EL PENSAR Y SENTIR DE LAS PLANTAS Las plantas no tienen cerebro, ni sistema nervioso bien desarrollado. No pueden sentir ni pensar como el hombre y muchos animales. Sin embargo, hay plantas que cierran sus hojas y se quedan caídas cuando se las toca. Otras plantas atrapan insectos y los retienen en cautiverio para alimentarse. En realidad toda planta tiene maneras de hacer las cosas o de afrontar el peligro, a menudo el peligro es simplemente el exceso de calor o de frio, de sequía o de viento, las distintas plantas han logrado desarrollar muchas maneras de escapar a los peligros, por ejemplo, el cacto tiene modificaciones gracias a las cuales pueden vivir en un cálido desierto con la misma eficacia de un camello. En América tropical crece un pequeño arbusto que se llama sensitiva o mimosa. Tiene centenares de diminutos foliolos, cada uno de los cuales mide alrededor de medio centímetro, están dispuestos en pares y el follaje parece un conjunto de plumas por el número y la delgadez de los foliolos. Si se toca uno de los foliolos, éste se dobla inmediatamente. La planta parecerá dormida, pero en una media hora se verá totalmente repuesta. Si el sol es intenso o el viento muy fuerte como para secar con demasiada rapidez de agua, la mayoría de las otras plantas, cierran los poros de sus hojas. La sensitiva o mimosa pliega sus foliolos y los deja caídos, tiene células muy sensibles que actúan cuando los rayos del sol son demasiados intensos, o cuando el viento es fuerte. El impulso atraviesa esas células rápidamente, y entonces la planta parece marchita. Miles de otras plantas tienen millones de recursos, para su propio beneficio. El cacto del desierto almacena su agua, posee espinas eficaces para mantener a distancia a los animales que pueden causarle daño. Otras plantas poseen distintas maneras de eludir el peligro, según las variables o condiciones del aire, el agua, el viento, los animales vagabundos, el sol. Todas las cosas maravillosas que hacen en la actualidad la plantas son el resultado de esas variaciones, las cuales le han permitido sobrevivir a través de las diferentes épocas. LENJUR.