UN LIBRO CON MÁSCARA: ¡ESCUCHA, APRENDE, VIVE!... INTRODUCCIÓN A mediados de mayo de 2000, distintos medios de prensa pusieron en conocimiento de la población, la existencia de un manual de educación sexual y prevención del SIDA, de apariencia por demás inofensiva y amigable. Dicho material fue preparado por ONUSIDA, ANEP, y el Programa Nacional de SIDA, del Ministerio de Salud Pública. Las referencias sobre el libro ¡Escucha, Aprende, Vive! aparecidas en el semanario Búsqueda del 18 de mayo de 2000, sirvieron para alertar sobre el contenido del libro, claramente tendencioso en lo ideológico y por tanto, violatorio de la laicidad, de la Constitución de la República y de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, que coinciden en afirmar el derecho de los padres a educar libremente a sus hijos. Vista de la gravedad del hecho, y considerando que es posible realizar aportes serios en un tema tan trascendente, nos hemos tomado el trabajo de señalar los errores, verdades a medias (¡mentiras!), manipulaciones y valoraciones tendenciosas del libro en cuestión, adjuntando a la crítica, una propuesta alternativa para la educación en la afectividad de los adolescentes. CRÍTICAS A LA PRESENTACIÓN - HOLA! 1. Dice el libro en la presentación: "Nuestra intención es que a partir de tus vivencias, dudas y expectativas, encuentres una instancia para reflexionar, proponer, confirmar o transformar tus puntos de vista y tus actitudes sobre los temas que aquí tratamos." Lo realmente conveniente, es que esas dudas, los chicos se las saquen con sus padres. Y que los padres se preparen para enfrentar el momento en que las dudas surgen. No creemos que un centro educativo sea el mejor ámbito para "transformar los puntos de vista y actitudes" de los jóvenes sobre la sexualidad: el ámbito más adecuado, es la familia. 2. Y continúa: "Esperamos que este libro facilite una toma de decisiones más consciente, fundamentada y libre, sobre diversos aspectos que hacen a tu salud, tu sexualidad, tu cuerpo, tus sentimientos..." Los adolescentes, como la palabra lo indica, adolecen de cierta capacidad de decisión. Por otra parte, el libro no da TODA LA INFORMACIÓN NECESARIA para elegir libremente, sino que induce claramente a los adolescentes a mantener relaciones sexuales desde temprana edad. Por tanto, la "decisión" equivocada en ese sentido, puede generar graves trastornos en un grupo etario altamente sensible y manipulable. 3. Más adelante, afirma: "Nuestro deseo es que disfrutes su lectura, que responda a tus intereses y que te ayude a pensar en los temas con los que quieres comprometerte en la vida. Porque la vida en definitiva es eso: un compromiso y un desafío." 1 La invitación al compromiso con la causa que defiende el libro, atenta contra la libertad de los alumnos a comprometerse con otras causas. Porque si se les induce a abrazar la causa de las relaciones sexuales promiscuas -eso sí, con preservativo-, ¿quién les podrá hablar de castidad, de abstinencia, de celibato, en nombre de otras causas como el matrimonio o la vida entregada a un ideal? En fin, convierten algo que supuestamente debería ser sólo información, en una causa con la que comprometerse. 4. En la página 10 y subsiguientes, el libro describe los cambios biológicos en el adolescente, reduciendo luego todo tipo de reacción posterior a esos cambios, al ámbito físico. Lo psicológico, lo afectivo, todo, se reduce a los cambios que se operan en lo hormonal, sin espacio alguno para que el joven se pregunte siquiera sobre la posible existencia de un alma espiritual, de algo más que lo puramente biológico, físico, material. 5. Dice el libro en la página 13: "En ocasiones puede que te sientas solo o incomprendido, pero recuerda que es el momento ideal para hacer grandes amigos, para descubrir pensamientos y sentimientos de atracción hacia otras personas, y por supuesto, ¡también para conocer el amor... de pareja!" Hasta hace no mucho tiempo, se hablaba de atracción hacia el sexo opuesto. Nótese el cuidado que ahora se pone en hablar de "atracción hacia otras personas" sin especificar que ellas deban ser del sexo opuesto. Este concepto se repetirá como una constante a lo largo del libro, donde se tratará de inculcar la idea de que cualquier tipo de relación "amorosa" es válida, ya sea heterosexual u homosexual. CRÍTICAS AL CAPÍTULO III - CONOCIENDO MI CUERPO 6. Dice el libro en la pág. 15: "Todo ser humano es una unidad biológica, sicológica y social; singular en su forma de pensar, sentir, actuar, y en definitiva de SER." El concepto de persona humana ha sido eliminado de raíz, así como cualquier posibilidad de que exista en el ser humano un componente espiritual. Nuevamente se reduce todo a una concepción puramente materialista (eliminando así cualquier otra concepción del hombre) y se introduce el concepto de "unidad biológica, sicológica y social", muy cercano al concepto del hombre que sustenta el marxismo. No se habla en absoluto de la dignidad de la persona. 7. Muestra el libro en las pág. 16 y 17 fotos de desnudos, que nada agregan -salvo pornografía barata- a lo que podrían mostrar sendos dibujos del hombre y la mujer, tal como se hace en las siguientes páginas. 8. Titula el libro en las páginas 18 y 20: "Yo Mujer" - "Genitales Externos Femeninos" y "Genitales Internos Femeninos"; y en las pág. 24 y 25: "Yo Varón" - "Genitales Externos Masculinos" y "Genitales Internos Masculinos". No es una suspicacia -si se lee atentamente el resto del libro- advertir que se eliminó radicalmente la antigua manera de referirse a tales órganos: "Aparato Reproductor Femenino" y "Aparato Reproductor Masculino". Es que aquí se resalta la genitalidad y el goce de la sexualidad por encima de cualquier función reproductiva, a la cual están naturalmente ordenados sendos aparatos reproductores. 9. En la pág. 19, el libro abunda en detalles sobre las distintas funciones de los "genitales externos"; en particular, sobre las zonas erógenas. Increíblemente, olvida decir que a 2 través de ellos, se produce el nacimiento de cada nuevo ser humano. ¿Será casual el olvido? 10. En la pág. 20, refiriéndose a las glándulas mamarias, el libro vuelve a la carga con la descripción de zonas erógenas. Queda cada vez más clara la tendencia del libro a educar a los jóvenes de tercer año de liceo, sobre cómo obtener un máximo de placer en las relaciones sexuales que el mismo fomenta. Se exalta el placer y se relegan las funciones reproductivas. 11. Dice el libro en la pág. 23: "Si se tienen relaciones sexuales en el período de fertilidad sin la utilización de un método anticonceptivo adecuado, hay muchas probabilidades de que la mujer quede embarazada." Esto es lógico, porque las relaciones sexuales en toda especie, están orientadas a la procreación. Y en el hombre, lo natural es que las mismas se lleven a cabo dentro del matrimonio -institución que se obvia por completo en el libro-, como manifestación del amor de los esposos y por tanto, abiertas a la procreación. ¿Cómo se puede dar o recibir amor, si se rechaza el potencial procreativo del otro?. Este manual, induce al compromiso con una cultura claramente anticoncepcionista, y promueve subliminalmente las relaciones sexuales fuera del matrimonio, desde temprana edad, dando por descontado que es imposible -¿políticamente incorrecto?- llegar al matrimonio virgen. Se margina de este modo, a quien por diversas razones (religiosas o simplemente culturales) está dispuesto a esperar hasta contraer matrimonio. El libro pretende desconstruir la cultura existente para construir otra nueva en su lugar. En síntesis, el libro pone a las relaciones sexuales como fin y al embarazo como una consecuencia no deseada y poco atractiva -es lógico si se plantea siempre desde el punto de vista extrafamiliar-. Si bien las relaciones sexuales en el matrimonio tienen un fin en sí mismas -la manifestación del amor de los esposos-, aquí se presentan como fin último para adolescentes de catorce y quince años, evitando, eso sí, a cualquier costo, las "consecuencias no deseadas", el otro fin de las relaciones sexuales: la procreación. En síntesis, se pervierte la escala de valores, al poner uno de los fines de las relaciones sexuales, fuera del ámbito que corresponde, y al otro, como "consecuencia no deseada". El materialismo liberal en su máxima expresión, hace su aparición en escena como la única vía posible o políticamente correcta. CRÍTICAS AL CAPÍTULO IV - MI MUNDO INTERIOR Y EL ENTORNO QUE ME RODEA 12. Dice el libro en la pág. 29: "Tenemos deseos de abrazar, tomarnos de la mano, acariciar y ser acariciados." Una vez más deja de lado que esos deseos se tienen -en las personas normales- con personas de otro sexo. 13. Dice el libro en la página 30: "Analiza los valores que aparecen en la lista y sitúalos por orden según la importancia que le asignes. Trabaja sin prisa pensando que puedes modificarla cuantas veces quieras. El resultado final debe ser un reflejo de lo que hoy sientes realmente. Quizás dentro de un tiempo no muy lejano podrías ordenarlos de diferente modo." Subrepticiamente, se inculca el relativismo moral. Porque si los valores se pueden cambiar de orden según el estado de ánimo, es posible que alguien hoy ponga el respeto a la vida en primer lugar y mañana, cuando un criminal le arrebate un ser 3 querido, en su deseo de venganza se verá libre de trasladar ese valor al último lugar de la lista. Mientras tanto, la única forma de ayudar realmente a un adolescente confundido, es darle una escala de valores sólida, donde además del amor, la honestidad, la lealtad, la solidaridad, la responsabilidad y la tolerancia (a esta habría que definirla a partir del verbo tolerar: Permitir algo que no se tiene por lícito1), se presente la verdad -en oposición al error-, el bien -en oposición al mal- y demás valores objetivos, de forma lógicamente ordenada. 14. En la misma página, el libro dice: En esta etapa que estás viviendo se va definiendo tu identidad, es decir tu ser único e irrepetible, y vas construyendo tu autoestima. Y en la página 31, refiriéndose a la autoestima afirma: "Es la valoración que cada uno tiene de sí mismo y es uno de los componentes de tu identidad personal. Significa conocerte, quererte y cuidarte." Si bien no negamos totalmente que la autoestima se construya, etc. sería mucho mejor que el libro afirmara que la dignidad humana es inherente a toda persona, que toda persona es digna de respeto y consideración. El libro se centra mucho en que cada uno piensa de si, dando paso al la posibilidad de que cada uno piense del otro como mejor le parezca, en la medida que deja de lado la posibilidad de una dignidad común a todos los hombres. 15. En la pág. 32, al referirse a "La familia", el libro empieza a tocar el tema de los roles, predilecto de la ideología de género, sobre el que se extenderá más adelante. Esta ideología, sobre la base de roles diferentes (tradicionalmente considerados como complementarios) plantea una especie de "lucha de los sexos por el poder", en base una peculiar interpretación de la historia, según la conocida afirmación de Marx respecto a que toda la historia es una lucha de clases, de opresor contra oprimido, en una batalla que se resolverá solo cuando los oprimidos se percaten de su situación y se alcen en revolución e impongan una dictadura de los oprimidos. La sociedad será totalmente reconstruida y emergerá la sociedad sin clases, libre de conflictos, que asegurará la paz y prosperidad utópicas para todos. El mismo Engels, sentó las bases de la unión entre marxismo y feminismo (hoy cobijado bajo la perspectiva de género) en su libro "El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado": "El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primer opresión de una clase por la otra, con la del sexo femenino por le masculino." 2 En fin, que el marxismo cultural sigue haciendo sus estragos oculto bajo rótulos más o menos "digeribles", reduciendo las relaciones matrimoniales y familiares a relaciones de poder, donde no hay lugar para el amor de los esposos, la armonía o la complementariedad natural de los sexos. 16. El historicismo subyacente en esta interpretación, aparece claro en el libro en la pág. 33: "(...) tu mismo podrás descubrir los diferentes cambios operados en la estructura y en las funciones de la familia a través del tiempo. (...) la familia ha pasado por una serie de transformaciones que responden a un modelo de vida diferente según la época, el lugar, la situación económica, política y cultural de cada sociedad." Si bien es cierto que se han operado cambios en el "modelo" familiar, no es posible admitir que toda unión entre personas, sea una familia -unión libre, parejas de homosexuales, etc.-, lo cual tiende a destruir el tipo de familia que se forma a partir del matrimonio legal, ámbito naturalmente deseable para el nacimiento de los hijos. El modelo de familia vendría dado, según las teorías historicistas, por los 1 2 Diccionario Escolar de la Lengua Española. ESPASA - CALPE. Revista Virtual ARBIL, Nº 21: "La ideología de género: sus peligros y alcances". 4 condicionamientos culturales externos a ella; no habría lugar para la libertad, inherente a todo ser humano. 17. Luego de un párrafo aceptable, se afirma que "el ser humano que es el animal más evolucionado de la escala biológica, resulta al nacer el ser más desvalido e incapaz de subsistir por sí mismo." Aquí se afirma que el ser humano es un animal, y se presenta como dogma la teoría de la evolución. Si bien no se puede negar que el hombre biológicamente es un mamífero, bípedo, etc., trasciende su ser material, biológico, puramente físico, desde que está animado -tiene "anima", o alma-, desde que cuenta con inteligencia y voluntad, capacidad de amar, de abstraer y capacidad de elegir libremente, elementos de los que carece cualquier otro grado de vida, y son determinantes de su dignidad. No en vano se usa en sentido peyorativo la expresión "¡Animal!". A nadie le gusta -y con razón- que le llamen así... 18. Dice el libro en la página 34: "La sociedad le asigna a la familia la responsabilidad de atender y de preocuparse por el bienestar, la crianza y la educación de los niños y de los adolescentes." Esta afirmación deja subyacente la idea de que es la sociedad (el Estado) el que asigna funciones a la familia, cuando en realidad, es al contrario: la familia es anterior a la sociedad. Dice el Dr. Luis Alberto de Herrera3 en su libro criticando la moda francesa de reducir al máximo el número de hijos: "Es la familia, piedra angular del Estado, la atacada por la aberración dominante". La familia, en cuanto piedra angular, es anterior al Estado: de lo que se deduce que el Estado, debe defender y proteger a la institución que le da origen y promoverla a como de lugar -respetando desde luego, el principio de subsidiariedad-; de tal manera que al fortaler la familia, se fortalezca la sociedad. 