ALGUNOS DEPORTES CAUSAN VÉRTIGO. Dra. Olga Lasso Luis. Centro ORL Buenavista. 2013. El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es el síndrome vertiginoso más frecuente (1). Supone casi un 40% de los casos registrados en nuestra serie. Se caracteriza por episodios cortos de giro y nistagmo asociados con los cambios rápidos de la posición de la cabeza. Sensaciones persistentes de “borrachera” o “cabeza hueca”, según las describen los pacientes, son así mismo, muy comunes y causantes de inseguridad, incomodidad importante o incluso caídas, especialmente en gente mayor. La edad media de los pacientes afectados se sitúa en los 51 años según publicaciones y parece haber una mayor incidencia del sexo femenino (67%) (5, 6). La hipótesis más aceptada sobre el mecanismo que genera el vértigo posicional es la estimulación de la cresta del canal semicircular por la presencia de otoconias (cristales de carbonato endolinfático. cálcico) Los semidisueltas restos otolíticos en el líquido flotantes pueden provocar el vértigo adhiriéndose a la cúpula y condicionando su sensibilidad (cúpulolitiasis, a los Schuknecht movimientos 1969) o de entrando la en cabeza un canal semicircular e induciendo una corriente linfática con los movimientos cefálicos (canalolitiasis, Parnes and McClure, 1992). Debido a la disposición anatómica del laberinto, el canal semicircular posterior (CSP) es el que se ve afectado en la gran mayoría de los casos. El VPPB del canal horizontal es menos frecuente. Hasta en un 60%, el origen del VPPB es idiopático. Entre las causas reconocibles que pueden provocarlo destacan por su frecuencia los traumatismos craneofaciales, el encamamiento prolongado (amenazas de aborto, cirugía de columna, síndromes depresivos), enfermedad de Meniérè, neuro-laberintitis vírica o isquémica y cirugía otológica (especialmente que otoconias la estapedectomía). ¿Cuál es desprendido de el motivo de estas su localización natural, en la se hayan mácula del utrículo?. En los pacientes con un antecedente traumático conocido parece clara la relación causa-efecto; un choque frontal en accidente de tráfico o la vibración transmitida desde una fresa dental, pueden liberar otoconias al líquido endolinfático. Igualmente, en pacientes encamados; la posición en decúbito y la falta de movimiento de los líquidos del oído interno probablemente colaboren en el desplazamiento y formación de cúmulos de otoconias en el canal. Estos casos suelen tener una solución fácil con las maniobras de reposicionamiento. La naturaleza y severidad de los traumatismos que pueden provocar un VPPB, según la literatura consultada, es muy variable, oscilando entre pequeños golpes o grandes lesiones con afectación intracraneal. En el VPPB postraumático puede explicarse la liberación de otoconias como el resultado de una vibración o “bamboleo” intensos transmitidos, posibles hemorragias microscópicas o laceraciones tisulares asociadas al golpe, las cuales pueden generar cambios bioquímicos en la endolinfa que favorezcan la formación de acúmulos de detritus otoconiales (7). Honrubia refiere la posibilidad de un origen traumático en 43 de 240 casos presentados en un estudio y consideran esta posibilidad cuando el golpe ha ocurrido con un intervalo máximo de tres días antes de la aparición del mareo (4). Existen algunos casos publicados en los que se refiere un deporte como origen del problema (viaje violento en barca speed boat (6), práctica de mountainbike (bicicleta de montaña). Revisados los datos obtenidos sobre los pacientes atendidos en nuestra Unidad de Vértigo, nos encontramos con el dato curioso posicionales de que paroxísticos una se gran cantidad presentaban en de vértigos pacientes que practicaban deportes de giro brusco, “salto” o “bote” sobre el suelo: squash, equitación, comba, motocross y quad, por ejemplo. En mujeres de mediana edad y con predisposición a la liberación de otoconias, la realización de gimnasia de suelo, sin apoyo para la cabeza, también es motivo de aparición vértigo posicional o recurrencia de cuadros anteriores. Los cuadros asociados a una laberintopatía previa son, así mismo, muy frecuentes. El utrículo dañado por un problema isquémico o infeccioso tiene dificultades para conservar su estructura y libera, bien cristales, bien