MI ALUMNO TIENE TDAH, ¿CÓMO PUEDO AYUDARLE?: PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA EN EL ENTORNO ESCOLAR MY STUDENT HAS ADHD, HOW CAN I HELP THEM?: PROPOSALS FOR PSYCHOEDUCATIONAL INTERVENTION IN THE SCHOOL ENVIRONMENT Rocío Lavigne1, Juan Francisco Romero2 1 Universidad de Málaga. Dpto. Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación. Campus de Teatinos s/n. 29071. Málaga (ESPAÑA). 2 Universidad de Málaga. 2 Dpto. Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación. Campus de Teatinos s/n. 29071. Málaga (ESPAÑA). rlc@uma.es, romepere@uma.es 1 Resumen El tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo), debe ser abordado desde una perspectiva multidisciplinar, en la que tengan cabida tanto el tratamiento farmacológico y el psicoeducativo aplicado con el sujeto, sin olvidar el tratamiento que ha de llevarse a cabo en el contexto: asesoramiento a padres y profesores. El tratamiento que se lleve a cabo en los contextos en los que el niño se desenvuelve, resultará imprescindible, pues permitirá que quienes conviven a diario con él conozcan con precisión en qué consiste el trastorno, cómo puede afectarles, los problemas asociados, las posibilidades de tratamiento y las capacidades de afrontamiento de las que disponen. Precisamente a través del presente informe, pretendemos ofrecer una propuesta de intervención psicoeducativa para ser aplicada en el entorno escolar. Palabras clave: TDAH, Tratamiento en los Contextos, Sistema Ejecutivo, Funciones Ejecutivas, Intervención Psicoeducativa en el Entorno Escolar. Abstract The treatment of Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD), demands a multidisciplinary approach, in which both pharmacological and psycho-educational treatment should be incorporated in the subject’s life. These measures should be included without forgetting the contextual treatment: assessment and feedback from parents and teachers. The contextual treatment that is developed within the environment that the child is developing in, is invaluable. It allows those living with the child on a daily basis to understand what the disorder entails, how it can affect them, the associated problems, the possible treatments and the abilities they have and can use. A result of this study is the development of a psycho-educational intervention proposal that can be applied in the school environment. Key Words: ADDH, Contextual Treatment, Executive System, Executive Functions, Psycho-educational Intervention in the School Environment. 1. INTRODUCCIÓN Actualmente no hay duda de que el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo), exige un abordaje multidisciplinar, en el que tengan cabida tanto el tratamiento farmacológico y el psicoeducativo aplicado con el sujeto, como el tratamiento que ha de llevarse a cabo con la familia y la escuela. El tratamiento farmacológico, basado fundamentalmente en la administración de psicoestimulantes, actuará sobre los sistemas de neurotransmisores que se encuentran implicados en el trastorno, y por lo tanto ayudará a paliar los síntomas cardinales del mismo (inatención, hiperactividad e impulsividad). El tratamiento psicoeducativo, se centrará en enseñar al niño técnicas que le ayuden a potenciar los procesos psicológicos del sistema ejecutivo (memoria de trabajo, atención, autorregulación de las motivaciones y el afecto, interiorización del lenguaje y procesos de análisis y síntesis) y sus Funciones Ejecutivas (planificación/organización, flexibilidad, automonitorización/ evaluación), con el fin de incrementar el control consciente, voluntario y finalista de su comportamiento y aprendizaje, mejorando así su rendimiento académico y sus relaciones interpersonales. Finalmente, el tratamiento que se lleve a cabo con la familia y la escuela, resultará imprescindible, pues permitirá que quienes conviven a diario con él conozcan con precisión en qué consiste el trastorno, cómo puede afectarles, los problemas asociados, las posibilidades de tratamiento y las capacidades de afrontamiento de las que disponen. 2. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA PARA SER APLICADA EN EL ENTORNO ESCOLAR En caso de contar con un alumno con TDAH en el aula, el Equipo Docente de un Centro conjuntamente con el Equipo de Orientación, deben elaborar y aplicar un plan de intervención psicoeducativa para ayudarle a mejorar sus dificultades y sus consecuencias académicas, personales y sociales, teniendo en cuenta las siguientes consideracionesi: 1º.