ANÁLISIS DEL DISCURSO EN COMENTARIOS DE NOTICIAS: EL ESTUDIO DE CASO DEL ASESINATO DE JIMMY André Sören Romero. Fundación iS+D. andresoren@isdfundacion.org María Jesús Rosado Millán. Presidenta de la Fundación iS+D. Profesora Asociada UC3M. mrosado@isdfundacion.org Resumen Con la conceptualización del paradigma de la sociedad red (Castells, 1996) y la era de la información, el uso de tecnologías que permiten la comunicación entre individuos de la red de redes (internautas) para comunicarse de manera sincrónica (mensajería instantánea, salas de chat) o asincrónica (correo electrónico, foros de discusión, comentarios en webs) ha permitido a los investigadores de Ciencias Sociales acceder a la construcción discursiva por parte de los individuos en un plano virtual, abriendo la puerta a fuentes de datos cualitativas –y cuantitativas– potencialmente infinitas. Partiendo de la tradición pragmática del ciberlenguaje (Crystal, 2002), se hace una propuesta metodológica de análisis del discurso en espacios asincrónicos, ejemplificando el análisis con un estudio de caso en foros de noticias extraído de una investigación sobre violencias y masculinidades en el mundo del fútbol llevada a cabo por la Fundación iS+D. La problemática que se ha encontrado en las distintas tradiciones del análisis del discurso, teniendo como material las interacciones asincrónicas y permanentes en tecnologías digitales, ha sido la indefinición a la hora de identificar una propuesta de contexto de análisis del texto sobre el que sustentar la práctica metodológica, tal como ha sucedido en Kantrowitz-Gordon (2012) y Martínez-Lirola (2012). En esta ponencia abordamos, a través de un estudio de caso, una propuesta sobre cómo centrar el contexto del texto a través de las herramientas que facilitan los foros de noticias de periódicos y que, en mayor o menor medida, están estandarizándose en su diseño e implantación. La metodología empleada se focaliza en identificar los consensos y disensos con los que se llegan a cristalizar los discursos de los internautas a través de contextualizar la normalidad, entendiéndolo como lo más aceptado en términos de Durkheim (2004), en función de la ideología política y línea editorial del portal de noticias, la evolución del tratamiento informativo en distintos medios de comunicación sobre la temática a investigar y los medios de valoración de comentarios establecidos en la tecnología empleada en cada portal de noticias. Palabras clave: análisis del discurso; investigación; violencia; fútbol; estudio de caso Introducción En el presente artículo se expone la metodología de análisis que forma parte de una investigación en curso y que lleva por título “La construcción de la violencia en los procesos de socialización de masas”. Esta investigación tiene como objetivo ver cómo se construye el discurso de la violencia en el fútbol en España, entendido este no como práctica deportiva sino como socializador de masas. Este artículo tiene por objetivo, además de mostrar parte del análisis que se está desarrollando en la investigación descrita anteriormente, exponer un caso práctico de análisis de comentarios de noticias y la justificación teórica que apoya dicho análisis y sobre la que se ha sustentado. El corpus de textos de análisis de este artículo lo conforman todas las noticias publicadas en el diario ABC relacionado con el asesinato del seguidor del club de fútbol Deportivo de A Coruña en los aledaños del Estadio Vicente Calderón la mañana del 30 de noviembre de 2014, siendo el período de extracción de las noticias desde el 30 de noviembre hasta el 15 de agosto del 2015, no siendo objeto de análisis las noticias publicadas con posterioridad a esa fecha. En total, conforman el corpus de análisis 59 noticias, de las que 23 cuentan con comentarios en ellas. Se llevará a cabo un breve recorrido por la propuesta teórica que sirve para fundamentar el análisis, haciendo especial hincapié a la problemática surgida con la identidad en la Comunicación Mediada por Ordenador (CMO) y la amplificación y limitación que supone la infraestructura de la plataforma en la que se lleva a cabo la interacción entre personas o entre personas y máquinas, para posteriormente presentar el análisis de comentarios en noticias de un periódico en línea en donde se expone la posibilidad del análisis del discurso digital hacia nuevos horizontes al integrar la infraestructura y ver la construcción de disenso en el propio espacio comunicativo en torno a lo que se tolera como violencia. Discurso digital y el acercamiento Cuando se habla en Ciencias Sociales, y sobretodo en Sociología, sobre análisis del discurso, se hace referencia a una práctica investigadora basada en identificar representaciones sociales en producciones eminentemente lingüísticas y que están delimitadas y diferenciadas por una serie de variables criterio en función de los intereses del/la analista en torno al material seleccionado previamente. El análisis del discurso tiene distintas tradiciones y escuelas según el origen y líneas de pensamiento que conceptualizan el discurso de distinta forma (Djik, 1985), pero todas tienen en común la identificación del discurso como líneas de enunciación simbólica del lenguaje que representan posiciones sociales, tal como exponen Lewandowski (1992) o Alonso (1998) en la tradición sociológica de este conjunto de herramientas para el análisis y en la que este artículo intentará posicionarse. Así, el análisis del discurso, en sus distintas corrientes teóricas con objetivos de investigación diferenciados y sus ambigüedades (Djik, 1990, p. 44) “consiste en producir descripciones explícitas y sistemáticas de unidades del uso del lenguaje al que hemos denominado discurso” (Djik, 1990, p. 45). El concepto de discurso ha sido adaptado a las nuevas realidades sociales construidas o readaptadas al impacto social que han tenido las TIC desde principios de los años 90 hasta la actualidad, conceptualizando y reflexionando acerca de la importancia de la mediación entre la interacción entre actores y entre actores y máquinas, dando lugar a distintas escuelas de análisis. El discurso digital presenta unas características de un proceso de hibridación propio debido a las competencias adquiridas por los/as usuarios/as de los ordenadores para escribir con cada vez más rapidez, la suma de la oralidad y la textualidad en un nuevo género discursivo (digital) al escribir de una manera más directa y cercana y alejada de la escritura clásica de cartas redactadas a mano y la posibilidad de servirse de otras herramientas comunicativas además de la escritura, como es el uso de imágenes para la comunicación o el uso de emoticonos para expresar sentimientos, tal como abordó David Crystal (2002) al analizar el nuevo lenguaje empleado en espacios virtuales de Internet. Ante esto, cabe reseñar