Alertan a los pobladores contra ´golpe de calor´ Carlos Coria Rivas El Universal Viernes 28 de julio de 2006 Estados, página 1 En Chihuahua la situación es grave y cada año empeorará, advierten CHIHUAHUA. Chih.- A pesar de que el clima semidesértico que impera en el estado de Chihuahua ha generado entre sus habitantes una cultura para soportar temperaturas de más de 50 grados centígrados, este año las autoridades de Protección Civil han pedido a la población extremar medidas para evitar casos de insolación y deshidratación, en especial de niños y ancianos. La situación es grave y cada año lo será más "por el sobrecalentamiento" de la tierra, dijo el director de la Unidad Estatal de Protección Civil, Isaac Olivas, al asegurar que el el 30 de junio pasado se registró una temperatura histórica de 52 grados centígrados los municipios de Ojinaga, en los límites con Texas, y en Batopilas, limítrofe con Sinaloa. "En esas zonas se puede cocinar un huevo estrellado en el cofre del coche", agregó el funcionario al reiterar un llamado a la poblacion para evitar "los golpes de calor" y exponerse a los rayos del sol por mucho tiempo porque se pueden sufrir desmayos por insolación que podrían causar la muerte. Sin embargo, existen situaciones extremas, como en el caso de la comunidad de Huizarochi, municipio de Guachochi, 270 kilómetros al suroeste de Chihuahua, en lo alto de la Sierra Taraumara, donde la falta de agua potable y la contaminación de pozos obliga a los indígenas a consumir una mezcla de lodo y agua. "Los niños tienen que acarrear agua contaminada de los pozos para cocinar y asear los salones. La pipa viene cada ocho días, cuando debería ser cada tres. Diario cocinamos para los niños con agua sucia", dijo la maestra Estela Artega González de la escuela primaria "Josecito Aguirre", en Huizarochi. La alerta preventiva contra los efectos del calor fue emitida desde el inició de la primavera ante la posibilidad de que la situación se agrave ya que Chihuahua enfrenta una sequía desde hace 13 años, por lo que el gobierno estatal pidió 30 millones de pesos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) para destinarlos a 23 municipios en estado de emergencia. Deforestación, la causa El cambio climatológico en Chihuahua está estrechamente vinculado con la deforestación de la Sierra Madre Occidental, donde los indígenas han advertido que ya no llueve como antes porque se están acabando los pinos, dijo Arturo Limón, asesor de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza. En los municipios de Urique y Batopilas, ambos limitrofes y a unos 500 metros sobre el nivel del mar en lo más profundo de las Barrancas del Cobre de la Sierra Taraumara, las temperaturas son comunes de hasta 50 grados centígrados, cuando hace algunos años las máximas eran de 46 grados centígrados. Arturo Limón indicó que los tarahumaras de Urique denunciaron que la temperatura seguirá aumentando cada año si no se detiene la tala indiscriminada de su bosque que, además, ha dañado los manantiales que les proporcionan el agua necesaria para su sobrevivencia.