AVANCES EN LA NEUROBIOLOGÍA Y NEUROPSICOLOGÍA DE LAS ADICCIONES Introducción La adicción se define como un trastorno crónico recidivante caracterizado por un consumo abusivo y continuo de sustancias adictivas, a pesar de las consecuencias negativas (DSM-IV). La clasificación CIE-10 introduce el matiz de que en la adicción el consumo tiene un carácter compulsivo y se caracteriza por la falta de control por parte del individuo. Definida de esta manera, las alteraciones que definen la adicción tienen importantes correlatos neuropsicológicos a nivel de una presumible disfunción de las habilidades encargadas de organizar y programar conductas dirigidas a objetivos y tomar decisiones adaptativas (habilidades que se han denominado “funciones ejecutivas”). Desde una perspectiva neuropsicóloga, se considera que la adicción es resultado de un conjunto de alteraciones cerebrales que afectan a múltiples sistemas neurobiológicos, emocionales, cognitivos y conductuales. La adicción no se había reconocido previamente como resultado de un trastorno cerebral, de la misma manera que las enfermedades psiquiátricas ó neurológicas. Sin embargo, con los recientes avances en las neurociencias, resulta evidente que la adicción es un desorden cerebral. Esto ha permitido cambiar completamente la conceptualización que de este trastorno se tenía, y que ha evolucionado desde ser considerada como un vicio (hábito), a contemplarse como un trastorno psico-orgánico crónico que requiere tratamientos médico y psicológico adecuados. Este avance ha permitido dar respuesta a muchas preguntas que hace pocos años la comunidad médica y científica se formulaba a sí mismas acerca de este trastorno, como por ejemplo: ¿Los adictos nacen o se hacen a lo largo de la vida?. Es decir, cualquiera de nosotros podría convertirse en adicto? ¿Por qué actualmente podemos hablar con toda seguridad de trastorno cuando hablamos de adicción? ¿Cómo se llega a ser adicto? ¿Por qué son tan frecuentes la recaídas en el consumo? ¿La adicción es un trastorno crónico? ¿Qué cambios se producen en el cerebro de un adicto que le provocan la pérdida de control sobre su conducta de consumo, incluso experimentando las consecuencias dañinas de la droga? Diversas estructuras del sistema nervioso central (SNC) se encuentran involucrados en la génesis del trastorno adictivo, por lo que iniciaremos con un breve repaso de la neuroanatomía de dichas estructuras. NEUROANATOMIA El SNC se divide en: Telencéfalo (cerebro anterior): compuesto por los hemisferios cerebrales, los ganglios basales y el sistema límbico. Diencéfalo: compuesto por el tálamo y el hipotálamo Mescencéfalo (cerebro medio) Metaencéfalo (cerebro posterior): compuesto por el puente y el cerebelo Mielencéfalo: compuesto por el bulbo raquídeo y médula espinal Telencéfalo Metaencéfalo Diencéfalo Mescencéfalo Mielencéfalo TELENCÉFALO: Constituido por los hemisferios cerebrales (corteza cerebral), los ganglios basales y el sistema límbico. HEMISFERIOS CEREBRALES: Unidos por el cuerpo calloso. Tiene en su superficie y en su interior, una serie de pliegues denominados circunvoluciones. Cuerpo calloso Los hemisferios cerebrales, se dividen en lóbulos: - Lóbulos frontales Lóbulos parietales Lóbulos occipitales Lóbulos temporales Lóbulo de la ínsula Lóbulo límbico (giro cingulado) Los lóbulos de la ínsula y el límbico, no se aprecian en la estructura externa de los hemisferios cerebrales, sino que son lóbulos que se encuentran en el interior de los mismos. Cada uno de los lóbulos, tiene funciones específicas Para el tema que nos atañe, nos vamos a enfocar en el lóbulo frontal. Lóbulo frontal: Es el lóbulo más voluminoso del encéfalo. Se encuentra en la parte más anterior del cerebro. Lóbulo frontal El lóbulo frontal está subdividio en 4 regiones, según sus funciones: el área promotora, el área motora, la región prefrontal y la región límbica. Divisiones del lóbulo frontal Funciones del lóbulo frontal: Movimientos voluntarios Lenguaje expresivo Funciones cognitivas (cálculo, memoria, atención, concentración) Funciones ejecutivas Comportamiento Intuición Control inhibitorio sobre la vida emocional e impulsiva Corteza prefrontal: Lóbulo prefrontal Esta región de la corteza cerebral, es la última en desarrollarse, tanto ontogénica como filogenéticamente. Constituye el 29% de toda la corteza cerebral. Es la región NO motora del lóbulo frontal y es donde radican las funciones ejecutivas. En la corteza prefrontal (CPF) es donde se le da significado a las cosas. Es la parte consciente, donde radican la personalidad y la moral. Es la parte decente, amante, acatadora de la ley, responsable, social y espiritual. La CPF a su vez, está dividida en 4 regiones: la corteza orbito frontal, la corteza dorsolateral, la corteza ventromedial y la corteza cingulada anterior. Divisiones de la CPF 1.- Corteza orbito frontal: Está región de la CPF está involucrada en: - La toma de decisiones Procesa el valor gratificante y/o valencia afectiva de los estímulos Evalúa las consecuencias futuras de las acciones del individuo. Adecuación en tiempo e intensidad de la conducta en respuesta a un estímulo externo. Corteza orbito frontal Cuando existe una alteración (disfunción) en el funcionamiento de la corteza orbito frontal (COF) encontramos los siguientes síntomas: - Síndrome de desinhibición caracterizado por impulsividad y comportamiento inadecuado. Incapacidad de disfrutar estímulos agradables. Comportamiento infantil. Pérdida de apreciación de las normas sociales. Bajo nivel de afecto. 2.- Corteza prefrontal ventro medial.- Cuando existe una disfunción de ésta región de la corteza prefrontal, vamos a encontrar los siguientes datos: - No anticipar las posibles consecuencias de los actos Tender a negar o no ser consciente de tener un problema. - Tendencia a elegir la recompensa inmediata o ignorar las consecuencias futuras. Pobre control de impulsos (deficiente control inhibitorio) 3.- Corteza prefrontal dorsolateral.- Cuando existe una disfunción de ésta región, vamos a encontrar las siguientes características: - Cambios depresivos Indiferencia afectiva Hipoespontaneidad verbal Inercia motriz, apatía Falta de iniciativa para la acción Desinterés por el futuro. 4.- Corteza cingular anterior.- Las principales funciones de la corteza cingular anterior son: - Funciones ejecutivas Toma de decisiones Supervisión de las violaciones a las normas individuales (autocontrol) Procesos valorativos y adaptativos. La disfunción de ésta región de la CPF se ha relacionado ampliamente con la esquizofrenia y la psicopatía. Así mismo, se ha relacionado con el Trastorno obsesivo compulsivo, y en las adicciones (falla de toma de decisiones adecuadas). La función ejecutiva, reguladas principalmente por la corteza cingular anterior, se refiere a la función directiva, gerencial y rectora del cerebro. Es el cerebro del cerebro. Es un conjunto de funciones directivas que incluyen aspectos muy variados de la programación y ejecución de las actividades cerebrales. La función ejecutiva es la función mental o cognitiva por excelencia. De nada serviría tener una excelente habilidad lingüística, de memoria, de capacidad visoperceptual y habilidades motoras, si no hubiera un gerente que coordine y oriente todas estas habilidades. En este sentido, es preferible que la vida nos dote de una buena capacidad para manejar un talento pobre, que un gran talento con poca capacidad de manejarlo. De ahí la importancia de la función ejecutiva, la más importante de las funciones mentales superiores emergentes en la evolución. En esta etapa altamente evolucionada del proceso, emerge un sistema de control ejecutivo para poner riendas en la perspectiva de anarquía y caos que paradójicamente aumenta con el aumento de complejidad de cualquier sistema. Componentes de las funciones ejecutivas: En realidad, más que de una función ejecutiva, deberíamos hablar de funciones ejecutivas, o del cerebro ejecutivo, porque la función rectora del cerebro es más bien un conjunto de funciones directivas que incluyen aspectos muy variados de la programación y ejecución de las actividades cerebrales, entre las cuales podemos mencionar: 1. Iniciativa, volición, creatividad: tener creatividad e iniciativa para planificar y programar acciones, es uno de los componentes fundamentales de la función ejecutiva. Se refiere a la capacidad de ser creativo para inventar opciones y alternativas ante situaciones nuevas y necesidades adaptativas, y a la capacidad de activar el deseo y la voluntad para la acción. 2. Capacidad de planificación y organización: no basta con tener voluntad, iniciativa y creatividad, es necesario planificar y organizar planes de acción para llevar a cabo las iniciativas que conduzcan al cumplimiento de metas. 3. Fluidez y flexibilidad para la ejecución efectiva de los planes de acción: se debe contar con una fluidez en los procesos de ejecución del plan. Esta fluidez incluye flexibilidad para retroceder, corregir, cambiar el rumbo de los planes. 4. Proceso de atención selectiva, concentración y memoria operativa: las funciones ejecutivas requieren de la participación de la atención selectiva para acciones específicas y de una adecuada memoria operativa o memoria de trabajo para mantener activos los diferentes pasos y ejecutar con éxito los planes de acción. 