnica de la montaña de hielo No son pocos los niños que angustiados y temerosos llegan a Kidscape víctimas del matonaje en sus colegios. Para ellos, y considerando que deben convivir con el matón en sus colegios se les enseña la técnica de la montaña de hielo como una manera de evitar que las burlas y las molestias de las que son objeto les sigan importando. “En nuestra organización trabajamos con niños que han sido golpeados y con niños que no lo han sido también. Al 50% de los niños que sí lo han sufrido, les enseñamos la técnica. Con ella aparentan no ser molestados porque están cubiertos con esta protección de hielo. Les explicamos que los matones buscan a quien molestar y cuando encuentran un punto débil se ensañan. Entonces, debemos proteger esos puntos con el hielo para que los ataques resbalen y no nos hagan daño”, explicó Elliott. Por sencilla que parezca, la técnica funciona y después de un año, en el 90% de los casos las molestias se han detenido o reducido. “Lo que me complica es que no deberíamos estar enseñándoles a las víctimas. Deberíamos estar enseñándoles a los matones, pero ellos no van a ir a nuestros cursos, las familias no los van a llevar, así es que estamos ayudando sólo a las víctimas. Pero esto no soluciona el problema del bullying porque el matón buscará a otra víctima”, dijo la experta. Hay un caso que recuerda vivamente esta sicóloga inglesa. Se trata de Elly, una niña que era molestada en el colegio donde incluso le crearon una página web que se llamaba “hagamos que muera Elly” en la que todos la atacaban. “Vino a nuestro curso durante una semana en la que además, no fue al colegio. Le enseñamos la técnica y practicó mucho qué decir cuando volviera a enfrentar a sus matonas. Cuando llego a la escuela y comenzaron a molestarla, les dijo: ‘saben, si fueran unas personas un poquito más agradables yo podría llegar a considerar ser amiga de ustedes’, y luego de eso se fue. Las matonas se quedaron con la boca abierta. No siempre funciona pero en este caso, esas palabras las desarmaron y no se metieron más con ella”, indicó.