T.M. Nº 58 - Calor Extremo

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TEMA MÉDICO N° 58
CALOR EXTREMO
Nos referiremos a como prevenir y actuar ante las enfermedades
producidas por calor extremo, otro fenómeno climático muy frecuente en
esta época del año.
¿Qué es el calor extremo?
El calor extremo se define como temperaturas que se sitúan 10°C o más
por encima de la temperatura promedio para una región y suele
permanecer así por varias semanas (ola de calor). Cuando el aire húmedo
queda atrapado en una zona de presión atmosférica alta, el clima se
vuelve húmedo y sofocante (mayor sensación térmica), lo que aumenta
los peligros para la salud.
También, las condiciones excesivamente secas y calientes, pueden
provocar tormentas de viento y sequías (falta de lluvias abundantes un
largo período). Una ola de calor sumada a sequía es una situación de alto
riesgo para la salud.
¿Es frecuente como problema?
El calor extremo es frecuente como riesgo al que estamos expuestos todas
las personas y es causa importante de enfermedad declarada y
mortalidad. La mayoría de las defunciones por calor son prevenibles, no
sólo ocurren en los meses de verano, también pueden observarse a fines
de primavera y a principios de otoño.
¿Cómo nos afecta el calor extremo?
Las personas se enferman cuando sus cuerpos no pueden compensar el
exceso de temperatura y enfriarse adecuadamente. El cuerpo
normalmente se enfría al transpirar y libera calor hacia el medio ambiente,
pero en ciertas condiciones de alta humedad, este mecanismo no es
suficiente, y la temperatura corporal aumenta rápidamente y puede
dañar el cerebro u otros órganos vitales. Aparecen entonces los síntomas
del golpe de calor, que pueden llevar a la muerte.
¿Que circunstancias pueden agravarlo?
Algunas situaciones también exponen a las personas a un mayor riesgo de
daño por calor extremo. Por ejemplo la humedad ambiente alta (la
transpiración no se evapora con suficiente rapidez), la edad (niños y
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ancianos), la obesidad, la fiebre, la deshidratación, las enfermedades
graves (cardiovasculares, mentales, respiratorias, gastrointestinales, etc), el
extenso eritema solar, algunos medicamentos o el consumo de alcohol,
evitan que el cuerpo elimine correctamente el calor excedente.
¿Qué hacer durante la temporada de calor?
Para proteger la salud cuando las temperaturas son extremadamente
altas, las autoridades sanitarias nacionales e internacionales recomiendan
las siguientes medidas:

Beber: Líquidos en abundancia, sin cafeína ni alcohol, no muy fríos ni
muy azucarados. No esperar a tener sed. Durante el ejercicio realizado
en un ambiente muy caluroso beber dos a cuatro vasos de líquidos
frescos por hora. Si el médico limitó el líquido diario, se lo debe
consultar. Evitar las comidas calientes, copiosas o hipercalóricas (con
grasas o aceites), pues aumentan el calor corporal a eliminar.

Reponer sales y minerales: La transpiración excesiva, por más de 2
horas, hace que se pierdan sales y minerales necesarios para el
organismo, que deben reponerse. Las bebidas deportivas pueden
reponer las sales y los minerales que se pierden al transpirar. Si el
médico indicó una dieta baja en sodio, se deberá consultarlo antes de
tomarlas.

Usar ropa adecuada y protector solar al salir: Vestir con ropa holgada,
ligera y de colores claros. Aplicar 30 minutos antes de salir, protector
solar de Factor 20 o mayor, contra rayos UVA/UVB, y repetir la
aplicación varias veces si se transpira intensamente o al salir del agua.

Planificar cuidadosamente las actividades al aire libre: Organizar las
actividades solo antes de las 10 y después de las 16 hs. Tratar de
descansar a la sombra de manera que el termostato corporal tenga la
oportunidad de recuperarse. Evitar viajar en vehículos sin aire
acondicionado o descubiertos o durante el mediodía. Deténgase cada
2 horas e hidrátese permanentemente para evitar accidentes por el
calor. Si se viaja a un sitio con clima más caluroso, aclimatar el cuerpo
por unos días y aumentar el ritmo de actividad poco a poco.

Controlar el ritmo de actividad: Si no se está acostumbrado a trabajar o
a hacer ejercicios en un ambiente caluroso, se debe comenzar en
forma pautada y aumentar el ritmo progresivamente.

Permanecer en ambientes cerrados frescos: Se debe evitar salir en las
olas de calor y permanecer en la vivienda con aire acondicionado. Si
la residencia no tiene aire acondicionado o se ha interrumpido el
suministro eléctrico del barrio, trasladarse a otro lugar, privado o
público, que disponga de aire acondicionado. Utilizar menos el horno,
la cocina o los artefactos eléctricos que emiten calor, cerrar las cortinas
y ventanas en las horas de máxima temperatura y ventilar las
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habitaciones por la noche, para mantener más baja la temperatura
interna de la casa.

Utilizar medios físicos para reducir la temperatura corporal: Los
ventiladores eléctricos pueden refrescar, pero cuando la temperatura
llega a los 35°C no son suficientes. Mantenerse fresco duchándose o
bañándose con agua fría varias veces al día.

