LAS SEÑALES DE LA VIDA: HORMONAS, MENSAJEROS Y OTRAS SEÑALES José Carlos García-Borrón Todas las estructuras de nuestro organismo proceden de una única célula totipotente, el óvulo fecundado. Sin embargo, los distintos tipos celular y los tejidos y órganos que conforman se han especializado a lo largo del desarrollo y cumplen funciones distintas, actuando de forma coordinada. Por lo tanto, en el desarrollo del organismo concurren procesos de proliferación (multiplicación) y de diferenciación (especialización) celulares. Estos procesos no alteran el patrimonio genético, que es el mismo para todos los tipos celulares, sino que reflejan la expresión específica de determinados genes en función de la posición de la célula en el organismo y del estadio de desarrollo. En los organismos superiores, los procesos de proliferación y de diferenciación están regulados por señales externas, de manera que el estado funcional de la célula y su tendencia a dividirse o permanecer quiescente dependen del entorno. Ello supone la existencia de mecanismos complejos de comunicación intercelular. Cuando fallan estos mecanismos, se producen situaciones patológicas como el cáncer, en el que algunas células se dividen de forma autónoma e incontrolada. Los mecanismos de comunicación celular se basan en la producción de mensajeros químicos por una célula emisora, que son vertidos al exterior e interaccionan con receptores específicos en las células diana. Se clasifican en procesos autocrinos, paracrinos o endocrinos en función de la distancia recorrida por el mensajero químico y en conjunto modulan y regulan buena parte de las actividades de células, órganos, tejidos y seres vivos. En el caso del sistema endocrino, la célula productora de la señal vierte al torrente circulatorio un mensajero químico denominado hormona (del griego hormaein, excitar), que puede recorrer distancias considerables para regular el desarrollo y la actividad metabólica de tejidos espacialmente alejados. Tras la unión de la hormona a su receptor en la célula diana, se disparan procesos complejos de transducción de señales que culminan en cambios en la forma, la movilidad, el metabolismo, y la velocidad de proliferación de la célula diana. El sistema endocrino es esencial para el mantenimiento de la homeostasis, para la adaptación a cambios en el medio externo, y para la ejecución de diferentes programas fisiológicos cíclicos y de desarrollo, como los ciclos de sueño/vigilia, la maduración y diferenciación sexuales o la menstruación y el embarazo. El conocimiento de la estructura química, el modo de acción y los efectos fisiológicos de las hormonas ha permitido su uso farmacológico más allá de las cada vez más sofisticadas terapias de sustitución, en numerosas situaciones patológicas como la inflamación de diferentes etiologías o incluso el cáncer. Por otra parte, también ha dado lugar a distintas formas de uso fraudulento o delictivo. Además, los estudios encaminados a dilucidar los mecanismos hormonales de diferenciación celular están progresando rápidamente podrán aplicarse a medio plazo a la obtención de células (re)programadas para su uso en Medicina Regenerativa en un amplio abanico de enfermedades que a día de hoy carecen de un tratamiento efectivo.