Maldonado 19 de mayo de 2011. Arq. Jorge Rucks Director DINAMA Por este medio le acercamos a Ud. comentarios sobre los informes de solicitud de Autorización Ambiental Previa (SAP) de Aratirí S.A. para realizar nuevas exploraciones mineras en Durazno y Treinta y Tres y de la empresa Minera San Gregorio S.A. sobre las prospecciones de oro en Rocha. Sin otro particular y esperando que las mismas sean de utilidad en el proceso de Autorización Ambiental Previa, les saluda cordialmente Comisión de Estudio y Seguimiento del Proyecto Aratití y sus impactos Centro Universitario Regional Este Comentarios generales sobre la SAAP de las empresas Aratirí S.A. y Minera San Gregorio S.A. En esta sección realizamos comentarios que entendemos podrían mejorar el proceso de Solicitud de Autorización Ambiental Previa (SAAP) y facilitar la clasificación de dichos proyectos en A, B o C, es decir para decidir si los emprendimientos requieren estudio de impacto ambiental parcial o completo, o no lo requieren. Entendemos que haciendo modificaciones sencillas a los protocolos de SAAP se podría mejorar sustancialmente este proceso. Sobre la forma de obtener la información ambiental En primer lugar queremos expresar nuestra preocupación sobre la superficialidad con la que se presentan los informes de SAAP y aún más nos preocupa como la DINAMA puede tomar una decisión de clasificar un proyecto como A, B o C en función de tan escueta información. Por ejemplo, la descripción de la información ambiental es extremadamente superficial, y en algunos casos como en el de la Minera de San Gregorio S.A. se limita únicamente a una tabla donde se marca con si/no la presencia de elementos de especial interés, como flora y fauna o paisajes singulares. En los tres informes analizados, aún cuando se describe muy brevemente la fauna y flora y otros elementos de especial interés, la información presentada es extremadamente superficial e incompleta. Más aún, los documentos poseen un carácter informal y poco profesional al no describir la forma en que se obtuvo la información presentada. Este último punto imposibilita evaluar si un área tiene o no bajos valores de biodiversidad o paisajes destacados independientemente de las opiniones del técnico proponente. Ilustramos esto con un ejemplo. En el informe presentado por Aratirí S.A. para Treinta y Tres se menciona que en la zona se encontraron únicamente dos especies de anfibios y 74 de aves. ¿Esto es mucha riqueza o poca en comparación con otras áreas? Esta pregunta es imposible de contestar si no sabemos como el técnico obtuvo la información. ¿Tomó los datos de la biografía o visitó el sitio? Si se basó en biografía, ¿cuáles fueron las referencias consultadas? Si se visitó el sitio, ¿cuál fue el esfuerzo y el diseño de muestro que sustentan dichas observaciones? ¿Realizó una transecta en vehículo o caminando, y que duración tuvo? ¿Instaló trampas de caída para los anfibios o simplemente dio vuelta piedras (técnica simple de relevamiento rápido de anfibios en zonas pedregosas)? ¿Cuánto tiempo estuvo dando vuelta piedras? ¿Estratificó su muestreo según los diferentes tipos de ambientes presentes o se concentró en el ambiente predominante? Esto es aplicable también a la descripción de los cuerpos de agua, de los elementos de valor histórico o cultural, entre otros. En este sentido recomendamos enfáticamente que la DINAMA incorpore en los protocolos de presentación de estos informes un apartado que refiera a “diseño y esfuerzo de muestreo” o “metodología empleada para obtener la información”. En esta sección los proponentes deberán detallar las formas de obtener información (transectas, trampas, métodos de colecta y análisis de calidad de agua, entrevistas, revisión bibliográfica, distribución y estratificación espacial, etc.) y el esfuerzo empleado (número de muestras, horas de duración del relevamiento, días de visita, época del año, condiciones climáticas, etc.). Pensamos que esta información mejorará sustancialmente la interpretación y la decisión de la DINAMA para clasificar un proyecto o pedir ampliación de información, a la vez que le evitará al emprendedor un retraso en su proceso