Anual (planta).- Se refiere a cualquier planta que germina, crece, florece, fructifica y muere en un año. Las bianales florecen, fructifican y mueren habitualmente durante el segundo año, mientras que las perennes florecen y fructifican durante dos o más años. Son ejemplos típicos de plantas anuales son: la maravilla, la albahaca, el anís o el girasol. Las plantas anuales siempre se reproducen por semillas y no forman bulbos ni otros órganos de persistencia. Algunas logran en ocasiones sobrevivir al invierno, germinar a finales de año y pasar el invierno en forma de plántulas antes de completar su ciclo de vida en el año siguiente. Así ocurre, a veces, con la planta chícharo de olor, sobre todo si las plántulas están algo protegidas del frío. Algunas perennes nativas de regiones tropicales, como el tomate, se cultivan en ocasiones como anuales, porque florecen y fructifican el primer año. Las plantas monocárpicas se parecen a las anuales y bianuales en que sólo florecen una vez, pero recuerdan a las perennes porque tardan muchos años en morir. Pertenecen a este grupo algunas especies del género Agave y varias palmas. Las especies monocárpicas utilizan los nutrientes almacenados durante el prolongado periodo de crecimiento lento para alimentar un único episodio de floración y fructificación antes de morir. Monocárpico, ca. Dicho de una planta, que florece sólo una vez para después morir. Son monocárpicas las plantas anuales, las bianuales y algunas perennes. Perenne, dícese de cualquier planta que vive más de dos años. A diferencia de las anuales y bianuales, casi todas las perennes florecen durante varios años. Suelen dividirse en dos tipos: herbáceas y leñosas. Las herbáceas, también llamadas perennes, pierden la parte aérea en otoño y sobreviven bajo tierra en forma de bulbos, tuberobulbos, rizomas, tubérculos u otros órganos de almacenamiento. Estos órganos suelen contener nutrientes que se utilizan para iniciar el crecimiento durante la primavera siguiente. Son ejemplos la escila y el narciso (bulbos), Crocus (tuberobulbo), la papa (tubérculo) y el lirio (rizoma). Las perennes leñosas conservan la parte aérea durante el invierno, aunque pueden perder las hojas, como los árboles caducifolios. Los tallos reanudan el crecimiento al año siguiente utilizando los nutrientes almacenados en las raíces. Todos los árboles y arbustos son perennes leñosos. Los árboles perennifolios conservan todo el follaje o parte de él durante todo el año, pues las hojas nuevas crecen antes de que las viejas se caigan. Los hay perennifolios de hoja ancha y acicular. Perennifolias, dícese de toda especie vegetal que conserva el follaje durante dos o más estaciones consecutivas. En contraste con las plantas caducifolias, que dejan caer las hojas cada estación, las perennifolias las conservan entre 1 y 18 años. Muchas plantas comunes, como el picea, el abeto y otras especies de la familia de las Pináceas, tienen hojas aciculares, pero la mayor parte de los perennifolios son de hoja ancha. Algunos arbustos y árboles se comportan como caducifolios o perennifolios según el lugar en que crecen. Muchas especies son valiosas por la madera; las hojas del acebo y de algunas otras especies de hoja perenne se usan tradicionalmente como ornamento navideño. Caducifolias, plantas que pierden las hojas todos los años cuando se acerca la estación fría o seca. El término se aplica también a las plantas que pierden hojas, frutos o flores en la madurez, por oposición a aquellas que conservan estas partes. Las plantas que mantienen las hojas durante todo el año se llaman perennifolias. Secuoya gigante La secuoya gigante alcanza hasta 83 m de altura y 9 m de diámetro, y la corteza puede tener 60 cm de grosor. Se cree que vive entre 2.400 y 4.000 años; es, pues, una de las especies vivientes más longevas. La tala de secuoyas está prohibida. Pino de Bristlecone Este pino (Pinus longaeva) de de la Gran Cuenca (Estados Unidos) puede vivir más de 4.000 años, y se considera el árbol vivo más antiguo del planeta. Todos los miembros de la familia de las pináceas tienen hojas aciculares, por lo general más largas que las de otras coníferas y dispuestas en grupos de dos a cinco, según la especie. Los pinos se adaptan a condiciones de clima y suelo muy variadas y gozan por ello de amplia distribución. Eucalipto Este eucalipto crece en la cima de Mount Spectacular, en Victoria, Australia. Muchas especies de este género exudan una resina pegajosa. Los eucaliptos constituyen la