REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE INFRAESTRUCTURA, VIVIENDA Y TRANSPORTE Y DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Salón “Azul” — H. Senado de la Nación 29 de agosto de 2008 C En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las 10.55 del viernes 29 de agosto de 2008: Sr. Calcagno y Maillman. C Damos comienzo a la reunión plenaria de las comisiones de Infraestructura, Vivienda y Transporte, y de Presupuesto y Hacienda. En esta jornada nos visitarán el licenciado Eugenio Negre, el ingeniero aeronáutico Ricardo Runza y Ricardo Boente, por la Cámara de Turismo de Buenos Aires. A su vez, tenemos un pedido del senador Morales para que una asociación de usuarios también pueda exponer. Por eso vamos a rogar la mayor brevedad en las exposiciones y la mayor pertinencia en las preguntas, de forma de tener el tiempo necesario y poder así continuar con esta agenda. Reiteramos el pedido, hoy más que nunca, puesto que tenemos cuatro invitados que tenemos que escuchar en horario de la mañana. Señora senadora Negre de Alonso, )desea presentar a su invitado? Sra. Negre de Alonso. C El señor Eugenio Negre es licenciado en economía, especialista en transporte aéreo, y consultor de las CEPAL y del BID en temas de transporte aéreo. Le he pedido que viniera para que nos de una visión en la problemática del transporte aéreo desde el punto de vista de su especialidad. Sr. Calcagno y Maillman. C Tiene la palabra el licenciado Negre. Sr. Negre. C Muy buenos días y muchas gracias por permitirme presentar un panorama sobre lo que es la industria en el mundo y en la Argentina. No me voy a meter en temas concretos de la empresa Aerolíneas Argentinas y de Austral, porque no he tenido oportunidad de analizarlos; pero sí es importante tener el panorama global de cómo está funcionando este sector de la actividad económica, que es muy dinámico, pero en el mundo se han dado nuevas condiciones y ha ido cambiando el marco en el que se está desarrollando. Esta es una industria que ha tenido una historia muy particular: nació muy protegida, con objetivos estratégicos en cuanto a la imagen nacional en el exterior. Todos los países crearon un ámbito en el cual las empresas aéreas debían manejarse protegidas del exceso de competencia, de todo lo que fuera negativo para su desarrollo. Y, por supuesto, un sector donde la tecnología avanzaba a pasos agigantados, en pocos años, con lo cual, era una industria de carácter técnico. Sus ejecutivos se preocupaban más de cómo se debían manejar los aviones y de cómo debían ser incorporadas nuevas tecnologías, antes que de los aspectos económicos de la actividad. Las tarifas estaban todas acordadas, había un pool internacional, IATA, es decir, era un ámbito donde todo lo comercial y económico no fue generando una cultura. Esta situación se prolonga hasta que los estados se comienzan a dar cuenta que el sector tiene una efervescencia muy especial, en el sentido de que se están protegiendo algunos y están surgiendo otros, que están golpeando la puerta, porque tienen nuevas modalidades y nuevas ideas. Concretamente, la aparición del jet reduce enormemente los costos de operación. Algunas empresas nuevas se dan cuenta de esas ventajas y comienzan a absorber tráficos, a pesar de todas las restricciones que los estados estaban poniendo. Esta situación se desarrolla en los años 60 y 70, y es coronada con la crisis del combustible. En tal sentido, toda la industria Cde furor, de gran crecimiento, en este proceso de cambios tecnológicos impresionantesC se da cuenta de que depende enormemente de los problemas de la economía. La crisis del combustible ataca al sector de dos maneras: sube los precios, pero además le quita demanda, porque lo primero que se sacrifica cuando la economía no anda bien es el viaje de placer. Entonces, las empresas se encontraron con que no tenían los mecanismos para salir adelante, con lo cual se genera un ámbito tremendamente competitivo. Ante esta evolución Cnos estamos ubicando ya en la década de los 70, mediados de la década de los 70C los estados se comienzan a dar cuenta de que el transporte aéreo ya no debe seguir siendo aquella industria protegida, considerada servicio público, porque en último término toda esas protecciones y regulaciones habían sido beneficiosas para empresas que se habían anquilosado, que no habían podido avanzar y tampoco innovar. Es así como se inicia un proceso político que tiende a la liberación de esta industria: dejar que las empresas tuvieran libertad para poder aplicar las tarifas, poner los vuelos, utilizar los aviones y operar en las rutas que ellas mismas decidieran. Es así como el primer embate político a la industria se produce con la firma de la Deregulation Act, en los Estados Unidos, en 1978, donde queda liberado totalmente el mercado interno del país, y en el cual se establece que en los bilaterales internacionales también se tenderá a dar libertad comercial para los operadores. Todo este proceso fue muy costoso, muy lento y no todos fueron adaptándose. Muchas empresas desaparecieron en nuestro ámbito nacional, recordemos a Eastern y Panamerican, como tantas otras que han sido importantes en el pasado y que hoy no existen; obviamente, muchas de ellas no supieron adecuarse al momento en el que se estaba transformando toda la industria, y, por lo tanto, no tuvieron otra posibilidad que salir del mercado. Hoy las empresas viven una nueva etapa. La creatividad en la venta de pasajes y en la captación de nuevos mercados no fue suficiente; el costo del combustible siguió subiendo y las empresas pasan a una etapa de cultura económica, es decir, todo consiste en reducir costos, en utilizar plenamente la flota, en utilizar las flotas más eficientes, en llevar la planta de personal a un máximo de productividad, por lo cual, cambia toda la mentalidad. Si antes una línea aérea pensaba en qué aviones tenía que incorporar para mantenerse vigente en el mercado y cómo expandir su red, en esta etapa es al revés; las empresas, en vez de expansión, piensan en concentración. Muchas de ellas reducen rutas. Se concentran en determinados mercados que puedan ser operados con determinados tipos de rutas y con determinados tipos de aviones, para poder así aprovechar plenamente todos sus recursos humanos. Esta es la etapa que estamos viviendo hoy y la estamos percibiendo permanentemente. Sigue habiendo empresas que no han podido adaptarse. En Sudamérica, hemos tenido el caso cercano de Varig, y el de Avianca, en Colombia; ya hablando de todo el continente, dos grandes empresas como Mexicana y AeroMéxico. Todas ellas han sufrido las consecuencias de estos cambios; no se han sabido adaptar. Entonces, podemos utilizar toda esta experiencia porque nosotros en este momento estamos percibiendo en la Argentina que nuestra situación es la misma que ya han atravesado todas estas sociedades. Hoy nos encontramos con la principal empresa del país se ha quedado en el tiempo, es una empresa de una cultura antigua, con una técnica de trabajo que corresponde a veinte años atrás, no se ha ido adecuando. Y para colmo de males, nuestras crisis económicas o nuestros problemas han llevado a que no surgieran o que no se mantuvieran otras empresas que tuvieron un efecto muy importante en nuestro transporte aéreo. Recordemos todas las empresas que funcionaron en los últimos veinte años, desde Aeroposta, Aerosur, Lapa, Southern Winds, Dinar, Kaikén, se trata de varios nombres que ahora son historia, ya no las tenemos más. Fueron desapareciendo por problemas económicos o por los inconvenientes debidos a la recesión que produjeron las crisis de nuestro país. Es así como hoy nuevamente nos enfrentamos al problema que en la Argentina hay una gran empresa, Agran@ en tamaño, que absorbe un rol importante, con una participación muy grande, especialmente en cabotaje, y con muy pequeñas actividades paralelas o competidoras. Ahora bien, entrando en el tema argentino, desde una política de dar libertad a las empresas, permitirles la aplicación de tarifas para trabajar el mercado de forma adecuada, nos encontramos con que hoy las tarifas están absolutamente reguladas en los vuelos de cabotaje. El tema de la tarifa regulada impide que las empresas puedan trabajar sistemas muy generalizados en el mundo de diferenciación de tráficos. Es decir, al pasajero muy exigente en cuanto a horarios, en cuanto a calidad de servicio, que generalmente responde a pautas de viajes por trabajo, viajes empresarios, se le cobran unas tarifas altísimas, y paralelamente se crean situaciones muy favorables para crear nuevo tráfico, para incentivar que la gente viaje. Acabo de regresar de España, y para ir a las islas Baleares, si uno viaja un viernes a la tarde paga 160 euros, pero si uno viaja el domingo a la tarde paga 20 euros. )Por qué? Porque el domingo a la tarde viajan los pasajeros que no están atados a un horario, los que no tienen necesidad de volver a su lugar de trabajo, mientras que el que está saliendo el viernes a la tarde es el señor de buena posición económica que quiere ir a pasar el fin de semana a la playa de las islas Baleares, o sea, es otra condición. Toda la mecánica comercial del transporte aéreo de este momento y, por lo tanto, toda la ecuación económica, se basa en hacer que los usuarios paguen lo que puedan; tratar de que a cada usuario se le cobre lo que ese usuario está dispuesto a pagar. Y, por supuesto, se genera una gran variedad de tarifas para adecuarse a cada uno de los rangos de la demanda, para que todos puedan viajar. Otro aspecto de esta última etapa tiene que ver con la manera en que las líneas aéreas han ido perfilando un rol, una modalidad. Antes teníamos a la empresa que hacía de todo, desde vuelos cortos a vuelos largos, de vuelos elegantes a vuelos tipo charteo. Hoy en día las empresas se han ido especializando. Entonces, podemos hablar de empresas globales, como Air France, American Airlines, que son empresas muy consolidadas y orientadas al transporte de gente de mayor nivel de gasto o empresarios, dejando poco margen de la capacidad para todo el tráfico turístico de baja tarifa. Por otro lado, tenemos las empresas charteras que se concentran en el tráfico de turismo. Hacen vuelos de acuerdo a la demanda de cada momento y en cada mercado. No derrochan recursos. Simplemente ponen la capacidad donde es seguro que va a estar el tráfico masivo. Están las empresas low cost, que ponen el vuelo, pero todo recae sobre el pasajero, hasta llevar la valija a bordo, cargarla en la bodega, llevarse el sandwich. Es decir, son perfiles dentro de los cuales hay que encajar la modalidad de la empresa, hay que definir una estrategia para introducirse en uno de esos elementos y así lograr la alta productividad, la respuesta, la relación entre tarifa y costos, todo lo que haga cerrar el esquema operativo. Este es el panorama a nivel internacional. Falta describir la actitud que han tenido los estados antes estos vaivenes de la industria. Hay países que dependen fuertemente del turismo, tal el caso de la República de Cabo Verde, donde tuve el honor de poder participar en toda la planificación y advertir los problemas para mantener a la empresa estatal y los inconvenientes que la empresa estatal provocaba en todo el sistema. En concreto, es interesante el caso de Cabo Verde, porque se trata de seis islas que están a cinco horas de Lisboa, y la política prioritaria es la del desarrollo del turismo. Allí había un solo aeropuerto grande y todos las demás islas con aeropuertos pequeños, aeródromos. La empresa estatal operaba con todo el cabotaje y hacía vuelos desde Sal a Europa. Cuando se trata de construir aeropuertos grandes en las cinco islas restantes, la principal oponente es la empresa estatal: no quiere que se hagan aeropuertos porque le va a quitar su tráfico exclusivo. La empresa estatal tenía la prerrogativa del cabotaje. Si los aviones internacionales llegaban a las islitas, todo ese cabotaje iba a desaparecer. Con lo cual se generó toda una discusión y al final el gobierno decide dar vía libre a los cinco aeropuertos de cada una de las islas, para que vengan todos los aviones charters y, por supuesto, reducir la empresa estatal, o sea, limitarla a lo que eran las necesidades más políticas del país que a su conexión con el resto de África. Es decir, los estados en todos estos años no sólo se han dado cuenta de que esta industria es competitiva y de que cualquier intervención significa obstaculizar la incorporación de nuevas modalidades beneficiosas para los clientes y para la industria turística. Un caso muy fuerte para nosotros ha sido la actitud del gobierno brasilero frente a la decadencia de Varig. Fue una muerte muy lenta en la que todos los años se esperaba que el gobierno apareciera con algún recurso financiero para ayudarla. Sin embargo, hoy Varig prácticamente ha desaparecido, siendo incorporada a Gol. Ese monstruo Cdicho en el buen sentidoC, porque Varig era una empresa tremendamente fuerte, muy consolidada y con excelente imagen, pero no supo adecuar su producción. Tenía la demanda, pero no sabía lograr bajos costos, y es así como Varig hoy no existe. Con respecto a la situación argentina Cque ya dije que el problema es que prácticamente tenemos una sola empresa en el cabotaje con un porción demasiado alta en el mercadoC podemos decir que es una combinación de elementos políticos y económicos. Si bien toda actividad privada, empresas más pequeñas que Aerolíneas fueron desapareciendo con la crisis, sin embargo, después de la crisis se da un crecimiento del tráfico limitado por oferta. En la Argentina, la oferta del cabotaje no es suficiente, y todo eso acompañado por un esquema de tarifas regulados a bajos niveles. O sea, el empresario está pagando tarifas bajas. Con lo cual, se satura la oferta, no hay disponibilidad para seguir creciendo y se genera un círculo vicioso: las provincias se quejan por falta de vuelos, por falta de disponibilidad de asientos, sobre todo en provincias como Tierra del Fuego, que ha tenido un boom turístico por la afluencia de turismo internacional y han habido casos que los paquetes internacionales no han podido armarse por falta de oferta en la ruta interna. Es una situación que se da por falta de incentivo económico: tarifas bajas, con lo cual no se genera la oferta ni la competencia. Cuando se armó LAN Argentina todos creíamos que iba a traer muchos aviones, que iba a tener un crecimiento muy espectacular y, sin embargo, ha crecido muy lentamente, muy conservadoramente y la explicación que da es que no rinde. LAN sólo está volando en los mercados donde hay más gente que asegure que el avión va a ir lleno, porque es la única manera de que el avión pueda cubrir sus costos. En cuanto al plano internacional, la situación es muy diferente. Hoy Aerolíneas tiene un esquema comercial marginal: la oferta es muy poco importante en las rutas internacionales, tiene una participación que no llega al 20 por ciento en conjunto. Tenemos mercados como México en donde ha habido un crecimiento impresionante y todo ha sido capturado por las dos empresas mexicanas. Hay dos vuelos diarios de empresas mexicanas y Aerolíneas creo que tiene tres vuelos semanales. Es decir, no ha podido ir adecuándose a los cambios, porque todos estos procesos de crisis producen cambios en la demanda, en el volumen del tráfico, en las rutas y uno ve que la empresa sigue manteniendo un esquema comercial muy rígido; es decir, sigue concentrada en Madrid, no expande su red por otras áreas de Europa, no ha tenido una búsqueda de nuevos mercados, con lo cual, hoy es una empresa que ofrece poco a nivel internacional. )Qué pasa con los costos de Aerolíneas? )Por qué no crece Aerolíneas a nivel internacional? Pensemos nosotros que es una empresa pequeña y en estos momentos está operando tres modelos distintos de aeronave: el Boeing 747-400, el A 340-200 y el Airbus A 310. Son tres modelos en una flota de doce aviones, mientras que hoy las empresas tratan de tener el mismo modelo en flotas gigantes para reducir costos, para utilizar plenamente los pilotos, para que no haya compartimentos estancos que impliquen que haya baja productividad del personal. Aerolíneas ha mantenido una postura de tener tres modelos de aeronaves con flotas muy pequeñas. Por ejemplo, el Airbus A 310 son dos unidades: si una entra en mantenimiento, la mitad de la planta de pilotos que se quedan en tierra porque ya no hay en qué volar, porque no tienen posibilidad de volar otros aviones. En resumen, es un esquema productivo de altísima ineficiencia, de muy baja ineficiencia, cuando todas las empresas han ido modificando su esquema en los últimos veinte años. American Airlines hoy sólo vuela el Boeing 777 y sólo opera rutas donde ese avión puede trabajar, las otras rutas las abandona. No es la