de evaluación por solicitud de ampliación de la información. También se considera muy importante la presentación de mapas de vegetación y/o de unidades ambientales que permitan visualizar el conjunto del territorio afectado e identificar los puntos de muestreo de los diferentes componentes (flora, fauna, suelos, agua, etc.). Sobre los juicios de valor sin sustento científico Otro aspecto que no podemos dejar de mencionar es la incorporación en los informes de juicios de valor, que, pudiendo o no estar en lo cierto, no pueden ser validados por el evaluador. Un caso muy claro es el de los paisajes. En los tres informes analizados se indica que la zona no tiene paisajes destacados. Sin embargo, no se presenta ninguna argumentación al respecto, ni siquiera registros fotográficos de la zona. De hecho, las descripciones generales de los sitios contenidas en los informes podrían guiar a los lectores a conclusiones opuestas. ¿Cuál es el juicio de valor por el que un territorio de las serranías y praderas del este carece de valor paisajístico? ¿Existe algún trabajo científico o técnico que haya utilizado indicadores para otorgar valor paisajístico, cuál es? Al menos sería deseable que en estos informes se solicitaran la presentación de fotografías panorámicas exhaustivas. Es sabido que los técnicos de DINAMA no visitan todos los sitios en que hay una SAAP, por lo que las fotografías contribuirían sustancialmente a que el evaluador tenga una imagen del lugar. Estas fotos sería deseable que fueran además acompañadas de buenos mapas de la zona, y no únicamente de coordenadas, como en el la SAAP de la Minera San Gregorio S.A. Para evaluar adecuadamente la propuesta sería necesario poder superponer distintos mapas, el correspondiente a suelos, vegetación, predios y sitios de las exploraciones.Otros juicios de valor inaceptables son, por ejemplo, “el agua sale limpia”, como se menciona en el informe de Aratirí S.A. sobre las exploraciones en Treinta y Tres. El informe describe el proceso de perforación para obtener un testigo de roca, en el cual se utiliza agua para lubricar y refrigerar el cabezal de perforación. Dicha agua es tomada de arroyos o acuíferos, se le agrega un producto refrigerante y lubricante y posteriormente circula por tres piletas de decantación de sólidos en suspensión, creados simultáneamente in situ. Cuando el agua sale de la tercer pileta, “sale limpia”, y puede ser reutilizada en la maquinaria. Cuando la perforación termina el agua permanece en las piletas, que son aparentemente simples perforaciones en el terreno sin impermeabilización, la cual es evaporada o infiltrada en el sustrato de la pileta. Si bien es altamente positivo que se reutilice esta agua, no queda claro porqué el “agua sale limpia” está “limpia” de sólidos en suspensión tal vez, pero ¿está libre de otras sustancias potencialmente contaminantes (refrigerantes, lubricantes)? ¿Está libre de los metales pesados que integran el sustrato rocoso molido durante la perforación? Una aseveración tan contundente debería ir acompañada de los resultados de un estudio químico del agua o bien de un estudio científico que muestre que el agua resultante en casos similares no presentó metales pesados u otros contaminantes que puedan infiltrar a la napa o suelo. Otro ejemplo de juicio de valor no sustentado; “La presión antrópica a la que ha estado sometida el área, principalmente ganadería ovina y forestación, ha determinado la drástica disminución de zonas donde la fauna nativa pudiera encontrar resguardo y sustento”. Esta es una aseveración muy contundente presentada en el informe de Aratiri S.A. para Treinta y Tres, y para la cual no se presentan argumentos que la sustenten. La aseveración trasmite la idea que el área está muy deteriorada y por tanto ya no tiene valor para la conservación y por tanto puede seguir siendo deteriorada. Una aseveración de este tipo debería ser acompañada de al menos datos cuantitativos sobre los usos del suelo y el manejo realizado. La ganadería bien manejada es posiblemente el uso productivo más compatible con la conservación de la biodiversidad en el país, y no se desprende de la información