GEOGRAFIA DE LA DANZA Y MUSICA FOLKLÓRICA DE CHILE Fernando Schmidt (Embajador de Chile) Las distintas expresiones musicales y de danza que existen en Chile están intimamente ligadas a las características folklóricas regionales en las cuales se mezclan elementos míticos, de leyenda, y religiosos que hacen del país un extenso mosaico de manifestaciones. Tal riqueza cultural ha sido producto de la confluencia de la población hispana asentada durante la conquista y la colonia, y vigencia de elementos propiamente autóctonos de los diversos territorios del país, que a la llegada de los españoles estaba habitado por diversos pueblos con características culturales muy disímiles. Es posible distinguir así Cuatro grandes zonas musicales de Norte a Sur del país. I. ZONA NORTE En las regiones del norte, dominadas por la sequedad del desierto y la vida en osasis del interior altiplánico, la fe religiosa, manifestada sobre todo a través de inagotables danzas a pleno sol dan vida a una serie de bailes típicos que se realizan con vestimentas de gran colorido, casi siempre hechas de lana de llama, vicuña o alpaca y máscaras ceremoniales. Tales manifestaciones de fe popular se realizan principalmente en torno a santuarios existentes en los pueblos del interior dando origen a las festividades de La Tirana, La Candelaria y La Virgen de Andacollo, entre otras. Las principales danzas del norte del país son el Cachimbo, El Trote, El Huachitorito, las Diabladas y las Zambas Corporales. Los instrumentos musicales utilizados en el Norte son comunes a los existentes en los altiplanos de Perú y Bolivia. Destacan la Quena, la Zampoña, la Ocarina y la Tarka (de viento), el Charango (cuerdas), el Bombo nortino y Caja (de percusión). Sin lugar a dudas, la fiesta más importante del Norte de Chile es La Fiesta de La Tirana, pueblito con no más de 200 habitantes localizado en medio de la Pampa del Tamarugal a más de 1000 metros de altitud, que cada 16 de julio congrega a más de 200 mil peregrinos para adorar a la Virgen con sus cantos y danzas durante largas horas. II. ZONA CENTRAL La Zona Central del país es la de los valles transversales templados donde la agricultura y la ganadería se desarrolló desde la llegada misma de los colonizadores españoles. Por tanto, es el entorno del hombre que trabaja la tierra y cuida de los animales. Es la zona del huaso chileno, de la cueca y la tonada. La cueca es el baile nacional de Chile. Se baila aproximadamente desde 1824 con variantes regionales que la hacen estar presente practicamente en todo el país, aunque es sin lugar a dudas en la zona central donde se encuentra más ampliamente difundida. La cueca es un baile de fiesta, en el cual los contertulios tienen la responsabilidad de la alegría mientras las cantoras, la guitarra y el arpa rasgan el aire acompañadas por el retumbar de la caja y el pandero. La cueca es un baile de cortejo. El huaso escoge a la joven que más le agrada y le ofrece el brazo. Ella lo acompaña en un breve paseo a lo largo de la sala. Terminado éste, se colocan frente a frente, pañuelo en mano, y comienza el baile animado por los espectadores. Los pasos iniciales son de conocimiento mutuo. El huaso comienza a perseguir a la "china" que le huye, empleando el pañuelo como un lazo, rodeandola sin tocarla. Ella se acerca con elegancia y coquetería levantando, ligeramente, la falda con la mano izquierda mientras que con la derecha mueve con gracia el pañuelo y huye. El huaso zapatea y pareciera que en ello compite consigo mismo hasta que llega el fin de la música encontrando al huaso con una rodilla en tierra en espera del abrazo. Los principales instrumentos musicales de la zona central son la Guitarra (cuerdas), el Arpa (cuerdas), el Pandero (percusión) y el Tormento o Caja (percusión). III. ZONA SUR En la Zona Sur del país es posible destacar dos principales áreas musicales ricas en folklore y tradición. Una es el mundo mapuche y la otra, la magia del Archipiélago de Chiloé. Los bailes y música mapuche son casi todos de origen ritual. La religiosidad mapuche se manifiesta en dos tipos de ceremonias de música y danza. El primero es el Guillatún, especie de rogativa que se hace para tener buen tiempo y buenas cosechas, y el segundo es el Machitún, donde se baila y canta por la recuperación de la salud de un enfermo. La particular situación geográfica isleña del Archipiélago de Chiloé y su rica tradición española y huilliche, ambas presentes hasta la actualidad, confieren a este mundo poblado por lo sobrenatural, una gran variedad de expresiones musicales y de danzas entre las cuales sobresalen la Zamba -Resbalosa, la Sirilla, la Cueca chilota, la Trastrasera y la Pericona, entre otras varias. Los principales instrumentos musicales de esta zona son la Guitarra (cuerda), el Violín (cuerda), el Bombo chilote (percusión) y el Acordeón (de aire). IV. ISLA DE PASCUA La música y baile pascuenses tienen un sello relacionado con la convivencia humana, con contenidos lúdicos y perseverancia en la búsqueda de equilibrios entre el hombre, su trabajo y su entorno natural, que se remonta a tiempos inmemoriales. Las principales manifestaciones musicales y de danza de la Isla de Pascua son el Hoko, el Sau Sau y Polinesia. El Hoko es una danza primitiva y ceremonial, estática y posicional donde el danzante realiza ondulaciones con su cuerpo pintado, hace mímica facial y movimiento de brazos imitando a las aves y a los hombres. El Sau Sau es el nombre genérico para toda fiesta que tenga baile. Se baila en pareja y el ritmo de la música y el baile se acelera permanentemente hasta convertirse en un torbellino de baile y gritos. La Polinesia es un baile de acrobacia y sensualidad. Se baila casi en punta de pies y lo principal es el movimiento de pelvis y caderas. Se baila en grupo. Como se puede apreciar, la variedad regional, climática, y de pueblos autóctonos existentes, hacen de Chile un espacio con una rica y variada geografía musical que enriquece el conjunto de la cultura nacional chilena.