UNA MIRADA A LOS FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA ADMINISTRACIÓN 1 Lisímaco Londoño Pulgarín2 Pablo López Tovar3 Recibido: Diciembre 15 de 2006 Aprobado: Enero 20 de 2007 RESUMEN Etimológicamente, administrar, del latín “administrare”, quiere decir: Servir. En este sentido, administrar puede interpretarse como la acción de cuidar los bienes de otro. Sin embargo administrar quiere decir también regir o gobernar y, en este caso, administrar es dirigir los destinos de una comunidad de tal manera que se alcancen los fines de la misma. Reconocer una definición estricta y clara de lo que significa administrar, indudablemente conduce a revisar la naturaleza de los fundamentos que explican la teoría y la evolución del pensamiento administrativo. El presente ensayo propone realizar una mirada a los fundamentos teóricos de la administración, como un aporte a la reflexión en torno a la construcción de una epistemología para la Administración. Este ensayo constituye uno de los productos finales emanados de la investigación “Fundamentos teóricos del proceso de enseñanza de la administración en universidades del Valle de Aburrá” efectuada durante el 2006 por los autores del presente texto, adscrita al Grupo de Investigación Grice de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de San Buenaventura, seccional Medellín. 2 Administrador de empresas, Especialista en Gerencia Tributaria. Con amplia experiencia docente en diversas universidades, actualmente es miembro de la mesa de Alta Gerencia y se desempeña como docente de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de San Buenaventura, seccional Medellín. 3 Economista, Especialista en Finanzas públicas. Con amplia experiencia docente en varias Universidades, actualmente se desempeña como Coordinador de la Unidad de Emprendimiento y Creación de empresas de la Universidad de San Buenaventura, seccional Medellín. 1 Como resultado del proceso investigativo desarrollado con el fin de revisar los fundamentos teóricos que utilizan los programas de Administración de Universidades del Valle del Aburrá, es posible aproximar dicha mirada y enfocarla hacia cinco temas básicos, a saber: Una primera parte pretende abordar la discusión acerca de la naturaleza del conocimiento administrativo, fundamentalmente en relación con la construcción del pensamiento económico. Seguidamente y como segundo componente, se hace importante comprender los conceptos fundamentales que desde la biología han influido en el pensamiento occidental y han condicionado el desarrollo del pensamiento y de la práctica administrativa moderna. Un tercer aspecto lleva a considerar elementos ideológicos presentes en la configuración del pensamiento moderno de occidente, y que aparecen en la religión, la filosofía y la política, y que lograron permear el pensamiento administrativo. En la cuarta parte se trata de determinar los aportes que desde la sociología y la psicología apoyaron el desarrollo del pensamiento administrativo; por último, un quinto aparte pretende explorar los orígenes y desarrollo del pensamiento administrativo, mediante la identificación de elementos filosóficos en el pensamiento occidental. PALABRAS CLAVES Administración, competencia, pensamiento administrativo, recursos, racionalidad, derechos de propiedad, jerarquías. ABSTRACT Etymologically, to administer comes from Latin and it stands for “To Serve.” In this sense, thus, to administer can be understood as the action of “taking care of someone’s goods.” However, to administer also means “to rule, to govern” and it is in this sense that to administer means “to lead the fate of a community in such a way that the goals of that community could be reached.” To clearly and strictly recognize the definition of what to administer means leads, undoubtedly, to revise the nature of the fundamentals that explain the theory and the evolution of the administration thoughts. This paper intends to take a look at the theoretical fundamentals of administration in order to reflect upon the construction of one epistemology of administration. With the purpose of revising the theoretical fundamentals taught in different administration programs at the Aburrá Valley universities, we carried out a research which showed us that it is possible to focus this paper’s look on five basic topics: First of all, it is needed to discuss about the nature of the knowledge of administration, fundamentally in the construction of the economics thought. Secondly, it is important to understand the basic concepts that, from a biological point of view, have influenced the occidental thought and have conditioned the development and the practice of today’s modern administration. In the third place, some ideological elements that have forged the modern occidental thought have to be considered; elements present in religion, philosophy and politics which have influenced the administration thought. In the fourth place, we have to determine the contributions that from the sociology and psychology have supported the development of the administration thought; and in the last and fifth place, we intend to explore the origins and the development of the administration thought through the identification of philosophical elements in the Occidental Thought. KEY WORDS Administration, Competence, administrative thinking, resources, rationality, royalties, ranks. EL CAMINO HACIA EL CONOCIMIENTO ADMINISTRATIVO. Comprender la naturaleza del pensamiento administrativo invita a distinguir los conceptos de acto económico y acto administrativo, entendiendo que el primero ha estado básicamente asociado con el que se configura como problema económico, porque las posibilidades existentes para satisfacer las necesidades humanas no son suficientes, determinando el conflicto existente entre la escasez de recursos y el criterio de la elección racional. El “acto administrativo” por su parte puede entenderse como la concepción