presentada que el manejo ganadero de la zona haya sido inadecuado como para arribar a tal conclusión. Por otro lado, para concluir que existió una “drástica disminución” de fauna se requerirían resultados de estudios comparativos en el tiempo, los cuales tampoco son presentados. Un último ejemplo de juicios de valor que queremos comentar refiere a los procesos de remediación; informe de Aratirí S.A. para Treinta y Tres, los solicitantes informan que los procesos de remediación propuestos son exitosos y que en 20 días ya se observan mejoras. Sería deseable que la empresa le presentara a la DINAMA datos concretos y objetivos que permitan una evaluación independiente del proceso de recuperación del ambiente, o al menos que se hiciera referencia a estudios nacionales o internacionales independientes que evalúen la eficiencia de dicho manejo. Por otra parte, un aspecto que vuelve dudoso incluso esta medida de remediación es la utilización de semillas de especies nativas para la remediación de la pradera natural. En particular, en la solicitud de AAP de Treinta y Tres (tabla 8.3) se plantea que se sembrarán semillas de especies nativas como medida de remediación. Esta propuesta, que de por sí resultaría sumamente interesante considerando que la pradera natural es el principal ecosistema afectado en la propuesta, no se presenta seriamente. El país y el sistema de investigación en especial tienen una gran deuda en este tema, pero lo cierto es que no se dispone de semillas de las especies nativas del campo natural ni de las técnicas para su siembra, establecimiento y manejo para su permanencia. Esta realidad hace que la propuesta de remediación no resulte viable. Los cuestionamiento realizados a la presentación de juicios de valor sin sustento científico no implica un pronunciamiento sobre el punto de fondo, es decir, si a los técnicos de las empresas les asiste o no razón sobre la inocuidad del agua post perforaciones, o sobre la capacidad de remediación del manejo realizado. El llamado de atención se enfoca en la falta de sustento de las opiniones presentadas, y como estos juicios pueden sesgar la decisión del evaluador dando una falsa seguridad que no está demostrada. Para esto sugerimos que los protocolos de SAAP soliciten a los técnicos que incluyan las referencias bibliográficas y que presenten datos originales contrastables en los que basan sus juicios de valor. En todos los casos la información debería ser acompañada de una descripción detallada y exhaustiva de la metodología empleada para recabar la información (original o bibliográfica). Sobre la eficiencia y la verificación de la aplicación de las medidas de mitigación Este es quizás el punto más crítico y difícil de resolver. Tal como se desprende de los informes analizados, varios de los impactos negativos significativos de las tareas de exploración minera parecería que podrían ser reducidos con medidas incluso sencillas y de bajo costo. Frente a ello surge un aspecto relevante; el problema de la verificación del cumplimiento de las medidas de mitigación acordadas. La gran cantidad de medidas requeridas para cada exploración (e.g., control de erosión en caminería, recuperación de caminos que degradaron el campo por mala ubicación, remediación de caminos erosionados y plataformas de operación o piletas de decantación, manejo de los residuos líquidos y sólidos, entre otros) multiplicada por el alto número de exploraciones ya realizadas (477 sólo en Treinta y Tres) y por realizar y con los plazos reducidos que maneja la empresa para cada exploración (6 a 8 días). Esto genera dudas acerca de su correcta implementación considerando la urgencia de la empresa por cumplir con las etapas previstas. A ello se suma el hecho que la DINAMA tiene pocos técnicos y recursos para controlar todos los emprendimientos en el país, y en especial en éste que es particularmente demandante. Frente a esta situación resulta crítico que la DINAMA encuentre las vías para realizar un seguimiento cercano y en terreno para que el manejo no quede librado a la capacidad y voluntad de cumplimiento de la empresa. En tal sentido desconocemos los esfuerzos realizados por la