concepción de que si yo tengo una ruta rara, entonces, le meto un avión específico para esa ruta. Si el avión es distinto, no opero esa ruta. Este es el esquema básico que se implementó en las low cost. Las low cost se basan en tener único modelo de aviones en flotas de cincuenta aviones, con lo cual, la productividad de la gente es altísima, así como también de la máquina, porque todo es muy homogéneo, muy simple y muy conocido por todo el mundo. Hoy Aerolíneas en el plano internacional tiene muy pocas posibilidades de resurgir. Prácticamente es una empresa dedicada en forma exclusiva al mercado de Argentina y España, que es el único en el cual tiene una inserción importante. Nuestro panorama, evidentemente, es muy serio. El transporte aéreo y de cabotaje depende de una empresa que anda mal y muchas de las causas por las que anda mal están en el plano internacional. Es decir hay un encadenamiento de hechos que producen una situación de difícil salida. Yo creo que en el mundo Cobviamente, he tenido experiencias interesantes como la de Cabo Verde, que acabo de mencionarC la actividad estatal del transporte aéreo ya no tiene justificación. Porque el Estado es rígido. No toma decisiones rápidamente ni prepara profesionales y este es un ámbito sumamente profesional. La posibilidad de tener ganancias es lo que incentiva la búsqueda de soluciones y el desarrollo de las empresas. Además, la competencia asegura que las tarifas van a ser bajas. Hoy en día la formación de empresas no requiere ningún conocimiento especial. Tenemos aviones muy fáciles de obtener, sobre todo en este momento en el que hay una crisis mundial y existen aviones parados porque la demanda ha caído. Tenemos el conocimiento del manejo de esos aviones, que está muy extendido. Por algo todas las empresas que se han armado en la Argentina han usado el Boing 737-200: porque la cantidad de gente que sabe utilizar, manejar y arreglar ese tipo de avión es importante y, además, resulta muy fácil de alquilar y de ponerlo a volar. Es decir, una línea aérea ya no necesita grandes capitales para armarse ni un período de tiempo demasiado prolongado. De hecho, se considera que en tres meses se puede lanzar una operación aérea limitada. Por otro lado, nuestro transporte aéreo de cabotaje está concentrado en Buenos aires. Todo lo que no sea Buenos Aires se ha ido perdiendo por falta de demanda o por determinadas razones que no es del caso mencionar aquí. Vemos que el servicio público de transporte es un concepto muy arbitrario porque sólo sirve a la Ciudad de Buenos Aires. No existe un servicio público, por ejemplo, para el mercado entre Mendoza y Neuquén, Mendoza y Bariloche, o Córdoba y Salta; de existir, está restringido. Entonces, pierde validez el concepto de servicio público. Si tenemos en cuenta que la mitad de las rutas tiene volumen para ser operadas en competencia como Mendoza, Tucumán y Córdoba -rutas que ya operan en competencia-, entonces vemos que el concepto de servicio público en nuestro país se limita al cabotaje y a rutas muy débiles. ¿Por qué se está requiriendo esa operación de alto costo en esas rutas débiles? Porque no ha habido una evolución de la industria. Ya no hay una rutas débiles: hay una gama de aviones que van desde 20 hasta 500 plazas, cada uno adaptado a los distintos tipos de tramos. Acá, en la Argentina, sólo tenemos aviones de más de cien plazas. Obviamente, a Catamarca no se puede ir dos veces por día con un avión de más de cien plazas. El usuario, el cliente, se vería beneficiado si hubiera otras modalidades de transporte que lo llevaran en un avión de 20 plazas a Córdoba tres veces por día y allí pudiera tomar un avión troncal a Buenos Aires. Podemos decir que aquí la modalidad ha sido tan definida por la operación de Aerolíneas que prácticamente se han abandonado las restantes que tanto favorecen a los usuarios del mercado. Prácticamente se abandona todo eso y pasa a un plano mucho más difícil de justificar, como es el uso del automóvil particular. Un hombre de negocios que tiene que viajar entre Mendoza y Neuquén hoy está usando su automóvil particular, lo que constituye un costo muy alto para la sociedad en cuando al consumo de combustible y de tiempo. Las posibilidades de mejora de Aerolíneas son muy limitadas. No es una empresa fácil, hay todo una cultura que está arraigada. El proceso de racionalización de la empresa sería muy difícil. Argentina necesita nuevas ideas que han surgido en algún momento pero que por la crisis económica, desaparecieron: en vuelos regionales, operaciones low cost y de tipo operativo que abarquen una gran gama de servicios y satisfaga a los clientes; en el tema internacional, empresas más agresivas. Una característica de la operación es que las empresas ya concentran toda su actividad en un sólo aeropuerto y comienzan a vender tráficos que no son de su país. Por ejemplo, en la Argentina, ha sido tradicional que British Airways fuera una de las principales vendedoras del mercado a Italia porque tiene la facilidad de llevar al pasajero a Londres y, desde ahí, redistribuirlo en vuelos de carácter regional a Roma, a Génova y a un montón de ciudades italianas, cosa que Alitalia no podía hacer. Alitalia, desde Milán no tenía una red lo suficientemente densa. ¡La competencia es tan grande y las modalidades operativas son tan diferentes de lo que tenemos nosotros! El tema de tener dos aeropuertos en Buenos Aires es un inconveniente muy grande para una operación de este tipo. La decisión de que la operación recaiga en manos del Estado sólo va a ser un paliativo, pero resolverá los problemas de fondo que va a tener la industria del transporte aéreo, más allá de los costos que implique para la sociedad que el Estado tenga que subsidiar una operación aérea. En las actividades que no son prioritarias el Estado no debe intervenir. Puede trabajar quizás a través de subsidios específicos, como en el caso del sistema de colectivos de Buenos Aires , que subsidia el servicio operado por una empresa privada: o sea, un determinado servicio y no el conjunto. La idea es todo un sistema en el cual las líneas aéreas tengan más libertad de poder aplicar tarifas, cobrar más dinero e introducir servicios en una gran cantidad de ciudades que hoy no los tienen -que no tienen red-, así como crear una operación internacional que no se base exclusivamente en el mercado argentino sino que trabaje en lo que se llama la sexta libertad. En definitiva, que comience a trabajar todo el conjunto de mercados en la región. En Estados Unidos, cuando se piensa en Sudamérica, la empresa inmediatamente asimilada a la idea es LAN. Actualmente es una multinacional: tiene LAN Perú, LAN Ecuador y LAN Argentina. Ha generado una red muy densa, un sistema de frequent flyer y una asociación muy fuerte con empresas americanas que ha facilitado esta imagen que produce ventas. De hecho, la gente directamente prende su computadora y accede al sitio web de LAN. Las empresas ya no son de un país: son de una región. Hoy Iberia no es España: es Europa. Uno le compra a Iberia pasajes para ir a Dusseldorff, a Munich, a Milán o a cualquier parte del mundo: es decir, tiene una operación basada en Madrid con la que puede ofrecer destinos a toda Europa. Lo que planteo es que verdaderamente se dé libertad tarifaria; que se dé libertad a las nuevas empresas y que se deje que el transporte aéreo siga un proceso natural para poder competir. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. — Usted dijo que el sistema tarifario actualmente no es rentable para las empresas. Entonces, en primer lugar quiero saber si seguirá siendo no rentable aún con el subsidio que le está pagando el Estado a la actividad aérea; en segundo término, que nos explique sintéticamente el sistema Amadeus; y, en tercer lugar, que nos diga si las empresas internacionales cuentan con subsidios del Estado y, en su caso, en qué porcentaje sobre la tarifa. Finalmente, me gustaría saber cómo se debe hacer para tomar rutas internacionales: es decir, cuál es el sistema para tomar las rutas internacionales. Usted dijo que Aerolíneas ha perdido muchos destinos en todo este tiempo y que el único destino prácticamente fuerte que queda es Madrid. Entonces, quiero saber cómo se podrían recuperar destinos si se le da una estrategia internacional a Aerolíneas. Sr. Negre. — Con respecto a los subsidios, el tema pasa más por el tipo de mercado. Obviamente, cuando se habla de mercados que generan mucho tráfico, en los que se puede completar la capacidad de los aviones —de aviones grandes como los que tenemos en la Argentina—, ese mercado no necesita subsidios con las tarifas actuales. ¿Por qué? Porque estamos trabajando con un sistema en el que el pasajero debe adecuarse a los momentos en que haya asientos libres. Entonces, como todo el mundo paga lo mismo, los aviones se ocupan de una forma muy arbitraria y los días que tienen más demanda se saturan. Por lo tanto, el pasajero que quiere viajar ese día tiene que hacerlo en otro momento o se va por otro medio. El problema de los subsidios se da en las rutas débiles, donde ese avión grande no se cubre o no hay forma de cubrirlo. En nuestro país está situación se da en el Litoral, en Formosa, en Posadas, en Jujuy, en Catamarca, en La Rioja, en San Juan y en San Luis. Actualmente el sistema está muy mal operado. Hay mucha oferta en los mercados marginales. Entonces, si el Estado no pagara subsidios obviamente esas rutas tendrían que dejarse de operar. De hecho, no sucedería lo mismo con las rutas principales. El sistema Amadeus es un sistema de distribución de ventas, un sistema de reserva. La empresa tiene un sistema llamado deal managent, o administración de rendimientos: es decir, a cada uno le cobra distinto y se diseña una capacidad del avión a efectos de que haya “tantos” asientos para tarifa plena, “tantos” para tarifa uno, dos, tres, y eso se pone a disposición del sistema mundial. Esto se hace a través del sistema Amadeus, del sistema SABRE o a través del System One. En efecto, se trata de distintos sistemas que las empresas contratan, pero son caros porque cuestan, más o menos, cinco dólares por reserva. Entonces, si estamos hablando de un pasaje de 20 dólares 5 dólares es mucho. Hoy en día, ya las empresas están abandonando estos sistemas porque la distribución global se realiza por Internet. Por ejemplo, yo desde la Argentina puedo reservar una asiento entre Tiapei y Pekin a través de Internet comprando tramos asilados. En consecuencia, todo ese ingreso queda 100 por ciento en la empresa y no hay que estar pagándole al intermediario, que son el sistema Amadeus o el SABRE. De hecho, hoy todos nosotros compramos vía Internet e imprimimos la hoja respectiva. Desde el punto de vista legal, los abogados mueren de angustia porque no hay contrato de transporte. De todos modos, el sistema está funcionando perfectamente y se ahorran costos. Con respecto a las rutas internacionales el problema es comercial: ya no hay política. La Argentina ha tenido una política de dar mucha oferta, con lo cual prácticamente todos los mercados internacionales están desregulados en la práctica: se pueden poner los vuelos que se quieran en las condiciones que se quieran. Ya no es cuestión de pérdida de rutas como consecuencia de que las empresas desaparezcan. No: la ruta ya está perdida porque la empresa no supo comercializar bien ni supo capturar los tráficos para mantenerla. La recuperación de rutas es un mecanismo comercial. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra el senador Rodríguez Saá. Sr. Rodríguez Saá. — Con respecto a los vuelos de cabotaje destinados a San Luis, tanto usted como yo sabemos que en la década del 90 mi provincia tenía entre San Luis y Villa Mercedes cinco vuelos diarios. Entonces, que sea antieconómico y que no se pueda hacer llegar ahora un avión día por medio no es porque no haya un mercado: me parece que existe un error en la forma de manejo de ese mercado. Sr. Negre. — Lo básico es la tarifa. Hace diez años la tarifa era libre. Con esa modalidad la empresa tiene muchas más posibilidades de obtener dinero, sobre todo en la ruta de hombres de negocios como es la de San Luis. El empresario tiene horarios rígidos, tiene que volver . Entonces, esto hace que la empresa le cobre. Hoy en día esa posibilidad no existe; está todo en un tope; no se puede cobra más de ese monto. Por lo tanto, el turista y el empresario pagan lo mismo, el rendimiento global cae y el sistema se hace antieconómico. Otro aspecto es que en ese grupo de vuelos que iba a San Luis habían aviones de 20 plazas como las de Aero Vip y de 40, como los de Southern Winds. Todo eso con la crisis se vino abajo y hoy sólo quedan los aviones de Aerolíneas con 110 plazas, muy grandes y costosos. Esto implica que no hay una adaptación a los distintos tipos de mercado. De hecho, entre las tarifas y la falta de variedad de ofertas se produce esta escasez que estamos viviendo. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra el senador Morales. Sr. Morales. — Quiero agradecerle la exposición y hacerle una pregunta que está vinculada con la situación que se ha dado en aquellas empresas que se pudieron reestructurar a partir de una situación de quebranto y pudieron continuar prestando el servicio. Recién usted planteó el tema de Varig y el de Avianca. ¿La situación de declaración de quiebra de la empresa le impide seguir volando y manteniendo los destinos o por el contrario, aún en estado de quiebra, es posible establecer un plan de negocios o una reestructuración que le permita a la empresa seguir funcionando? Sr. Negre. — En realidad, nunca se llega a la quiebra porque los acreedores comienzan a darse cuenta de que si la empresa quiebra ellos pierden. En el caso de Varig, los acreedores bajaron sus aspiraciones a un 5 por ciento y permitieron que la empresa fuera comprada por Gol; lo mismo sucedió con Avianca. Sin embargo, este caso es mucho más interesante porque la quiebra se declaró en Estados Unidos y no en Colombia. Sr. Morales. — ¿Se declaró la quiebra? Sr. Negre. — No se llega a declarar la quiebra: se declaró la convocatoria en Estados Unidos. No se llega a la quiebra porque a la empresa la compra Ocean Air, de Brasil. La negociación entre el juez y los acreedores hizo que las aspiraciones de la deuda se redujeran. Entonces, aparece un comprador y salva la firma, pero no a la empresa. En realidad, Varig no es ni el 5 por ciento de lo que era hace diez años: ha ido muriendo lentamente. Sr. Torres. — Usted dice que no se llega a la quiebra. Ahora bien, en el hipotético caso de que se llegue a la quiebra, ¿la empresa podría seguir operando? Sr. Negre. — En Argentina tenemos el antecedente de la quiebra de LAPA. En ese caso la jueza no permitió que los acreedores se llevaran los aviones y la empresa siguió operando en convocatoria. Fue un antecedente muy criticado a nivel internacional porque no eran aviones propiedad de LAPA sino que el patrimonio era de lessors. A pesar de que el dueño estaba en el exterior y LAPA tenía un contrato de alquiler la jueza consideró que era parte de una oferta importante a nivel de cabotaje y que no podían llevarse esos aviones al exterior. Sr. Torres. — En caso de que ocurriese algo similar a lo sucedido con LAPA y el juez autorizase el funcionamiento de las aeronaves que están en estado de leasing seguramente no podríamos alquilar o comprar aviones a crédito en esta situación. Sr. Negre. — ¿En qué sentido? Sr. Torres. — Ante la hipótesis de que en Aerolíneas se dé el caso de LAPA, donde una jueza no permite que se devuelvan los aviones y exige que se sigan utilizando los vuelos, el mercado internacional no nos alquilaría aviones. Sr. Negre. — En ese momento, la actitud de la jueza fue muy criticada y hubo un plus a todo alquiler de aviones a la Argentina porque consideraban que no existía seguridad jurídica. Entonces, si un avión costaba 100 mil dólares por mes la Argentina lo tenía que pagar 110 mil dólares. Sr. Torres. — ¿Pero a LAPA no le alquilaban? Sr. Negre. — El contrato con LAPA se mantuvo, pero Aerolíneas quiso alquilar aviones adicionales y se encontró con este problema. Lo que pasa es que hoy en día los aviones están parados. Ese momento era de auge y todos los lessors querían sacar los aviones de Argentina para mandarlos a otra parte. En la actualidad, si los aviones vuelven no irán a ninguna parte porque no hay demanda a nivel mundial. