ATENCION CON LOS "CASPAS" A los niños que tienen problemas de déficit de atención les dicen hiperactivos, pero en realidad ellos tienen dificultades para concentrar su atención en una sola actividad. Sus profesores dicen que son inquietos, sus padres no saben qué hacer con ellos y sus amigos no los soportan, pero en realidad son niños con déficit de atención, cuya causa es neurobiológica. Los niños con déficit de atención se hacen notar en sus colegios y no precisamente por sus buenas calificaciones, sino por ser los más necios, los desobedientes, los que pasan por alto las normas y los que fomentan la indisciplina. Lo irónico es que estos pequeños traviesos no son conscientes de ello, pero sí criticados por su conducta. Como cualquier epidemia o enfermedad contagiosa infantil, el déficit de atención es un mal silencioso que ataca cada vez más a los escolares. Se trata de un problema neurobiológico y neurosicológico que se presenta desde temprana edad y que no les permite concentrarse en sus actividades. En el colegio les dicen hiperactivos y en su casa les disculpan sus necedades por aquello de que es mejor atajarlos que arriarlos, o como suelen pensar unos padres que su hijo es tan inteligente que necesita muchas actividades para estar ocupado. Algunos padres de familia han recibido estas frases y recomendaciones, ante la actitud de los hijos en el colegio: "Usted no le pone límites, no lo educa, deje de ser tan permisivo, llévese mejor este niño a otro colegio". A algunos de estos niños los llevan a psicólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, y al final concluyen que lo que padecen es deficiencia de atención. Si tenemos en cuenta que en nuestro medio hay crisis por la violencia, unida a la ausencia de padres en la casa, a que las figuras de modelos que tienen los niños son los violentos, los corruptos, el enriquecimiento ilícito, es comprensible que el déficit de atención sea alto. Los primeros que deben detectar los síntomas tienen que ser los profesores, pues, en el aula estos niños tienen dificultades para centrar su atención en una misma actividad, se mecen continuamente en su asiento, buscan contacto físico con los demás de manera tan impulsiva que les pegan sin querer. Si bien los padres de familia se están informando sobre las dificultades de aprendizaje de sus hijos, los colegios no están vinculados a esta tarea, "no han cambiado su esquema de trabajo, ni tienen en cuenta que los niños de hoy viven en un medio más estresante y algunos profesores se limitan a decir: llévense el niño para otro colegio. Este es un reto del momento actual, tiene que ver con la cantidad de disparadores, los menores reciben tanta información en su cerebro que se saturan, ellos generalmente son hijos de las prisas, de las comidas rápidas y los padres que no tienen tiempo para nada. Lo más preocupante es que el mal puede tener consecuencias peligrosas si no se trata a tiempo y ése es el drama al que se enfrentan padres y maestros. En situaciones graves se corrobora que los pacientes pueden caer en la delincuencia, la adición al juego o a las drogas. ATIENDA ESTOS SINTOMAS Los escolares que padecen síntomas de déficit de atención son niños con inteligencia normal, pero con dificultades para concentrarse y realizar tareas ordenadamente: * Falta de atención en tareas escolares e incluso en los juegos. * Cambia constantemente de actividades. * Se dispersa en las actividades. * Se equivoca en las tareas. * Pierde los objetos con facilidad. * Es el típico caso del niño a quien sus padres consideran desobediente y que parece no escuchar cuando le hablan. * Los expertos dicen que el niño con déficit de atención parece un motor. * Con el tiempo presenta problemas de rendimiento escolar. * Evita hacer esfuerzos grandes en las tareas, evade trabajos, requiere que el padre o el profesor estén detrás de él. * No controla sus movimientos, se pega, pisa todo, se cae encima del vecino. * Tiene deficiencias de lenguaje y en la organización de ideas orales y escritas. * Se irrita ante las dificultades y se impacienta cuando debe esperar. Recuerde, la indisciplina es uno de los síntomas que más caracteriza a los niños que padecen de déficit de atención.