intelectual del hecho administrativo y que requiere como elementos esenciales el sujeto que es quien realiza el acto, la causa como motivo o circunstancia que origina el acto, el objeto haciendo referencia sobre quien recae el acto, la finalidad tratándose del bien común o particular, la forma de realización del mismo, la voluntad o expresión escrita o verbal del acto, y la competencia como principio de jerarquía. Problemas materiales, escasez de recursos, racionalidad en la elección y el sujeto como actor principal podrían determinar los aspectos para identificar en qué momento los actos económicos y /o los actos administrativos se configuran con un asunto económico y/o asunto administrativo propiamente dicho. Los asuntos económicos están asociados con la discusión sobre los derechos de propiedad y la forma como se configura la distribución de los recursos en términos de su valor de uso o cambio. El asunto administrativo por su parte parece estar muy ligado al concepto de entender las formas de gobierno utilizadas para direccionar el ordenamiento de los derechos de propiedad, y cómo desde allí los recursos se optimizan también, bajo la premisa de la racionalidad humana. En palabras de Orión Álvarez y Aristides Meneses, la administración interpreta la realidad, y la técnica la modifica. Recursos, racionalidad, derechos de propiedad y jerarquías, es tal vez un hilo conductor que permite entender el camino acerca de la naturaleza de los actos y los asuntos tanto económicos como administrativos, donde el marco de discusión sobre las causas y características de los mismos en el tiempo, determinar los comportamientos propios que ha permitido configuran el pensamiento económico e incluso el pensamiento administrativo. El pensamiento administrativo orienta su vocación hacia el establecimiento de varias concepciones evolutivas acerca de la manera más acertada como se debe administrar una organización. La historia de estas tendencias administrativas se remonta a los sumerios, quienes en el año 5.000 AC, tenían hechos relacionados con el control administrativo. En el año 4.000 AC. Los egipcios se referían a la planeación, organización y control, y en el año 2.600 AC., ya utilizaban la descentralización del poder. En el año 2.000 AC., en Babilonia (Código de Hammurabi) se observan hechos sobre control y responsabilidad, y por primera vez se establece el salario mínimo. En el año 1491 AC., en Israel, Moisés utiliza el principio de organización por autoridad jerárquica y el principio de excepción. En el imperio chino, 500 años AC., Confucio sentó las bases de la administración para dicho conglomerado humano. Después de los chinos, vinieron de nuevo los egipcios con un sistema administrativo organizado en agricultura, pastoreo y comercio, que Weber calificó como "burócrata". Más adelante los romanos desarrollan un excelente sistema en agricultura, minería y comercio, además de la guerra, lo cual los lleva a la prosperidad durante varios siglos. El espíritu de orden administrativo que tuvo el Imperio Romano hizo que se lograra, a la par de las guerras y conquistas, y de la organización de las instituciones, de manera satisfactoria. Estas primeras experiencias de sistemas administrativos, constituyen lo que se llama “Prehistoria del pensamiento administrativo”. En la Edad Media europea se desarrolló un sistema político único: el feudalismo: el señor feudal vivía en su castillo, administraba la justicia, dirigía la policía, recaudaba los impuestos y acuñaba la moneda. Ésta es, en cierta manera, la aparición del descentralismo, ya que existían las monarquías que gobernaban los territorios, aunque eran los señores feudales los que constituían pequeños "estados" y mantenían las monarquías. También en esta época floreció y se consolidó la Iglesia Católica, cuyo aporte a la administración se basa en una estructura de pocos niveles jerárquicos, simple pero tan efectiva, que con más de 2.000 años todavía sigue vigente. Igualmente la Iglesia aporta en el ejercicio del poder y en la generación de conocimiento, pues los religiosos más doctos fueron los que crearon la Universidad. Después de la organización feudalista viene el período de las revoluciones, entre ellas la Revolución Industrial, durante la cual nacen también formas de administración no muy ortodoxas. Ya entrando en lo que se llama la administración moderna (a partir del Siglo XIX), aparecen varias escuelas como la de administración científica, la del comportamiento, la empírica, y las de los grandes pioneros del pensamiento administrativo moderno, como Fréderick Táylor y Henry Fayol, padres de la administración, quienes la aproximan al concepto de ciencia y de racionalidad. El pensamiento económico por su parte se configura a partir de la construcción de escuelas de pensamiento, iniciando por los mercantilistas, que tienen como objeto de estudio las formas de incrementar la riqueza, a la que van definiendo sucesivamente de manera diferente: acumulación de metales, incremento por medio del comercio exterior, y luego, a partir del proceso productivo, con destino exportador. Los fisiócratas estudian cómo se genera, distribuye y circula la riqueza, definiendo que el área clave se ubica en la producción concentrada en la actividad agropecuaria. Para Smith, el objeto de estudio son la producción, distribución, intercambio, consumo y los aspectos monetarios; pone énfasis en la esfera de la producción ya que es en ella dónde se genera la riqueza, pero también considera importante el área del intercambio. Ricardo define como su objeto de estudio la distribución de la riqueza entre las diferentes clases sociales, aunque su teoría abarca un objeto mucho más amplio: hay una preocupación central en este autor, sobre la teoría de la producción y de la generación de la riqueza. Para Marx, su objeto declarado de estudio es la producción, distribución, intercambio y consumo; y el no declarado, pero tratado, los procesos