5. Procesos de monitoreo y control inhibitorio: se requiere además capacidad de monitorear todos los pasos, inhibir impulsos que puedan poner en riesgo el éxito de un plan y activar otros que dinamicen el proceso y monitorear todos los pasos para garantizar el feliz cumplimiento de los objetivos y metas. En el contexto de las actividades de la vida del individuo, cualquiera de estos aspectos de la función ejecutiva puede estar alterado o volverse disfuncional, con un impacto clínico en su vida cotidiana. En el caso de las adicciones, las investigaciones han demostrado que en un porcentaje importante de los pacientes adictos, se encuentran alteraciones de las funciones ejecutivas, lo que tiene una importante implicación clínica en el ámbito de la rehabilitación. Ya revisamos la anatomía y las funciones del lóbulo frontal, componente del telencéfalo, y ahora, vamos a revisar un sistema de suma importancia que se involucra en el desarrollo del trastorno adictivo: el sistema límbico. SISTEMA LÍMBICO Es un conjunto de elementos del SNC mal definidos en sus límites anatómicos, pero estrechamente relacionados desde el punto de vista estructural y funcional. Su nombre se deriva del lóbulo límbico, que es el conjunto de estructuras corticales que rodean al tallo cerebral (limbos = borde). Estas estructuras se consideran filogenéticamente como la corteza más antigua o primitiva. En el telencéfalo el sistema límbico inculye a una serie de anillos corticales: - la corteza prefrontal medial el córtex cingulado el hipocampo y sus áreas corticales adyacentes Corteza cingulada CPF medial hipocampo amígdala Sistema límbico Este anillo de pliegues corticales, rodea a una estructura subcortical: la amígdala cerebral. En el diencéfalo, el componente principal es la zona lateral del hipotálamo y en el mesecenféfalo (cerebro medio), la estructura que participa en el sistema límbico es el área tegmental ventral. El sistema límbico juega una papel fundamental en la regulación de los procesos emocionales y en orquestar los comportamientos motivados, que son vitales para la sobrevivencia (alimento, bebida, sensación de bienestar, comportamiento social y reproductor). Para ello, trabaja en estrecha relación con el sistema endócrino (hormonal) y el sistema nervioso autónomo. Algunas de las estructuras límbicas son piedras claves en el procesamiento cognitivo, especialmente en lo que atañe a los procesos de memoria declarativa (episódica) e implícita (hábitos y condicionamientos). Vamos a hacer una breve revisión de las estructuras del SNC que constituyen el sistema límbico, ya que estas estructuras tienen mucha importancia en la comprensión de cómo se genera un trastorno adictivo. Amigdala cerebral: En forma de 2 almendras que se sitúan a ambos lados del tálamo, en el extremo inferior del hipocampo. tálamo amígdala hipocampo Las principales funciones de la amígdala son: - Memoria de los eventos emocionales - Aprendizaje condicionado - Consolidación de la memoria - Identificación del peligro La estimulación eléctrica de la amígdala ocasiona agresividad, y su extirpación, docilidad. Las disfunciones de la amígdala tienen un papel sustancial en algunos trastornos mentales, como el Trastorno límite de la personalidad, la fobia social y la esquizofrenia. Hipocampo Otra estructura que compone el sistema límbico es el hipocampo. Dicha estructura consisten 2 “cuernos” que describen una curva que va desde el hipotálamo hasta la amígdala cerebral. hipocampo Sus funciones principales son: - Formación de nuevas memorias de eventos vividos (memoria episódica o autobiográfica. Memoria espacial. Ya revisada la anatomía funcional del sistema límbico, vamos a revisar la tercera estructura que compone el telencéfalo: los ganglios basales. Ganglios basales: Formados por un grupo de núcleos (acúmulo de neuronas), localizados en las partes profundas de los hemisferios cerebrales, a ambos lados del tálamo. Ganglios basales Los núcleos que los componen son: - El núcleo caudado y el putamen, que en conjunto constituyen el cuerpo estriado. El globos pallidus El núcleo subtalámico La sustancia nigra EL CIRCUITO DE LA GRATIFICACION (VÍA MESOLÍMBICA DOPAMINÉRGICA) Como ya mencionamos, cada área del cerebro tiene una función específica, y dentro de el, existen circuitos (comunicaciones entre neuronas), que regulan ciertas funciones. En la profundidad de los hemisferios cerebrales y en sus regiones subcorticales, existen una serie de estructuras que se intercomunican entre sí y que constituyen el circuito de la gratificación o recompensa. En 1954 James Old y su entonces alumno Meter Miner., estaban realizando estudios en ratas sobre la motivación y el aprendizaje, y para ello situaban electrodos en la formación reticular, que se localiza en el tallo cerebral, pero por lo menos en un caso se equivocaron y situaron los electrodos en el hipotálamo. Tras realizar estimulaciones eléctricas siempre que el animal entraba en una de las esquinas de la jaula, se sorprendieron al observar que el animal volvía rápidamente a la misma esquina después de una breve salida, y así varias veces. Al darse cuenta de esto, abandonaron su proyecto original y comenzaron a desarrollar lo que se conociera como la técnica de la autoestimulación eléctrica del cerebro. Implantaron electrodos intracraneales y permitieron que las ratas se autoadministraran ellas mismas la corriente por medio de presionar una palanca. La implatación de electrodos en ciertas zonas del encéfalo y el paso de corriente, produce en el sujeto una gama de sentimientos agradables de bienestar, euforia, placer y satisfacción. A este conjunto de zonas encefálicas a partir de las cuales se obtienen estos resultados, constituyen el circuito de la recompensa. Sus componentes son, dentro del sistema límbico, el área tegmental ventral, la zona lateral del hipotálamo, la amígdala, el hipocampo, la parte anterior de la circunvolución del hipocampo, y el núcleo caudado (ganglio basal). Además, la Corteza prefrontal y el polo temporal. A diferencia de ello, la implantación de electrodos en otras zonas encefálicas y su excitación, provoca sentimientos disfóricos, desagradables,, penosos e incluso dolorosos. A este grupo de estructuras se le denomina el sistema de castigo o de aversión. Dicho sistema desde el punto de vista anatómico está menos definido y las estructuras importantes que lo conforman son: ciertos grupos neuronales del mesencéfalo, la parte medial del hipotálamo y la circunvolución del hipocampo. En los años 70’s, Yokel y Wise llegaron a la conclusión que las drogas adictivas causan en último término la liberación de dopamina en el núcleo accumbens. LA DOPAMINA: La dopamina es un neurotransmisor formado y liberado en las neuronas dopaminérgicas que conforman varias vías, distribuyéndose en el SNC, principalmente en el sistema límbico y corteza frontal. Estas vías dopaminérgicas parten de la sustancia nigra (ganglio basal) y del Area Tegmental Ventral (ATV). Una de estas vías es la denominada vía dopaminérgica mesolímbica, que como su nombre lo dice, va del mescencéfalo (área tegmental ventral), a estructuras del sistema límbico (hipotálamo, hipocampo, amígdala ) y de ahí, se dirige al Núcleo accumbens. La vía mesolímbica, es el circuito de la gratificación. En cada ocasión que existe un estímulo placentero (por ejemplo la comida o el sexo), ésta vía dopaminérgica produce dopamina, brindándole a la persona, sensación de bienestar o placer, pero una vez saciado el bienestar, los niveles de dopamina regresan a la normalidad. Cuando se libera dopamina a la sinapsis, ésta actúa sobre su receptor en la célula postsináptica, e inmediatamente es retirada de la sinapsis, por medio de una proteína denominada bomba de recaptura, y es vuelta a almacenar en la neurona presináptica. Neurona presináptica Bomba de recaptura de dopamina dopamina Receptor de dopamina Neurona postsináptica Una vez que la dopamina se une (estimula) a su receptor correspondiente, se inicia una compleja serie de eventos bioquímicos en el interior de la neurona postsináptica, con el fin de que se transmita la señal eléctrica. Cuando la dopamina se une al receptor, se activa una molécula denominada AMP cíclico (adenosin monofosfato cíclico), y con esto, se activan todos los eventos bioquímicos en el interior de la neurona postsináptica. dopamina receptor AMPc La producción de dopamina también es regulada por otros neurotransmisores, como las endorfinas y endocannabinoides. La dopamina tiene diversas funciones en el SNC, pero las más importantes son: - Brindar recompensa Motivación Comportamiento Regulación de la cognición Actividad motora Regulación del estado de ánimo Regulación de la atención y aprendizaje La dopamina liberada, debe de permanecer solo unos segundos en la sinapsis, ya que de otra manera el receptor se excitaría en exceso, y eso trae como consecuencia alteraciones en los eventos bioquímicos que suceden en el interior de la neurona postsináptica. Cuando por alguna razón los niveles de dopamina se elevan fuera de los niveles normales, o disminuyen, se producen alteraciones de las funciones mentales que regula la dopamina. Por ejemplo, los niveles anormalmente elevados de dopamina en la vía mesocortical, contribuyen a los síntomas de la esquizofrenia. Cuando la producción de dopamina se encuentra disminuida en la sustancia nigra (ganglio basal), se produce la Enfermedad de Parkinson. Cuando los niveles de dopamina se elevan excesivamente por el uso y abuso de sustancias adictivas, se instala el proceso