19. En la misma página, describe "distintas formas de familia", igualando la familia tipo formada por una "pareja con hijos en comun", a distintos tipos de estructura familiar irregular; de ellas, algunas ni siquiera son familia, como "una institución que asume la responsabilidad de ser el hogar de uno o más niños". La pareja con hijos en común, aparece relegada a un segundo lugar; y el matrimonio no figura: ni aquí ni en ningún punto del libro, se nombra al matrimonio como institución a partir de la cual se forma la familia. Al no proponer el ideal de familia, se estan fomentando, indirectamente, tipos o formas de familia irregulares. Estas "familias" tienen serios problemas; algunos de ellos están documentados en el estudio de CEPAL “Sobre Revoluciones Ocultas: La Familia en el Uruguay”, elaborado por Carlos Filgueira, con la colaboración de Alvaro Fuentes (CEPAL, 1996)4, que afirma: El índice de repetición escolar de hijos de hogares irregulares, es un 36% mayor al de hijos de matrimonios legales. Además, el índice de rendimiento escolar de los primeros, es un 12% inferior al de los segundos. Los mayores índices de repetición, se dan en sectores socioculturales más bajos, mientras en los más altos el problema se atenúa, aunque las tendencias favorables a los hijos de matrimonios legales se mantienen en todos los casos. 20. En la misma página, se afirma: "Tienes necesidad de independizarte y cortar con la familia, pero a la vez necesitas sentirte querido y protegido por ella." 3 4 "La Revolución Francesa y Sudamérica" (1910); Edición. de la Cámara de Diputados, 1988. Se adjunta resumen del documento. 5 Se puede tener deseos de independencia, y son normales; pero tener deseos, no es igual a tener necesidad salvo desde un punto de vista hedonista... Creemos que no es bueno en absoluto, hablar a los adolescentes de la necesidad de romper con su familia. Es muy importante que niños y adolescentes aprendan la diferencia entre deseo y necesidad; porque si identifican deseo con necesidad, serán esclavos de sus deseos: toda cosa que deseen les parecerá necesaria, y se frustrarán muy fácilmente si no la pueden conseguir. 21. Dice el libro en la página 36, bajo el ítem "Los amigos": "Por eso es importante aprender a aceptar y respetar los puntos de vista, los sentimientos y comportamientos de los demás, aún cuando sean diferentes a los nuestros." Respetar es una cosa, y aceptar es otra bien distinta. Es posible respetar y tolerar lo que está mal, pero no tenemos porqué aceptarlo -es el caso de este libro-. Tampoco estamos de acuerdo con el orden de los verbos: primero se pone aceptar y luego respetar... Ningún héroe, prócer o libertador de su pueblo, hubiera pasado a la Historia si hubiera aceptado las reglas impuestas por su aquellos de quienes pretendía independizarse. 22. Dice el libro en la página 37: "Es importante que aprendas a conocerte para fijar tus propios límites y poder decidir, libremente, hasta donde deseas llegar, sin temor al rechazo o a la imposición, comunicando abiertamente tus sentimientos y tus decisiones personales." Que frustración se llevará ese adolescente -que no dudamos en calificar de "malcriado"- cuando se encuentre que en la vida real, en la sociedad, hay límites que ya están determinados y que el ni los puede fijar, ni los puede traspasar; porque no todo es una cuestión de sentimiento y de decisión personal: hay verdades y leyes objetivas. Sería deseable que en lugar de este "canto a la liberalidad" -que no a la verdadera libertad- se enseñara al adolescente a reconocer sus límites (no a fijarlos), a controlarse, a adquirir dominio de sí mismo, independientemente -o a pesar- de sus sentimientos, que por otra parte, siempre son pasajeros. 23. Dice el libro en la pág. 39: "Temas como el enamoramiento, la masturbación, las relaciones sexuales, el uso de métodos para controlar el embarazo, los cuidados para evitar infecciones de transmisión sexual, entre otros, seguramente te importan." Una vez más, recordemos que se está hablando a adolescentes de tercer año de liceo. Se asume -o más bien se promueve- el relacionamiento sexual entre los adolescentes, cuando seguramente, la gran mayoría no ha tenido esa experiencia. Entendemos que el lugar para tratar estos temas -o algunos de ellos- es la familia. Que los jóvenes deben acudir a sus padres para hablar de estos problemas, y que ninguna orientación en este sentido puede ser dirigida exclusivamente desde los centros educativos sin el consentimiento de los padres. En efecto, el tratamiento de estos temas a nivel grupal, ejerce una presión social, psicológica, sobre aquellos muchachos y chicas que no han tenido relaciones sexuales, para que las tengan. Y el motivo por el que no las han tenido, puede ir desde convicciones religiosas, hasta la decisión libre de esperar para entregarse a una sola persona: su cónyuge. No se puede coartar esta libertad ni se puede presionar -menos 6 aún desde la enseñanza oficial- a actuar en sentido contrario a la conciencia, so pena de crear graves conflictos psicológicos en los adolescentes. 24. Por si queda alguna duda de que se está promoviendo un tipo de comportamiento, sigue el libro en la pág. 39: "Has crecido y tal vez sea el momento de tomar decisiones vinculadas directamente con el inicio de las relaciones sexo genitales, que forman parte del descubrir tu propio ser sexuado." Nos preguntamos: ¿qué adolescente sin una buena formación previa es capaz de rechazar esta invitación a pasarla bien sin considerar las posibles consecuencias para el y para su pareja, tanto desde el punto de vista sanitario, como psicològico, afectivo y espiritual? 25. Dice el libro en la pág. 40, citando un texto de la OMS: "La sexualidad es una energía que nos motiva a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad. La sexualidad influencia nuestros pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y, por tanto influye en nuestra salud física y mental". De esto se desprende, que quien no "tiene sexo", está desmotivado, aparte de descuidar su salud física y mental. No nos detendremos a demostrar la barbaridad que encierra esta afirmación. Si queremos destacar que se dice "buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad", pero no se habla nunca de dar afecto, ternura, etc. Menos aún de la posibilidad de renunciar a la sexualidad por un ideal superior, trascendente. 26. En la misma página, se afirma que la sexualidad es "un componente esencial de la persona, como fuente de comunicación, afectividad, placer y también de reproducción." La sexualidad, no es la única fuente de comunicación, afecto, etc. Por otra parte, el modo en que está redactada la frase, sugiere que la reproducción no sólo ocupa el último lugar en orden de importancia, sino que es como un agregado, como un efecto colateral optativo; cuando en realidad, tiene tanta importancia como los demás fines: comunicación y afectividad. En cuanto al placer, no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia -muy buena y deseable cuando se experimenta en el matrimonio- de las relaciones sexuales. Claro que las corrientes hedonistas de moda -de las que se hace eco el libro-, han elevado el placer al rango de fin y lo han sacado de su ámbito natural, al tiempo que han reducido la reproducción a la categoría de "consecuencia no deseada". Las relaciones sexuales entre los cónyuges, siempre son buenas, terminen o no en embarazo. Pero, deben estar abiertas a los hijos; y si por alguna causa grave esto no es posible, siempre se puede recurrir a los avances de la ciencia médica en materia de regulación natural de los ciclos fértiles femeninos. Hay métodos como el Billings, que según la OMS, tienen un 98.5% de eficacia. Claro que el libro no le habla a cónyuges comprometidos mutuamente, sino a adolescentes inmaduros... 27. En la misma pág. 40, dice el libro: "(...) una preocupación permanente del mundo adulto -familiares, amigos, docentes, profesionales de la salud- es que puedas aprender a vivir tu sexualidad de forma sana, feliz y responsable, pues también la salud sexual es un derecho." Es importante aclarar que todas las personas tienen derecho a la salud en general, y como consecuencia, a la salud sexual. 7 Por otro lado, el aprendizaje sexual de chicos de 14 a 15 años, debe estar muy lejos de la mente de tantos "actores"; o al menos, no debe ser una "preocupación permanente", como se afirma en el libro salvo para algún obseso. No obstante, es previsible la consecuencia que tendrá en el joven descubrir la -supuestamenteinmensa expectativa que tiene tanta gente acerca de su inicio sexual: se sentirá presionado a iniciar sus relaciones sexuales, por miedo a decepcionar, a ser señalado como "distinto", cuando no como "raro", con todos los problemas que ello trae. 28. En la pág. 41, bajo la apariencia de una afirmación muy coherente, dice el libro: "el sexo con el que nacemos determina que seamos un ser femenino o masculino." Lo que no se dice, expresamente, es que el sexo con el que nacemos determina que seamos varón o mujer, ya que según el libro, la sexualidad "se construye" y por tanto es posible afirmar que hay un ser femenino o masculino, dejando la vía libre para que sobre ese ser se "construya" un varón, una mujer, un homosexual, una lesbiana o un bisexual. Que quede claro, una cosa es el respeto que podamos tener hacia la persona de un homosexual, una lesbiana o un bisexual, y otra bien distinta es que respetemos, aceptemos y compartamos una ideología que pone en el mismo plano la homosexualidad y la heterosexualidad, como se demostrará más adelante. 29. Confirma lo anterior, le expresado bajo el subtítulo "¿La sexualidad se forma o se desarrolla naturalmente?": "Si bien el comportamiento sexual tiene una base biológica, se va conformando básicamente por medio de los aprendizajes que cada uno logra a lo largo de toda la vida. Por tanto debes tener presente que la sexualidad se educa y que esa formación se inicia en primer término en el hogar." Queda claro que para los autores del libro, la sexualidad se educa, se "construye" a lo largo de toda la vida. Si bien esto es cierto, no es menos cierto que la naturaleza del varón y de la mujer, determina también en cierto modo, nuestro comportamiento como varones o como mujeres. Si uno nace varón y toma por el camino de la homosexualidad, sencillamente opta por lo antinatural, por algo que va contra su naturaleza, contra su persona: no cualquier opción es igualmente buena. La referencia al hogar es válida, queda sobreentendido que cada quien puede elegir la "orientación sexual" que más le guste. Tal como reza la modificación propuesta por el CLADEM a la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Cada persona está investida de todos los derechos y libertades establecidos en esta Declaración sin distinción de ninguna clase, en razón de raza, color, sexo, espiritualidad, orientación sexual, edad, idioma, religión, cultura, opción política o de otra índole, origen nacional o social, condición económica, nacimiento u otro status." Por otra parte, si bien el ambiente puede influir en la formación del carácter de un varón o de una mujer, nunca lo determina: el hombre es libre de decidir, ante la duda, de decidir que camino tomar, si el de la naturaleza o el de la aberración. Y aparte de las consideraciones de orden ético o moral que nos podamos hacer, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué pasa si un adolescente con poco carácter es inducido por este libro a "experimentar" una orientación sexual ajena a su naturaleza, por encontrarse en un momento depresivo o sufriendo algún período de angustia, tan propio de la adolescencia? ¿Podrá recuperarse y volver después a su "orientación sexual" perdida en un momento de debilidad? 8 30. Dice el libro en la pág. 42, bajo el título: "¿La sexualidad es lo mismo que la reproducción?": "La reproducción es una posibilidad que nos brinda nuestra sexualidad. Por eso debemos saber que queremos y en que momento lo queremos." Si bien compartimos el hecho de que la sexualidad posibilita la reproducción -ya dijimos que hay otras opciones como la abstinencia o incluso la virginidad, que en nada disminuyen la condición humana-, sin una cierta apertura a la procreación, se corre el riesgo de poner al placer como fin último y único, y a la sexualidad como medio. Un libro que incita a los adolescentes a mantener relaciones sexuales y al mismo tiempo, a evitar el embarazo, tiende sin duda a esto último, no a lo primero. 31. En efecto, en la misma página dice: "Si bien comunicarnos, expresar emociones y sentimientos, intercambiar afecto y placer resulta hermoso y necesario, tener un hijo es una decisión importante que debe ser pensada, dialogada y adoptada en pareja." No olvidemos que estamos hablando de menores de edad, a los que se vuelve a inducir en la búsqueda de experiencias sexuales: "intercambiar afecto y placer resulta hermoso y necesario". Es cierto que ese intercambio resulta hermoso entre los cónyuges, pero ¿se puede afirmar lo mismo cuando se da entre personas incapaces de asumir un compromiso permanente de entrega al otro?; ¿es acaso necesario que los adolescentes mantengan relaciones sexuales?; ¿hacen falta más pruebas de que estas son promovidas lisa y llanamente por el libro? 