monetario financieros. En Marx, el modo de producción aparece como determinante (en último término) de la superestructura; este autor asigna un papel clave a la estructura técnica, a las relaciones de producción y a las fuerzas productivas, dentro del modo de producción; y este modo es a su vez un determinante en último término, de las demás áreas tratadas. La plusvalía como apropiación del trabajo por parte del capitalista, involucra un elemento fundamental de la administración, como es la fuerza laboral y por ende el ser humano. Por su parte, el objeto de los neoclásicos se refiere a la conducta humana racional, maximizadora, articulando medios escasos y de uso alternativo a fines múltiples y de diversa jerarquía. Los neoclásicos tienen un objeto microeconómico, a diferencia de los autores anteriores, cuyo objeto de estudio era macroeconómico; aquí el concepto de eficiencia y eficacia son fundamentales, dentro de un eclecticismo teórico. Tanto los autores mercantilistas, fisiócratas y clásicos, como los marxistas, tienen un objeto de estudio eminentemente social, ya que estudian relaciones entre grupos sociales. Los autores neoclásicos, por su parte, insisten en el carácter social de la ciencia económica; pero, sin embargo, la manera como se conoce el objeto y se construye la teorización, hace que las relaciones entre clases y grupos sociales no sean estudiadas, y que en el equilibrio individual se priorice la relación sujeto - objeto y objeto - objeto. Tanto la evolución del pensamiento administrativo como el pensamiento económico insertan en su estudio la forma como se configuran los actos y los asuntos religiosos, principalmente la ingerencia de la iglesia católica y el protestantismo. El estudio de sus formas de organización interesa para conocer la importancia que tiene en administración el adoctrinamiento para la consecución de un objetivo. Finalmente, hay una coincidencia en las tres áreas de conocimiento y es que su construcción como conocimiento mismo se muestra como una continua respuesta al comportamiento racional de grupos sociales configurados desde el punto de vista de la evolución misma de los individuos, de su necesidad racional, por la búsqueda de la supervivencia y por el anhelo indispensable y necesario de satisfacer sus necesidades. Se establece pues un lazo conector; actos, asuntos y pensamiento económico, religioso, administrativo, aspectos que consideramos fundamentales para profundizar y entender la naturaleza del conocimiento administrativo. APORTES DESDE LA BIOLOGÍA: LA EVOLUCIÓN HUMANA Y LA COMPETENCIA COMO CAMINO HACIA EL PROGRESO. Darwin establece que el potencial reproductor de los seres vivos es alto; que ellos crecen en forma geométrica, y que también los individuos descendientes de una pareja son todos distintos. Estos argumentos le permitieron construír la teoría de la “selección natural”. La noción de selección natural define que en la naturaleza hay escasez de recursos, es decir de alimentos, espacio para reproducirse...por tanto se va a establecer una lucha entre todos los individuos de cada especie por esos recursos, con lo cual los mejor dotados van a sobrevivir y los menos dotados, no. Establece también que los individuos que sobreviven pasan sus características a sus descendientes. Sin embargo Darwin creía que evolucionaban los individuos, no las especies. El concepto de evolución se refiere al cambio en la carga genética de una población a lo largo del tiempo. Un gen es una unidad hereditaria que puede ser pasada sin alteraciones por generaciones. El “pool” de genes es un “set” de ellos en la población de una determinada especie. Un simple organismo nunca es típico de una población entera a menos que no haya variación genética en la población. Los organismos individuales no evolucionan: sólo las comunidades con biodiversidad lo hacen. Cuando una población evoluciona, la relación entre la composición genética de los individuos que la componen varía. La evolución se puede subclasificar en microevolución y macroevolución. La documentada anteriormente es la microevolución. Grandes cambios, tal como cuando una especie nueva se forma, es la macroevolución. Los biólogos piensan que los mecanismos de la macroevolución son diferentes de la microevolución. Otros piensan que la macroevolución es una acumulación de microevoluciones. De este modo la evolución sería sólo la selección natural. Todos los organismos están relacionados a un ancestro común, mediante la evolución. La teoría de como el primer organismo viviente apareció es llamada evolución. La noción de competencia significa disputa o contienda entre dos o más sujetos sobre alguna cosa; significa igualmente, aptitud, habilidad, idoneidad. Una competencia interna radica entonces en el adquirir más y mejores conocimientos, destrezas, experiencias, etc. Es decir, fijarse metas cada vez más ambiciosas y cumplirlas. Como concepto biológico, el término competencia se refiere a la relación entre dos organismos que usan un mismo recurso, de modo que la ventaja de uno de ellos determina la disminución del otro. El progreso por su parte se refiere a la acción de ir hacia delante; se refiere al perfeccionamiento, e implica avance de la civilización y de las instituciones políticas y sociales. La historia del progreso es la historia de la barbarie; es la historia de los vencidos, como afirma Benjamín Walter: “No existe documento de cultura que no sea a la vez documento de barbarie”. El progreso en sus diferentes nombres: avance, desarrollo, evolución, primer mundo... guarda dentro de sí la otra cara: retroceso, subdesarrollo, involución, tercer mundo. La falta de progreso se adjudica a una incapacidad de orden natural o de orden cultural. El indio, el negro, la mujer, los pobres no entran en los beneficios de ese progreso porque en ellos anida –afirma el vencedor- la imposibilidad de crecer, de desarrollarse, de mejorar. Evolución, competencia, progreso son aspectos de