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra la señora senadora Estenssoro. Sra. Estenssoro. — Usted dijo que no es muy habitual que quiebren las empresas porque siempre hay alguien que está interesado, una vez que la empresa entra en concurso de acreedores, en comprar la firma. Me gustaría que me explicara mejor cómo es ese proceso. Además, quisiera que me responda lo siguiente: en el momento que va entre el concurso de acreedores y que alguien compre esa empresa para reflotarla, ¿quién la gerencia a efectos de que siga operando y sea segura para los pasajeros y empleados? Agradecería que nos diera algún ejemplo al respecto. La otra pregunta se refiere a quién está cargo de la conducción de esa empresa en ese período de transición: si es el juez el que decide quién manejará esa empresa o si siguen siendo los mismos accionistas que la llevaron a esa situación de convocatoria; cómo se resuelve eso. Ahora bien; si la empresa necesitara, por ejemplo, alquilar nuevos aviones o renovar licencias, ¿cuál sería la disponibilidad en el mercado internacional para que Aerolíneas pudiera hacer este proceso de ir recuperándose en una situación como la que le estoy describiendo? Sr. Negre. — En cuanto a ese período de convocatoria, la operación se mantiene. Por lo menos en todos los casos que he visto se ha mantenido, no ha crecido. Hasta se han mantenido los programas de vuelos: es como que se congeló y siguió haciéndose lo mismo hasta que viene un nuevo management. Sra. Estenssoro. — ¿Quién gerencia la empresa en esa transición? Sr. Negre. — En el caso de Varig fue la Justicia. Sra. Estenssoro. — ¿Nos puede dar algunos ejemplos al respecto? Podría contarnos el caso de Varig y tal vez algún otro. Además, me gustaría saber cómo se hace ese gerenciamiento. Sr. Negre. — En el caso de Varig se redujo todo lo que producía déficit; se devolvieron los aviones de esos servicios; prácticamente, lo internacional fue abandonado. El juez mantuvo toda la operación de cabotaje y se cubrían los costos. El esquema fue que se hiciera todo lo que podía autofinanciarse y se abandonara todo lo anterior. En el caso de Avianca se devolvió el 747 porque era un avión inadecuado. La operación continuó hasta que apareció el management de Ocean Air para hacerse cargo. Paralelamente, el gobierno de Colombia liberó los cielos y las tarifas. También apareció Aero República, que es de COPA, la panameña, que creció de forma espectacular en pocos meses. Entonces, cuando llega Ocean Air para hacerse cargo de Avianca la empresa no es tan importante como era antes. Aero República le ha quitado mucho tráfico. Es decir, siempre se han dado procesos en los que se deja ir a la empresa a la convocatoria; el juez asume la responsabilidad de management sin tomar grandes decisiones y manteniendo lo que hay hasta ese momento; paralelamente, el gobierno da libertad para que aparezcan nuevos competidores. La muerte de Varig en Brasil no ha sido penosa porque Gol creció a un 30 por ciento anual: lo hizo a través de una nueva política del gobierno en la que se daban todas las rutas y se permitían las tarifas libres. Sr. Ríos. – Tiene la palabra el señor senador José Carlos Martínez. Sr. Martínez (J.C.). – Teniendo en cuenta la crisis última del petróleo, la pregunta concreta es si usted me puede decir el precio promedio internacional del JP1; así como también si ha habido subsidios en los países centrales para mantener las tarifas ante la disparada del precio del crudo y, en consecuencia, del JP1. Sr. Negre. – Con respecto al aumento enorme que ha tenido el petróleo el último año, los estados no quieren meterse. Yo creo que en este caso se justifica, porque fue una situación muy coyuntural. Ahora el petróleo está tendiendo a atascarse y decrecer. Los Estados tienen miedo a meterse y no salir más. Por ejemplo, en los Estados Unidos el gasto en seguridad aeronáutica es explosivo. Ahora están reviendo su actitud, porque, obviamente, ese gasto dentro del presupuesto representa una luz roja muy fuerte. O sea, los Estados no tienen ganas de gastar plata en este sector. En Europa hay subsidios pero a rutas específicas, no a operaciones globales. Por ejemplo, los españoles han mantenido subsidios a las islas, ya que consideran que su integración al conjunto nacional tiene que ser apoyada a través de la facilitación del transporte. Las únicas islas que se mantienen son las más débiles. Obviamente, Mallorca, Gran Canaria y Tenerife ya han perdido los subsidios, porque sus servicios comerciales hay superado todas las expectativas. Los subsidios se mantienen para las islas más pequeñas y tienden a decrecer. O sea, hay una razón política de integración detrás del subsidio de tal o cual ciudad; no en subsidiar a una empresa. Hablamos de aquellas ciudades cuya base es débil. Sr. Ríos. – Agradecemos mucho al licenciado por su aporte. Lo despedimos y luego continuaremos con el panel. - Se retira el licenciado Negre. - Ingresa en el salón el ingeniero Ricardo Runza. Sr. Calcagno y Maillman. – Expondrá a continuación el ingeniero Ricardo Runza, quien ha sido invitado por la señora senadora Estenssoro. El señor Runza es ingeniero aeronáutico y autor de varios libros sobre el tema.El señor Runza necesita un proyector de power point para poder efectuar su exposición. Debido a que el proyector aún no se encuentra en el salón, continuaremos la ronda de expositores con otro invitado. Llamamos entonces a que exponga, mientras esperamos la ubicación del proyector, al representante de la Asociación Civil de Defensa del Pasajero y Usuario del Transporte, quien prometió utilizar quince minutos de nuestra agenda. Hablamos del ingeniero Edgardo Carraza, secretario de esta asociación. - Ingresa en el salón el ingeniero Edgardo Carranza. Sr. Calcagno y Maillman. – Antes de darle la palabra al señor Carranza, le recuerdo que prometió utilizar quince minutos, los cuales serán contabilizados por reloj de modo draconiano. Sr. Carranza. – Buenos días. Yo soy el secretario de la Asociación Civil de Defensa del Pasajero y Usuario del Transporte. Agradezco a los presidentes de las comisiones del Senado que nos hayan permitido exponer la visión del usuario del transporte aerocomercial argentino; en este caso, del usuario de Aerolíneas Argentinas y Austral, las que deberían ser en este momento las líneas más importantes de Sudamérica. Como pequeña introducción, quisiera comentarles que Aerolíneas Argentinas fue privatizada en noviembre de 1990. Aquí no se dijo y nosotros creemos que hay que decirlo: cuando se privatizó no sólo se le sacó la deuda sino que ésta quedó en una empresa del Estado que se llamaba ARSE –era la que estaba funcionando hasta ese momento–. Para decidir la empresa que tome Aerolíneas Argentinas, hubo un solo oferente: el Estado español, encubierto con socios argentinos. Se le otorgó el monopolio del cabotaje por cinco años y el monopolio del transporte internacional argentino por diez, con lo cual en 1990 empezaba la carrera de todas las aerolíneas para renovar sus flotas. Es eso lo que tenían que hacer las empresas, en esta carrera de postas que recién planteaba el expositor que me precedió, para lograr sobrevivir; además de hacerlas cada vez más económicas y seguras. Iberia, el Estado español y sus socios se comprometieron a un plan de renovación de flotas que hizo crisis a los dos años. En 1992 había un escándalo público y Aerolíneas Argentinas dejaba de volar a un montón de destinos del interior. En consecuencia, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, fue citado al Congreso de la Nación. Él dijo que la privatización de Aerolíneas Argentinas había sido un gran error del presidente Menem y que, además, para salvar la necesidad de dinero para incorporar la flota que Iberia no había incorporado, había que vender Austral. Pescarmona, el socio, había ingresado a Austral dentro de Aerolíneas Argentinas como parte de pago de su parte de compra, que después se la devolvieron cuando al año siguiente se fue. Entonces, el ministro de Economía –haciendo economía– se preguntaba por qué el Estado tiene que poner dinero en una empresa privada; que vendan Austral y ese dinero se use para la compra de aviones que necesita Aerolíneas Argentinas. Creo que es un ejemplo de lo que se hace cuando uno está en una situación desesperada, porque todo el mundo se preguntaba qué pasaba con esta empresa que se acababa de privatizar y ya tenía problemas. A principios de 1994, el mismo ministro de Economía plantea que Aerolíneas Argentinas estaba quebrada. Dijo “Aerolíneas no vale nada”; si les parece, algo parecido a lo de hoy. Entonces, se planteó una negociación con el Estado español pero, previamente, se trató de buscar un socio para Aerolíneas Argentinas. En ese momento trabajaba en programas de propiedad participada, y los pilotos de APLA –que aquí vinieron a decir que bajo ningún concepto ellos quieren hacerse cargo de la empresa– se presentaron a la Presidencia, y dijeron “Señor presidente: nosotros queremos comprar Aerolíneas Argentinas. Si el ministro de Economía dice que no vale nada, usted le saca la deuda y nos entrega la aerolínea a nosotros, podemos llevarla adelante”. Para hacer esto crearon una sociedad anónima que se llamó FLAPS, cuya comisión directiva estaba integrada por los socios iniciales y se comprometían a ingresar a todos los empleados que quisieran participar. El gobierno decidió que no, y lo negoció con España. Nuevamente, España planteó la necesidad de tener la propiedad sustancial y el control efectivo que el Código Aeronáutico no se lo permitía. El doctor Fargosi, abogado de Iberia en la privatización, tomó rápidamente el comando y propuso formar una empresa, que se llamó Interinvest –una “empresa cáscara” que sólo tiene las acciones de Aerolíneas y de Austral–, llamada por el Defensor del Pueblo como una empresa fantasma creada para perjudicar al Estado nacional. Interinvest pasó a tener de un plumazo el 85 por ciento de la compañía. Cuando en el concurso tuvieron que presentar las actas y acuerdos, se observó que el aporte de capital que hizo en ese momento Iberia –el Estado español, porque Interinvest, primero, lo conformó Fargosi con un abogado llamado Tenaillón, y al otro día le vendieron las acciones a Iberia y a Manuel Morán, para que no fuera una empresa de un solo socio– fue de 500 millones de dólares en papeles. La señora senadora Negre de Alonso, que ha ido a ver el expediente del concurso, se puede fijar que allí Manuel Morán, presidente de Aerolíneas Argentinas, presenta un papel donde dice “Reconozco que Aerolíneas Argentinas le debe 300 millones de dólares a Iberia”, y al otro día se presenta en Interinvest, diciendo “Capitalizo en nombre de Iberia 300 millones de dólares de deuda de Aerolíneas Argentinas”. Es decir, no ingresó dinero y siguieron con el vaciamiento. Esta historia puede seguir porque hay muchas posibilidades de cómo se llega a este momento. Ayer ustedes hablaban de la cultura de los pilotos, y coincido que la cultura empresaria de Austral es totalmente diferente a la de Aerolíneas. Este esquema (el expositor señala un gráfico) se llama “Esquema de ventanas de oportunidades para que ocurra un accidente”, y es la preocupación de nosotros, los usuarios. Nosotros, como ciudadanos, tenemos la misma preocupación que los señores senadores en relación al gasto que pueda ocasionar recuperar Aerolíneas Argentinas y de la necesidad de tener una empresa de bandera, de conectar al país, y de que aquí se declare –ya que existía alguna duda– que el transporte público aerocomercial argentino es esencial. Ustedes observan allí cómo se produce un accidente; es decir, cuando se alinean las ventanas de oportunidades para que los errores sucesivos vayan provocando un accidente. El día 31 de este mes se cumplirán nueve años del accidente de LAPA. Este esquema es el ABC que se podría haber evitado pero, con la connivencia de funcionarios argentinos, de la Fuerza Aérea, de la empresa, de ahorro de costos y muchas otras cosas, terminó con la muerte de más de setenta personas. Entonces, yo he aplicado este esquema al caso de Aerolíneas Argentinas, de 2001 en adelante. Primer error de 2001: el gobierno argentino le pide al español que abandone Aerolíneas Argentinas. La comunidad europea le había indicado al gobierno español que le daba los últimos 1.000 millones de dólares de subsidio a Iberia con la única condición que se desprendiera de Aerolíneas Argentinas y de Austral. Iberia no se desprendió de Aerolíneas Argentinas y de Austral, sino que creó esa famosa empresa en Holanda y le dijo “Yo ya me fui de Aerolíneas Argentinas”. Sucesivamente, de accionista de Aerolíneas Argentinas pasó a ser accionista de Interinvest, y de pronto pasó a ser accionista, a través de dos bancos –que después confesaron que eran del Estado español–, de la empresa Andes Holding, donde entraba el dinero de España y desaparecía en el camino; y entraba el dinero de la Argentina, y desaparecía en el camino. En 2001 se presentaron nueve empresas para quedarse con esta empresa quebrada. Uno se pregunta cómo puede ser que nueve empresas se presenten con la intención de quedarse con una empresa quebrada de un país del sur. De esas nueve empresas, tres eran argentinas. No es cierto que Air Comet o Marsans hayan sido los mejores oferentes; eran los oferentes indicados. Les quiero contar que trabajé con el doctor Pellegrini, quien regresó aquí con una especie de inicial de la compra. Se festejó aquí; dijeron “Al fin los argentinos vamos a tener Aerolíneas”. Al otro día, le dijeron que no, que era Marsans. En consecuencia, en 2001 el primer error es aceptar que el Estado español le ceda a Marsans las acciones, simplemente, para salir de la responsabilidad. O sea, primero Iberia se va pasando para salir de la responsabilidad y después el Estado español dice: pongo a Marsans para no tener más responsabilidad. En el 2003 Aerolíneas ya estaba con complicaciones y empezó el tema -que ustedes ya han conocido- del rechazo de los balances, con lo cual el Estado argentino estaba tratando de cerrar esa ventana del accidente de Aerolíneas que sería la quiebra o la situación en que está actualmente. Esa ventana se abrió en 2006. Cuando aprobaron el balance en 2005 y cayeron las impugnaciones, esa ventana se abrió y el problema siguió subsistiendo. En 2007 el tema ya era muy complicado. Entonces, el gobierno dictó un decreto y estableció la situación de emergencia del transporte aerocomercial argentino. Creo que se podría haber apelado esa situación, porque por la seguridad de los pasajeros y la necesidad de conectar el país, el Estado podía haber tomado o intervenido Aerolíneas Argentinas y Austral. Entonces, quedan muchas situaciones donde uno puede plantear qué hacer. Quiero comentar que en la Ley de Reforma del Estado, la 23696, del año 89, hay un capítulo que se llama Programas de Propiedad Participada. Estos programas no sólo pueden ser de los trabajadores, también pueden ser de usuarios -a nosotros nos gustaría participar en un PPP de usuarios- y de proveedores. En el año 2004, cuando Aerolíneas estaba quebrada, una consultora de programas de propiedad participada se presentó a plantear que a los acreedores se les podía dar acciones de la línea aérea y ellos podían tomarlas como una especie de aporte de capital para después, cuando la empresa reflotara y fuera a la bolsa, recuperar sus ingresos. Esta es una posibilidad. En el año 1991 se privatizó Aerolíneas Argentinas. Y ustedes saben que para ello el abogado de Iberia, el doctor Fargosi, junto con el doctor Dormí –dos eminencias-, formaron una sociedad anónima. Le dijeron al Estado: armen una sociedad anónima que se llame ARSA, Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima. Porque ARSE era del Estado –Aerolíneas Argentinas Sociedad del Estado-. El Estado formó una sociedad anónima y le vendió las acciones. Y a los cuatro días hizo un contrato general de transferencia y le pasó la unidad operativa. Porque las deudas se las quedó el Estado, quedaron en la ARSE residual, que creo que todavía está vigente. Entonces, ahora creo que habría que hacer como los yudocas: usar la fuerza que pusieron ellos para hacer esta trampa, pero para regresarla. Porque creo que, en realidad, en el año 2003 el doctor Baños dictó una resolución por la cual estableció que en la privatización de Aerolíneas Argentinas en 1990 había habido una asociación ilícita entre funcionarios argentinos y empresarios para perjudicar al Estado nacional. Esto fue previo a las elecciones de ese año. Después no se movió el expediente. Lo que pasa es que los delitos de 1990 estaban prescriptos, pero no así la declaración de que había sido un acto ilícito. Por lo tanto, creo que se podría decir al gobierno español que devuelva la unidad operativa. Y lo digo nada más como posibilidad, no como una imposición, porque esto requiere de administrativistas y de comercialistas que puedan enfrentar a la gente que armó estas cáscaras, para poder desarmarlas. El compromiso que ha tomado el Senado de sacar una ley está acorde con la problemática a la que hoy ha llegado Aerolíneas Argentinas. Pero quiero recordarles que ustedes son la última pantalla para parar este tema. Porque he estado