Secretaría de Educación Pública Dirección General de Institutos Tecnológicos Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica Especialización en Tecnologías de la Información para la Educación Materia: Evaluación Tema 2. Enfoques de evaluación. Enfoque Conductista. Enfoque Pscogénetico. Profesora: MC. Martha Ramírez López Alumnos: Yolanda Navarro Torres. Alberto Álvarez Ledesma. Septiembre del 2010. Paradigma conductista y sus aplicaciones educativas. En el paradigma conductista que se originó en las primeras décadas del siglo XX, específicamente el conductismo operante de Skinner, considera que el profesor es el que diseña el programa de instrucción, Hernández (2010) sostiene que “el trabajo del maestro consiste en desarrollar una adecuada serie de arreglos de contingencia, de reforzamiento y control de estímulos para enseñar” (p.94). Asimismo Keller (1978, citado en Hernández, 2010) menciona que “el maestro es un ‘ingeniero educacional y un administrador de contingencias’ ” (pp. 94-95). Para esto, el profesor debe manejar predominantemente los principios orientados al reforzamiento positivo y casi no utilizar los basados en el castigo (Skinner, 1970 citado en Hernández 2010). Por su parte Bandura (citado en Hernández 2010) considera que el profesor es un modelo para los alumnos. Para Hernández (2010), en el enfoque conductista se concibe el alumno como: Un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser arreglados o re arreglados desde el exterior (la situación instruccional, los métodos, los contenidos, etc.), siempre y cuando se realicen los ajustes ambientales y curriculares necesarios. Basta entonces con programar adecuadamente los insumos educativos, para que se logre el aprendizaje de conductas académicas deseables (p.94). Asimismo (Hernández, 2010) sostiene que el alumno no es un sujeto activo aunque los conductistas lo que desean es convertirlo en un sujeto activo, pero esto no es posible ya que el nivel de actividad del sujeto se ve severamente reducido por los arreglos de contingencia del profesor – programador, que en algunos casos se planean antes de la situación instruccional. Respecto a la enseñanza para el paradigma conductista, el proceso instruccional es el establecimiento adecuado de las contingencias de refuerzo, que tiene por objetivo lograr en forma eficiente el aprendizaje del alumno (Bijou, 1978, citado en Hernández, 2010). En cuanto a la descripción de la enseñanza Hernández (2010) menciona que cualquier conducta académica puede ser enseñada oportunamente si se tiene una programación instruccional eficaz basada en el análisis detallado de las respuestas de los alumnos y en la forma como serán reforzadas. Por otro lado en su texto Tecnología de la enseñanza de 1970, Skinner (citado en Hernández 2010) dice explícitamente que “la enseñanza es simplemente la disposición de las contingencias de refuerzo” (p.92). El conductismo se ha caracterizado por la enseñanza reproductiva en donde se realiza la memorización y la comprensión (adquisición de información) y no la elaboración y producción de la información. Es decir al sujeto se le trata como un objeto (máquina) en el que no se toma en cuenta la intencionalidad, la propositividad y la autoelaboración. (Hernández, 1991, citado en Hernández 2010). En cuanto a las características de la enseñanza Hernández (2010) menciona que una característica propia del enfoque conductista, es el supuesto de que la enseñanza se reduce en proporcionar contenidos o información (con un exceso y un minucioso arreglo instruccional) al alumno, para que lo adquiera. La definición del aprendizaje según Hernández (2010) dice que para los conductistas, la mayor parte del comportamiento de los seres humanos está basado en el aprendizaje y que este depende de las contingencias ambientales (estímulos externos). Los conductistas definen el aprendizaje en forma descriptiva como un cambio uniforme en la conducta. En cuanto a las características del aprendizaje desde el punto de vista de la teoría del aprendizaje social de Bandura, afirma que tiene semejanzas y diferencias con el conductismo de Skinner. Bandura está de acuerdo con la importancia predominante del reforzador contingente para la conducta aprendida, pero afirma que el aprendiz es por naturaleza, un predictor activo que obtiene información de los estímulos de su entorno, principalmente del reforzador que no es un simple fortalecedor automático de respuestas, sino un medio que proporciona información que se puede interpretar (Hernández, 2010). Al describir el aprendizaje Pozo (1989, citado en Hernández, 2010) sostiene que “desde el punto de vista conductista en general, cualquier conducta puede ser aprendida, pues se considera que la influencia del nivel de desarrollo psicológico y de las diferencias individuales es mínima” (p.96). Las estrategias y técnicas de enseñanza de acuerdo a la propuesta prototípica del paradigma conductista para la instrucción se caracterizan por la realización de la denominada enseñanza programada (Hernández, 2010). De acuerdo a Cruz (1986, citado en Hernández, 2010) dice que “la enseñanza programada es el intento por lograr en el aula los mismos resultados de control conductual que se alcanzan en los laboratorios, usando los principios conductuales” (p.96). En el enfoque conductista las características de las técnicas de enseñanza son definidas en la siguiente cita: La enseñanza programada es una técnica instruccional que tiene las siguientes características: a) Definición explicita de los objetivos del programa. b) Presentación secuenciada de la información según la lógica de dificultad creciente asociada al principio de complejidad acumulativa. c) Participación del estudiante. d) Reforzamiento inmediato de la información. e) Individualización (avance de cada estudiante a su propio ritmo) f) Registro de resultados y evaluación continua (Cruz, 1986, citado en Hernández 2010, p.96). Hernández (2010), menciona que en el paradigma conductista, la evaluación se centra más en los productos del aprendizaje que en los procesos. Además Hernández 2010 indica que “antes de ser sometido al programa el alumno es evaluado para corroborar sus conocimientos previos, su progreso y su dominio final de los conocimientos o habilidades enseñados” (p.97) En el paradigma conductista la evaluación se caracteriza de la siguiente manera: Los instrumentos de evaluación se conciben y elaboran con base en los objetivos enunciados previamente en el programa y tomando en cuenta la conducta observable, los criterios y las condiciones de ocurrencia de la misma; todo ello con el fin de asegurar la “objetividad” de la evaluación. A dichos instrumentos, formados por un conjunto de reactivos asociados estrechamente, con objetivos específicos, se les conoce como pruebas objetivas, pues se considera que aportan información suficiente para evaluar el desempeño de los alumnos sin necesidad de recurrir a juicios subjetivos del examinador (Hernández, 2010, p. 97). Concepciones Profesor Programador de la instrucción y, reforzador de la conducta del alumno. Alumno Sujeto que recibe la instrucción en base a informaciones que provienen del exterior (estímulo) en forma pasiva para que modifique su conducta. Enseñanza Es la disposición adecuada de contingencias de refuerzo para que el alumno aprenda en forma eficiente. Aprendizaje Un cambio en la conducta del alumno basado en las contingencias ambientales. Estrategias y técnicas de enseñanza Es la enseñanza caracterizada por programada la definición de objetivos, el reforzamiento y la evaluación continua, de aprendizajes. Evaluación Medición del grado de desempeño centrado en los productos, más que en los procesos del aprendizaje. Fuente: elaboración propia con base en Hernández Rojas, G. (2010). Paradigmas en psicología de la educación. Primera edición, pp. 79-98. México.: Paidós. Bibliografía. Hernández Rojas, G. (2010). Paradigmas en psicología de la educación. Primera edición. pp.79-98 . México. D.F. México.: Paidós.