Maternidad y movilidad laboral en España

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Maternidad y movilidad laboral en España
Lapuerta, Irene (irene.lapuerta@unavarra.es)
Domínguez, Marta (marta.dominguezfolgueras@sciences-po.fr)
González, M. José (mjose.gonzalez@upf.edu)
El objetivo de este trabajo es analizar las trayectorias laborales en torno al
nacimiento del primer hijo/a y evaluar su impacto en la posición laboral de las
mujeres. La hipótesis central es que, a pesar de las leyes de protección
implícitas en el sistema de licencias parentales en España, la maternidad
penaliza a las mujeres trabajadoras, especialmente cuando se acogen a
interrupciones laborales por cuidado de hijos relativamente largas. La
penalización se mide a través de los cambios que experimentan las madres
trabajadoras en términos salariales o de movilidad ocupacional en
comparación a las mujeres sin hijos. Este estudio se enmarca en un contexto
institucional especialmente desfavorable para la conciliación de la vida
laboral y familiar y en un contexto de crisis que, además, introduce más
precariedad e inseguridad a los trabajadores. El estudio se ha realizado con
los micro-datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL, olas 20052012).
Los primeros resultados descriptivos de la MCVL indican que existe una
escasa utilización de las licencias por parte de los hombres, solo el 0,8% de
los varones en el periodo 2006-2008, frente al 20,4% de las mujeres. Además,
los padres optan casi exclusivamente por la reducción de jornada,
especialmente en el caso del segundo hijo y sucesivos, mientras que las
madres reflejan una mayor diversificación. En concreto, entre las mujeres, el
10,9% habían reducido su jornada para atender el cuidado de su primer hijo,
el 7,2% disfrutó de una excedencia y el 2,7% utilizó ambos recursos. Entre las
madres que usaron ambas licencias, la pauta seguida en el 80% de los casos
fue disfrutar primero de una excedencia y, posteriormente, reducir la jornada
1
laboral. En los análisis actualmente en curso estudiamos el impacto de las
diferentes estrategias de conciliación (uso de licencias) en el salario y la
movilidad ocupacional.
Gráfico 1: Tasa de incidencia de las licencias parentales entre los padres ocupados*
que tuvieron un hijo en el año 2006, según tipo de recurso utilizado, el sexo del
titular y rango del hijo. España: periodo de observación 2006-2008.
Mujeres:
Primer hijo
Segundo y
sucesivos hijos
Hombres:
Primer hijo
Reducción de jornada
Excedencia
Segundo y
sucesivos hijos
Ambos recursos
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22
Tasa (%)
*Ocupados por cuenta ajena en el momento de su nacimiento.
Fuente: MCVL, olas 2005-2008.
Descripción del trabajo empírico
El análisis empírico de este trabajo se basa en los datos de la Muestra Continua de
Vidas Laborales (MCVL) y, concretamente, en sus ocho olas del periodo 2005-2012.
Esta fuente de información proporciona un conjunto de microdatos individuales
extraídos de tres registros administrativos: la Seguridad Social, el Padrón Continuo
Municipal y la Agencia Tributaria. La MCVL incluye información de más de un millón de
individuos que, en cada año de referencia, han mantenido alguna relación con la
Seguridad Social, bien como cotizantes, bien como perceptores de prestaciones de
carácter contributivo (MTAS, 2006; Durán, 2007). De este modo, a partir de la
información de la Seguridad Social, disponemos de las bases de cotización mensual de
los individuos, las fechas exactas de entrada y salida del mercado de trabajo, así como
de los cambios que hayan podido producirse en el seno de una relación laboral o los
2
periodos de cobro de determinadas prestaciones. A esta información se añaden las
fechas de nacimiento y el sexo de los convivientes, procedentes del Padrón Continúo
Municipal1, y la información fiscal, extraída de la Agencia Tributaria. En consecuencia,
gracias a la MCVL podemos reconstruir, con elevado grado de detalle, la vida laboral de
los trabajadores y, por ende, estudiar los factores que influyen en la situación
ocupacional de las madres tras el nacimiento de los hijos y las penalizaciones salariales
derivadas de la maternidad.
