MARCO CONCEPTUAL En la actualidad es notorio el impulso que han dado las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), tanto al ámbito estudiantil como al laboral; complementando las labores que hasta hace poco eran demoradas y difíciles de realizar, pero que con el apoyo de estas, aumentan el nivel productivo y competente de las personas que tienen el privilegio de conocerlas y manejarlas. Los niños y jóvenes de hoy en día gastan más tiempo usando juegos digitales, video juegos, la Internet y computadores, que el que le dedican a asistir a clases o ir a la escuela. Son nativos digitales, les gusta la tecnología, disfrutan la sensación de control que tienen en estos ambientes, pues pueden hacer realidad las ideas que se les ocurren y ver sus efectos casi inmediatamente. Y nadie les ha enseñado formalmente, lo saben como hablan un idioma quienes han nacido en una comunidad que utiliza dicha lengua. Haciendo usos informales de tecnologías digitales los niños y jóvenes usualmente no aprenden contenido escolar, pero desarrollan habilidades que tienen potencial educativo: Aprender a reaccionar ante eventos que hay en los juegos (y cuando deja de suceder esto dejan de jugar el juego, éste deja de ser emocionante), aprenden a procesar información multimedia en ambientes donde no hay instrucciones pero sí una interfaz intuitiva y consistente (¡y a discernir lo que tiene sentido y no en ambientes multimedia interactivos!); aprenden a comunicarse con otros seres mediante uso de pseudolenguajes e íconos que les permiten “conversar” ("chatear" equivalente de "to chat" en inglés) con eficiencia; también aprenden a buscar, procesar y generar información multimedia, simplemente porque hacen parte de una comunidad que tiene cierta cultura digital, por lo menos a nivel funcional. Como consecuencia de esta situación, las TIC’s se proyectan como un factor y herramienta fundamental para el desarrollo de los países, debido a que la incorporación y masificación de estas tecnologías permite estimular el desarrollo económico, tecnológico y social de las naciones. Durante los últimos años, la globalización de los mercados ha impulsado a las empresas colombianas a incorporar las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) dentro de su esquema de negocio, con el fin de incrementar su competitividad y productividad en pro de un mejor posicionamiento a nivel interno y externo, tendencia que cobra una relevancia significativamente mayor para Colombia a partir de este año, como consecuencia de la política gubernamental de suscripción de tratados de libre comercio con diferentes países del mundo. Debido a lo anterior, recientemente se ha experimentado un incremento en la demanda de personal técnico especializado en el manejo, soporte, uso y aplicación productiva de las TIC, razón por la cual desde el año 2001 el SENA ha estructurado una oferta de formación profesional especializada en estos temas, principalmente en las áreas de Redes de Computadores, Desarrollo de Software, Mantenimiento de Equipos de Cómputo y Telecomunicaciones; apoyando instituciones educativas para adelantar proyectos que vinculen a los estudiantes al mundo laboral como dependientes o independientes, dependiendo del caso. Por todo esto se hace necesario que los estudiantes de La Institución Educativa Presbítero Antonio José Bernal Londoño, conozcan mas a fondo las características de las TIC y de que forma se conectan con su formación académica y se adquieren las competencias laborales necesarias para ser una persona apta para desenvolverse en la sociedad. Conociendo de antemano, algunas bases de los códigos y reglas que controlan el régimen laboral colombiano, los estudiantes estarán en capacidad de desenvolverse fácilmente a la hora de hablar de un contrato de trabajo: Del cual podemos decir que puede ser verbal o escrito, sin que se requiera una forma especial, y por su duración se clasifica en contrato a término fijo, contrato a término indefinido, contrato por la duración de una labor determinada y contrato accidental o transitorio. Al igual que tener nociones de salario (Remuneración básica pactada por las partes, en dinero o especie, más todo aquello que recibe el empleado como pago por el trabajo en horario nocturno, horas extras, comisiones o viáticos, y remuneración por trabajo en días de descanso obligatorio). Además, manejando el concepto de jornada laboral; como ese tiempo en el que realiza las tareas, por las cuales fue contratado y reconocer que La jornada laboral ordinaria es de 48 horas semanales las cuales pueden ser distribuidas de lunes a viernes o de lunes a sábado. La jornada de trabajo diurna es la que se desarrolla entre las seis de la mañana y las 10 de la noche. Si el trabajador debe trabajar en jornadas comprendidas entre las 10 de la noche y las seis de la mañana su trabajo debe remunerarse con recargo nocturno del 35% adicional al valor de la hora diurna. Las horas trabajadas por fuera de la jornada habitual se remuneran como horas extras. Si el trabajo extra se desarrolla dentro de la jornada diurna, cada hora extra se debe pagar con un recargo del 25%. Si por el contrario, se desarrollan en la jornada nocturna las horas extras se pagan como nocturnas con recargo del 75%. Sin desconocer, que cada individuo como empleado tiene unas obligaciones que debe cumplir, al igual que el empleador con él. Si se tiene todos estos conceptos claros, es un adelanto para que no se dé tanta explotación y a la hora de firmar un contrato, se cuente con las bases suficientes para entenderlo y saber cuales son sus derechos y obligaciones. Por todo esto es que el gobierno nacional ha dado unas pautas en las que aclara y da la merecida importancia a las competencias que deben alcanzar los estudiantes de las medias de las instituciones educativas. Lo revolucionario del enfoque de competencias laborales consiste en tener claro que la educación básica y media, en todos sus niveles, debe preocuparse por el desarrollo de competencias para la vida laboral, partiendo de varios entendidos: Establecer nexos sólidos, permanentes y fructíferos entre el mundo de la educación y el del trabajo. Todo el sistema de educación básica desarrollará competencias laborales. Cualquiera que sea nuestra edad y el nivel de educación alcanzado, todos queremos y estamos llamados a ser productivos. Muchos de nuestros jóvenes ingresan al mundo productivo antes de culminar el ciclo de educación previo a la educación superior. Por esto es importante desarrollar sus competencias laborales desde su educación básica. Prepararse para el mundo del trabajo no sólo significa habilitarse para conseguir un empleo y recibir ingresos, sino aprender a relacionarse dentro de cualquier organización social. La educación y el trabajo están llamados a ser actividades que pueden y deben alternarse durante toda la vida, para enriquecerse mutuamente La apropiación y aplicación de la competencia laboral permite a un joven transformar su propia realidad y así construirse su futuro. El trabajo brinda a cada persona dignidad, autoestima y la satisfacción de ser útil a los suyos y a la sociedad. De esta forma se logrará que el proyecto del “MUNDO LABORAL” propuesto para los grados novenos de La Institución Educativa Presbítero Antonio José Bernal Londoño, sea todo un éxito y aporte tanto para el beneficio de los estudiantes, familias y comunidad entera.