Espacios Humanitarios: Para Quien y para que

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El juego del diablo
Los espacios humanitarios en Colombia son para las transnacionales
Por Gearóid Ó Loingsigh / gloingsigh@periferiaprensa.org
Los espacios humanitarios son parte integral de los mal llamados laboratorios de paz de
la Unión Europea. Los laboratorios han recibido varias críticas por sus proyectos
productivos y también por la visión neoliberal que tienen del desarrollo de Colombia. Los
espacios humanitarios sin embargo, han escapado de todo tipo de crítica. Esta es la
reflexión que nos trae Gearóid Ó Loingssigh, un analista internacional experto en estos
temas, para los lectores de Periferia.
La debilidad de las comunidades y el fortalecimiento institucional
Los espacios humanitarios no son un componente menor y de alguna manera son más
preocupantes que los mismos cultivos de palma africana financiados por la Unión Europea. Para
sus defensores, los espacios humanitarios son una herramienta de trabajo en pro del diálogo y la
concertación. Según la visión de la UE y el Banco Mundial (quien financia una parte de los
Laboratorios y además lleva años financiando al gestor del primer laboratorio de paz en el
Magdalena Medio el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio) las organizaciones de
las comunidades son débiles, con poca capacidad de interlocución con el Estado y otras
entidades.
Si bien es cierto que las organizaciones son débiles, no es algo innato. Las organizaciones del
Sur de Bolívar, donde funcionan varios espacios humanitarios son débiles por decisión y
actuación de los paramilitares y su progenitor, el Estado colombiano. No es el caso que son
débiles porque no saben ser otra cosa y necesitan que alguien les eche una mano sino que es el
resultado de políticas estatales. Es interesante en este contexto que una de las metas de la UE
es el fortalecimiento de las instituciones.
Las comunidades del Sur de Bolívar en 1998 organizaron un gran éxodo de campesinos que
llegaron a Barrancabermeja y la ocuparon durante tres meses. Volvieron a sus parcelas luego de
negociar y llegar a acuerdos con el gobierno nacional. Los acuerdos fueron plasmados en un
documento que se llamaba el Plan Integral y que fue firmado por todos los voceros de dicho
éxodo. El gobierno nacional decidió ignorar los acuerdos y el Plan Integral. A las comunidades se
les vino encima una arremetida de violencia sin precedentes. Centenares de pobladores fueron
asesinados a manos de los paramilitares y la fuerza pública. Edgar Quiroga, uno de los
reconocidos voceros del Éxodo se encuentra desaparecido desde el 28 de noviembre de 1999 y
el Estado colombiano judicializó a varios dirigentes más de la zona. A la hora de judicializar a los
dirigentes sociales no faltaban recursos, ni capacidad por parte del Estado, o sea no faltaba que
viniera la UE para fortalecer el sistema judicial. La UE en su propuesta ignora lo que ha pasado.
Dicen que pretenden fortalecer las organizaciones de las comunidades y la “generación de
espacios de concertación y diálogo” donde cabe todo el mundo incluyendo las autoridades, y el
capital privado. Según la UE el Laboratorio de Paz del Magdalena Medio se ha convertido en un
“espacio para el intercambio de ideas, debate y búsqueda de soluciones para los diferentes
problemas regionales, relacionando lo subregional y regional con los niveles nacional e
internacional”.
En cierta medida es verdad, el laboratorio y el espacio humanitario son los escenarios donde se
debate el futuro de la región y no las organizaciones que han demostrado en el pasado una gran
capacidad de movilización y la capacidad de negociar e interlocutar con el gobierno o pelear con
él según sus necesidades o visión. Ya no lo hace la Federación Agrominera del Sur de Bolívar
como organización de base sino que sus gentes
lo “hacen” a través de los espacios
humanitarios y otras estructuras. Por lo tanto no sorprende que el PDPMM esté involucrado en
las negociaciones con el Ministerio de Minas sobre el futuro de la minería artesanal en el Sur de
Bolívar.
El negocio de las transnacionales
El PDPMM tiene un pasado oscuro en este asunto que nunca han aclarado. Siguiendo su mantra
que “el Magdalena Medio se construye entre todos” invitaron a los mineros a dialogar con la
familia Illera Palacio, usurpadora que intentó apoderarse de las minas sobre las cuales no tenía
ningún derecho. Pero la falta de derechos sobre las minas no impidió al PDPMM convocar una
conciliación entre los mineros y los Illera Palacio. Por fortuna, los mineros salieron de la
conciliación en ese entonces.
Hoy, Anglogold Ashanti en la forma de su filial la Kedahda S.A. ha vuelto a la zona. Tiene 2.000
hectáreas a nombre propio y 10.000 a nombre de su gerente suplente. El ejército está
construyendo una base de alta montaña para proteger los intereses de la Kedahda S.A. ¿y qué
hacen los espacios humanitarios? Negocian sin movilizar, pues un fundamento de los espacios
