Señor, Tú que le diste a José la capacidad de perdonar, ayúdanos recuperar la paz interior, para seguir caminando con fe y esperanza, creando espacios de salvación para las víctimas y para los victimarios. Espíritu Santo: Tú que descendiste sobre los apóstoles, ven en este instante, sobre nosotros, para que la Palabra que inspiraste al escritor sagrado ilumine nuestras vidas, y nos impulse a abrir caminos de reconciliación. Amén “1José no pudo contenerse más y gritó: ¡Salgan todos! Ninguno de sus siervos estaba presente cuando se dio a conocer a sus hermanos. 2Y se puso a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron. 3Les dijo a sus hermanos: Yo soy José. ¿Vive mi padre? Ellos estaban tan asustados por estar delante de él, que no podían contestarle. 4José les dijo: -Por favor acérquense a mí. Y cuando se le acercaron, agregó: -Yo soy su hermano José, el que ustedes vendieron; 5pero, no se aflijan ni se enojen con ustedes mismos, pues Dios me mandó antes que a ustedes para salvar vidas. 6Ya van dos años de hambre en el país, y todavía durante cinco años más no se cosechará nada. 7Dios me envió antes que a ustedes para hacer que les queden descendientes y para salvarles la vida. 8 Así que fue Dios quien me mandó a este lugar, y no ustedes; Él me ha puesto como consejero del faraón y amo de su casa, y como gobernador de todo Egipto. 9Vayan pronto a donde mi padre y díganle: -Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a verme. No tardes.10 Vivirás en la región de Gosén, junto con tus hijos y nietos, y con todos tus animales, con todo lo que tienes. Así estarás cerca de mí. 11Aquí les daré alimentos a ti y a tu familia, y a todos los tuyos. 12Mi hermano Benjamín y ustedes son testigos de que yo mismo he dicho esto. 13Cuéntenle a mi padre a cerca de mi autoridad en Egipto y de lo que han visto. ¡Pronto, vayan a traer a mi padre. 14José abrazó a su hermano Benjamín, y comenzó a llorar. También Benjamín lloró. 15 Luego, José besó a todos sus hermanos, y lloró al abrazarlos. Después sus hermanos se atrevieron a hablarle.” (Génesis 45, 1-15) -¿CÓMO SE DA A CONOCER JOSÉ A SUS HERMANOS? -¿CÓMO REACCIONAN ELLOS? -¿QUÉ LE MANDA DECIR A SU PADRE JACOB? José es nieto de Abraham e hijo de Jacob; de ser el hijo predilecto pasó a esclavo y de encarcelado a ministro. Sus hermanos lo traicionaron y lo vendieron como esclavo. Pero “Dios asistió a José y lo cubrió con su misericordia” (Génesis 39, 2 y 21) José pudo haberse vengado. Sin embargo, los puso a prueba y ante su positiva respuesta les declara: “Para salvar vidas me envió Dios delante de ustedes. … No fueron ustedes los que me enviaron acá, sino Dios” José, al fin de sus días anunciará: “Dios los llevará a la tierra que prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob” (Génesis 50, 24) (Lee y medita la historia de José en el libro del Génesis a partir del capítulo 37.) La fe le enseñó a José a sanar sus heridas y a perdonar; esa misma fe nos ilumina cómo superar odios, rencores, venganzas, depresiones y desesperanzas. Porque fe es comprender que la voluntad de Dios es todo un plan para salvar, especialmente a los pobres, a los que sufren y a las víctimas de las injusticias. . . . ES FE QUE RESCATA, RECONCILIA Y DA ESPERANZAS -¿Estoy dispuesto a perdonar a quien me ha hecho mal, y a brindarle ayuda desinteresada, si la necesita? -¿Cómo son mis relaciones con mis hermanos, con mis padres y con mis demás familiares?