de la adicción. Todas las sustancias adictivas, ya sean estimulantes o depresoras del SNC, actúan en el circuito de la recompensa (vía mesolímbica), estimulando la producción de dopamina, y dando por lo tanto, una gran sensación de bienestar, estado que es sumamente reforzante y que motiva a volverse a experimentar. Todas las drogas adictivas elevan los niveles de dopamina en el circuito de la gratificación Como ya mencionamos, el circuito de la gratificación está constituido por varios elementos del SNC: el ATV, el núclero accumbens, el hipocampo, el cuerpo estriado (ganglios basales), la amígdala y la corteza prefrontal. El AREA TEGMENTAL VENTRAL, se encuentra en el techo del mesencéfalo y ésta región es el soporte anatómico del fenómeno de sensibilización a las drogas, el cual estudiaremos más adelante. El NUCLEO ACCUMBENS se localiza en el cerebro anterior, entre el núcleo caudado y el putamen (ganglios basales). Sus funciones son la gratificación, la risa, el efecto placebo y las emociones inducidas por la música. La CORTEZA PREFRONTAL como parte de la vía mesolímbica (circuito de la gratificación), es donde se le otorga saliencia, es decir importancia, a un estímulo dado, y es donde radica la motivación. Las elevaciones excesivas de dopamina en la vía mesolímbica, están asociadas con el efecto de refuerzo de las drogas (relevancia). Las elevaciones de dopamina producidas como efecto de las drogas, facilitan el proceso de aprendizaje condicionado (droga = placer) TEORÍAS DE LA ADICCIÓN EL CEREBRO ADICTO Antes de revisar las teorías más recientes del cómo es que se produce un trastorno adictivo, vamos a revisar los avances, que en terreno de la neurobiología se han hecho. Las elevaciones anormales de dopamina, causan una hiperestimulación del receptor de dopamina, lo que hace que se estimule la producción de AMPc y a su vez, se incremente la producción de una molécula denominada CREB, que es un factor de transcripción. Un factor de transcripción es una proteína que participa en la regulación del DNA de la neurona. Al ser activado adquiere la capacidad de regular la expresión génica, ya sea reprimiendo o activando la expresión (transcripción) dediversos genes, lo que produce cambios en el funcionamiento de la neurona (neuroadaptación). Cuando la dopamina producida en exceso por el consumo de drogas adictivas, se une a su receptor, se produce un incremento del AMPc y posteriormente de la proteína CREB. Esto altera la estructura del DNA de la neurona y modifica su funcionamiento. El resultado final de la elevación anormal de la proteína CREB es que el “acalla” al circuito de la recompensa, evento que produce el fenómeno de la tolerancia a las drogas (necesidad de consumir mayores cantidades de una sustancia para producir el mismo efecto que se producía con anterioridad) dopamina receptor AMPc Proteína CREB Núcleo celular El factor CREB se “apaga” a los pocos días de suspender el consumo, por lo que el fenómeno de tolerancia es un fenómeno reversible. Entonces, no cabe atribuir a la proteína CREB los trastornos perdurables y las alteraciones cerebrales que hacen que el adicto vuelva a consumir. ¿Qué lo explica entonces?. El uso crónico de drogas eleva de manera gradual y progresiva, las concentraciones intracelulares de otro factor de transcripción, el factor deltaFosB. Esta molécula es extraordinariamente estable y permanece activa por meses después de la última dosis y esto trae como consecuencia que se produzca la hipersensibilización a las drogas. También, las elevaciones del factor delta FosB, producen en la vía mesolímbica, que exista aumento de las prolongaciones de las dendritas (espinas dendríticas), lo que hace que se incrementen las interconexiones entre las neuronas (neuroplasticidad). Este aumento de conexiones explica la respuesta desproporcionada que tiene el cerebro ante cualquier referencia a la droga. Con el tiempo el circuito de la recompensa se adapta al consumo repetido de drogas: El cerebro se hace adicto… MODELO GENÉTICO La vulnerabilidad para el desarrollo de una adicción está influenciada por diversos factores genéticos y ambientales. Ambos factores se entrelazan entre sí y se suman a los efectos propios de las drogas de abuso, potenciándose mutuamente. Muchos trastornos médicos tienen un componente genético, pero la mayoría de ellos, con inclusión del cáncer, la obesidad y las enfermedades del corazón, presentan un componente genético múltiple (poligenético). Igualmente, la vulnerabilidad a la adicción está determinada por múltiples genes, muchos de ellos todavía sin identificar. Los factores genéticos contribuyen al 40-60% de la vulnerabilidad para el desarrollo de las adicciones, y el resto a los factores ambientales. Los genes no son la causa de la enfermedad, sino confieren la vulnerabilidad (predisposición) para el desarrollo de la misma. En 1995 K. Blue, identificó en el cromosoma 11 variantes en el gene del receptor D2 (existen 5 tipos diferentes de receptores para la dopamina), y observó que algunos adictos tienen un menor número de receptores D2. Aunque la producción de dopamina sea normal en estos sujetos, al tener menor número de receptores D2, no encuentran quien los “lea”, es decir, se encuentra la “música”, pero no el micrófono. Esta disminución de D2 persiste en los pacientes adictos incluso después de varios meses de abstinencia y algunos autores han propuesto que esto podría preceder a la adicción, es decir, estar presente incluso antes de que se desarrolle la adicción. Al estar disminuido el número de receptores D2, existe una hipofuncionalidad en el sistema de recompensa, que desde la vertiente emocional implicaría un estado de malestar que conduciría al consumo (anhedonia = imposibilidad para experimentar bienestar). A esto se le ha denominado el Síndrome de déficit de la recompensa. Estos individuos cuando tienen las primeras experiencias con las drogas, estarían muy predispuestos a repetir el consumo, ya que la experiencia de placer y bienestar proporcionada por la droga, es muy superior a la que experimentaría un individuo normal. Otro factor que tiene un peso especialmente relevante en el consumo de drogas es la impulsividad. La mayoría de las personas tienen la capacidad de resistirse al impulso de obtener un placer inmediato consumiendo drogas, ya que tiene la capacidad de anticipar las consecuencias riesgosas o negativas de dicho impulso. Es decir, tienen la capacidad de resistir el primer impulso. Sin embargo, otras personas son especialmente vulnerables en este sentido y les resulta difícil controlarse ya desde las primeras veces que entran en contacto con las drogas. Hemos hablado ya de dos factores con un peso genético, el malestar intrínseco de algunos individuos (anhedonia) y de la predisposición a actuar con impulsividad. Si una de estas dos características o las dos a la vez, coinciden en una persona con una carga ambiental negativa, genética y ambiente se combinan y actúan en contra del individuo impulsándole a consumir. Pero además, algunos de estos factores de vulnerabilidad genética pueden facilitar los cambios neurobiológicos que antes hemos descrito. FACTORES GENETICOS (anhedonia, impulsividad) Carga ambiental negativa Consumo repetido Cambios neuroadaptativos (VIA Vía mesolímbica ADICCIÓN TEORIA DE LA DISREGULACION HEDÓNICA Esta teoría ha sido propuesta por Koob y Le Moal (2001) y básicamente propone que las drogas se consumen en un inicio por placer, pero que las dosis repetidas ocasionan neuroadaptaciones que dan lugar a la tolerancia y a la dependencia, y que el uso compulsivo se mantiene para evitar los síntomas de abstinencia. En términos técnicos, podemos decir que la persona continua consumiendo porque la droga está actuando como un refuerzo negativo. En estos momentos nadie puede negar la importancia del consumo para evitar los efectos negativos de la abstinencia. Sin embargo, actualmente es bien conocido que el síndrome de abstinencia desparece por tmérminomedio, una semana después de haber dejado de consumir la sustancia, a lo sumo puede durar dos semanas. Si además el paciente sigue un tratamiento farmacológico, el síndrome de abstinencia queda completamente compensado. Y entonces la pregunta es: ¿qué mantiene el deseo de consumo y desencadena la recaída cuando el síndrome de abstinencia ha desaparecido ya completamente? HIPOTESIS DE LA AUTOMEDICACION Esta hipótesis fue propuesta por Khantzian (1997) y en esencia dice que algunos individuos consumen drogas con el fin de aliviar ciertos síntomas que presenta con anterioridad, como depresión, ansiedad, fobias, etc. Y que la preferencia por alguna droga en particular supone en algún grado de especificidad psicofarmacológica (por ejemplo, el alcohol alivia la ansiedad, la cocaína los síntomas depresivos). Si bien es cierto que algunos individuos consumen las drogas en busca de alivio a su sintomatología, esta hipótesis no es aplicable en todos los casos. TEORÍA DE LA SENSIBILIZACION AL INCENTIVO Actualmente se sabe con certeza que el intento de evitar la sintomtología de abstinencia no explica la adicción. Los pacientes adictos explican frecuentemente su uso continuado de la sustancia como un intento de experimentar de nuevo los efectos del primer o primeros consumos, muchas veces sin conseguirlo debido al fenómeno de la tolerancia. Lo cierto es que a medida que pasa el tiempo, el individuo que abusa de la droga puede ir experimentando