La Microbiología como motor de la Biotecnología JULIO R. VILLANUEVA * E LA APORTACIÓN DE LOS MICROBIOS * Vilamayor (Asturias), 1928. Catedrático de Universidad. Director del Departamento de Microbiología, Genética, Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Salamanca. S frecuente afirmar en estos días que para entender los microorganismos los microbiólogos dependen de la bioquímica y de la biología molecular, pero es al mismo tiempo gratificante ver que de forma creciente los biólogos moleculares aprecian la extraordinaria diversidad de los microorganismos como origen de excelentes estudios y motivo de interesantes preguntas. La Microbiología demanda también conocimientos de fisiología, genética, biología de poblaciones, ecología y sobre la evolución, de tal forma que exige la continua expansión de los conocimientos de los que la practican. Por esta razón el editor de una de las obras más caracterizadas de la especialidad, los Annual Review of Microbiology publicados en Palo Alto, California, afirmaba recientemente que todos los biólogos, incluso todos los científicos, son bienvenidos a la Microbiología, un campo en el que los «visitantes» tienden a quedarse y permanecer. Para los que llevamos algunas décadas dedicados a la Microbiología es altamente ilustrativo ver el interés que ha ido despertando esta ciencia, y apreciar los estímulos que se reciben tanto de los grandes maestros de la Microbiología como de los continuos y trascendentales avances que se están alcanzando en este campo. Desde hace años soy un apasionado lector de artículos y de obras modernas de Biología y especialmente de las relacionadas con la Microbiología. Mi curiosidad por el mundo microbiano y especialmente por las bacterias, ha ido creciendo sin cesar. En el Prólogo a una de las ediciones de la obra de Roger Y. Stanier y colaboradores, de la Universidad de California, titulada The Microbial World, se puede leer: «Hace unos cien años, Pasteur puso de manifiesto el papel de los microorganismos en la Naturaleza y su importancia para el bienestar de la Humanidad. Sus sucesores, más relacionados con el segundo aspecto que con el primero, hicieron girar la microbiología hacia un campo floreciente de ciencia aplicada que fue evolucionando completamente aislado del resto de la biología. Cuando apareció la primera edición de El Mundo de los Microbios, este largo aislamiento iba llegando a su fin. Nuestra obra tenía la finalidad de acelerar el cambio, presentando la microbiología dentro del marco de los conceptos y de los hechos de la biología general.» Y se podría añadir que, a partir de entonces, la biología ha sufrido una sorprendente revolución en la que las bacterias y los virus (después también las levaduras y algunos hongos filamentosos) han sido los objetos materiales a través de los cuales se fueron descubriendo las bases moleculares de la función celular. En las décadas de los años cincuenta y sesenta, la bacteria Escherichia coli y sus fagos se constituyeron en los principales puntos de referencia para encuadrar los fenómenos biológicos a nivel celular y molecular. El impacto de esta revolución se hizo enseguida evidente en sectores muy diversos, tanto universitarios como industriales, produciéndose un conjunto de grandes cambios en el ámbito intelectual de la biología en el que la moderna microbiología pasó a ocupar un lugar claramente destacado y de vanguardia. Las grandes figuras de la Microbiología de finales del siglo pasado contaban con demasiadas limitaciones para poder apreciar la función de los microorganismos en la Naturaleza. Los métodos de obtención de cultivos puros debidos a Roberto Koch y su grupo de colaboradores permitieron sentar las bases del aislamiento y caracterización de los seres microscópicos, principalmente de las bacterias. En poco más de una década, el estudio del papel desempeñado por las bacterias como agentes infecciosos centró el interés microbiológico de aquella época. Sin embargo, algunos científicos continuaron el trabajo iniciado por Pasteur sobre la función específica de los microorganismos en las fermentaciones, trabajo que había demostrado claramente que los microorganismos pueden ser agentes específicos de transformaciones químicas en gran escala, e indicaba que el mundo microbiano en su conjunto podría ser el responsable de una extensa variedad de otros cambios, de naturaleza muy diferente. Establecer el papel fundamental que desempeñan los microorganismos en los ciclos biológicamente importantes de la Naturaleza fue tarea ardua y difícil, emprendida por algunos destacados microbiólogos, principalmente del ámbito europeo, aunque a medida que avanzaba nuestro siglo, gran parte del protagonismo pasó a manos de grandes figuras de la microbiología americana, buena parte de ellas en las Universidades y algunas en la industria, principalmente farmacéutica. Se fue observando que los microorganismos presentan una amplia diversidad biológica, y que muchos-grupos están especializados en la realización de transformaciones químicas que no pueden llevar a cabo ni las plantas ni los animales. Esta es la razón por la que se ha dado a