Modelo ontológico de Bunge (Síntesis Susana Herrera) El mundo está hecho de cosas materiales. Una cosa es una entidad dotada con propiedades definidas, sean intrínsecas o mutuas, permanentes o transitorias. Las cosas no existen solas y no son simples. Son objetos complejos, siempre en cambio y en interacción recíproca. Para estudiar el cambio de una cosa es necesario determinar en cada instante el espacio de los estados de la cosa (B,77), es decir, el conjunto de propiedades que representan su identidad en cada instante. Las cosas se pueden definir, entonces, como aquellas entidades que tienen por lo menos dos estados. Clases de objetos. Todo objeto es una cosa o un constructo. Los constructos u objetos conceptuales son ficciones, no entidades materiales (por ejemplo, el número 2). No forman parte del mundo sino parte de nuestra representación del mundo. Los constructos no existen sin procesos cerebrales. Sistema. Un sistema es un objeto complejo cuyos componentes están interrelacionados (acoplados, conectados, ligados o adheridos), de tal manera que en algunos aspectos se comporta como una unidad o totalidad integrada. Todo sistema se puede analizar en su composición o conjunto de componentes, su ambiente o conjunto de objetos distintos de su composición y estructura o conjunto de relaciones, en particular conexiones y acciones entre los componentes y entre estos y el ambiente. Es decir, un modelo mínimo de un sistema estaría formado por su composición, ambiente, estructura (relaciones), y mecanismo (funciones o procesos). La composición y el ambiente deben ser conjuntos mutuamente disjuntos. La estructura debe ser un conjunto no vacío de relaciones sobre la unión de la composición y el ambiente. Y el mecanismo es el conjunto de actividades del sistema que determinan su movimiento, el mecanismo que lo hace funcionar. Los sistemas pueden tener componentes materiales (sustanciales) o conceptuales (ideales). Es por ello que los sistemas se clasifican en materiales (p.e., átomo, célula, ecosistema, familia, fábrica, sociedad) y conceptuales (p.e., mecánica clásica, números naturales, sistema de reglas de tecnología, etc.). Si bien todo sistema es una totalidad, no toda totalidad es un sistema. Es el caso de un agregado: colección de elementos sin adherencias mutuas y por tanto sin integridad. Todo sistema material tiene propiedades emergentes, no poseídas por sus componentes. Por otra parte, los diversos sistemas existen objetivamente, siendo reflejados subjetivamente en la conciencia humana, por lo que surge el concepto de sistema como instrumento para conocer a los sistemas, como representación de lo concreto de realidad y para diseñar a los sistemas. Los sistemas son realidad objetiva, existen en el mundo, se encuentran en la naturaleza y en la sociedad; y además los inventa y construye el hombre, conceptual y materialmente por medio de su prácticas científico-tecnológicas (diseño conceptual) y tecnológico-científicas (fabricación y dirección), tales son los objetos o artefactos tecnológicos. Sistematicidad. El enfoque sistémico del mundo parte de la tesis ontológica o principio de sistematicidad, el cual afirma que el mundo es sistémico, que “toda cosa material es un sistema o componente de alguno”. Todo sistema es subsistema de algún otro sistema, excepto el universo. La ciencia filosófica afirma que el universo no es un montón de cosas sino una totalidad interconectada, no es un agregado, es un sistema, una cosa compuesta de cosas interconectadas. Dinamicismo y desarrollo. La propiedad fundamental del sistema material, como toda cosa, es el movimiento, el cambio, la transformación de su estado; otro aspecto de la sistematicidad es lo histórico. Además los sistemas siempre están en alguna etapa de desarrollo. Desarrollo es el movimiento o cambio sujeto a leyes, íntegro, legítimo y autoespontáneo del estado cualitativo de un sistema. Es un movimiento particular o relativo que transcurre entre el surgimiento del sistema hasta su destrucción; implica el aumento de la complejidad de la organización interna, de la estructura de la cosa. Se puede redefinir un sistema, entonces, como una totalidad íntegra estructurada y en desarrollo. Estructura de niveles. Cuando se estudia la composición de las cosas y los procesos materiales, se descubre que hay diferentes niveles de complejidad en el movimiento de la materia, dominios específicos de cierto tipo de interacción y movimiento, que corresponden a niveles ontológicos diferentes. Existen muchas formas del movimiento de las que la ciencia actual reconoce cuatro formas fundamentales: físico, químico, biológico y social; con sus subniveles y niveles intermedios. Estos componen los procesos de la materia física, química o inorgánica, biológica u orgánica y social. Esto corresponde con la hipótesis ontológica de que “la realidad tiene una estructura de niveles”, que el plano óntico se subdivide en niveles (b). Estos distintos niveles sistémicos tienen una organización óntica en correspondencia con el principio de la complicación de la organización de la materia, produciéndose una escalera estructural “ascendente en complejidad”. Las clases o niveles ónticos de las entidades materiales que reconoce la ciencia actualmente son los siguientes: (i) el