APRENDIZAJE EFECTIVO1 María de la Salud Dávila B. Asesora Psicopedagógica Cuando se habla de aprendizaje, generalmente se hace hincapié en el elemento cognitivo, es decir, en qué se desea aprender y se deja de lado el elemento actitudinal que marca la disposición hacia ese aprendizaje. Es importante reflexionar en la actitud hacia el aprendizaje, ya que es un elemento que determina la efectividad del aprendizaje y nos permite comprender que recordar información no necesariamente es aprender, repetir información nos lleva al primer escalón del aprendizaje pero ascender y dominarlo implica comprenderlo y utilizarlo. Para lograrlo es necesario prepararse para aprender: I. Detectar problemas de actitud y corregirlos 1. Creer que no se sabe vs. Reconocer qué sabes Es común y lamentable escuchar que alguien inicia el estudio de una asignatura diciendo cosas como “no sé nada de esto”, “soy malísimo para esta materia”. Iniciar con esa actitud acerca un posible fracaso, es importante reconocer que a lo largo de nuestra vida hemos acumulado información y experiencia acerca de distintos saberes y que asombrosamente están ligados a eventos académicos. Por ejemplo, para quien se atreve a decir “no sé nada de matemáticas”, le pregunto: ¿realizas compras de manera exitosa?, ¿recuerdas y puedes escribir tu fecha de nacimiento y relacionarla con la edad que tienes y con el año en que vives?, ¿puedes elegir la cantidad del postre que más te gusta?, ¿pagas transporte adecuadamente?, ¿puedes darte cuenta si tu salario o mesada esta completo(a) cuando lo(a) recibes?, etcétera. Las respuestas a estas preguntas son conocimientos aritméticos que utilizas en tu vida diaria, los conocimientos que sirven de base a lo nuevo que se va a aprender se llaman “Conocimientos previos”, con la práctica y ayuda del asesor correspondiente podrás localizarlos y hacer uso de ellos en cada área del conocimiento. Reconocer que tienes una base sobre la cual vas a construir tu aprendizaje te dará seguridad y entusiasmo. 2. Abrirse. Reconocer que hay cosas que no se saben y es posible aprenderlas. Es necesario romper con los extremos, todos tenemos algunos conocimientos y desconocimientos. No debemos sentirnos mal cuando ignoramos algo, debemos verlo como una oportunidad para aprender. Tampoco debemos utilizar una máscara de “sabelotodo” porque nos aislará de las posibles oportunidades para aprender más o mejorar el conocimiento que tenemos. Por ejemplo, si alguien habla de las “máquinas de vapor” y nosotros sólo conocemos el concepto y decimos “ah, sí ya sé” y no prestamos atención posiblemente nos perdimos una interesante explicación y, tal vez, hasta una demostración. 1 Texto adaptado para el estudio en el Bachillerato SEAD y desarrollado con base en el programa televisivo “Estrategias de Estudio”, en “Escuela para Padres”. Vidal Schmill.24.07.2010 1 3. Enfocarse. Visualizarse, a uno mismo, en estado de conocimiento. Es decir, sabiendo lo que se quiere aprender. Es una imagen mental de triunfo y satisfacción ligado al objetivo de aprendizaje. II. Conocer y aplicar elementos y características del aprendizaje 1. ¿Cómo se aprende? Nuestro cerebro es un órgano capaz de aprender holísticamente, es decir, toma información de manera simultánea de diferentes fuentes y las integra para darnos una imagen completa. La información entra a nuestro cerebro a través de los sentidos y la forma de tomar y procesar esa información esta determinada por nuestra predominancia sensorial que puede ser: auditiva, visual o cinética (movimiento). Resulta útil e interesante identificar cuál es nuestra predominancia, reflexionar si nos gusta más escuchar que observar, si tenemos la necesidad de estar en movimiento mientras intentamos aprender o si necesitamos observar detalladamente mientras escuchamos sin olvidar que esta predominancia es una especie de base para que el aprendizaje se construya por la capacidad de integrar lo que se escucha, se observa y se actúa. El conocimiento es mejor en cuanto más sentidos se involucran. Una persona con predominancia auditiva, posiblemente, aprenderá mejor leyendo en voz alta y escuchando las explicaciones que se hacen de un tema. Por tanto, algunas de las acciones aconsejables para esa persona son: localizar y escuchar grabaciones de los temas que le interesan, hacer sus propias grabaciones y/o asistir a conferencias y debates. La persona con predominancia visual aprende mejor cuando observa y descubre colores, relaciones, diferencias. Para este tipo de personas es muy útil hacer mapas mentales2 coloridos que reflejen el tipo de relación establecido entre los conceptos y hechos de aprendizaje. A una persona con predominancia cinética le beneficia moverse mientras aprende, tal vez, manipular o elaborar materiales representativos de su aprendizaje, como juegos de domino o rompecabezas afines al tema. 2. Respetar el ritmo del cerebro. El acto de leer es más eficaz cuando se realiza por lapsos de aproximadamente 1:30 horas para permitir que en el tiempo posterior a ese periodo el cerebro realice una “extraintegración” de lo aprendido, algo así como una asimilación de lo aprendido. 