los microorganismos un protagonismo y un papel vital en la renovación de la materia de nuestro planeta. DEMASIADAS LIMITACIONES Existen ejemplos notables de especialización fisiológica microbiana, tanto entre las bacterias denominadas autótrofas como entre las heterótrofas. El desarrollo de técnicas para su aislamiento y estudio mediante la puesta en práctica de los «cultivos de enriquecimiento», la aplicación en microescala de la selección natural, ha sido clave para el conocimiento de sus diversas funciones fisiológicas. Estas técnicas constituyen uno de los más poderosos instrumentos de experimentación en manos del microbiólogo, algo en lo que siempre hacemos hincapié ante nuestros alumnos de la especialidad, pues, en cierto modo, junto con las técnicas de obtención «CULTIVOS DE ENRIQUECIMIENTO» de cultivos puros, han supuesto la clave para caracterizar a todos y cada uno de los microorganismos aislados y lugo aprovecharlo en la industria o bien en la moderna biotecnología. Actualmente un gran número de obras de Microbiología o relacionadas con ella, muestran la importancia de los microorganismos tanto por sus propiedades bioquímicas como por su diversidad fisiológica y morfológica. En las décadas últimas se ha puesto a punto una amplia variedad de técnicas basadas en la selectividad y en los cultivos de enriquecimiento, desarrolladas bajo el influjo de Beijerinck, Kluyver y van Niel. Sus ya amplios y siempre crecientes conocimientos sobre el desarrollo y la diversidad de los microorganismos se han transformado en una fuerza capital para el diseño y la aplicación de nuevos métodos, de gran utilidad para la captura y aislamiento de microbios de la Naturaleza. De hecho el destacado microbiólogo Mortimer P. Starr, de la Universidad de California y principal editor de la famosa obra The Prokaryotes, editada en 1981 por Springer-Verlag, subraya en el prólogo de la misma que la fisiología, la bioquímica y la ecología de los microbios constituyen las facetas más atractivas para el científico. Dado que posiblemente la historia de los microorganismos abarca unos 4.000 millones de años, no sorprende que, ante la gran diversidad de seres microscópicos que existen en nuestros días, un científico de la categoría de Van Niel, con toda una vida dedicada a la Microbiología, comentara con frecuencia ante sus alumnos cuan apasionante es observar una muestra de microorganismos recogida de la Naturaleza y comprobar que sólo es posible reconocer unos pocos de estos seres. Es por ello interesante subrayar con Mortimer P. Starr que el número de microbios «ahora domesticados y guardados en cautividad» representan tan sólo una reducidísima parte de los que realmente existen y viven en el ambiente, en un grado de competencia y de interacción realmente formidable. A pesar de ello, es evidente el progreso continuo de las ciencias microbiológicas y su impacto en numerosos campos. DEFINICIÓN Y DESARROLLO DÉ LA BIOTECNOLOGÍA Actualmente se estudian los problemas más complejos y difíci-' les del crecimiento y de la división celular utilizando microorganismos, especialmente bacterias. Las células de muchos de estos seres crecen individualizadas, separándose después de la división celular y por ello resulta difícil cultivar y aislar organismos unicelulares en condiciones bien definidas. A diferencia de lo que ocurre con las células o tejidos de organismos superiores, que requieren una variedad de factores de crecimiento, muchas bacterias crecen en un medio simple y bien definido y se prestan a toda clase de estudios y manipulaciones en el laboratorio. Por todas estas razones, en las últimas décadas, los esfuerzos de los científicos se han concentrado en unos pocos tipos de bacterias, situándose claramente en vanguardia Escherichia coli y organismos afines. Precisamente por su simplicidad, facilidad de cultivo y carencia de patogeneidad, esta bacteria se ha constituido en el ser vivo más estudiado en la actualidad, si se exceptúa el hombre. Sin unas razones demasiado importantes y en el fondo casuales, E. coli se ha transformado en el organismo por excelencia de la moderna Biología Molecular, ciencia a la que ya ha proporcionado copiosos frutos. Al hablar de la Biotecnología es preciso subrayar que una de sus principales facetas, la ingeniería genética, se ha desarrollado básicamente gracias a estudios realizados con microorganismos. De hecho son muchas las ventajas con que cuentan los microorganismos sobre otro tipo de células y que los hacen sumamente adecuados para esta clase de investigaciones. A diferencia de lo que sucede con las células vegetales o animales, que se multiplican lentamente y son muy exigentes desde el punto de vista nutricional y de difícil cultivo, los microorganismos y especialmente las bacterias, se cultivan y crecen fácilmente, incluso a gran escala en voluminosos tanques de fermentación, sin olvidar que presentan una gran versatilidad para la utilización de muy variados y diversos sustratos, aspecto este de gran importancia en biotecnología. La mayoría de los científicos interesados en la biología molecu- ATENCIÓN lar del crecimiento y de la división