principal especie arbórea del oeste de Australia. Además de su importancia maderera, de la corteza se extraen compuestos utilizados como pigmentos y fármacos. Palmera datilera La palmera datilera se cultiva en regiones cálidas y secas. En muchas de ellas, el dátil constituye la principal fuente de riqueza y es un elemento importante de la dieta. Un solo árbol femenino puede formar entre 200 y 1.000 dátiles. Níspero del Japón El níspero del Japón es el nombre común de un árbol de hoja perenne nativo de Eurasia y muy cultivado en Europa. Su fruto es comestible y es de color naranja o amarillento con grandes semillas. Árbol del aguacate El árbol del aguacate o palta se cultiva por su fruto, es un árbol perenne, rico en grasa y proteínas, en gran número de países. Es originario de América Central, y era un manjar ya conocido por los antiguos pueblos indígenas americanos. Arboles caducifolios. Melocotonero o duraznero Considerado nativo de China, el melocotonero o duraznero crece en regiones templadas y subtropicales de todo el mundo. Se cultivan más de trescientas variedades. Tiene una vida media en cultivo bastante corta, de siete a nueve años. Melocotonero o Duraznero, nombre común de un árbol caducifolio de la familia de las Rosáceas que produce el fruto llamado melocotón o durazno. El árbol, que los botánicos consideran nativo de China, se cultiva en todas las regiones templadas y subtropicales del mundo. Las flores nacen antes que las hojas, aparecen solas o en parejas. El cáliz es acampanado, con cinco sépalos lobulados; los pétalos son de color rosa y los estambres se disponen en varios verticilos. Las hojas son lanceoladas con el borde aserrado. Tienen estípulas que caen muy pronto. El fruto es tipo drupa, tiene la semilla encerrada en un hueso cubierto por pulpa; ésta es carnosa y jugosa, de excelente sabor cuando está maduro; su piel es suave y aterciopelada. El árbol es de altura moderada, su porte se extiende más o menos según la variedad, y forma raíces profundas si se le deja crecer sin intervención humana. La clasificación común de las variedades según la tendencia de la pulpa a adherirse al hueso o a separarse con facilidad de él no es en absoluto exacta, sino muy variable; hay incluso variedades que producen frutos de hueso fácil de separar en una estación y pegado a la pulpa en otra. Las casi 300 variedades se han agrupado en cinco razas, cada una de ellas con características, estación de maduración y aplicaciones propias. La nectarina es una variedad de este fruto. El árbol del durazno o melocotón no tiene una vida demasiado larga, y no suele durar más de 30 años; la vida de una plantación comercial se cifra de 7 a 9 años. La industria del envasado tiene una importancia notable. El manzano. Manzano, denominación común de un grupo de árboles de la familia de las Rosáceas apreciados por el fruto que producen, llamado manzana. El manzano es un árbol caducifolio distribuido sobre todo por las regiones templadas. El fruto es una estructura firme, carnosa, derivada del receptáculo de la flor. Las hojas son anchas, ovales, aterciopeladas por el envés. La flor abierta es globosa, a veces blanca, pero casi siempre teñida o estriada de rosa; unas pocas especies presentan flores de color rojo vivo. La madera es resistente, duradera y de veta muy fina. DIRECCIÓN DEL CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS Las plantas responden a diversos estímulos externos o ambientales, así como a sus instrucciones genéticas. Gran parte de la orientación de una planta se deriva de su reacción a los estímulos direccionales, particularmente la luz y la gravedad; pueden reaccionar por movimientos de crecimiento “cambios plásticos o irreversibles resultantes del crecimiento” o por movimientos reversibles “cambios elásticos causados generalmente por cambios de turgencia en ciertas células”. Además la reacción puede relacionarse con la dirección del estímulo (es decir, ir en su dirección en la opuesta, o en un ángulo específico respecto a aquél); tal reacción se denomina respuesta trópica. Por ejemplo: el geotropismo (respuesta a la gravedad), el fototropismo (a la luz), el tigmotropismo (al tacto), o el hidrotropismo (al agua). Las respuestas que no se relacionan con la dirección del estímulo se denominan násticas y comprenden la epinastia (curvarse hacia abajo), hiponastia (curvarse hacia arriba), nictinastia (movimientos de dormición, es decir, el rítmico abrir y cerrar de las hojas), seismonastia (respuesta al shock