Vigilar de cerca a los más susceptibles: Aún cuando cualquier persona
puede sufrir una enfermedad relacionada con el calor, algunas son
más susceptibles:
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Los bebés y los niños de hasta cuatro años de edad necesitan que
se les regule la ropa, el ambiente y se les suministren suficientes
líquidos para estar frescos e hidratados.
Las personas de 65 años de edad en adelante, deben formar las
denominadas “cadenas de cuidados entre varios amigos”, o pedirle
a un amigo o familiar que se comunique con él tres veces al día
durante las olas de calor.
Las personas con sobrepeso son propensas a enfermar por calor
extremo, por no eliminar bien el mismo a través del tejido graso.
Las personas que no miden sus límites y se ejercitan o trabajan en
exceso pueden deshidratarse y enfermarse en una ola de calor.
El calor extremo puede afectar a las personas que tienen una
enfermedad respiratoria, cardíaca, digestiva, hipertensión arterial, o
que toman ciertos medicamentos antidepresivos, antiespasmódicos
o sedantes.
Las autoridades en materia de prevención por daño externo a nivel
mundial describen tres cuadros clínicos, de gravedad progresiva, como
enfermedades por calor que se deben conocer:
1. Calambres por calor:
Los calambres por calor afectan generalmente a las personas que
transpiran mucho cuando practican actividades físicas intensas. El bajo
nivel en los músculos de potasio y magnesio produce calambres y son un
síntoma inicial de agotamiento por calor. Son dolores o espasmos
musculares que, generalmente, ocurren en el abdomen, los brazos o las
extremidades y que pueden estar asociados a una actividad extenuante.
Si se tienen problemas cardiacos o se sigue una dieta baja en sodio, se
deberá recurrir a la atención médica para prevenir los calambres, pues
esa restricción aumenta el riesgo.
Para su tratamiento se debe: detener toda actividad y descansar en un
lugar fresco; beber un jugo liviano o una bebida deportiva para recuperar
sales y luego una importante ingesta de líquidos, bananas o lácteos. No se
deben reanudar actividades extenuantes por varias horas después de
pasados los calambres, pues un esfuerzo adicional agrava el cuadro o
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puede progresar al agotamiento o al golpe de calor. Se debe buscar
atención médica si los calambres no ceden en una hora.
2. Agotamiento por calor:
El agotamiento por calor es más leve y progresivo que el golpe de calor y
puede aparecer después de varios días de exposición a altas
temperaturas y una inadecuada o insuficiente reposición de líquidos y
sales perdidos por la transpiración. Los más expuestos son los ancianos, los
hipertensos (uso de diuréticos) y quienes trabajan o hacen ejercicios en
ambientes calurosos.
Entre los signos de agotamiento por calor se ven transpiración abundante,
palidez, calambres musculares, cansancio y debilidad importante, mareos,
dolor de cabeza, náuseas y luego desmayo, piel fría y húmeda, pulso
rápido y débil y respiración rápida y corta.
Si no se lo atiende puede convertirse en golpe de calor.
Buscar atención médica de inmediato y ayudar a la víctima a enfriarse
con bebidas frescas, descanso en sala con aire acondicionado, ducha o
baño con agua fría, y ropa ligera.
3. Golpe de calor:
El golpe de calor es el cuadro más grave y agudo. Sobreviene cuando al
cuerpo expuesto al calor extremo le fallan los mecanismos para enfriarse y
la temperatura se eleva a más de 40°C en 10 a 15 minutos. Puede
provocar la muerte o algún tipo de discapacidad permanente si no es
tratado de inmediato.
¿Cómo reconocer el golpe de calor?
En una persona expuesta al sol o a calor extremo, las señales del golpe de
calor varían, pero pueden incluir algunas de las siguientes:
 Una temperatura corporal superior a los 39.5°C
 Piel enrojecida, caliente y seca (sin transpiración)
 Pulso rápido y fuerte
 Dolor de cabeza palpitante
 Mareo o náuseas
 Confusión, discurso o actitud incoherentes
 Excitación psicomotriz
 Coma (pérdida de conocimiento) y convulsiones.
¿Qué hacer si sospechamos un golpe de calor?
Si se observa alguno de estos síntomas deben tomarse las siguientes
medidas inmediatas:
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Llevar a la víctima a un área sombreada o a una habitación con
aire acondicionado.
Enfriar a la víctima rápidamente mojándola con agua helada en
bañera, ducha, manguera de jardín o compresas y toallas y
abanicarla vigorosamente hasta bajar la temperatura a 38°C.
Si se esta en el exterior y se dispone de botellas con agua helada,
colocarlas en ingles, axilas y bajo el cuello, en forma permanente o
rotativa, para enfriar sobre grandes arterias periféricas.
Solicitar asistencia médica de urgencia.
Si aparecen contracciones musculares involuntarias (convulsiones)
mantener la calma, evitar que el paciente se lastime, pero no
colocar objetos en la boca ni darle de beber líquidos.
Si vomita, colocar a la víctima de costado para mantener las vías
respiratorias despejadas.
Hay una predisposición a sufrir nuevas descompensaciones con las
condiciones
calurosas
durante
la
primera
semana
de
convalecencia. Tener especial cuidado de no hacer ejercicio
intenso y evitar el clima caluroso durante las 2 semanas siguientes.
Debe consultar con el médico de cabecera cuando puede volver
el paciente a realizar las actividades normales sin riesgo.
El aire acondicionado constituye el mejor factor de protección ambiental
para prevenir las enfermedades y las muertes relacionadas con el calor.
También es importante hidratarse activamente antes de tener sed, usar
bebidas con sales si la transpiración es intensa y prolongada; llevar ropa
adecuada; evitar las actividades externas, extenuantes o al mediodía;
vigilancia activa a los mas susceptibles, extremar la prevención ante una
ola de calor extremo y atención urgente si aparecen síntomas.
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