SISTEMA DIGESTIVO El aparato digestivo es un largo tubo, con importantes glándulas asociadas, siendo su función la transformación de las complejas moléculas de los alimentos en sustancias simples y fácilmente utilizables por el organismo. Estos compuestos nutritivos simples son absorbidos por las vellosidades intestinales, que tapizan el intestino delgado. Así pues, pasan a la sangre y nutren todas y cada una de las células del organismo. La boca aparece rodeada por unos pliegues de la piel, llamados labios. Dentro de la boca se encuentran los dientes cuya función es cortar,trocear y triturar los alimentos (digestión mecánica) En la boca encontramos también la lengua, que tiene una gran cantidad de papilas gustativas, cuya función es la de mezclar los alimentos y facilitar su tránsito hacia el esófago. Las papilas gustativas son unos órganos sensoriales que tienes en la lengua y que te permiten percibir los sabores, que se dividen en dulce, salado, ácido y amargo. ¿Cómo funcionan exactamente las papilas gustativas? Bueno, saca la lengua y mírate al espejo. Se llaman papilas, y la mayoría de ellas contienen unos botones gustativos que tienen unos pelitos microscópicos muy sensibles denominados cilios. Los cilios envían mensajes al cerebro sobre el sabor las cosas, para que tu puedas percibir si son dulces, ácidas, amargas o saladas. Una persona promedio tiene aproximadamente 10.000 papilas gustativas que se van regenerando cada 2 semanas más o menos. Pero, a medida que una persona va envejeciendo, algunas de esas células no se regeneran. Un anciano puede tener sólo 5.000 papilas que funcionan correctamente. Por eso algunos alimentos pueden saberte más fuertes a ti que a un adulto. El fumar también puede reducir la cantidad de papilas que tiene una persona. Pero, antes de atribuirles a las papilas gustativas todo el mérito de que puedas saborear tus alimentos favoritos, es importante que también se lo agradezcas a la nariz. Los receptores olfativos que tienes dentro de la parte superior de la nariz contienen células especiales que te ayudan a oler y envían mensajes al cerebro. El proceso consiste en lo siguiente: mientras masticas, la comida libera sustancias químicas que ascienden inmediatamente por la nariz. Esas sustancias estimulan a los receptores sensoriales que tienes dentro de la nariz. ¡Y estos receptores colaboran con las papilas gustativas para crear el verdadero sabor de ese riquísimo trozo de pizza contándoselo todo al cerebro! Cuando estás acatarrado o alérgico y se te tapa la nariz, tal vez te hayas dado cuenta de que la comida tiene menos sabor que de costumbre. Eso se debe a que la parte superior de tu nariz no está lo bastante despejada como para captar las sustancias químicas que estimulan a los receptores olfativos (que se encargan de informar al cerebro para que éste cree la sensación del sabor). Intenta taparte la nariz la próxima vez que comas algo. Tus papilas gustativas serán capaces de transmitir algo al cerebro sobre lo que estás comiendo -por ejemplo, que es dulce- pero no podrás identificar exactamente el sabor hasta que te destapes la nariz. O sea que la próxima vez que saborees una manzana o un plato de sopa, agradéceselo a la lengua -¡y a la nariz! Si no fuera por ellas, la vida no tendría sabor. En la cavidad bucal desembocan las glándulas salivales, que segregan saliva,cuyas funciones son: actuar de lubricante destruir parte de las bacterias ingeridas con los alimentos comenzar la digestión química de los glúcidos mediante una enzima, la amilasa o ptialina, que rompe el almidón en maltosa. Una vez finalizado los procesos que tienen lugar en la cavidad bucal, se produce la deglución del alimento ingerido. La faringe es un tubo muscular que comunica el aparato digestivo con el respiratorio. Para que las vías respiratorias permanezcan cerradas durante la deglución, se forma en la faringe un repliegue, llamado epiglotis , que obstruye la glotis. De esta forma se impide que el alimento se introduzca en el sistema respiratorio. Esófago: El esófago es un conducto músculo membranoso que se extiende desde la faringe hasta el estómago. De los incisivos al cardias porción donde el esófago se continua con el estómago hay unos 40 cm. El esófago empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al abdomen a través del hiato esófagico del diafragma. Habitualmente es una cavidad virtual. (es decir que sus paredes se encuentran unidas y solo se abren cuando pasa el bolo alimenticio). El estómago es un órgano que varia de forma según el estado de repleción (cantidad de contenido alimenticio presente en la cavidad gástrica) en que se halla, habitualmente tiene forma de J. Constituye una dilatación del tubo digestivo, donde se almacenan los alimentos durante un tiempo para que pasen al intestino en un estado de digestión avanzado. En un individuo mide aproximadamente 25cm del cardias al píloro y el diámetro transverso es de 12cm. Se compone de: una región cardíaca, que limita con el esófago mediante un esfínter llamado una región media, llamada cuerpo y una región pilórica que comunica con el intestino a través del esfínter pilórico. cardias El estómago es musculoso, por lo que gracias a sus contracciones, se completa la acción mecánica. Además en él se realiza parte de la digestión química, gracias a la acción del jugo gástrico, segregado por las glándulas de las paredes. En el estómago se produce la absorción de agua, alcohol y de algunas sales minerales. En general, después de permanecer en el estómago el tiempo necesario, los alimentos forman una papilla, llamada quimo, que pasará poco a poco al