No es lucha de carne y sangre Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” El apóstol Pablo nos está diciendo que existe una lucha no entre seres humanos de carne y sangre sino de ejércitos espirituales malos que operan en las tinieblas. El apóstol hace referencia a las potestades malas, porque hay potestades buenas, pero la lucha es contra las malas. Jesucristo es el creador de todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra sean buenas o malas, todo es creado por él y dentro de la autoridad que la creación pueda tener, ya se trate de reyes, gobernadores, príncipes, presidentes, ministros, etc, todo ello constituye un ejército que puedan ser buenos y malos, pero la guerra o lucha es espiritual contra las fuerzas espirituales que operan en las tinieblas y que son ejércitos de maldad en los lugares celestiales. Colosenses 1:16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” El poder que puedan tener las potestades sean las que sean no es igual al poder del amor que Cristo tiene para su pueblo. Romanos 8:37-39 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” El amor de Dios en Cristo es mas poderoso que las mas poderosas fuerzas del mal, por ello, nosotros los que somos de Cristo podemos cantar a viva voz diciendo: “Somos mas que vencedores” La iglesia, que es el cuerpo de Cristo, que es también un ejercito vencedor tiene la potestad de dar a conocer de parte de Dios cual sea ese misterio que ha permanecido escondido por los tiempos y que ahora Dios quiere dar a conocer a las potestades y a los principados del mundo para aclarar sus propósitos. Efesios 3:9-11 “y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,” Ese poderoso ejercito que es en Cristo Jesús bajo su comando y autoridad, ha vencido a todas las fuerzas del mal en los campos espirituales o lugares celestiales en la cruz del calvario en donde los ha exhibido públicamente. Colosenses 2:8-23 “ Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.” El plan de Dios no solo es relativo a la salvación nuestra por medio de la muerte de Jesús y por la obediencia a Dios sino que también incluye la derrota de todos los ejércitos del mal en el campo espiritual donde operan bajo el mando del diablo. 1 Pedro 3:21-22 “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” Jesucristo, la iglesia y los ángeles de Dios son un solo ejército en lucha permanente contra las fuerzas del mal, por un lado nuestro comandante en Jefe ha diseñado un plan estratégico para hacer la guerra con sus ángeles en el cielo y la iglesia en la tierra, todos juntos constituimos un solo grupo que es el cuerpo de Cristo en guerra declarada hasta vencer al enemigo de Dios a quien ya se le ha declarado la derrota habiendo vencido su principal arma que es la muerte. Las personas son victimas del enemigo quien anda buscando a quien devorar como un león rugiente y los hace caer astutamente en las regiones del pecado para que caigan en las tinieblas y asi poder devorarlas. 1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” En nuestra oración diaria le pedimos al Padre celestial que no nos deje caer en la tentación y que nos libre del mal. La lucha no es entre las personas que difieren en sus puntos de vista o que cometen actos alejados a la voluntad de Dios, la lucha es contra las huestes espirituales que operan en las regiones de oscuridad comandadas por el enemigo de Dios. El diablo es muy astuto y luchará contra los hijos de Dios hasta verlos caer, por eso debemos mantenernos en alerta para no cometer los actos que violenten la voluntad de Dios y también en protección de los demás. Jesús nos mandó echar fuera demonios de las personas que han caído en las garras del diablo y que están sufriendo sus atrocidades. Marcos 3:14-15 “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:” Mateo 10:8 “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.” Como la lucha no es entre las personas, nosotros debemos considerar que nadie es malo sino el espíritu que opera en él por eso dice que echemos fuera demonios, al echar los demonios Cristo debe permanecer en la persona y ser salva creyendo en él porque para eso vino Jesús para salvarnos no para juzgarnos.