32. Llegamos así a "la frutilla encima de la torta": el largo párrafo que afirma: "Existen diferentes maneras de obtener satisfacción y placer sexual, ya sea en forma transitoria o permanente -sería cuando menos interesante la fórmula del placer sexual en forma permanente-. Es posible lograrlo con el propio cuerpo (autoerotismo, masturbación) o en interrelación con otras personas. Así aprendemos a amar y ser amados, a acariciar y ser acariciados. Estas personas pueden ser del otro sexo (heterosexualidad) o del mismo sexo (homosexualidad). Un modo de satisfacción común en la adolescencia es la masturbación, que es practicada tanto por los varones como por las mujeres. La masturbación está dada por las caricias y la estimulación del propio cuerpo para producir una sensación de placer. Si bien existen creencias en cuanto a que este comportamiento es perjudicial, ello es erróneo, pues no produce daño a la salud." Nótese, para empezar, el egoísmo que denota a palabra "obtener"; de "dar" -como en ocasiones anteriores- ni se habla: el hedonismo, parece ser el valor principal en la escala que promueve el libro, que oficialmente, pero con poco respeto a la laicidad enseña a los adolescentes diferentes maneras de "obtener placer sexual". Por otra parte, es meridianamente clara la equiparación que hace el libro de las relaciones sexuales entre personas de distinto sexo con aquellas que mantienen personas del mismo sexo. El libro pone en el mismo plano que el "amor" y las caricias heterosexuales, el "amor" y las caricias homosexuales. Y "amor" lo ponemos entre comillas, porque en el caso que nos ocupa, más bien habría que hablar de deseo sexual. 9 De acuerdo con las afirmaciones del libro, está Alison Jagger, autora de diversos libros de texto utilizados en programas de estudios femeninos en Universidades norteamericanas: "El final de la familia biológica eliminará también la necesidad de la represión sexual. La homosexualidad masculina, el lesbianismo y las relaciones sexuales extramaritales ya no se verán en la forma liberal como opciones alternas, fuera del alcance de la regulación estatal... en vez de esto, hasta las categorías de homosexualidad y heterosexualidad serán abandonadas: la misma "institución de las relaciones sexuales en que hombre y mujer desempeñan un rol bien definido, desaparecerá. La humanidad podría revertir finalmente a su sexualidad polimorfamente perversa natural." 5 Huelgan los comentarios. En cuanto a la masturbación, es clara la posición de los autores; y si bien la salud física aparentemente no se daña, si pueden existir en ciertos casos trastornos psicológicos o afectivos que perjudiquen el carácter y las relaciones interpersonales de quienes la practican. La sensación de frustración repetida una y otra vez que produce la masturbación -acto realizado por uno, cuando el fin del órgano es que sea realizado entre dos-, necesariamente afecta la conducta de quienes la practican. 33. En la página 43, el libro hace referencia a los "Modos de ser masculino y femenino". Afirma en este sentido: "En forma permanente la sociedad nos ha ido mostrando a través de los siglos, modos de ser femeninos y masculinos. Ello se aprecia en los mensajes que recibimos, los comportamientos que aprendemos, las actitudes que observamos en la familia, en la calle, el trabajo, los centros educativos, los deportes, los medios masivos de comunicación. Es así que desde la primera infancia y fundamentalmente en la familia, se van construyendo y transmitiendo diferentes patrones culturales asociados al género: varón o mujer." Al parecer, la sociedad ha estado en tinieblas hasta la aparición de los ideólogos del género, que empiezan a "mostrar los dientes" en el libro. En efecto, este apartado, presenta contenidos que violan claramente la laicidad, al promover la ideología de género (eufemísticamente llamada perspectiva o enfoque de género), de clara raíz marxista. Esto no es fantasía, ya que según la ONU, "El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo". De lo cual se deduce que las relaciones de pareja, son concebidas como relaciones de poder, donde uno es oprimido y otro, opresor. Por ejemplo, la feminista Shulamith Firestone afirma en este sentido, que "asegurar la eliminación de las clases sexuales requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce en revolución y se apodere del control de la reproducción; se restaure a la mujer la propiedad sobre sus propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana, incluyendo tanto las nuevas tecnologías como todas las instituciones sociales de nacimiento y cuidado de niños. Y así como la meta final de la revolución socialista era no sólo acabar con la distinción misma entre clases económicas, la meta definitiva de la revolución feminista debe ser igualmente -a diferencia del primer movimiento feminista- no simplemente acabar con el privilegio masculino sino con la distinción de sexos misma: las diferencias genitales entre los seres humanos ya no importarían culturalmente."6 5 6 "La ideología de género: sus peligros y alcances". Ibídem. 10 34. El dibujo de la página 44, expone gráficamente esta idea. La representación plástica de la idea, se completa con referencias claramente tendenciosas: "Por generaciones nuestra sociedad ha otorgado determinados comportamientos, sentimientos, actitudes e incluso actividades, exclusivamente a las mujeres o a los hombres. Este hecho a lo largo de la historia ha generado violencia, falta de respeto y discriminación entre los seres humanos. La discriminación sexual se manifiesta a través de una serie de prejuicios y mitos que limitan la posibilidad de expresar sentimientos y vivir emociones gratificantes y necesarias como seres humanos, tales como dar amor, llorar, cuidar a los hijos, expresar ternura, realizar tareas que requieren creatividad y no fuerza. Del primer párrafo se deduce que, con la abolición de esas "asignaciones de roles" y la implantación de un "nuevo orden", el mundo será pacífico y feliz... Claro, que de este modo, queda también demostrado que se está introduciendo una ideología que, compartida o no, es ajena al espíritu de la enseñanza laica. Al mismo tiempo, se plantea una asignación tan gruesa como arbitraria de los "roles" que caracterizan a cada sexo, identificando estos roles con adjetivos. La realidad es mucho más rica. Así, el hombre se presenta como "fuerte, rudo, proveedor, insensible" y la mujer como "débil, sumisa, cuidadora y sentimental". Y caben algunas preguntas: ¿quién se atrevería a acusar de insensible al poeta de la Patria, Juan Zorrilla de San Martín?; más aún, ¿quién osaría tildar de afeminado -en vista de su profunda sensibilidad-, a ese pequeño gran hombre, de carácter fuerte y combativo? O también, ¿quién tendría el desparpajo de asegurar que la Madre Teresa de Calcuta era una mujer débil y sumisa? Estas generalizaciones, sí que son prejuciosas y si la aseveración de los autores fuera cierta en cuanto a los prejuicios, ellos no hacen más que cambiar unos prejuicios por otros. Otra salvedad: al menos en el mundo tradicionalmente llamado occidental y cristiano, los ritos matrimoniales de protestantes, anglicanos, católicos, etc., siempre han puesto en pie de igualdad al hombre y a la mujer, obligando a cada cónyuge a las mismas responsabilidades y compromisos. Si en la realidad de la vida se imponen conductas discriminatorias, no es porque dejen de promoverse desde el mundo religioso desde hace veinte siglos, sino por la falta de correspondencia humana a los valores propuestos. 35. En la página 45, el libro se refiere a las transformaciones operadas por los "cambios de roles" desempeñados y vividos por las mujeres", es decir, generados por el movimiento feminista. Estos cambios de roles, si bien han tenido consecuencias positivas para la mujer, también han tenido efectos perjudiciales, para la propia mujer y para su familia. De ello trata un estudio elaborado por CEPAL en 1996 7; en una apretada síntesis, dicho estudio afirma que "en el Uruguay, las tendencias recientes del cambio social, presentan características patológicas. Como ejemplos, se citan la creciente ilegitimidad de los nacimientos, el incremento de los índices de embarazo precoz y de "madres adolescentes", los actos de violencia pública y doméstica o el abandono de los hijos. Estos cambios se deben a procesos estructurales; por tanto, son más difíciles de modificar a corto plazo. La profunda transformación operada en la familia uruguaya, está signada por cambios que se dan a tres niveles: “Sobre Revoluciones Ocultas: La Familia en el Uruguay”, elaborado por Carlos Filgueira, con la colaboración de Alvaro Fuentes (CEPAL, 1996). 7 11 a) Cambios en la estructura de la población: Los cambios en los patrones de reproducción, provocaron entre otras cosas, un cambio de la estructura de edades y un incremento en el envejecimiento relativo de una población históricamente caracterizada por su nuclearidad, su baja tasa de fecundidad y su reducido tamaño. La familia nuclear tipo (padres e hijos), constituye hoy apenas el 37% de los hogares. b) Cambios económicos: El número de hogares con aportantes múltiples al presupuesto familiar pasó en los últimos 20 años, de 33% a 50%. El trabajo y la independencia de la mujer, resienten el equilibrio natural de la familia. Al equipararse los ingresos de la mujer con los del varón, se deprecia el rol del hombre como aportante único, padre y esposo, lo cual erosiona el modelo normativo que definió históricamente las relaciones familiares. Como consecuencia, se incrementan las tensiones al interior de la familia y el hombre al perder protagonismo, se desentiende de sus responsabilidades familiares y contribuye así a la desorganización familiar, dejando de ser una referencia moral para las nuevas generaciones. c) Cambios socioculturales: Tres grandes transformaciones sociales contribuyeron a cambiar los patrones normativos de la familia, legitimando "nuevos" comportamientos: I) Aumentó la frecuencia de las relaciones premaritales entre personas sin pareja estable y se afianzó una cultura que diferencia la sexualidad del matrimonio y la procreación. Así, las mujeres de las clases medias y altas, retrasan su edad promedio de casamiento y procreación, y adelantan el divorcio, pues quienes convivieron antes del matrimonio, tienen menor capacidad de adquirir compromisos duraderos. En cambio, en los sectores más pobres, se incrementan los embarazos precoces, las madres adolescentes y las madres solteras que conviven en hogares "de hecho". Esto tiene como consecuencia un progresivo incremento en el número de hijos ilegítimos. II) El divorcio creció extraordinariamente en los últimas 30 años; la sociedad uruguaya está inmersa en una “cultura del divorcio”, en la que predominan valores de materialismo, autorrealización e independencia. III) Los movimientos feministas, estimularon la legitimación de valores de igualdad entre hombres y mujeres, con lo cual contribuyeron a la deslegitimación y a la ruptura del sistema familiar de aportante único. Para tener una idea de las dimensiones de estos cambios y de cómo afectan a la familia, basta mencionar que: El número relativo de casamientos en el período 1963 - 1996 descendió en un 25%. A partir de 1968, hay una fuerte correlación entre el número de matrimonios y el salario real (r2 = 0.70). La tasa de divorcios, se incrementó en un 550% entre 1961 y 1991. En el mismo período, el cociente entre matrimonios y divorcios bajó de 12 a 2,8. Las uniones libres se incrementaron en el estrato de 15 a 29 años, pasando de 12,8% en 1984 a 23,5% en 1994. El índice de repetición escolar de hijos de hogares irregulares, es un 36% mayor al de hijos de matrimonios legales. Además, el índice de rendimiento escolar de los primeros, es un 12% inferior al de los segundos. Los mayores índices de repetición, se dan en sectores socioculturales más bajos, mientras en los más altos el problema se atenúa, aunque las tendencias favorables a los hijos de matrimonios legales se mantienen en todos los casos. La familia está sufriendo transformaciones culturales, económicas y sociales, debido a las influencias del contexto en que se desenvuelve. 12 Si bien en Uruguay la familia construyó en el pasado un capital social importante. Ese capital se ha gastado, se consumido y debe ser renovado. En la actualidad, se está asistiendo a la formación de un círculo perverso de deterioro creciente de las reservas de capital social, sin que sea considerada suficientemente la necesidad de mantenerlo y renovarlo. Habrá por tanto que asumir, que esos "cambios de roles", han generado problemas al interior de la familia. Por más deseable que sea la integración de la mujer en todos los ámbitos donde pueda aportar su peculiar modo de ser, no deja de ser cierto que ello produce desajustes que repercuten en las nuevas generaciones y que es necesario tener en cuenta a la hora de continuar promoviendo un "cambio de roles" desde la enseñanza pública. 36. Más adelante, el libro afirma: "En el plano de la sexualidad es saludable que tú varón o tú mujer, adoptes conductas responsables y compartas las decisiones sexuales y reproductivas." La conducta más responsable en materia de relaciones sexuales que pueden adoptar los adolescentes, es la abstinencia. Porque si no están capacitados para formar una familia -por algo se requiere el consentimiento de los padres para casarse-, tampoco están maduros para tomar "decisiones sexuales y reproductivas". Un ejemplo claro de la trascendencia de estas decisiones, y de la incapacidad de los adolescentes para actuar según su voluntad actual, surge claramente al compararlas con la orientación vocacional. Cada vez se extrema más el cuidado de la decisión sobre la carrera que va a seguir un joven que está saliendo de la adolescencia, porque es claro que le va a afectar para toda la vida. Sin embargo, las relaciones sexuales que también les van a afectar para toda la vida- se tratan en el libro de marras, según la fórmula "se usa y se tira". Por otra parte, no se les puede pedir a los adolescentes conductas responsables que impliquen pareja estable, cuando -como vimos- en los adultos el porcentaje de divorcios se incrementó en un 550% en treinta años, haciendo pasar el cociente matrimonios / divorcios de 12 a 2,8. Pongamos un supuesto: como ya sabemos, el libro pretende que los adolescentes opten por evitar o terminar con el embarazo matando al embrión con "la píldora del día después" (ver pág. 86), lo cual de por sí es anticonstitucional. Pero el hecho es que si son libres de "tomar decisiones sexuales y reproductivas", podemos suponer que algunas entre muchas parejas, puede tomar la decisión contraria, es decir tener hijos a los 14 o 15 años. Para unirse en matrimonio a esta edad, deberían contar con el consentimiento de los padres, y en tal caso, asumir las obligaciones que constan en el Registro de Estado Civil: "Por el mero hecho del matrimonio, contraen los cónyuges la obligación de mantener y educar a sus hijos, dándoles la profesión u oficio conveniente a su estado y circunstancias (Artículo 116 del Código Civil)." Por supuesto que, como en todo el libro no se menciona la palabra matrimonio, esta no es una opción válida para sus autores; con lo cual, si no son abortados, o queridos por sus abuelos, los hijos de esa pareja probablemente ingresen al marginal mundo de los "niños en situación de calle", ya que sus padres biológicos no podrán asumir las responsabilidades a las que obliga el Código Civil. 