un deseo creciente, no controlable de consumir la sustancia. Este deseo (denominado con el término anglosajón craving), se experimenta más cuando el individuo no está consumiendo y, sobre todo, cuando empieza a hacer esfuerzos por no consumir. En este momento en que el deseo de consumo empieza a ser intenso y a estar muy presente en el pensamiento del individuo, es cuando empiezan a aparecer las primeras sombras del trastorno adictivo. A partir de este momento, cualquier estímulo ambiental, un ruido, una luz, un olor, un amigo o compañero de consumo, un lugar habitual, desencadenan un deseo irrefrenable, que puede aparecer de forma inesperada, aunque el individuo no hubiera estado pensando conscientemente en consumir. Podría decirse que el adicto se ha sensibilizado a la droga y a los estímulos que la recuerdan. Los clínicos que se dedican al tratamiento de las adicciones conocen bien este fenómeno. Robinson y Berridge (2002), han elaborado una teoría conocida como teoría de la sensibilización al incentivo, en la que explican bien este proceso. En esta teoría se expone que, mientras que en el uso esporádico de la droga, en las primeras etapas de consumo, cuando todavía no se puede hablar de adicción, la emoción predominante es el gusto o placer del consumo. Sin embargo, cuando la adicción se ha consolidado, la emoción que predomina en el individuo es la necesidad y urgencia por consumir (craving). Estos autores explican en su teoría, los circuitos cerebrales implicados en este proceso, que incluyen el Núcleo accumbens, la amígdala cerebral y la corteza prefrontal. Estos circuitos neuronales se hacen hipersensibles (o sensibilizados) a los efectos específicos de las drogas y a los estímulos asociados a ella. Estos cambios cerebrales inducidos por las drogas se llaman “sensibilización neuronal”. En esta teoría se propone que esto conduce psicológicamente a una atribución excesiva a la saliencia del incentivo y a las representaciones relacionadas con las drogas, causando un “deseo” (wanting) patológico por consumirlas. Si el sistema de “desear” o “querer” (activación del proceso de saliencia al incentivo), es activado, puede instigar y guiar la conducta sin que la persona tenga necesariamente una emoción, deseo o meta declarativa consciente. En otras ocasiones, la sensibilización al incentivo se puede manifestar explícitamente, cuando elaboraciones cognitivas traducen las atribuciones de saliencia al incentivo a nivel de la conciencia. Finalmente los sistemas neurales sensibilizados responsables de la excesiva saliencia al incentivo, pueden estar disociados de los sistemas neurales que median los efectos hedónicos de las drogas, es decir, lo mucho que “gustan”. En otras palabras, “querer” no es igual a “gustar”. La sensibilización neuronal producida por las drogas, incrementa solo el “querer”. Se sugiere que el proceso de sensibilización al incentivo es el problema fundamenta en la transición a la adicción y recaídas. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS Las sustancias psicoactivas producen activaciones profundas de zonas específicas del cerebro que influyen en la motivación, específicamente del sistema mesolímbico dopaminérgico. Mediante procesos de aprendizaje asociativo, esto puede producir en última instancia los síntomas clásicos de la dependencia, luego de la exposición repetida. Condicionamiento clásico o pavloviano El condicionamiento clásico se basa en relaciones simples de estímulorespuesta. A un individuo con dependencia de sustancias le basta con ver accesorios para drogas (por ejemplo jeringas u objetos para fumar) o exponerse a entornos en los que previamente se utilizaron drogas, para inducir la avidez de drogas (craving) y recaídas en el uso de sustancias mediante procesos de condicionamiento clásico. Condicionamiento operante o instrumental El condicionamiento operante difiere del condicionamiento clásico en el sentido de que en éste último el organismo no tiene control sobre la presentación del estímulo. En contraste, en el condicionamiento instrumental, la conducta del organismo produce el estímulo. Es decir, la conducta ocurre por las consecuencias que produce; es instrumental en la producción de consecuencias. El reforzamiento positivo una conducta produce un estímulo placentero, que refuerza la repetición de la conducta. Por ejemplo, se puede entrenar a animales para que opriman una palanca y así obtener el alimento. En el refuerzo negativo, una conducta elimina o impide un estímulo adverso, lo que a su vez incrementa la posibilidad de que ésta vuelva a ocurrir. El condicionamiento instrumental es importante en el uso y la dependencia de sustancias, puesto que la persona tiene una respuesta operante cuando elige adquirir y usar sustancias psicoactivas para experimentar sus efectos. Reforzamiento Las recompensas son estímulos que proporcionan una motivación positiva para la conducta. Una característica fundamental de las recompensas es que transfieren sus propiedades motivacionales a estímulo que predicen su ocurrencia, y refuerzan respuestas contingentes (es decir, de las que casi siempre proviene). Por esta razón, las recompensas son reforzamientos. Incentivo Este término implica que la respuesta es una consecuencia del estímulo (incentivo). Un ejemplo de incentivo es un estímulo asociado con alimentos, como aromas o ver un restaurante. Estos estímulos puedenproducir ciertas respuestas que dirigen la atención y la conducta hacia la adquisición de alimento, y activar los circuitos motivacionales en el cerebro para obtenerlo. Motivación La motivación consiste en asignar recursos de atención y conducta a estímulos en relación con sus consecuencias predichas. Motivación por incentivo La respuesta de motivación por incentivo es responder con base a la motivación provocada por un estímulo externo. La respuesta de motivación por incentivo está sujeta a principios condicionantes, y por consiguiente, los estímulos asociados con los estímulos primario no condicionados, pueden adquirir propiedades de motivación por incentivo. De esta manera, los individuos con dependencias de sustancias pueden buscar personas o entornos previamente asociados con el uso de drogas. Como ejemplo de una respuesta de motivación por incentivo, considérese el caso anterior de ver u oler un alimento. Si la persona no está hambrienta, esto puede tener poco valor de motivación por incentivo, apenas pondrá atención al alimento y hará intentos para obtenerlo. Pero si está hambrienta, el incentivo del alimento puede hacer que se oriente hacia éste, comenzar a salivar y prepararse para comer. Si está extremadamente hambrienta, el valor de motivación por incentivo del alimento será muy elevado, y podrá hacer que la persona se enfoque específicamente al alimento, al grado de excluir otros estímulos y posiblemente presentar comportamientos arriesgados para obtenerlo. Una vez que las drogas se convierten en reforzadores condicionados, su valor de motivación por incentivo puede hacerse mucho más elevado que el de las demás motivaciones en competencia. La recompensa de las drogas no explica por sí misma las adicciones. Las propiedades gratificantes de las drogas no necesariamente consisten sólo en sensaciones de placer, sino que pueden adquirir formas más leves de hedonismo, como el alivio de la tensión, reducción de la fatiga, una mayor excitación o mejor rendimiento. Es posible que estas sensaciones positivas expliquen por qué se usan las drogas, aunque no necesariamente por qué producen el repertorio conductual característico de las dependencias. En particular, la recompensa de una droga no puede explicar por sí misma la dependencia. Las preguntas específicas son: - - ¿Cuál es el proceso a través del cual, en ciertos individuos, el comportamiento de usar drogas se convierte en patrones compulsivos de búsqueda y consumo de estas sustancias, que llevan a cabo a expensas de la mayoría de las demás actividades? ¿Cómo explicar la incapacidad de algunos usuarios compulsivos de drogas a dejar de usarlas? Las adicciones como respuesta a la motivación por incentivo Sin ser determinantes, las propiedades gratificantes de las drogas son necesarias para los efectos que producen las dependencias. Las propiedades gratificantes de las drogas son necesarias para atribuir (mediante un mecanismo de aprendizaje asociativo) valores motivacionales positivos a los estímulos que predicen la disponibilidad, y actúan como incentivos poderosos para el comportamiento de búsqueda de drogas. Así, se usa la droga, ésta produce efectos gratificantes y, por consiguiente, refuerza el comportamiento de usar drogas y los estímulos asociados. La pregunta es entonces: ¿por qué las sustancias psicoactivas son reforzadores tan poderosos que pueden conducir al desarrollo de las dependencias? Dopamina y aprendizaje por reforzamiento El papel de la dopamina en el aprendizaje de respuesta y reforzamiento, es el origen de los actuales modelos de la respuesta instrumental. A esto se debe que la dopamina sea importante para el desarrollo de las adicciones de todo tipo, debido a su función crucial en el aprendizaje por respuesta y reforzamiento. Se libera dopamina en respuesta a una recompensa inesperada. A su vez, esto refuerza las conexiones sinápticas en las rutas neuronales que producen la conducta asociada a la recompensa. Drogas adictivas como sustitutos de los reforzadores convencionales Los reforzadores, sean