Unidad 2 Lectura 4 Algo más sobre las hormonas hipotalámicas hipofisotrópicas Si bien la existencia de péptidos hipotalámicos hipofisotrópicos (literalmente, que se dirigen a la hipófisis) fue anticipada por los descubrimientos de los grupos de Guillemin y Saffran, en la década de 1950, recién en 1969 fue aislada e identificada la primera hormona con esta función, denominada hormona con esta función, denominada hormona liberadora de tirotrofina o TRH. En los cinco años siguientes fueron identificadas la GnRH o LHRH (hormona liberadora o gonadotropinas) y la hormona inhibidora de la liberación de hormona de crecimiento (somatostatina o GHIH). La CRH (hormona liberadora de hormona de crecimiento) fueron aisladas e identificadas en 1981 y 1982, respectivamente. La búsqueda continuó y continúa hasta la fecha, dado que no se han identificado todos los posibles factores estimulantes e inhibidores correspondientes a las distintas trofinas. Es más, a la lista de hormonas hipofisotrópicas (cuadro 35-2) se han agregado numerosos factores, peptídicos o no, con probada capacidad de estimular o inhibir la secreción de las trofinas hipofisarias. Cuadro 35-2. Principales hormonas y factores hipofisotrópicos de origen hipotalámico Hormona hipotalámica/factor Efecto sobre la secreción hipofisotrópico adenohipofisaria LHRH (o GnRH) Aumento de la secreción de LH y FSH (en dosis elevadas, aumento de la secreción de PRL). TRH Aumento de la secreción de TSH y PRL. (en situaciones patológicas –p. ej., acromegalia- aumento de la secreción de GH) GHRH Aumento de la secreción de GH GHIH (somatostatina) Disminución de la secreción de GH (inhibición de otras trofinas, como TSH y PRL) CRH Aumento de β-endorfina DA (dopamina) Disminución de la secreción de PRL HAD (vasopresina) Aumento de β-endorfina Hexarelina Aumento de la secreción de GH PACAP (péptido estimulante adenilciclasa adenohipofisaria) de la la secreción secreción de de ACTH, ACTH, la Aumento de la secreción de GH y PRL Angiotensina II Aumento de la secreción de PRL VIP (péptido intestinal vasoactivo) Aumento de la secreción de PRL Oxitocina Aumento de la secreción de PRL β-endorfina Aumento de la secreción de PRL y GH Para citar algunos ejemplos podemos mencionar el PACAP (péptico activador de la adenilciclasa hipofisaria), la hexarelina (GHRP-6) y el péptido intestinal vasoactivo (VIP), entre otros. ¿Acaso todos los péptidos hipotalámicos son hormonas hipofisotrópicas? Surge la duda acerca de cuáles son los criterios a emplear para considerar un péptido, u otra sustancia química elaborada en el hipotálamo, como una hormona hipofisotrópica fisiológicamente relevante. A principios de la década de 1970 se sugirió que para poder considerar una sustancia como neurotransmisor, debe ser sintetizada y liberada por el elemento presináptico y ejercer en el nivel postisináptico un efecto mensurable y similar al que se observa cuando se activa la sinapsis, por ejemplo, eléctricamente. Si consideramos las neuronas hipotalámicas como elementos “presinápticos”, las células adenohipofisarias como destinatarios del mensaje y el sistema porta hipofisario como un espacio intersináptico algo modificado, podemos plantear los siguientes requisitos mínimos para establecer que una hormona hipofisotrópica es fisiológicamente relevante: en primer lugar, debe ser sintetizada por neuronas parvocelulares del hipotálamo y estar presente en las terminaciones axonales adyacentes al plexo primario de los vasos portales, en la capa externa de la eminencia media (demostración inmunohistoquímica): además debe alcanzar concentraciones elevadas en sangre portal, muy superiores a las que se detectan en sangre periférica (medición por radioinmunoensayo); en ensayos in vitro, realizados con células adenohipofisarias, debe estimular o inhibir, en concentraciones similares a las que presenta en sangre portal, la actividad secretora; las células que responden a la hormona deben sintetizar y expresar receptores específicos para ella (medición por técnicas de biología molecular o ensayo de radiorreceptores o ambas); por último, la supresión de la actividad biológica de la hormona (p. ej., por medio de la inmunoneutralización con un antisuero dirigido contra ella) debe dar como resultado cambios relevantes en la función controlada por esa hormona. Bases Fisiológicas de la Práctica Média Best & Taylor Ed. Médica Panamericana Pág. 589