3. Comprender el lenguaje. Si no se comprende el lenguaje no se entiende lo que se lee. Es necesario utilizar el diccionario e inventar oraciones con la palabra que se acaba de descubrir (www.rae.es es la página para consultar el diccionario de la Real Academia Española). 2 Los mapas mentales son una estrategia de aprendizaje que ayuda a la integración del conocimiento. Si bien la tendencia de las personas con predominancia visual a utilizarlos de entrada esta dada por esa tendencia, su utilidad radica –de acuerdo con Tony Buzan, su creador- en que son una analogía de la forma en que el cerebro procesa la información: en forma radiante, del centro hacia la periferia, integrando y relacionando los saberes que son captados en distintas regiones del cerebro y por diferentes sentidos. Dando por resultado el conocimiento holístico, donde el conocimiento es algo más que la suma de los elementos existentes. 2 El aburrimiento al estudiar, en muchos casos, se origina por la falta de comprensión, debe implementarse una alerta interna que nos indique cuando empezamos a no entender para regresar al punto donde todo estaba bien y desde ahí retomar el tema, localizando las palabras que no se comprenden o los conocimientos previos que son necesarios para una mejor comprensión. Es aconsejable no pasar a un tema nuevo hasta no comprender el que le sirve de base. 4. Tomar anotaciones personales. Los métodos gráficos como mapas mentales, mapas conceptuales, diagramas o esquemas permiten establecer relaciones de forma sencilla y repasar ágilmente para un examen. 5. Establecer una disciplina interior que permita comprender y lidiar conel conocimiento de que no hay atajos para aprender. La preparación básica es determinante para un buen rendimiento en la pista del aprendizaje. III. Realizar una lectura eficaz Puntos importantes para una lectura eficaz: Idea central. Todo escrito tiene la intención de transmitir algo, una idea básica que será desarrollada. En algunos casos el autor deja clara la idea principal escribiéndola en algún párrafo, pero en la mayoría de los casos la va desarrollando al tratar elementos relacionados o afines que lleven al lector a reconstruir por sí mismo la parte medular de esa lectura, es decir, la idea principal. En estos casos es importante guiarse por las “palabras señal” como pueden ser: para empezar, en consecuencia, lo más importante, resaltando, etcétera. Una vez captado el punto central es necesario escribirlo para evitar perdernos con otros datos, en resúmen: escribir la Idea central para no divagar. Explicación que da el autor. El autor parte de una premisa que lo lleva a ese conocimiento tan importante para él que quiso compartirlo, atender los puntos y la forma en que los explica nos dará una mejor comprensión y facilitará nuestro aprendizaje. Es importante resaltar que captar y aprender lo que alguien quiere transmitir no implica necesariamente que eso nos guste o estemos de acuerdo, más bien está en relación directa con nuestra capacidad de aprender, es decir, la capacidad de conocer, relacionar y decidir utilizar o no ese conocimiento particular. Antecedentes. De donde parte, qué apoya, en qué se basa ese conocimiento son datos que mejoran la comprensión del tema tratado. Clarificación. En un escrito hay datos o hechos que se utilizan como analogías o ejemplos y que sirven para lograr una mejor comprensión. Consecuencias – Aplicación. Saber para qué o por qué es importante ese conocimiento, cuales son sus consecuencias o aplicaciones nos ayuda a cerrar el círculo virtuoso del aprendizaje. Ayuda a lograr ese momento de satisfacción en que se sabe que valió la pena el esfuerzo y que, realmente, el escritor y el lector compartieron el conocimiento. 3 Algunos puntos de repaso y reflexión: 1. No pasar a un tema nuevo sin entender lo previo. Dejar la prisa, regresar hasta donde comprendía bien. 2. Entender que la no comprensión provoca apatía y sentirse harto. Por lo tanto, es necesario regresarse y aclarar palabras: la falta de comprensión provoca aburrimiento. 3. Realizar mapas mentales: sencillos y simples, fáciles de ver y útiles para aprender. 4. Regresar al tema anterior cuantas veces sea necesario. 5. Asumir que el ÉXITO en el aprendizaje Depende de la Comprensión profunda de lo que se lee y la Comprensión esta ligada a la Actitud con la que nos acercamos al conocimiento. Sugerencias de Lectura: 1. La revolución del aprendizaje. Gordon Dryden . Ed. Grupo Editorial Tomo 2. El manual de destrezas para estudiar. Tony Buzan. Producciones Editorial Aplicada. 4