intestino. Intestino delgado: Formado por tres porciones: duodeno, yeyuno, íleon. El intestino delgado se inicia en el píloro y termina en la válvula ileoceal, por la que se une a la primera parte del intestino grueso. Su longitud es variable y su calibre disminuye progresivamente desde su origen hasta la válvula ileocecal. El duodeno, que forma parte del intestino delgado, mide unos 25 - 30 cm de longitud; el intestino delgado consta de una parte próxima o yeyuno y una distal o íleon; el limite entre las dos porciones no es muy aparente. El duodeno se une al yeyuno después de los 30cm a partir del píloro. El yeyuno-ìleon es una parte del intestino delgado que se caracteriza por presentar unos extremos relativamente fijos: El primero que se origina en el duodeno y el segundo se limita con la válvula ileocecal y primera porción del ciego. Su calibre disminuye lenta pero progresivamente en dirección al intestino grueso. El límite entre el yeyuno y el íleon no es apreciable. El intestino delgado presenta numerosas vellosidades intestinales que aumentan la superficie de absorción intestinal de los nutrientes. Se realizan dos funciones distintas: - la digestión química total de los alimentos y la absorción de éstos. En este tramo desembocan: el hígado, que segrega la bilis, el páncreas que segrega el jugo pancreático. Además en las paredes de la mucosa intestinal existen otras glándulas como las Glándulas de Brünner que segregan mucus y las glándulas de Lieberkühn, que segregan jugo intestinal. El resultado de la acción de estos jugos es conseguir que: o o o los glúcidos se transformen en monosacáridos las grasas se rompan en ácidos grasos y glicerina, y las proteinas se rompan en aminoácidos. COMPOSICIÓN DE LOS JUGOS QUE VIERTEN AL INTESTINO Bilis Jugo intestinal Jugo pancreático agua agua agua iones inorgánicos iones inorgánicos mucina peptidasas inactivas lactasa, maltasa, sacarasa carboxipeptidasas sales inorgánicas sales biliares pigmentos biliares ácidos biliares amilasa pancreática lipasa intestinal grasas lipasa pancreática peptidasas colesterol enteroqinasa nucleasas pancreáticas Al finalizar la digestión, el quimo se ha transformado en un líquido lechoso, llamado quilo formado por: o o o o o o agua monosacáridos aminoácidos glicerina bases nitrogenadas productos no digeridos. La digestión ha terminado y sus productos deben traspasar la pared intestinal (absorción) para ingresar en el torrente circulatorio y ser transportados a todas las células del cuerpo. La absorción se realiza molécula a molécula a través de la pared intestinal. Intestino grueso Se halla separado del intestino delgado por la válvula ileocecal. Su mucosa presenta unos repliegues transversales, que le dan un aspecto característico. Las glándulas que tapizan la mucosa segregan mucus. A lo largo del intestino se absorbe una gran cantidad de agua, por lo que a medida que se acercan al tramo final, transportados por los movimientos peristálticos, van espesándose. Estos productos se expulsarán al exterior en el proceso denominado egestión o defecación. Entre los productos residuales se encuentran las paredes celulósicas de los vegetales, a cuyas expensas viven una serie de bacterias saprófitas simbiontes (flora intestinal), que producen fermentaciones con desprendimiento de gases. También producen algunas sustancias útiles para el organismo, como la vitamina K. Reguladores hormonales Una característica fascinante del aparato digestivo es que contiene sus propios reguladores. Las principales hormonas que controlan las funciones del aparato digestivo se producen y liberan a partir de células de la mucosa del estómago y del intestino delgado. Estas hormonas pasan a la sangre que riega el aparato digestivo, van hasta el corazón, circulan por las arterias y regresan al aparato digestivo, en donde estimulan la producción de los jugos digestivos y provocan el movimiento de los órganos. Las hormonas que controlan la digestión son la gastrina, la secretina y la colecistocinina. La gastrina hace que el estómago produzca un ácido que disuelve y digiere algunos alimentos. Es necesaria también para el crecimiento normal de la mucosa del estómago, el intestino delgado y el colon. La secretina hace que el páncreas secrete un jugo digestivo rico en bicarbonato. Estimula al estómago para que produzca pepsina, una enzima que digiere las proteínas, y al hígado para que produzca bilis. La colecistocinina hace que el páncreas crezca y produzca las enzimas del jugo pancreático, y hace que la vesícula biliar se vacíe. Reguladores nerviosos Dos clases de nervios ayudan a controlar el trabajo del aparato digestivo. Los nervios extrínsecos (de afuera) llegan a los órganos digestivos desde el cerebro o desde la médula espinal y provocan la liberación de dos sustancias químicas: la acetilcolina y la adrenalina. La acetilcolina hace que los músculos de los órganos digestivos se contraigan con más fuerza y empujen mejor los alimentos y líquidos a través del tracto digestivo. También hace que el estómago y el páncreas produzcan más jugos. La adrenalina relaja el músculo del estómago y de los intestinos y disminuye el flujo de sangre que llega a estos órganos. Los nervios intrínsecos (de adentro), que forman una red densa incrustada en las paredes del esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon, son aún más importantes. La acción de estos nervios se desencadena cuando las paredes de los órganos huecos se estiran con la presencia de los alimentos. Liberan muchas sustancias diferentes que aceleran o retrasan el movimiento de los alimentos y la producción de jugos en los órganos digestivos.