consideración para entender los fundamentos del conocimiento administrativo y que le permiten constituírse en categoría de pensamiento y base de práctica. Pero ¿de qué manera la historia explica que los individuos, concretamente el ser humano respondan sistemáticamente a la razón de evolucionar, competir y progresar? Es posible pensar que todo ello responde a la necesidad de satisfacer necesidades, y ese camino a la satisfacción de necesidades condiciona una adaptación a los medios, a los grupos, a la sociedad. En su sentido más amplio, la adaptación en cuanto respuesta idónea a las exigencias del medio y la realidad social por parte de los individuos, tiende a estar dirigida, en el ámbito de lo personal y de lo colectivo, por los principios básicos de lo utilitario, lo pragmático y lo individual, y en todo momento apoyada por los criterios del cálculo racional y deliberación reflexiva. Se trata, al fin de cuentas, de alcanzar una adaptación que proporcione máximos de transparencia, para obtener, a través de la acción social, los objetivos programados (siempre de forma desmesurada) por los actores sociales. Surgen interrogantes claves para considerar si evolución, competencia, progreso y ahora adaptación nacen como respuesta a la necesidad racional de supervivencia de los seres vivos incluído el hombre, del sentido económico y de interés particular de los individuos, o de la vocación altruísta del ser. Pensamientos desde lo biológico, lo económico e inclusive lo religioso, llevan el análisis al campo del pensamiento administrativo, para finalmente tratar de entender la naturaleza del conocimiento administrativo, que en resumen se refiere a la configuración de actos y asuntos explicativos de la forma como se organizan las estructuras sociales con miras a la optimización de recursos y beneficios. APORTES DESDE LA IDEOLOGÍA: LA RELACION HOMBRE-TRABAJOORGANIZACIÓN COMO EXPLICACIÓN A LA NOCIÓN DE ADMINISTRACIÓN. El contexto utilizado hasta ahora para entender la naturaleza del conocimiento administrativo y de una posible fundamentación biológica permite realizar una construcción que desde la distinción entre actos, asuntos, pensamientos (económicos, religiosos, administrativos) y tratando de concebir una cadena formada por evolución-competencia-progreso, se llega al tema de la racionalidad y de la necesidad de supervivencia en los individuos, como respuesta al proceso de adaptación que la historia le ha exigido. La historia implica entonces concebirla y para ello la narrativa de los diferentes tipos de actos y asuntos ha permitido configurar el tema de lo ideológico, a la manera de soporte explicativo de varias ciencias, y en términos generales como explicación del comportamiento de los individuos y de la existencia del hombre mismo. La ideología y la religión juegan un rol fundamental en la formación y desarrollo de los Estados. En un primer momento, se dan manifestaciones en creencias colectivas a menor escala, a través de rituales, y se van estructurando de acuerdo con las posibilidades dadas en la sociedad en que se presente. Con la consolidación del Estado, se va desarrollando un sistema ideológico más articulado y con características complejas, generando una formación de una casta sacerdotal, que es la que dirige la organización. En la revolución Francesa juega un papel importante “El clero y el Estado Llano”. De manera más concreta, las manifestaciones ideológicas de una sociedad pueden ser una de las fuentes de poder más significativas. La ideología configura entonces actos o hechos que en el tiempo forman conceptos y preceptos universales sobre los cuales entre otras cosas puede también fundamentarse el conocimiento administrativo. Algunos hechos se relacionan con: La Revolución Industrial, como proceso de evolución que conduce a una sociedad desde una economía agrícola tradicional hasta otra caracterizada por procesos de producción mecanizados, para fabricar bienes a gran escala; es un proceso que surge en distintas épocas, dependiendo de cada país. Cuando la revolución trasciende los países, se habla de industrialización o desarrollo industrial de los mismos. La revolución francesa, la cual fundamenta el origen del estado moderno desde el atropello del "El estado soy yo" manifestado como el más nocivo absolutismo, y mediante el cual el pueblo sintió la negación total de sus derechos y rotos todos sus principios e ideales. Es ahí donde empieza a crecer el resentimiento y surge poco a poco la semilla de la rebelión, y ésta había de manifestarse con toda su violencia y hacer explosión, para culminar el 14 de Julio de 1789, con la toma de La Bastilla. La Revolución dio paso a nuevas formas, con todas sus naturales e impropias acciones excesivas cometidas. La mayor aportación que este levantamiento hizo, fue la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, que se fundamentó en la teoría de Jean Jacob Rosseau, consignada en su obra "El Contrato Social." El año de 1789 es de primordial importancia en sus manifestaciones, porque los rumbos señalados cambiarían el mando en sus procedimientos y formas gubernamentales y también en la nueva concepción del hombre, que se convirtió en ciudadano, para ayudar a los fines del Estado, un nuevo Estado nacido de la sangre de muchas personas, y que surge de las cenizas del despotismo y la crueldad: El Estado Moderno de Derecho. Si antes se decía “el poder viene de Dios” ahora “el poder emana del pueblo” y este cambio trascendental hace que los Estados se administren de diferente manera. El liberalismo es un orden de ideas o conjunto de principios y doctrinas que suponen la razón individual como absolutamente libre. El liberalismo político y filosófico del s. XVIII tuvo sus derivaciones en el campo de la economía: como sistema económico es una orientación ideológica que propugna por la libertad de la vida económica, o sea, el libre juego de las fuerzas económicas, basándose en que la eficaz colaboración y el