devanándome los sesos junto con la gente de ADEPAUT, hemos consultado con abogados, y de pronto nos dijeron: ¿no se le ocurrirá al gobierno estar haciendo aportes en Aerolíneas y no pagos a cuenta del Estado, o sea, como un tercero que paga como un aporte de capital? Ustedes vieron que esto no está sucediendo, porque en la desesperación porque Aerolíneas Argentinas siga funcionando, el gobierno está haciendo, a lo mejor, lo que puede, pero no es lo que se debe hacer. Entonces, disiento del doctor Alak cuando dijo que Aerolíneas no podía parar un sólo día. Para negociar con el gobierno español debería haberse parado todo el sistema y haberse enviado a un representante del gobierno a negociar con España directamente, de forma que el mundo supiera que este parate era culpa de España y no de Argentina. El otro día le pregunté a un periodista español sobre la posibilidad de la expropiación y me dijo: “Ustedes están locos. Si Argentina llega a expropiar, olvídense del mundo.” Claro, yo le dije: “Chávez lo puede hacer”. Y me respondió: “Pero él está sentado sobre un barril de petróleo. Entonces, la negociación requiere de aristas y hay que ir tomando la palabra del auditor general de la Nación, que ya se está preparando para un enfrentamiento jurídico de magnitud. Les quiero comentar, por último, que a nosotros nos interesa que Aerolíneas vuele segura, pero que también el gasto que ustedes autoricen sea efectivo. Estuve viendo –habrán leído en los diarios- que hay un abogado español que ha pedido el embargo de las acciones de Aerolíneas Argentinas en un juicio que tiene contra Marsans. Y me preguntaba: ¿qué tiene que ver Aerolíneas Argentinas con Marsans, si él tiene un juicio con esta última? Si ustedes se fijan, en el artículo 1 GHO SUR\HFWR TXH HQYLy HO 3RGHU (MHFXWLYR VH establece que el Secretario de Transporte firma un acta acuerdo con el grupo Interinvest. Y no hay tal grupo. Es una empresa cáscara y fantasma, dueña de las acciones de Aerolíneas. Y el accionista de Interinvest tampoco es Marsans sino Air Comet. Y el de Air Comet son cuatro empresas: dos de turismo y dos de transporte, que, a su vez, son de Antonio Mata y de los dueños de Marsans. Entonces, ¿cómo un juicio en España puede pedir el embargo de las acciones españolas? Siguiendo a Daniel Santoro, que dice que piensa debajo de la ducha y ata cabos, si ustedes se fijan dice que el acta acuerdo ha sido refrendada por los señores Gonzalo Pascual Arias y Gerardo Díaz Ferrán como accionistas principales mayoritarios de Aerolíneas Argentinas. O sea, el gobierno ha caído en el error, tal vez por lo que decían acerca de que en la desesperación no se ha asesorado fehacientemente, de darle pie a que el 1 GH VHSWLHPEUH cuando termina la feria judicial en España, este abogado pueda embargar las acciones de Aerolíneas. De esa manera, todo el dinero que se ha puesto y el impulso que están aportando los legisladores para recuperar a Aerolíneas y Austral se podría ir a la basura. Sr. Ríos. – Le agradecemos mucho su participación. Sra. Estenssoro. – Señor Carranza: le agradezco su presencia y su conocimiento. )Usted ve algún tipo de situación similar a la que describió de los años 1990 y 2001 en esta negociación entre el gobierno argentino Cen ese caso de MenemC y el gobierno de España con grupos empresarios y el acta acuerdo que firmó el gobierno? Porque, si bien este proyecto de ley sancionado en la Cámara de Diputados no es similar, también implica la compra y hacernos cargo de la deuda; es decir, que el Estado vuelva a quedarse con la deuda de Aerolíneas, con lo cual los privados se liberarían de ella. )Hay alguna similitud entre esta operación y la descripta de los años 1990 y 2001, e incluso también del 2003? )En este caso la situación es diferente y el Estado no se hace cargo de las deudas y asume su rol o estamos repitiendo la historia y defendiendo algunos intereses o acuerdos con España que no me quedaron claros, pero seguramente usted conocerá más? Sr. Carranza. C Le quiero comentar que yo he sido asesor en la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados desde el año 1997 hasta el año 2002, y en el año 2001 ya se preveía que Aerolíneas entraría en crisis. Por eso me extraña lo del doctor Alak, porque como director podía recurrir a la Ley de Sociedades y exigirles a los síndicos que investiguen, y los síndicos tienen la obligación de, en Asamblea, presentar su investigación ante los accionistas. Como le comentaba, en el año 2001 ya se preveía que Aerolíneas estaba muy complicada, y entonces la Cámara de Diputados conformó no sólo una comisión investigadora y una comisión de notables Cde la cual el comandante y contador Semería formó parte y yo fui secretarioC, sino que también creó una comisión de seguridad aérea, con la cual se empezaron a delinear los cambios en el Código Aeronático Cen la ley 19.030C, es decir, a trabajar en las necesidades del transporte aerocomercial para ese momento. Otra de las cosas que hizo la Cámara fue destacar a cinco diputados a España, a pesar de que había ido el ministro Cavallo y que había dicho que Aerolíneas iba a quebrar y que no se iba a poner un solo peso. Esos cinco diputados fueron: el diputado Nievas, presidente de la comisión; la diputada Alicia Castro; el diputado Gutiérrez, por Mendoza; el diputado Vitar, por el FREPASO, y el diputado Funes, por el Justicialismo. La verdad que fue un honor para mí ir con ellos, porque ellos pagaron mi pasaje y yo fui el relator ante el Congreso de los Diputados españoles sobre el caso de Aerolíneas Argentinas. Lo bueno de esa situación fue que los diputados se sacaron sus casacas partidarias y armaron un esquema para enfrentar al gobierno español; entonces Nievas, como presidente de la comisión y representante del gobierno, era suave; Alicia Castro gritaba; Funes apretaba y, por último, Gustavo Gutiérrez, que también es contador, puso las pruebas sobre la mesa. Ellos fueron tan contundentes que el presidente de la CEPI Cque cuando entraron les dijo que la CEPI no iba a poner un solo pesoC al día siguiente llamó a los diputados y les dijo AMiren, he consultado con el Consejo de Ministros y nos han autorizado a vender y a hacernos cargo de la deuda.@ Sra. Estenssoro. C Pero finalmente no se hicieron cargo de la deuda. )Le parece que hay alguna similitud entre esas ocasiones, que eran esas ventanas de oportunidad que fueron para el lado contrario, con esta propuesta del gobierno argentino, del oficialismo, de comprar Aerolíneas Argentinas Cque sería también comprar la deudaC o hay otra alternativa que no reviste transacciones ventajosas para el Estado y el gobierno español y los empresarios españoles, y a mi juicio desventajosas para los argentinos? Sr. Carranza. C Le quiero comentar que, tal como dijo ayer el comandante Semería, están todos los elementos para una negociación. De todos modos, desde mi punto de vista yo creo que el Senado debería tomarse más tiempo para armar otras posibilidades. Creo que es muy importante decir que, si uno descorre el velo de Interinvest y de Air Comet, el Estado español sigue siendo responsable de todo lo que ha sucedido desde el año 2001 hasta la fecha. Y creo que cuando uno quiere comprar algo de otra persona no empieza diciéndole AQué lindo, )cuánto querés?@ y todo eso, sino que le dice AEs una porquería@, AMirá lo que hiciste@, AEsto es tu responsabilidad@, y después comienza la negociación. También creo que las deudas de Aerolíneas Argentinas han sido infladas a propósito. En marzo de este año ya se sabía lo que iba a pasar. Nosotros mandamos cartas no sólo a la presidenta de la Nación sino también a los ministros. El ministro responsable del área es el ministro de Economía, porque es el representante de las acciones. Incluso también le enviamos notas al rey de España, que fue el único que nos contestó; nadie más nos contestó. Creo que en ese momento, y con tiempo, se podría haber armado una salida negociada sin que Aerolíneas dejara de volar. Tal como ustedes habrán escuchado, actualmente el mercado es caníbal. Los tiburones están dando vueltas alrededor de Aerolíneas y lo único que esperan para terminar con la historia de Aerolíneas Argentinas y quedarse con el mercado del transporte aerocomercial argentino es que haya un accidente. Sra. Estenssoro. C Hoy viajamos así y todo. Sr. Carranza. C Sí. Ustedes también son usuarios y nosotros los defendemos. Sr. Calcagno y Maillman. C Muchas gracias, ingeniero, por su disponibilidad y su tiempo. Tiene la palabra el ingeniero Runza, quien ha sido invitado por la senadora Estenssoro. Sr. Runza. C Buenos días a todos. Nunca tan oportunos han sido estos inconvenientes, porque por el tema del cual yo les voy a hablar me ha venido perfecto que haya participado antes de mí uno de los mayores especialistas en economía aplicada al aspecto de la aviación civil, como lo es el doctor Negre. Nunca mejor me ha venido su explicación con respecto al modelo de accidente. Porque lo que yo intentaré es darles un panorama de cuál es la situación que tiene el Estado nacional frente a la aviación civil y el posible impacto que puede tener esta situación en la estatización de Aerolíneas y viceversa. Antes de eso voy a hacer un pequeño aporte, por si ustedes quieren tomar nota, ya que se habló sobre el tema ARSE. La norma de liquidación de ARSE fue el decreto 2.761/90, y la norma de cierre de ARSE fue la resolución del Ministerio de Economía y Obras Públicas registrada con el número 398/96. ARSE está absolutamente cerrada. Volviendo a mi tema, quiero decirles que el tema de la aviación civil es complejo, es básicamente una actividad económica; y es tan económica como la actividad agropecuaria o la automotriz; es una actividad que tiene una serie de subactividades. El transporte aerocomercial es una de sus subactividades, pero no es la única. Y esto es muy importante que ustedes lo tengan en cuenta. En el objeto del artículo 1° se advierte claramente qué quieren hacer. El objeto por el cual estamos tratando esto es para garantizar el servicio transporte aerocomercial de pasajeros, correo y carga; y, el resto, es el cómo, más todo el resto del articulado. Estos dos aspectos, me hace ver al sistema político argentino como la imagen de este dibujo animado en el que vemos a Homero Simpson en medio de un tablero de control de la usina nuclear, a punto de apretar un botón y no sabiendo exactamente qué consecuencia puede tener. )Por qué me animo a hacer esta caracterización? Porque la Aviación Civil requiere del Estado una especie de tablero en donde ustedes tienen un área de generación de política pública, de regulación de control y una prestación de servicio. Todo esto está relacionado. Cada uno de estos paneles tienen aspectos tópicos que también tienen interrelación: infraestructura aeroportuaria, infraestructura en navegación aérea, servicio meteorológico, seguridad pública, otros servicios aeronaúticos, transporte aerocomercial, que es el tema que ustedes van a tratar, aviación agrícola, aviación general, aviación deportiva, industria aeronáutica, mantenimiento de aeronaútica y otras cuestiones. Todo esto conforma la aviación civil. Además, cada uno de estos paneles, gráficamente para que tengan una idea de la complejidad del tema que estamos tratando y el panorama en el cual se encuentra el Estado frente a este problema, tenemos el control, inspección, regulación de políticas públicas, prestación de servicios en materias de recursos humanos, material aéreo, material no aéreo, organización, métodos, procedimientos y otros. Esto es fundamental para que ese gráfico, esa alineación de factores que están ahí, no se den nunca o se trate de minimizarlos. Y ustedes están por tocar el botón de organización del subpanel de transporte aerocomercial del panel de prestación de servicios. No sé si esta figura es gráfica, pero este gráfico les da una idea de la complejidad del tema, y qué es lo que ustedes van a tocar en este sistema complejo. )Qué tenemos aquí? El Estado nacional argentino tiene, para la generación de políticas públicas, un organismo con responsabilidades parciales. Tiene para la regulación y control, un organismo que se encuentra en proceso de transformación, de transferencia, en el momento más crítico; y para la prestación de servicios de toda la gama de paneles de la que les hablé, que estamos conformando, una cantidad de organismos estatales, mixtos y privados. En los países serios es fundamental nunca perder de vista este tipo de división de actividades, este tipo de división de responsabilidades y funciones. Es vital para que eso no ocurra. Vamos a ver la infraestructura aeroportuaria. Ahí pueden ver luces amarillas y rojas. )Por qué luces amarillas y rojas en materia de infraestructura aeroportuaria? Porque tenemos 2507 lugares aptos para aterrizar y despegar en toda la República, de los cuales 405 son aeropuertos y aeródromos habilitados, de los cuales, 54 integran el Sistema Nacional de Aeropuertos y solamente 34 están concesionados. Quiero que sepan que esto les da una idea de la magnitud del sistema aeroportuario de la Argentina. A su vez, quisiera que ustedes puedan tener una idea de la magnitud de lo que está más controlado y de lo que está menos controlado. En materia de infraestructura aérea, también existen luces rojas y amarillas que es necesario que tengan en cuenta. Estoy hablando de generación de policía pública. Para que ustedes tengan una idea cabal de lo que estamos hablando: así como existe una ruta 9, una ruta 7, una ruta 8, y una ruta 2 en tierra, hecha con asfaltos, autopistas, autovías y rutas comunes, en el aire también existe esto; pero en vez de estar sostenidas por asfaltos, están sostenidas por señales que provienen de tierra, a través de equipos como radioayuda, o por satélites, a través señales que permiten utilizar el sistema GPS, o a través de radares que son fundamentales para el sistema de infraestructura en navegación aérea. )Qué hay en argentina? Hay 28 rutas de navegación aérea, 134 aerovías de doble sentido, 41 aerovías de sentido único, 54 zonas de control, 45 áreas de control terminal y 5 regiones de información de vuelo. Explico esto como para darles una idea de la situación sobre la cual el subsistema de transporte aerocomercial se monta como necesidad ineludible de tener este tipo de infraestructura, porque sino no se puede conectar ningún punto con otro. Si vemos el Servicio Meteorológico, en el área de gestación de política pública, )en dónde nos encontramos? Que el Servicio Meteorológico ha pasado de la órbita militar a la órbita civil, dentro de la jurisdicción del Ministerio de Defensa. Aquí también nos encontramos con un organismo que también se encuentra en proceso de transferencia. Más adelante, cuando veamos cómo se presta este servicio, me voy a referir a la debilidad que tiene el Estado frente a esto también y al impacto que puede haber para evitar eso. En materia de seguridad pública también tenemos un problema: )por qué tenemos un problema? Porque la antigua Policía Aeroportuaria Nacional, que estaba bajo la órbita militar, ha pasado a ser la Policía de Seguridad Aeroportuaria, bajo la órbita civil. Aquí también hay problemas. Cuando hablamos de otros servicios aeronaúticos, no lo voy a detallar, pero para que tengan una idea, estamos refiriéndonos a todos los servicios contra incendio, sanidad y otros servicios que son indispensables para la actividad aeronaútica . En transporte aerocomercial tenemos un pequeño problema. )Por qué? Porque en materia de generación de políticas públicas en ese aspecto, el Decreto N° 1770/07, que generó la Administración Nacional de la Aviación Civil, el teórico órgano regulador de control que debía estar a cargo del panel central de este tablero, eliminó la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, por una pelea, que ustedes la habrán podido observar en los paneles, entre el ex subsecretario, o el entonces subsecretario de Transporte Aerocomercial y el secretario de Transporte; por lo tanto, este decreto anuló la Subsecretaría; pero, gracias a Dios, cuando asumió la presidenta de la Nación: el decreto 21/2007, que es el decreto que puso en marcha la nueva Ley de Ministerios, con la cual la presidenta pone en ejercicio sus funciones y reorganiza el Estado nacional, en particular el Poder Ejecutivo nacional, recrea la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, pero, en realidad, lo que se hace es recrear una Subsecretaría que, con respecto a todo lo anterior que hemos visto y lo nuevo que vamos a ver, no tiene competencias y responsabilidades en cuanto al tablero de creación de política pública. Voy a hacer otro repaso aquí para que vean. Por ejemplo, en materia de aviación agrícola tomé este gráfico para explicarles a ustedes la magnitud de lo que estamos hablando. Y me tomé este tópico para