1 Uso de sedación, analgesia y relajantes neuromusculares en pacientes sometidos a Ventilación Mecánica en Chile Autores Eduardo Tobar, Marcia Aguirre, Maria T Lira, Jorge Godoy, Hugo Gonzalez, Eduardo Encalada, Antonio Hernandez, Vinko Tomicic, José Castro, Juan Jara, Héctor Ugarte, Max Andresen, Guillermo Bugedo, a nombre del Grupo Chileno de Investigación Clínica en Sedación. Filiación. Ver Apéndice Recuento de palabras Financiamiento: Proyecto FONIS SA05I20091 2 Resumen Introducción: El uso de fármacos sedantes y analgésicos es frecuente en pacientes críticos que requieren ventilación mecánica (VM). Pese a múltiples estudios y recomendaciones internacionales, se desconoce la realidad nacional a éste respecto. Métodos: Desarrollamos un estudio multicéntrico, prospectivo y observacional, en 13 UCIs del país, durante un período de 10 semanas, en pacientes con VM superior a 48 horas. Excluimos pacientes con enfermedad neurológica, cirrosis hepática, insuficiencia renal crónica, sospecha de adicción a drogas y limitación precoz del esfuerzo terapéutico. Se registró variables demográficas, comorbilidades, y motivo de ingreso a UCI (o VM?). Diariamente se evaluó el nivel de sedación con una escala de sedación-agitación (SAS), y el uso y dosis de sedantes, analgésicos y relajantes neuromusculares (RNM), así como parámetros en VM. Además, se exploró asociación de estas variables y mortalidad a 28 días. Resultados: Ingresamos 155 pacientes (63x años, 57% varones, APACHE II 18x, SOFA 7,xx,x), 63% con Sepsis y 47% con ALI/SDRA. Los fármacos más empleados fueron Midazolam (85%, dosis 4,xx,x mg/hr) y Fentanyl (81%, dosis 85 xx ug/hr). Un 16% de los pacientes usó RNM en infusión continua por al menos 1 día. El 56% de las evaluaciones con SAS fueron 1-2 (sedación profunda o coma) y en el 15% de los días elegibles se realizó suspensión matinal de infusiones. El uso de RNM se asoció de manera independiente a mortalidad a 28 días. Conclusión: Midazolam y Fentanyl fueron las drogas preferidas de sedación y analgesia en el país. Sin embargo, es frecuente la presencia de sedación profunda y uso de RNM. El empleo de RNM se asoció a mayor mortalidad a 28 días. Estos datos hacen necesario implementar protocolos para mejorar la sedación y analgesia, y los resultados de los pacientes críticos en ventilación mecánica. 3 Introducción La insuficiencia respiratoria aguda con necesidad de ventilación mecánica (VM) constituye uno de los principales motivos de ingreso a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Estos pacientes, consumen una elevada proporción de recursos, están en riesgo de complicaciones mecánicas e infecciosas, y tienen una elevada mortalidad 1. La disminución del tiempo de estadía en VM es un objetivo primordial de la terapia de estos pacientes. El uso de sedantes y analgésicos es necesario por la frecuente presencia de dolor y procedimientos nociceptivos en estos pacientes, y para otorgar un adecuado confort y facilitar la adaptación del paciente al ventilador mecánico 2. Sin embargo, el exceso de sedación por el uso inapropiado de estos fármacos se ha asociado a prolongación de la estadía en UCI. Existen diversas recomendaciones sobre el empleo de sedación y analgesia en el paciente en VM 3 . Sin embargo, las prácticas locales han mostrado ser marcadamente heterogéneas 4. Diversos protocolos de sedación y analgesia han llevado a beneficios como menos días de VM. Entre ellos destaca el emplear instrumentos de medición del nivel de sedación, aplicar protocolos con participación de enfermería y la suspensión matinal de infusiones de sedantes 5,6. Asimismo, es una recomendación minimizar el empleo de relajantes musculares (RNM) 7. Sin embargo, la aplicación de esta evidencia y las recomendaciones es insuficiente a nivel mundial 8,9. El objetivo del presente estudio fue describir las prácticas nacionales en el uso de sedación, analgesia y RNM en pacientes