DINAMA para inspeccionar el cumplimiento de las medidas de mitigación que plantea Aratirí S.A. para cada una de sus exploraciones en todos los departamentos implicados. Recomendamos que estos controles se realicen, por ej., visitando las exploraciones según un diseño adecuado (e.g., muestreo al azar), con pocas horas de aviso previo, y que se levante además la opinión de los productores rurales implicados para evaluar su conformidad con el proceso llevado adelante por la empresa. Sobre el relacionamiento con los productores rurales Sobre este tema los informes presentados por Aratiri SA son muy escuetos. Indican que los trabajos de acondicionamiento de la caminería se realizan en común acuerdo con los propietarios y no especifica más detalles, tanto para Durazno como para Treinta y Tres. En este sentido, tal vez sea necesario que la empresa indicara detalladamente como es el relacionamiento con los propietarios rurales, cuales son los pasos que sigue ante cada nueva exploración y que indique en que estado está el acuerdo entre las partes para todas las exploraciones en curso. Esto arrojaría valiosísima información a la DINAMA para poder decidir la conveniencia de seguir liberando SAAP sin estudio de impacto ambiental, y generaría información para entender el conflicto entre propietarios y la empresa. Comentarios específicos sobre los informes presentados por Aratirí S.A. para Durazno y Treinta y Tres para solicitar AAP para realizar exploraciones mineras Sobre la superficie afectada por predio Si bien la superficie total afectada por las exploraciones mineras no es tal vez la mayor crítica, la acumulación de plataformas de exploración y caminería podría llegar a ser sustancial en predios pequeños. La exploración se realiza sobre una grilla de 100 m x 100 m donde las plataformas donde operan las máquinas (500 m2 cada una) se realizan cada vez más cerca entre sí (cada 50 m o cada 25 m) para obtener más detalles sobre los cuerpos rocosos fértiles. Esto implica que en un campo en el que se hayan registrado rocas fértiles el impacto en superficie podría alcanzar varias hectáreas. Esto tendrá un impacto importante en productores pequeños. Es complejo tomar decisiones para clasificar o autorizar las exploraciones sin saber como se distribuyen los sitios de exploración sobre un mapa con el parcelario rural. El cruce de la información de ubicación de exploraciones con la del parcelario rural donde se indica el tamaño de los predios ayudaría a determinar si algunos productores podrían ser proporcionalmente más afectados que otros, considerando el tamaño de su predio y el número de exploraciones. En este sentido recomendamos a la DINAMA que se estudien al menos los casos de los productores más pequeños con mayor detalle. Existen testimonios de productores de Cerro Chato y Valentines donde las exploraciones y la caminería fueron tan intensos que el campo quedó muy deteriorado incluso después de la aplicación de medidas de remediación (información recabada en las instancias de discusión a las que asistieron colegas del la Unidad Regional de Extensión del CURE en Treinta y Tres). Sobre el consumo de agua en las perforaciones El agua utilizada para refrigerar y lubricar durante la perforación de la roca es tomada de los acuíferos o arroyos locales. Cada máquina utiliza 1-2 m3 por día y en algunos sitios trabajan hasta 8 máquinas durante unos 5 o 6 días (según información tomada de los informes analizados). Esto implica que en algunos sitios se podría llegar a extraer 96 m3 en una semana en un solo cuerpo de agua. Si bien el volumen de agua no es sustancial, en ciertas zonas exploradas y especialmente en verano podrían tener un impacto importante en los cursos de agua. Esto se agravaría en zonas donde las exploraciones se ubiquen alejadas de los cursos de agua, por lo que el agua deba ser extraída de un mismo arroyo para proveer a varias perforaciones. Por otra parte, existen quejas de los vecinos acerca del consumo y del vertimiento de las aguas utilizadas, apoyando nuestros comentarios previos. “La empresa lava las muestras de tierras y el agua es arrojada a las cunetas del pueblo que desemboca en el