Presentado el primer estudio que evalúa el grado de éxito de las políticas de reinserción de presos en Cataluña • Un 43,6% de ex-reclusos consigue alguna ocupación con alta en la seguridad social una vez obtiene la libertad definitiva • La asistencia a cursos de formación ocupacional y a talleres se asocia a una mejora de la motivación para reinsertarse • El apoyo del entorno familiar es clave para no reincidir • La actual coyuntura económica pone trabas a la incorporación permanente de los expresos al mercado de trabajo El Centro de Investigación sobre Estudios del Trabajo y Vida Cotidiana (QUIT) de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) ha realizado, por encargo del Centre d'Estudis Jurídics i Formado Especialitzada (CEJFE) del Departament de Justicia de la Generalitat de Cataluña, un estudio sobre el grado de éxito de las políticas de reinserción de expresos. Se trata de la primera vez en toda Europa que se realiza un estudio de estas características, que permite disponer de datos sobre la incidencia que tienen los programas de formación en oficios y trabajo penitenciario, implementados en Cataluña por el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) del Departamento de Justicia. El estudio parte del análisis de las trayectorias laborales de 3.225 ex-internos de nacionalidad española en libertad definitivo a Cataluña entre el 1/1/2004 y el 31/12/2007. Eso ha sido posible gracias a los datos, encriptados, que ha proporcionado la Tesorería General de la Seguridad Social. Además, se han llevado a cabo un total de 11 entrevistas a expertos o informantes claves, y 25 a exinternos y a internos. Del estudio se desprende que un 43,6% de las personas que finalizaron su condena entre en el 2004 y en el 2007 han conseguido alguna ocupación con alta en la Seguridad Social, enfrente de un 33,4% que no y de un 22,9% de los casos, que reincide. La asistencia a cursos de formación profesional y a talleres se asocia a una mejora de la motivación para reinsertarse laboralmente. Con respecto al trabajo productivo en talleres, su contribución a la inserción es bastante más importante, aunque el estudio destaca que tiene un efecto positivo especialmente para las personas con menos recursos formativos y menos conectadas con el mercado de trabajo previamente a su ingreso en la prisión. Para estas personas, que conviene no olvidar son la gran mayoría de los que alimentan las prisiones -cerca de 2/3-, la experiencia laboral, los hábitos y la autoestima que adquieren trabajando en talleres los supone un elemento favorable para su posterior inserción laboral. El estudio también pone de manifiesto las desigualdades de acceso al mercado de trabajo entre hombres y mujeres, ya que si bien éstas tienen más motivación para reinsertarse (sobre todo cuándo tienen hijos), tienen más dificultades para encontrar trabajos regularizados que los hombres, por cuestiones de conciliación. Otro aspecto que pone de manifiesto el estudio es que la mayoría de los exinternos accede a trabajos poco cualificados, básicamente en las categorías de peón, oficial de 3a o especialista, y sólo un 11% consigue trabajo de administrativo, ninguno, técnico o ayudante; los sectores de actividad en los que se insertan son básicamente la construcción (1 de cada 4 internos con ocupación), a través de empresas de trabajo temporal (1 de cada 5), en hostelería, y limpieza y servicios personales. Muy mayoritariamente disponen de contrato temporal (2 de cada 3), y, en general, consiguen mucho poca estabilidad en la ocupación: poco más de 1 de cada 3 obtiene trabajo para más de 6 meses continuados. Todo este conjunto de aspectos hace que este colectivo se sitúe en las franjas más débiles. El estudio pone en evidencia, también, los efectos devastadores de la crisis económica en la inserción de la población analizada. La crisis golpea de manera muy agudizada a los ex-internos con voluntad de inserción laboral y social, de manera tal que fecha de 30 de junio de 2010 sólo un 9,7% de los ex-internos sigue en alta en la Seguridad Social. Este dato evidencia el hecho de que las políticas de reinserción son más necesarias que nunca.