Honorable Cámara de Senadores Corrientes PROYECTO DE LEY INICIADO POR: Lucía Aurora Portela de Alvarez. -BLOQUE LIBERAL-. OBJETO: Incentivar la donación de órganos en la Provincia de Corrientes. FUNDAMENTOS Expongo a consideración de mis Pares, el presente proyecto de ley, que tiene como objetivo incentivar la donación de órganos, y garantizar que los donantes reciban la asistencia estatal necesaria encausada a brindar contención humanitaria, haciéndose cargo de los gastos de traslado del cuerpo y del servicio de sepelio de las personas de condición humilde que han tomado la invalorable decisión de donar sus órganos. Es evidente, que existe un gran número de casos, en los cuales los familiares de las personas a quienes se les ha efectuado la ablación de órganos, con fines de transplante, son de escasos recursos económicos, de condición humilde; y en ocasiones, a ello se suma que son residentes del interior de la Provincia; y como consecuencia de esa situación por la que desafortunadamente atraviesan, no cuentan con los recursos económicos suficientes para efectuar el traslado del cuerpo de sus seres queridos, y poder brindarle una digna sepultura; es por ello, que considero, que una vez acreditadas esas condiciones, el Estado Provincial debería hacerse cargo de los mencionados gastos de traslado y sepelio. Considero necesario aclarar que el proyecto tiene una doble finalidad, por un lado brindar la asistencia económica a las personas que lo necesitan; y por el otro, el objetivo de incentivar la donación de órganos, considerada como una invalorable decisión que contribuye a salvar vidas. El trasplante de órganos requiere de un procedimiento médico complejo, hoy, practicable habitualmente en nuestro país, a través del mismo, se posibilita que órganos de una persona fallecida, puedan reemplazar órganos enfermos de una persona en peligro de muerte, devolviéndole la salud y por lo tanto salvándole la vida o mejorando sustancialmente la calidad de la misma. La legislación vigente solo contempla el caso del donante vivo relacionado por parentesco directo, para la donación de riñón; y el hígado (debido a su posibilidad de segmentar). Sin duda es preferible siempre el implante de un órgano proveniente de un donante fallecido. En el implante de médula ósea, que es un tejido renovable, es el único caso en que el donante vivo puede no tener relación de parentesco con el receptor. Es necesario saber, que entre los órganos y tejidos de nuestro cuerpo que pueden ser transplantados en nuestro país, están el corazón; riñón; hígado; páncreas; pulmón; y el bloque corazón-pulmón. También se trasplantan tejidos, como la médula ósea; la piel; los huesos; las córneas; y las válvulas cardíacas y vasos. Para que sea posible llevar a la practica este procedimiento complejo que constituye el trasplante, es necesario que la muerte del posible donante esté certificada por profesionales médicos especialistas. La ley y la práctica médica, son muy claras y dan absoluta seguridad y garantía. El equipo médico que atiende a un paciente que muere, tiene la obligación ética y legal de informar al organismo de trasplante de la jurisdicción, que se encuentra ante un posible donante de órganos. El diagnóstico de muerte lo certifican (por ley) dos médicos, debiendo uno de ellos ser neurólogo o neurocirujano, certificación que se extiende mediante la realización previa de diversas y complejas pruebas que constatan sin ninguna posibilidad de duda, que efectivamente ha ocurrido el deceso del posible donante. Recién entonces los coordinadores de trasplante solicitan a los familiares el consentimiento para poder realizar la extracción de los órganos. Así también, un familiar puede informar directamente al INCUCAI de su voluntad de donar los órganos de su ser querido recientemente fallecido. Esta información resulta ser de gran importancia para el caso de trasplante de córneas, las cuales pueden extraerse a las personas fallecidas hasta varias horas después de producido el deceso. Numerosas personas padecen ceguera y están anotadas en la lista de espera para trasplante de córneas, expectantes de encontrar solución a su problema. A su vez, las personas a ser trasplantadas, deben integrar una lista de pacientes a la espera de un órgano para trasplante. “Estas listas de espera” inmodificables y controladas por el organismo oficial responsable de estas bases de datos, se actualizan permanentemente con la información respecto de los nuevos pacientes proporcionados por los grupos médicos que atienden enfermos con indicación de trasplante. La asignación de los órganos y tejidos para que se proceda al trasplante se realiza exclusivamente en base a criterios específicos, uniformes en todo el País, establecidos por el INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) que toman en cuenta la compatibilidad biológica para evitar el rechazo, (grupo sanguíneo y HLA); la antigüedad en lista y el estado de urgencia del receptor. Tanto la lista de espera como el acta