equilibrio de estas fuerzas presupone su libertad de movimiento. En economía, liberalismo es entonces sinónimo de libre concurrencia y ausencia de restricciones y regulaciones por parte del estado. Emilie Durklein afirma que “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, que Wéber publicó en forma de dos largos artículos en 1904 y 1905, señala su primera tentativa de confrontar ciertos de estos temas a un nivel general. Comienza la ética protestante sentando un hecho estadístico que consiste en que, en la Europa moderna, "los protestantes participan con el porcentaje más elevado, por relación con la población total, en la posesión del capital, en la dirección y en los más altos puestos del trabajo especializado, y mas aun están entre el personal técnico y comercial mejor preparado de las empresas modernas". Los primeros centros de desarrollo capitalista a principios del siglo XVI eran firmemente protestantes. La ética protestante demuestra que hay una "afinidad electiva" entre el calvinismo y la ética económica de la actividad capitalista; pretende demostrar que la racionalización de la vida económica, actividad característica del capitalismo moderno, está vinculada a opciones valorativas irracionales. Revolución industrial, revolución francesa, liberalismo económico, reforma protestante, y capitalismo, son hechos históricos que trascendidos en ideología o conjunto de ideas, nos llevan en este punto a mirar si como instrumentos que pueden fundamentar el conocimiento administrativo, coinciden en que permiten construír un nuevo enlace entre la noción de hombre-trabajo-organización. Para llegar a la noción de hombre y revisando la historia, se puede rastrear en cada grupo social una idea de hombre que responde a las condiciones de la cultura. Se hace mención de tres de ellas: aquéllas de las que hemos recibido mayor influencia, y se podría decir que aquellas han configurado lo que ahora somos. Estas tres miradas son la hebrea, la griega y la romana. Así, de los griegos hemos bebido la filosofía, el conocimiento, el interés por la investigación y la teorización; de los hebreos hemos asumido la religión, la idea de trascendencia hacia un único Dios, Creador, Salvador y Santificador; de Roma hemos heredado el derecho, por ser ellos quienes desde entonces hicieron jurisprudencia, es decir crearon el derecho. El concepto de hombre entonces tiene interpretaciones desde diversas áreas de conocimiento construídas desde los mismos enfoques históricos; lo importante es cómo unir la noción de hombre, con la idea de trabajo y de organización. Según pensadores como Sócrates, Platón y Aristóteles, un rasgo muy humano es la satisfacción de las necesidades a través del trabajo; en el ejercicio de éste se desarrollan diversas técnicas y herramientas cuyo correcto uso conforman el conocimiento. De acuerdo con Sócrates, lo que constituye nuestra naturaleza humana es la virtud, entendida como el saber actuar bien. También afirma que la persona es una criatura en constante búsqueda de sí misma, que en todo momento de su existencia debe mantener bajo examen y escrutinio racional las condiciones de ésta. El ser humano se distingue (en Sócrates), por poder dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional que se le haga sobre sí mismo. El trabajo por su parte se concibe como una condición de existencia del hombre, que tiene como objeto crear satisfactores y resulta tutelado por el Estado, cuando existe relación jurídica de subordinación; es también una actividad humana dirigida a la producción de cosas, materiales o espirituales, o al cumplimiento de un servicio público o privado. La idea y concepto de trabajo, varía de acuerdo con los distintos regímenes económicos de cada país, pero coinciden esencialmente quienes pretenden justificar “el trabajo subordinado”, en la intención de someter al trabajador y dar base a las ganancias y a los pretendidos derechos del patrón. El desarrollo económico alcanzado y la capacidad de los trabajadores, hacen posible que además de participar en las utilidades, intervengan en la dirección y administración de la empresa. Una idea fundamental identifica al trabajo con el esfuerzo que realiza una persona; o sea, que todo trabajo implica llevar a cabo un esfuerzo, que debe tener alguna repercusión en el orden económico, y en alguna medida satisfacer una necesidad. Por último, la organización nació de la necesidad humana de cooperar. Los hombres se han visto obligados a cooperar para obtener sus fines personales, por razón de sus limitaciones físicas, biológicas, sicológicas y sociales. En la mayor parte de los casos, esta cooperación puede ser más productiva o menos costosa si se dispone de una estructura de organización. Así, una estructura de organización debe estar diseñada de manera que sea perfectamente claro para todos quién debe realizar determinada tarea y quién es responsable por determinados resultados; de esta forma se eliminan las dificultades que ocasiona la imprecisión en la asignación de responsabilidades y se logra un sistema de comunicación y de toma de decisiones que refleja y promueve los objetivos de la empresa. La ideología construída a partir de los hechos históricos religiosos, económicos, políticos y administrativos explican en gran medida la cadena establecida entre el comportamiento humano, la razón de ser del trabajo, y la manera como la cooperación configura la organización. El conocimiento administrativo une de alguna manera la explicación de la naturaleza de los actos y de los asuntos administrativos, considera el enlace entre evolución-competencia-progreso, y sin descartar que todo puede responder a procesos de adaptación de los individuos, concibe también la existencia lógica del hombre, el trabajo y la organización. APORTES DESDE LO PSICO-SOCIOLÓGICO: EL TRABAJO Y LAS ACTIVIDADES HUMANAS COMO RESULTADO DE LA MOTIVACIÓN DEL INDIVIDUO O COMO RESULTADO DE SU FUNCIÓN COMO RECURSO. Para aterrizar