es respetar la institucionalidad y el diálogo es casi un fin en sí mismo y no un mecanismo para
lograr objetivos.
Como dijo la UE, el laboratorio es el punto de intercambio de ideas y experiencias. ¿Dónde están
las comunidades en este proceso? Están sumergidas en estructuras creadas por las ONG y la
UE en vez estar peleando su futuro en nombre propio tal como lo hicieron en 1998. No hay ni
habrá grandes movilizaciones dentro del marco de los espacios humanitarios, pues este tipo de
actividad rompe con la institucionalidad, la legalidad y el “diálogo” que forman la base ideológica
de la intervención europea en este país.
A la UE no le interesa estorbar la actividad minera a gran escala, pues los recursos naturales de
Colombia están en juego y son las empresas europeas las que los están comprando, empresas
como Repsol, Endesa, Codensa, BP, Suez, Aguas de Barcelona y Anglogold Ashanti. Aunque
esta última es teóricamente Surafricana, la mayoría de su capital es como su nombre indica
capital inglés. Todos los laboratorios de paz están ubicados en zonas de alto interés por sus
recursos naturales.
En el Oriente Antioqueño hay mucho interés en la generación de electricidad y no es de extrañar
que ISA e ISAGEN hayan tenido una mano en la fundación de Prodepaz. También en el Cauca
hay mucho interés en los yacimientos de minerales y los recursos hídricos, y es tanto el interés
que el nuevo proyecto de la UE es financiar a través del IGAC el mejoramiento de la cartografía
colombiana y de paso ayudar a ubicar más fácilmente los recursos naturales.
La UE quiere que sus empresas tengan acceso a los recursos naturales del país y el Banco
Mundial también quiere que las multinacionales tengan acceso y ambos abogan por el libre
comercio. Estos son hechos indiscutibles. Es impensable que estas instituciones quieran
fortalecer comunidades que vayan a entorpecer el desarrollo de las actividades de las
multinacionales. De hecho vemos sobre el terreno que no lo están haciendo. Las comunidades
participan en los espacios humanitarios y dialogan y respetan a los que les quieren robar sus
minas, es decir, el Ministerio de Minas que de ninguna manera se puede considerar un actor
desinteresado, pues el Código Minero fue redactado por los abogados de las multinacionales con
el beneplácito de dicho ministerio. La Kedahda se encuentra en el Sur de Bolívar gracias a los
cambios en la legislación contenidos en el Código. El gestor del Laboratorio (el PDPMM)
organizó una conciliación entre Illera Palacio y los mineros en los noventa. No será nada extraño
que haga lo mismo en el futuro con la Kedahda. La presencia de la Kedahda en la zona cumple
con todos los requisitos de la ley (ley que escribieron los abogados mineros).
En términos legales no hay nada que discutir. La pelea es política y requiere la movilización de
las comunidades con exigencias políticas y no el diálogo y convivencia con los que pretenden
arrebatar las minas a sus dueños. Cuando las comunidades redactaron el Plan Integral exigieron
(no pidieron) que se les capacitara para dialogar e interlocutor con el gobierno pero también
querían, según el texto del Plan Integral, que se les formara para poder pelear con el Estado si
fuera necesario. ¿Los espacios humanitarios preparan a la gente para esa eventualidad? No.
Los Laboratorios de Paz también son un proyecto del Estado y como tal lo expone el Plan
Nacional de Desarrollo Hacia un Estado Comunitario. ¿Acaso se cree que el Estado colombiano
tiene como meta movilizar y defender las comunidades que estorban sus macroproyectos
económicos?
Las comunidades están desmovilizadas frente a esta problemática y han entrado en un callejón
creyendo que el Laboratorio y el Ministerio de Minas son un obstáculo a la entrada del capital
extranjero, como me dijo un dirigente de la zona, cuando toda la documentación de la UE y los
Laboratorios habla del libre comercio y el interés de las empresas europeas en Colombia y el
gobierno nacional está rifando los derechos de explotación minera.
Sin lugar a dudas el mejor truco del diablo fue de convencer al mundo que él no existía. Y el
segundo truco fue de convencer a la gente de entregar sus almas sin siquiera darse cuenta de lo
que habían hecho.
DESTACADOS

Las organizaciones del Sur de Bolívar, donde funcionan varios espacios humanitarios
son débiles por decisión y actuación de los paramilitares y su progenitor, el Estado
colombiano.

A la UE no le interesa estorbar la actividad minera a gran escala, pues los recursos
naturales de Colombia están en juego y son las empresas europeas las que los están
comprando.

La pelea es política y requiere la movilización de las comunidades con exigencias
políticas y no el diálogo y convivencia con los que pretenden arrebatar las minas a sus
dueños.

Sin lugar a dudas el mejor truco del diablo fue de convencer al mundo que él no existía.
Y el segundo truco fue de convencer a la gente de entregar sus almas sin siquiera darse
cuenta de lo que habían hecho.
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