que el híbrido lingüístico formado por el binomio oralidad + textualidad presentado por Crystal se adapta a cada espacio comunicativo en función del grado de formalidad y el contexto en el que se lleva a cabo. De esta forma, en un contexto más formal como la escritura de un correo electrónico en un contexto laboral tendrá menos componente de oralidad que en un espacio comunicativo sincrónico como puede ser una aplicación de smartphone de mensajería instantánea en la que la comunicación es a tiempo real y fluida entre los dos o más interactuantes presentes en la conversación. El discurso digital lo conforma el texto escrito, el mediado por emoticonos, imágenes y vídeos que redefinen lo escrito o que se redefinen a sí mismas e hipervínculos a otros espacios para argumentar una posición expuesta, siendo un medio más rico en heterogeneidad de lo que se puede pensar en un primer momento. El acercamiento que se presenta en este artículo tiene dos grandes fuentes de inspiración: la CMDA de Susan Herring y la etnografía virtual conceptualizada por Christine Hine: a) La CMDA (Computer Mediated Discourse Analysis) propuesta por Susan Herring (2001), en su acercamiento desde la Lingüística y la Sociología al discurso mediado por ordenador, y en la que se hace hincapié en las propias características de la Comunicación Mediada por Ordenador (CMO) para reformular la noción de discurso y apuntalarla a un nuevo medio carente de corporalidad en donde la construcción del mundo se hace a través de la propia escritura en función de las propiedades de la interface (conexión entre la parte computacional y la parte humana de las relaciones mediadas por ordenador) que define las posibilidades de la interacción entre individuos. La propuesta de Herring toma en cuenta cuatro aspectos del lenguaje para analizar el contenido: su estructura, su significado, la interacción y la conducta social. Todo esto partiendo de la premisa de que toda acción social significativa deja una huella textual en espacios comunicativos virtuales. En estos nuevos espacios, en donde impera una relación con la identidad muy diferente a las relaciones cara a cara que habían conceptualizado Erving Goffman (1971) y la corriente etnometodológica iniciada por Harold Garfinkel (2006) a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. b) La etnografía virtual propuesta por Christine Hine (2004) presenta una diferenciación clave en el acercamiento que presentamos al análisis del discurso en comentarios de noticias en tanto en cuanto su propuesta ordena la bibliografía relacionada con los estudios digitales y/o en Internet al presentar este y las relaciones de las que se deriva como “artefacto cultural”, entendido como un nuevo lugar donde se puede dar la interacción social y como un lugar donde se gesta la cultura ajena a otros espacios, siendo esta segunda concepción una de las claves para entender el género discursivo en el que el análisis del discurso tendrá que centrarse en buscar el disenso y no el consenso entre las intervenciones de los/as usuarios/as. El aporte de este planteamiento teóricometodológico para la propuesta de análisis radica en el efecto que tiene directamente el medio (entendido como contexto o como infraestructura pensada como interface) en el comportamiento de los individuos. Este comportamiento al que se hace referencia se refiere a la identidad construida por el individuo en ese espacio y que sirve como referencia para la interacción. Basándose en una concepción deslocalizada de los individuos que interactúan en la red, en donde la corporeidad de los individuos no es requisito para interactuar, el hecho de facilitar una tecnología accesible para la creación de identidades en las que los/as usuarios/as se redefinen constantemente de una manera más activa y directa que en otros espacios comunicativos, tal como profundizaron la propia Christine Hine o Joan Mayans, donde este último explica al respecto que «el ciberespacio proporciona oportunidades para jugar con aspectos de uno mismo que no son totalmente ajenos al self, pero que pueden estar inhibidos en la vida real». (Mayans, 2002, p. 196). De esta manera, un individuo puede estar presente en un espacio comunicativo y comportarse de una manera distinta a como lo haría en un espacio comunicativo en el que la identidad fuese declarada, como puede ser la red social Facebook en la que la interacción se da entre individuos ya conocidos y declarando previamente su identidad. La construcción de la identidad, que afecta directamente al género discursivo, tiene como componente una de las características clave del género discursivo que nos ocupa. El anonimato y la interacción entre desconocidos/as. La posibilidad de interactuar en un foro, en los comentarios de un blog, en Twitter o comentar en las noticias de un medio de comunicación con personas desconocidas situadas en otra parte del globo es una de las características fundamentales del género discursivo digital y que es consecuencia de la no presencia y de la construcción de la identidad por parte del/la usuario/a. Para el acercamiento al análisis de comentarios de noticias partimos de la concepción de que el texto pertenece a un tipo de género en el que está inscrito, funcionando como estructura estructurante, y todo género conforma un discurso en sí mismo, en función de la construcción de lo que es tolerable y no tolerable en el uso y empleo de la violencia violencia. Esta concepción discursiva se englobaría en el acercamiento de corpus driven presentado por Tognini-Tonelli (2001) al extraer las categorías de análisis del propio corpus de texto. Interface estructurante La interacción entre usuarios/as en red se lleva a cabo en espacios comunicativos con una serie de características que permiten uno u otro tipo de interacción, o fomentando algún tipo en detrimento de otro. Esta interacción está abiertamente condicionada a las características del espacio comunicativo y sus posibilidades ya que no se podrá realizar una videollamada en un espacio que no se haya creado para tal fin, de la misma forma que no se podrá mandar un mensaje privado en un medio en el que todos los mensajes sean de carácter público, por ejemplo. La infraestructura, conceptualizada como interface al ser el conector entre la petición del individuo y la respuesta de la máquina, es clave a la hora de la concepción del discurso digital y de sus posibilidades, ya que cada situación de interacción tiene un modelo de textos con su propio género discursivo (Bajtín, 1982), en donde cada cambio introducido en la infraestructura de las distintas tecnologías de CMO ha tenido como consecuencia una redefinición de lo que es el género discursivo y qué debería abarcar, teniendo diferentes orígenes y distintos resultados (Cantamutto, L. y Vela Delfa, C., 2016). Cantamutto y Vela Delfa (2016) presentan