en VM. Como objetivo secundario exploramos si existe asociación entre el uso de sedantes y analgésicos con desenlaces clínicos relevantes. Material y Métodos Se realizó un estudio de cohorte, de una muestra intencional de UCIs en Chile, enrolándose pacientes consecutivos entre el 15 de Abril y el 20 de Junio de 4 2006 en 13 UCIs pertenecientes a 12 hospitales de Chile (Apéndice). Este estudio no contempla intervenciones en ningún aspecto de la atención que recibe el paciente, siendo enmascarado el registro de la información a los médicos de las respectivas unidades, y cuenta con la aprobación de los Comité de Etica de las Instituciones y Servicios de Salud correspondientes. Dado el carácter descriptivo de éste estudio, fue autorizado por los respectivos Comités la ausencia de consentimiento informado. Incluimos pacientes médico-quirúrgicos mayores a 18 años, con necesidad de VM estimada superior a 48 horas. Excluimos aquellos con enfermedad neurológica que motivan la indicación de VM, paro cardiocirculatorio recuperado, cirrosis hepática, insuficiencia renal en terapia de reemplazo, sospecha de adicción a drogas, segundo período de VM durante la misma hospitalización y limitación precoz del esfuerzo terapéutico. Se capacitó a 1-2 enfermeras por centro en el registro de variables clínicas y en la aplicación de una escala de sedación-agitación (SAS) para evaluar el nivel de sedación (Tabla 1) 10. Se documentó variables demográficas, patologías previas y las que motivan el ingreso a UCI, la presencia de sepsis, injuria pulmonar aguda o síndrome de distress respiratorio agudo (IPA/SDRA) y puntajes de gravedad APACHE II y SOFA. En forma diaria se recolectó información respecto al nivel de SAS, la administración y dosis de fármacos sedantes y analgésicos. Además, se registró parámetros ventilatorios, de intercambio gaseoso, de disfunción orgánica en el tiempo y mortalidad en UCI y a 28 días. Para el análisis de los días en VM, ellos se expresan como días libres de VM (se justifica? Sehizo?). El análisis de los datos se realizó en software SPSS 13.0, siendo evaluada la normalidad de las variables continuas con test de Kolgomorov-Smirnov, expresándose los datos descriptivos como promedio (DS), mediana (percentil 2575) o proporciones según corresponda. Se realizó regresión logística multivariada con técnica de stepwise, incorporando aquellas variables de sedación y analgesia que se asocian a 5 mortalidad a 28 días en el análisis univariado (p< 0,1). Para todos los análisis se empleó un valor de p = 0,05 bilateral. Resultados Se evaluó 635 pacientes en Ventilación Mecánica, de los cuales 155 (24,4%) cumplió criterios de inclusión y exclusión. De éllos, un 60% corresponde a pacientes en hospitales del sistema público, 25% universitarios (o privados?) y 15% de instituciones de las fuerzas armadas. Un 18% de los pacientes fue enrolado en las regiones IV, V y VII. Las patologías mas frecuentes al ingreso fueron sepsis (63,2%) e IPA/SDRA (47,1%) (Tabla 2). Los puntajes APACHE II y SOFA al día 1 fue de 196 y 7,83,0, respectivamente. La principal causa de conexión a VM fue la falla respiratoria aguda (Tabla 3). Los fármacos más empleados fueron Midazolam (85.8%) en dosis de (4,x x,x mg/hr) y Fentanyl (81.3%) en dosis de 85 xx µg/hr) (Figura 1). El 56% del tiempo los pacientes estaban en niveles profundos de sedación (Figura 2). La suspensión matinal de infusiones, tomando como denominador los días potencialmente elegibles14, se efectúo en un 15% de este tiempo. Un 30% de los pacientes recibió RNM en bolus o infusión (excluyendo las dosis empleadas durante la intubación), y un 16% emplearon RNM infusión continua por al menos 1 día. La estadía promedio en VM fue de x,xx,x días, con un rango de 3 a xx días (Tabla 4). La mortalidad a 28 días fue de 35%. En el análisis univariado, la presencia de patología médica (p=0,013), la ausencia de trauma como motivo de ingreso (p=0,08), el APACHE II (p=0,001), la presencia de peores valores en la relación Pa:FiO2 al día 1 (p=0,07) y el valor del SOFA al día 1 (p=0,019) se asociaron en forma independiente a mortalidad a 28 días. El uso de RNM se asoció a mortalidad a 28 días (p=0,027) siendo incorporado en el modelo multivariado. 