- El primer paso de cualquier programa de intervención psicoeducativa en la escuela para niños con TDAH, debe ser la formación de los profesores que han de llevarlo a cabo. Es decir, se ha de instruir a todo el personal docente que deba trabajar con el alumno con TDAH, para que conozcan el problema y aprendan a comprenderlo y a tratarlo adecuadamente. 2º.- Pautas generales para profesores de niños con TDAH: a) Las reglas, órdenes o instrucciones que se le den al niño, deben ser sencillas, claras, concretas y a ser posible, deben presentarse físicamente haciendo uso de formatos visuales a través de carteles, tarjetas, post-it, póster,…, que se pongan a su alrededor –encima de la pizarra, en la pizarra, pegadas en el pupitre del niño, en un corcho en la pared,…- para que en todo momento las recuerde. Además, resultará útil asegurarse de que el niño ha comprendido la instrucción, para ello haremos que la repita en voz alta. b) Debido al problema que las personas con TDAH tienen con el sentido del tiempo, este ha de hacerse patente de forma física. Para ello, se puede hacer uso de un reloj de pulsera, despertador, cronómetro o similar, que le sirva para saber en cada momento lo que queda para terminar una tarea, un examen,… En el caso de tener que enfrentarse a tareas muy extensas, como el resumen de un libro, necesitan ayuda para organizarse en el tiempo, dividir la tarea en partes sencillas, ir haciéndola poco a poco y no dejarlo todo para el último momento. Ahora bien, toda la planificación de la tarea, también ha de plasmarse físicamente en un cartel, agenda o libreta, en la que quede claramente especificado lo que debe hacer cada día, en qué momento del día lo debe hacer y el refuerzo que obtendrá por ello. c) Uso de técnicas efectivas para el control de la conducta en el aula tales como el uso de refuerzos positivos, retirada de atención, reprimendas verbales, sanciones en un sistema de puntos, tiempo fuera, que resultarán eficaces para controlar el comportamiento del niño tanto en la escuela como en la casa. La incorporación de un sistema de economía de fichas, resultará de gran utilidad pero siempre que esté bien organizado, sistematizado y planificado. Además, puede aplicarse en grupo de formas diferentes: una forma puede ser dar puntos ii a cada niño de la clase en función del comportamiento del niño con TDAH; otra consiste en dividir la clase en grupos que ganan o pierden puntos según sus comportamientos; otra forma es conceder puntos a cada niño de la clase por el cumplimiento de algunas normas establecidas previamente por el profesor. El éxito de cualquier programa de economía de fichas depende en gran medida del tipo de objetivos que se persiga. Hay que ser realista, no pretendiendo conseguir objetivos muy ambiciosos, sobretodo al comienzo de la intervención, de tal forma que por pequeño que sea el logro conseguido por parte del niño, éste merece su recompensa. d) Una de las técnicas que se utiliza con gran efectividad en el tratamiento psicoeducativo del TDAH, es el uso de programas de autoinstrucciones o de autocontrol, mediante los cuales se le enseña al niño a hablarse a sí mismo en voz alta, a darse instrucciones sobre lo que deben hacer y a reforzarse verbalmente por el éxito obtenido. Las autoinstrucciones, son técnicas psicoeducativas que pretenden fomentar el uso del lenguaje para autorregular el comportamiento y el pensamiento ante la resolución de tareas dirigidas a una meta, limitando así la influencia de estímulos externos que interfieran la realización de la misma. El contenido de las Autoinstrucciones, así como la secuencia de entrenamiento seguida debe ser similar a las diseñadas por Meichenbaun y Goodman (1971), Meichenbaum (1974), Orjales y Polaino (2002) y Lavigne (2009). Concretamente, para enseñar a los niños autoinstrucciones se puede proceder de la siguiente forma: i. ii. iii. iv. Definición del problema: a. “¿Qué es lo que tengo que hacer?”. El niño deberá razonar sobre qué es lo que le pide la tarea. Aproximación al problema: a. “¿Cómo lo voy a hacer?, voy a elaborar un plan de forma oral y/o por escrito”. Para ello, el chico deberá tener en cuenta todas las posibilidades que existen de abordar la tarea y la actitud que deberá adoptar para resolverla con éxito. Focalización de la atención y elección de la respuesta: a. “¿Qué tal me está saliendo?, ¿estoy siguiendo mi plan?iii”. En este paso, deberá centrar su atención en la ejecución del plan seleccionado en el paso anterior y resolver definitivamente la tarea. Autoevaluación y Autorrefuerzo y, en caso necesario, rectificación de errores: a. “¿Cómo lo he hecho?”