un modelo de propiedades para clasificar la comunicación digital según las características de la infraestructura de la plataforma y el impacto que tiene en el lenguaje empleado, presentando dicotomías mutuamente excluyentes de monomodal/multimodalidad, visual/verbal, oralidad/escrituralidad, breve/extenso, estático/dinámico. La importancia de esto, recalcando que se trata de clasificaciones de tipos ideales weberianos y en el que las tecnologías sufren procesos de hibridación en donde se cruzan características de categorías que serían opuestas pero que la lógica de Internet ha integrado en una misma infraestructura, es que nos permite clasificar previamente el tipo de género discursivo que esta interface tendrá, por lo que, por ejemplo, no sería adecuado que el corpus de textos estuviese formado por textos procedentes de infraestructuras que producen géneros discursivos muy diferenciados, como puede ser el texto generado en una plataforma de comunicación sincrónica en formato chat como Whatsapp, la plataforma de mensajería instantánea para smartphones, y el texto generado en una plataforma de comunicación asincrónica como un foro de discusión en el que la interacción no se hace de manera sincrónica y el contenido es clasificado y fácilmente accesible en cualquier momento. En el género que nos ocupa, los comentarios en foros de noticias de prensa, que estarían clasificados como multimodales/verbales/escriturales/breves/estáticos, tiene una serie de características que lo diferencian del resto de espacios comunicativos de Internet por la arquitectura de la información. En el caso de ABC, diario en el que se han analizado los comentarios de noticias que conforman nuestro corpus de textos, presenta unas características diferenciadoras que limitan y potencian las posibilidades discursivas de los/as usuarios/as del foro de comentarios de noticias registrados en el portal de noticias. A saber: - Obligatoriedad de estar registrado/a en el portal de noticias para poder comentar en los foros de noticias. - Autodefinición del/la usuario/a a través de un nick y una imagen como avatar. - Conexión con redes sociales para facilitar el registro y acceso a la plataforma de comentarios de noticias. - Posibilidad de responder a otro comentario de un/a participante del foro o compartirlo. - Posibilidad de valorar positiva o negativamente un comentario de un/a participante del foro. - Presentación de los comentarios según el orden cronológico del comentario (en el caso de las respuestas a estos, sigue la ordenación de la fecha del comentario original al que están respondiendo). La unidad del análisis de esta investigación es el comentario, apoyado en la infraestructura del propio medio en el que queda alojado y las posibilidades y limitaciones que este ofrece. A través del comentario se hacen las aportaciones discursivas de cada interactuante, auspiciadas de las posibilidades que la infraestructura permite realizar como el hecho de contestar a un comentario y que se establezca una conversación, o subtema, en torno a una propuesta expuesta por uno de los interactuantes. Esta idea del comentario como intervención objeto de análisis está basada en la propuesta de Constantino (2006), aunque amplificándola para hablar de micro-unidad de análisis en cada comentario y sus correspondientes respuestas incluidas a raíz de esta primera intervención y la valoración que se hace de cada comentario (número de valoraciones positivas y número de valoraciones negativas) en cada intervención para ver el grado de aceptación de los interactuantes de ese comentario, entendiendo así qué es la normalidad (Durkheim, 1993) y ver qué desviaciones percibe la comunidad de interactuantes en cada comentario a través de la valoración de este. El problema metodológico subyacente a analizar la normalidad a través de la valoración de las intervenciones de cada interactuante es que existe la posibilidad de expresar más de una idea en un comentario o que la propia argumentación incluya ideas ajenas a la normalidad que generen subtemas y que sean aceptados por la comunidad. Es decir, existe una correlación entre la longitud de la intervención en cada comentario, la claridad de la exposición de argumentos e ideas en este y la posibilidad de analizar la valoración para situar la normalidad y lo aceptado por la comunidad, ya que cuanto más larga sea la intervención, más posibilidades existen de que la argumentación permita subtemas o ideas que se salgan de la normalidad y favorezcan una aceptación positiva por la comunidad, pero no en todos los puntos del argumentario presentado por el interactuante. Hechos sociales y discursos Los discursos, sin importar de que se trate de un espacio físico o virtual, se construyen a través de la experiencia de los interactuantes, de donde extraen la información con independencia de su grado de tratamiento e ideología, y donde otorgan un significado al significante en términos saussarianos (2004). En la investigación que nos ocupa, la construcción social de la violencia toma como significante los hechos acontecidos el 30 de noviembre de 2014 a las 8:50h en los aledaños del Vicente Calderón, estadio del Atlético de Madrid, entre seguidores (calificados como “ultras”, “radicales”, “violentos” o “hooligans”) del Deportivo de La Coruña y del Atlético de Madrid de sus agrupaciones de aficiones conocidas como Riazor Blues y Frente Atlético, respectivamente. El altercado entre ambas aficiones se saldó con el asesinato de Francisco Javier Romero, conocido como “Jimmy”, 11 heridos y 21 detenidos ese mismo día, a los que se sumarían varias detenciones a lo largo de los siguientes meses conforme se avanzaba en la investigación policial de los hechos. Este acontecimiento tuvo gran repercusión en los medios de comunicación e incluso en la agenda política, siguiendo cada medio un acercamiento a la noticia diferente en función de su línea editorial y evolucionando el tratamiento del altercado, así como de la opinión pública, tras lo planteado en un primer momento por el medio de comunicación analizado a raíz de las pesquisas policiales que fueron conociéndose conforme avanzaba la investigación. El acercamiento de los medios de comunicación en España a este suceso ha evolucionado de manera diferenciada en función de la pesquisa inicial que ha seguido en un primer momento. Esto ha tenido un impacto en la construcción del discurso ya que la información ofrecida por los medios de comunicación ha sido el significante sobre el que se ha otorgado un significado discursivo. Así, en un primer momento, el rechazo generalizado a la violencia y a los calificados como “ultras”, igualando a Riazor Blues y Frente Atlético, fue la línea editorial a seguir, justificándose a través de una serie de pesquisas que poco a poco la investigación policial fue descartando. Aún con esto, el impacto en la opinión pública y la construcción del discurso por parte de esta a través de la información ofrecida por los medios de comunicación apuntó hacia una construcción de la violencia y un rechazo de esta, desembocando en un discurso de tolerancia cero ante los que emplean la violencia (perpetradores). Tratamiento del suceso en ABC y la construcción del hecho social A lo largo del tratamiento informativo del suceso, en el caso de ABC1, se han detectado cambios en la forma de presentar la información en torno al caso del asesinato de Jimmy. A continuación se presentan los principales titulares y un pequeño resumen del contenido y la agenda planteada en cada noticia para resumir y fundamentar los giros discursivos en la construcción del hecho social y el posterior impacto que tuvo en la construcción discursiva de los comentarios de noticias. 