Nace en Córdoba, Argentina. Arquitecto y licenciado en Lengua y Letras Hispánicas. Como músico ambulante, creó un grupo llamado Nacimiento que lo lleva a México durante el golpe militar en su país natal. Escribe su primer libro, La X mágica de México tras su trabajo en el Museo Nacional de Antropología. Escribió, dirigió y musicalizó varios espectáculos musicales en Estados unidos y Latinoamerica, por lo que mereció varios premios. Ha editado más de treinta libros, en colaboración estrecha con destacados ilustradores como Isol, Piet Grobler, Mandana Sadat, Istvansch, entre otros. Actualmente imparte clases en la Maestría de Creación Literaria de la Casa Lamm y en el Colegio Williams, y se presenta en diversos espectáculos para niños en distintos países. Para acceder al texto que ha escrito para GRETEL y más información, haga clic aquí. Jorge Luján El Máster en Libros y Literatura para niños y jóvenes tiene el honor de contar con Jorge Luján como escritor invitado de este mes. Jorge Elías Luján nace en Córdoba (Argentina). Estudia arquitectura en la Universidad de Córdoba. A finales de los años sesenta, forma el grupo interdisciplinario para niños llamado Los Saltimbaquis, luego fue fundador del Movimiento Canto Popular de Córdoba en 1973. Integró el coro universitario y fundó junto a Liliana Felipe y Claudia Christiansen, el grupo Nacimiento, que se encontraba de gira durante el golpe militar de 1976 y es por esta razón que luego de recorrer varios países, se radican en México. El grupo se disuelve en 1980 luego de grabar el disco para niños Los músicos ambulantes. Licenciado en Lengua y Letras Hispánicas de la Universidad Autónoma de México, Jorge Luján se especializa en el arte para niños como músico ambulante y coordinador de taller de creación literaria. Escribe su primer libro, La X mágica de México tras el trabajo en el Museo Nacional de Antropología. Tras sus trabajos en distintos museos y en la Universidad de Columbia en EEUU, escribió, dirigió y musicalizó en distintos espectáculos musicales que incluyen el “Festival Off de Nueva York”, “Memphis in May”, el “Festival Latinoamericano de Brasilia”. Ha editado más de treinta libros, entre los que se incluyen géneros como poesía, narrativa e historietas, y ha contado con la colaboración estrecha de destacados ilustradores como Isol, Piet Grobler, Mandana Sadat, Istvansch, entre otros. Ha recibido diversos reconocimientos entre los que destacan el premio destacados ALIJA del 2004, por Los gemelos del popol Vuh; premio al Arte Editorial por Tarde de invierno (2005), y mención destacados Alija 2008, por Equis y Zeta. Este año, el libro Ser y parecer ilustrado por Isol, fue reconocido como uno de los mejores libros para niños que otorga el Banco del libro. Actualmente imparte clases en la Maestría de Creación Literaria de la Casa Lamm y en el Colegio Williams, se presenta en diversos espectáculos para niños en distintos países. En la siguiente página encontrarán el texto de Jorge Luján para GRETEL de la poesía (notas, poemas*, aforismos…) Jorge Luján Atreverse a la poesía. Atravesar el umbral hacia lo que aún no es. Atracar en la isla tornadiza de Simbad, esa ballena lista para fugarse no bien se le pone un pie encima. * Predilección por el laconismo. ¿Cuán breve puede ser un poema? ¿Cuál es el mínimo de voces que requiere un verso de bolsillo?: LAGO Una O que se cayó del ciel . * Combinar el verso libre con otros de formas clásicas. Explorar lo no comprendido en esas dos posibilidades. * ¿Puede la poesía reverdecer el tiempo? ¿Escanciar otros espacios? ¿Reinaugurar el pasado? Hoy comencé a vivir hacia atrás por ninguna razón en especial para ver de frente el paisaje opuesto para meterme detrás del espejo para desaprender lo que distrae o para ser de nuevo nuevo y empezar otra vez hacia adelante * Convocar voces frescas y retadoras que encuentren su ritmo y su cadencia alternando acuerdo y disenso con las voces del pasado. * “Te dejo”, le dijo la hoja al árbol “Te dejo caer”, le dijo el árbol a la hoja “Déjalos que hablen”, le dijo el viento a la calle ¿Acaso algunos poemas ya están contenidos en el primer verso y para terminarlos solo debemos flotar vertiente abajo? ¿O quizá vemos asomarse una estructura que nos lleva de la mano, persuasiva? * ¿Es posible empujar las olas de la lógica más allá de su horizonte y esperar que regresen con vestigios de costas vírgenes? Yo pensé que viviría para siempre. Pero no. Me morí antes de ayer. Ahora pienso que he muerto para siempre pero ya sé que siempre me equivoco. * Le demos la bienvenida al error feliz, ese descarrilamiento de la métrica, el léxico, el pensamiento, la sintaxis, con capacidad de sacudirnos y llamar la atención sobre un aspecto no evidente pero esencial al poema. * Las palabras no son manzanas pero a veces saben más a manzana que la fruta de larga fama. * Trazar versos libres y despreocupados pero con el oído atento a las sugerencias