celular concentran sus esfuer- A LAS zos en las bacterias, debido en parte a que sus células son unas 500 BACTERIAS veces más pequeñas que la célula media de cualquier planta o animal superior, con un número de moléculas que, en el caso de las células de E. coli, oscila entre 3.000 y 6.000, de las cuales aproximadamente la mitad son macromoléculas. Además, se sabe que esta bacteria cuenta con suficiente DNA para codificar secuencias de aminoácidos correspondientes a unas 3.000 ó 4.000 moléculas de proteínas diferentes, siendo estos conocimientos suficientes para facilitar gran variedad de manipulaciones genéticas; los datos sobre el metabolismo bacteriano permiten ya alterar a voluntad los mecanismos reguladores, orientándolos a la síntesis de aquellos productos más interesantes. La posibilidad de desarrollar mulantes superproductores de diferentes sustancias ha contribuido a su mayor revalorización, sobre todo al considerar los avances logrados en la identificación de las vías metabólicas y en el desarrollo de la ingeniería genética, permitiendo un nuevo enfoque biológico. Hoy es posible introducir material genético exógeno en una célula microbiana y diseñar prácticamente a voluntad los pasos metabólicos que han de ser alterados para canalizar su metabolismo hacia la producción de una determinada sustancia de interés industrial. Se puede asegurar que el gran esfuerzo dedicado en épocas recientes al estudio de aspectos muy diferentes de las bacterias (y de las levaduras) constituye una de las principales razones del progreso tan rápido de la biología molecular y, como consecuencia, de la moderna biotecnología. Los avances logrados en citogenética de las levaduras han hecho que este grupo de microorganismos pase a ocupar un lugar importante en los actuales estudios de ingeniería genética, dada la facilidad con que hoy se realiza toda clase de manipulaciones genéticas y clonaciones moleculares. Pero existe otro grupo de microorganismos, los virus, que ofrecen también un interés biológico grande dentro de la biología molecular y la moderna biotecnología, sobre todo al actuar como vectores de clonación en numerosos experimentos de ingeniería genética. De hecho los virus, y más concretamente los bacteriófagos, han sido utilizados para llevar a cabo la amplificación genética en los trabajos de manipulación genética. Los métodos modernos de análisis de secuencias nucleotídicas permiten ahora resolver series completas de nucleótidos de cromosomas de distintas clases de fagos, facilitando así la ingeniería genética. Otro aspecto al que resulta obligado referirse en este contexto es al de los plásmidos o elementos genéticos circulares de DNA bicatenario superenrollado que se replican autónomamente en las bacterias y que suelen estar presentes también en las levaduras. Los plásmidos, actualmente bien conocidos, poseen información genética que codifica numerosas funciones, como la resistencia a antibióticos y a metales, la fertilidad sexual en bacterias, la formación de toxinas bacterianas, la degradación de compuestos aromáticos y la producción de algunos antibióticos. La introducción de material genético externo en los plásmidos ha sido llevada a cabo con gran profusión en bacterias entéricas y especialmente en E. coli. Pensando en la biotecnología, estos sistemas ofrecen considerable interés industrial, sobre todo en relación con la síntesis de aminoácidos de amplio uso comercial. En este apartado subrayaremos la importancia del desarrollo de las colecciones de microorganismos, dado el enorme interés que poseen con fines científicos e industriales. La conservación de microorganismos es un compromiso difícil pero necesario, y ahora, de cara a la biotecnología, de la mayor importancia ya que frecuentemente en las colecciones microbianas hay que manejar especies portadoras de vectores, plásmidos o virus de gran valor, que pueden plantear algunos problemas. El uso creciente de los microorganismos para la producción de sustancias de interés industrial sólo puede tener éxito si se dispone de cultivos fiables y auténticos y por ello existe una conciencia cada vez más firme de que las colecciones proporcionan recursos y servicios que son una decisiva aportación al desarrollo de la biotecnología. La red internacional de colecciones de microorganismos (en la que está integrada la Colección Española de Cultivos Tipo, la CECT, con sede en el Departamento de Microbiología de la Universidad de Valencia) puede ahorrar a los biotecnólogos una enorme cantidad de trabajo y de recursos económicos que será preciso evaluar adecuadamente ya que en estas colecciones siempre resulta posible encontrar el microorganismo que cumpla las exigencias deseadas para desarrollar un trabajo específico. DEFINIR LA BIOTECNOLOGÍA La Biotecnología ha sido definida de muchas maneras por parte de científicos y por las organizaciones nacionales o internacionales. Una de las definiciones más aceptadas es la de la OECD que subraya la aplicación de la Ciencia y la ingeniería a la elaboración de materiales por agentes biológicos, con el fin de suministrar bienes y servicios. En realidad, la biotecnología