30-11-2014 (noticia actualizada hasta el día 2-12-2014) Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo En esta noticia, actualizada hasta dos días más tarde del suceso, se presenta al fallecido como hincha radical de una facción de la hinchada del Deportivo de La Coruña que era diferente, al ser más dura que los propios radicales de la que formaba parte, mientras que el Frente Atlético está formado por “seguidores violentos” del Atlético de Madrid: «Hincha radical del Deportivo de La Coruña y miembro de “los suaves” la sección más dura de los Riazor Blues… Los hechos ocurrieron durante una reyerta multitudinaria desatada a las nueve menos veinte de la mañana entre individuos de su grupo con otros del Frente Atlético, formado por seguidores violentos del Atlético de Madrid». 1 El giro editorial hacia otros enfoques del suceso ha ocurrido en otros medios analizados en la investigación, pero ajenos a lo presentado en este artículo. En esta primera noticia se comienza a establecer la agenda marcada de la línea editorial en la que se sugiere que la culpa del fallecimiento de una persona radicaba en los propios seguidores gallegos, al comprar las entradas con una numeración correlativa que indicaba que habían sido adquiridas a la vez: «Tras los gravísimos sucesos, sin embargo, se comprobó que los hinchas radicales del Dépor no solo se habían desplazado hasta la capital, sino que incluso habían comprado todos juntos las entradas, como lo demuestra que éstas tuvieran una numeración correlativa…». 1-12-14 Crimen en el Manzanares, «los radicales no tienen sitio ni dentro ni fuera de los estadios» Esta noticia es una actualización con la intervención de actores políticos y mediáticos en el mundo del fútbol en torno a lo sucedido el día anterior. Se subraya la exculpación de la policía por parte de Cristina Cifuentes, en ese momento delegada de gobierno en la Comunidad de Madrid, ya que de conocer que irían «radicales» se hubiese considerado de alto riesgo el partido de fútbol y se hubiesen tomado mayores medidas de seguridad, apoyando la versión de la policía al considerarlo de bajo riesgo y no haciendo un despliegue para impedir el choque entre aficiones. Se subraya el comunicado emitido por los Bukaneros del Rayo Vallecano en el que afirman no estar implicados en el altercado de la muerte de Jimmy, calificando a estos como «grupo de radicales». 1-12-14 «Jimmy», el hincha fallecido de los Riazor Blues, tenía antecedentes por malos tratos, robo con violencia y tráfico de droga En la noticia publicada un día después del asesinato de Jimmy, se hace hincapié en los delitos anteriores cometidos por este. En este punto de la cronología, parece clara la agenda de culpabilizar a los Riazor Blues por desplazarse e igualarla a los agresores al presentar al fallecido como un individuo con antecedentes, recalcando este hecho sin aclarar si se trataba de antecedentes penales o policiales y si estuvo o no en prisión por tales delitos. 1-12-14 Atacan una sede del Atlético en Sevilla por la muerte de «Jimmy» El titular no corresponde con el contenido de la noticia, ya que no es una sede, sino un restaurante frecuentado por seguidores del Atlético de Madrid en el que el propio dueño del restaurante añade que también acuden seguidores de otros equipos. En este punto, un día más tarde de lo ocurrido, se iguala a un nivel de tratamiento periodístico, y que tiene su impacto en el discurso analizado de los comentarios de noticias, a la parte de la afición agresora y a la parte de la afición agredida, pudiendo tener este suceso en Sevilla ninguna relación con lo acontecido el día anterior. 2-12-14 ¿Cómo puede prevenir la Policía una batalla campal entre ultras? En la noticia se obvia mencionar al Frente Atlético y la prevención expuesta en el titular de la noticia recae en la culpabilización de los miembros de Riazor Blues por contratar un autobús en la provincia de Lugo, provincia colindante a A Coruña a escasos 100 kilómetros la una de la otra, usar un coche como «lanzadera» para ser prevenidos de posibles controles policiales y comprar las 100 entradas a través de intermediarios/as para no alertar a la policía. 3-12-14 El Atlético ha expulsado del club a 46 aficionados en los últimos cinco años En el artículo se resumen las medidas adoptadas por el club para erradicar a los violentos de sus gradas. Es importante esta noticia ya que es la primera vez desde el suceso que en este medio se califica al Frente Atlético como «grupo radical» de manera indirecta y se aborda la permisividad del club con este colectivo: «Aunque el Atlético de Madrid no cuenta con un registro oficial de las personas que integran el Frente Atlético, un portavoz de la entidad explicaba que a partir de ahora se prohibirá la entrada al Calderón a todas aquellas personas que sean identificadas por la policía como miembros del grupo radical o por haber protagonizado altercados violentos… La decisión de expulsar al Frente Atlético, que se ubica en el Fondo Sur del estadio rojiblanco, pasa también por clausurar el pequeño almacén con el que contaba en uno de los vomitorios que da acceso a su grada». 16-12-14 Operación Neptuno detenidos dos presuntos autores del asesinato del ultra del Deportivo La noticia es una actualización del curso que está tomando la operación para buscar a los culpables y a los involucrados en el suceso del día domingo 30 de noviembre. De esta noticia destaca la línea editorial que dos semanas después sigue manteniendo el diario. 