o no drogas, tienen en común la propiedad de activar la transmisión de dopamina, especialmente en el núcleo accumbens. Sin embargo, las drogas adictivas difieren de los reforzadores convencionales en el sentido de que sus efectos estimulantes sobre la liberación de dopamina en el núcleo accumbens son significativamente mayores que los reforzadores naturales, como los alimentos. Los alimentos incrementan en 45% los niveles de la dopamina en el Nac, en tanto que las drogas adictivas elevan estos niveles en 500% (Hoebel 1998) El sistema mesolímbico dopaminérgico refuerza las conductas y señales asociadas con los estímulos cruciales para la sobrevivencia , como la alimentación y la reproducción. Como las drogas adictivas también activan este circuito de forma tan poderosa y confiable, que el comportamiento de consumir drogas y los estímulos asociados con esto, quedan registrados en el cerebro como de importancia crucial.. La estimulación repetitiva y profunda de la transmisión de dopamina inducida por las drogas en el Nac refuerza anormalmente las asociaciones estímulodroga (aprendizaje pavloviano por incentivos). Se sabe que la recaída en el consumo de sustancias es provocada por el estrés, por indicios previamente asociados con el uso de sustancias o por la presencia de la droga misma (Stewart, 2000). Todos estos fenómenos son mediados por el incremento de la dopamina mesolímbica. Así, la actividad en estos circuitos puede mediar no sólo los efectos primarios gratificantes de las drogas, sino también el condicionamiento de estímulos secundarios y la subsiguiente capacidad de estos estímulos para detonar el craving y la recaída. Dopamina y sensibilización al incentivo Originalmente se pensaba que la dopamina mediaba las propiedades gratificantes o hedonistas de los reforzadores de drogas. Sin embargo, las evidencias obtenidas posteriormente indicaban que la dopamina afectaba la motivación para responder a la recompensa, en vez de la recompensa misma. Se ha asignado una función a la dopamina mesolímbica en la provocación de respuestas, pero no en la recompensa (Robinson y Berridge, 2000). En otras palabras, las razones por las que se disfrutan los efectos primarios de las sustancias psicoactivas pueden estar relacionadas con sus efectos sobre varios sistemas de neurotransmisores, pero el deseo de repetir el consumo de las drogas, proviene de la activación del sistema mesolímbico dopaminérgico, que guía la conducta motivada. Puesto que las drogas activan el sistema mesolímbico dopaminérgico, y dado que éste sistema tiene una función primaria para guiar la conducta motivada, la exposición repetida del cerebro a las sustancias psicoactivas, produce la formación de asociaciones intensas. El mecanismo mediante el cual la dopamina ejerce esta función se conoce como “sensibilización al incentivo”. Por consiguiente, el cerebro se hace más sensible o “sensibilizado” a los efectos motivacionales gratificantes de las sustancias psicoactivas. Este proceso de sensibilización al incentivo produce patrones compulsivos de búsqueda de drogas, Mediante el aprendizaje asociativo, el valor incrementado del incentivo se enfoca específicamente a los estímulos relacionados con las drogas, lo que genera patrones cada vez más compulsivos de búsqueda y consumo de éstas. ¿Qué es sensibilización? En farmacología se utiliza este término para referir un incremento del efecto de la droga tras repetidas administraciones. Es decir, es lo opuesto a la tolerancia. Cuando se consumen drogas, algunos de sus efectos sufren tolerancia, otros sensibilización y otros no cambian. Existen 2 principales efectos de las drogas que son sensibilizados por las drogas: 1) los efectos psicomotres activadores 2) los efectos de incentivo motivacional Sensibilización psicomotora: varias drogas pueden incrementar el estado de alerta, la atención y la actividad motora, produciendo un aumento de la locomoción, exploración y acercamiento. A dosis más altas, los efectos psicomotores pueden producir incluso movimientos estereotipados intensos y repetitivos. Existen diferencias individuales en la susceptibilidad a la sensibilización. Unos se sensibilizan rápidamente y otros son más resistentes. Esta vulnerabilidad a la sensibilización está mediada genéticamente. Neurobiología de la sensibilización ¿Qué cambios en el cerebro están involucrados en la sensibilización a las drogas?. La sensibilización involucra muchos cambios a largo plazo en el circuito de la recompensa. La sensibilización es acompañada por un incremento en la habilidad de las drogas de promover la producción de dopamina en el núcleo accumbens. Además, los receptores de dopamina D1 de las neuronas del Nac, se hacen hipersensibles, potenciando la señal de dopamina mesolímbica. Sin embargo, algo más que la dopamina tiene que ver con la gratificación. También se liberan otros neurotransmisores, como el glutamato a nivel del Nac, así como hay cambios en la producción de serotonina, noreprinefrina, acetilcolina, opioides y sistema GABA.. Como consecuencia, la sensibilización altera globalmente la neuroquímica del circuito de la recompensa. También modifica la estructura neuronal, existiendo un alargamiento de las dendritas y sus ramificaciones. Estos cambios relacionados a la sensibilización en la estructura dendrítica, puede reflejar cambios en los patrones de conectividad sináptica, y por lo tanto alterar el procesamiento de la información en el circuito de la gratificación. El papel del aprendizaje y el contexto La sensibilización neuronal por sí misma parece ser un proceso no-asociativo, pero el aprendizaje modula poderosamente la expresión y la inducción de sensibilización conductual, y el aprendizaje contextual acerca de donde se consumen las drogas. Esto puede ser una razón por la que los factores contextuales son tan importantes en el craving y la recaída. La atribución de saliencia al incentivo transforma representaciones neurales de estímulos, en incentivos prominentes (saliencia), capaces de captar la atención y hacerlos más atractivos y deseables La adicción es una alteración de una motivación al incentivo aberrante debido a la sensibilización inducida por las drogas en los sistemas neurales que le atribuyen prominencia a un estímulo en particular. Una vez que existe el “deseo” sensibilizado, puede inducir al consumo, ya sea que se tenga o no síntomas de abstinencia. Esta sensiblización da un deseo impulsivo que puede durar toda la vida. Toma de decisiones y pérdida de control En los adictos, la excesiva saliencia que se le da al incentivo, no solo da lugar al “deseo hipersensibilizado”, sino también a la elección irracional de consumir. Por ejemplo, aún que una persona sabe cognitivamente que la droga ya no le va a dar mucho placer, el “deseo” sensibilizado implícito, puede rebasar las bajas expectativas del “gusto”.. Aún si una persona tiene la meta de la abstinencia, la atribución de la saliencia al incentivo implícita, puede destruir las metas explícitas. Para algunos adictos y algunas drogas, se pueden producir alteraciones adicionales en la función de los sistema neocorticales, debilitando el “freno racional” de los procesos regulatorios cognitivos, que normalmente inhiben los impulsos. Los sistemas frontocorticales están involucrados en los procesos ejecutivos, tales como la toma de decisiones y la habilidad de hacer juicios sobre las posibles consecuencias de sus acciones. La exposición crónica a algunas drogas, puede deprimir el procesamiento en las regiones frontales, y distorsionar las funciones de la CPF. Las alteraciones de la función cortical inducidas por las drogas, pueden contribuir de manera importante en las elecciones y decisiones subóptimas que el adicto hace concerniente a las drogas. La combinación de la pérdida del control inhibitorio sobre la conducta y el mal juicio, combinados con la sensibilización de los impulsos motivacionales de consumir, hace una combinación potencialmente desastrosa. Las alteraciones cognitivas en la habilidad de inhibir o valorar adecuadamente las futuras consecuencias de las propias acciones debido a una disfunción de la CPF, combinado con una excesiva saliencia del incentivo debida a una sensibilización del circuito de la recompensa, da lugar a la búsqueda compulsiva de las drogas, fuera de proporción con el placer que estas proveen y en la presencia de consecuencias negativas. Es decir, se pierde el libre albedrío. Sustancias adictivas Sistema mesolímbico Formación de asociaciones (sensibilización conductual) . dopamina Sensibilización neuronal El cerebro se hace más sensible a los efectos motivacionales y gratificantes de las drogas Consumo compulsivo craving y recaídas Las sustancias adictivas se comportan de manera similar a las recompensas naturales (la bebida, el sexo o las relaciones sociales), todas producen placer desde la perspectiva conductual y desde la vertiente neurobiológica actúan, esencialmente sobre los mismos mecanismos neurales. Sin embargo existe una diferencia fundamental entre las recompensas naturales y las drogas de abuso. Las recompensas naturales producen, una vez consumidas, un efecto de saciedad que tiene un correlato neurobiológico claro en el sistema dopaminérgico. Es decir, una vez satisfecho el deseo o necesidad de consumo de las recompensas naturales, disminuye la liberación de dopamina. Pero a diferencia de éstas (las recompensas naturales), las sustancias adictivas, lejos de producir disminución de la dopamamina liberada, al contrario, la aumentan; este efecto se denomina sensibilización dopaminérgica, y se produce sobre todo cuando las drogas se consumen de forma repetida e intermitente. % of of Basal Basal Release Release % Es esta capacidad de las drogas de “usurpar” los mecanismos de recompensa “sin saciarlos”, produciendo en su lugar “sensibilización”, lo que hace que las drogas sean adictivas. 