que ustedes vean que de 4.632 aeronaves que hoy existen en argentina, 745 corresponden a la aviación agrícola, 2080 a la aviación general, 437 aeronaves a 452 empresas de trabajo aéreo, 82 aeronaves a 43 empresas de transporte aéreo no regular, y 73 aeronaves a 6 empresas de transporte aéreo regular, de acuerdo a datos de la fuente que cito aquí, que es la Fuerza Aérea Argentina, año 2006. )Cuál es el problema que tenemos acá? No tenemos un organismo generador de política pública en aviación general; tampoco lo tenemos en aviación deportiva ni en industria aeronaútica. Aquí me permito hacer una pequeña digresión. En materia de industria aeronáutica, lamentablemente venimos de una cultura muy vieja que ha tenido vigencia durante todo el siglo XX, y que ha puesto a esta industria en manos militares y aún hoy parte principal de esta industria está en una situación colapsada en manos del Ministerio de Defensa, en un contrato de concesión que es único en el mundo. Los países no concesionan la producción de bienes, concesionan la producción de servicios. En otros aspectos, no vamos a detallar nuestra explicación. Sigamos adelante. Aunque no se ve bien, aquí está Homero Simpson a punto de tocar el botón de la usina. Vamos a ver el panel de regulación y control. Quiero que vean que todas las luces están rojas menos un panel que está de color ámbar. )Por qué ese panel está en ámbar? Porque corresponde a la infraestructura aeroportuaria y, en este sentido, la gravedad es menor, porque existe un organismos de regulación específico, que el ORSNA, pero que en este momento, bajo el proceso de transición que existe, tiene disminuida su capacidad de control porque el nuevo organismo de regulación, que es la ANAC, todavía no está en funciones, razón por la cual el Estado argentino tiene todas las alarmas puestas en este panel. Esta es la situación más catastrófica que pueden encontrar en este momento. Y esta no es una visión alarmista. El mensaje prudente y moderado que les quiero dejar con esto es que dadas estas circunstancias particulares en las que las iniciativas nos son incorrectas Cy esto quiero aclararlo, las iniciativas tomadas no son incorrectasC el momento en que se da este hecho en un proceso de transformación hace que sea peligroso. )Por qué es peligroso? Es peligroso porque en este momento de transferencia tenemos el Comando de Regiones Aéreas, que dependía de la Fuerza Aérea, todavía vigente. Tan vigente está que el hombre fuerte en materia de regulación y control es el brigadier Álvarez, comandante de Regiones Aéreas. A pesar de que ha sido nombrado director nacional de la Administración de la Aviación Civil el señor Gabrielli que ocupa despacho no en el edificio Cóndor sino en el despacho de la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial del ex subsecretario Cirielli. Es decir que visto desde el punto vista práctico, el señor Gabrielli responsable de acuerdo con el decreto que crea la ANAC, controla todas sus responsabilidades y funciones a través de un telecomando ubicado en las oficinas del edificio del Ministerio de Economía. Este Comando de Regiones Aéreas es un organismo de 5500 personas, sumamente complejo y que se encuentra en un proceso de transferencia que después voy a detallar. Aquí tenemos dos normas que han sido generadas en el contexto del Poder Ejecutivo nacional, que son el decreto 239 y el decreto 1770, uno creó la Administración Nacional de la Aviación Civil, lamentablemente, con los mismos vicios y errores que tenía el Comando de Regiones Aéreas en su concepto orgánico- funcional desde 1968. El decreto 1170 del mismo año aprueba el Programa General de Transferencia del Comando de Regiones Aéreas con algunas deficiencias desde el punto de vista de la reingeniería de organizaciones que son para tener en cuenta. La combinación de las dos normas genera un mantenimiento del statu quo. Continuando hasta este momento con este cuadro de situación en la Argentina: con una autoridad aeronáutica parcialmente militarizada, una infraestructura de navegación aérea militarizada y una infraestructura aeroporturia parcialmente militarizada. Para poder tomar mejor noción en la situación, los insto a que ustedes a comparar si, por ejemplo, las rutas estuvieran administradas, operadas y explotadas por el Ejército. En el aire, eso todavía sigue siendo explotado por la Fuerza Aérea en el proceso de transferencia. Imagínense que la terminal de Merlo, la terminal de ómnibus de San Luis, la de Mendoza, la de Jujuy o cualquiera de la provincia de Buenos Aires fueran explotadas por el Ejército argentino. Esto en gran parte sucede hoy en día en el marco de un proceso de transferencia que es favorable. Yo estoy hablando favorablemente del proceso, pero soy crítico en función de lo que he escuchado de la senadora Perceval, como presidenta de la Comisión de Defensa Nacional, que el momento es un momento más crítico dentro del proceso de transferencia y dentro del proceso de transformación que se realizó correctamente como iniciativa. De esto no tiene que crear duda. Y todo esto en un ambiente con estado de emergencia aerocomercial, con las tensiones que ustedes conocen mejor que yo, con la colisión normativa con el desmembramiento de la autoridad en múltiples organismos, con los problemas económicos y de seguridad especialmente en términos de safety and security, que sería básicamente en términos de seguridad operativa y en términos de seguridad como lo conocemos nosotros propiamente dicho, con un pronóstico del precio del barril de petróleo creciente o estable o altos niveles de precio y con costos y tasa de servicios aeronáuticos altos y dolarizados de acuerdo con el último fallo de la Corte Suprema, que recientemente ha salido. )Por qué digo que estamos en un proceso complicado? Porque desde la fecha de start up del proyecto, es decir, desde la fecha de comienzo del proyecto, que es el 29 de noviembre de 2007, fecha en que se inicia el proceso de transferencia, el cronograma de transferencia para organizar la ANAC y para proponer la nueva ley de Aviación Civil está totalmente desfasado y a destiempo, con problemas de gestión específicos en este tipo de cuestiones. Ustedes pueden ver, por ejemplo, la planta profesional a transferir del plan de trabajo estaba previsto en 4,4 semanas y nadie tiene noticias si esa planta profesional a transferir está realmente lista. La estructura orgánica a niveles de aperturas inferiores es fundamental para un organismo técnico. Esto estaba previsto que se realizaría en 9,2 semanas y ya llevamos meses, mucho más de los dos meses que estaban previstos en el proyecto. Recursos humanos requeridos para el inicio de actividades de la ANAC. No hay ni un solo puesto definido. Personal de la aviación civil, o sea personal externo al Comando de Regiones Aéreas, que estaría en condiciones de asumir funciones, estaba previsto terminarlo en 26 semanas, ya ese tiempo ha sido absolutamente superado. Y en la inauguración de plan de gestión estratégico también. En consecuencia, lo único que nos queda son las palabras del hoy viceministro de Defensa, el licenciado Montenegro, que ha dicho que este proceso va a demandar alrededor de tres años. Ni hablemos de la parte legal, porque hasta ahora tengo entendido que el nuevo proyecto de ley o Código Aeronáutico no ha ingresado en ninguna Cámara, y este trabajo todavía no está terminado. En síntesis, con respecto a este punto, la situación es sumamente preocupante puesto que Al no tener las definiciones del tipo de recursos humanos que se necesita para cada puesto, y al tener una deficiencia... Aquí sí tengo una discrepancia con respecto al proyecto que creó esta Administración Nacional de la Aviación Civil y que merece la pena que ustedes los comprendan claramente. La organización de la ANAC surge básicamente por una mala apreciación en el ámbito de la Secretaría de Transporte de la diferencia que existe en otros países y que también existe en algunas áreas de nuestro país y actualmente en el Poder Ejecutivo nacional con respecto a otras actividades económicas, entre la diferencia que hay entre quien es político, que tiene la responsabilidad de generar una política pública, frente al técnico que tiene la responsabilidad de la regulación y control técnico de las normas. Este problema se vio claramente en la creación de la Administración Nacional de la Aviación Civil, que no es un órgano político sino es un órgano técnico. Mientras que en el mundo existe una tendencia hacia la organización de este tipo de organismos o entes de manera colegiada, para que participen como si fueran el Banco Central u otro tipo de entes reguladores, que ustedes conocen a la perfección, personas de distintas ramas técnicas que ustedes han ido viendo que aquí en la Argentina hay, como expertos en derecho aeronáutico, expertos economistas en materia aeronáutica, ingenieros aeronáuticos y otro tipo de profesiones que tienen una importancia vital en el control técnico del sistema de regulación, que es el talón de Aquiles que hoy tiene el Estado argentino en este proceso de transferencia. Ahora vamos a ver el tablero de prestación de servicios. —No se alcanzan a percibir las palabras del orador, pronunciadas fuera de micrófono. Sr. Runza. — Homero Simpson no es el Senado. Ustedes son el último ratio de racionalidad antes de cometer un error. El sistema político argentino tiene la oportunidad de no cometer un error, porque lo que está aquí en juego es eso que está allá. —Varios senadores hablan a la vez. Sr. Runza. — Si usted me permite continuar, le voy a dar la explicación del caso; si usted me deja terminar la exposición va a entender la lógica de esto. Sr. Calcagno y Maillman. — Estamos con los tiempos justos, por favor. Así pasamos a las preguntas. Sr. Runza. — Entonces, voy a referirme a la situación en la que nos encontramos respecto de la prestación de servicios en materia de infraestructura aeroportuaria. Hoy en día tenemos todos estos problemas, que no voy a pasar a detallar por una cuestión de tiempo. En materia de infraestructura en aviación aérea tenemos un problema gravísimo: nos encontramos en el marco de un proceso de ejecución a través de los programas de adquisiciones de radares que se están llevando al Ministerio de Defensa. Aquí quiero que ustedes tengan en claro un tema muy importante: una cosa es la infraestructura de aviación aérea de uso civil y otra cosa absolutamente diferente son los radares que se usan con fines de defensa. Aquí actúan criterios diferentes: criterios de ejecución y de diseño diferentes; inclusive, equipamiento de diferente costo y diseño. Básicamente tenemos estos radares que se incluyen en la vieja prestación de radares que teníamos anteriormente y los nuevos que están en BAB: que cubren la ruta Buenos AiresBariloche. Con esto lo que quiero decir es que el problema que tenemos en materia de prestación de servicio e infraestructura aeroportuaria es que el mismo organismo, que es contralor y regulador, al mismo tiempo actúa también como prestador de este servicio; y, para el colmo de males, nos encontramos en un proceso de compra, diseño y de transferencia del organismo. Esto no significa que las cosas se hagan mal, pero sí que los riesgos y las vulnerabilidades son mayores. Con respecto al servicio meteorológico debo decir que también nos encontramos en un proceso de transferencia. Parte de este proceso se debe también a que este servicio, que es fundamental para aeronáutica, tiene problemas como la falta de un programa de inversión adecuado. Lamentablemente fue anulado el programa BID 1118, tendiente a dotar al servicio meteorológico de la red de radares meteorológicos de la que el país carece. El estado de precariedad y de tensiones es muy grave. De hecho, también se encuentra en un estado de precariedad por el mismo proceso de transferencia. También tenemos en materia de seguridad pública un problema serio. De hecho, hemos creado una policía de seguridad aeroportuaria única en el mundo. No existe país que tenga una policía de este tipo y hay problemas en cuanto a la coordinación, regulación y control de parte de la autoridad aeronáutica de la seguridad de los aeropuertos. Acá hay un modelo implementado errado que en algún momento se va a tener que cambiar. Respecto del transporte comercial, voy a tratar de ser breve porque los anteriores expositores han hablado con mayor detalle sobre esta situación, pero ustedes tienen que tener en cuenta que todas las variables al día de la fecha muestran índices y parámetros menores comparados con otros años, por ejemplo 1998, con material aéreo que en algunos casos no ha evolucionado conforme a las exigencias del mercado y en estado precario. El señor Alak hizo una clara exposición de esta situación ya que ha dicho que solamente cinco aviones del total de la flota hoy está en condiciones de vuelo. Con regulaciones de precios y subsidios, con baja calidad de regulación y control en materia de seguridad en general, con una oferta de ruta poco transparente y una situación de cuasi monopolio forzado; en fin, frente a este panorama descripto, es evidente que la estatización de Aerolíneas- Austral en este contexto genera una situación de maximización de los riesgos y de vulnerabilidad. Reitero: en este contexto. Quizás en otro contexto, con el proceso de transformación ya terminado, esto no sería un problema: pero sí lo es en este contexto. En los Estados serios no se administra, opera y explota estas cuestiones siendo juez y parte. No se puede considerar la situación de estas empresas sin tomar en cuenta la precariedad y vulnerabilidad que tiene el Estado nacional al día de la fecha. Por eso no se puede garantizar el servicio público si no se cuenta con seguridad en la actividad y con el marco regulatorio actualmente vigente. Por último —como dijo el anterior expositor—, ustedes en definitiva son lo que están legislando. No pierdan de vista que la cuestión es sobre la vida y los bienes de las personas que usan ese servicio, y también los de aquellas que están en tierra. Por ese motivo, la caricatura que puse en las diapositivas fue para que ustedes puedan tomar magnitud de la seriedad de la situación. Esa caricatura, que salió muchas veces en la televisión, es sobre una situación jocosa. Yo le cuento cómo termina la anécdota en la caricatura porque seguramente usted no lo vio: Homero Simpson aprieta el botón correcto, salva la planta nuclear y el pueblo de Springfield, pero el problema es que ustedes, en este contexto, pueden apretar un botón incorrecto. Sr. Calcagno y Maillman. — Tratemos de hacer pocas preguntas, porque todavía tenemos un expositor más. Tiene la palabra el señor senador Mayans. Sr. Mayans. — Yo no entiendo cuál es el botón que nosotros no deberíamos apretar. Me gustaría que me diga cuál es el botón que el Senado no debería apretar para que lo tengamos en claro. ¿No tenemos que estatizar Aerolíneas? Sr. Runza. — En esta circunstancia la estatización de la empresa Aerolíneas Argentinas es riesgosa y vulnerable. ¿En qué sentido es riesgosa y vulnerable? En la situación del Estado en materia de control y regulación. Usted póngase a pensar que hoy el personal de Comandos Regiones Aéreas —esas 5.500 personas que no saben cuál es su futuro y que no tienen definido qué va a ser de ellas— tiene una cadena de mando difusa. Además, usted sabrá claramente que ante un problema de politización en el sistema de regulación y control y de esta actividad, como la que se está dando... Usted por ejemplo póngase en el lugar de un mayor de la Dirección de Habilitaciones intentándolo controlar, por ejemplo, a Pablo Biro, el secretario de APLA, exigiéndole un certificado. Póngase en el lugar del mismo director del ANAC, en la circunstancia en la que hoy se halla para regular esta actividad, en una empresa que se encuentra en el estado como el que ha estado describiendo el propio gerente general interino, señor Alak. Yo no le puedo decir si mañana a las 13 y 45 va a ocurrir un accidente, pero sí que las condiciones y los riesgos en el momento en que se está dando esta situación son altos. No estoy diciendo que lo hecho está mal sino todo lo contrario: estoy diciendo claramente que las acciones tomadas en materia de aviación civil al tratar de sacar la actividad de la órbita militar y ponerla en la civil —tal como se ha hecho conceptualmente— son correctas, pero en un proceso de transferencia la debilidad y la vulnerabilidad del Estado nacional es muy alto. