¿Como fomentar el Conocimiento desde mis práctica docente? Grace Sandí Chacón Hace aproximadamente 7 años que trabajo como educadora en la enseñanza del idioma Inglés. Tengo la experiencia de haber trabajado en un colegio, una universidad y ahora para los cursos del Instituto Nacional de aprendizaje (INA). Cuando me gradué tenía muchas ideas y sueños pero en la práctica tuve que lidiar con muchas dificultades. La peor fue la indisciplina. Yo substituí a una profesora que se puso a llorar delante de los estudiantes y en un arrebato de ira rompió los carteles que tenía en su clase. Los estudiantes se sentían muy orgullosos por que habían echado a la profe que les caía mal y bueno cuando llegue, tuve que ser muy estricta y marcar las reglas de la cancha. Los padres querían que sus estudiantes tuvieran una buena profesora y el director también. Además yo tenía que demostrarles a todos que yo si podía manejar los grupos. Esto me generó mucho estrés. La mejor manera de tener a los grupos tranquilos era dándoles un montón de trabajo por hacer para que lo hicieran en silencio y no inventaran salir al baño o al casillero. Otro profesor de inglés me dijo que el no se complicaba, él era el dueño se la clase y que ellos (los estudiantes) debían trabajar, hacer sus tareas y traer los libros y cuadernos. Cuando alguno incumplía con uno de sus compromisos lo llevaba a orientación y llamaba a la casa para comunicar la falta y escribía su nombre en el libro negro en el cual anotaba las faltas por día para luego rebajarlas en el trabajo en clase o en la conducta. Su salón de clase era un ejemplo para mí, siempre limpia, ordenada y sobre todo disciplinada. Lo que pasa es que mi clase nunca pudo ser como la de él, porque yo nunca tuve su carácter. Yo era más floja y me gustaba ser amiga de mis estudiantes. Sin embargo era agotador tener que llamar la atención, escribir comunicados al hogar, ir a orientación, detener pleitos, decomisar discman, bolas, cartas, etc. Surgían permisos para retirarse, campañas políticas, ensayos, que obstaculizaban el proceso educativo, sumando a esto, las clases eran pequeñas y los grupos de hasta 30 estudiantes con insuficiente ventilación y ruidos que provenían de las otras aulas. Cada lección era de 40 minutos, por lo que había que correr para ver un objetivo por lo menos y cumplir con el plan anual y las metas de la institución al ofrecer una enseñanza bilingüe de calidad. La experiencia en la universidad fue totalmente diferente los estudiantes eran mayores de edad, cansados por el trabajo y con deseo de aprobar la materia para graduarse pronto. La mayoría eran muy cumplidos y educados. Algunos le tenían miedo al inglés porque habían tenido malas experiencias en el pasado. Es en este trabajo que pude ser más docente y menos general, más sensible y flexible. Cuando inicie la licenciatura en docencia lo hice con el propósito de mejorar mi salario y ahora gracias a este estudio se lo mucho que ignorada en el área educativa. Como estudiante universitaria he tenido la oportunidad de analizar a mis profesores. Unos son muy tradicionales y sus clases magistrales; otros son desordenados, no tienen un plan, inventan tareas, ponen notas a puro calculo y algunos nunca devuelven los trabajos escritos. Otros son tan intelectuales que los estudiantes al ser tan tontos no entienden sus lecciones elevadas y enriquecedoras y los últimos son los que fomentaron el carácter crítico, conocieron a sus estudiantes y relacionaron la materia con la realidad. Se preguntaran por que menciono todo esto y que relación tiene con la pregunta inicial, pues bueno es muy sencillo. Como educadora he cometido muchísimos errores pero ahora reconozco que gracias a ellos ahora hago mi trabajo mejor y se que debo mantenerme estudiando, capacitándome y participando en talleres para mantenerme al día. Actualmente imparto cursos de inglés en el INA en donde las características del trabajo son mejores. Los estudiantes son mayores de edad, tienen interés de aprender el idioma, para mejorar el salario y/o tener un mejor trabajo y por que los cursos son costeados por el Estado. Las clases duran tres horas, dos o tres veces por semana. Los estudiantes cumplen con las tareas, son respetuosos y si faltan más del ocho por ciento del total de las horas del curso lo pierden por ausencias por lo que son muy cumplidos. Este trabajo me ha permitido aprender mucho y a poner en práctica mucha teoría vista en clase. Trabajo más tranquila y tengo más libertad para desarrollar las lecciones. Creo que este es el punto de inicio para generar conocimiento desde mi práctica docente. LA MOTIVACION del profesor. Si odio la rutina, la clase, los estudiantes, a los padres, etc. Nada bueno va a salir de mí. En mi caso fue bueno el cambio, soy una profesora feliz, me gusta enseñar y compartir con mis estudiantes. Creo que son interesantes y hacemos carnes azadas y vamos a comer pizza cuando terminan los cursos. Cuando estás satisfecha con tu trabajo, todo es más fácil y sencillo. El segundo punto es estar actualizada. Como lo mencioné anteriormente es muy importante estar en contacto con profesionales en la materia. Tercero, reconocer que el aprendizaje es un proceso en el que cada paso es importante. En mi materia, cada estudiante aprende de manera y velocidad diferente. Por lo tanto es fundamental conocer las características individuales y de grupo, habilidades y debilidades. En cuarto lugar están las experiencias de aprendizaje las cuales deben ser las más adecuadas para las necesidades del grupo. Ahora cuando los estudiantes se tiran al suelo a formar rompecabezas, arman una cocina, hacen una receta culinaria, ven una película, hacen una obra de teatro y trabajan en equipo son más felices y aprenden más. Aprender para la vida como lo enseñó John Dewie. El aprendizaje es más significativo. Quinto, el conocimiento es una acumulación de teoría y práctica, el cual sufre transformaciones en el proceso de aprendizaje por lo cual es muy importante cultivar diariamente tanto en el lugar de estudio como en el trabajo y en el hogar. Sexto, el salón de clases es de los estudiantes y del profesor. Reconocer que todos aprendemos en la práctica y que debe reinar un ambiente de respeto y tolerancia. Sétimo, es de suma importancia fomentar el pensamiento crítico de mis estudiantes, por medio de debates, foros y ensayos. Por último, considero que la evaluación de los aprendizajes debe ser continuo, formativo y sumativo. Para concluir pienso que como docente y estudiante estoy en este proceso de aprendizaje y con la ayuda de Dios pienso que podré hacer mejor mi trabajo. Nombre del documento: Sandí Chacón Cantidad de palabras: 1130