Sin embargo, la MCVL también presenta algunas limitaciones (García-Pérez, 2008;
Lapuerta, 2010). La primera de ellas está relacionada con el modo en que se define su
población de referencia que, tal y como avanzábamos al principio de este epígrafe,
está formada por las personas que han mantenido una relación administrativa con la
Seguridad Social. Por lo tanto, quedan excluidos de la MCVL las personas cubiertas por
otros sistemas de previsión social distintos a la Seguridad Social, como los funcionarios
de clases pasivas o algunos profesionales liberales, que representan el 5% de la
población española (Durán, 2007)2. En segundo lugar, aunque en la MCVL podemos
distinguir los episodios de reducción de jornada o de excedencia, no sucede lo mismo
con los permisos de maternidad, paternidad o lactancia, que quedan asimilados a la
situación de ocupación en la que se originan. Tampoco podemos diferenciar los
periodos de desempleo en los que el individuo no percibe ninguna prestación de los
periodos de inactividad. Por último, la tercera limitación está relacionada con el hecho
de que, al tratarse de una fuente de información administrativa de carácter individual,
no podemos incluir en el análisis la perspectiva de la pareja, ni tampoco la relativa a las
preferencias de los individuos.
Teniendo en cuenta estas limitaciones, para el análisis descriptivo de las transiciones
se ha seleccionado una submuestra de 52.287 mujeres que, en el año 2005,
compartían una triple característica: (1) tenían entre 25 y 35 años (2) no tenían hijos y
(3) mantenían una relación administrativa con la Seguridad Social (bien como
cotizantes, bien como preceptoras de prestaciones de carácter contributivo). En
1
La información padronal se incluyó por primera vez en la ola del 2005. Por esta razón, en este trabajo no
se utiliza la primera ola de la MCVL, referida al año 2004.
2
Tampoco forman parte de la MCVL los individuos que trabajan en la economía sumergida y los
inactivos o desempleados que no perciben ninguna prestación. Sin embargo, estos colectivos quedan
excluidos de nuestro objeto de estudio, ya que no son titulares de los derechos de excedencia y de
reducción de jornada por cuidado de hijos.
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consecuencia, está selección muestral permite explorar las transiciones de estas
mujeres a la maternidad en los siete años siguientes (2006-2012) y, lo que es más
interesante, las penalizaciones laborales asociadas a su nacimiento, bien a través de un
cambio en su situación ocupacional, bien a través de una reducción de sus ingresos
salariales.
En concreto, las variables dependientes de este estudio serán:
a. La situación ocupacional mensual principal en el mes de referencia: incluye 7
categorías (1) trabajo a tiempo completo, (2) trabajo a tiempo parcial, (3)
excedencia por cuidado de hijos, (4) la reducción de jornada por guarda legal,
(5) desempleo con prestación (6) desempleo sin prestaciones e inactividad, (7)
autónoma.
b. Bases de cotización en el mes de referencia: es un proxy del salario, que
incluye el prorrateo de las pagas extras, a partir del cual se calculan
posteriormente la cuantía de determinadas prestaciones contributivas (ej.
pensiones, desempleo y permisos de maternidad). No incluye las horas extras y
está limitada por un tope mínimo y máximo fijado por la Seguridad Social
(fijados en el año 2012 en 754,28 y 3.867,02 euros).
c. Salario anual: recoge los ingresos anuales de la trabajadora, declarados por el
empleador. Incluye las horas extra. No tiene topes máximos. Sin embargo, no
contiene información sobre las autónomas, ni las mujeres residentes en País
Vasco y Navarra.
Como variables de control en el modelo tenemos las características sociodemográficas
de la madre (la edad, la edad al cuadrado, el nivel de estudios, la nacionalidad); las
características familiares (número de hijos, si se trata de un parto múltiple, si hay
adultos de tercera generación conviviendo en el hogar); las características laborales
(tipo de contrato, el sector de actividad, la antigüedad laboral, el número de
trabajadores en la empresa o centro de trabajo, la antigüedad en el mercado de
trabajo); e institucionales y contextuales (tasa de desempleo femenino en la provincia
de residencia, tasa de escolarización infantil en la CCAA, periodo).
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