13 37. A continuación de lo anterior, el libro dice: "En este proceso no sólo adoptas ciertas normas y costumbres ya establecidas por los adultos, sino que además tienes las posibilidad de cuestionarlas y cambiarlas en tu vida diaria." En forma bastante directa -algo poco común en este libro- se induce a cuestionar las normas y costumbres establecidas por los adultos y se abre el camino para cambiarlas a gusto... ¿Qué se quiere decir con eso? Podemos suponer muchas cosas, pero nos detendremos en dos puntos: En primer lugar, se equiparan los adolescentes con los adultos en cuanto a su capacidad de decisión y se les da a los primeros la posibilidad de adoptar normas y costumbres establecidas por los adultos, en plena adolescencia, en una etapa de sus vidas anterior a la juventud y anterior a la madurez. En segundo lugar, los cuestionamientos y los cambios propuestos, van en el sentido de lo que los ideólogos de género llaman "la desconstrucción" de la sociedad, que entre otras cosas pasa por la descontrucción de la familia y la desconstrucción de la educación. Tal como señalaba Vigdis Finnbogadottir en una conferencia preparatoria a la Conferencia de Pekín organizada por el Consejo Europeo en febrero de 1995: "La educación es una estrategia importante para cambiar los prejuicios sobre los roles del hombre y la mujer en la sociedad. La perspectiva de género debe integrarse en los programas. Deben eliminarse los esterotipos en los textos escolares y conscientizar en este sentido a los maestros, para asegurar que niñas y niños hagan una selección profesional informada, y no en base a tradiciones prejuiciadas sobre el género." 8 38. Continúa el libro: "La equidad entre los sexos permite desarrollar ideas más respetuosas y constructivas acerca del propio sexo y del otro. Favorece una mejor comunicación, lo cual conduce a una toma de decisiones compartida, lo que significa cuidarme y cuidar al otro." El respeto entre varón y mujer, no debe darse en un plano de igualdad, sino en un plano de aceptación -ahora sí, porque es natural y lógico- de las diferencias inherentes a cada sexo. Esta frase, al hablar de cuidarme y cuidar al otro, nos hace recordar la campaña española antisida "Póntelo, pónselo", de triste memoria. 39. No podemos terminar los comentarios de esta página, sin referirnos a la cita de A. Gomensoro: "Lo importante de las nuevas investigaciones en sexualidad es que demuestran que la democracia sexual es posible; que la condición de primer o segundo sexo puede ser una condición histórica, y que hombre y mujer nos podemos relacionar como compañeros en un pie de igualdad, disfrutando ambos responsabilidad sexual y procreativa." ¡Que inocente Gomensoro! No es tan empalagosa la realidad, si se atiende a lo que se proponen las feministas de género: "El género implica clase, y la clase presupone desigualdad. Luchar más bien por desconstruir el género llevará mucho más rápidamente a la meta. Bien, es una cultura patriarcal y el género parece ser básico al patriarcado. Después de todo, los hombres no gozarían del privilegio masculino si no hubiera hombres. Y las mujeres no serían oprimidas si no existiera tal cosa como "la mujer". Acabar con el género es acabar con el patriarcado, como también con las muchas injusticias perpetradas en nombre de la desigualdad entre los géneros". 8 Op. cit.: "La ideología de género: sus peligros y alcances". 14 Obviamente, rechazamos cualquier tipo de discriminación. Pero no discriminación no es sinónimo de igualdad -o mejor, de igualitarismo-. El realismo de la historia indica no es posible decir que lo distinto es igual, sin cometer un error. Ahí están la poligamia y la poliandría para demostrarlo. No pretendemos solucionar la injusticia de la discriminación a través de la lucha de clases, para que luego la clase supuestamente oprimida se convierta en opresora. Antropológicamente, no es posible afirmar que lo distinto es igual, sino que hombre y mujer, blanco y negro, latino y germano, tienen igual dignidad por la sencilla condición de ser personas. Por eso proponemos en lugar de la lucha de clases, la comprensión y el amor, la armonía y la complementariedad entre los seres humanos. Ahí está la diferencia. La naturaleza del hombre, es dialógica y dual, pero no dualista. 40. En la página 46, el libro se refiere a las "manifestaciones sexuales": "En los primeros años de vida, la sexualidad se manifiesta en la búsqueda de placer, bienestar y seguridad. Ella se obtiene en la relación con los padres, mediante sensaciones corporales de exploración, al tocarse, descubrirse, observar el propio cuerpo." Las doctrinas freudianas son, hoy en día, obsoletas. En Europa y USA, ya hace tiempo que las sustituyeron por otras mucho más modernas y serias. El propio Victor Frankl, discípulo de Freud, desarrolló la logoterapia, de gran utilidad, precisamente por estar muy alejada de las tesis de su maestro. No dudamos que el niño busque bienestar y seguridad desde que nace. Ahora, ¿placer? ¿En qué sentido? Si es en el que nos imaginamos, afirmar que este "placer" se obtiene "en la relación con los padres, mediante sensaciones corporales de exploración", etc., suena casi como una acusación de incesto lanzada contra los hijos. 41. Más adelante, el libro vuelve a destacar la posibilidad de tener sentimientos de "atracción hacia diferentes personas. Es en esta etapa que surge el interés sexual por otra persona, el cual puede manifestarse a través del deseo , la atracción o enamoramiento." Con lo cual, evita una vez más, toda referencia al origen natural de tales sentimientos: la atracción por el sexo opuesto, o bien una sencilla y franca amistad con personas del mismo sexo. Es sistemática la eliminación de estas referencias, tan necesarias en una etapa de confusión como es la adolescencia. Basado en estos planteamientos, más de un chico pensará "Me gusta estar con Fulano: ¿será porque me atrae sexualmente?" 42. A continuación, se afirma: "En el deseo sexual, se combinan una serie de factores o elementos de orden biológico, psicológico y cultural. Se tienen ganas de estar más tiempo junto a la otra persona. Culturalmente estas prácticas se hallan condicionadas por las creencias, costumbres, valores, lo permitido y lo prohibido en cada sociedad." 43. Con esta sentencia, llegamos a uno de los problemas centrales que plantea la ideología de género: la reducción de todo comportamiento o práctica a una cuestión cultural; porque se cuida bien el libro -que menciona la existencia de factores o elementos biológicos y psicologicos- de describir solamente el aspecto cultural. Asimismo, explica los factores culturales que inciden en el comportamiento sexual, en base a "condicionamientos", como si el hombre no fuera libre de elegir objetiva y libremente el bien y la verdad. No negamos la influencia del ambiente. Pero por fuerte que esta sea, siempre queda lugar para la libertad. Porque el hombre tiene también condicionamientos internos dictados por su naturaleza, que aunque imperfecta, siempre está ahí para ayudarle a discernir el bien del mal. En cuanto al bien y la 15 verdad, parecen no existir: todo valor es relativo, nos decían páginas atrás. Ahora, al relativismo ético, le suman el relativismo de las creencias e incluso, el relativismo ante la ley. 44. Como no podía ser de otra manera, el libro sigue: "Estos condicionamientos culturales tienden a disminuir los deseos sexuales femeninos y a reprimir en los varones, los naturales sentimientos de ternura." Esto es una generalización. Y las generalizaciones en antropología, conducen al error. Se parte de la base que todo ser humano tiene una respuesta lineal a los condicionamientos externos -como los animales de Pavlov-, y no hay nada más alejado de la realidad. Somos seres humanos dotados de inteligencia, voluntad y libertad. Por tanto, si tales condicionamientos realmente existen, algunos cederán, otros los cuestionarán y harán su voluntad, y otros tratarán de cambiarlos por otros condicionamientos a su gusto: pues en definitiva, no hay nada más condicionado que las actitudes "políticamente correctas" que asumen quienes al parecer, desean recibir el aplauso de las corrientes de moda. Y no es cierto que en todos los casos, los deseos sexuales femeninos disminuyan y que en los varones se repriman los "naturales sentimientos de ternura" debido a los "condicionamientos culturales". ¿Qué hay de la vergüenza y el pudor, "marcado a fuego" en la naturaleza de todo ser humano? Ya intentaron eliminarlo de su diccionario los nudistas de Suecia y fracasaron. ¿Qué pasaría si no hubiera pudor, si no hubiera una “cota de contención" de los naturales sentimientos de ternura o de los deseos sexuales? ¿A quien se le ocurre fabricar un vehículo sin frenos, llámese camión, ferrocarril o avión? Pues el hombre tiene unos frenos naturales; si careciera de ellos, andaría como los animales, yendo a la cama cuando le viniera en gana, comiendo cuando y cuanto quisiera, en fin, viviría en un mundo puramente hedonista, rechazando los dictados de la recta razón. Y habrían más juicios por acoso sexual, sin duda... Es necesario darle mayor valor más la castidad, del latín "castum agere"9, que significa en definitiva, "poner orden". Existen cientos, miles de testimonios de hombres y mujeres que han vivido y viven maravillosa y alegremente la vida, llenando de sentido su existencia y la de quienes les rodean, y que han renunciado a las relaciones sexuales porque han ordenado con toda libertad, su mente, su corazón y sus sentidos a un amor más grande. 45. En la página 47, dice el libro: "A través del deseo puedes tener fantasías sexuales, experimentar sentimientos de tensión, o necesidad de entrar en contacto corporal con otras personas. El deseo se encuentra estrechamente ligado a los sentimientos, las experiencias infantiles, los miedos, la educación familiar, las características personales, etc." (...) "La atracción sexual parte del deseo y se dirige hacia la persona que puede ser real o imaginaria. Es percibida como un estímulo que resulta excitante, al punto que llega a provocar una necesidad de aproximación, o de concreción de la relación". 9 Cfr. Gran Enciclopedia Rialp 16 (...) "los comportamientos sexuales se manifiestan a través de los besos, las miradas, las caricias, los juegos corporales y el coito". "El enamoramiento requiere y supone la existencia del deseo y de la atracción hacia aquella persona que se nos hace imprescindible y que no puede ser sustituida por otra". Simplemente dos comentarios para no entrar en prolongadas reiteraciones: se continúan evitando las referencias a las relaciones con personas del otro sexo. Aunque hay que admitir que en las fotos o dibujos -tal vez para evitar críticas originadas en los "conservadores condicionamientos culturales" de la sociedad uruguaya, tal vez por los suyos propios-, no se atrevieron los autores del libro a poner besos o abrazos entre homosexuales, lo cual es de agradecer... Por otra parte, ¿qué necesidad de tantas descripciones sobre lo bello y placentero de las relaciones sexuales a adolescentes de tercero de liceo? El sexo es algo muy bueno, pero sólo en la medida que esté ordenado a sus fines naturales: dentro de una matrimonio comprometido a vivir la fidelidad y abierta a la prole. Aquí, sólo se habla de placer; no se menciona la importancia de la fidelidad -la pareja estable es recomendada por la OMS en su lucha contra el SIDA y por el propio ONUSIDA-, del compromiso, de la entrega. Sólo se habla de recibir placer, nunca de dar, nunca de abstenerse hoy para darse por entero más adelante; nunca se menciona que la razón debe primar sobre los sentidos. Pese a ello, el libro menciona una y otra vez una palabra que, al parecer, les queda demasiado grande a sus autores: RESPONSABILIDAD. 46. Dice el libro en la página 48: "Al relacionarnos afectivamente con otra persona, debemos tener en cuenta no sólo nuestros deseos, sino también los sentimientos, necesidades e intereses del otro." ¡Por fin se acuerdan del otro! Claro, que apareciendo esto al final de una verdadera apología sobre las bondades de las relaciones sexuales prematuras, es lógico preguntarse si un chico o una chica que no habían considerado hasta ahora acostarse con su novia o novio, no se verán obligados -pese a su libertad de elección- por los "condicionamientos culturales" que les crea el libro, a mantener relaciones sexuales en atención a "los sentimientos, necesidades e intereses del otro." Porque si mantener relaciones sexuales se presenta como algo positivo, y no tenerlas como "represión" condicionada, etc., no hay alternativa: hay que decidir a favor de tales relaciones, so pena de ser tachado de reprimido, condicionado, etc. Lo cual es muy duro para un adolescente que está en plena búsqueda de afirmación de su personalidad... 47. En la página 49, el libro dice: "Las relaciones sexuales satisfactorias, placenteras, dignas de vivirse, son las que se basan precisamente en la comunicación y el respeto mutuo y se establecen en un clima de afecto." Nosotros decimos: Estamos de acuerdo en gran parte con esta afirmación. Pero las relaciones verdaderamente respetuosas y afectuosas, requieren de un compromiso profundo, que únicamente se logra en el matrimonio, no a los 15 años con un "noviecito" o "noviecita", con quien difícilmente se establecerá una relación de compromiso serio, para toda la vida. Cuando no hay entrega total, sin condiciones, el respeto suele faltar, y salvo raras excepciones, lo más que puede esperarse, es que haya un egoísmo compartido. 