1100 1100 1000 1000 900 900 800 800 700 700 600 600 500 500 400 400 300 300 200 200 100 100 00 ANFETAMINA ANFETAMINA 00 55 hr hr ALIMENTO ALIMENTO 200 200 % of of Basal Basal Release Release % 11 22 33 44 Time Time After After Amphetamine Amphetamine 150 150 100 100 50 50 00 Empty Empty Box Box Feeding Feeding 00 60 60 120 120 180 180 Time Time (min) (min) Di Di Chiara Chiara et et al. al. En estás gráficas, observamos como cuando se ingiere alimento, los niveles de dopamina se elevan en un 100%, sin embargo, cuando se consume una sustancia adictiva, como la anfetamina, los niveles de dopamina se elevan en un 1100%. Efectos del consumo crónico de drogas de abuso: Durante el consumo crónico, los efectos placenteros de la droga van disminuyendo progresivamente, principalmente debido a la tolerancia y a los mecanismos de neuroadaptación. Durante esta etapa se produce una situación bifásica (en dos fases) en la liberación de dopamina. Por una parte, en los momentos de consumo de la droga, los niveles de dopamina sináptica aumentan mientras que, por otra parte, cuando cesa el consumo o durante la abstinencia se produce una disminución de los niveles de dopamina. Desde la perspectiva emocional, la disminución de los niveles de dopamina, es responsable de la depresión emocional y de las alteraciones cognitivas que acompañan al consumo crónico de la droga. Durante el consumo crónico, la hipofuncionalidad (baja función) dopaminérgica, pero también los cambios abruptos en los niveles de dopamina sináptica, son responsables de un gran número de alteraciones neurobiológicas y cambios neuroadaptativos que caracterizan la adicción. Estos cambios afectan a los receptores dopaminérgicos D1 y D2 y a los sistemas de segundos mensajeros intrasinápticos (como elevación de AMPc, del factor CREB y del factor deltaFosB), que acaban por modificar de manera crónica el equilibrio funcional del sistema dopaminérgico y de otros sistemas de Neurotransmisión. MODELO I-RISA (SINDROME DE LA ALTERACIÓN DE LA RESPUESTA DE INHIBICIÓN Y LA ATRIBUCIÓN A LA SALIENCIA) Volkow y Fowler (2003) sugieren que bajo el comportamiento adictivo subyacen cuatro sistemas del comportamiento: la gratificación (sapiencia) la motivación la memoria el control inhibitorio El modelo propone que la adicción es el resultado de la alteración de dos sistemas complementarios. Por un lado, el sistema encargado de evaluar la relevancia motivacional de los reforzadores, que realiza una valoración exagerada de las propiedades reforzantes de las drogas, y a su vez, devalúa el valor motivacional de otros reforzadores. Por otro lado, está dañado el sistema de inhibición encargado de cancelar conductas inadecuadas para el organismo, por lo que no es posible inhibir la conducta motivacionalmente marcada; en este caso, el consumo de drogas. Las experiencias iniciales con la droga son extremadamente placenteras, a las que se les da un gran valor (saliencia), y se forma una memoria positiva. Después de varias administraciones, la propia droga o las señales asociadas a esta, disparan la recolección de ésta memoria, por lo que en el individuo adicto hay una disminución de la habilidad para controlar su impulso de consumir la droga excesivamente. Estas asociaciones positivas con la droga son fácilmente formadas y retenidas en el individuo adicto, mientras que la extinción o el reemplazo con asociaciones negativas es más difícil. Este modelo enfatiza la relación disfuncional entre el proceso de gratificación y el control, de tal manera que un individuo adicto le atribuye una gran importancia a la droga a expensas de otros estímulos gratificantes potenciales, con una disminución concomitante en la capacidad para inhibir el uso maladaptativo de la droga. La interacción de estos componentes conductales, principalmente la respuesta de inhibición y la atribución de la saliencia , se hipotetiza que se encuentran en las áreas fronto-córtico-límbicas. Existe una interacción de naturaleza circular: la atribución de la saliencia a un estímulo dado (lo que es función de la corteza orbito frontal), depende del valor relativo de un reforzador comparado con reforzadores que estén simultáneamente disponibles, lo que requiere del conocimiento de la fuerza del estímulo como reforzador, una función del hipocampo y la amígdala. El craving es el deseo urgente de consumir la droga. Durante el craving hay activación de la corteza frontal en individuos previamente expuestos a la droga, en los cuales, debido a su exposición previa a la misma y el consecuente aprendizaje de reforzamiento, el craving es suficiente para activar los circuitos fronto-límbicos. En resúmen: - en el núcleo accumbens se le da saliencia al estímulo En la corteza orbitofrontal se regula la motivación para el consumo En la amígdala cerebral se guardan las memorias positivas del consumo Y el giro cingulado anterior, da el control inhibitorio Control inhibitorio Motivación (COF) Saliencia al incentivo Memoria PAPEL DE LA CORTEZA ORBITOFRONTAL EN LAS ADICCIONES La investigación respecto a las adicciones ha estado tradicionalmente centrada en el sistema de recompensa mesolímbico dopaminérgico. Sin embargo ha aumentado el interés por el papel de la COF y la corteza cingulada anterior, las cuales se hallan implicadas en los procesos de toma de decisiones, como con las conductas relacionadas con las recompensas. La COF procesa el valor de la recompensa o la valencia afectiva del estímulo ambiental, y evalúa las consecuencias futuras de las acciones del individuo. Los estudios de neuroimagen demuestran una disminución del volumen, el metabolismo y la funcionalidad de la COF luego de la interrupción del consumo. Durante el craving se observa hipoactividad de esta región. TEORÍA DEL MARCADOR SOMÁTICO Una de las hipótesis que intenta explicar el funcionamiento de la CPF es la de Antonio Damasio. Esta hipótesis del Marcador Somático, trata de explicar la implicación de algunas regiones de la CPF en el proceso de razonamiento y toma de decisiones. Esta hipótesis describe cual puede ser el papel de la emoción en la toma de decisiones. Un marcador somático es un cambio corporal que refleja un estado emocional, ya sea positivo o negativo, que puede influir en las decisiones tomadas en un momento dado. Esto quiere decir, que los estados corporales elicitados por experiencias pasadas de recompensa o castigo, guían los procesos de toma de decisiones de un modo adaptativo para el organismo. Por tanto, cuando nos enfrentamos a situaciones que implican condiciones de incertidumbre o de riesgo, estas señales somáticas guiarán la toma de decisiones, y marcarán positiva o negativamente los distintos cursos de acción posibles, en función de objetivos socialmente adaptativos a largo plazo. En un estudio reciente (A. Verdejo et al) encontraron que los adictos presentan alteraciones en los procesos de toma de decisiones, lo que puede relacionarse con alteraciones previas a la adicción, o bien por efecto neurotóxico de las drogas, en el funcionamiento del área ventromedial de la CPF. Las investigaciones de Bechara señalan que los adictos son similares a los pacientes con daño en el área ventromedial de la CPF en 2 aspectos principales: 1) Tienden a negar o a no ser conscientes de que tienen un problema. 2) Cuando se enfrentan a situaciones de decisión que implican cursos de acción dirigidos a la obtención de recompensa inmediata, aún a riesgo de provocar consecuencias negativas en el futuro, tienden a elegir la recompensa inmediata y a ignorar las consecuencias futuras. Las respuestas surgidas de la anticipación de posibles consecuencias de una elección, tienen su origen en la reacción emocional producida por las decisiones que se tomaron anteriormente. De acuerdo con la hipótesis del marcador somático, el daño en el área ventromedial produce la incapacidad para elicitar o procesar estas señales emocionales, generando una “miopía hacia el futuro”, es decir, una incapacidad para anticipar las posibles consecuencias de determinados cursos de acción. Es precisamente en el campo de las deliberaciones donde el adicto pierde la batalla. Al aumentar la motivación por la droga (comportamiento adictivo), se va alterando el sistema de la CPF. De esta forma el adicto solo desea satisfacer la necesidad y el cerebro va perdiendo el control sobre el comportamiento. TEORIA DEL ESTRÉS El estrés se puede definir como una respuesta biológica no específica del cuerpo a una demanda que se le formula desde el exterior. La respuesta biológica de estrés permite al organismo actuar rápida y eficazmente en su entorno. Si la situación de estrés es momentánea, nuestros mecanismos biológicos innatos nos permiten adaptarnos a las circunstancias y dar la respuesta adecuada para resolver la situación. Si la situación de estrés se hace crónica, las propias respuestas biológicas acaban siendo perjudiciales para el organismo. El estrés anticipatorio: La respuesta de estrés puede producirse también en ausencia de