es una actividad industrial y económica que hace uso y explota organismos vivos principalmente microscópicos. El hombre ha explotado la biotecnología durante miles de años en un amplio campo de actividades relacionadas principalmente con las fermentaciones de bebidas alcohólicas y con la producción de alimentos en industrias lácteas y de panadería, así como para el tratamiento de residuos urbanos e industriales. Sin embargo, el auténtico responsable del denominado actualmente «biotechnology boom» es, sin duda, el progreso microbiológico conectado con la genética y la bioquímica y bien representado por las técnicas del DNA recombinante. Estas técnicas, no sólo ofrecen la perspectiva de mejorar los procesos existentes y los productos, sino que proporcionan la posibilidad de desarrollar productos totalmente nuevos que con anterioridad no era posible obtener, al mismo tiempo que facilitan la realización de nuevos procesos. Como han subrayado destacados especialistas, la tecnología del DNA recombinante es una consecuencia del gran apoyo proporcionado a la biología molecular a lo largo de varias décadas, tanto en Europa como en los Estados Unidos. Salta a la vista que tales apoyos han facilitado descubrimientos que están afectando radical y decisivamente a la humanidad. Varios son los sectores en los que se han producido avances importantes relacionados con la biotecnología y, aunque destaca por las consecuencias de su uso y aplicaciones la ingeniería genética con la tecnología del DNA recombinante, es preciso mencionar también campos como el de la biocatálisis, tanto por el uso de enzimas como por la utilización de microorganismos intactos o de sus fracciones, o incluso de células de seres superiores inmovilizadas. Otros campos de gran interés se relacionan con la inmunología, especialmente por el uso de anticuerpos monoclonales, y no hay que olvidar la tecnología de las fermentacioines, en cierto modo ya clásica, aunque mejorada en años recientes. Un sector más nuevo es el de la bioelectroquímica que, posiblemente, reserva aspectos interesantes aún por descubrir. La biotecnología ha demostrado que las aplicaciones científicas van íntimamente unidas al trabajo de investigación básica, y también es preciso tener en cuenta la naturaleza extraordinariamente multidisciplinar e interdisciplinaria de la biotecnología, tan claramente expresado en la figura 1 adjunta, que aparece en muchas obras de la especialidad. Y si la interdisciplinaridad es una característica peculiar de la biotecnología, no lo es menos el carácter internacional de esta ciencia ya que su progreso se basa en muchas áreas prometedoras, desarrolladas tanto por científicos como por técnicos e ingenieros. Estos aspectos de colaboración interdisciplinar de carácter internacional son precisamente los que se dan en un cierto número de industrias multinacionales establecidas en años recientes y que se expanden sin cesar por todo el mundo con un impacto social realmente impresionante. Es bien sabido que la moderna ciencia de la biotecnología tiene viejas raíces y un enorme potencial de futuro, aspecto sobre el que han escrito y escriben mucho científicos destacados y de vanguardia. Basta revisar las referencias bibliográficas de algunas de las obras más conocidas de la especialidad para confirmar lo mencionado. En años recientes ha habido un formidable incremento del interés y de las actividades en el área, algo que se ha reflejado ampliamente tanto en el desarrollo de compañías biotecnológicas como en la constitución de comisiones gubernamentales encarga- AVANCES RELACIONADOS CON LA BIOTECNOLOGÍA das de examinar el potencial del sector, y no es de menor importancia la introducción de cursos universitarios en biotecnología así como el hecho de que los gobiernos de las naciones más avanzadas, e incluso de otras en acentuado proceso de desarrollo, hayan comprometido presupuestos elevados con el fin de dirigir y catalizar el desarrollo de la biotecnología. Existe ya toda una filosofía sobre las ciencias biotecnológicas y en ella están implicados muchos intereses científicos y comerciales, con sectores de desarrollo considerados unos como ya clásicos y otros muy revolucionarios y actuales. Es preciso, sin embargo, recordar que la industria cervecera de fermentación se considera aún, en términos monetarios y comerciales, como la industria biotecnológica más importante, con una producción anual que se acerca al billón de litros y con un valor próximo a los 22 billones de pesetas. Todos estos procesos dependen de los mecanismos utilizados por algunos microorganismos para crecer y reproducirse en condiciones anaeróbicas, procesos que llevan el sello de Louis Pasteur quien, hace un siglo, estableció las bases de futuros desarrollos en el área de la microbiología aplicada o industrial y, por lo tanto, de la biotecnología. LA INDUSTRIA DÉLOS ANTIBIÓTICOS El mayor hito de la relativamente moderna industria biotecnológica para la generación de productos de alto valor añadido es, sin lugar a dudas, el desarrollo de la industria de antibióticos, originada fundamentalmente a partir del descubrimiento de