17 48. Más adelante, se afirma con contundencia: "No permitas nunca que limiten tu libertad de elección respecto de los sentimientos y comportamientos sexuales. Tú eres el dueño de tus propias decisiones y debes tomarlas de manera informada y responsable, cuidando tu salud y la del otro." Está claro: los educadores inculcan a los adolescentes que no permitan a sus padres poner límites a sus decisiones y comportamientos sexuales. Desde este punto de vista, deben ser unos tontos quienes aprobaron la ley que exige la autorización de los padres para contraer matrimonio a los menores de edad... Algunas preguntas nos vienen a la cabeza: ¿Cómo los autores tienen la osadía de exigir responsabilidad a los adolescentes, cuando ellos mismos los inducen a comportarse irresponsablemente, demostrando de este modo la mayor de las irresponsabilidades, al hacer un pésimo uso -un abuso- del poder que la sociedad ha depositado en sus manos? ¿Acaso se creen los dueños absolutos de ese poder? ¿Creen tal vez que pueden hacer con él lo que les venga en gana, incluso incitar a desobedecer a los padres? 49. Entre las páginas 50 y 53, el libro abunda en detalles describiendo lo que el libro llama "Respuesta Sexual Humana". No nos vamos a extender sobre esta larga y abstrusa disquisición sobre los mecanismos de excitación, clímax, etc. No necesitan de nuestra crítica: hablan por sí solos de su impertinencia cuando se tiene en cuenta el público objetivo del libro. Simplemente, llamamos la atención sobre lo que vendría a ser una especie de síntesis de la intención con que se han escrito estas páginas. Dice el libro: "A pesar de la similitud con que se define la respuesta sexual de los varones y de las mujeres, hay algunas diferencias que es fundamental que conozcas a fin de que puedas lograr relaciones sexuales gratificantes y placenteras." Si a alguien le quedaba alguna duda en cuanto a que el libro tiene como fin enseñar a los adolescentes a mantener relaciones sexuales -para más datos, gratificantes y placenteras, pero no necesariamente comprometidas y por tanto responsables-, puede dejar de hacerse ilusiones... CRÍTICAS AL CAPÍTULO V - ACCIONES QUE PROMUEVEN MI SALUD Y PREVIENEN ENFERMEDADES 50. Dice el libro en la pág. 55: "es importante hablar sobre sexualidad, sobre sexo seguro, sobre las infecciones de transmisión sexual y su prevención, así como reflexionar acerca de los distintos métodos para evitar el embarazo." Este es el tipo de responsabilidad a la que alude reiteradamente el libro: ellos no dudan de que hay que promover el sexo; pero, eso sí, el sexo "seguro". Por dos razones: para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, y para evitar el embarazo, que al tratarse bajo el título "Acciones que promueven mi salud y previenen enfermedades", es tratado subliminalmente, como una "enfermedad". Claro, que el "sexo" que el libro plantea, es por demás inseguro, por varias razones: En primer lugar, porque estamos hablando de adolescentes que, en general, son bastante irresponsables. Esto, cualquier padre lo sabe; parece ilógico que los 18 educadores lo olviden, máxime cuando abundan los estudios sobre el tema... (ver cita en el punto 48). En segundo lugar, porque nada tiene que ver el sexo -tal como aquí se plantea-, con el amor verdadero. En tercer lugar, porque no hay garantía ninguna de que el preservativo (principal método propuesto para el "sexo seguro") no se rompa, no se salga, no quede mal puesto, u otros fallos que se dan con frecuencia en la realidad. Estos problemas, lógicamente conspiran contra la seguridad del tal "sexo", y son tratados muy superficialmente por el mismo libro en la pág. 86, a la que nos referiremos más adelante. En cuarto lugar, porque al inducir el inicio temprano de las relaciones sexuales entre personas que en general, no son capaces de asumir un compromiso maduro, firme y duradero, se induce al mismo tiempo la promiscuidad entre los adolescentes, que se caracterizan entre otras cosas, por la inestabilidad de sus emociones, preferencias o simpatías. Y al inducir la promiscuidad entre personas irresponsables, se incrementa el número de embarazos no deseados y en consecuencia, el número de abortos. Estas afirmaciones están bien documentadas10: El que a más "educación sexual" de ese tipo, se obtienen más casos de embarazos juveniles, fue suficientemente documentado por S. Roylance, J. A. Ford y J. Kasun en su testimonio ante el Comité del Senado sobre Trabajo y Recursos Humanos, en Marzo de 1981. Sus datos mostraron que los embarazos aumentaron conforme se introdujeron estos nuevos programas: Los Estados con gastos más altos mostraron los niveles más altos de embarazos y de abortos. En California, uno de los estados pioneros, la tasa de embarazos creció 20 veces más rápido de 1970 a 1976 que en el resto de la nación, y en el condado de Humboldt, este aumento fue 40 veces más rápido después de la introducción de los programas de "educación sexual". Alguien puede decir, que eso no quiere decir nada pues quizá si no hubieran tenido lugar esos programas las cifras hubieran sido más altas. Pues no, también están los datos para desmentirlo. En Utah en 1980, se aprobó una ley que requiere el consentimiento paterno para la distribución de contraceptivos a menores: hubo un descenso sustancial de la asistencia la clínica, las cifras de embarazos y de abortos de adolescentes también descendieron Un resultado similar se observó en Minnesota a partir de una ley de 1981 que obligaba a notificar a los padres. En New Haven había tres escuelas similares. Una de ellas instauró un amplio programa de "educación sexual" 11 años antes, que condujo a un espectacular aumento del número de embarazos comparado con las otras dos escuelas que no ofrecieron ese programa. Se concluyó ese estudio diciendo que era necesaria más investigación y evidencia estadística antes de adoptar tales programas, que, en su opinión "pueden estar contribuyendo al problema". Todos estos ejemplos no sólo revelan la ineficacia de esa "educación sexual" sino que también pone en evidencia una de estas dos cosas: o que son muy tontos los que diseñan los programas, o que hay otros fines muchas veces inconfesables. Hay casos en los que sí confiesan las auténticas finalidades. En 1982 el Dr. H. H. Newman, 10 Revista Arbil. Anotaciones de Pensamiento y Crítica, Nº 19. Versión Electrónica. 19 director médico del departamento de Salud de New Haven, escribió que, con la excusa de reducir los embarazos entre adolescentes, los programas de educación sexual intentaron enseñar a los niños a alcanzar el ajuste sexual, a explorar cuestiones como la masturbación, técnicas sexuales, homosexualidad, y violación. En sus palabras: "En lugar de enseñar a los jóvenes a evitar un embarazo no deseado y sus consecuencias, les enseñamos que la alegría del sexo es su herencia humana". Para la sociedad en general, parece evidente que la "educación sexual" ha fracasado y está fracasando. El que a pesar de todo insistan e insistan con esos programas lleva a la conclusión inevitable de que el verdadero objetivo ha sido y es, cambiar las actitudes sociales hacia el sexo, aboliendo cualquier norma tradicional en este campo y alentando la aceptación de prácticas que muchos padres consideran desviadas. Tales metas son difíciles de defender en un debate público, por eso se resguardan y tratan de mantener el mito del SIDA y de la prevención de embarazos. Estas organizaciones que difunden esos programas no asumen después ninguna responsabilidad de los desastres que dejan atrás, que afectan a los jóvenes, cuando sus intentos de ingeniería social fallan. Enseñan a seres humanos jóvenes inmaduros como hechos, ideas basadas en opiniones no comprobadas pero de moda, rechazando absolutamente la sabiduría de siglos de civilización. Y al final, se añade, el que no quieren recoger los platos rotos: jóvenes desmotivados, fáciles presas del SIDA, de la droga y de tantas otras lacras sociales que anula su personalidad. Los programas que se han llevado a cabo en EE.UU. con vistas a la prevención del SIDA también se han mostrado ineficaces, al haber nacido con la misma doctrina con la que nacieron sus hermanos mayores, sobre "educación sexual". Hay numerosas publicaciones científicas que afirman que la educación sexual / VIH ha fracasado sistemáticamente en su intento de producir cambios significativos en la conducta de los adolescentes, sobre todo por lo que se refiere a un comportamiento que reduzca el riesgo de contagio. Un resumen completo de todos los estudios anteriores lo hace A. R. Shiffman, que afirma: "El conocimiento acerca del SIDA o de la infección por VIH y su prevención no se asoció con ningún cambio en las conductas de riesgo, ni tampoco lo estuvo con el número de fuentes de información acerca de la epidemia, ni con el conocimiento directo de pacientes infectados, ni con la estimación del riesgo personal, ni con el consejo de someterse a una prueba de VIH. De hecho los jóvenes cuyas conductas de riesgo aumentaron más, fueron los que tuvieron más probabilidades de conocer a alguien que había muerto de SIDA, y que estimaron su propio riesgo como alto. La mayoría de los jóvenes dijeron que no usaban preservativos regularmente, por que no les gustaba, y que tenían poca confianza en su capacidad protectora". Es fácil darse cuenta que los adolescentes emprenden la actividad sexual debido a problemas más profundos, y por más instrucción sexual que se les de, no cambiarán sus comportamientos de riesgo. Hay que plantearse arreglar los cimientos antes de dedicar tiempo y más tiempo a reparar el tejado con tejas quebradizas. Gilmore et al. informaron que la conducta sexual peligrosa se asocia con abuso de medicamentos y alcohol, tabaquismo y delincuencia. En cambio, en su estudio, los adolescentes comprometidos con los valores, actividades e instituciones convencionales, tales como la familia y la iglesia, tenían menos probabilidad de emprender una conducta sexual peligrosa "presumiblemente porque piensan más en el futuro". Está claro que los adolescentes raramente emprenden una sola conducta problemática como droga, 20 violencia, robo, fracaso escolar, expulsión del centro escolar. Por contra, tienden a llevar a cabo conductas con múltiples problemas. La cita es larga, pero vale la pena. Porque estamos también ante un problema de soberanía: como siempre, vamos atrasados en la "importación" de productos, modas y costumbres. Seguimos comprando los remedios, pesticidas y programas de educación sexual, que ya han contaminado a otras sociedades más "avanzadas", y como buenos productos de deshecho, intentan vendérnoslos a nosotros. Lo peor de todo, es que el mismo modelo de libro, el mismo modelo de intervención en las conciencias juveniles, luego de haber fracasado en los países industrializados, lo están vendiendo, lo está imponiendo la ONU en Venezuela, Paraguay, Argentina, Brasil, Bolivia, en fin, en toda América Latina... SÍ. Estamos ante una ideología que pretende intervenir a escala global, sin respetar soberanías, creencias ni tradiciones de los pueblos. En una carta aparecida en El Observador el día 29 de Mayo de 2000, se afirma que "la Kainer Family Foundation, una organización dedicada a estudiar todos los aspectos de la vida familiar, que se relaciona con acciones de gobierno y de otros sectores de la educación en Estados Unidos, se señala que un 35% de los directores de escuela primaria y secundaria ya han adoptado lo que se llama abstinence only approach". ¿Alguien se ha preguntado por qué, en el país que hasta hace poco promovía la "libertad" más absoluta en materia sexual, se está comenzando a transitar por otros caminos? La respuesta es simple: los programas de educación sexual similares a los propuestos en este libro, han sido un rotundo fracaso, y actualmente, están siendo sustituidos por otros, basados en la abstinencia. Pero sigamos con el libro. 51. En la página 58, bajo el subtítulo: "Cómo evitar el embarazo", aparecen un par de recortes de diarios. Uno de ellos, del 30/09/99, dice: "¿El embarazo adolescente es un reflejo de la sociedad? En Gran Bretaña, el embarazo adolescente es un drama social. En Uruguay todavía no, pero va camino de ello..." Estamos plenamente de acuerdo con esta afirmación. Con programas de educación sexual como el que se propone, vamos sin duda en ese camino. Porque en Gran Bretaña, la misma lucha que iniciamos hoy nosotros, la inició hace más de veinte años Victoria Gillick. Esta buena señora, "es una madre de familia que defendió durante años el derecho de los padres a la educación sexual de sus hijos, frente a determinados programas del Gobierno inglés. Su historia se cuenta en (el libro) "Relato de una madre". El caso se inició en 1978, en ese año el Ministerio de Salud británico puso en funcionamiento ciertos consultorios especiales de control de la natalidad para chicas jóvenes. En ellos, las escolares, aunque fueran menores de edad podían obtener anticonceptivos, con la garantía de que no se enterarían sus padres. Victoria Gillick después de unos años de ser portavoz de los "Padres de Suffolk" decide emprender una acción judicial. Tras perder en primera instancia, el Tribunal de Apelación la da la razón, en lo que se consideró una sentencia histórica. Pero en octubre de 1985 el caso llega a la Cámara de los Lores y pierde el último asalto por un voto. Sin embargo su esfuerzo no fue infructuoso pues despertó y empujó a mucha gente. Entre ambas decisivas sentencias, los agoreros pronosticaban que debido a que las niñas no tendrían fácil acceso a los anticonceptivos, el número de embarazos entre adolescentes aumentaría. Decían que hasta veinticinco mil llegaría la cifra. Si Victoria Gillick perdió finalmente el pleito en la Cámara de los Lores, lo ganó en el campo de 21 los datos reales. El número de embarazos ni había aumentado, ni se había estabilizado: de hecho, había disminuido en 1985. Así, por ejemplo, lo reconocía la Revista Británica de Planificación Familiar: "La disminución del número de adolescentes que acudieron a los dispensarios y a los consultorios de los médicos generales no se ha acompañado, contrariamente a lo que se vaticinaba, de una subida general de embarazos no deseados, o bien porque las adolescentes han usado métodos de contracepción que no necesitaban receta médica, o porque se han abstenido del acto sexual". Al haber fijado en dieciséis años la edad para el consentimiento válido, los Jueces del Tribunal de Apelación habían reducido en una tercera parte la tasa de promiscuidad de las menores." Pero la Señora Gillick perdió, y luego de la última sentencia, se volvió a los programas que promovían la promiscuidad entre los adolescentes. Hoy en día, "en Gran Bretaña, el embarazo adolescente es un drama social"..., con el resultado que nos hoy presenta el libro, extractado de un diario. ¿Cómo no vamos a estar de acuerdo? ¡Si esto ya está sucediendo en Uruguay! (ver punto 55.) Por otra parte, cabe recordar algunos documentos que Victoria Gillick cita en su libro "Relato de una madre", por su semejanza con lo que parece ser la opinión de algunos docentes uruguayos: En medio de la campaña de los padres contra el Estado, Lady Helen Brook (del bando de los "liberales"), afirmaba: "Lo que todo padre debe saber es que hay innumerables hombres y mujeres, padres y madres, que son demasiado egoístas, demasiado ignorantes o demasiado perezosos, para preocuparse de la educación general de sus hijos. Es ahora privilegio del Estado paternal tomar las decisiones más importantes del nacimiento a la muerte: objetivamente y sin mezcla de emociones, el Estado determinará lo que es mejor para los menores. ¿Con qué nos quedamos? ¿Con la inocencia ignorante o con la cuidadosa enseñanza sobre los hechos de la vida ofrecida en las escuelas por maestros dedicados a ello?" Y nos preguntamos: ¿Es esto lo que queremos para nuestros hijos? ¿Nos dejaremos tratar así por los docentes? En otro pasaje del libro, Gillick habla de un libro que la tal Lady Brook regalaba en bibliotecas y colegios. El nombre del libro era "Hazle feliz". Según un reportero del Times (que en Inglaterra los hay muy valientes), era "el libro más sucio de entre los de su clase". Comenta la autora de "Relato de una madre": "Yo lo ví. Me lo envió una maestra de Ipswich, que lo había recibido de los Consultorios Brook como parte de un paquete de educación sexual. Esta maestra se quedó tan avergonzada de lo que había leído en el libro, de los detalles dados a los niños sobre las desviaciones sexuales, a solas, entre dos o entre muchos , conocidas a hombres o animales, que me hizo lo llegar para que supiera qué cosas estaban repartiendo... La lectura del libro me puso enferma. No por su contenido, sino por el lenguaje -amistoso, coloquial y pícaramente dirigido a chiquillos- en el que se describían esas perversas prácticas." ¿Suena conocido? 