del ritmo y la métrica, y con la mente abierta a estructuras que apuntalen las directrices del poema. * Poemar sobre lo cotidiano: La garza esconde espantada la cabeza bajo el ala porque sabe que sostiene al planeta en una pata Hacer un guiño irónico a la presunción del hombre en la tierra. * Cultivar una voz capaz de tocar fondo para elevarse más alto, de volverse espíritu para sumergirse en las tinieblas. * Mis sueños me guían, pero siempre voy un paso atrás de ellos. Si los alcanzo me pierdo. * Riesgo de leerles poemas a los niños: Levanté un tallo seco y en el aire se hizo flor Aspiré su aroma y la vi alejarse mariposa Después de escuchar estos versos, mi pequeño hijo me dice que no los comprende bien. Le hablo entonces de la brevedad y de la inclinación de los japoneses por los poemas de tres líneas. – Ah… –me responde –. ¿Puede ser así?: Levanté un tallo seco. Ahora es flor. ¡Vuela, mariposa! * Apenas vemos nacer los primeros versos comienzan a emerger ideas, imágenes, sonoridades, esbozos de estructuras… Detectar qué elementos se manifiestan y posibilitar las relaciones entre ellos nos permite alcanzar un nivel de verdad y cierto tipo de belleza, y recompensar al lector por las exigencias de la poesía. * para reBK C que T duL S Bso de Fcto que no muR no Tmas –que hiR más lo que no toK –, y Dja que yo suÑ y yRR en el Pqueño mueLL de tu boK. En 1996 compuse este poema con una intención casi críptica. A la voluntad de juego se sumaba el deseo de preservar la intimidad y de erigir un refugio para los sentimientos amorosos de manera que para desvelarlos el lector debiera emular al arqueólogo: ir avanzando paso a paso, identificando y uniendo los fragmentos y al final rehacer el todo. No imaginaba entonces que la eclosión de los mensajes de texto dejaría casi a flor de tierra lo que yo deseaba soterrado. * Volver visibles las letras que forman las palabras y las palabras que forman las frases. Frasearlas de nuevo. Notar con qué ladrillos está hecha la casa. Desmontar todo y reconstruirla excavando el espacio. * Crear poemas a golpe de imagen: Cuando escribí el verso “El gallo abre su pico y sale el sol” pensé hallarme frente a un pequeño mito de creación. La segunda línea nació casi de inmediato. Escribí algunos versos más y estuve seguro de que muy pronto daría término a la composición. Unos días más tarde, suponiendo haber llegado a buen puerto, interrumpí los correteos de mi hija, entonces de 7 años, y le leí el poema. “Qué lindo, papi”, me dijo y, antes de reemprender la carrera, agregó: “¡Lástima el final!” Hubo de pasar un largo tiempo antes de dar con la forma actual. Fue necesario dejar de recorrer los caminos sugeridos por los primeros versos. Y dar un salto. El gallo abre su pico y sale el sol El sol abre su mano y nace el día El día se asombra cuando la noche tiende su capa y la colma de estrellas para que coma el gallo y vuelva transparente al nuevo día * Las palabras y las cosas. Ir y venir entre unas y otras por puro gozo o buscando una hendidura para deslizarse hacia. * Crear poemas a golpe de pensamiento: Hay días que pasan sin haber llegado otros que no se van nunca Enterarme que una señora envía este poema a sus parientes desperdigados por los años en las provincias argentinas. Asombrarme de los sentidos con los que la señora enriqueció estos versos que le permitieron reunir a su familia una Navidad en su modesta casa de Villa Soldati, en Buenos Aires. * Escoger entre verso libre o medido depende con frecuencia del comienzo del poema. En él está implícito un desafío y es difícil no aceptarlo aunque lo que nos aguarde sea a menudo la derrota. * Lo que me gusta de decir algo es no hallar las palabras, cuando las encuentro no me gusta lo que digo. * Crear poemas a golpe de sonoridad. Oír el tamborileo que se acerca desde alguna parte y reconocer las palabras que intentan montarse en él como jinetes. Palabras o sílabas a las que poco importan los conjuntos reconocidos por la norma: elgaló pedé elcaballí todé madé radá dequé hablar alosár bolés Ignorar las divisiones entre palabras, reagrupar las sílabas, entregarse a un ritmo que se antoja arbitrario pero no lo es. Rematar cada verso con un pentasílabo trocaico, anteponer a algunos de ellos una o varias sílabas, ligar las imágenes al efecto onomatopéyico, esperar que el sentido, reducido al mínimo, se expanda otra vez en la lectura. Leo. Oigo. Siento. Imagino dos árboles en la cresta de una colina y a un niño que se aproxima a ellos ladera arriba en su caballito de madera. Súbitamente uno de los árboles recuerda una rama que le cortó un artesano y, señalando al caballito, le dice al otro árbol: - Mira… ¡Es mi hijo! ¡Es mi hijo! * Escribir sin esperar nada Escribir descubriendo Yéndonos al olvido mientras nacemos Envejeciendo cada vez más nuevos *** * Poemas del libro “Palabras manzana”, Anaya, Madrid, 2003, “Un ángel todavía”, Tinta Fresca, Buenos Aires, julio de 2011, e inéditos.