las propiedades quimioterapéuticas de la penicilina por Alexander Fleming con la colaboración de Florey y Chain, en 1940. Publicaciones recientementes destacan que el volumen de ventas alcanzado por la industria de los antibióticos rebasa ya ampliamente los 4,5 billones de pesetas. El tercer sector en importancia corresponde al tratamiento de basuras y de productos de desecho que tanto volumen han adquirido en todas las ciudades del mundo moderno. El tratamiento de estos materiales tan cuantiosos sometidos a digestión anaeróbica por una flota un tanto heterogénea, en un proceso que eventualmente genera biogás, ha llegado a constituir, en los últimos tiempos y en algunas partes del mundo, un factor de gran trascedencia, casi decisivo, en el amplio sector del consumo de energía. Vale la pena subrayar que, sólo en China, hay más de 18 millones de generadores de biogás en áreas rurales, que están incidiendo de forma considerable sobre la población, contribuyendo en cierto modo a salir del subdesarrollo. En las últimas décadas, ha habido mejoras decisivas en los procesos de fabricación de productos tales como los aminoácidos, en la obtención de las denominadas SCP («single cell proteins»), en la transformación de esteroides así como en el cultivo de células vegetales y animales. En especial la producción de aminoácidos por procesos microbiológicos aeróbicos se ha expandido considerablemente, siendo el glutamato monosódico y la lisina los de mayor volumen e importancia como suplementos alimenticios. Las cifras calculadas para 1988, en el caso de estos dos aminoácidos, alcanzan volúmenes de 150.000 y IS.OOOTm, respectivamente, por año. La cifra total de ventas de aminoácidos en el mundo supera los 220.000 millones de pesetas, siendo el Japón el país con mayor demanda. La utilización de microorganismos que crecen sobre residuos vegetales que difícilmente encuentran otros usos han permitido la obtención de alimentos ricos en proteínas en forma de los mismos microorganismos, sobre todo levaduras (principalmente especies de Saccharomyces y de Candida) e incluso algunas bacterias, crecidas sobre metanol, como es el caso de Methylophüus methylotrophus que han encontrado considerable aplicación en el enriquecimiento de piensos para el ganado doméstico. En épocas de penuria, sobre todo de falta de proteínas, los alimentos producidos con levaduras han encontrado amplia utilización y de ello hay ejemplos relacionados con la Segunda Guerra Mundial e incluso con la Primera Gran Guerra, sobre todo en Alemania. Sólo en Inglaterra la producción de alimentos para aves y ganado a partir de bacterias, por la conocida industria química y biotecnológica, ha alcanzado las 70.000 Tm y precisamente en este campo se halla uno de los principales ejemplos de la aplicación de la ingeniería genética mediante el uso de la técnica del DNA recombinante, que ha conducido a la producción de cosechas considerablemente mejoradas, con una gran repercusión económica y social. Datos equivalentes a los mencionados han sido publicados en la Unión Soviética en donde se están produciendo más de 1 millón de Tm de SCP, mayormente como consecuencia del crecimiento de microorganismos sobre residuos de hidrocarburos y de origen vegetal y que existen también ejemplos de obtención de «proteínas unicelulares» (SCP) de elevada calidad, principalmente en el Reino Unido, que incluso son utilizadas en la alimentación humana. La producción de una gran variedad de enzimas como resultado de la moderna industria biotecnológica, ha alcanzado también gran repercusión. Se puede decir que aunque el empleo de enzimas en áreas fundamentalmente biomédicas, por ejemplo en el campo del diagnóstico, se ha mostrado interesante y de desarrollo relativamente rápido, en la mayoría de los casos no ha sucedido así ya que los enzimas se han utilizado fundamentalmente para la elaboración de ciertos alimentos. La figura 2 refleja algunas aplicaciones industriales de los enzimas mostrando las grandes diferencias existentes en diversos grupos, entre los que claramente destacan las proteínas alcalinas y las amilasas, algo por otra parte ya bien conocido. Las dificultades para lograr la estabilidad de los enzimas y la recuperación de los productos, que han supuesto algunos de los principales obstáculos para su desarrollo, han sido en parte superadas mediante la utilización de los microorganismos enteros, explotando enzimas específicas como en la transformación de esteroides por hongos (especies de Rhizopus). En el caso de la cortisona, que se obtenía mediante un proceso químico laborioso, con más de 37 pasos, un rendimiento de apenas el 0,02 por 100 y un coste de 200 dólares por gramo, la introducción de la biotransformación microbiana ha cambiado los resultados ya que se logra una eficacia mucho mayor y a un coste de 68 centavos por gramo. Este ejem- CORTISONA E INSULINA pío, que casi supone un milagro, es semejante a lo que está aconteciendo en campos muy próximos en relación a la insulina, la hormona del crecimeinto, el interferón y muchos otros productos de difícil obtención y por ello poco o nada estudiados. Se calcula que el