17-12-14 Ultra Boys y Riazor Blues, enemigos con cuentas pendientes Dos semanas y media después del suceso, cambia la línea editorial en relación a la motivación para la pelea entre las dos aficiones. En este caso, pese a no mencionar al Frente Atlético como radicales, se especula sobre la presencia de Ultra Boys, un colectivo similar a los gallegos y madrileños, justificándolo con los enfrentamientos previos con los Riazor Blues. Además, se expone que los madrileños habían tenido enfrentamientos previos con los Riazor Blues, por lo que varía la línea editorial seguida en un primer momento, que apuntaba a que no se tendría que considerar un partido de alto riesgo puesto que no había historial de peleas entre ambas aficiones. Entendiendo esto, para el análisis del discurso digital en comentarios de noticias de prensa es necesario hacer un análisis previo del medio de comunicación, su línea editorial y el acercamiento que hace este medio al fenómeno objeto de estudio, ya que conforma el contenido discursivo que, muy probablemente, se desarrollará en los comentarios de noticias. Es decir, si la infraestructura condiciona el género discursivo, en tanto en cuanto amplifica o delimita determinadas prácticas discursivas, el contenido de la noticia en la que se realiza el comentario fija en la mayoría de los casos el acercamiento que hacen los/as usuarios/as a esta noticia, compartiéndola y refutándola en la mayoría de los casos y justificando la agenda aceptada y promocionada por el medio de comunicación. En el caso que se presenta en este artículo, se analiza el periódico ABC en su formato digital, espacio que permite realizar comentarios por usuarios/as registrados/as y alojarlos de manera indefinida en cada noticia, si han pasado previamente las normas de moderación interna2. El corpus de texto que conforma el análisis está compuesto por un universo de 59 noticias, de las cuales 23 de ellas cuentan con comentarios potencialmente analizables. La construcción de la violencia y medios de socialización de masas (copiar y pegar teoría) Un acercamiento a la violencia (1-2 páginas como mucho). Def. de Bourdieu sin entrar en una revisión pormenorizada del tema. No es el objetivo del artículo La violencia es un fenómeno social presente en el imaginario colectivo de la gran mayoría de las sociedades. Pero su presencia no oculta la dificultad de su conceptualización al tratarse de un término polisémico cuyos límites no aparecen delineados con claridad. Está claro que si alguien le propina una paliza a alguien está cometiendo un acto violento, pero ¿ocurriría lo mismo si se trata de un azote a un niño que desobedece a su madre? o ¿de unos vertidos tóxicos que alteran un ecosistema? o ¿de una corrida de toros? 2 En el caso que nos ocupa, al realizarse la extracción de las noticias y los comentarios en estas el 15 de agosto de 2015 las noticias habían sido inhabilitadas para poder hacer más comentarios y los existentes ya habían sido moderados o eliminados en algunos casos, por lo que no se hace mención a la importancia de la moderación. Lo mismo sucede cuando se considera la violencia, no por sus actos, sino por su contenido: ¿es dominación o supervivencia?; o por su razón de ser: ¿es instintiva o cultural? Quizá la indefinición no provenga tanto del concepto violencia en sí mismo, como de la dificultad de acotar sus componentes: ¿qué actos se consideran violentos y cuáles no?, ¿qué componentes la integran y cuáles no?, ¿son biológicos o culturales? En ambos casos, tanto los actos que se consideran violentos como la finalidad de la violencia responden a construcciones culturales, pues son las sociedades humanas las que establecen, en cada momento, el significado de un concepto, así como los límites en los que opera. Desde esta perspectiva, hay que situar la violencia en un contexto temporal y societario concreto, ya que la consideración de lo que es y no es fluctúa a medida que lo hace la sociedad en la que se inserta este fenómeno. La dificultad de definir el concepto violencia es puesta de manifiesto por diversos autores (de Haan, 2008; O’Moore, 2006; Imbusch, 2003; Aróstegui, 1994; Baladrón Pazos, 2004; Imbusch, 2003). El problema viene dado por las múltiples manifestaciones que la violencia puede adquirir y por las diversas perspectivas de estudio desde la que se puede enfocar: sociológica, psicológica, clínica, biológica, etc., enfoques que oscilan entre la consideración de su naturaleza biológica o cultural. Algunos autores diferencian entre violencia, conflicto y agresividad, atribuyendo la primera a razones culturales y la última a la naturaleza (Jiménez-Bautista, 2012; Sanmartín Esplugues, ¿Qué es esa cosa llamada violencia?, 2006; Baladrón Pazos, 2004). El conflicto es la situación de confrontación que se da entre dos o varias personas; estas personas pueden discutir entre sí y defender argumentos opuestos, es decir, que su relación es de tu a tu, ya que cada cual puede responder en cada momento, aún cuando no se llegue a ningún acuerdo; no obstante, el conflicto puede tener como desenlace un comportamiento agresivo: una persona al sentirse amenazada por otras durante el desarrollo de un conflicto, puede reaccionar agresivamente. La agresividad sería la respuesta a una amenaza percibida. Konrad Lorenz, padre de la etología, considera que la agresividad forma parte del instinto de supervivencia, dando lugar a un comportamiento que se activa ante un peligro. Se trata de una conducta innata que forma parte de la naturaleza humana (Sanmartín Esplugues, 2007; Ortega Ruiz & MoraMercha, 1997). Sin embargo, la violencia es fruto de la dominación y conlleva la imposición, por cualquier medio, de aquello que se desea. A esta violencia se refiere Rojas Marcos como “agresividad maligna” y la vincula con el proceso de socialización que comienza en el nacimiento y continúa hasta la adolescencia (Rojas Marcos, 1995). La violencia se separa de la agresividad a través del concepto “dominación”, ya que La violencia se centra en relaciones de poder mediadas por el desequilibro o desigualdad, donde unos buscan, por medio de métodos coercitivos, forzar la voluntad de los demás con el ánimo de obtener sus propios fines; a diferencia de la agresión, la cual no está inmersa necesariamente en el ejercicio del poder (Ramírez-López & Arcila-Rodríguez, 2013). Es el poder, entendido como coacción, lo que da lugar al fenómeno de la violencia como una forma de mantenimiento de los privilegios que se supone que el poder dominante ostenta (Baladrón Pazos, 2004; González Calleja, 2000). Se trata de la violencia simbólica perfectamente descrita por Bourdieu y Passeron (Bourdieu & Claude-Passeron, 1979). Esto hace de la violencia un concepto relacional, ya que no puede existir sin una relación entre quien ejerce la dominación y quien es dominado, pues es necesaria la aceptación sumisa de la situación para que exista violencia simbólica. Es la violencia simbólica la que se ejerce de forma invisible sin que se perciba como tal lo que favorece la aceptación de la misma. Como ponen de manifiesto Mazur & Booth, una buena parte de la dominación no conlleva daños físicos y cita como ejemplo el caso de los deportes, la competitividad profesional, las elecciones, etc. (Mazur & Booth, 1998). La separación entre agresividad y violencia da lugar a la