estímulos reales y se denominan respuestas anticipatorios, que son generadas por memorias condicionadas o por predisposiciones innatas de la especie. La respuesta anticipatoria reactiva depende de la experiencia previa, es aprendida y se desencadena cuando se encuentra de nuevo un estímulo condicionado. La respuesta anticipatorio está relacionada con el estrés psicológico, que se exacerba cuando no se ven salidas a la frustración y cuando la situación de estrés está fuera de control. Mecanismos biológicos del estrés El mecanismo principal en la respuesta al estrés es el eje hipotálamohipofisiario-adrenal (HHA), que está integrado por tres estructuras: el hipotálamo, la hipófisis y la corteza de las glándulas suprarrenales. El primer eslabón de la cadena HHA es el factor liberador de corticotrofina (CRF) hipotalámico, cuya activación en respuesta a una situación de estrés, provoca su liberación a la sangre. Al ser liberada se une a sus receptores en la hipófisis y provoca un incremento de la liberación de hormona corticotropa (ACTH), que es el segundo eslabón del eje HHA. La ACTH va a la circulación sanguínea y llega a las glándulas suprarrenales, donde estimula la síntesis y secreción de cortisol. Existen receptores de glucocorticoides (cortisol) dentro del SNC: a nivel del Area Tegmental Ventral, del núcleo accumbens y de la corteza prefrontal. El CRF también se encuentra en el ATV, Nac y amígdala. Vulnerabilidad al estrés Las diferencias individuales en los mecanismos biológicos del estrés que pueden tener una base genética o ser adquiridos a lo largo de la vida, pueden determinar diferencias en la vulnerabilidad o predisposición para desarrollar trastornos relacionados con el estrés. Estrés y adicción Actualmente es bien conocido que el estrés puede facilitar las adicciones. Las hormonas del estrés (CRF, ACTH y cortisol), afectan a la dopamina, que es el principal neurotransmisor relacionado con las sensaciones de placer. Una situación de estrés agudo moderado y pasajero, eleva la liberación de dopamina en el circuito de la gratificación. Este incremento de dopamina puede inducir una sensación de bienestar en situaciones de estrés moderado, que no ponen al sujeto en grandes apuros. En cambio la exposición al estrés crónico disminuye la actividad del sistema dopaminérgico, y con ello, la sensación de placer. Durante la abstinencia, la disminución del sistema dopaminérgico, favorece la activación del eje HHA y las respuestas biológicas de estrés y ansiedad. El tratamiento farmacológico con antagonistas de los receptores CRF-R1 y CRF-R2, evita la restauración de la conducta de búsqueda de cocaína en roedores (recaída en humanos), inducida por estrés después de la extinción del programa de auto-administración de cocaína. Ello sugiere que estos fármacos son posibles dianas que podrían ser útiles en humanos adictos para prevenir la recaída provocada por situaciones de estrés ambiental, o por la exposición a estímulos asociados con la sustancia (Pollandt et al 2006). Se ha establecido una relación positiva entre la exposición a estrés crónico en la infancia y el inicio temprano de consumo de drogas. ESTRÉS CRONICO HORMONAS DEL ESTRÉS DOPAMINA Estados de ANHEDONIA Búsqueda de sensaciones CONSUMO DE SUSTANCIAS MECANISMO DE ACCION DE LAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS.Una sustancia psicoactiva es aquella que cuando abusamos de la misma, provoca alteraciones en el estado de ánimo, en la conducta, en el estado de alerta y en nuestras percepciones. Por su acción, las sustancias psicoactivas se clasifican en dos grandes grupos: las estimulantes y las depresoras del SNC. Entre las estimulantes del SNC se encuentra la cocaína, las anfetaminas, los alucinógenos ,las drogas de diseño y la fenciclidina (PCP) Entre las depresores, el alcohol, la marihuana, los inhalantes, los sedantes y los opiáceos. MECANISMO DE ACCION DE LA COCAINA.La cocaína es un alcaloide que se extrae de la planta de la coca (erytroxylum coca) mediante la adición de químicos, tales como el ácido sulfúrico, la gasolina, el keroseno y el ácido clorhídrico. Independientemente de la vía por la que se consuma (inhalada, intravenosa ó fumada), llega al torrente sanguíneo y atraviesa la barrera hematoencefálica. Aunque la cocaína llega a todo el cerebro, se concentra en algunas áreas específicas, como el área tegmental ventral, el núcleo accumbens y el núcleo caudado. El ATV y el núcleo accumbens son parte de la vía de la recompensa. La acumulación de cocaína en el núcleo caudado (que está dentro de los hemisferios), puede explicar otros efectos, tales como el aumento de comportamientos estereotipados (como rascarse, morderse las uñas, etc.) El mecanismo de acción específico de la cocaína es el de bloquear las proteínas trasportadoras de dopamina ó bomba de recaptura, lo que trae como consecuencia el que exista un exceso de dopamina disponible en la hendidura sináptica y una sobreestimulación de los receptores. Esto produce, como ya lo mencionamos, un aumento del AMPc en la célula postsináptica, lo que produce muchos cambios dentro de la célula, lo que da lugar a patrones anormales de disparos eléctricos. Las imágenes de PET Scan de cerebros de adictos en recuperación, revelan otros cambios importantes, incluyendo una alteración dramática dela capacidad de procesar glucosa, la principal fuente de energía para que las neuronas trabaje. Esta alteración, que persiste por más de 100 días después de la supresión, es más importante a nivel dela corteza prefrontal, un área rica en dopamina que controla los impulsos y el comportamiento irracional. MECANISMO DE ACCION DE LAS ANFETAMINAS.Las anfetaminas se clasifican en anorexígenas (legales), como la ferfluramina, el fenproporex y la anfeparmona; en entactógenas, como la metanfetamina (cristal), el MDMA (éxtasis), el MDA (Eva) y el MDEA (Adán). Y por último en anfetaminas alucinógenas, como el DOM, DOI, STP Y PMA. Las anfetaminas actúan en forma idéntica a la cocaína, inhibiendo la bomba de recaptura de dopamina, pero además, las anfetaminas aumentan la producción de dopamina por parte de la neurona presináptica. Aquellas anfetaminas que tienen efectos alucinógenos, inhiben la recaptura dela serotonina. DROGAS DE DISEÑO.- (FENTILAMINAS) Se clasifican en: Las que imitan los efectos de los opiáceos, como la China White,Tango and Cash, New Heroin, etc. Las que sustituyen a la cocaína, como cristal-caine, coco snow y synthcoca. Las entactógenas: como el éxtasis, STP, MDA, DOM, DOB, 2-CB Sus efectos a grandes rasgos son: - Alteración dela percepción cromática, táctil y auditiva. - Crea en el individuo un sentimiento difuso de amor y benevolencia. - Tiene efectos adrenérgicos (aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial) - Son entactógenas por que son generadoras de contacto intersubjetivo. Otra clasificación es la de “CLUB DRUGS” , que son llamadas así por consumirse en fiestas “raves”, antros, bares, etc. Son un grupo heterogéneo de sustancias, como el éxtasis, el GHB (gama hidroxi butirato), la ketamina (Special K), las metanfetaminas (cristal) y el LSD (ácido lisérgico). LOS ALUCINÓGENOS naturales que más se consumen son: Los hongos, cuya sustancia psicoactiva es la psylocibina El peyote, un cactus que contiene una potente sustancia psicoactiva llamada mescalina El LSD, alcaloide derivado del cornezuelo de centeno. Tanto las drogas de diseño, las club drugs y los alucinógenos naturales actuan de la misma manera y tienen los mismos efectos a largo plazo. MECANISMO DE ACCION: Bloquean la bomba de recaptura de la serotonina Actúan a la inversa: llevan serotonina de la terminal axónica a la hendidura sináptica. Inhiben la bomba de recaptura de dopamina. Como consecuencia de la elevación de la serotonina en la sinapsis y la sobreestimulación de las neuronas serotoninérgicas, se produce: - un estado de ánimo elevado (sentimientos de “felicidad”) - sentimientos de empatía - pérdida del apetito - percepciones alteradas. Dado que todas estas sustancias elevan también la producción de dopamina, los efectos son reforzantes y por lo tanto pueden ser adictivas. A largo plazo, se ha comprobado que el uso de estas sustancias destruyen las terminales neuronales serotoninérgicas y por lo tanto, la producción de serotonina disminuye considerablemente a pesar del uso de estas sustancias. Esta disminución de serotonina se traduce en afectación de la memoria verbal y visual, que en muchas ocasiones puede resultar irreversible. MECANISMO DE ACCION DE LOS DEPRESORES DEL SNC.Los principales depresores del SNC son: el alcohol, la marihuana, los inhalantes, los sedantes y los opiáceos. La dependencia del alcohol implica a las neuronas GABA-érgicas, que producen GABA (aminoácido inhibitorio) y las que producen glutamato (aminoácido excitatorio). El alcohol activa los receptores GABA, lo que produce un mayor flujo de iones de cloro y consecuentemente, disminuye la excitabilidad dela neurona postsináptica, gracias a lo cual, tiene efectos relajantes. Además de aumentar la producción de GABA y de disminuir la del glutamato, el alcohol eleva la producción de opioides endógenos y de dopamina, lo que provee al alcohol de efectos reforzantes. Cuando una persona se encuentra intoxicada con alcohol, existe depresión cortical, lo que explica la desinhibición y la euforia inicial que presenta la persona, y también se producen alteraciones del juicio. La depresión cerebelar