número de hormonas humanas y animales descrita se sitúa en torno a las 60, habiendo sido estudiadas en profundiad y aplicadas en clínica menos de una docena. A la vista de esta situación, cualquiera puede evaluar la importancia de la introducción del DNA recombinante y las técnicas conocidas de ingeniería genética, cuyos resultados se pueden calificar de impresionantes. Muchas de estas hormonas poco estudiadas, debido sobre todo a las limitaciones impuestas por las cantidades casi insignificantes de que se ha dispuesto, sin tardar mucho podrán producirse en cantidades suficientes para utilizarlas en la experimentación animal y humana, lo que puede suponer una revolución en diversas áreas biomédicas al facilitar estudios y tratamientos prácticos que hace sólo poco tiempo ni siquierea se podían soñar. En una reciente obra de Biotecnología se hace mención de la diversidad de aspectos que comprende esta rama científica tan desarrollada y con tan importantes contribuciones para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, huelga decir que, por el momento, las contribuciones más importantes de la Biotecnología se sitúan en torno a la medicina, aunque los expertos hablan del impacto que en un período no demasiado lejano van a producir las aplicaciones en la agricultura y en la industria química, que sin duda en términos económicos serán más importantes. CONSECUENCIAS DEL PROGRESO DE LA BIOLOGÍA MOLECULAR La Biotecnología se ha constituido en una Ciencia altamente interdisciplinar en donde la aplicación de los organismos vivos o de sus componentes a los procesos industriales se basa en el hecho de que los seres vivos producen innumerables substancias, con frecuencia de elevado interés comercial. El gran avance de la moderna biotecnología ha sido una consecuencia del progreso de la biología molecular que ha facilitado el conocimiento de los fundamentos básicos en los que se asienta la vida, en especial las bases del crecimiento y reproducción de los organismos vivos. La introducción de las técnicas del ácido desoxirribonucleico recombinante (DNAr), de la fusión celular inducida y de otras nuevas tecnologías en los procesos industriales biológicos, han conducido a aplicaciones más efectivas de algunos procesos antiguos bien desarrollados. La tecnología del DNA recombinante, introducida principalmente por investigadores de las Universidades de Stanford y California, han revolucionado la biología y de forma muy especial la biotecnología. La tecnología, a primera vista sumamente simple, consiste en la unión del DNA procedente de diferentes organismos vivos, para un fin específico. En su conjunto, estas técnicas han permitido una gran proifundización en el conocimiento de las bases moleculares de la vida, mientras que en otro terreno han conducido al establecimiento de numerosas empresas dinámicas y agresivas; estas bioindustrias con firmes raíces en la investigación básica universitaria, se orientan fundamentalmente a fines concretos de producción de numerosos compuestos que van desde los productos farmacéuticos a las aplicaciones más distantes en el área de la minería o incluso de la microelectrónica. Actualmente se sabe que el DNA de la célula humana consta de unos 3.000 millones de pares de bases, siendo el tamaño medio de un gen de 1.000 pares de bases. En la célula humana existen más de un millón de genes, por lo que su estudio podría aparecer complejo y difícil. Gracias sin embargo a las poderosas técnicas del DNA recombinante, resulta relativamente fácil aislar genes con un interés determinado, situarlos en un ser más sencillo, tal como una bacteria o una levadura, y replicarlos un elevado número de veces para obtener una cantidad relativamente grande de ese gen en particular, que permita realizar su estudio por las técnicas usuales de naturaleza bioquímica. La contribución de enzimas especiales, endonucleasas de restricción, permite obtener fragmentos de DNA de interés y luego pueden ser insertados en un vector (un plásmido bacteriano o un virus) qeu al ser introducido en las células se multiplica rápidamente produciendo numerosas copias y amplificándolo. Diversas técnicas permiten detectar, mediante sondas, el gen que interesa y que es objeto del estudio. No se puede ignorar la importancia y la trascendencia de esta clase de experimentos, razón por la que el destacado pionero de la Universidad de Standord, Paul Berg, subrayaba: «La capacidad de unir entre sí material genético procedente de dos fuentes cualesquiera y de propagar estos elementos combinados dentro de bacterias o de células animales, han producido un cambio cualitativo en el campo de la genética». Y continuaba: «Ahora por vez primera, existe un método que nos permite atravesar grandes fronteras evolutivas y cambiar genes entre organismos que previamente jamás habían tenido mutuo contacto genético». Conviene reflexionar un poco sobre el verdadero significado de estas frases y pensar en la repercusión futura que puede tener en la Naturaleza. Actualmente muchos laboratorios españoles poseen y dominan la tecnología del DNA recombinante, utilizando fundamentalmente microorganismos, entre