la idea sobre la manera como los fundamentos psico-sociológicos permearon o no el conocimiento administrativo, se hace necesario revisar los enfoques teóricos del mismo. Taylor (en los EEUU.) fue uno de los principales exponentes del cientificismo; su biografía cuenta que ingresó a una compañía que fabricaba lingotes de acero en la época de depreciación en los EE.UU., ocupando el cargo de obrero, y luego pasando por los demás niveles, llegó al más alto. Esto le permitió darse cuenta de las afectaciones que hacían los obreros a las máquinas. Dentro de sus aportes a la administración están los principios administrativos, los mecanismos de administración, el pago a destajo, la selección de personal y las características de los trabajos humanos. Se propone también como principios administrativos el estudio de tiempos y movimientos, la selección de obreros con base en la meritocracia, la responsabilidad compartida y la aplicación a la administración, y para todo ello determina los mecanismos administrativos de ejecución. Taylor también descubre que no existe un sistema totalmente efectivo; el puesto que desempeña el trabajador, no siempre es acorde con sus capacidades, no existen incentivos, las decisiones se llevan a cabo en los niveles más altos, y además, la administración consta de principios aplicables a todas las empresas. Henry Fayol, por su parte, y también lo cuenta su biografía, entra a trabajar de gerente general a una compañía de minas de carbón (en Europa) que se encontraba en quiebra; después de 25 años, dicha compañía era considerada una de las empresas más importantes a escala mundial. Su aporte se concentra en demostrar la universalidad de la Administración; identifica seis áreas funcionales dentro de la empresa: técnica, comercial, financiera, contable, seguridad, administrativa, y describe el modelo del proceso administrativo dividido en etapas: previsión, organización, dirección, coordinación y control; determina además, en forma ampliada, los principios administrativos referidos a catorce aspectos: unidad de mando, autoridad, unidad de dirección, centralización, subordinación del interés particular al general, disciplina, división del trabajo, orden, jerarquía, justa remuneración, equidad, estabilidad, iniciativa, espíritu de grupo. El período de la administración científica o cientificismo, parece que buscaba lograr una alta productividad en las empresas, sin importar el factor humano, aunque Táylor en uno de sus escritos manifiesta el interés porque haya armonía entre operarios y patronos. De la concepción mecanicista del hombre y su aporte a la formación y acumulación de capital, surge la definición del hombre como “Homus económicus”. La Escuela de las relaciones humanas o administración humanística aparece en los Estados Unidos como un movimiento de oposición al cientificismo. Aparece en el año de 1920, y tiene su origen en la necesidad de humanizar a las empresas y el hacer uso de las ciencias sociales. Cuando se revisan los postulados científicos o humanistas, finalmente se observa que todo el conjunto teórico y de aportación de ellos apunta a determinar que el objeto de estudio de la administración son las organizaciones, su dirección, las técnicas de dirección, la transformación y adaptación de las organizaciones, la teoría de la organización y de la administración. Siendo el objeto de estudio de la administración lo más importante es considerar que el estudio mismo obliga al conocimiento de las organizaciones dentro de las cuales se desenvuelven las actividades de los seres humanos. Las primeras organizaciones fueron las familias y pequeñas tribus nómadas; luego se establecieron las villas permanentes y las comunidades tribales; más tarde se crearon el sistema feudal y las naciones. Esta evolución de las organizaciones se ha acelerado cada vez más, produciéndose cambios abismales en este campo. La sociedad se transformó de una forma predominante agraria, donde la familia, los pequeños grupos informales y las pequeñas comunidades eran importantes, a otra de tipo industrial, caracterizada por el surgimiento de grandes organizaciones formales, encontrándonos hoy en este siglo en la era de los servicios. En Francia, entre la sociedad agraria y la industrial, se formaron los Artesanos, que fueron formando los burgos o especie de ciudades, y que más tarde se denominaría la Burguesía, la cual fue definitiva en la revolución de 1789. Los aspectos comunes de la práctica administrativa en la parte humanista hasta esta parte se enfocan en afirmar la presencia de seres humanos, actividades y organizaciones, como actores principales. Mediante esta escuela se puede definir al ser humano como “Hombre social”. Al revisar el tema del desempeño de los recursos humanos, y ubicar ambientes correctos en las organizaciones, surgen las teorías de la motivación del empleado, y con esto, los supuestos de las necesidades que deben ser satisfechas por la organización, para el bienestar de esos mismos recursos. Máslow basó su teoría principalmente bajo los supuestos de que cada acto humano puede tener más de una motivación, que un acto del organismo es motivado o motivador, y que las necesidades humanas están dispuestas en una jerarquía de valor o importancia. Por esto plantea la "pirámide de la jerarquía de las necesidades (fisiológicas, de seguridad, de asociación, de estimación, de autorrealización) Douglas McGrégor, revisa también el comportamiento humano en las organizaciones, y clasifica éstas y los individuos, desde dos enfoques teóricos, a saber: La teoría X, la cual asume que las personas son perezosas, odian el trabajo hasta el punto de que lo evitan, no tienen ninguna ambición, no toman ninguna iniciativa, evaden la responsabilidad; lo único que desean es seguridad, y para conseguirla al hacer cualquier trabajo, deben ser recompensadas, ser forzadas, ser intimidadas y ser castigadas. Ésta es la filosofía supuesta del "garrote y de la