fisiosistema (nivel físico o conjunto de las cosas físicas: partículas elementales, cuerpos, campos); (ii) el quimiosistema (nivel químico: conjunto de todos los sistemas químicos); (iii) el biosistema (nivel biológico: conjunto de todas las células u organismos multicelulares); (iv) el sociosistema (o nivel SOCAL o sociedad conjunto de todos los sistemas sociales); (v) el tecnosistema o artificis (nivel técnico: conjunto de todos los artefactos de cualquier tipo). Principios de desarrollo y evolución. Los niveles superiores poseen gran variedad de conexiones e interacciones, es decir, formas del movimiento más complejas. Sin embargo, la existencia de los niveles sistémicos superiores dependen de los niveles inferiores y han surgido en el tiempo, en un proceso evolutivo a partir de los inferiores. Principio de la subordinación: “el desarrollo de las formas superiores del movimiento de las inferiores”; desde los simple a los complejo. Las cosas en un nivel ontológico dado están compuestas de cosas que pertenecen al nivel precedente. Por ejemplo, la bioesfera está compuesta de ecosistemas, éstos de poblaciones, éstas de organismos, éstos de órganos, éstos de células, éstas de organelas, éstas de moléculas, éstas de átomos y éstos de las llamadas partículas elementales. El desarrollo comprende transformaciones cualitativas que no pueden reducirse a simple crecimiento o transformación cuantitativa (la cual conserva los rasgos generales de las formas del movimiento existentes, sus leyes), es un proceso de complicación de los vínculos delas formas del movimientoy de la estructra de los sistemas. En los procesos de desarrollo y evolución de los sistemas materiales, se reconoce la existencia de procesos de emergencia de la novedad, en los procesos de transición de un nivel a otro. Por eso la ciencia filosófica postula la existencia de mecanismos de emergencia de la novedad, la posibilidad sistémica del surgimiento de propiedades nuevas, del desarrollo del sistema, es decir, del principio dialéctico o emergentista de que en ciertas etapas de un proceso pueden surgir o emerger cualidades nuevas. Esto implica procesos evolucionistas en los cuales surgen nuevos sistemas. La novedad cualitativa se puede dar por acreción, por ensamblaje de componentes, o en general por procesos donde cosas heterogéneas se unen para formar sistemas, sea instantánea o gradualmente. Pirámide sistémica. Bunge sintetizó los conceptos precedentes mediante un modelo llamado pirámide sistémica en el cual todos los niveles ontológicos superiores están compuestos por las entidades de los inferiores (p.e., ecosistema, sociedad, organismos, sistemas celulares, moléculas, átomos, partículas elementales). La pirámide muestra los tres dominios principales de la realidad: (i) la naturaleza no humana, representada por tres subsistemas: físico, químico y biológico y (ii) la naturaleza humana o sociedad y (iii) el pensamiento (función y producto humano). Tecnosistemas sociosistema biosistema PIRÁMIDE ONTOLOGICA: Niveles ónticos En cada nivel ontológico puede haber diversidad de sistemas. Los sistemas materiales pertenecen en general a varios niveles pues contienen partes de otros sistemas de un nivel ontológico inferior. Clasificación de los sistemas materiales. En base a la pirámide de niveles ontológicos de Bunge, los sistemas materiales pueden clasificarse en dos grandes divisiones: sistemas naturales y sistemas artificiales. Los naturales son producto de los procesos evolutivos sin intervención humana y se presentan en sistemas en distintos niveles de complejidad y desarrollo. Los sistemas artificiales son en parte autoproductos humanos, son parte de la artificis de la naturaleza humanizada; son la sociedad o sociosistema. La sociedad resulta de la combinación de dos conceptos: la naturaleza o campo natural (un biosistema) y el hombre como manifestación del desarrollo de ese campo natural. Sistemas materiales Sistemas naturales Sistemas artificiales (sin intervención humana) (sociosistemas) Sistemas conceptuales diseñados Sistemas formales Sistemas sustantivos Sistemas materiales diseñados Sistemas operativos Sistemas técnicos Tecnosistemas Clasificación de los sistemas materiales Clasificación en el nivel social (artificis). La característica más importante de los sistemas sociales es que sus componentes son “hombres” dotados de conciencia y voluntad, que se plantean fines. Sus leyes sistémicas son producto de la actividad humana, de la práctica social, un autoproducto orientado que transforma la novedad artificial. Existen dos tipos de sistemas: (i) sistemas conceptuales diseñados y (ii) sistemas materiales diseñados. (herrera, 1991). Los sistemas materiales diseñados son diseñados, creados como resultado de algún propósito humano y existen para servir tal propósito. Se subdividen en: Sistemas Técnicos constituidos por artefactos materiales (p.e., una máquina) y Tecnosistemas o artefactos sociales (p.e., organizaciones como bancos formadas por hombres y máquinas). Los sistemas conceptuales diseñados son sistemas producidos socialmente. Se clasifican en tres tipos: formales (p.e., la lógica), sustantivos (p.e. las teorías científicas con referentes concretos) y operativos o funciones (p.e. un programa de acción productivo)