SPORT La Penúltima Jueves 6 Diciembre 2012 Wert, Barça e intransigencia Comienzo a pensar que el deporte nacional no es el fútbol ni, como pregona Mourinho, pegarle a él. El deporte nacional es la intransigencia. No solo hay una tremenda crisis económica, sino también crisis de tolerancia y de respeto. Ayer, un ejemplo. El anteproyecto de la ley educativa del ministro Wert había desencadenado una desaforada polémica que, lejos de apagarse, algunos no dudaron en incendiar aún más cuando el FC Barcelona, a través de un comunicado, reivindicaba “de manera enérgica la lengua catalana y el modelo de inmersión lingüística vigente en Catalunya”. Era una nota de apenas siete líneas que, enseguida, tuvo una repercusión desmedida en los foros de Internet y redes sociales. El conflicto ya no estaba en la reforma, sino en que el Barça tomara partido. Que si club sectario y politizado, que si instrumento de la Generalitat, que si debe dejarse de chorradas y dedicarse al fútbol, que si lo mandaba a jugar la Liga andorrana... y, a partir de aquí, un alud de comentarios plagados de insultos y despropósitos. Ya nadie hablaba de Wert y sí de Sandro Rosell. Al final, lo preocupante no era el debate de mezclar política y deporte, sino el empeño de algunos en dividir, desviar la atención y generar enfrentamientos innecesarios. La entrevista JOAN CARLES CALBET TONI FRIEROS Director General Calbet 47 24 líneas y punto Josep González jgonzalez@diariosport.com Tres generaciones han hecho posible que de un pequeño negocio de electrodomésticos de Viladecans hayan pasado a ser una cadena con 40 tiendas y 130 trabajadores. “Nuestro lema es hacer la vida más fácil a la gente” Calbet, además de un apellido, es una marca... Sí, catalana, familiar, cercana y personal que se vuelca en ofrecer soluciones a las necesidades de nuestros clientes. Buen eslogan... Existimos para hacer la vida más fácil a la gente. Esta ha sido, además, nuestra razón de ser a través de nuestra historia... Se remonta a 1951... Mi abuelo Joan abrió una pequeña tienda en Viladecans en 1951. Vendía de todo: butano, martillos, bombillas, tornillos... Después, en los sesenta, se incorporó mi padre, Jaume. A través de Calbet se podría analizar la evolución de nuestra sociedad. Sí, desde luego, piense que en los sesenta vendíamos neveras que se llenaban con hielo para conservar los alimentos. ¡Me imagino la escena en la calle cuando aparecieron los primeros televisores! La gente se amontonaba en el escaparate viendo aquel ‘invento’, incrédulos, preguntándose de dónde salían aquellas imágenes. Y cuando salió la televisión en color fue una verdadera revolución social. Y las de hoy ya no tienen nada que ver con aquellas... Nada. De hecho, si yo le enseño un catálogo de hace diez años, la mayoría de productos no existen. El pase del analógico al digital ha cambiado completamente nuestras vidas. Hace pocos años la televisión funcionaba con tubo catódico. Hoy son planas, 3D y conectadas a internet. Lo que no ha cambiado es una cosa. Diga... El televisor sigue siendo el producto estrella. Es el rey de nuestra casa, de nuestro salón, el centro neurálgico. Y tampoco ha cambiado la necesidad de adquirir aquellos productos que nos hacen la vida más fácil, yo digo de primera necesidad: lavadoras, frigoríficos, hornos... ¿Hacia dónde vamos? A la convergencia digital, a que todas las casas funcionen domóticamente, que podamos controlar nuestros electrodomésticos con nuestras tabletas y móviles. Ya es una realidad. De 1951 a 2012... Ahora somos una cadena con 40 tiendas. Cubrimos todo el territorio catalán y Baleares. Somos una empresa de 130 trabajadores. Al ser familiar, que ha pasado de padres a hijos, ¡ya vamos por la tercera generación!, le damos mucho valor al trato humano. Un cliente es un amigo. Con los tiempos que corren... Tenacidad, trabajo, esfuerzo y adaptación a los cambios. No queda otra... Usted jugó a baloncesto y muy bien. Al menos eso me dicen... (Risas) Bueno, llegué a jugar en lo que ahora es la Liga EBA. ¿Base? ¡Ahora no sería ni eso! Mido cerca del metro noventa y en mi época era pívot. MARC CASANOVAS Admiré a Audie Norris y Navarro ha sido el mejor jugador de la historia del Barça ¿Dónde jugó? En el Sant Gabriel de Viladecans, Sant Boi, Sant Medir... Lo dejé a los 27 años. El trabajo y la familia me absorbían todo el tiempo. ¿Sigue el baloncesto? Desde siempre. Era un apasionado del Barça de Epi, Solozábal, De la Cruz, ¡y Audie Norris, mi ídolo! Aquel Dream Team del Barça que acabó con la hegemonía del Madrid... ¡Fui en autobús a Grenoble, a la primera Recopa que ganó el Barça! Me gustaba más el baloncesto de los ochenta, noventa... ¿Sí? ¿Por qué? Era más técnico, más plástico, más bonito de ver. El de hoy en día es muy táctico, excesivo control y, sobre todo, muy físico. Como amante del baloncesto deberá estar flipando con los Gasol, Calderón, Fernández, Rubio... ¡Extraordinario! Es una generación de jugadores irrepetibles. Y no se olvide de Juan Carlos Navarro, el mejor jugador de la historia del Barça. Usted es socio del Barça... Aproveché la ampliación del Camp Nou en 1982 y desde entonces... Estoy muy orgulloso de este Barça. No solamente por los títulos, sobre todo por su estilo. Ser un modelo, un referente, hoy en día, no es nada fácil. ¿Sabe qué me dijo un día mi hija Mireia que tiene diez años? No, ni idea... ¿Papá, alguna vez hemos perdido con el Real Madrid? Es increíble, hay una generación de socios y aficionados que prácticamente nunca han visto perder al Barça. Llegará el día... Seguro, pero dolerá menos. Hoy en día, el Barça, allá donde va, es admirado y aplaudido. Y al Madrid le pasa al contrario. Se han invertido los términos. Y eso tiene un mérito enorme. Como la historia de Calbet... O