de distribución de órganos, se consideran documentos públicos custodiados por el INCUCAI, y disponibles para cualquier consulta. El cuerpo de la persona donante, no sufre alteraciones con el proceso de extracción de los órganos para trasplante, pues la intervención quirúrgica con ese fin, es realizada por los profesionales con todos los recaudos de la más alta complejidad. Se extraen los órganos dejando intacto el cuerpo donante, que es tratado con la máxima consideración y profundo respeto, e inmediatamente después de la cirugía, el cuerpo es entregado a la familia para el funeral. La donación es uno de los actos solidarios de mayor entrega que podemos realizar como seres humanos. Es dar vida. Es aberrante cualquier expectativa de beneficio o especulación económica, que con ello se pueda generar, situación que además está severamente penada por la ley. Si la persona no expresa en vida su voluntad de donar, resulta necesario solicitar el consentimiento de la familia para la donación de los órganos de su ser querido inmediatamente después de producido el deceso. Esta autorización se solicita con profundo respeto y sin ningún tipo de presión. Pero lamentablemente en ese momento comienza a correrse una carrera contra el tiempo. Una vez diagnosticada la muerte del posible donante, los órganos comienzan a sufrir un proceso de deterioro que los puede volver inútiles para el trasplante. Cada minuto es vital. Los equipos médicos dependen del consentimiento familiar para poder poner en marcha el proceso que culmine con el trasplante de los órganos, que den vida y salud a los pacientes terminales inscriptos en las listas de espera. Todas las personas podemos expresar la voluntad de donar mediante la simple firma de un acta de donación, trámite para el cual es necesario el documento de identidad del manifestante; y es un trámite que lleva apenas unos pocos minutos realizarlo. En el mismo acto y con la formalidad requerida, se le entrega al donante una cédula de donación que debe llevar siempre con sus documentos. Sin duda la forma más simple de ser donante es informar y compartir esta información con los familiares y amigos más cercanos para que después se respete la voluntad que en vida expresara el donante. También se puede expresar la voluntad de donar órganos, en los principales establecimientos hospitalarios y diversas dependencias del área de salud tanto nacional, provincial o municipal, en otros organismos oficiales y fundaciones, asociaciones e instituciones de bien público, se encuentran además instalados los libros con las actas donde se puede manifestar la decisión de donar los órganos para después de la muerte. Toda persona mayor de 18 años, capaz legalmente, puede donar sus órganos apara después de la muerte. El donante voluntario, luego de haber firmado el acta de donación, puede revocar su autorización en cualquier momento sin ningún tipo de problemas; y sin consecuencias legales para el mismo. La ley 24.193 plantea que toda persona que no haya manifestado su voluntad contraria, será considerada para la ley, donante de órganos para trasplante en el momento de su fallecimiento. De todos modos será consultada la familia presente en el lugar. De acuerdo con la ley, para que este criterio conocido como de “consentimiento presunto” entre en vigencia, deberá haber sido consultada por lo menos el 70% de la población mayor de 18 años, sobre su voluntad positiva o negativa de donar sus órganos. Esta consulta comenzó a realizarse a partir del mes de Agosto de 1995 en los Organismos que expiden los documentos de identidad. A partir de esa fecha cada ciudadano puede tener asentada la voluntad de donar sus órganos, en el documento de identidad. Quiero concluir estos breves fundamentos con la siguiente frase en proclama de la donación de órganos: “Su decisión puede salvar muchas vidas… la decisión de otros puede salvar la tuya o la de tus seres queridos…”; ahora la decisión la deben tomar los legisladores para contribuir con el presente a incentivar la donación de órganos para salvar vidas o mejorar la calidad de la misma, brindando a las personas que se encuentren en las condiciones descriptas supra, la contención necesaria. Que por todo lo expuesto y con la única razón de contribuir con ésta loable causa, solicito a mis pares el acompañamiento para la sanción favorable del presente Proyecto de Ley. Por ello: EL HONORABLE SENADO Y LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES, SANCIONAN CON FUERZA DE L E Y Artículo 1°: DISPONESE que el Estado Provincial se haga cargo de los gastos de traslado del cuerpo; y del servicio de sepelio de las personas de condición humilde, que han decidido donar sus órganos (dentro del procedimiento comprendido en el marco de la ley 24.193 y sus modificatorias). Artículo 2°: FACULTASE al Poder Ejecutivo a dictar los decretos reglamentarios y modificatorios correspondientes, para la mejor aplicación de lo dispuesto en la presente ley sin alterar su espíritu. Artículo 3°: DE FORMA.