arroyo Las Pavas, denunciaron los vecinos que agregaron que la empresa debería haber hecho unas piletas de decantación y nunca las hizo.” http://www.larepublica.com.uy/politica/448713-productores-rechazan-proyectominero-aratiri) Sobre la flora En la solicitud AAP referida a la prospección en Treinta y Tres por parte de Aratirí S. A., la breve descripción de la vegetación y listado de flora del área, parece haberse realizado sin muestreos en la pradera natural, principal comunidad vegetal del país y del área considerada. Sólo se cita al género Axonopus en la lista de gramíneas presentes, lo que tomando en cuenta que en el Uruguay el número de especies de la familia de los pastos es del orden de 400, parece fruto de un muestreo por demás liviano. Preocupa especialmente este punto, ya que nuestros pastos constituyen la principal riqueza en recursos fitogenéticos del país y con demostrado reconocimiento internacional. Con cada área de campo natural que perdemos, el proceso de erosión genética se ve incrementado, tal como el Segundo Informe País sobre Recursos Fitogenéticos y el Tercer Informe País sobre el Convenio sobre Diversidad Biológica lo comunican oficialmente a FAO y Naciones Unidas, respectivamente. También nos parece interesante señalar que en la Ficha Ambiental del Proyecto, en el punto 7 donde se detallan los posibles impactos ambientales, la flora y la fauna aparecen como no afectadas en ninguna de las etapas de la prospección, valoración que realiza la empresa con aparentemente muy escasa información. Sobre la fauna de aves El extracto (página 5) que describe a las especies de aves presenta algunas carencias que no permiten hacer una evaluación de la rigurosidad de la información presentada. En primer lugar no se citan fuentes ni metodología para la obtención de la información. Se hace fuerte hincapié en que las especies raras o poco comunes son naturalmente así, por baja densidad o por estar en el límite de su distribución. Por este motivo, se deja entrever que este estatus no debe ser tomado como un indicador de amenaza o vulnerabilidad. Esto no necesariamente es así por: 1) las variantes genéticas de los límites de distribución pueden tener diferencias sustanciales con el resto de la distribución (contribuyendo a mantener la diversidad genética de una especie/población) y 2) no solo importa la relevancia global de la biodiversidad, a nivel nacional también interesa conservar las aves independientemente a que en otros países dichas especies sean más abundantes. Un ejemplo de esto es el trepador escamado (Lepidocolaptes squamatus), típico de la mata atlántica, que solo se registra en la región del país que está sometida a las exploraciones mineras; o sea, en Brasil es bastante común, pero en Uruguay está restringida y representa un elemento de la mata atlántica en nuestro país. Por último, se lista a Heterxolmis dominicana (está mal escrito en el informe “Dominican heteroxolmis”) que está amenazada a nivel global, en la categoría Vulnerable (esta información está disponible online www.birdlife.org), pero no se da relevancia a su presencia. Un informe de estas dimensiones debería tener una cuidadosa y bien argumentada selección de los criterios utilizados para seleccionar especies de prioridad. Llama la atención que no se hace referencia a las especies de prioridad para el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Sobre la Biota acuática continental En los informes de SAAP de Aratirí S.A. se menciona que “Existen muy pocos estudios sobre la biota acuática continental en el área de influencia del proyecto, caracterizada principalmente por cursos de agua pequeños (salvo las excepciones que significan los ríos Olimar y Cebollatí, así como la laguna Negra), por lo cual no existen registros que pueden revelar lo que sería la diversidad esperada de necton, bentos y plancton”. Lamentablemente no se explicitan cuales son los escasos estudios. Para gran parte de estas cuencas existe un trabajo de tesis de maestría (Marchant 2002) que detalla una importante lista de especies y un resumen en las VIII Jornadas de la Sociedad Zoológica del Uruguay (Teixeira de Mello et al. 2005). Ambos