los que destacan las bacterias y las levaduras. Existen también equipos de investigación que además están logrando avances formidables en el desarrollo de sistemas de clonación en plantas, progresando igualmente los sistemas animales de clonación. Y aunque se ha hablado con frecuencia de que la investigación básica ha logrado resultados espectaculares en el aislamiento y caracterización de los genes mediante la tecnología del DNA recombinante, es menester subrayar que para obtener productos de interés industrial o mejorar un proceso ya existente, el gen clonado debe expresarse muy activamente y el producto formado debe ser funcional, aspecto que a nivel mundial constituye una de las áreas de mayor interés en estos momentos. En nuestros días la industria farmacéutica (la bioindustria) se ha situado en vanguardia para explotar los éxitos de la aplicación del DNA recombinante, alcanzados principalmente en laboratorios universitarios americanos. A medida que se avanzaba en estos sectores, las bioindustrias, gracias a su elevado nivel y considerable desarrollo tecnológico, lograban transferir los descubrimientos de la investigación básica a las aplicaciones industriales, originando EL IMPACTO DEL DNA RECOMBINANTE una verdadera revolución tecnológica. La medicina se ha beneficiado extraordinariamente de este progreso al poner la industria biotecnológica productos de gran interés en manos de los clínicos para su ensayo sobre los enfermos. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes y significativos de la potente biotecnología es la fabricación de productos totalmente nuevos, que hasta ahora no se conocían o no existían en la naturaleza, mediante la construcción de genes híbridos a partir de los genes existentes en dos o más especies biológicas. Esta facultad abre enormes posibilidades, por ejemplo, para la obtención de antibióticos híbridos o mezclas artificiales obtenidas a nivel celular, por clonación de genes de origen diferente como puede ser el caso de dos actinomicetos diferentes, productores por separado de dos antibióticos relacionados pero distintos, algo nuevo y verdaderamente apasionante. A modo exclusivamente informativo se pueden citar algunos de los productos así obtenidos, comenzando por las proteínas reguladoras, entre las que destaca la insulina humana, los interferones, las linfoquinas, la hormona del crecimiento humano, los péptidos neuroactivos y todo un amplio conjunto de otras proteínas reguladoras sobre las que, a pesar de su interés, ahora no nos podemos extender. BIOTECNOLOGÍA YBIOMEDICINA Ningún otro sector de la moderna biotecnología ha despertado tanto interés como el de la biomedicina, campo en el que hasta ahora se han obtenido los resultados más espectaculares y del que en un próximo futuro se espera un mayor impacto si se toma en consideración lo que se deriva de la manipulación de genes para la lucha contra algunas enfermedades hereditarias e incluso contra el cáncer, pues el aislamiento y caracterización de oncogenes por técnicas del DNA recombinante ha abierto grandes esperanzas y alguna preocupación. Los avances ya alcanzados utilizando técnicas de ingeniería genética han proporcionado un formidable desarrollo en algunos países, principalmente en los Estados Unidos, Europa Occidental y el Japón. Así, un buen número de instituciones empresariales públicas o privadas han alcanzado una gran eficiencia y organización para hacer frente a procesos de producción en gran escala de interferones humanos, una vez clonados los genes en microorganismos, aunque hay que decir que existen aún no pocas dudas en relación a la utilidad de los diferentes interferones como agentes antitumorales o antivíricos. Sin embargo, los resultados obtenidos en la producción de proteínas como la insulina o la hormona del crecimiento han sido mucho más esperanzadores, una vez que los genes humanos o animales han sido clonados y expresados en bacterias o levaduras. El desarrollo de técnicas para la producción de anticuerpos monoclonales, que son sin duda de considerable aplicación y hoy por hoy suponen ofrecer enormes posibilidades en áreas muy diversas como son su aplicación en análisis y para el diagnóstico, en los inmunoensayos para la purificación de antígenos así como con fines terapéuticos en el caso de toxinas, envenenamientos y para el tratameinto de enfermedades autoinmunitarias. Avances producidos en años recientes en campos menos conocidos como son el de la bioelectrónica y el de la bioelectro- química, aparentemente ofrecen perspectivas interesantes como puede ser el sector de los sensores médicos basados en enzimas, tal como ocurre con el sensor de la glucosa. La comercialización de otros sensores como los que miden componentes químicos sanguíneos es muy posible que se logre ya en los años noventa. Una de las áreas más prometedoras de la actual biotecnología se centra en la producción de vacunas y otros preparados farmacéuticos enfocados a combatir enfermedades infecciosas. La tecnología del DNA recombinante ha comenzado ya a dar pasos importantes en la producción de vacunas antivíricas, ofreciendo una clara ventaja frente