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra el señor senador Lores. Sr. Lores. — Yo la verdad que estoy un poco confundido con estas apreciaciones, porque ayer escuchábamos a un comandante de Austral que nos expresó que en nuestras manos, en caso de no aprobarse el proyecto que vino con sanción de la Cámara de Diputados, estaba la puesta en riesgo de la seguridad de los tripulantes y de los pasajeros. Es decir, él tenía una concepción totalmente opuesta a la que usted nos está planteando en este momento. Él decía que de no aprobarse el proyecto, de no rescatarse la empresa y de no reestatizarse estas empresas, la seguridad de los pasajeros y de los tripulantes corría un riesgo muy grande. Pero usted plantea una situación y es que en este contexto la reestatización o rescate de la empresa —como lo quieran llamar— genera también una instancia de alto riesgo por las circunstancias que ha mencionado. A mi me parece que lo que estamos debatiendo en el Congreso de la Nación respecto de si la aerolínea va a quedar en manos de una empresa que la ha llevado a la ruina como la que están viviendo en este momento Aerolíneas Argentinas y Austral —empresa que fue emblemática y ejemplo de una aerolínea perfectamente administrada y conducida por el Estado durante muchos años— se contrapone ahora con esta posición. Creo que estamos llevando a niveles de exageración este tema del riesgo en manos de la decisión que tome finalmente el Congreso de la Nación. Sr. Rouza. — Si estuviéramos frente a un panorama en el cual los responsables de la regulación y el control tuvieran la idoneidad profesional del caso me quedaría más tranquilo; pero si hablamos de las circunstancias que se están dando en este momento en el proceso de transferencia y creación del organismo de control y regulación, que se encuentra en manos de personas que no tienen títulos profesionales con incumbencia en la materia y donde se están dando una serie de irregularidades que son muy altas, le sugeriría que tomara en cuenta esta situación. Este es parte de un problema donde la debilidad resulta manifiesta y clara. Si este contexto no fuera cierto entonces le diría que puede estatizar todo lo que quiera, pero la oportunidad en la que el Estado nacional se está adaptando y transformando, con los retardos que tiene este proceso y con los inconvenientes que hay, constituye un proceso peligroso. No comparto la visión del comandante; y le voy a explicar por qué. No la comparto porque en el mundo las empresas, o la aviación en general, parten desde la autorregulación personal —regulación que, a su vez, en normas de calidad tiene la propia empresa —y de la regulación que el conjunto de empresas hace en el marco internacional. Por ejemplo: hoy el programa de Safety de IACA es uno de los más exigentes del mundo: es el más exigente del mundo. Dentro de cada país existe un marco regulatorio para controlar y, además, está el marco de la Organización de la Aviación Civil. Lo que ese gráfico demuestra —y lo explicó el anterior ingeniero— es que aquí se da la oportunidad de que esa alineación se pueda dar, y lo que vengo a explicar en este momento es que en el contexto en el que se encuentra el Estado nacional lo hace vulnerable. No comparto lo que dijo el comandante. Sr. Calcagno y Maillman — Tiene la palabra la senadora Estenssoro. Sra. Estenssoro. — Voy a hacer dos preguntas puntuales. Ya que usted es especialista en Seguridad Aerocomercial y en Aviación Civil, no sólo nos interesa saber si conviene la privatización o la estatización de Aerolíneas Argentinas o no — eso creo que no es lo sustantivo— sino entender si con la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, donde —como usted dijo— no hay nadie a cargo, y con las autoridades actuales que —como acaba de decir— no tienen idoneidad, se puede garantizar la seguridad del servicio público aerocomercial aún aprobando este proyecto de ley. Por otro lado, me preocupa el tema de los radares, y aprovecho que usted está aquí... Sr. Calcagno y Maillman. — Me parece que ese no es un tema para tratar hoy. Sra. Estenssoro. — Pero me parece que, ya que estamos estudiando el tema de Aerolíneas Argentinas donde se ha mencionado la responsabilidad de los funcionarios que han estado a cargo de esa área, quiero saber de quién depende esa área. Asimismo, con respecto al tema de los radares —que era un asunto que hace un par de años les preocupaba a muchos—, quisiera saber si los radares se compraron o no, y si usted cree que el tema del narcotráfico, que es de gran preocupación para la sociedad, tal vez tiene que ver con su no funcionamiento... — Varios señores senadores hablan a la vez. Sr. Calcagno y Maillman. — Creo que nos fuimos del tema… Sra. Estenssoro. — Esto se relaciona con la seguridad aereoportuaria y con garantizar un transporte aéreo responsable. — Varios señores senadores hablan a la vez. Sr. Calcagno y Maillman. — Por favor, conteste muy sintéticamente. Sr. Rouza. — Seré breve. En primer lugar, no me reconozco un experto en seguridad aerocomercial sino un ingeniero aeronáutico. En segundo término, la seguridad en materia de aviación civil es una conjunción de factores. Todo lo que yo les he estado mostrando, tratando de hacerlo de la manera más didáctica posible, es en realidad un sistema que está entrelazado por un conjunto de normas, tratados internacionales, recomendaciones internacionales, leyes, decretos, disposiciones y regulaciones, que marcan todo un sistema a efectos de que ese cuadro, que dejaron allí, no se pueda alinear. Es evidente que —usted tiene la institución y los hombres que la conforman—, para que haya una alineación y un correcto funcionamiento de todo ese sistema, la institución tiene que estar correctamente diseñada y los hombres correctamente elegidos. En materia de regulación y control esto es importantísimo: más aún en una actividad como la aviación civil. En el mundo hay tres actividades en las que este sistema de regulación y control es muy importante: la actividad nuclear, la actividad espacial y la actividad aeronáutica. En esas tres actividades los órganos de regulación y control son eminentemente técnicos, siendo éstas las condiciones que en este momento, en este proceso de transferencia, no están absolutamente garantizadas. Como el factor político se ha entrometido en lo técnico, en las relaciones de mando dentro del organismo de regulación y control, y de quien es controlado, —y aquí hay un sociólogo que seguramente debe conocer mucho más que yo— indefectiblemente entra en juego la resistencia al control. Este es el punto clave que tiene que tener en cuenta cuando las relaciones de poder son tan desparejas y los incentivos no se hallan correctamente alineados, más en un proceso de definición o de transferencia que no es el adecuado. Con respecto a los radares le diría que, vista la reacción de algunos senadores, no me parece prudente opinar sobre el particular pero constituye un factor de riesgo — tal como lo mostré en el gráfico— del sistema en su conjunto; y no del caso particular de Aerolíneas. Sr. Calcagno y Maillman. — Con todo respeto, les pido que sean lo más breve posible ya todavía tiene que exponer otro invitado. Tiene la palabra la senadora Perceval. Sra. Perceval. — Sin duda, al ingeniero Rouza ya lo conocemos porque era parte del equipo del Ministerio de Defensa de quien es hoy nuestro embajador en Haití. Así que hemos compartido interesantes debates respecto de lo que fue poner en punto la democratización y conducción de la defensa. Por lo tanto, valoro el trabajo que hizo como asesor del Ministerio de Defensa y de Vázquez Ocampo para avanzar en lo que hoy me preocupa, porque está en transición. En tal caso, a los argentinos nos debería preocupar más si no se hubieran iniciado estas transformaciones requeridas por nuestra Constitución, por nuestra legislación, y también por la ratificación soberana de tratados internacionales. Quiero hacer un comentario para ofrecer a la senadora Estenssoro información relacionada con los seminarios que hemos realizado. Cuando usted quiera le haremos hacer llegar esa información. Sepa solamente que iniciamos el 2003 con sólo con el 7 por ciento del espacio aéreo radarizado y que hoy, con tecnología argentina radares ghost se están desarrollando en el INVAP; ello, toda vez que en años anteriores se había querido avanzar en licitaciones internacionales con radares 3D, se terminó en la justicia y no en la security de la aeronavegabilidad en Argentina. Quiero hacerle unas preguntas sobre el tema que hoy nos convoca: ¿cuál es su visión, en este marco que usted hizo, de un sistema institucional que está en una beneficiosa transformación? ¿Cuál es el mecanismo normativo que hoy usted propondría para garantizar el servicio público de transporte aerocomercial en la Argentina, toda vez que es de público conocimiento la situación que atraviesa la empresa Aerolíneas Argentina? Sr. Runza. — Señora senadora: en primer lugar, deseo agradecerle sus palabras. Nosotros nos conocemos desde hace bastante tiempo por temas de Defensa. No sólo deseo agradecerle la deferencia que ha tenido conmigo sino que le agradezco la pregunta que me ha formulado porque la estaba esperando. En realidad, cuando una actividad se encuentra en una situación de crisis en general hay que tomar dos acciones: primero, desarrollar un plan de contingencia y, segundo, desarrollar un plan sustentable de mediano y largo plazo. Considero que para lograr el “qué” del primer artículo es fundamental abrir un plan de contingencia que permita que la continuidad del servicio se pueda brindar pero no necesariamente con el único instrumento que se llama “Aerolíneas Argentinas y Austral”. En exposiciones anteriores se ha vislumbrado que existen situaciones de cuasi monopolio forzado y de subsidios. Además, por ejemplo, se han sugerido modelos de subsidio, como los que explicó el doctor Negre —a los que yo denomino “modelo de subsidio a la chilena”—, siendo en esta situación particular fundamental abrir la oferta. —Un señor senador realiza manifestaciones fuera de micrófono. Sr. Runza. — No, cielos aéreos no: “cielos abiertos “ dentro del contexto del territorio nacional, generando oportunidades al capital del país. Asimismo, deseo señalar que si se tiene una visión de largo plazo —me referiré al programa de mediano y largo plazo— debería ser una visión que pudiera recomponer a la Argentina como un actor en materia de transporte regional. Yo no soy muy ambicioso, por lo menos desde el punto de vista regional. En este punto en particular me atrevería a soñar como ingeniero aeronáutico. ¿Cómo me atrevo a soñar? Puedo pensar en que un actor con capacidad gerencial en la región pueda estar interesado en ser socio de Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, este proceso de sociedad debería realizarse de una forma razonable y sustentable donde el Estado no pierda su patrimonio sino que, por el contrario, pueda realizar una serie de acciones para que el dinero que haya puesto se multiplique y se revalorice; que no se invierta en una empresa que en el contexto actual —con la actual estrategia que está intentando implementar— no llegará probablemente a buen puerto. Al mismo tiempo, este plan de corto plazo debería tener una serie de capítulos: uno, con el objeto específico de Aerolíneas Argentinas, y otros especialmente con el fortalecimiento del rol del Estado en materia de generación de política pública, y en materia de regulación y control. Ese plan de corto plazo tiene que ser inmediatamente puesto en marcha; por su parte, el programa de mediano y largo plazo, consecuente con una visión. Ustedes habrán podido observar parte de esa visión en un comentario realizado por el doctor Negre, que cuenta con la experiencia de ser un consultor internacional. Considero que lo primero que se debe establecer es la visión grande y luego la estrategia adecuada. Esa estrategia debe ser puesta en dos programas concretos. Esa sería mi recomendación profesional. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — Quiero decir que la exposición nos ha ofrecido un marco global sobre cómo se encuentra la situación; seguramente, la señora senadora Perceval la conoce bastante más que los que no estamos siguiendo este tema. Pero es importante tenerlo a la vista para comprender también los esfuerzos que debe hacer el Estado para garantizar la seguridad. Desde ese punto de vista, creo que ha sido un gran aporte. Por medio de la Presidencia le voy a pasar el expediente que el secretario Jaime decía que estaba bien y que nosotros decíamos que estaba mal. Sr. Calcagno y Maillman. — Señor senador… Sr. Morales. — Espere un poco, presidente, dos minutos: déjeme hablar tranquilo. Deseo dejarles una nota del Comando de Regiones Aéreas donde se plantea una situación que se viene produciendo desde hace tiempo y que conspira contra la seguridad. Se refiere a la mala relación existente entre los distintos gremios —los pilotos y la tripulación— con la empresa y, a su vez, entre los distintos sectores del personal. En la medida en que —lo ha afirmado Alak ayer— se dé un acuerdo de paz social con los trabajadores me parece que será un aporte importante para garantizar la seguridad. Señor presidente: le voy a dejar una nota que está en este expediente que estaba guardado bajo siete llaves para que todos los señores senadores puedan conocer las situaciones de conflicto de recursos humanos que se dan. Además, deseo señalar que esperamos que sean bien abordadas. Sr. Calcagno y Maillman. — Tiene la palabra la señora senadora Parrilli. Sr. Parrilli. — La verdad es que deseo realizarle una pregunta y también hacer una reflexión. Durante estos días hemos escuchado diferentes opiniones y seguramente no manejamos el tema aeronáutico como lo hacen los especialistas. Sin embargo, puedo asegurarle que este Parlamento estudia seriamente cada una de las leyes y tenemos conciencia cada vez que apretamos el botón, más allá de que como seres humanos nos podamos equivocar o no. Lo que a mí me preocupa no es la visión técnica, que seguramente no la puedo discutir con usted, sino que parecería ser que cuando hay miradas distintas sobre un mismo problema tendemos a desvalorizar al otro diciendo, por ejemplo, “en los países serios”. Creo que el nuestro es un país serio, o que estamos empezando a ser serios desde el año 2003 pero que nos está costando mucho porque demasiadas cosas se hicieron mal. Seguramente, faltan muchas por hacer. Deseo manifestar que no comparto su pensamiento sobre que falta la visión grande dado que existe una situación de coyuntura. En las diferentes exposiciones que hemos escuchado estos días pasados, los mismos pilotos o el personal técnico han ofrecido diferentes alternativas para construir un transporte aeronáutico grande en nuestro país y del cual podamos estar orgullosos. Sr. Runza. – Le comento que yo no viajo en avión. He decidido no viajar a través de ese medio de transporte. Mi familia es de Córdoba, así que imagínense que tengo que viajar periódicamente para visitarlos. También lo hago por trabajo. Cuando tengo que viajar afuera trato de no utilizar el avión. Les soy sincero. A veces, el conocimiento de algunos temas genera más miedo. A veces es preferible ser ignorante en el tema aeronáutico y seguir de largo. La solución no es cerrar. No hay que tomar medidas absolutamente drásticas. Usted es una hábil política, y como tal sabe que las cosas se realizan a través del consenso. Yo puedo tener una visión distinta a la suya y otra persona puede tener otra más. Lo importante es que podamos, a partir de esas diferencias, construir algo; y que ese algo sea sustentable. Para solucionar los temas técnicos, lo primero que se tiene que tener en cuenta es que las soluciones políticas no pueden divergir de las soluciones técnicas. Eso es lo fundamental. Inclusive, las evaluaciones desde el punto de vista del riesgo o del económico-financiero no son tomadas en cuenta. Según veo, en este tema en particular, en materia de aviación civil hay un solo actor; por su peso mediático, por su peso institucional y porque está en una situación de emergencia. Yo me pongo en el lugar de los trabajadores y pienso que haría lo mismo. - La señora senadora Parrilli habla fuera del micrófono. Sr. Runza. – En realidad, hay una cantidad innumerable de incidentes que han ocurrido a lo largo de todo este tiempo. Usted puede tener factores que hacen que la situación sea de debilidad. Pero si la alineación de cada uno entre ellos no se da en el punto correcto, el accidente no tiene lugar. Paso a explicarle: en una planta nuclear o en un avión usted tiene distintos sistemas que sirven para evitar el error humano. Si el error humano no aparece, no va a tener lugar un LAPA. Si el mismo no aparece, no va a tener problemas dentro del avión o dentro del sistema de navegación aérea o dentro del subsistema de infraestructura aeroportuaria o dentro de cualquier otra cosa. Pero cuando las condiciones de control de esos sistemas que se controlan uno a otro son débiles, los riesgos y las vulnerabilidades se incrementan. Yo no les puedo decir que mañana a determinada hora va a ocurrir un