6 En el análisis multivariado la presencia de patología médica (p=0,068), el valor de SOFA al día 1 (p=0,012) y el uso de RNM (p=0,013) se asoció a mortalidad a 28 días. Discusión Este es el primer reporte sobre el uso de sedación y analgesia en pacientes críticos en ventilación mecánica en el país. Hemos confirmados que los opioides y las benzodiazepinas son los fármacos más empleados para tal efecto. Sin embargo, un alto porcentaje de los pacientes están en niveles profundos de sedación, y un 30% requiere relajación neuromuscular. Este hecho alcanza especial importancia dado que éste fue predictor independiente de mortalidad en nuestros pacientes y amerita un mayor análisis sobre las razones de su uso. En primer lugar, en relación a los fármacos empleados, el esquema más usado fue Midazolam y Fentanyl en infusión continua. Ello contrasta con recomendaciones de la Sociedad Americana que recomienda el uso de Lorazepam y Propofol antes que Midazolam, asemejándose más a el uso de sedantes en algunas naciones europeas 3,4. Llama la atención el escaso uso de propofol en nuestra población, en comparación con otros estudios observacionales 11. Esto puede deberse a que la nuestra es una población de pacientes críticos que requieren más de 48 horas de ventilación mecánica, y en promedio 7(¿) días. También, el propofol es un agente altamente utilizado en el contexto de pacientes neurológicos y neuroquirúrgicos, los cuales excluimos a priori en nuestro estudio. En relación a los opioides, las preferencias varían en los estudios observacionales. En Europa existe un amplio uso de fentanyl y morfina, pero también de sufentanil y, en menor medida, del remifentanil 12. Sin embargo, la elección de la gente depende del centro en particular, utilizando cada centro preferentemente fentamyl o morfina. Analizando las dosis de los agentes usados, observamos mayoritariamente un esquema basado en hipnóticos, con dosis más bien bajas de opioides, lo que 7 se contrapone con recientes publicaciones 13. Las recomendaciones actuales proponen conseguir inicialmente un adecuado control del dolor con opioides, para luego asociar agentes hipnóticos 14. El análisis de los parámetros de intercambio gaseoso y ventilatorios sugieren que la ventilación mecánica está bien aplicada en nuestra población, con volúmenes corrientes y PEEP adecuados a las recomendaciones actuales, y presiones mesetas limitadas. Este hecho no se compadece con el alto uso de relajantes musculares en nuestra población, muy superior a otros estudios observacionales. La asociación de uso de RNM y mortalidad a 28 días pudiera entonces sugerir un factor iatrogénico, que requiere una revisión urgente y apoya la protocolización de la sedación y analgesia durante la VM en nuestros pacientes críticos. En segundo lugar, los pacientes están la mayor parte del tiempo con sedación profunda (más del 50% de las evaluaciones). Este dato es difícil de contrastar con otros estudios por la heterogeneidad de los pacientes 6,15. Estudios clínicos recientes logran un 70-80% de evaluaciones en la meta de sedación óptima (SAS 3-4), pero en una población mayoritariamente quirúrgica 16. Estudios observacionales recientes también han demostrado incidencia elevadas de sedación profunda en poblaciones de pacientes críticos similares a nuestro estudio 11,12 . Es difícil juzgar en un estudio observacional como el nuestro si esta sedación profunda obedece a un exceso de sedación o eran las metas necesarias debido a una situación de extrema gravedad de los pacientes. Sin embargo, Martin et al. mostró que la sedación observada en los pacientes era