. Por último comprobará si la tarea la ha resuelto con éxito o no, y en tal caso la revisará de nuevo para detectar los fallos y corregirlos: i. Bien: “¡Soy un fenómeno!, así es como he de trabajar siempre”. ii. Mal: “A ver qué es lo que ha pasado, ¿en qué he fallado?, voy a empezar desde el paso “i”, para rectificar mi fallo”. La secuencia de entrenamiento que hay que seguir para enseñar la autoinstrucciones anteriores, es la siguiente: i. Fase I. Modelado Cognitivo: el terapeuta modela la realización de la tarea dándose instrucciones en voz alta, mientras el niño observa. ii. Fase II. Guía Externa: el niño realiza la tarea, pero siguiendo las instrucciones del terapeuta. iii. Fase III. Autoguía Manifiesta: el niño realiza la tarea, pero ahora dándose instrucciones a sí mismo en voz alta. iv. Fase IV. Autoguía Manifiesta Atenuada: el niño realiza la tarea susurrando las autoinstrucciones. v. Fase V. Autoinstrucción Encubierta: el niño ya utiliza su lenguaje interno para guiar su conducta en la ejecución de la tarea. e) Ante situaciones novedosas (excursiones, cambio de aula, entrada al comedor,…) que de antemano se sabe que son problemáticas para los niños con TDAH, ya que exigen cambios importantes en su comportamiento, debemos anticiparnos. Para ello se proponen las siguientes estrategias: + Revisar las reglas antes de comenzar la nueva actividad. + Especificar cuáles serán los premios si consigue portarse bien. + Explicar cuál será el castigo si no se comporta adecuadamente. + Cuando la actividad haya comenzado, llevarla a cabo haciendo uso de autoinstrucciones y seguir con el plan hasta el final. f) Introducir cambios en la metodología y formas de evaluación. Para ello, proponemos: • En cuanto al diseño de las tareas: • Diseñar tareas adecuadas al nivel real del niño. • Presentar las tareas de forma novedosa, atractiva, motivadora, utilizando colores, pegatinas, dibujos,… • Los enunciados de las tareas, deben ser breves, cortos, claros y sencillos. • En los enunciados de las tareas se deben marcar las palabras claves, subrayándolas, coloreándolas,… • No obligar al niño a copiar los enunciados de las tareas. • Reducir la cantidad de trabajos. • Desglosar las tareas extensas y complejas, en partes más sencillas, para facilitar su ejecución y entrega. • Asegurarse de que el niño comprende lo que debe hacer en la tarea, antes de que comience a hacerla. • Enfocarse en la productividad. • Ayudar a controlar el tiempo destinado a cada tarea, haciéndolo físico, tal y como se ha explicado anteriormente. • Intentar que el tiempo de latencia previo a la ejecución de cada tarea se vea incrementado, de tal forma que el niño pare y reflexione sobre lo que debe hacer, antes de que se ponga a hacerlo. Para ello, se debe acostumbrar al niño a utilizar autoinstrucciones o guías de pensamientoiv (véanse tablas 1 y 2), para las tareas en las que sea necesario. • No se debe mandar para hacer en casa aquel trabajo que no haya dado tiempo hacer en la escuela. Tabla 1. Guía de Pensamiento para la realización de un examen. PASOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA A LA HORA DE HACER UN EXAMEN 1º) Poner encima de la mesa todo lo necesario para hacer el examen: lápiz, goma, bolígrafo, calculadora,… 6º) Pensar en las preguntas que quedan e intentar poner algo que recuerde. 2º) Escribir el nombre en la parte superior de la hoja y recordar que el orden y la limpieza a la hora de hacer un examen es fundamental. 7º) Repasar el examen comprobando si me he equivocado en algo y corrigiéndolo. 3º) Leer todas las preguntas, pensando en: qué me preguntan, cómo voy a contestar. 8º) Repasar y corregir los fallos en la ortografía y en la forma de presentación. 4º) Contestar primero las que me sé mejor. Si son preguntas largas, antes de contestarlas, hacer un pequeño guión sobre las ideas más importantes que quiero desarrollar. 9º) Entregar el examen. 5º) Contestar después las que me sé regular. 10º) Pensar y comentar con otros compañeros, con el profesor o con mis padres cómo me ha salido. Tabla 2. Guía de Pensamiento para la Composición Escrita (adaptado de Romero, 2002) PASOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA A LA HORA DE LLEVAR A CABO UNA COMPOSICIÓN ESCRITA 1º) ¿Para quién voy a escribir este texto? esto nos va a permitir pensar en el lector del texto y perfilar las preferencias de ese lector. 2º) ¿Qué sé sobre el tema que he de escribir? 3º) ¿Qué ideas se me ocurren que debería escribir? 