CÁPSULAS Abril 21, 2.005 Inteligencia Emocional (Segunda parte) Continuando con los comentarios de Emely A. Sterrett, profundicemos más sobre estos. Su Inteligencia Emocional, EQ, puede incrementarse durante su vida y puede mejorarse en cada uno de los diferentes aspectos de la misma. Es importante tener claridad que no podemos separar lo racional de lo emocional, así como no podemos independizar lo laboral de lo personal. Los verdaderos líderes son aquellos que realmente son capaces de inspirar y motivar a sus subalternos, crear equipos de trabajo y obtener resultados extraordinarios. Ellos son el modelo del comportamiento que quieren que sus subalternos desarrollen. La Inteligencia Emocional puede moverlo de la gerencia al liderazgo y puede llevar a que la gente que se encuentra jerárquicamente por encima de usted se detenga y observe las contribuciones que usted le está aportando a la organización. Las emociones no son solamente elementos del corazón, ellas también son consecuencia de la bioquímica del cerebro. Si aprendemos a leerlas correctamente, podremos tomar mejores decisiones e iniciar acciones que nos lleven a mejorar nuestro desempeño. Los mensajes son transmitidos al cerebro por neuronas que navegan por el sistema eléctrico. En 1.970, los científicos descubrieron que nuestros cuerpos tienen adicionalmente un sistema químico para la transmisión de mensajes. Este sistema está basado en químicos llamados Peptides, que tienen en cada célula de nuestro cuerpo. De esta manera, nuestro cerebro está conectado con todo nuestro cuerpo, y son las Peptides las responsables de las emociones que sentimos en cada una de las partes de nuestro cuerpo. Nuestro cerebro tiene tres capas funcionales cada una con tareas muy específicas. La primera de ellas es el cerebro reflejo o primer cerebro, cuyas funciones son las de emitir instrucciones reflejas tales como respirar, o el latir del corazón. El segundo de ellos es el sistema Límbico o el cerebro emocional. Este nos ayuda a guardar y analizar situaciones o experiencias pasadas y desarrollar aprendizaje de ellas. Cuando la información se transmite por el sistema Límbico, nosotros desarrollamos unas sensaciones que son trasmitidas por las Peptides, o agentes químicos, en forma de una reacción al estímulo que es mucho más conciente que lo que sucede en el primer cerebro. Finalmente está el Cerebro racional o Cortex y Neo Cortex. Consultores en Capacitación Cra. 9 No. 69-31 Bogotá, Colombia Tel. 571-3145640/41 Como se puede observar, desde el punto de vista científico, el cerebro no es solo racional, sino que también es emocional. Al medir la transmisión de las respuestas de los dos últimos cerebros (el Límbico o Emocional y el Racional o Cortex) se ha podido establecer que las respuestas emocionales viajan unos milisegundos más rápido que las respuestas cognitivas. Adicionalmente Y debido a nuestras pasadas experiencias, el cerebro Límbico nos puede enviar mensajes de alerta mucho más rápido que lo que el cerebro Cortex puede procesar o inclusive reconocer. Se ha comprobado que el negar las emociones puede producir bloqueos moleculares que afectan el funcionamiento y desempeño de las células. El ejercicio reiterado del bloque de las emociones, puede acarrear daños irreversibles sobre el sistema del cerebro Límbico. Absolutamente nadie puede desempeñarse en su trabajo separando sus emociones. El estrés es una forma particularmente dañina de las emociones, y hace que sea particularmente difícil la concentración, pensamiento racional. Los individuos con altos desarrollos de Inteligencia Emocional pueden domar estas emociones y utilizarlas de forma apropiada. No existe una diferencia grande en el desarrollo entre los dos sexos en relación con la Inteligencia Emocional, sin embargo, las mujeres puntean más alto en la dimensión social, mientras que los hombres sobresalen en la dimensión propia. Las mejores decisiones se toman cuando le hacemos caso a nuestros instintos, nuestros sentimientos, nuestra intuición, así como a nuestro intelecto racional. Tanto el desempeño como el liderazgo de una persona en cualquier organización, están fuertemente influenciados en su nivel de Inteligencia Emocional. La pregunta que se formulan las organizaciones es ¿Se puede medir el grado de desarrollo de Inteligencia Emocional de una persona? Una vez medido su grado de desarrollo, ¿Qué hacer para explotar el resultado y obtener mejores desempeños? Finalmente, ¿Se justifica un esfuerzo por conocer y desarrollar el grado de desarrollo de la Inteligencia Emocional de las personas de una organización? La primera pregunta se responde de forma positiva. Existen instrumentos validados que permiten conocer el grado de desarrollo de la Inteligencia Emocional de una persona. La segunda pregunta se responde mediante la comunicación de los resultados al individuo. Una vez analizados, la persona deberá establecer unas metas a alcanzar, unas acciones que le permitan cumplir sus metas y un plan de acción (cronograma) que le permita controlar la ejecución y desempeño alcanzado. Finalmente, la última pregunta se contesta con un incremento de; desempeño individual, disminución del estrés general, mejora del clima laboral, mejora en la comunicación interna, desarrollo de mejores equipos de trabajo, desarrollo de un estilo de liderazgo más efectivo, entre otros beneficios. Si usted desea tener más información sobre la medición del desarrollo de Inteligencia Emocional, solo tiene que escribirnos un mail indicándonos sus inquietudes. Consultores en Capacitación Cra. 9 No. 69-31 Bogotá, Colombia Tel. 571-3145640/41