AIDS InfoNet www.aidsinfonet.org Hoja informativa número 671 PRUEBAS DE LABORATORIO PARA LA HEPATITIS C Se realizan varias pruebas de laboratorio (sangre) para la hepatitis C (VHC). Estas incluyen las pruebas de función hepática, la carga viral del VHC, pruebas de genotipo, prueba genética de IL18B y pruebas de coagulación. PRUEBAS DE LA FUNCIÓN HEPÁTICA Las pruebas llamadas “pruebas de función hepática” no miden el funcionamiento del hígado. En cambio, miden los niveles de enzimas que se encuentran en el hígado, corazón y músculos. Las enzimas son proteínas relacionadas con reacciones químicas en los organismos vivientes. Los niveles altos de enzimas pueden indicar daño en el hígado causado por medicamentos, alto consumo de alcohol, hepatitis viral, gases tóxicos o uso de drogas recreativas. Los resultados de la prueba de enzimas hepáticas pueden resultar difíciles de interpretar. Las personas con daño grave en el hígado a veces tienen niveles normales de enzimas hepáticas. Los diferentes patrones de estas enzimas, cuando algunas se elevan y otras permanecen normales, son parte de la información que su proveedor de atención médica utiliza para controlar la salud del hígado. Pruebas de función hepática: Albúmina. La albúmina en plasma es la proteína más común en la sangre. Es esencial para la distribución apropiada de fluidos corporales. La albúmina ayuda a mover moléculas pequeñas a través del cuerpo. Debido a que la produce el hígado, la disminución de la albúmina plasmática puede ser una señal de enfermedad del hígado, de los riñones o de malnutrición. ALT (alanina aminotransferasa). Se usa junto con la prueba de AST para vigilar la salud del hígado. A veces la prueba de ALT se usa para ver si el tratamiento está mejorando el funcionamiento del hígado. Esta prueba antes se llamaba transaminasa glutámico pirúvica sérica o TGPS o SGPT, por sus siglas en inglés. AST (aspartato aminotransferasa). Generalmente se usa con ALT para vigilar la salud del hígado. Esta prueba se llamaba transaminasa glutámica oxalacética o SGOT. La bilirrubina es un fluido amarillo que se produce al destruirse los glóbulos rojos. Los niveles altos causan ictericia, una condición en la que la parte blanca de los ojos y a veces la piel se vuelven de color amarillentos. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar enfermedad del hígado pero quizás no sean importantes si los causan los medicamentos antirretrovirales indinavir (Crixivan) y atazanavir (Reyataz). Fosfatasa alcalina. El hígado dañado libera cantidades mayores de fosfatasa alcalina en la sangre. Los niveles altos pueden indicar enfermedad de los huesos. La Ferritina es una proteína que se une al hierro. Los niveles altos de ferritina o de hierro en la sangre pueden indicar acumulación de hierro (hemocromatosis) y otras enfermedades de hígado. Los resultados de la GGT (gamma glutamil transpeptidasa) pueden mostrar si los resultados anormales se deben a problemas de hígado o de hueso. Si las AST y ALT no están elevadas, se puede ordenar la prueba GGT para ayudar a determinar si la fuente de la alta fosfatasa alcalina es un problema de hueso o de hígado. Los niveles de GGT aumentan con un alto consumo de alcohol. LDH (dehidrogenasa láctica) es una enzima que se encuentra en muchos tejidos del cuerpo. Los niveles elevados generalmente indican algún tipo de daño en los tejidos. Las ALT, AST y fosfatasa alcalina ayudan a determinar qué órganos están involucrados. PRUEBAS DE CARGA VIRAL La prueba de carga viral cuenta las partículas de VHC que hay en la sangre. Esto es similar a la carga viral del VIH (ver hoja informativa 125) pero hay algunas diferencias importantes: La carga viral del VHC se mide en Unidades Internacionales (UI). Una unidad internacional es aproximadamente 3 copias de VHC. Las cargas virales del VHC son mucho más altas de las del VIH. La carga viral del VHC puede ser de varios millones. Un valor menor que 400.000 a 600,000 UI por mililitro (UI/mL) se considera bajo. La carga viral del VIH se usa para predecir el progreso de la enfermedad. Sin embargo, no es así en el caso de la carga viral del VHC. Los niveles más altos de carga viral de hepatitis no indican que haya una progresión más rápida de la enfermedad. Sin embargo, predicen la respuesta al tratamiento: cuanto más baja sea la carga viral, hay más posibilidades de que funcione el tratamiento para el VHC. La carga viral se usa para saber si el tratamiento del VHC está funcionando y con qué rapidez la carga viral se vuelve no-detectable. Cuando la carga viral se hace no-detectable durante el tratamiento del VHC y se mantiene no-detectable durante 6 meses después de suspender el tratamiento, se lo llama respuesta virológica sostenida o SVR (siglas en inglés). Esto generalmente dura 10 ó más años, y se considera una cura. PRUEBAS DE GENOTIPO PARA VHC Hay más de seis diferentes tipos de VHC, que se identifican con números. También existen subtipos, que se designan con letras. Por ejemplo, existen los genotipos 1a y 1b. Se identifican al analizar una muestra de sangre para determinar el código genético del virus. El tipo más común de VHC en América del Norte es el genotipo 1. Los genotipos 2 y 3 son mucho menos comunes en América del Norte. Los genotipos de VHC y los subtipos proporcionan a los proveedores de atención médica información importante para elegir el tratamiento. Por ejemplo, los genotipos 2 y 3 son los más fáciles de tratar con interferón. PRUEBA GENÉTICA IL28B Recientemente, investigadores descubrieron una conexión entre el código genético de un paciente y su respuesta al tratamiento estándar. Se analizó el código genético de un grupo grande de pacientes con VHC de genotipo 1. Los pacientes con una variedad particular del gene IL28B tuvieron más del doble de las posibilidades de responder bien al tratamiento estándar de VHC con interferón y ribavirín. La prueba IL28B puede convertirse en una herramienta importante para guiar el tratamiento del VHC. PRUEBAS DE COAGULACIÓN DE LA SANGRE Si le van a hacer una biopsia de hígado (ver hoja informativa 672) se pueden realizar algunas pruebas. Con una biopsia, existe el riesgo de sangrado. Las pruebas de coagulación de la sangre miden con qué rapidez se forman coágulos, que detienen el sangrado. Los valores anormales de estas pruebas pueden indicar enfermedad hepática avanzada. TP/RIN o Tiempo de protrombina y Radio Internacional Normalizado es la prueba de coagulación más común. Se analiza una pequeña muestra de sangre para ver cuánto se demora en formar un coágulo. El recuento de plaquetas indica el número de plaquetas en la sangre. Las personas con enfermedad del hígado avanzada pueden tener menos plaquetas y más posibilidades de sangrar después de una biopsia de hígado. Revisado el 24 de febrero de 2014 Un Proyecto del International Association of Providers of AIDS Care y del New Mexico AIDS Education and Training Center. Parcialmente consolidado por el National Library of Medicine. Se puede descargar hojas informativas del Internet al http://www.aidsinfonet.org