52. Más abajo en la misma página, dice el libro: "Te proponemos discutir con tus amigos sobre las consecuencias positivas y/o negativas que derivan de un embarazo en la adolescencia." Nos preguntamos que consecuencias positivas puede tener el embarazo adolescente. Por otra parte, si agregáramos: " a fin de que puedas lograr relaciones sexuales gratificantes y placenteras" dice más arriba: este libro propone sexo por placer, y 22 sexo sin reproducción: sexo sin compromiso. ¿Cómo puede darse un comportamiento responsable y seguro donde no hay compromiso? 53. A continuación habla de los riesgos del embarazo en la adolescencia, y en la pág. 59 afirma: "Procurar una sexualidad más libre y responsable conduce a pensar en los métodos anticonceptivos, con el fin de evitar embarazos no deseados." Si como nosotros proponemos, el modelo educativo se basara en la abstinencia, si se educara para retrasar el inicio de las relaciones sexuales hasta la madurez, al momento del matrimonio o al menos, de la formación de una pareja estable, no habría porqué preocuparse por evitar los embarazos con métodos anticonceptivos artificiales, ya que, en cualquier caso, aquellos serían mínimos. Pero no, se da por sentado que es imposible abstenerse de mantener relaciones sexuales, que los jóvenes no son capaces de comportarse como seres humanos, que son animalitos que deben satisfacer sus "necesidades" de satisfacción sexual a como de lugar. La consecuencia es lógica: se incrementa el número de embarazos adolescentes, porque no se tienen en cuenta los fines naturales de la sexualidad: la manifestación del amor de los esposos y la apertura a la prole. El placer, que no es un medio, sino una consecuencia de las relaciones sexuales, se pone como fin; y cuando los fines naturales dejan de ser considerados como tales, no se tienen ya reparos en quitarlos del medio. Así de simple el razonamiento. 54. Como decíamos arriba, estamos de acuerdo en que nuestro país, va por el mismo camino en materia de embarazo adolescente, que el iniciado por Gran Bretaña hace ya más de dos décadas. Informa el libro: "Es posible elegir entre varios métodos anticonceptivos, pero esta elección debe ser realizada por la pareja conociendo las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos, de manera de escoger aquel que mejor se adapte al estilo de vida, frecuencia y características de sus relaciones. Para tomar esa decisión es conveniente informarse y buscar asesoramiento con un médico ginecólogo. El médico es un especialista en estos temas y se halla preparado para dialogar y ayudar a encontrar las respuestas a las interrogantes que se plantea la pareja. Quizás la primera consulta provoque algún temor o angustia, pero debes saber que debido al "secreto profesional" , el médico mantendrá en reserva lo conversado. Además, durante esa comunicación podrán aclararse las dudas, erradicar los mitos, y, sobre todo, podrá crearse una relación basada en la confianza. "En algunos centros de salud, hospitales y mutualistas del Uruguay, existen servicios específicos para adolescentes". Algunos comentarios nos merece toda esta información: En primer lugar, es una voz de alerta: según este libro nos descubre, en Uruguay, hay médicos que atienden a adolescentes y les recomiendan métodos anticonceptivos sin el consentimiento de sus padres. Esto es sumamente grave. Nos preguntamos: ¿hay legislación sobre el tema? Porque si hay medicamentos que necesitan de la 23 aprobación de los padres para que los compre un niño, que hay de los anticonceptivos? En segundo lugar, el libro recomienda que la decisión se tome "en pareja", con lo cual, los padres quedan afuera. Más aún, asegura que es posible confiar en el "secreto profesional" del médico, que mantendrá "en reserva lo conversado". ¿En reserva de quien? ¿A quien le puede interesar lo conversado entre una pareja de adolescentes y su ginecólogo, a excepción de los padres de ambos? El libro entra por caminos muy peligrosos, porque luego de poner en duda los modelos de los mayores, luego de decir a los adolescentes que nadie les puede impedir tomar sus propias decisiones en cuanto a sus comportamientos sexuales, ahora llega a promover el secreto entre padres e hijos, en un tema por demás importante. Para desgracia de todos los uruguayos, queda demostrado que se están aplicando los mismos modelos que han fracasado en otros países. Ello demanda una revisión profunda no solo de los programas de educación sexual, sino de la legislación sobre las condiciones y exigencias de los centros sanitarios y de los médicos ginecólogos al momento de atender a las adolescentes. Todo asesoramiento en materia anticonceptiva, debería ser dado con en presencia y con el consentimiento de los padres, no por detrás de ellos. 55. Entre las págs. 60 y 64, el libro se explaya en la descripción de varios métodos anticonceptivos: preservativos, píldoras, coito interrupto, métodos naturales, diafragma, espermicidas, dispositivo intrauterino o DIU, y ¡ligadura de trompas y vasectomía!. Es increíble que se les hable a los adolescentes de métodos de esterilización quirúrgica, sin aclarar en ningún momento, que son operaciones irreversibles en la mayoría de los casos, que los pueden dejar estériles para toda la vida. Es lamentable que no se mencione que “la píldora” puede provocar esterilidad cuando se consumen desde la adolescencia o bien cáncer del cuello del útero; y puede ser abortiva en muchos casos, dependiendo del principio activo. Y es una grave omisión el no hacer referencia a que de acuerdo con la ética médica, los facultativos que receten el DIU deben advertir a sus pacientes que tiene efectos abortivos. Obviamente, por encima de todos los métodos, se pone al preservativo, la panacea en la lucha contra el SIDA. Según el libro, los demás métodos "no evitan las infecciones de transmisión sexual." En la página 64, el libro pregunta: "Sabiendo los beneficios que tiene el uso de preservativos durante las relaciones sexuales para prevenir el embarazo y la transmisión de infecciones: ¿Qué argumentos has escuchado de por qué no se utilizan? ¿Tienes idea del precio que tienen los preservativos y dónde se pueden adquirir?" Aunque son baratos, existen abundantes argumentos en contra de los preservativos, que no son seguros 100% para evitar el embarazo; mucho menos para evitar el SIDA, ya que las posibilidades de quedar embarazada se reducen al período fértil, pero el SIDA contagia SIEMPRE. Pero vayamos a los documentos: En los Estados Unidos, se publicó hace poco un estudio titulado "Transmisión del virus de la Hepatitis B, de un cirujano a múltiples pacientes, sin pruebas de un control 24 infeccioso inadecuado". (Harpaz R, von Seildlein L, Avenhoft FM, et al (Natl Ctr for infectious Diseases, Atlanta, Ga; Univ. De California, Los Angeles: Los Angeles County Healt Dept); New England Journal Med. 334: 549-554, 1996). Sucede que un cirujano con Hepatitis B, operó a 144 pacientes cumpliendo todos los procedimientos recomendados para el control de las infecciones. De ellos, el 13% (19 pacientes), resultaron infectados con el virus, no habiéndose detectado ninguna otra fuente común de infección por el Virus de la Hepatitis B. Las "pruebas bioquímicas pertenecientes al cirujano infectado coincidían con las de los pacientes infectados. Si bien la capacitación técnica del cirujano no implicaba un problema, las altas concentraciones del virus, sumadas a lesiones de corte en sus dedos parecidas a las producidas con un papel durante la sutura, pueden haber contribuido a la transmisión de la enfermedad en caso de la rotura de los guantes." Los autores señalaron que "no existen pruebas concluyentes con respecto a la eficacia del uso de guantes dobles para proteger a los pacientes de infecciones transmitidas en la sangre. Los últimos estudios sugieren que los guantes saturados de líquidos pueden perder eficacia como barrera protectora". Por último este estudio señala "la necesidad de todos los médicos de la vacunación contra la Hepatitis B." El autor del artículo donde se cita esta experiencia, se pregunta: "¿Qué eficacia pueden tener los preservativos en evitar la transmisión de enfermedades virósicas por vía sexual (como la hepatitis B o el SIDA) si este caso plantea que los dobles guantes en cirugía no son seguros en cuanto a que pueden tener roturas o simplemente perder su eficacia por el solo hecho de tener contacto con líquidos? ¿Cuánta es la incidencia de contagio de una persona infectada por virus del SIDA si en este caso un 13% de los pacientes que tuvieron contacto con el infectado enfermaron a pesar "de que tanto el cirujano como el hospital habían cumplido con los requerimientos aconsejados para el control de infecciones?. El artículo termina diciendo que "este trágico brote se hubiera evitado si el infectado (en este caso el cirujano) hubiera recibido la vacuna contra la hepatitis B para no infectar a los demás. ¿Cuál es la vacuna que existe contra el SIDA?." Y concluye: "El SIDA mata!!!. Lo que queda claro es que aconsejar el uso del preservativo crea una falsa seguridad y es lo mismo que darle a un joven una pistolita de agua para apagar un incendio". Vale la pena recurrir a un informe titulado "A Warning to Women on AIDS, Counting on Condoms is Flirting with Death" (Advertencia a las mujeres sobre el SIDA, contar con los preservativos es coquetear con la muerte) que la revista Newsweek publicó Agosto 31 de 1987 (p.72): "Existe una creciente inquietud en algunos funcionarios gubernamentales responsables del área de la salud, que a diferencia de otros, dudan de la supuesta protección que otorgan los preservativos. Una inspección realizada por la Administración de Alimentos y Fármacos en más de 50,000 preservativos, revela que por lo menos 1 de cada 50 no llenó los requisitos mínimos de goteo o derrame. Y si bien estudios de laboratorio han demostrado que los preservativos de látex bloquean la entrada del virus del SIDA, no existe evidencia alguna de que ese bloqueo pueda mantenerse, científicamente hablando, durante el acto sexual. Más aún, los investigadores observaron que los preservativos tienen un promedio del 10% de falla en la prevención de embarazos. Por ende, la protección que pudieran generar contra 25 el virus del SIDA sería considerablemente menor, ya que el virus es mucho más pequeño que el espermatozoide humano." A continuación tres extractos de tres artículos diferentes pero iguales en su contenido, publicados, en primer término por la III Conferencia Internacional del SIDA (Volumen Abstracto, p.213), segundo, por el British Journal of Medicine, (Sept. 11, 1987), y tercero por la Dra. Margaret Fischi, basado en un estudio realizado en la Universidad de Miami y otros estudios relacionados, llevados a cabo en familias que cuentan con uno o más miembros, infectados por el virus del SIDA: 1) "Durante un estudio de 1000 hombres bisexuales y homosexuales, un 8% reportó que los preservativos se les rompieron y un 5% que se les rasgaron." 2) "En el primer estudio controlado sobre el uso de preservativos, 17 parejas de homosexuales holandeses realizaron actos sexuales con profilácticos de diversos orígenes, reportando un total de 21 rupturas y 30 desgarros, lo que equivale a un promedio de falla de un 26%." 3) "Nuestro estudio indica que 3 de cada 18 hombres, hetero u homosexuales, han infectado a sus parejas mientras utilizaban preservativos." Dale L. Osterling, Doctor en Ginecología, en una carta publicada en el Citrus County Chronicle, el 15 de Julio de 1992, dice: "Como ginecólogo experimento, al igual que otros colegas, defectos en los guantes de látex que utilizamos en nuestra profesión; los mismos permiten en algunas oportunidades, el paso de sangre y otras secreciones a nuestras manos, y esto es de considerar, ya que por ejemplo, el virus que causa el SIDA (HIV) es 3 veces más pequeño que el virus del herpe simplex, 60 veces más pequeño que el virus de la sífilis y 450 veces más pequeño que el espermatozoide humano. Y así como la sangre pasa a través de un guante de látex, el espermatozoide puede penetrar a través de los preservativos y originar un embarazo, lo cual significa que un profiláctico en buenas condiciones posee un grado de impermeabilidad muy dudoso." A la vista de estos datos, cabe hacer el siguiente razonamiento lógico: Los guantes de látex, que son tres veces más gruesos que los preservativos, se pueden romper y/o pueden dejar pasar virus. Todo consumidor de preservativos, busca generalmente usar los más finos para obtener mayor placer. Si los gruesos guantes de látex se pueden romper y/o pueden dejar pasar microscópicos virus, los preservativos, especialmente los más finos, tienen una probabilidad de romperse o de permitir el pasaje de virus muy superior a la de los guantes de látex. 