tiene como consecuencia la pérdida del equilibrio y de la coordinación motora. La depresión bulbar, según el grado de intoxicación, puede originar somnolencia, estupor y finalmente estado de coma. La depresión de la médula espinal, produce una marcada disminución de los reflejos osteo-tendinosos. A largo plazo, las consecuencias del consumo crónico de alcohol origina que el cerebro se adapte y disminuya la actividad del sistema GABAérgico y haya un incremento dela actividad del sistema del glutamato, dando como resultado que las neuronas se vuelvan más excitables para contrarrestar los efectos depresores del alcohol, dando como resultado el fenómeno de tolerancia, y que cuando se suspende la ingesta de alcohol, se presente el síndrome de supresión manifestado por una excitabilidad generalizada: ansiedad, temblor, hiperactividad autonómica (aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, diarrea, vómito), insomnio e irritabilidad. Las benzodiacepinas son fármacos con propiedades farmacológicas y efectos adversos similares. Están compuestas por un anillo bencénico junto a otro de siete con dos átomos de nitrógeno en posición 1,4 (por lo que se denominan 1,4-benzodiacepinas), a los que se une otro anillo de 6 elementos por el anillo diacepínico. Las benzodiacepinas (BZD) actúan al unirse y activar un receptor específico localizado en el complejo receptor del ácido gamma-aminobutírico (GABA). Que incluye un receptor benzodiacepínico de alta afinidad, el denominado receptor GABAA, un canal de cloro y otros lugares de unión, lo que permite la potenciación de las BZD con otros agentes como el alcohol. Tras unirse el GABA a su receptor, se abre el canal de cloro, hiperpolarizando la neurona y haciéndola menos excitable. Las BZD tienen cuatro efectos principales: son ansiolíticos, hipnóticos, miorelajantes y anticonvulsionantes. MECANISMO DE ACCION DE LOS OPIACEOS.Los opiáceos se clasifican en: naturales, semisintéticos y sintéticos. Los naturales son aquellos derivados de la flor denominada papavera somniferum (amapola) y son: el opio, la morfina y la codeína. El opiáceo semisintético por excelencia es la heroína, derivada de la morfina y a la que suelen añadírsele una serie de sustancias químicas para “cortarla”, lo que le da diversos grados de pureza. Los opiáceos sintéticos u opioides, son los que se que se elaboran en los laboratorios farmacéuticos, y entre los más comunes tenemos el Nubaín, el Demerol, la metadona, el Darvon, y el Temgesic. Cuando la persona consume algún opiáceo, independientemente de la vía de administración, éste llega a través del torrente sanguíneo al cerebro. En el caso de la heroína, una vez que llega al cerebro, es transformada en morfina mediante la acción de ciertas enzimas. La morfina se une a los receptores opiáceos en ciertas regiones del cerebro: la corteza cerebral, el área tegmental ventral, el núcleo accumbens, el tálamo, el tallo cerebral y la médula espinal. La morfina se una a los receptores opiáceos que están concentrados en áreas que son parte dela vía de la recompensa. La morfina que se une al tálamo, al tallo cerebral y a la médula espinal, es lo que produce sus efectos analgésicos. Cuando los opiáceos se unen a los receptores opiáceos en el núcleo accumbens, se eleva la producción de dopamina. Tres tipos de neuronas participan en la acción de los opiáceos: las que producen dopamina (a la izquierda de la foto), una terminal vecina que produce GABA, y la neurona postsináptica, que contiene receptores a la dopamina. El desarrollo de tolerancia a los efectos analgésicos de la morfina, involucra diferentes áreas del cerebro independientes de la vía de la recompensa. Estas áreas son el tálamo y la médula espinal. Ambas áreas son importantes en el envío de mensajes y son responsables de los efectos analgésicos de la morfina. Con el uso repetido de heroína, también ocurre dependencia. La dependencia se desarrolla cuando las neuronas se adaptan a la exposición repetida de la droga y solo pueden funcionar normalmente en presencia de la misma. Cuando la droga es retirada, se presentan varias reacciones fisiológicas. Esto se le conoce como el síndrome de abstinencia o supresión. El desarrollo de dependencia a la morfina también involucra áreas específicas del cerebro independientes de la vía de la recompensa: el tálamo y el tallo cerebral. Varios de los síntomas de abstinencia de la heroína o de la morfina, son generados cuando los receptores opiáceos en el tálamo y el tallo cerebral son deprivados de morfina. En resumen, regiones diferentes del cerebro son responsables de la adicción y la dependencia a la heroína y otros opiáceos. La adicción depende de la estimulación de la vía de la recompensa y la dependencia a la morfina, de la estimulación a nivel del tálamo y del tallo cerebral. Por lo tanto, es posible ser dependiente de la morfina, sin llegar a ser adicto (aunque si alguien es adicto, es muy probablemente que se vuelva dependiente). Esto es especialmente cierto para aquellas personas que son tratadas crónicamente con morfina para el dolor. Ellos pueden ser dependientes: si la droga se suspende, sufren un síndrome de abstinencia. Pero no son usuarios compulsivos de morfina, y no son adictos. MECANISMO DE ACCION DE LA MARIHUANA.La marihuana (cannabis), tiene una serie de compuestos químicos que son psicoactivos, denominados cannabinoides, siendo el más potente de ellos, el 9delta-tetrahidrocannabinol (THC). El cerebro normalmente produce cannabinoides endógenos y tienen receptores específicos. Los endocannabinoides funcionan como neuromoduladores y regulan la actividad, el aprendizaje, la memoria , la nociocepción y la motivación. Desempeñan un papel notable durante el desarrollo cerebral. Cuando el THC llega al cerebro se une a los receptores, que se encuentran localizados en el área tegmental ventral, el núcleo accumbens, el núcleo caudado, el hipocampo y el cerebelo. Es decir, el THC se concentra en la vía dela recompensa y en otras áreas. La acción del THC en el hipocampo explica su habilidad para interferir con la memoria y sus acciones en el cerebelo son responsables de la capacidad de causar incoordinación y pérdida del equilibrio Al parecer, el THC actúa de forma similar a los opiáceos, involucrando tres neuronas: la terminal dopaminérgica, otra terminal (que produce GABA) y la célula postsináptica que contiene a los receptores dopaminérgicos. Las consecuencias a largo plazo del abuso de marihuana son: La THC modifica la manera como la información sensora es procesada por el hipocampo. El hipocampo es crucial para la memoria del aprendizaje, la integración de las emociones y la motivación. A largo plazo, el abuso de marihuana produce el denominado Síndrome amotivacional, que se caracteriza por: apatía, baja energía, depresión, aislamiento, falta de iniciativa y motivación, poco interés en el autocuidado y en el futuro, falta de empatía, etc. MECANISMO DE ACCIÓN DE LOS INHALANTES.Los inhalantes ó inhalables, se clasifican en: Disolventes: industriales ó domésticos Gases: butano, propano, aerosoles, sprays, etc. Nitritos: nitrito de amilo (“poopers”) y nitrito de butilo Actúan de forma similar al alcohol y a las benzodiacepinas, aumentando la acción del sistema gabaérgico y elevando los niveles de dopamina. Sus efectos a largo plazo son muy serios: atrofia importante del tejido cerebral, pérdida de la audición, neuropatía periférica o espasmos de las extremidades, daño a la médula ósea, lesiones hepáticas y renales y agotamiento del oxígeno de la sangre. ANABÓLICOS ESTEROIDEOS.Su nombre correcto es esteroides anabólicos androgénicos. Son sustancias sintéticas relacionadas a las hormonas sexuales masculinas (andrógenos). Con el abuso, pueden tener efectos psicoactivos, tales como irritabilidad, aumento de la agresividad, euforia, aumento de energía, excitación sexual, cambios en el estado de ánimo, distracción, pérdida de la memoria y confusión mental. A largo plazo, producen síndrome de abstinencia. CONCLUSIÓN: La adicción es una enfermedad sumamente compleja en la que intervienen factores biológicos, psicológicos, sociales y espirituales. En este taller nos enfocamos exclusivamente a la comprensión del componente biológico de la enfermedad, que es importante conocer, ya que algunas de las características del comportamiento de un adicto son de origen biológico, y que por lo tanto, pueden ameritar un tratamiento farmacológico si pretendemos tener un mayor éxito en la recuperación. En la actualidad, existen varios tipos de farmacoterapia para apoyar al adicto en el control de ciertas actitudes que se encuentran fuera de su control, tales como su impulsividad, su dificultad en tomar decisiones adecuadas y su alterada percepción de la realidad. Es responsabilidad de todas aquellas personas que atienden a personas con problemas de alcoholismo y drogadicción el conocimiento de estos factores, y que se entienda que no existe una solución o tratamiento únicos para ésta problemática, sino que al ser una enfermedad multifactorial, el tratamiento debe de ser multidisciplinario, teniendo en cuenta que el adicto en un ser humano, no solo un enfermo, y por esto, debemos abordarlo de una manera holística, es decir, integral, incluyendo el análisis y la resolución de todos los aspectos de componen su enfermedad. BIBLIOGRAFIA Addiction. T. Robinson and K. Berridge. Annu. Rev. 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