mecánico) y las reacciones de varios tipos de trampas en las plantas carnívoras. A continuación se examinarán las respuestas trópicas. Geotropismo Las plantas crecen hacia arriba (geotropismo negativo, opuesto a la dirección de la fuerza de la gravitación), o hacia abajo (geotropismo positivo), u horizontalmente, en ángulo recto a la gravedad (diagetropismo). Evidentemente, las plantas pueden sentir la gravedad y cuentan con un mecanismo para responder a ella, a pesar de que no se percibe totalmente. La cofia, o pilorriza, es en apariencia el área de percepción de la raíz: si se cortan los puntos no hay reacción geotrópica. En forma similar, el ápice del tallo es esencial para la respuesta geotrópica del tallo. Puede afirmarse que la respuesta a la gravedad es inductiva, porque pueden separarse en el tiempo sentir la gravedad y responder a ella. Si una planta se coloca horizontalmente durante un corto tiempo y luego se coloca en su posición vertical original, se “curvará” posteriormente como si conservara la horizontabilidad, aunque después retornará a la vertical (fig. 13.4). Otros factores, como la luz y la temperatura, también afectan esta respuesta. Por ejemplo, los estolones (tallos subterráneos) de ciertos pastos son, normalmente, diageotrópicos (de crecimiento horizontal) si las hojas reciben luz; pero si éstas se mantienen en la oscuridad, el estolón adquiere geotropismo negativo y crece hacia arriba. Esta leq planta se extienda horizontalmente sobre la superficie, e suelo muy disparejo se entierre al crecer accidentahnee contra la ladera de una colina. En plantas que normalmente crecen en forma vertical, las h producidas en el ápice del tallo (c) y en la punta de la raíz (g) se dii —uniformemente en cualquier nivel del tallo y la raíz. Al colocar la planta en una posición horizontal (figura 13.4) pueden observarse las respuestas geotrópicas. Si la planta permanece en esa posición, la concentración hormonal en la raíz y el tallo se localiza en el lado inferior; por lo tanto, en la raíz se observa un geotropismo positivo provocado por la inhibición de la elongación celular las células radicales al haber una alta concentración de hormonas. el tallo (b) se observa una respuesta geotrópica negativa, ya que hacia arriba en contra de la fuerza de gravedad (h), alejándose de la horizontal. Fototropismo El estudio del mecanismo de la reacción fototrópica se remonta a los experimentos de Went que condujeron al descubrimiento de la auxina. Se descubrió que sin un coleóptilo se ilumina por un lado, la auxina se distribuye asimétricamente, de modo que se acumula en el lado oscurecido de aquél. Esa cantidad mayor de auxina causa que dicho lado se alargue más que el iluminado y el crecimiento asimétrico hace que el coleoptilo se curve hacia la luz. En la figura 13.5 se ilustra el funcionamiento de la reacción. Anteriormente se consideraba que la distribución desigual de la auxina era causada por la combinación de tres mecanismos diferentes: la fotodestrucción de la auxina en el lado iluminado, el aumento de la síntesis de ésta en el lado oscuro y el transporte lateral de la misma del lado iluminado hacia el oscuro. Actualmente hay abundante evidencia de que no ocurre fotodestrucción de la auxina; las investigaciones del fisiólogo estadounidense WR. Briggs demuestran claramente que el principal mecanismo es el transporte lateral de la auxina y experimentos recientes han demostrado que el transporte lateral de 4C-IAA ocurre del lado iluminado hacia el oscuro de las plantas (figura 13.5). Al parecer, la luz no impide el movimiento lateral normal de la auxina, pero su movimiento alejándose de ella se estimula altamente. La respuesta fototrópica de los tallos con hojas depende de la iluminación desigual de las que están orientadas o no hacia la luz; por ello se ha sugerido que la desigual síntesis y transporte de la auxina ocurren como resultado de la desigual iluminación de las hojas. De acuerdo con este punto de vista, se exporta más auxina de una hoja oscurecida que de una iluminada, lo cual determina un mayor crecimiento del tallo bajo la hoja oscurecida. El fototropismo puede observarse claramente en las plantas de interiores, las cuales tienden a crecer en dirección a la ventana más cercana, en lo que se denomina fototropismo positivo. Cuando la fuente de iluminación de la planta está directamente sobre ella, crecerá verticalmente debido a la acción de la hormona auxina que se produce en la punta del tallo y en las hojas jóvenes.