zanahoria " aplicada a la gerencia. Si esta teoría era válida, los encargados tendrían que constantemente vigilar el comportamiento de su personal. La teoría Y, en contraste con la teoría “ X “. McGrégor creyó que la gente desea aprender y que el trabajo es su actividad natural propicia para que desarrolle autodisciplina y el autodesarrollo. Las personas ven su recompensa no tanto en pagos de efectivo como en la libertad para hacer el trabajo difícil y desafiante por sí mismo. Frédrick Hérzberg propone dos factores: la Higiene y los motivadores. La primera (la higiene) incluye el ambiente de trabajo. Los factores de la higiene incluyen la empresa, sus políticas y su administración, la clase de supervisión, las condiciones de trabajo, relaciones interpersonales, sueldo, status, seguridad. Estos factores no conducen a las motivaciones, pero sin ellas hay descontento. La segunda parte de la teoría de la motivación implica lo que la gente busca realmente en el trabajo: el logro, el reconocimiento, el crecimiento o adelanto, y el interés en el desempeño. Representante también de la escuela conductista es McClléland, quien con su teoría de las necesidades, plantea la necesidad de realización, afiliación y poder. La primera obedece al deseo de lograr una meta retadora; la segunda, al deseo de tener relaciones personales, y la tercera, al deseo de influír y controlar a otros. El recorrido realizado desde el cientificismo de la práctica administrativa, pasando por la concepción humanista y llegando al tema de la motivación hacia el trabajo (o para trabajar), parece demostrar que el hombre como recurso ( entendiendo el concepto de recurso como aquello que constituye riqueza de un país o una región, a lo cual se puede recurrir para construír riqueza misma y que es objeto de ser organizada y administrada), sigue dejando el interrogante de si el trabajo y las actividades humanas son resultado de la motivación del individuo o resultado de su función como recurso. ADMINISTRACIÓN VS CIENCIA, PRÁCTICAS, ARTE, PENSAMIENTOS La revisión realizada por diversas ciencias, prácticas, pensamientos, análisis, con el fin último de considerar si en todas ellas o en una parte de ellas el pensamiento administrativo tuvo fundamentos de explicación o de razón de ser para cristalizarse como conocimiento y teoría administrativa, implica entender la necesidad de aceptar inicialmente los fundamentos propios de cada ciencia, práctica o campo de conocimiento. La biología dice que cuando el hombre se dio cuenta de que en el medio en que vivía había organismos que se movían, comían y se reproducían, pensó para qué le servirían y los empezó a clasificar por su movimiento. También observó que había organismos que crecían, aunque no se movieran. A los primeros les llamó animales y a los otros vegetales. Después los agrupó en comestibles y no comestibles, y además fue descubriendo cuáles le servían para abrigarse. Haciendo un símil entre estos conceptos y las organizaciones que son el objeto de la administración, estas últimas también crecen y a medida que crecen el hombre las segmenta y multiplica, y cuando se ven amenazadas las fusiona para estar a salvo y evitar su extinción. Las explicaciones propias a esta ciencia aparecen en la cultura Griega (la cual avanzó mucho con Aristóteles), y seguidamente con Francisco Red, Antonio Van Leewenhock (inventó el microscopio), Jansen, Róbert Hooke (descubrió la célula) Louis Pasteur, Eduardo Jenner, Juan Bautista Lamarck y Darwin (quien propuso la teoría de la Evolución de las Especies, llamada Darwinismo, que desarrolla en su obra “El Origen de las Especies” y la cual se realiza por medio de la selección natural), y Gregorio Méndel quien estudió la herencia de los seres vivos. El fundamento básico de origen de la Biología es entonces el hombre. La ideología en un sentido fiel a su etimología, sería un sistema racionalizado o clasificador de las ideas, entendidas éstas como conceptos o juicios expresados en algún conjunto de proporciones. La ideología capta la realidad social en un proceso actualizado por una perspectiva determinada (cierta en algún término) la vivencia de esta certidumbre, es la fuerza que proporciona a su vez a las masas, decisión efectiva para alguna acción concreta. En la actualidad nos encontramos con que la ideología política, la ideología jurídica, la filosofía, la religión, la moral y el arte, son las formas como se expresa la conciencia social, y al igual que todos los aspectos en los que se manifiesta el hombre, son un producto histórico surgido como una necesidad del mismo. Dentro del fundamento de la ideología aparece nuevamente el hombre, principalmente cuando se refiere a explicar bajo un conjunto de ideas la determinación, la evaluación y la solución a sus necesidades. La psicología estudia la conducta humana y se refiere a todo lo que se observa del comportamiento humano, partiendo del estudio de la mente. William James se dedicó a ver cómo funcionan los humanos, sus retos, cómo sobreviven y se adaptan; se preocupó por las características de la conciencia, es decir por el funcionamiento de la mente. Freud realiza el descubrimiento del inconsciente, determinando que "lo que impulsan nuestras acciones son los instintos inconscientes primitivos". El conductivismo afirma que el ser humano es capaz de influír en la sociedad y cambiarla. Nuevamente el hombre resulta elemento común en otra área del conocimiento donde se puede establecer que las metas de la psicología son describir, predecir, explicar y controlar el comportamiento humano. El recorrido nos lleva por la biología, la ideología, la psicología y lo común es el hombre, sus necesidades, su adaptación. Sobre la filosofía se define que corresponde a un todo análogo. Quien da estructura y unidad a toda la Filosofía es la Metafísica. La historia atribuye por primera vez el término filósofo a Pitágoras, quien pidió que no se le llamara sabio, pues sabio sólo era Dios, y