Jesualdo Sosa

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Orientaciones filosóficas y pedagógicas que aportan a la enseñanza en general, y en
particular a la Enseñanza de las CCSS
Mayo 2014
Jesualdo Sosa
Maestro polifacético, pedagogo, investigador incansable, profesor de literatura infantil, poeta, novelista y
periodista; Jesualdo Sosa nació a los veintidós días del mesde febrero del año 1905 en el departamento de
.
Tacuarembó.
En el 38, publica “180 poemas de los niños de la escuela de Jesualdo”. Más tarde,en 1943, publica “Problemas
de la educación y la cultura en América”. En 1945 publicó “17 educadores de América” y en 1950 “La expresión
creadora del niño”. Luego, en 1960 publica “Fuera de laescuela”, en 1966, “El niño y la educación en América
Latina”, y en 1968, “Antecedentes de mi pedagogía de la expresión”, entre otros.
Jesualdo dictó conferencias y cursos en diversos países de América,Europa, Asia y África. En 1961-1962,
estuvo en Cuba, donde fue decano de la Facultad de Educación y colaboró como asesor en la Campaña de
Alfabetización.
Para iniciar la presentación del pensamiento de Jesualdo Sosa, es necesario
establecer un paralelismo y una contextualización político – social, que incluye
a las figuras de Batlle y Ordóñez y Carlos Vaz Ferreira.
Jesualdo Sosa realiza una crítica al pensamiento de Carlos vaz Ferreira, dado
que este último, ubicado en un escenario político gobernado por Batlle, se
inclinó más a la situación de la burguesía.
Jesualdo considera que Batlle ejecutó un programa de mínimas reformas
sociales, por lo cual se afirmó en la pequeña burguesía, sin alcanzar los
intereses de la clase dominante. Destaca que su obra educacional fue eficaz y
decisiva para impulsar la adecuación formal de nuestra cultura
fundamentalmente en cuanto a métodos, instrumentos y prácticas. Destaca en
este sentido la intervención de Vaz Ferreira y aunque critica su ideología, a la
que califica de burguesa, vacilante, reconoce en él los aportes de
actualizaciones que brinda a la discusión pedagógica, así como el valor de las
iniciativas que promueve para mejorar el funcionamiento del sistema escolar.
En forma paralela en EE.UU y Europa, se estaba gestionando la expansión
hacia una pedagogía basada en la medición y la experimentación (Siglo XIX),
en oposición total a las ideas de la Escuela Tradicional.
Esta expansión tiene su repercusión en nuestro país recién en la segunda
década del Siglo XX, cuando se conocen la nuevas ideas de Dewey,
Montessori, Decroly, quienes comenzaron la introducción de nuevos proyectos
en escuelas experimentales (Progreso, Malvín, Las Piedras), momento en que
algunos maestros comenzaron a utilizar pautas de renovación pedagógica.
Jesualdo por su parte, confiesa la importancia que le brinda desde esos
momentos a la práctica en sí y al contacto con la realidad de la escuela.
Desvaloriza de alguna manera la teoría recibida en las clases de los Institutos
Normales. Esta convicción lo condujo a realizar un proyecto de investigación de
la expresión y de la creatividad infantil en Canteras de Riachuelo.
Inspectora de Práctica Liliana Pereira
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particular a la Enseñanza de las CCSS
Mayo 2014
Su intervención en el campo de la pedagogía en ese período fue esencialmente
práctica, experiencia que tradujo en su libro “Vida de un maestro” publicado en
1935.
Sus obras traslucen su pensamiento en cuanto considera que la época de las
especulaciones teóricas alejadas de la realidad termina con sus estudios
magisteriales , y que su verdadero aprendizaje comienza cunado trabaja con
los niños de carne y hueso, cuando se adentra en los problemas sociales que
se proyectan en la escuela, no con los escolares abstractos...
La experiencia de Canteras se inscribió en el marco de la propuesta de la
Escuela Nueva.
Se destaca, con su pensamiento, una nueva visión del lugar que ocupaba el
niño en la educación, se perfila un nuevo concepto de actividad centrado en los
intereses del niño y en el respeto a su individualidad, en la adehesión a un
proceso de autoeducación e inserción en un proceso de apertura a la vida.
Considera que los conceptos de “nuevo”, “innovación” o “renovación”, pueden
ser engañosos debido a que, aunque aparezcan como una denuncia de lo
viejo, pueden carecer de una nueva filosofía, principio esencial que para
Jesualdo debe caracterizar toda renovación pedagógica.
Jesualdo marca su discrepancia con algunos de los fines pedagógicos
planteados por las nuevas corrientes, ya que no se trata solamente de
enfrentarse a grandes líneas a la pedagogía tradicional, sino a las normas de
conformismo que no aceptan una innovación original si no está de acuerdo con
sus pautas.
Una pedagogía es nueva en su tiempo y para su tiempo, mientras que los
elementos que la integran o vertebran permanecen siendo objeto de
experimentaciones o ensayos, y no se incorporan definitivamente en el juego
de la función educativa.
Otra determinación para circunscribir el concepto de nueva pedagogía lo
encuentra en la precisión de Dewey cuando pone de relieve las bases típicas
de la vieja educación: la pasividad, la mecánica atención del niño y la
uniformidad de métodos. El traslado del centro de gravedad hacia el niño es lo
que constituye un cambio revolucionario.
Hace una crítica a Dewey, diciendo que si bien no aportó nada nuevo al
conocimiento respecto de que el niño debe ser educado de dentro sin recibir
presión externa y no debe ser depósito de conocimientos, destaca el mérito de
haberlo expuesto con claridad y haber demostrado que los maestros podrían
extraer de sí conclusiones últiles acordes con sus propias aptitudes, a la vez
que afines con los deseos e intereses de los niños, reveladoras de sus
necesidades más profundas. El problema de la actividad es complementario del
de los intereses y surge como consecuencia del cambio en cuanto a los
actores. La necesidad implica llevar la vida a la escuela y armonizar los
intereses con los conocimientos.
A partir de la crítica a Dewey, aparece aquí un antecedente de lo que más
tarde Jesualdo llamaría pedagogía tránsito, al valorar algunos de los aspectos
que en el plano teórico podrían servir para la liberación del individuo.
Inspectora de Práctica Liliana Pereira
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particular a la Enseñanza de las CCSS
Mayo 2014
En su crítica a Decroly, expresa que en realidad los centros pertenecen al
docente, desconectados de la vida real del niño, que responden a la
representación que el maestro ha recibido a través de su formación que se rige
por fundamentos teóricos artificiales. Aporta a la teoría de Decroly la
importancia de la actividad, el interés, la expresión y la autogestión, para lograr
el desarrollo integral del individuo en interacción con su medio natural y social.
Estos principios son aceptados hoy por la literatura pedagógica, aunque se
presume que sigue existiendo una fuerte distancia entre la teoría y la práctica.
Esta distancia se ve atenuada cuando en la década del sesenta la figura de
Paulo Freire, introduce la atención del diálogo entre el educador y el educando,
aunque en un marco muy diferente al de los principios de Jesualdo, el del auge
crítico a la enseñanza institucional formuladas por las corrientes de la
“desescolarización”
Al contrario, las propuestas de Jesualdo se plantearon desde lo institucional y
los principios aplicados en su experiencia se integraron en su concepto de
expresión creadora, centro nuclear que orientó la práctica de su escuela y
alentó con fuerza su teoría.
Estos son aportes que desde lecturas acerca de Jesualdo, pude resumir para
que ustedes relacionen con lo anterior.
Inspectora de Práctica Liliana Pereira
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