a las tradicionales, al ofrecer la posibilidad de fabricar subunidades de las mismas. Se produce ya la vacuna de la hepatitis B y se trabaja intensamente en las de la gripe, poliovirus y herpes sin olvidar la del virus HIV o del SIDA de extraordinario interés, proyecto en el que trabajan un buen número de centros de investigación biomédica y alguna bioindustria. La nueva generación de vacunas conocidas como «vacunas subunidad» contienen solamente ciertos fragmentos del virus y no está presente el material genético del agente patógeno por lo cual no pueden causar o reproducir la enfermedad. Estas «vacunas subunidad» son más puras y más estables durante el almacenamiento que la mayor parte de las vacunas tradicionales por lo que la OMS está particularmente interesada en su producción y subsiguiente aplicación en numerosos países, sobre todo subdesarrollados. Las intensas investigaciones que se realizan sobre una gran variedad de vacunas contra enfermedades bacterianas, víricas o parasitarias (recuérdese la importancia de la malaria que causa millones de muertes en todo el mundo), despiertan un formidable interés y algunas esperanzas de éxito. Es difícil una estimación de lo que podría suponer el importé de las vacunas en el año 2000, pero algunos cálculos previos liablan de cifras superiores a los 120.000 millones de pesetas, cantidades que, al igual que en otras áreas, pueden variar considerablemente en función de los avances técnicos logrados en algunos campos, especialmente en el de las vacunas relacionadas con las enfermedades parasitarias de tanto impacto en el mundo en desarrollo. Los productos derivados del fraccionamiento de la sangre humana suponen un volumen comercial ciertamente elevado entre todos los productos farmacobiológicos, pues se acercan a los 250.000 millones de pesetas al año en todo el mundo. Se calcula que de este mercado, aproximadamente el 41 por 100 corresponde a seroalbúmina humana y más concretamente el 25 por 100 a la y-globulina y el 13 por 100 a los factores antihemofílicos. De hecho el elevado valor alcanzado por estos productos (más de un millón de dólares por gramo), ha estimulado la clonación de algunos de estos factores en bacterias. Interesa destacar que, en este sector, los Estados Unidos dominan el mercado mundial tanto de seroalbúmina humana como de factores antihemofílicos. Los datos publicados recientemente por el Office of Technology Assessment (OTA) del Congreso americano, sirven para realizar una previsión del mercado mundial de unos 5.000 millones de dólares a LA REVOLUCIÓN DE LAS VACUNAS INTERÉS POR LOS PRODUCTOS DERIVADOS DE LA SANGRE finales de siglo. Se trata de cifras realmente importantes que hacen que las firmas farmacéuticas se interesen y realicen inversiones considerables, de esperan/adora utilidad en el sector. En este apartado resulta imprescindible hacer mención de la revolución, en realidad una cierta convulsión, ocasionada por la comercialización del TPA (Tissue plasminogen activator), droga que se utiliza para disolver coágulos sanguíneos, producida y comercializada por Genentech, con patentes efectuadas en todo el mundo y que ha despertado una inusitada atención. Se supone que las ventas de este producto típico de la moderna biotecnología del DNA recombinante batirá sin tardar mucho todos los récords comerciales; se espera que puedan superar cifras de 1.000 millones de dólares anuales, sin olvidar que ya en 1988 las ventas superaron ampliamente los 250 millones. En íntima relación con el tema que se acaba de mencionar se sitúa el de los productos de diagnóstico que constituyen un sector nuevo y revolucionario, un mercado formado por los reactivos clínicos en forma de «Kits». La gran especificidad de los anticuerpos monoclonales hace que estos ensayos se realicen para el diagnóstico de una gran variedad de enfermedades, así como para la detección precoz del cáncer. Resulta difícil predecir el mercado para estos productos de cara al año 2000, pero los datos que se manejan permiten suponer que, como en el caso anterior, fácilmente supere los 1.000 millones de dólares. La utilización de los microorganismos como motores de la bioindustria es un hecho evidente y los proyectos más recientes de transformar los cultivos microbianos y celulares en agentes contra la contaminación y recuperación de minerales, en productores de biogás, en fabricantes de proteínas, de hormonas y de toda clase de drogas, han suscitado en no pocas naciones un gran interés, dando lugar a la movilización de recursos importantes para la creación de una espectacular bioindustria, lo que justifica el desarrollo de un buen número de empresas nacionales o multinacionales, principalmente del sector farmacéutico, extraordinariamente agresivas y muy potentes. Las investigaciones de estas empresas alcanzan formidables proporciones y según reciente afirmación de uno de los más destacados expertos en biotecnología, el Dr. Julián Davies, realizadas en una reciente reunión celebrada en Sevilla, están dejando atrás a las mismas Universidades, pioneras en un tiempo anterior, como ya se ha mencionado, sobre todo en los Estados Unidos.