trabajos se encuentran disponibles en la biblioteca de la Facultad de Ciencias. Por otra parte, nuestro país cuenta con dos colecciones de peces oficiales una la del Museo Nacional de Historia Natural y otra la colección de peces de la Facultad de Ciencias, las cuales pueden ser consultadas y cuentan con miles de registros de peces de diferentes cuencas de nuestro país, incluyendo las zonas de estudio correspondiente a este emprendimiento. Dichas colecciones no fueron consultadas para realizar estos informes. Zonas o elementos de interés histórico-cultural En el informe no existe ningún dato de cómo fueron realizados los trabajos ni de qué sitios se encontraron. Se habla de una “campaña de 3 días” en la cual no se indica qué se hizo, ni cómo. Debería explicitarse la metodología y las técnicas empleadas para los trabajos realizados. ¿Se realizó fotointerpretación? ¿Se realizó una prospección sobre el terreno? ¿Se realizaron muestreos? ¿Se consultaron antecedentes arqueológicos de la zona? En cuanto a los sitios, si bien el informe indica que se hicieron algunos hallazgos arqueológicos, no se aclara número de hallazgos, de qué tipo, ni cuáles son las evidencias materiales asociadas. Nunca aclara qué tipo de impacto recibirán esos sitios, ni se proponen medidas correctoras. Tampoco se hace referencia al patrimonio inmaterial de la zona. Comentarios específicos sobre el Informe de Comunicación de Proyecto de Prospección de oro en Rocha (Minera San Gregorio) En el informe de SAAP donde se indica la “Presencia de elementos de especial interés” y se especifícan las Áreas Protegidas, figura Laguna de Rocha pero no figura Laguna de Castillos. Sin embargo, varios de los sitios a prospectar están en la cuenca de la Laguna de Castillos. La Laguna de Castillos no ha ingresado al Sistema de Áreas Protegidas, pero está previsto su ingreso, aún mantiene su carácter de Refugio de Fauna y es sitio Ramsar. Respecto a la “Flora o fauna singulares”: existen áreas relativamente grandes y particularmente bien conservadas de monte nativo serrano y pastizales naturales ubicada en zona con altos valores para la conservación de la biodiversidad como surge del trabajo de Brazeiro et al. (2008), por lo que es esperable que relvamientos de biodiversidad específicos sean contradictorios a la información presentada por la empresa. Respecto a los “Paisajes singulares”: sin duda que la indicación de ausencia de paisajes singulares presentada en este informe es al menos opinable. De la zona a realizar las prospecciones de oro podría decirse que es un paisaje particularmente valioso por su belleza escénica, grado de conservación y singularidad. En Uruguay son pocas las regiones que aún mantienen tal grado de conservación del paisaje natural. Esta zona se ubica en las nacientes de los cursos de agua de las cuencas de la Laguna de Rocha y de la Laguna de Castillos. La perturbación del ciclo hidrológico o la pérdida de calidad del agua por contaminación etc. tendría un efecto no sólo local sino sobre 2 ecosistemas carismáticos del Uruguay. De este informe de SAAP no queda claro cual es la diferencia ente prospección y exploración ya que si bien se pide SAAP para realizar prospecciones se utilizan métodos típicos de las exploraciones como la perforación con aire reverso. Por otro lado, dado que el sito es boscoso no queda claro cuales serán las medidas a tomar cunado el sitio de exploración que requiera maquinaria para realizar una perforación esté cubierto por bosque nativo. Bibliografía citada Brazeiro et al. (2008) Prioridades geográficas para la conservación de las especies terrestres de Uruguay. Resumen ejecutivo del Proyecto PDT 32-26, Montevideo. Marchant N. 2002. Factores condicionantes de la estructura de las comunidades de peces en sistemas de aguas corrientes del sureste del Uruguay. Tesis de maestría. Universidad de la Republica. Facultad de Ciencias. 90 pp. Teixeira de Mello F. et al. 2005. Diversidad y distribución de las especies de Characiformes, Siluriformes y Perciformes (Teleostei) en las cuencas de la Laguna Merín y Atlantica (Uruguay). VIII Jornadas de Zoología del Uruguay. Facultad de Ciencias. UdelaR).