PROPUESTA SOBRE CÓMO PODRÍA ENFOCARSE UN PROGRAMA EN EDUCACIÓN PRE-ESCOLAR CONSTANZA ARIAS ORTIZ REFLEXIONES SOBRE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR ¿Cómo debe estar estructurado un programa de Educación Pre-escolar? Este escrito es una reflexión sobre lo que se debe pensar para diseñar un programa de formación en Educación Pre-escolar. Es fundamental que se construya alrededor de la concepción de infancia que se adopte, para que partiendo de esta base se tenga en cuenta el desarrollo del niño y de la niña en ambientes de aprendizaje acordes y pertinentes respetando los diferentes contextos donde nacen y crecen, sus necesidades educativas y de desarrollo social que lo lleven a encontrarle sentido a lo que aprende y así lo pueda interiorizar fácilmente. Se debe entonces pensar la infancia desde una perspectiva holística pero sin dejar de lado las especificidades de cada contexto, de cada comunidad para que los y las estudiantes en Educación Pre-escolar comprendan no solo el sentido y la trascendencia de las miradas integrales pero sin invisibilizar a la infancia para así reconocer su importancia como la primera edad a partir de la cual se constituye el desarrollo integral del ser humano. Se debe partir considerando al niño y a la niña como seres sociales y como sujetos de derechos e inmersos en contextos que determinan sus interacciones en lo afectivo y relacional, familiar, social, educacional, cultural, histórico, político y ambiental. No se trata de concebir al niño (a) como fragmentado, sino un ser integral que se desarrolla en diferentes contextos, pero que para que este desarrollo sea acorde a sus necesidades e intereses debe respetarse su origen, sus tradiciones y maneras de concebir y percibir el mundo para que sus aprendizajes tengan sentido y aplicabilidad. Por lo anteriormente mencionado y para que los futuros educadores Preescolares contribuyan con la planteado, la estructura del programa curricular en Pre-escolar debería basarse en cuatro grandes directrices. Éstas son: La Personal: para que se haga énfasis en la dimensión humana; la ética en las acciones que se realicen, la manera como interactúa y se relaciona y como se desenvuelve pudiendo ser cada vez más objetivo en su quehacer y en su reflexión sobre el ser maestro (a) de niños y niñas y el fortalecimiento de los valores personales para que éstos se proyecten en la forma como se relaciona con la infancia. Esta directriz contribuye a establecer mejores relaciones interpersonales, conduce las reflexiones sobre la pertinencia e importancia de la labor realizada por el maestro Pre-escolar y sobre el momento histórico que le correspondió vivir y desde el contexto particular donde se realicen tanto las prácticas educativas como su labor como maestro Pre-escolar. Lo social y lo político: Para que se sensibilice e interiorice sobre su rol participativo para lograr transformar realidades. Ser propositivos buscando soluciones a situaciones que se presenten y propendiendo a las relaciones equitativas entre todos. Para que está directriz tome fuerza es indispensable resaltar las prácticas como praxis social, tener siempre presente el contexto y la contextualización social, político, económico y cultural de diferentes sectores de la población infantil, y además sin ser ajeno al contexto global, a las políticas de infancia vigentes que conducen a formar un estudiante (una) pensante y actualizado de lo que ocurre a su alrededor y que de una o otra manera puede afectar su futura labor como maestro en Educación Preescolar. Igualmente importante es tener muy presente la función social del maestro, la valoración social de la profesión y su trascendencia en la formación y desarrollo de la infancia del país.. La Investigativa: se trata de brindar una formación investigativa en problemáticas educativas y sociales sobre la infancia y de esta manera estar atentos a todo lo que sucede en relación con la ella, descubrir nuevas formas de trabajo, a tener siempre presente las necesidades o fortalezas que tiene la educación Pre-escolar y que se puede construir para mejorarla o para apoyarla. Es indispensable no solo brindar una formación en investigación sino también ayudarles a las y los estudiantes de Educación Pre-escolar a desarrollar habilidades y conciencia social, siendo propositivos y crítico-reflexivos para poder plantear alternativas de cambio a situaciones presentadas en los contextos donde se desenvuelvan. La Pedagógica: esta directriz nos ayuda a comprender como el maestro de Educación Pre-escolar debe asumir su rol y desempeñarlo como tal. Ésta puede actuar como un punto de partida para el análisis para que al reflexionar sobre la docencia se pueda comprender los diversos tipos de relaciones contenidas en su trabajo y tener una visión de conjunto del mismo, a la vez entender las causas de situaciones que se presentan frecuentemente en el procesos educativo y que en ocasiones no son tan evidentes y de igual manera facilitar la identificación de momentos en el aula o fuera de ella que se quisieran transformar. La Didáctica: esta directriz tiene como propósito facilitarle al estudiante el acceso al conocimiento, para que lo interiorice, lo asimile y lo pueda expresar desde su percepción personal, desde su propia construcción. Pero a la vez el estudiante que se esté formando en este campo profesional de ser educador Pre-escolar debe ser consciente de que existen diferencias individuales, los ritmos de aprendizaje son también distintos y aunque el grupo de estudiantes a cargo sea numeroso, se debe escoger y aplicar la estrategia metodológica más adecuada para cada grupo en particular, para facilitar la apropiación del aprendizaje y el desarrollo de habilidades para lograr un pensamiento de alto nivel cognitivo. Es necesario que se articulen esta directrices puesto que todas en conjunto conducen al logro de los mismos propósitos de formación de los estudiantes en Educación Pre-escolar y la más adecuada para establecer esta correlación, sería la directriz pedagógica, puesto que nos permite establecer una posición reflexiva ante las problemáticas socioeducativas influenciadas por los contextos donde se generan y de esa manera tener herramientas para proponer alternativas de cambio al respecto. Si se asume esta posición crítica reflexiva podremos entonces integrar de un manera acertada lo personal, lo sociopolítico, lo investigativo y didáctico, para tener en cuenta a la infancia desde una perspectiva única pero conformada por varias dimensiones donde una apoya a la otra para estructurar así una formación integral a los estudiantes que optan por esta opción de estudios a nivel profesional, pero con características de proyecto de vida comprometidos con la población más importante como los son los niños y niñas de nuestro país. Escrito realizado por: Constanza Arias Ortiz Documento de trabajo sujeto a cambios y a complementos BIBLIOGRAFÍA Fierro, Cecilia y otras. Transformando la práctica docente. Una propuesta basada en la investigación-acción. Editorial Piados. México. 1999.