56. En la página 65, el libro dice: "¡Qué difícil es pensar en que podamos tener una ITS (Infección de Transmisión Sexual) a partir de una relación con la persona a quien amamos y que pensamos que también nos ama! Cuando estamos enamorados, cuando alguien nos gusta mucho, sólo hay espacio para las manifestaciones de cariño, de entrega, de amor y no pensamos mucho en la posibilidad de adquirir una ITS. 26 (...) Tanto varones como mujeres debemos aprender a conversar con franqueza de estos temas. Nosotros nos preguntamos: ¿Por qué rebajar el amor, identificándolo sólo con el mantenimiento de relaciones sexuales, a través de las cuales se corre el riesgo de transmitir y/o contraer ITS? Es perfectamente posible amar al novio o la novia, sin mantener relaciones sexuales; es perfectamente posible llegar luego de un noviazgo bien vivido, al matrimonio, y establecer así una familia. Pero incluso eso, es deseable que suceda cuando las circunstancias estén dadas; es decir, cuando se trata de personas maduras, con una profesión cualquiera con la que mantenerse, etc. No cuando hablamos de adolescentes... En cuanto a conversar con franqueza de "estos temas", estamos de acuerdo; pero cada adolescente con sus padres, que son quienes mejor les ayudarán; después de todo, aún si cometieran errores -que todos los padres los cometen en todos los ordenes de la vida-, son ellos los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos, y no el Estado. Que –a la vista está- dista bastante de ser infalible… 57. Acerca de las ITS en general, sugiere el libro: "Conversemos sobre las ITS". Y dice: "La incidencia de estas afecciones ha aumentado significativamente, siendo los adolescentes los más afectados. ¿Por qué razón?... Por varias razones. Una de ellas está dada por el hecho de que en esta etapa de la vida comienzan las relaciones sexuales, desconociéndose los riesgos de las ITS y las formas de prevención. Otra razón, se refiere a los posibles cambios de vínculos sexuales, que incrementan los riesgos anteriormente señalados." Con eufemismos, se disimula la cruda verdad; este libro utiliza esta técnica, para evitar decir la verdadera razón del incremento de las ITS. El libro habla de "cambios de vínculos sexuales", evitando dar la explicación más sintética del problema: Se ha incrementado la promiscuidad (palabra tabú si las hay para quienes defienden este tipo de programas de "educación sexual"). Por otra parte, es una aberración afirmar que "en esta etapa de la vida comienzan las relaciones sexuales, desconociéndose los riesgos de las ITS y las formas de prevención." Pues si bien esto puede suceder en muchos casos, no hay que dar por sentado que es en esta etapa de la vida en que deben comenzar las relaciones sexuales. Pueden empezar mucho más tarde, como sucedía hasta no hace mucho tiempo -al menos entre las mujeres-. Nosotros afirmamos sin temor a equivocarnos, que en la medida que se eduque a varones y mujeres para abstenerse de mantener relaciones sexuales previo al matrimonio, o al menos a la formación de una pareja estable en la madurez, las ITS disminuirán. Pero si se siguen fomentando, seguirán creciendo porque los preservativos fallan con frecuencia, y al aumentar el número de relaciones sexuales y mantenerse los porcentajes de falla de los preservativos, las ITS aumentan. 27 Luego, el libro se explaya hasta la página 71. 58. En la página 68, bajo el título: "¿Cuáles son las ITS más frecuentes?", el libro afirma: "Otras ITS frecuentes son la sífilis y la heptatitis B." Destacamos este detalle, porque nos recuerda el caso que presentamos más arriba, en el que un médico usando guantes de látex contagió a sus pacientes de hepatitis B. 59. A partir de la pág. 72, se inicia un apartado titulado "Aprendiendo sobre el SIDA." Pero vayamos directamente a la página 76: "Veamos en detalle cómo se puede infectar una persona: Todas las formas de relaciones sexuales son potencialmente infectantes, si no se utilizan preservativos. Cualquier herida en las mucosas, incluso microscópica, puede ser la puerta de entrada para el ingreso del virus al organismo, durante las relaciones sexuales y el contacto con la sangre." Esta afirmación se basa, por supuesto, en que el preservativo nunca se rompe, ni se sale, ni se distiende con los fluidos corporales; en fin, que todo preservativo en toda relación sexual, funciona a la perfección. Pero este supuesto, aunque ideal, dista mucho de ser cien por ciento válido, representativo de la realidad. Por tanto, la promoción de las relaciones sexuales con la única defensa de un preservativo, es una actitud claramente irresponsable. 60. Luego de un periplo de 77 páginas de promoción entre los adolescentes de lo hermoso y atractivo de iniciar sus relaciones sexuales en esta etapa de la vida, se presenta un cuadro en la página 78 con dos columnas, que copiamos a continuación: CÓMO SE TRANSMITE CÓMO SE PREVIENE Por relaciones sexuales. Usando preservativos desde el comienzo de las relaciones sexuales. (Sexo seguro) No teniendo relaciones sexuales. A través de la sangre al compartir agujas y jeringas; No compartiendo agujas ni jeringas (incluyendo la de los tatuajes). Durante el consumo de intravenosas o en tatuajes. drogas No compartiendo cepillos de dientes, hojas de afeitar. Y sigue... Pero nos queremos detener sólo en dos puntos: El primero, es que el no tener relaciones sexuales aparece una sola vez en todo el libro, y en segundo lugar cuando debería ir primero -en vista de que es el el único mecanismo 100% seguro para evitar el contagio por esta vía-, mientras que el uso de 28 preservativos está primero, cuando debería ir segundo con la salvedad de que no es 100% seguro. Otro argumento para hablar con mayor frecuencia y en primer lugar la abstinencia, nos lo da paradójicamente, el último informe anual de ONUSIDA, patrocinador de este libro, cuando afirma: “Se comprueba un aumento esperanzador –aunque no suficiente– en el número de jóvenes que utilizan todos los enfoques de prevención disponibles, desde el aplazamiento del inicio de las relaciones sexuales hasta la reducción en el número de parejas ocasionales, pasando por las relaciones sexuales con protección”. ¿Porqué ONUSIDA Uruguay pone tanto énfasis entonces en un solo método? Otra pregunta razonable: ¿porqué en la fila de cómo prevenir el SIDA, no aparece "Evitar el consumo de drogas"?; solamente hace mención a que no se deben compartir agujas, etc. Pero no se pronuncia contra la droga, elemento fundamental en la transmisión del SIDA, puesto que un adolescente drogado, no es capaz de pensar en "cuidarse y cuidar al otro" tal como sugiere el libro. Si está muy "necesitado" de droga, ni siquiera es capaz -y esto ha sucedido- de dejar de claverse una aguja por más que se la de un amigo al que sabe infectado de SIDA. 61. En la página 81, el libro plantea un cuestionario "verdadero/falso" a los alumnos. La primera afirmación, dice así: a. Si las ITS no reciben tratamiento pueden tener consecuencias graves como la esterilidad. Evidentemente es una afirmación verdadera. Y nos parece muy bien que se advierta a los adolescentes sobre los riesgos de las ITS. Sin embargo, recordamos que nos parece muy mal que cuando mencionan los métodos anticonceptivos quirúrgicos, no hacen referencia ninguna a que pueden ser irreversibles, y que pueden traer como consecuencia grave, la esterilidad. 62. En la página 82, dice el libro: (...) "Como ya te comentamos anteriormente, la mayoría de estas enfermedades se curan fácilmente, y lo que es más importante es que todas ellas se pueden evitar. Pero también ya hemos dicho que hablar de SIDA, de prevención, de nuestra sexualidad no es algo fácil, por cuanto estos temas se mezclan con nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestros preconceptos, nuestras convicciones religiosas, etc." Y en la página 83 continúa: "Usar preservativos en las relaciones sexuales constituye un método de protección eficaz contra todas las infecciones de transmisión sexual, siempre y cuando se utilicen desde el inicio de la relación." En cierto modo, se le quita importancia a las peligrosas ITS y se le sugiere al adolescente: "puede que tu tengas dudas por distintos motivos, pero si sigues los consejos que te damos acá, y te despojas de tus preconceptos, convicciones religiosas, etc., te va a ir muy bien". Pero resulta que cualquier tipo de falla en los anticoncPetivos, puede ser mortal. Y sucede que son los datos que aporta la ciencia médica los que hablan por nosotros, no nuestros "preconceptos, convicciones religiosas, etc." En todo caso, los datos 29 científicos, pueden afirmarnos en ellas: no todas las infecciones de transmisión sexual, como verrugas o herpes, se evitan usando preservativos. 63. En la página 84, bajo el subtítulo Sexo Seguro, dice el libro: "Comúnmente se dice que "Sexo seguro" es usar preservativos durante las relaciones sexuales, para evitar un embarazo no deseado y para protegernos de las ITS. ¿Pero sólo en eso consiste el "sexo seguro"?" "Sexo seguro" es también: lograr una comunicación abierta con nuestra pareja sobre la base del respeto y la confianza, poder hablar francamente sobre nuestros sentimientos, compartir nuestros respectivos gustos del uno hacia el otro, eliminar toda forma de comunicación basada en presiones y/o amenazas, disfrutar de los besos, las caricias, el contacto físico sin temor. Antes que nada, recordemos por enésima vez, que estamos hablando de adolescentes. Por tanto, si hay verdadero respeto hacia la pareja, muy probablemente sea posible esperar unos años -pueden ser unos cuantos- para mantener relaciones sexuales. Y es claro que hay que hablar, comunicarse, etc. sin amenazas ni presiones, pero repetimos, el único sexo seguro, es el que no se tiene. Por otra parte, quienes realmente se aman -como los esposos-, hacen el amor, no "tienen sexo"... 64. "Para tener "sexo seguro" el uso del preservativo es importante, pero es preciso saber usarlo correctamente". Y más abajo se pregunta "¿Son realmente seguros?" y se contesta: "Sí, hoy podemos afirmar que si los preservativos se usan de manera correcta y se aplican en toda relación sexual, desde el inicio hasta el final de la misma, es un método eficaz para prevenir las ITS." La falacia de esta afirmación -desde que no es 100% eficaz por posibles fallas, rupturas, etc.-, fue suficientemente documentada arriba, por lo que pasamos a otra pregunta: "¿Cómo elegir un preservativo?" "Las normas internacionales y nacionales determinan que los preservativos deben ser de látex, con un reservorio en su extremo para que se deposite el semen." El LATU no tiene ningún estudio hecho en preservativos, ni nacionales ni importados. Es un hecho significativo que el encargado de controlar la calidad de todo producto a nivel nacional, y al que recurren las empresas más prestigiosas para obtener su sello de calidad, sea obviado por la industria anticoncepcionista, cuando se trata de controles de tanta trascendencia. 65. En las páginas 86 y 87 se describen algunos de los cuidados que hay que dar a los preservativos para que sigan siendo "efectivos": cuidar que no estén vencidos no dejarlos al sol no dejarlos próximos a una fuente de calor no dejarlos en el bolsillo de los pantalones porque pueden deteriorarse 30 no dejarlos en la billetera porque pueden dañarse no abrir el paquete con objetos punzantes no usar vaselina ni otro lubricante cremoso a base de aceite porque deteriora el látex, abriendo pequeños poros u orificios que no se ven a simple vista Todo lo cual, nos lleva a concluir que los preservativos, son extremadamente delicados y fáciles de dañar; por tanto, pueden perder fácilmente su efectividad. Otro detalle que se deben tener en cuenta, es que "el preservativo debe ser colocado antes de comenzar la relación sexual. Esto se debe a que durante la excitación, tanto en la mujer como en el hombre se producen secreciones que pueden tener, en caso de estar infectados, virus del SIDA." Si el preservativo se rompe durante la relación sexual -¡por fin se admite que pueden romperse!-, esta deberá interrumpirse, Retirar el preservativo roto y deshecharlo. La pareja debe higienizarse los órganos genitales. Para reiniciar la relación, deberá colocarse otro preservativo. En caso de que se haya producido eyaculación al romperse el preservativo, deberá consultarse al médico para evaluar los riesgos de embarazo y/o infección. El doctor podrá indicar medicación que ingerida en las dos horas inmediatas siguientes al coito evitará la posibilidad de embarazo." Queda claro que es posible para un médico inescrupuloso, recurrir al aborto utilizando la "píldora del día después" (RU-486). Pero nos quedan unas cuantas preguntas: 1) ¿Es acaso posible evitar la infección con SIDA con agua, jabón y una simple pastillita? 2) ¿Por qué un estudio -supuestamente serio- no da cifras de probabilidad de ruptura? 3) ¿Por qué se vuelve a hablar con eufemismos, de "evitar el embarazo", cuando en realidad se trata de matar el embrión ya formado? Aparte de proponer el aborto lisa y llanamente, como "solución final" al "problema" del embarazo (la RU-486 es una píldora abortiva), el libro no da una solución para el SIDA, porque no la hay; por tanto, el mismo libro corrobora que es mentira el slogan del "sexo seguro" que tanto pregona, desde que el preservativo se puede romper. Por eso -lo recordamos una vez más-, al fomentar la promiscuidad, estas campañas de sexo inseguro tienden a incrementar el SIDA, en lugar de reducirlo... 66. En la página 87, el libro presenta un esquema titulado: "La información favorece los comportamientos saludables: el SIDA PUEDE PREVENIRSE" Y donde trata de la transmisión por vía sexual del SIDA, vuelve a la carga con la recomendación del preservativo, mientras en segundo lugar, dice: "adoptando un comportamiento sexual responsable". Si esto equivale a decir abstinencia, estamos de acuerdo. Pero se da de bruces con la realidad sobre los cuidados que hay que tener y sobre las fallas que se dan en el uso de preservativos, lo cual no condice, como queda demostrado, con un comportamiento sexual responsable. 