clasificación de la misma desde el punto de vista del impacto en la víctima: consecuencias físicas o psicológicas. La dominación da lugar a violencia ya que se trata de una acción encaminada a conseguir por la fuerza aquello que se desea ocasionando un daño que vulnera los derechos humanos reconocidos formal y socialmente. Esto es precisamente lo que separa la violencia de la discriminación (González Calleja, 2000). Sin embargo, la coacción no se refiere únicamente al uso de la fuerza física aunque se encuentre frecuentemente asociada a la misma, ya que dejaría fuera otros tipos de violencia, como la simbólica o la violadora de derechos (Bufacchi, 2005). La violencia en el fútbol El fútbol ha estado relacionado con la violencia de un determinado sector de sus seguidores desde hace varias décadas. El inicio de la relación entre violencia y fútbol ha tenido inicios distintos en cada país, en función de influencias culturales del propio país, ajenas al fútbol, e influencias de otros países en los que la relación entre violencia y fútbol estaba creada a través de una trama de significaciones por parte de los seguidores, tal como apunta (Spaaij, 2006). El sector de los seguidores categorizados como “violentos”, se les llama de distintas formas desde los medios de comunicación y la sociedad española: ultras, hinchas radicales o hooligans. Pese a señalar a la rama de la afición de un determinado equipo que es caracterizada como violenta, los términos son diferentes y responden a realidades culturales distintas. Estos colectivos socialmente construidos se establecen a través del uso que hacen de la violencia con el trasfondo del fútbol o su equipo, siendo las acciones que toman de manera no espontánea y organizada, a diferencia de actos violentos que pueden darse en espectáculos deportivos por la casuística de reunir en un mismo espacio a una masa de gente que puede llegar hasta las 99.354 personas en el caso del Camp Nou, estadio español con más aforo. (Spaaij, 2006) señala que el comportamiento hooligan se caracteriza por ser violento, organizado y no espontáneo, ejercer la violencia contra otros fans de fútbol del equipo contrario, vandalismo y ataques a la policía o abusos de carácter racista a personas ajenas al fútbol, siempre y cuando tengan una orientación ideológica política más cercana a la derecha que a la izquierda, ya que en este caso suelen identificarse con ideologías de corte fascista o similares. Siendo la cultura hooligan la línea principal, existen distintas variaciones locales y transnacionales, como es el caso de los “ultras” en los países del sur de Europa como Italia y España o “barras bravas” en Latinoamérica. En el caso español, el momento en el que llega de forma generalizada la cultura hooligan a las gradas de los estadios de fútbol es en el mundial de 1982 en el que se observa de primera mano la cultura “ultra” a través de los seguidores italianos, tal como apunta (Adán Revilla, 1998). Esto, sumado a una base de aficionados que formaban peñas tiene como resultado a los primeros ultras de nuestro país, que reflejan lo llevado a cabo en esos años por los ultras italianos, al ser su ejemplo más notorio y cercano. Los ultras, a diferencia de hooligans, tienen una organización formal y para financiar los viajes cuando su equipo juega como visitante fuera de su estadio, venden merchandising del grupo y llevan a cabo campañas de reclutamiento masivo para engrosar las filas del grupo para la grada en la que se sitúan a estos por parte de los clubes, que normalmente suelen ser los fondos (Norte o Sur) de los estadios ya que son las zonas más baratas y se las ha ido designando como “gradas de animación”. Una variable clave dentro de los ultras españoles a la hora de explicar rivalidades entre distintos grupos es la ideología política, que divide y enfrenta a los que no comparten la misma y sirve como pretexto para llevar a cabo acciones violentas. Esta variable se complementa y solapa con el sentimiento identitario de nacionalismo nacional y nacionalismo regional que impera en una lógica de ideología derecha-izquierda. Podemos agrupar dos ideologías diametralmente opuestas: la ideología fascista y la ideología antifascista. La primera tiene una fundamentación de derechas, relacionada con el Nacional Socialismo, la homofobia, la xenofobia, el machismo y el racismo y que son denominados, como “fachas” o “skinheads”, identificándolos con esta subcultura. TABLA IX: Normas para ser del Frente Atlético Fuente: mensaje extraído de la web colchonero.com En España, los grupos englobados según su ideología fascista (o cercana) son: Ultras Sur (Real Madrid), Frente Atlético (Atlético de Madrid), Frente Bokerón (Málaga), Jove Elx (Elche) o Brigadas Blanquiazules (Espanyol) por citar a algunos. En el lado opuesto, la ideología antifascista es fundamentalmente de ideología de izquierda, anticapitalista, antirracista y de rechazo del fascismo y el nazismo. Esta ideología nace como contracultura del fútbol como negocio y como respuesta del fascismo en las gradas de los estadios de fútbol. Los grupos englobados según su ideología antifascista (o semejante) en España son: Biris Norte (Sevilla), Bukaneros (Rayo Vallecano), Celtarras (Celta de Vigo), Riazor Blues (Deportivo de La Coruña) o Alkor Hooligans (Alcorcón). Esta diferenciación ideológica sirve como pretexto, además de las rivalidades propias relacionadas con la historicidad de partidos anteriores, para generar un conflicto entre “ultras” de distintos equipos y poder ejercer una violencia “justificada” sobre los otros. Cabe reseñar que, en la medida de lo posible, el uso de la violencia se emplea contra los “ultras” del otro equipo y no hacia toda la afición rival a la que no atienden y los tachan de “piperos” o “come pipas” ya que no animan como ellos ni lo viven como ellos, aunque existan excepciones de ataques violentos de ultras a la afición que no es ultra de otros equipos. Pese a la relación directa establecida a nivel social entre “ultra” y “radical” fomentada por los medios de comunicación, en las gradas de animación en donde se sitúan los grupos “ultras” se ubican también otros “hinchas” que no tienen nada que ver con el empleo que hacen otros de la violencia, sino que simplemente acuden al estadio a animar a su equipo, sin ejercer la violencia física sobre otros individuos y centrándose en llevar a cabo coreografías y poner en práctica cánticos para animar a su equipo. Sobre la constitución demográfica de estos grupos, El mundo ultra en España está constituido fundamentalmente por hombres, con una participación residual de las mujeres, tal como se desprende de la línea de investigación de Spaaij y el análisis de vídeos e imágenes de ultras dentro y fuera de los estadios colgados en la plataforma de vídeos de Streaming de Google, Youtube. La escasa participación