Artículo 2 – Las relaciones nunca se rompen por falta de Amor

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Las relaciones nunca se rompen por falta de Amor
La mayoría de las ideas preconcebidas sobre cómo se supone que tienen que ser las relaciones de
pareja promueven idealismos sino difíciles, algunos imposibles de alcanzar. Y esas expectativas no
realistas conducen a las personas al sentimiento de fracaso cuando se rompe la relación.
Todos los seres humanos, poseen todas las cualidades humanas, amabilidad-crueldad, bondadmezquindad, y un sin fin de polaridades complementarias, pero a la mayoría de las personas les cuesta
reconocer que poseen cualidades que consideran negativas y, si lo admiten, se sienten culpables o
tratan de ocular ese aspecto de ellas mismas.
¿Rechazas una parte de ti?
Con esta actitud muestran rechazo hacia una parte de su personalidad, pero, curiosamente, por cada
cualidad negativa que rechazan están enalteciendo en ellas o en otros la cualidad opuesta. De esta
manera su sensación de inferioridad se equilibra mostrando orgullo o atracción hacia una parte de sí
mismas o de otros. En ambos casos este comportamiento es un indicador de FALTA DE AMOR hacia
ellas porque no abrazan ese lado que tienen que no les gusta.
La relación de pareja es una forma de aprender a Amar los dos aspectos de uno, el que te gusta y el que
no te gusta. Ambos son necesarios y perduran inquebrantables como el día para actuar y la noche para
descansar. Cuando alguien es capaz de amar las cualidades negativas en sí mismo, es fácil amarlas en
la pareja y amar a la pareja como es hace que la pareja se convierta en lo que uno desea.
Todos poseen en su interior los ingredientes necesarios para existir y vivir plenamente pero
experimentarlo es tarea de cada uno. En ese descubrimiento personal de tu totalidad, contribuye la pareja
que atraes a tu vida porque te va a mostrar desde el primer encuentro hasta el último adiós los aspectos
que enaltecemos o rechazamos en nosotros o en otros.
¿Cuál es el propósito de una relación?
En las relaciones hay un equilibrio de atracción y rechazo vinculado a las expectativas que se proyectan
sobre la pareja y que en última instancia están relacionadas a los sentimientos de miedo y culpa,
debilidades y fortalezas, que cada persona lleva consigo en la vida. El verdadero propósito de una
relación o del matrimonio no es la felicidad, sino enseñarte a reconocer y amar los aspectos que
rechazas de ti, incluidos tus miedos y culpabilidades.
Pensar que tu pareja te tiene que hacer sentir bien y esperar que se comporte sólo de una manera
simpática, cariñosa, amable y que te brinde apoyo en cualquier situación es la fantasía más común en las
relaciones. Todo el mundo muestra simpatía, cariño, amabilidad y apoyo según los valores de cada uno,
pero la adicción inconsciente a experimentar esas cualidades de la manera que tu las brindas es lo que
causa desengaño y desilusión.
El enamoramiento, se produce como consecuencia de ver los aspectos positivos en detrimento de no ver
los negativos. Es la fase en la que se ven las similitudes o la complementariedad con la persona. Pero a
medida que pasa el tiempo, empiezas a darte cuenta de que esa persona que sólo parecía positiva,
también tiene un lado que no es “tan agradable”, y empiezas a ver las diferencias. Aquí es cuando
empiezan los reproches y el resentimiento y asumes que el amor se ha terminado. Pero esta idea es
falsa, porque se confunde enamoramiento con Amor.
Enamoramiento y resentimiento son sólo experiencias emocionales positivas y negativas. En todas
las relaciones se manifiestan estos aspectos, pero vincular el Amor al aspecto positivo de la persona
impide que se veas tu verdad. El verdadero Amor es la síntesis de esos estados emocionales, y
representa el sentimiento de COMPRENSIÓN por encima de los juicios positivos o negativos acerca de la
persona.
La ruptura
Desde cierto punto de vista terminar una relación es una actitud honesta, porque permanecer por miedo o
necesidad es una forma muy habitual de infidelidad y de engaño hacia uno mismo. Algunas veces,
terminar una relación es simplemente la manifestación de miedos no reconocidos y una forma de huir
para no afrontar los aspectos de uno mismo que no tolera.
Pero aquello de lo que huyes de la relación anterior se volverá a reproducir en la siguiente. Del mismo
modo que las experiencias que no has amado de tu pasado las volverás a repetir. Y eso no es mala
suerte, ni un error, es la forma que utiliza la vida para que despiertes a tu totalidad formada por dos
aspectos, uno que te gusta y otro que no te gusta.
Ambos aspectos de tu ser, sirven para que crezcas y vivas tu vida con grandeza. Ninguna relación
termina por falta de Amor, solo por la desilusión de las expectativas no cumplidas. Los juicios
positivos y negativos sobre ti mismo son los que se interponen entre tú y tu esencia, impidiéndote que
despliegues tu propia magnificencia. La única razón por la cual no puedes dar las gracias a quien te
desafió es porque aún permaneces en tus justificaciones positivas o negativas.
Oscar Durán-Yates
Coach especializado en relaciones de pareja.
www.reconciliarte.com
Sepárate agradecido, no resentido.
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