¿QUE MATA EN EL PUEBLO ITALIANO? La Voz del Interior 12/01/03 Los padres trasladaron a Julieta al Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba. Allí diagnosticaron le leucemia linfoblástica aguda. “Lo primero que nos preguntaron fue si la nena había tenido contacto con herbicidas o plaguicidas”, recuerda hoy Gladys. Fue el primer caso “atípico” de cáncer detectado en Pueblo Italiano. Después vendrían varios más. A 370 kilómetros de la ciudad de Córdoba, en el departamento Unión, se ubican las 41 manzanas del municipio de Pueblo Italiano. La localidad tiene una población de 1.652 habitantes, incluyendo la zona rural. Por estos días una verdadera conmoción se extiende en esa población. La razón: en los últimos cuatro años se enfermaron 32 personas de cáncer; 22 ya fallecieron. Y cómo no va a angustiarse la gente si hubo dos niños y un adolescente que contrajeron leucemia (uno murió), cuando las estadísticas a nivel nacional hablan de un caso cada 100 mil habitantes. El temor, la preocupación, el dolor, la impotencia estaban latentes en la comunidad. Apenas a fines de octubre último estalló la reacción popular. El detonante fueron cinco personas afectadas de cáncer en forma casi simultánea, de las cuales murieron dos (una de 32 años) antes de finalizar el año. A mediados de noviembre, a instancias del vecino Jorge Giraudo, se habilitaron mesas en almacenes, carnicerías y otros negocios donde se dejaron planillas para que la gente adhiriera a un reclamo para llamar la atención de autoridades provinciales y nacionales. La respuesta fue espontánea y masiva. Giraudo recolectó 780 firmas y el 4 de diciembre último se presentó en el ministerio de Salud de la provincia. “Allí me atiende Carlos María Nouzeret, director general de Atención Médica. Cuando le presenté la documentación me dijo que en la semana siguiente viajaría para ver que estaba ocurriendo”, comentó Giraudo. “El 17 de diciembre le volví a hablar. ‘Giraudo –me contestó–, quédese tranquilo que en la semana entrante estamos por allá’. Hasta el día de hoy no llegaron”, dijo Giraudo. A principios de 2000, el intendente Daniel Gergolet, alarmado por la detección de casos oncológicos, entre ellos tres de leucemia, un cáncer de vejiga en un niño de 11 años y uno de testículos en un chico de 12 años, reclamó medidas urgentes en distintos estamentos. Las autoridades municipales no volvieron a moverse hasta que prácticamente todo el pueblo se manifestó exigiendo que se establezcan las causas que originan las afecciones oncológicas. En diciembre último, la Cooperativa de Servicios Públicos remitió a los usuarios los resultados de un análisis físico-químico del agua, realizado en la Universidad de Río Cuarto. “Hemos dado intervención al Gobierno de Córdoba para que se establezca qué factor puede estar incidiendo. Reclamamos a Medio Ambiente y a Agricultura para que se realicen estudios de agua, suelo y aire”, dijo Ángela Mensato de Zavalla, presidente de la Cooperativa. La dirigente señaló que había que establecer el origen de las enfermedades y si había algún área, alguna manzana donde se originaban los casos. Al respecto, La Voz del Interior, en base a datos recogidos entre familiares de personas fallecidas o en tratamiento, pudo corroborar que de los 32 casos conocidos, 17 (9 fallecidos y el resto en tratamiento) se registraron en un radio de seis manzanas (ver infográfico). En esta zona hay transformadores de Epec, depósitos de agroquímicos, silos, y las máquinas fumigadoras transitan y se lavan en la vía pública. Mensato de Zavalla señaló que a través de un convenio con la Facultad de Ciencias Químicas “se realizó un muestreo de 45 transformadores del pueblo y a cinco kilómetros a la redonda que incluye algunos de los tambos, sobre un total de 210 transformadores que hay instalados en la zona urbana y rural”. Mientras se aguardan los resultados de estos estudios, el viernes 3 de enero la presidente de la Cooperativa recibió una respuesta de Medio Ambiente, anunciando que esta semana se constituiría personal idóneo para realizar estudios del agua. Durante largos meses casi nada se hizo, muy poco. Fueron necesarias 780 firmas para que los organismos del Estado salgan del letargo.