de mujeres se debe a un ambiente marcadamente machista y violento en sus formas, como el uso de banderas y cánticos que atentan contra la dignidad de la mujer en la mayoría de los casos. Entre las propias consignas de estos grupos se señala en multitud de ocasiones el ser machista como requisito. Como ejemplo de esta actitud machista, está el cántico en las gradas del estadio Benito Villamarín, estadio del Betis, por parte del grupo ultra sobre las denuncias que recaían sobre un jugador bético por agresión a su expareja: ”Rubén Castro, Alé, Rubén Castro Alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien” Fuente: extraído de El País, 25 febrero de 2015: http://deportes.elpais.com/deportes/2015/02/25/actualidad/1424861957_540491.html Este rasgo machista en los grupos ultras, está fundamentado en lo que (Spaaij, 2006) considera como la construcción de una fuerte masculinidad patriarcal, basándose en un comportamiento hiper heterosexista masculino en el que se ejerce un intento de dominación sobre el otro grupo, tratado como subordinado a este con acusaciones sobre su orientación sexual homosexual. Fuente: extraído de un vídeo de pelea entre Riazor Blues y Frente Atlético el 30 de noviembre de 2014: https://www.youtube.com/watch?v=jJ7Y0NKFqiY En este contexto masculino en el que la mujer no ha participado históricamente, en la actualidad la visibilidad de éstas suele ser como la pareja de otro ultra que la introduce en la cultura, tal como señaló en su tesis doctoral en el año 1997 Adán Revira: “casi el 30% de los varones encuestados realizan algún comentario despectivo, y sugieren que las mujeres no acuden al fondo “porque son tontas”, “porque son vikingas” (madridistas), o “sí que vienen, y sobran todas, porque son las novias de los ultras” (Adán Revilla, 1998, p. 118) Hay que tener en cuenta que la masculinidad patriarcal se construye en negativo: un hombre es una “no mujer” desde una perspectiva de superioridad. Ello significa que todo lo que rodea al mundo femenino va a ser denostado e infravalorado, lo que se traduce en un rechazo en los espacios que los hombres consideran “propios”. Consenso y disenso en los comentarios de noticias La infraestructura ofrecida en los foros de noticias facilita un análisis del discurso enfocado en buscar el disenso para la construcción del discurso. Es decir, es más fácil percibir en qué están de acuerdo los miembros de una comunidad que ver en qué no están de acuerdo. El análisis de los comentarios de noticias, haciendo un símil con análisis de textos producidos con técnicas de investigación convencionales en las Ciencias Sociales, estaría más cerca del grupo triangular que del grupo de discusión. En los foros de noticias las opiniones se radicalizan para exponer argumentos que, en otros espacios, es muy probable que no se diesen. Para entender esto, solo falta con introducir en el análisis la valoración positiva o negativa de cada comentario y las posibles respuestas a este. A continuación se presentan las principales dimensiones que conforma el discurso de la construcción de la violencia en relación al fútbol como deporte de masas. El ejemplo que continúa ha sido extraído de una noticia con 132 comentarios en los que se dan las tres dimensiones de manera clara al tratarse de la noticia que se mantuvo actualizada durante más de dos días informando sobre el fallecimiento de «Jimmy». A través del análisis del disenso se han identificado tres grandes dimensiones que vertebran el discurso en torno a la construcción de la violencia en el deporte de masas por parte de la opinión pública. Estas tres dimensiones, con un peso muy diferenciado, se constituirían por la tolerancia a la violencia, la intolerancia a la violencia y la indiferencia. Estas tres dimensiones se dividen en subtemas en relación con la percepción del suceso que tienen y el discurso que se construye en torno a la versión del suceso que construyen como hecho social. Dimensión de la tolerancia de la violencia La dimensión que compone la construcción del discurso de la violencia en el deporte de masas que tolera esta violencia, la acepta siempre y cuando esta violencia sea hacia los perpetradores de esta. Captura de pantalla I Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014) Se traspasa el acto violento de un actor hacia otro siempre y cuando la violencia venga motivada por intentar erradicar la violencia. Una metáfora recurrente en este y en otros espacios analizados es la posibilidad de encerrar en un recinto cerrado sin posibilidad de escapatoria a todos los perpetradores de la violencia relacionada con el mundo del fútbol para que se maten entre ellos, aludiendo a la idea de que el fuego se apaga con más fuego. Esta dimensión discursiva parte de una premisa en la construcción del hecho social que sirve como disparador del discurso tolerante. Dicho disparador se trata de aceptar como real la versión planteada por los medios de comunicación de que lo ocurrido fue de mutuo acuerdo y que existía predisposición por ambas partes para ejercer la violencia hacia el otro bando. Es decir, se tolera la violencia cuando el agresor y el agredido tienen el mismo status quo como empleadores de la violencia y el resto de la sociedad no. La tolerancia de la violencia también se percibe a través de la aceptación como un mal menor de que una parte de la sociedad, los calificados como radicales/ultras por los medios de comunicación, ejerza la violencia siempre y cuando exista una manera de controlarlos y que no tengan el rol de agredidos algún actor ajeno a esta posición de poder que ejercen entre ellos estos grupos. Es decir, siempre y cuando se mantenga este equilibrio de poder entre sociedad y radicales/ultras en el que la violencia no es ejercida hacia la sociedad. En la captura de pantalla I, diez miembros de la comunidad valoraron positivamente el comentario frente a dos que lo valoraron negativamente. Esto permite comprobar qué es lo socialmente aceptado dentro de la comunidad, para hablar de la normalidad durkheniana e integrarlo en el análisis. Cuando esto ocurre en el análisis, se presenta un consenso que no necesita ninguna réplica o en donde las replicas son para afirmar con rotundidad lo expuesto. En la captura de pantalla II, la réplica consta de una afirmación que reafirma el primer aporte del usuario «Neemias», sin aportar información o discusión añadida. Simplemente reafirma un postulado que es sobradamente aceptado por la comunidad y que se entiende como normalidad. Captura de pantalla II Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014) Dimensión de la intolerancia de la violencia La intolerancia de la violencia viene motivada por un rechazo, en alguno de los puntos, del hecho social narrado por los medios de comunicación, en relación en la mayoría de los casos, a la construcción que hicieron en un