accidente. Lo que sí les puedo decir es que se cuiden porque el estado actual, la oportunidad en la que en este momento se está dado este proceso, encuentra a los organismos del Estado nacional en un proceso de debilidad. Quiero que esto les quede bien en claro a todos ustedes. Porque los procesos de transferencia que se dan generan situaciones en los recursos humanos que ejercen el control y, en particular, hoy en día, en el personal que es controlado, como el caso de Aerolíneas Argentinas, donde estas vulnerabilidades se pueden acrecentar. Sr. Calcagno y Maillman. – Tiene la palabra el señor senador José Carlos Martínez. Sr. Martínez (J.C.). – Usted planteó que, para el plan de contingencia que tendría que implementarse a través de esta situación coyuntural, no aconsejaría la re-estatización por la vulnerabilidad del sistema. Cuando le preguntan cuál sería la solución para este plan de contingencia, en esta coyuntura, usted plantea una política de cielos abiertos interna en un país, para que aumente la oferta. Si el sistema de regulación está colapsado y el sistema de la estatización no funcionaría, ¿por qué una política de cielos abiertos sí? ¿O sea que si es una empresa privada se puede salvar esa falencia en la regulación y si es estatal no? ¿Es eso lo que nos está queriendo decir? Sr. Runza. – Sí. En realidad, la segunda frase que yo mencioné –la cual traté de recalcar para que ustedes la comprendan, pero parece que no hice el esfuerzo suficiente– era que el plan de contingencia debía tener como rol primario el fortalecimiento de la capacidad de regulación y control del Estado. Ahora bien, ¿cómo funcionan los sistemas de control? Porque lo que usted está planteando tiene que ver con la teoría del control. Esta última se plantea en función de contraposición de intereses. Hoy en día, los estados, de cualquier ideología u orden político, en general, ante esta situación en materia de aleación, respetan la recomendación que da la Organización de Aviación Civil Internacional, que dice que se debe procurar que quien genera la política pública no sea quien la regule y controle, aunque eso esté dentro del mismo Estado. A su vez, intenta que las prestaciones de los servicios se realicen por actores independientes, que son quienes constituyen el factor que permite el control. En el mundo hay empresas mixtas que ejercen el transporte aerocomercial; hay empresas estatales –hay menos pero las hay– y hay también empresas privadas. También eso depende de la cultura de la sociedad, de la cultura de trabajo de esas empresas y de la cultura del Estado. En cuanto a esto, permítanme decirles que, en comparación con otros países, nuestros estándares de control y regulación son muy pobres; en todos los aspectos de la sociedad: desde el tránsito vial, pasando por el tránsito aeronáutico y hasta en materia de energía nuclear. Pero esta no es la condición sine qua non para que el accidente se produzca mañana. Si ustedes observaran los reportes que tiene el Comando de Regiones Aéreas de los últimos ocho años, ha habido accidentes aéreos y también ha habido incidentes. Pero –repito– lo que el ser humano intenta hacer a través de la institucionalización es la minimización de esta posibilidad. Y todo lo que he tratado de hacerles ver a ustedes es que esta minimización de la posibilidad de accidentes, dentro de las circunstancias que estoy dando en forma particular, no hace que se dejen de correr riesgos. De hecho, éstos han aumentado. Por eso es fundamental que ustedes tengan en cuenta que, para solucionar lo planteado en el artículo 1º del proyecto de ley que ustedes tienen que tratar, hace falta tener ese plan de contingencia claramente expresado. Pero a su vez yo soy conciente de que se tiene que estar de acuerdo con la política pública que hoy ejerce la administración del Estado y la premisa que ésta tiene. Esa es la clave. Como ustedes pudieron ver en la exposición, cuando yo hice el panel de la aviación civil, el estado en el que se encuentra el Estado nacional para generar política es calamitoso. Están en proceso de reacomodarse, pero hoy es grave. Porque hay actividades que no tienen ningún órgano, ni siquiera en la Ley de Ministerios, con la competencia adecuada para generar la política pública en ese sector. Por ejemplo, la industria aeronáutica o la infraestructura de navegación aérea, que hoy es vital para el vuelo. En este momento, si bien la comisión que estaba a cargo de la transferencia del Comando de Regiones Aéreas a la ANAC –a través del Decreto 1770– no existe más, parte de la jurisdicción está en el Ministerio de Defensa y la otra, en el de Planificación. No leí en ningún lado que el secretario de Transporte, que es de quien depende esto, haya hablado sobre este tema; siendo él quien tiene la responsabilidad ineludible de regular y controlar esta actividad. Repito: pónganse en el lugar del capitán, del oficial, del mayor o del civil que hoy está en el Comando de Regiones Aéreas, en las circunstancias que rodean su trabajo, en la falta de definiciones y en la puja de poder con quienes hoy, desde el lado de ser controlados, tienen aparentemente más poder. Se da una situación de desigualdad. Ese es el problema. Sr. Calcagno y Maillman. – Tiene la palabra el señor senador Mayans. Sr. Mayans. – Nosotros recibimos las expresiones del ingeniero como un aporte a ser tenido en cuenta. Pero yo creo que, en realidad, acá no estamos discutiendo si la política va a ser a cielo abierto o no. Aquí estamos discutiendo la coyuntura de un problema que surge de una empresa que es privada, que da un servicio vital para nuestro país, y que el Estado argentino, a través de la presidenta de la Nación, ha tomado una decisión que es estratégica al intentar ver la forma en que ese servicio pueda seguir trabajando en el país. Por supuesto, así como el ingeniero, creo hay un grupo de personas y organizaciones preocupadas para brindarle al país la mayor seguridad posible en cuanto al servicio aéreo. Aerolíneas dice que hace aproximadamente cuarenta años no tiene un accidente. Evidentemente, hay muchas personas trabajando en el tema de la seguridad, porque esto no puede ser obra de la casualidad. Ayer el interventor de Aerolíneas Argentinas dijo que aumentó la cantidad de personas. Están hablando de que están transportando a 88 mil personas por día. Obviamente, hay un esquema que puede ser que tenga que ser utilizado –estamos totalmente de acuerdo–, pero no es que en el país no existe ni siquiera un sistema básico para el tema de la seguridad aérea. En ese sentido, no creo que vuelen 88 mil personas por día sin tener en cuenta este esquema. Este es un tema que deberíamos tratar oportunamente con las autoridades específicas del área. Inclusive, puede ser un trabajo del Senado, invitándolo al ingeniero para que tenga su participación al momento de darle tratamiento. En este caso, nosotros estamos acompañando la decisión de que no vaya a la quiebra Aerolíneas, que siga funcionando en el país el servicio aeronáutico y, por supuesto, conservar la fuente de trabajo de más de 9.000 argentinos que han sido capacitados para eso. – Varios señores senadores hablan a la vez. Sr. Presidente (Calcagno y Maillman). – Por favor, no tengamos diálogos. Tenemos todavía un invitado más. Sr. Runza. – ¿Me permite? Sr. Presidente (Calcagno y Maillman). – Sí, pero por favor, sea muy breve. Sr. Runza. – Senador, me parece que tienen que revisar los números, porque 88 mil pasajeros con cinco aviones en servicio... No me dan los números. – Varios señores senadores hablan a la vez. – Se retira el ingeniero Runza. Sr. Presidente (Calcagno y Maillman). – Recibimos ahora a Ricardo Boente, consejero de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, y miembro de la Cámara Argentina de Turismo. – Ingresa en el salón el señor Ricardo Boente. Sr. Boente. – Mi nombre es Ricardo Boente. Pertenezco a la actividad turística. Toda mi vida me he desempeñado en este ámbito y en esta actividad. Fui y soy dirigente empresario, ocupando distintos cargos. Dentro de la Cámara Argentina de Turismo, soy un socio activo; dentro de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, soy un consejero titular. He sido presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de la Ciudad de Buenos Aires hasta hace dos años, y fui presidente hasta hace un año de la Cámara de Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mi actividad se desarrolla en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más allá de que por mi actividad necesitamos comunicarnos no sólo con el exterior sino con todo nuestro país. Ante todo, agradezco la oportunidad que me dan de expresar aquello que conozco y tiene que ver con la vida de muchos argentinos y extranjeros que viven en este país y ven nuestra actividad en pleno desarrollo, con un crecimiento que se ha marcado en los últimos años. De esta actividad hoy dependen aproximadamente un millón de personas en forma directa. Cada uno de ustedes, que representan a distintas provincias del país, sabrán el cambio que se produjo a partir del desarrollo y evolución de nuestra actividad, y de la inserción de inversiones dentro del ámbito de nuestro país, en las provincias y, en especial, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Significativamente, nuestra actividad depende de algunos factores muy interesantes para analizar que tienen que ver con la comunicación. Para desarrollar nuestra actividad necesitamos estar comunicados. Esa comunicación puede realizarse por distintos medios; terrestres –un micro, una ruta o un tren–, fluviales o aéreas. Entonces, son esenciales y sin ellas nuestra actividad no evoluciona, no crece, condiciona, y pierde sentido. Aquí y en cualquier parte del mundo la conectividad es fundamental. A lo largo de mi vida escuché durante muchos años cómo nuestro país estaba allá abajo, era tan difícil de alcanzar y tan poco atractivo para algunos turistas porque eran muchas horas de viaje. La realidad es que nosotros somos un país atractivo para el mundo por distintas situaciones que se han planteado –sobre todo, en los últimos años– y que tienen que ver con cuestiones coyunturales vinculadas a la violencia en el mundo, a la falta de destinos atractivos, a la seguridad que nuestro país les brinda, al cálido trato y a las innumerables propuestas, no sólo relativas a lo que las bellezas de cada una de las provincias exponen sino a nuestra cultura y forma de ser. Vengo a hablar y a tratar de expresarles en este debate tan vinculado a los números y a las situaciones técnicas que he alcanzado a escuchar anteriormente sobre Aerolíneas Argentinas porque necesitamos –como lo dije anteriormente– estar conectados. Para ello y para que nuestros turistas extranjeros ingresen, dejen divisas en el país y podamos tener este millón de personas trabajando en al actividad directamente, necesitamos conectividad interna y externa. Si la conectividad externa la podemos obtener, pero no tenemos conectividad interna, nuestro desarrollo como país –y en especial en esta actividad– va a estar condicionado. Voy a dar algunas cifras respecto de lo que representó y representa esta actividad. Los ingresos derivados del turismo receptivo en el año 2007 escalaron a 4.200 millones de dólares, significando el 7,5 por ciento de los ingresos por exportaciones de bienes y el 41 por ciento en las exportaciones de servicios y resultando un 30 por ciento más que el año anterior. Al terminar el 2007 el turismo quedó posicionado en el quinto lugar, por encima de actividades tradicionales como hidrocarburos. El primer lugar lo ocupan los subproductos de la soja; el segundo, grasas y aceites; el tercero, material de transporte y el cuarto, cereales. Pero en este quinto lugar que ocupamos hay una cifra que no es menor y que es la cantidad de personas que están ocupadas en la actividad, que perdería sentido que lo estuvieran si no hubiese conectividad. En el 2007 hubo 4,5 millones de llegadas, que significaron un 9 por ciento de aumento respecto del año anterior. Y posicionaron a la Argentina como el segundo destino en Sudamérica, luego de Brasil. Y remarco este número porque en realidad tuvimos 4,5 millones de llegadas en la situación aerocomercial que conocemos. Qué número distinto y significativamente mayor sería si tuviéramos conectividad apropiada. Quiero remarcar que estas llegadas no son casuales y no están solamente vinculadas a un tema aerocomercial, sino que tienen que ver con una política de desarrollo vinculada a la promoción que la actividad privada y el Estado, por su parte, han hecho para que la Argentina sea un destino atractivo y no sea, como algunas veces se escucha, simplemente por un hecho casuístico de una diferencia de cambio. Las proyecciones de llegadas de turistas extranjeros realizadas en el 2004 indicaban, en su hipótesis más optimista, que en el 2016 su volumen superaría los 6 millones y medio de personas. Pero con esta perspectiva actual de crecimiento que tiene esta actividad, esos números en el 2016 seguramente van a ser superiores. Y resalto: serán superiores en la medida que tengamos conectividad. Serán sustancialmente menores si no tenemos oportunidad de comunicarnos, porque perdemos el atractivo. En la actividad hotelera, en la cual me desarrollo, existen 10 mil emprendimientos y establecimientos de distinta clase y categoría, y algo más de medio millón de plazas concentradas en el 50 por ciento de los destinos turísticos más tradicionales. Esto permitió que durante el 2007 existiesen 46 millones y medio de pernoctes en los alojamientos turísticos. Entran 4 millones y medio de personas y hay 46 millones de pernoctes. Es un efecto multiplicador. Durante dos años seguidos en esta actividad se registraron inversiones superiores -y constantes- a los 170 millones de dólares en nuevos emprendimientos. Y se prevé la construcción de 300 establecimientos por un monto de 1.200 millones de dólares. Si hablamos de temas impositivos, haciendo una estimación del impacto que genera el turismo sobre el total de la recaudación impositiva y si aplicamos una metodología de análisis de la información publicada por la Administración Federal de Ingresos Públicos en un desglose de impuestos por sectores de actividad, en base a una estructura de participación por ramas de actividad turística y un crecimiento proporcional de esa estructura del 2006 estimada a partir de las variaciones de los 3 terceros trimestres de 2007 y 2006, se puede concluir que la participación de la actividad turística sobre el total de la recaudación impositiva, en base a estos 6 impuestos seleccionados, ascendió al 5 por ciento en el 2007, alcanzando la cifra de 7.290 millones de pesos. Si bien económicamente está de manifiesto lo que representa el sector, la realidad es que es altamente sensible. Es un disparador inmediato cuando las oportunidades de negocio existen y están dadas. Y, en situación inversa, es una involución automática en infraestructura y en los recursos humanos ante situaciones no deseadas. Como dije anteriormente, esta involución o evolución está directamente involucrada y directamente relacionada en la infraestructura y la tecnología de los medios de transporte y el equipamiento de los servicios turísticos, los sistemas de soporte. Hoy por hoy, y creo que lo mencioné al principio, la conectividad externa y la interna resultan insuficientes. Podríamos tener muchas más oportunidades de negocios para cada una de las provincias que ustedes representan y para nuestra actividad. Cuanto más conectada está la República, más posibilidades de desarrollo, dentro de las propias comunidades de cada provincia, vamos a tener. Estas familias que hoy están pendientes de ustedes, como senadores de la Nación, y de esta Cámara respecto de la decisión que tomen con relación al tema de Aerolíneas Argentinas, tienen la esperanza de que sus hijos se eduquen, coman, se desarrollen y puedan progresar. Esto es tan importante como el hecho tan simple que trato de marcar. Cada vez que tengo la oportunidad de hablar con mis colegas en el interior del país me mencionan que en Buenos Aires no tenemos conocimiento acerca de las particularidades de las distintas regiones, y que este tema no nos afecta tanto porque estamos en la Capital del país. Y yo les suelo mencionar que para nosotros es fundamental la conectividad con el interior, porque la base de nuestro propio desarrollo en la ciudad depende de que la Nación esté conectada. ¿Por qué depende de ello? Porque si alguien viene de una distancia larga y no piensa pasar sólo tres noches en Buenos Aires sino que piensa visitar los distintos atractivos del país, necesita que exista la oferta de conectividad, y sin ella ni siquiera va a visitar mi ciudad, porque yo dejo de ser atractivo, porque mi propuesta sola no es válida; es la sumatoria de las propuestas. De allí que en este tema de Aerolíneas Argentinas es esencial en el aspecto aerocomercial la conectividad terrestre —tal como mencioné— para todo el ámbito de nuestro territorio. Simplemente quiero mencionarles algunas cifras que por región les van a interesar sobre la cantidad de pernoctes en hotelería, que de alguna manera marcan la presencia de los turistas extranjeros y nacionales. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires crecieron un 9 por ciento; en la provincia de Buenos Aires crecieron un 9 por ciento; en la Patagonia crecieron un 7 por ciento; en el Litoral crecieron un 27 por ciento, y en el norte crecieron un 11 por ciento. Esto tiene que ver no sólo con promoción sino con posibilidad de ir. Si hacia el norte no existiese la posibilidad de ir, no podría tener este incremento. Les decía que tuvimos 4.500.000 turistas, que la proyección para el año 2006 era de 6 millones y que el ingreso de divisas turísticas en el 2004, que fue de 2.491 millones, hoy está en el orden de los 4.200 millones, lo que está marcando el crecimiento de esta actividad. Hay un dato que no es menor que tiene que ver con la cantidad de habitantes del país que habitualmente viajan y se desplazan dentro del territorio, que realmente es muy relevante. Habitualmente, a distancias mayores de 500 kilómetros suelen elegir una ruta aerocomercial porque saben de lo tedioso que es hacerlo de otra manera. Por eso es importante tener en cuenta que estos vínculos y esta conectividad es realmente de relevancia. También quiero manifestarles que el 56 por ciento de los turistas llega y se desplaza por vía aérea dentro de nuestro país —esa es otra cifra que les puedo dar aquí—, y que la cantidad de frecuencias semanales de transporte aéreo de cabotaje registradas en el año 2007 fue de 1.233, que fue inferior a la de dos años antes. Dos años antes teníamos esa cantidad de turistas y esa cantidad de ingresos que mencioné; hoy hemos crecido sustancialmente. Con este dato lo que estoy tratando de transmitirles es que con condiciones ventajosas de conectividad existe un potencial y una dinámica respecto de esta actividad que va a ser sumamente importante y sumamente geométrica. Y estoy hablando de mano de obra, de personas que van a poder trabajar, de comunidades que van a poder elegir quedarse y que no tendrán que ver a sus hijos irse, porque encuentran una posibilidad de negocio ahí, porque encuentran una posibilidad de sentirse orgullosos de pertenecer a un destino, a un destino visitado y a un destino que, en definitiva, es ejemplo y muestra de sentirse argentino para el mundo. Yo quiero agradecer la oportunidad, señor presidente y señores senadores, de haber podido transmitirles sintéticamente una pasión y un modo de ver, desde un ciudadano, las posibilidades de que a través de esta actividad nuestro país se desarrolle y nuestra gente encuentre un motivo para quedarse y sentirse orgullosa de donde pertenecer. Alguna vez en España, en Francia y en otros países tuvieron la posibilidad de establecer un plan a largo plazo para capturar y entender que el turismo era un generador de divisas y un arma social muy importante para el desarrollo de sus habitantes. No perdamos de visita eso. Yo sé que hoy por hoy los calurosos debates vinculados a Aerolíneas Argentinas tal vez no dejen ver esto que estoy mencionando, porque no son sólo 9 mil trabajadores de Aerolíneas Argentinas lo que está en juego, sino que hay un millón de trabajos directos que hoy tienen cabida gracias al vínculo aerocomercial, y hay un desarrollo futuro para todos nosotros, para los que ustedes representan en sus provincias y para aquellos que viven junto a ustedes, en el sentido de tener la posibilidad de desarrollarse dentro de sus propias provincias. Les agradezco mucho la oportunidad. Sr. Calcagno y Maillman.- Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — ¿Qué opina del proyecto que envió el Poder Ejecutivo y de la media sanción que estamos tratando? Quisiera saber si está de acuerdo o no con que el Congreso lo apruebe. Todos somos conscientes de toda la situación que acaba de describir, y creo que ningún legislador quiere que se cierren Aerolíneas Argentinas y Austral; pretendemos que sigan funcionando, y fundamentalmente como aerolíneas de bandera, pero nos gustaría conocer su opinión puntualmente respecto del proyecto que estamos tratando. Sr. Boente. — Si yo le diese una respuesta afirmativa o negativa en realidad dejaría ver simplemente un punto de vista personal respecto de un proyecto, y considero que no está en mí la decisión de si el proyecto es válido o no. Cada uno de nosotros puede tener su posición personal respecto de si es el camino conducente o no el proyecto que tuvo media sanción, lo que sí sé es que no se puede dejar de volar; lo que sí sé es que en esta situación el Estado es el que debe garantizar de alguna manera que exista un plan a mediano y a largo plazo que nos dé la posibilidad de crecer. Yo no puedo ser tan atrevido de tratar de ubicarme en una posición como la de ustedes, con el grado de responsabilidad que tienen, para manifestar mi punto de vista respecto del proyecto. Creo que con lo que manifesté y con lo que dije estoy dando una expresión que ustedes podrán calificar si está a favor o en contra. Estoy a favor de todos nosotros, a favor de que se desarrollen las comunidades, a favor de que tenga más conectividad nuestra Argentina y estoy a favor de que el Estado asuma el rol que le cabe en este momento. Espero haberle respondido, senador. Sr. Calcagno y Maillman.— Senador Martínez. Sr. Martínez (A. A.).— Seré muy breve. Deseo expresarle que tenga la seguridad —y se la pueda transmitir a toda la gente que usted representa— de que el tema del turismo fue uno de los temas que realmente se tocó en cada una de las discusiones. Cada uno de nosotros representa los intereses de las provincias, y la gente que en ellas trabaja —gastronomía, hotelería, turismo— por supuesto que nos han manifestado la inquietud en función de lo que viene evaluando usted sobre el tema de la conectividad, que es necesaria no solamente por el tema de turismo, sino por muchos otros temas más. Lo que realmente sería aconsejable —nosotros tenemos que hacer uso de nuestra responsabilidad, sin ningún tipo de duda— es que cada una de las entidades involucradas, como estamos todos involucrados en esto, pudiera manifestar, no lo comprometo a que lo diga ahora, pero sería interesante transmitirlo, que cada uno de nosotros, en el lugar que nos corresponda y en cada una de las actitudes que se tomen, debemos rescatar la actitud que ha tenido el gobierno Nacional de enviar el tema al Congreso para que sea debatido, de la manera que está siendo debatido, y así podamos ir tomando posiciones; no digo definiciones claras y concretas, pero sí posiciones, porque una buena o una mala acción que podamos emitir, sin duda, puede repercutir, como usted dice, en un buen o no tan buen futuro que pueda tener la actividad que usted representa. Le agradezco que haya venido y creo que sería saludable que cada uno pueda transmitir lo que piensa para colaborar en el debate y poder enriquecerlo. Sr. Boente. — Le respondo senador y quiero responderle al senador Morales. Yo no estoy eludiendo una respuesta. Como sector y, le puedo responder a cada uno de ustedes, nosotros entendemos que hoy esta responsabilidad del Estado se debe llevar a cabo. Seguramente, ni a ustedes ni a nosotros nos gustaría estar hoy hablando de esta crisis. Tendríamos que estar pensando en cómo desarrollarnos más en esta actividad y en la conectividad, y qué nuevas herramientas podríamos construir para que Aerolíneas Argentinas tenga la posibilidad de instalar dentro del territorio nacional herramientas para distribuir mejor la conectividad; pero creo que ese es un paso posterior al de hoy. Hoy el compromiso que tiene esta actividad y su personal es, justamente, que el Estado se haga cargo del rol que le compete en Aerolíneas Argentinas. Sra. Estenssoro.— Gracias por su presencia aquí. Ha sido muy ilustrativo para mí entender la importancia, me lo imaginaba, pero no tenía las cifras precisas, del turismo en argentina. Solamente quería expresar una opinión: entendemos, y usted fue muy claro, cómo el transporte aerocomercial en la Argentina ha sido un cuello de botella para el desarrollo: una actividad que crece mientras la oferta de transporte aéreo ha decrecido. Como miembro de la Coalición Cívica y de la oposición quisiera decirle, para que le transmita a otros miembros de su Cámara y del sector turístico, que nosotros estamos analizando cuidadosamente este proyecto, porque si equivocamos la herramienta —no estamos hablando del cierre de Aerolíneas, tal vez hay otras herramientas para preservarla—, si equivocamos la herramienta y este rescate fallara, ustedes verían la actividad turística aún más perjudicada de lo que la ven en este momento. Por eso nosotros estamos analizando distintas medidas que, obviamente, no implican cerrar el transporte aerocomercial en Argentina, sino ver cuál es la herramienta más apropiada y la decisión es del gobierno de la Nación y del Congreso de la Nación, por eso lo estamos discutiendo, pero no hay una sola solución y eso es lo que nosotros estamos analizando con muchísima seriedad. Sr. Ríos.— Senadora Parrilli. Sr. Boente.— ¿Puedo contestar? Sr. Ríos.— Sí. Sr. Boente.— El agradecido soy yo senadora. No tiene que agradecer mi participación aquí. Muchas veces nos preguntamos qué grado de responsabilidad nos toca a aquellos que no estamos en la situación de ustedes, respecto de la vida del día a día, y la realidad es que si nosotros no nos involucramos con este granito de arena tampoco podemos tener la conciencia tranquila de hacer ver nuestra visión y de transmitir aquello que podemos dar. Le vuelvo a reiterar el agradecido soy yo. Y le quiero remarcar esto, senadora: me entusiasman las diferencias, no me gusta particularmente que exista una sola opinión, porque marcaría desiertos que son muy difíciles de cubrir. Los disensos alimentan y confío en que todos ustedes están para dar lo mejor de sí y la mejor opinión. Por eso le agradezco a usted y a todos. Sr. Ríos.— Senadora Parrilli. Sra. Parrilli.— Yo le voy a volver a agradecer por su presencia, porque soy representante de la provincia de Neuquén y muchas de nuestras localidades viven gracias al turismo. Sr. Boente.— Así es. Sra. Parrilli.— Y en estos han resucitado. Todavía no lo suficiente porque, por ejemplo, hace unos años cuando íbamos a Copahue uno encontraba esta localidad llena de extranjeros y todavía, por este problema de conectividad del que usted habla, no hemos podido volver a capturar ese turismo que es muy importante y que traería muchas divisas para nuestra provincia. Después de haber escuchado otras opiniones —y coincido con usted en que es bueno el disenso— le puedo decir que si nosotros damos hacia el exterior una imagen de inseguridad en el transporte aéreo, seguramente, esa cantidad de turistas dejará de venir. Entonces, también esto me preocupa. Usted habló de una política de desarrollo turístico relacionando el Estado con la empresa privada. Si bien nosotros ahora estamos analizando la reestatización de Aerolíneas Argentinas, también tendremos que sumar en esa conectividad a empresas privadas o a la posibilidad de lo que se habló en estos días, de realizar convenios con las provincias. Simplemente quiero agradecerle una vez más su presencia. Además, cada vez me convenzo más de que la medida que se ha adoptado es la correcta, porque mi provincia se vería muy lesionada si Aerolíneas Argentinas dejara de funcionar. Sr. Boente.— Gracias a usted. A modo de ejemplo, ya que la senadora lo tocó y algo conozco lo que mencionó, hace siete años, la localidad de Caviahue tenía 300 habitantes. Hoy tiene 900. Este aumento se sustentó sobre la base de la actividad vinculada al turismo. Se sustenta, esencialmente, en eso, porque es el paso inmediato para Copahue y, además, el eje de un centro de esquí. Esa conjunción que permitió el crecimiento se basó en la actividad privada. La localidad de Caviahue tiene un aeropuerto sin uso porque está muy ubicado respecto de los vientos. Por lo tanto, no puede haber conectividad vinculada al aeropuerto porque, reitero, está mal ubicado respecto de los vientos, con lo cual tienen que ir a Loncopué. Si ese aeropuerto no estuviese ubicado en la forma que está, el desarrollo de esa localidad sería realmente importante, si tuviera conectividad. Es un caso pequeño que muestra como a través de una aerolínea, de un sentido de vínculo entre comunidades y de un transporte regional dentro de la propia provincia del Neuquén, como podría darse en otras, el crecimiento de una pequeña comunidad puede tener esperanza. Sr. Ríos. — Tiene la palabra el senador Lores. Sr. Lores.— Yo también soy representante de la provincia del Neuquén y quiero hacer un pequeño aporte. La provincia del Neuquén, en los años 70 creó una línea estatal, TAN, Transportes Aéreos del Neuquén que fue una línea que contribuyó de manera extraordinaria al desarrollo turístico y a la integración de toda la provincia, utilizando justamente aeropuertos como los que usted menciona: el de Caviahue, el de Chos Malal, el de Chapelco y otros más. Hasta en Las Ovejas había un aeropuerto que estimuló el crecimiento y la promoción del desarrollo en el norte neuquino. Esa empresa, por el anterior gobierno, fue privatizada y dejó de ser una empresa estatal que no solamente unía distintos puntos del interior de la provincia, sino que iba a Comodoro Rivadavia, Bahía Blanca, Mar del Plata, había algún vuelo a Buenos Aires, iba a Chile, a Temuco, a Mendoza, a Córdoba, etcétera. Esa línea fue privatizada y prácticamente vaciada, entonces, dejó de existir. Hoy la provincia del Neuquén no tiene utilización de esos aeropuertos internos porque no tiene una línea propia. En este momento el gobierno provincial está licitando servicios privados, que van a tener que ser subsidiados por el gobierno provincial para volver a recuperar el tránsito interno dentro de esta provincia. Quiero mencionar esto para señalar, una vez más, cómo una empresa en manos del Estado, en esta caso del Estado provincial, puede ser eficiente como lo fue, insisto, Aerolíneas Argentinas, de una manera emblemática, positiva, que llegó a constituir una de las empresa más prestigiosas y grandes del mundo, y hoy estamos prácticamente con una empresa en ruinas. Sr. Boente. — Le quiero comentar que su mención respecto de TAN es un hecho que me tocó conocer de cerca porque en mi juventud estudié para ser piloto comercial de aviación, y mis compañeros de estudio, recibidos de piloto comercial, empezaron sus primeras armas dentro de TAN y después pasaron a otras líneas como Aerolíneas Argentinas, Southern Winds, entre otras. Pero como empezaron su carrera allí, así que la conozco bien. Luego, por mi actividad empresarial tuve que alojar a las tripulaciones dentro de mis establecimientos, así que conozco bien el tema de TAN y la importancia respecto de los puntos que usted marcó. Sr. Ríos. — Continuamos con el plenario de comisiones. — Luego de unos instantes: Sr. Morales. — Ayer habíamos pedido que convocaran a representantes del Grupo Marsans, de acuerdo con lo que habíamos conversado informalmente con los presidentes de las comisiones. Quiero ratificar la propuesta para que el próximo lunes a las 16 puedan estar presentes los representantes de Marsans. Sería suficiente con que en representación de la empresa vengan los miembros que están en el Consejo de Transición, que creo que son los señores Aranda y Muñoz. Estimo que ya se han cursado las invitaciones y se han hecho las gestiones. La propuesta sería que luego del informe que brinden los representantes del Grupo Marsans, se realice la reunión de comisión para la presentación del dictamen, sin perjuicio de que si la mayoría —como también era intención del oficialismo— deseara empezar a circular el dictamen para la firma, que así se haga. De este modo quedaríamos en reunirnos el próximo lunes a las 16 con los representantes de Marsans y luego continuaríamos para que cada bloque exprese su posición respectiva en el dictamen. Nosotros vamos a presentar el dictamen el próximo lunes para estar listos para la sesión del próximo miércoles. Si esa propuesta está aceptada, avanzamos. Sr. Ríos. — Usted dijo exactamente lo que iba a decir yo, así que no tengo nada más que decir. Continuamos el próximo lunes con el plenario de comisiones a las cuatro de la tarde con la presencia de los dos representantes de Marsans. A partir de este momento queda habilitada la posibilidad de emitir despacho y hacerlo circular para la firma. Vamos a cerrar la presentación de dictámenes el lunes a la tardecita, noche. Queda levantada la reunión. — Son las 14 y 22.