1…….. 2….. 3…….. 4…. 5º) Pensar en la mejor forma de escribir las ideas. Organiza las ideas que he valorado antes, por ejemplo: voy a escribir tres párrafos y voy a señalar las ideas que van a ir en el primer párrafo, las del segundo y las del tercero. 6º) Escribir el texto. 7º) Repasar lo que he hecho y corregir los errores. 4º) De lo que he pensado, ¿cuáles son las ideas más importantes y cuáles menos?. Colorea de rojo las menos importantes, de azul las que sean regular de importantes y de verde las más importantes. 8º) Pensar en lo que he hecho y reflexionar sobre qué me ha resultado más fácil y más difícil. • En cuanto a la forma de dirigirse a los niños: • Hacerle saber al niño a diario, antes de comenzar el día, la clase, el recreo,…, de forma clara lo que se espera de él. • Hacer uso de explicaciones breves, claras, personales (mirándole a los ojos) utilizando apoyos visuales. • Mostrar entusiasmo a la hora de explicar cualquier contenido académico. El niño debe percibir que al profesor le apasiona lo que está enseñando y que es útil y divertido de aprender. • Hacer las clases interactivas y motivadoras, concediendo un papel protagonista a todos alumnos en general y al chico con TDAH en particular: hacerles que contesten a las preguntas en voz alta, que salgan a la pizarra, que trabajen en pequeños grupos previamente seleccionados por el profesor, que expongan al resto el resultado de algunos trabajos,… De esta forma, resultará más fácil mantener el nivel de interés y motivación del niño y así mejorar su atención, concentración y el nivel de ejecución. • Manifestarle a menudo y públicamente lo contento que está el profesor por los avances del niño. • En cuanto a la forma de conseguir que los niños sean más organizados y aprendan a planificarse: • Uso de libretas de colores diferentes, no de archivador con hojas sueltas, para cada asignatura. En la portada de cada libreta se pegará una pegatina en la que se anotará el nombre de la asignatura a la que haga referencia. • Pegar el horario detrás de la portada de cada una de las libretas. • Diseñar el horario teniendo en cuenta que todas las asignaturas más complejas, que demandan mayores recursos cognitivos por parte del chico, no deben impartirse seguidas. Se aconseja alternar asignaturas complejas –que deben impartirse al comienzo de la jornada escolar-, con asignaturas más sencillas. • • • • Ayudar a organizar: su trabajo, el tiempo que debe dedicar a cada tarea, su mochila, el material necesario para hacer una actividad,…, Precisan de supervisión constante para persistir en la tarea, para organizarse y en definitiva, para que el resultado de sus trabajos sea aceptable. Proporcionar o ayudar al niño a elaborar un resumen o esquema de cada tema que se vaya a enseñar. El resumen o esquema, deberá ser claro, ordenado, corto, sencillo y adecuado al nivel del niño. Resulta muy interesante utilizar colores para destacar las ideas más importantes. Algún profesor del centro (el director, el jefe de estudios, el profesor de pedagogía terapéutica, el tutor, el orientador,…), podría dedicar a diario –previo conocimiento del niño con TDAH-, unos minutos al chico –nada más llegar al colegio y antes de irse a casa- para ayudarle a organizarse. Concretamente, su papel consistirá en comprobar a primera hora, si el alumno ha traído todos los deberes hechos de casa y todos los materiales que necesitará durante el día. Y antes de marcharse a casa, deberá verificar que lleve anotado todos los deberes y que haya metido en la mochila todos los materiales necesarios para hacerlos (libros, libretas,…). En cuanto al control del comportamiento: • Además del empleo de las técnicas para incrementar el comportamiento deseado, para disminuirlo o para ambos objetivos, destacadas anteriormente, se aconseja: • Permitir mayor libertad de movimiento que a los demás, no exigiendo que permanezca sentado durante 2 horas sin moverse ya que es un objetivo muy complicado de alcanzar para las personas con TDAH. • Utilizar fichas de valoración diaria de su comportamiento para llevárselas a casa (véase tabla 3), de tal forma que los profesores informen a los padres sobre cómo ha sido el comportamiento del niño en el colegio y puedan premiarle o no por ello. Además, resulta recomendable conceder un apartado para que cada profesor anote los deberes que tiene el niño para casa y posteriormente lo firme, de esta forma los padres pueden supervisarlo y controlar el trabajo del niño día a día. Tabla 3. Ejemplo de Ficha de valoración diaria