primer momento de un acuerdo entre los dos colectivos para verse en un determinado punto y ejercer la violencia los unos contra los otros. Partiendo de este punto del hecho social de los medios de comunicación, la construcción posterior se posiciona en torno a sancionar al perpetrador, en este caso el Frente Atlético, y no tanto al perpetrado, Riazor Blues, por lo sucedido. Captura de pantalla III Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014) En la captura de pantalla III, el usuario «Mariushispalensis» expone que es la segunda vez en el que un aficionado muere en Madrid y que en las dos ocasiones se culpó a la afición visitante. La intolerancia a la violencia se muestra como rechazo a los perpetradores, aunque se ignora la posible responsabilidad que pudieran o pudiesen tener el colectivo de los Riazor Blues. La respuesta de «Ceslord» habla desde el punto de vista de lo percibido como la normalidad dentro de la comunidad. Su respuesta a este comentario es para rechazar abiertamente lo expuesto por «Mariushispalensis», argumentando la quedada entre las dos aficiones y que la posibilidad de la muerte de un aficionado estaba en los dos lados de los colectivos, aunque en este caso el fallecido fuese de la afición visitante. Por otro lado, se expone la problemática metodológica de la mezcla de varios temas en un comentario para analizar la valoración que hace la comunidad de este, ya que introduce el tema de la diferenciación del fútbol al ejercicio de la violencia por parte de estos grupos y, además, expande este tema a la expulsión de todas las aficiones violentas de todos los estadios. La valoración de la comunidad del primer comentario es de dos valoraciones positivas y siete negativas, mientras que la réplica de «Ceslord» tiene una valoración positiva de cuatro miembros de la comunidad y una valoración negativa de dos miembros de la comunidad, algo que encaja con la valoración de dos usuarios positiva del primer comentario. Integrando al análisis del discurso la infraestructura, se extrae que la comunidad se inclina hacia la construcción de la violencia desde una dimensión más tolerante, contra quien es perpetrador. Por otro lado, relacionado con la línea editorial de ABC y el perfil de lector/a, marcadamente de ideología más cercana a la derecha, la relación entre lo acontecido y la culpabilización de la situación política sirve como resorte para detectar una argumentación de aceptación de lo ocurrido. En este caso, esta aceptación de la violencia como consecuencia de la situación política no se ha tenido en cuenta como categoría de análisis en este medio ya que la propia línea y comunidad rechazaban y dejaban fuera de la normalidad de la comunidad esta dimensión discursiva, tal como se muestra en la captura de pantalla IV en la que las réplicas al primer comentario culpabilizando al gobierno de lo ocurrido tras sus políticas es tratado con sátira por los/as usuarios/as y recibiendo 14 valoraciones negativas y 0 positivas. Captura de pantalla IV Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014) Dimensión de la indiferencia La dimensión de la indiferencia ante la violencia se construye a través del hecho social de justificación de la importancia que tenía el fallecido, «Jimmy», en la sociedad. Al describirlo en las noticias como una persona con antecedentes y que tenía pareja e hijos suavizan la indiferencia y aceptación a través del merecer una respuesta a sus actos. La indiferencia es una dimensión conformada por la propia aceptación como represalia a las acciones llevadas a cabo, y no deja de ser un híbrido de no estar interesado/a en el tema en cuestión, pese a comentar en la noticia, y la tolerancia de la violencia. Captura de pantalla V Fuente: extraído de noticia Un muerto en una batalla campal entre radicales de Atlético y Deportivo (30-11-2014 a 2-12-2014) La indiferencia, al ser una dimensión más cercana a la tolerancia, es aceptada por la comunidad. En otros espacios comunicativos esta sería la normalidad, pero la infraestructura y la línea editorial seguida, así como sus lectores/as, favorece la postulación de discursos más radicalizados, de ahí que la propuesta de análisis busque más el disenso que el consenso en los planteamientos analíticos al ser más fácilmente perceptibles. Conclusiones En el artículo se ha llevado a cabo un repaso a la tradición de análisis del discurso digital y los pilares sobre los que se sustenta nuestra propuesta a través de un caso práctico de análisis, siendo este artículo más de carácter pedagógico/divulgativo de las posibilidades inexploradas de este tipo de análisis que de aportar un avance en el acercamiento del análisis del discurso digital. Tal como se ha explicado a lo largo del análisis, existen una serie de requisitos para llevar a cabo este tipo de análisis: a) Es necesario tratar un tema que genere un volumen de texto elevado para tener material suficiente de cara al análisis. b) La cristalización de los discursos es requisito previo para poder llevar a cabo este tipo de análisis, ya que a diferencia de técnicas de extracción de información fuera del contexto, se necesita que los actores se posicionen de manera clara al no poder preguntar por matices o aclaraciones, a no ser que se trate de una técnica que involucre la participación del/la investigador/a como la etnografía. c) Al trabajar con discursos cristalizados en los que el anonimato o, al menos, el desconocimiento de la identidad de las personas y/o su huella digital es la normalidad, la radicalización de determinados posicionamientos hace necesaria la búsqueda de disenso entre los actores, ya que ver qué diferencias hay entre discursos es más fácil, y a veces la única posibilidad, que ver los posibles consensos que podrían surgir entre actores. d) La importancia de la infraestructura condiciona el análisis. Este punto es, quizá, el más controvertido y el más importante. Cada infraestructura favorece determinados tipos de análisis y empobrece otros. El análisis del discurso digital tiene que valerse de estas nuevas posibilidades para integrar conceptos de teoría sociológica que permiten extraer conclusiones, tal como se presentó en este caso el uso de la valoración de las intervenciones en los comentarios para validar qué se entendía como normalidad y aceptado socialmente por la comunidad y qué no. Bibliografía Adán Revilla, M. T. (1998). Ultras e hinchas: política y violencia en el fútbol en España(1982-1997). In C. S. Deportes, Política y violencia en el fútbol (pp. 107-129). Madrid: Ministerio de educación y cultura. Consejo Superior de Deportes. Alonso, L. E. (1998). La mirada cualitativa en Sociología. Madrid: Fundamentos. Bajtín, M. (1982). Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI. Cantamutto, L. y Vela Delfa, C. (2016). 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