67. En la página 89, bajo el título "Una invitación a la vida", el libro vuelve a afirmar: Para vivir necesitas de ti y de los otros, en un compromiso responsable y creativo." Y luego dice "La promoción de la salud nos lleva a expresar la siguiente frase: 31 Cuidándote me cuido y cuidándome te cuido ¿Qué te sugiere la misma?" Pues a nosotros, para empezar, nos sugiere un gran egoísmo. Te cuido porque me conviene, y me cuidas porque te conviene. Con lo cual queda abierta la puerta para decir: si mañana no me conviene cuidarte -si tu pescaste el SIDA, gripe o anorexia y yo no-, no te cuidaré más. Es lo que sucede en toda relación basada en equilibrios de poder e intereses como las que se proponen en este libro, plagado de verdades a medias y por tanto, manifiestamente irresponsable. CONCLUSIONES El libro ¡Escucha, aprende, vive!, pretende ser un manual de educación sexual, con énfasis en la prevención del SIDA. Hasta ahí, no hay problema. La educación sexual o educación en el amor -como preferimos llamarla, pues lo sexual es un componente de tantos-, puede ser muy buena, y más aún la educación para la prevención del SIDA. Son temas en los es necesario educar. Las discrepancias están en el enfoque, y en quién educa en estas cuestiones. Este libro, para empezar, es incoherente. Por un lado habla de la necesidad de “tomar decisiones sexuales responsables”, de “cuidarme y cuidar al otro”, mientras que a renglón seguido promueve el inicio temprano de las relaciones sexuales y la promiscuidad ("intercambiar afecto y placer resulta hermoso y necesario"), apoyándose en el uso el uso del preservativo como herramienta cuasi infalible en la lucha contra el SIDA y el embarazo. Aunque no negamos que este método puede tener cierta eficacia, dista años luz de ser cien por ciento efectivo; si lo fuera, no habría recomendaciones en el libro acerca de "qué hacer si se rompe el preservativo". A eso le llaman “sexo seguro”. Es como si a uno le vendieran un paracaídas y le dieran instrucciones... por si falla. Con el agravante de que el preservativo no viene con un dispositivo de repuesto si el primero falla. En cualquier caso, el paracaidismo, como el sexo fuera de la pareja estable o el matrimonio, es un deporte de alto riesgo. Es por eso que afirmamos que el único sexo verdaderamente seguro, es el que no se tiene, o bien el que sabe esperar, por amor, a establecer un compromiso serio y responsable, manifestado en una entrega fiel, para toda la vida. A pesar de todo, alguien podría pensar que hasta aquí, en realidad, sólo nos separa con los autores del libro una mera cuestión de método, y que nuestras diferencias son puramente científicas. Que el preservativo es un mal menor con respecto al SIDA, y toda una lista de argumentos por demás conocida. Pero resulta que el problema es mucho más profundo; porque con la autoridad que ello implica, desde la “cátedra” de la enseñanza oficial, con el aval del Estado y organismos internacionales, el libro se dedica a: Promover la ideología de género, la cual entiende que las relaciones familiares se basan casi exclusivamente en un equilibrio o balance de poderes al interior de la pareja. Algo así como una “lucha de clases” doméstica, en que el oprimido debe vencer o dominar al opresor. Esta ideología -de claro origen marxista32 niega la naturaleza humana y en consecuencia, la libertad inherente a la persona, atribuyendo todas las diferencias comportamentales entre hombres y mujeres, a "construcciones culturales". Para los defensores del género, hay cinco sexos: heterosexual masculino, heterosexual femenino, homosexual masculino, heterosexual femenino y bisiexual. Todo alrededor de un punto medio: el individuo hermafrodita... Se atacan así los valores tradicionales de la familia uruguaya en su raíz. Se violentan sus principios y se hiere incluso, la soberanía nacional, al pretender inculcar a los adolescentes ideologías importadas de origen historicista. Predicar más o menos explícitamente, conceptos como la "desconstrucción" de la familia -en ningún momento se menciona la palabra matrimonio-, el relativismo moral, mediante la experimentación con escalas donde los valores se presentan como intercambiables, y el hedonismo, mediante la promoción de la búsqueda del placer por el placer mismo. Propugnar el inicio temprano de las relaciones sexuales, presentándolas como algo "hermoso y necesario". Nosotros nos preguntamos: si estos chicos son lo suficientemente maduros para asumir actitudes responsables frente a este tipo de problemas, ¿por qué no se baja a 14 años la edad para votar, manejar y -en lugar de andar con tantas vueltas- contraer matrimonio sin el consentimiento de los padres? Otra gravísimo hecho a destacar en este sentido , es que al tiempo que se promueve el relacionamiento sexual entre los adolescentes de cualquier sexo, se omite, se descalifica, y se discrimina en los hechos, cualquier comportamiento diferente. Promover comportamientos sexuales aberrantes entre los adolescentes, tales como la homosexualidad, presentándola como un comportamiento “normal” al que todo ser humano tiene “derecho”… Al libro le da lo mismo que el inicio sexual de los adolescentes sea “con personas del otro sexo o del mismo sexo”… Fomentar la absoluta independencia de los adolescentes ante cualquier tipo de decisiones: "No permitas nunca que limiten tu libertad de elección respecto de los sentimientos y comportamientos sexuales". Dichos como estos, probablemente generen en los adolescentes una actitud contestataria hacia la autoridad paterna. En una sociedad ya bastante conflictiva, estas afirmaciones dificultan aún más la educación de los hijos, pues tampoco se hace referencia alguna a la necesidad y a la importancia de amar, respetar, consultar y obedecer a los padres. Para colmo, el libro termina sugiriendo la visita al médico ginecólogo "en pareja", un tipo canchero en el que pueden confiar, ya que debido al "secreto profesional", no les puede contar nada a los padres acerca de las relaciones sexuales de los hijos... Desinformar, ya que no dice toda la verdad sobre las enfermedades o problemas físicos, directos o colaterales –algunos letales- que pueden provocar ciertos métodos anticonceptivos, ni sobre los índices de ineficacia de los preservativos. Porque además de la información escasa, fragmentaria y tendenciosa que se da acerca de los condones, resulta de extrema gravedad el hecho de que se "informe" a medias sobre la esterilización, la píldora, el DIU, etc. Aunque para ser justos, es importante destacar que el libro informa sobre una realidad bastante desconocida: el hecho de que hay médicos que recetan anticonceptivos a las adolescentes sin el consentimiento de sus padres. 33 Es en este sentido donde afirmamos que el libro yerra: no sólo porque promueve valores que no compartimos, sino porque de acuerdo con los principios laicos que rigen la educación pública, no es posible transmitir valores que afectan la conciencia personal, sin atentar contra la laicidad. Por dicha razón, sostenemos firmemente que es necesario estudiar la constitucionalidad de esta publicación, que maneja tantos “valores” y en forma tan explícita. La objeción de conciencia de quien no está dispuesto a recibir este tipo de educación o de quien no la quiere para sus hijos, debería primar sobre la voluntad del Estado de imponer el texto en las aulas. Un ejército de padres y hombres y mujeres de buena voluntad, -como se ha visto en la prensa- está profundamente alarmado por la aparición de este libro que pretende inculcar valores -o más bien antivalores- a sus hijos, sin tomarse la más mínima molestia en consultarlos. Los padres, no sólo tienen el derecho, sino que tienen la obligación de hacerse responsables de la educación de sus hijos. Por eso, cuando este derecho se viola, cuando otros pretenden ocupar el lugar de los padres para educar a sus alumnos del modo que les da la gana y no como los padres quieren, los padres deben recordar a los educadores y al Estado que les paga el sueldo, que ellos son simples colaboradores –no infalibles- de los padres. Mientras no se entienda esto, mientras los funcionarios del Estado se crean dueños de las conciencias de niños, adolescentes y jóvenes, y lo peor de todo, de derechos y obligaciones que son propios de los padres, no es posible hablar de libertad de enseñanza. Por ejemplo, nadie puede discutir que dos más dos es igual a cuatro, ni que Madrid es la capital de España; sí son opinables y discutibles los valores en los que cada familia quiere educar a sus hijos. Y el Estado no puede negar esa libertad a los padres, cuando al mismo tiempo los obliga a responsabilizarse por la educación de sus hijos. Ya que viene al caso, ¿dónde está el principio de subsidiariedad? Se concluye por lo expuesto, que es absolutamente necesaria la participación activa de asociaciones de padres con personería jurídica -para garantizar de alguna forma su seriedad-, en la elaboración y/o evaluación de todo material formativo en el área de educación en el amor, de educación en los valores. Por nuestra parte, proponemos en lugar de "¡Escucha, Aprende, Vive!", la elaboración de un manual de educación alternativo, basado en contenidos y propuestas adecuadas a la edad de los adolescentes, que promuevan conductas de "riesgo cero" frente al SIDA y el embarazo, y de gran aceptación en los centros educativos más prestigiosos de los Estados Unidos de América, donde luego de trágicas experiencias, muchos están intentando volver a los valores tradicionales. A MODO DE FINAL Antes de terminar, algunos comentarios más. A veces nos preguntamos si todo esto es sólo un tema ideológico, o si en alguna medida se están defendiendo intereses comerciales de todo un "complejo anticoncepcionsta", en del que viven fabricantes de herramientas y productos químicos anticonceptivos cuando no abortivos-, médicos, personal de enfermería y... pseudoeducadores. La pregunta cabe, porque es bastante inverosímil que con el SIDA y demás ITS rondando en la vuelta, con la OMS y ONUSIDA promoviendo a nivel internacional la lucha no en uno, sino en tres frentes –abstinencia, pareja estable y preservativo, en ese orden- se proponga una única conducta, de alto riesgo, a los adolescentes uruguayos. Conducta que en la escala de estos organismos, figura en el último 34 término, como "manotón de ahogado". La pregunta es asimismo pertinente, porque mientras se invierten miles de millones de dólares en anticonceptivos artificiales, promover conductas de "riesgo cero", es gratis, y no hay mercado alguno que se beneficie con ella,. Claro que hay que hacer un esfuerzo educativo mucho mayor y hay que enfrentarse con las corrientes ideológicas de moda. Concedemos que, aparte del negocio de la anticoncepción, la pereza y el querer mantener una actitud "políticamente correcta" frente a estos temas, pueden jugar también un rol importante en la aceptación del preservativo como panacea pera combatir el SIDA. Otra reflexión que nos merece el comportamiento de los promotores de la anticoncepción, es que parece copiado de la estrategia de marketing de la cadena Mc Donald´s (que, dicho sea de paso, en USA regala un preservativo con la compra de cada paquete de papas fritas...): Crean una gran infraestructura de juegos, payasos, regalos, etc., captar publico infantil, conquistar el mercado, y obtener la fidelidad de los consumidores a muy largo plazo. En nuestro caso, quienes "venden" anticoncepcionismo a los adolescentes a través de este libro redactado con estilo cómplice y canchero, seguramente lo seguirán haciendo cuando estos lleguen a la madurez. Y esto es peligroso en un país donde la demografía está haciendo implosión, donde la tasa de fertilidad cae en cada censo acercándonos a la despoblación que sufren hoy los países europeos. Para finalizar, queremos comentar un afirmación publicada en un editorial del diario El País, apoyando la difusión de este libro (9/7/2000): "La prioridad es una educación sexual correcta; el instrumento por el cual se llegue a ella es un tema secundario. El futuro de los jóvenes uruguayos está en juego". Nos preguntamos, antes que nada, si el editor se tomó el tiempo de leer el libro. Nos preguntamos si cree sinceramente que para una educación sexual correcta, es válido cualquier medio; si considera los medios como algo secundario, que no debe tenerse en cuenta, mientras se alcance el fin. Nos preguntamos si alguien considera posible que la educación sexual sea correcta -fin-, cuando el medio utilizado para enseñarla es incorrecto. La respuesta a estas interrogantes es clara: en todos los órdenes de la vida, los medios, son de capital importancia -la primera prioridad-, si se desea llegar al fin por caminos rectos. ¿O acaso echar pesticidas que contaminan el ambiente da lo mismo que aplicar otros que producen el mismo efecto en las plagas, pero sin perjudicar la ecología? Los programas que propone el CODICEN, fracasaron en todo el mundo rotundamente, elevando las cifras del problema que se pretende solucionar, mientras que los programas alternativos, basados en la abstinencia, las estabilizan o las reducen. Entonces, ¿es acaso lo de menos el medio que se usa para alcanzar el fin? Queremos que quede bien claro: si bien rechazamos la difusión de ESTE libro, no quiere rechacemos la educación en el amor -con su componente sexual incluido.. Simplemente, nos oponemos a ESTE libro por los valores que promueve y proponemos un enfoque alternativo, que tenga muy en cuenta la participación de los padres en materia tan delicada. Porque, seamos sinceros: ¿cuántos son los padres que después de haber leído el libro que proponen el CODICEN y ANEP, quieren realmente ESTE tipo de educación para sus hijos? ¿cuántos los 35 educadores inescrupulosos que tendrán el atrevimiento de "enseñar" los "valores" que este manual propone a los adolescentes?. Somos optimistas: tenemos pocas dudas acerca del sentido común de los miles de padres y maestros que se verán enfrentados con este dilema, y lo resolverán dejando de lado el libro de marras. A nuestro juicio, serán muy pocos los adolescentes perjudicados por este manual; pero aún si fuera para advertir a un solo profesor, a un solo matrimonio, acerca del daño que este libro puede causar a la juventud y de los peligros a los que la expone, habría valido la pena la elaboración de este informe. 36