para llevarse a casa. Colegio/IES: __________________________________________________ Nombre: _____________ Apellidos: ________________________________ Fecha: ______________ ASIGNATURA HA TRABAJADO OBSERVACIONES/DEBERES CORRECTAMENTE SÍ NO Pág. 12. (4,5). Examen del T.2. el x Matemáticas Lenguaje x viernes. Hoy no ha traído el material necesario para trabajar en clase. Así, que no ha hecho nada. Pág. 19 (1,2). Esquema de la pág. 20. • En cuanto a la forma de evaluarlos: • Diseñar exámenes con los enunciados escritos –a ordenador, a mano,…-, con preguntas cortas, con pocos apartados en cada pregunta, no muy extensos. • Combinar el empleo de exámenes de preguntas cortas, con exámenes tipo test y/o con exámenes orales. • Permitirles que durante la realización del examen tengan delante las guías de pensamiento o las autoinstrucciones necesarias. • Permitirles que durante la realización del examen puedan levantarse para resolver alguna duda con el profesor. • Ayudar físicamente –utilizando un reloj, cronómetro o similar- a controlarles el tiempo mientras realizan el examen, de tal forma, que sepan el tiempo aproximado que deben emplear para cada actividad, el tiempo que ya han empleado y el tiempo que les queda para la entrega. g) Introducir cambios en la estructura del aula. Para ello se propone: • • • • Colocar el pupitre del chico con TDAH en primera fila, lejos de la puerta y de las ventanas. Sentarlo en un pupitre sin compañero, o con un compañero que sea buen estudiante, tranquilo y que sirva de modelo al chico. Llevar una rutina que sea predecible, para ello colgar el horario, las normas de clase, el sistema de puntos,…, en las paredes del aula, para que en cada momento el niño tenga constancia de qué asignatura se está trabajando, cómo debe comportarse, qué ocurrirá si no se comporta como debe,… Tener un lugar en el aula –un pupitre más apartado, pegado a una pared; un rincón con una silla de pala;…- para poder aplicar en los casos necesarios la técnica del tiempo fuera, con el niño con TDAH o con algún otro compañero. 3º.- Finalmente, se deben establecer reuniones de seguimiento periódicas entre el equipo de profesores, el equipo de orientación y la familia para ver si el plan de intervención está resultando efectivo o no, y en tal caso proceder a realizar las modificaciones que se estimen oportunas. 3. CONCLUSIONES El éxito del plan de intervención que se instaure en la escuela con los niños con TDAH dependerá de la colaboración que exista entre el equipo de profesionales del centro educativo y el entorno familiar. Así, desde el contexto escolar y familiar se deberá trabajar en la misma línea de cara a corregir lo más pronto posible los problemas del niño. A lo largo del presente artículo hemos ofrecido una serie de pautas educativas que pueden ser aplicadas en el entorno escolar. Dichas pautas pretenden servir de ayuda a aquellos maestros que a diario deben enfrentarse en sus aulas a la compleja tarea de enseñar a chicos con TDAH. Ahora bien, no debe caer en el olvido que el tratamiento del trastorno que nos ocupa exige un abordaje multidisciplinar, por lo tanto debe complementarse –en función de las necesidades de cada caso- con otros tratamientos como el farmacológico, psicoeducativo y el que se lleve a cabo en el contexto familiar. 4. 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Sus publicaciones en libros, artículos de revista, actas de congresos, versan sobre dicha temática. i Dichas consideraciones generales parten de nuestra experiencia personal y profesional y de los programas diseñados por diversos autores: algunos específicamente para ser aplicado con los profesores de niños con TDAH (Anhalt, McNeil y Bahl, 1998; Miranda, Presentación, Soriano, Gil y Jarqué, 1999; Miranda, Presentación y Soriano, 2002; entre otros); y otros programas multicomponentes, para ser aplicados tanto con los profesores, como con la familia y con el propio niño con TDAH (Arco, Fernández e Hinojo, 2004; Barkley, 2002, 2006, 2008; Bloomquist, August y Ostrander, 1991; Braswell et al. 1997; Brown, 2003; DuPaul y Power, 2003; Moreno, 2005; Orjales, 2002, 2005; entre otros). ii Que se podrán canjear, posteriormente, por premios. Pero, para que no disminuya el interés del niño y llegue a aburrirse del sistema, los premios deberán cambiarse frecuentemente. iii Este paso, con los niños de 6 a 8 años, puede ser incorporado de forma implícita en la autoinstrucción anterior, para facilitarles el aprendizaje y la puesta en marcha de la técnica. iv Véase Romero (2002).