significativamente más profunda que la meta propuesta 11. De mayor importancia y corroborando lo anterior, hay un elevado empleo de relajantes neuromusculares, superior a los encontrados en el mayor estudio multicéntrico disponible en el área 9 . Este dato es de particular relevancia ya que diversos autores han asociado el uso de RNM a peores desenlaces clínicos y que hemos corroborado en nuestro 8 estudio, donde observamos una asociación independiente entre el uso de RNM y la mortalidad a 28 días 9,17. Finalmente, hay un escaso empleo de la estrategia de suspensión matinal de infusiones, lo cual ha sido previamente mencionado por otros autores 8. Aunque ésta es la práctica habitual en otras países, en nuestra realidad evidentemente no se ha implementado lo suficiente. Nuestro estudio presenta algunas limitaciones a considerar. Los pacientes estudiados no provienen de una muestra aleatoria, por lo que podrían ser no representativos de la realidad nacional. Sin embargo, creemos que al ser un estudio multicéntrico, provenir en un porcentaje importante del sector público y presentar parámetros de severidad acordes con la situación habitual de nuestras UCIs, lo hace ser una muestra que se acerca bastante a la realidad nacional. ¿Qué podemos concluir de éstos resultados? Es claro que existe una baja implementación de las recomendaciones disponibles en el área, lo que puede deberse a desconocimiento de las guías disponibles o a limitaciones en el traspaso de la evidencia a la práctica clínica. Las limitaciones en el recurso humano médico y de enfermería que contrastan con la realidad de otros países, y podría estar jugando un rol a éste respecto. Sin embargo, la mera implementación de protocolos validados en otro sistema de salud, no nos asegura resultados favorables. Recientemente, un estudio australiano, no mostró mejores resultados al aplicar un algoritmo de sedación en sus pacientes 18. Ello nos sugiere que los protocolos a implementar necesariamente deben considerar aspectos culturales, de recurso humano disponible e incorporar al máximo de personas en su generación, implementación y seguimiento. El traspaso de la evidencia a la práctica clínica en Cuidados Intensivos es complejo, participando una serie de aspectos relacionados con la organización y estructura de las UCI, el recurso humano disponible y los estilos de liderazgo 9 presentes. Es posible que algunos de éstos aspectos den cuenta de la limitada aplicación de la evidencia que muestra nuestro estudio. En conclusión, nos parece este estudio refleja razonablemente bien la realidad nacional sobre el uso de analgésicos, sedantes y relajantes neuromusculares en pacientes críticos en VM. Indudablemente existe una serie de aspectos en los que es posible mejorar, por lo que se hace necesario desarrollar protocolos que incorporen la evidencia y la realidad nacional en cuidados intensivos. El trabajo colaborativo entre los diversos profesionales que trabajan en nuestras unidades en la implementación de estos protocolos nos puede llevar a mejorar la sedación y analgesia, y los resultados de nuestros pacientes críticos. Bibliografía 1. Dasta JF, McLaughlin TP, Mody SH, Piech CT: Daily cost of an intensive care unit day: the contribution of mechanical ventilation. Crit Care Med 2005; 33: 1266-71 2. Chanques G, Jaber S, Barbotte E, Violet S, Sebbane M, Perrigault PF, Mann C, Lefrant JY, Eledjam JJ: Impact of systematic evaluation of pain and agitation in an intensive care unit. Crit Care Med 2006; 34: 1691-9 3. Jacobi J, Fraser GL, Coursin DB, Riker RR, Fontaine D, Wittbrodt ET, Chalfin DB, Masica MF, Bjerke HS, Coplin WM, Crippen DW, Fuchs BD, Kelleher RM, Marik PE, Nasraway SA, Jr., Murray MJ, Peruzzi WT, Lumb PD: Clinical practice guidelines for the sustained use of sedatives and analgesics in the critically ill adult. Crit Care Med 2002; 30: 119-41 4. 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