sus componentes. Esto ocurre en el VPPB típico de las señoras mayores, considerado idiopático, que puede tener cierta relación con el mal control del metabolismo del calcio en la endolinfa. Algunos artículos se refieren a este VPPB como “enfermedad crónica con curso clínico recurrente” (8), con una tasa de recurrencia anual del 15-30% (Cohen, 2005). Los pacientes que padecen una enfermedad laberíntica metabólica o degenerativa presentan una respuesta deficiente al tratamiento y con desequilibrio mantenido que ha de tratarse con rehabilitación vestibular adicional. El diagnóstico se basa en la típica historia clínica que cuenta el paciente y en el hallazgo del nistagmo posicional típico mediante su inducción con las maniobras de Dix- Hallpike. El hallazgo más común es el nistagmo relacionado con la canalolitiasis del canal semicircular posterior: giratorio geotrópico en el ojo en posición inferior, componente vertical hacia arriba en el ojo en posición superior, con latencia y con agotamiento. Existen, sin embargo, varios tipos de nistagmos posicionales, debidos a la existencia de cúpulo o canalolitiasis, afectación de otro u otros canales semicirculares, que son constantes para cada canal y para cada oído estudiado (9). La identificación del lado y canal afectados es importante, dado que las maniobras de reposicionamiento otoconial son específicas de cada tipo. Los tratamientos recomendados hasta el momento para el problema son la espera vigilada (más de la mitad de los pacientes mejoran espontáneamente durante el primer mes), las maniobras de reposicionamiento otoconial (indicados y efectivos en los casos que no tienen una mejoría espontánea), las maniobras de habituación de Brand-Daroff y la cirugía sobre el maniobra canal de desplazamiento semicircular Epley de es las la en casos más partículas incapacitantes. utilizada; fuera permite del La el conducto semicircular posterior y su paso a utrículo, a través de una secuencia específica de movimientos de la cabeza y el cuello que realiza el otorrinolaringólogo (7). Estas maniobras tienen una efectividad a corto plazo, según las series, entre el 65 y el 95% (6). BIBLIOGRAFÍA. (1). Pérez Garrigues, H; Mateos Fernández, M; Peñarrocha, M. “Vértigo Posicional Paroxístico maniobras odontológicas sobre Benigno el maxilar secundario superior”. a Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 343-346. (2). A qualitative review of non-pharmacological, conservative treatments and a case report presenting Epley's "canalith repositioning procedure", a non-invasive bedside manoeuvre for treating BPPV. Journal of the Canadian Chiropractic Association, 1999;43(1):41-49. (3). Hilton M, Pinder D La maniobra (reposicionamiento canalicular) para el vértigo paroxístico Cochrane Biblioteca benigno Cochrane (Revisión Plus, número 2, de posicional traducida) 2005. Epley Oxford, De La Update Software Ltd. (4).Robert Jacobson W, BA. Baloh Benign MD, Vicente Honrubia positional vertivo: MD, Katheleen Clinical and oculographic features in 240 cases. Neurology 1987; 37: 371378. (5). E. Doménech Campos, M. Armengot Carceller, R. Barona de Guzmán. “Vértigo posicional paroxístico benigno del canal horizontal”. Acta Otorrinolaringol Esp 2006; 57: 446-449 (6) So Young Moon, Ji Soo Kim, Byung-Kun Kim, Jae Il Kim, Hyung Lee., Sung-Il Son., Kyu-Sung Kim., Chung-Ku Rhee, Gyu- Cheol Han, Won-Sang Lee. Clinical Characteristics of Benign Paroxysmal Positional Vertigo in Korea: A Multicenter Study. J Korean Med Sci 2006; 21: 539-43 (7). C.R. Gordon; R. Levite; V. Joffe; N. Gadoth. ”Is posttraumatic Benign Paroxysmal Positional Vertigo Different from the Idiopatic Form?”. Arch Neurol. 2004; 61:1590-1593. (8). J. A. López Escámez, M. Gómez Fiñana, A. Fernández, I. Sánchez Canet, M. J. Palma, J. Rodríguez. “Evaluación del tratamiento del vértigo posicional paroxístico benigno mediante cuestionario DHI-S”. Acta Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 660-666 (9). N Iorio; L.Sequino; G.Chiarella. “Database of benign paroxysmal positional nystagmus”. Acta Otorhinolaryngol Ital. 24 125-129, 2004. (10).E. Levrat; « Efficacy of G.van the Melle; Semont Ph. Maneuver Monier ; in Benign R. Maire. Paroxysmal Positional Vertigo”. Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2003; 129:629-633.