se le llamó filósofo, por ser amante de la sabiduría; desde ahí se establece que filosofía es sabiduría humana, y que el conocimiento de todas las cosas que los hombres saben o pueden saber, se refiere a la ciencia de la totalidad de las cosas, por sus causas últimas, adquirida por la luz de la razón. La filosofía es una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza, empleando la razón y los argumentos racionales, a diferencia de la fe o la autoridad. El concepto de religión es el "conjunto de creencias o dogmas a cerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto". La palabra "religión" proviene de "religare", que significa "atar dos veces"; es decir, doctrina que regla al hombre individualmente y lo liga socialmente. Esta doctrina puede ser teológica, y entonces la religión será teología; también puede ser sociológica, y entonces la religión será sociología. Pero el uso cotidiano dejó relacionado el concepto de religión con el teológico. El positivismo, postulado por Augusto Comte, explica la religión como un estadio primitivo de la humanidad, en el que el hombre adjudicaba los misterios y fenómenos a los dioses, pero conforme el hombre va conociendo más fundamentos científicos ya no necesita de la religión; el marxismo dice que la religión es una superestructura del capitalismo ideada para someter a la clase proletaria con la promesa de la felicidad eterna en el cielo. Hay varias teorías acerca de la forma como surge la religión; una de ellas es la de que fue creada por impostores, seres a los cuales se le ocurrió la idea de controlar a las masas por medio del engaño, controlando así a las personas y dirigiéndolas a su voluntad. Esta teoría es desechada por muchos, pues la historia muestra que la religión ha existido simultáneamente en lugares distantes del planeta -además la encontramos en todos los pueblos-, y es demasiado improbable que en todos esos lugares hubiera habido impostores a los que se le hubiese ocurrido esa idea. Hombre, necesidades, adaptación, racionalidad, reglamentos individuales y sociales son ahora rasgos identificados por las diferentes ciencias o teorías de pensamiento. Un concepto de economía ligado a la etimología del término, significa, en el lenguaje corriente, la administración recta y prudente de los bienes, el ahorro de tiempo, materiales o trabajo. Esta acepción, en términos ya algo más técnicos, significa entonces el uso óptimo de los recursos, de forma que una cantidad dada de los mismos produzca la mayor satisfacción o utilidad. En este sentido, pues, economía es sinónimo de eficiencia, de escogencia entre medios escasos para el logro de fines determinados, optimizando los recursos para lograr un objetivo. Y esto último implica toma de decisiones y por lo tanto una estrecha relación entre economía y administración. La historia de la economía argumenta que el hambre dio origen a las primeras medidas del estado en la esfera económica. En la Edad Media la escasez reinante obligó a los municipios a regular la cantidad de alimentos, evitando los acaparamientos y vigilando los precios. A veces las autoridades tomaban a su cargo la venta de los alimentos al consumidor, para impedir maniobras especulativas. En los primeros años de las colonias americanas se observan los mismos actos por idénticas causas. En general, las medidas estatales se dirigían contra el pequeño comercio y el pequeño productor. Además, la Iglesia Católica establece normas de conducta que tienen gran influencia, destacándose la prohibición del préstamo a interés, y el precio y la ganancia justa. La afluencia de metales preciosos de América modifica la vida europea, y las naciones, a fin de retener la mayor cantidad posible, prohíben la exportación de oro y plata. En la Edad Moderna, el comercio internacional alienta la producción interna que en su evolución ascendente se considera perjudicada por la competencia externa, exigiendo medidas proteccionistas. El liberalismo consigue anular estas normas defensivas, hasta cuando la guerra de 1914-1918 lleva a las naciones a implantar estrictos controles en la economía externa. Durante la década 1920-1930 se trató con mayor o menor éxito de volver a la política liberal antiguerra, pero la crisis mundial iniciada en 1929 pone las reglamentaciones del estado en el primer plano de la actividad económica interna. Ahora es la economía la que permite unir finalmente los elementos tomados por la teoría administrativa de cada una de las ciencias, prácticas o pensamientos, y se refieren al hombre, sus necesidades, el proceso de adaptación, su racionalidad y la indiscutible condición de establecer reglamentos individuales y sociales para determinar la condición estricta en los individuos, de tener que administrar sus actos, sus asuntos, sus decisiones, sus recursos, de tal manera que le permitan garantizar la sobrevivencia o en lo posible el progreso. El modo de ser de los individuos, sus aspiraciones, sus deseos, sus sentimientos, son los que en buena medida permiten conocer y entender la forma como ha evolucionado el hombre, el trabajo y sus condiciones, la organización, y permite también describir la evolución del conocimiento científico, y dentro de todo ello, del pensamiento administrativo. Al revisar la administración que se enseña en las universidades del Valle de Aburrá, hay una marcada tendencia a trabajar las partes una y dos. Solo una universidad le dedica dos semestres a profundizar en el estudio del pensamiento administrativo, desde nuestro enfoque. BIBLIOGRAFÍA AGAMBEN, Giorgio. Infancia e historia (destrucción de la experiencia y origen de la historia). Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora. 2001, 131. AKTOUF, Omar. La Administración entre la tradición y Renovación. 3ª ed. Cali: Universidad del Valle. ALEXÁNDER, Richard. El reto del darwinismo. Tomado de: Darwinismo y Asuntos Humanos. s.n.: Salvat.1987. Documento. 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