EDUCAR EN LA INTERIORIDAD: UNA PEDAGOGÍA DEL UMBRAL Bilbao, 18.09.2012 1.- IDEAS PREVIAS a) Educar. Proviene del latín educere que significa “conducir hacia fuera, sacar a luz””. El educador ayuda al educando a sacar a la luz, a parir la sabiduría que lleva dentro. El educador es partero del ser interior. b) Interioridad. La interioridad no puede reducirse a valores, o a algo que tiene que ver con la religiosidad, con la fe, con el silencio, con la oración... La interioridad es una dimensión constitutiva de toda persona, creyente o no. Nuestra autoconciencia, nuestras emociones, recuerdos, anhelos, miedos, dudas, escala de valores...forman un todo complejo y vivo que denominamos interior y que, generalmente, contraponemos al exterior. El interior está formado, pues, por multitud de dimensiones que unas veces conocemos y otras no, que otros, a veces, conocen de nosotros y nosotros desconocemos, y por dimensiones o zonas que nadie conoce de nosotros, ni nosotros mismos. c) Pedagogía. La educación en la interioridad es un camino, un proceso, no acciones sueltas o esporádicas. Pedagogía hace referencia a pasos, etapas, niveles. d) Umbral. El umbral es el zaguán, el portal de la casa, el ámbito de entrada en algo o alguien. Esto quiere decir que, al hablar de interioridad, nos estamos moviendo en unos ámbitos de confianza, no abiertos a todos, ámbitos en los que somos invitados, somos adentrados, somos recibidos. Pero, a la vez, nos recuerda que estamos en los primeros pasos; que hay que profundizar y entrar, por así decirlo, en el salón, en la cocina, en las habitaciones. * Todo ello nos lleva a mirar y asumir la interioridad como una dimensión de la persona y como un ámbito de crecimiento. 2.- DESCRIPCIÓN DE LA INTERIORIDAD HUMANA 2.1. En éxodo hacia uno mismo para encontrase con Dios a) El simbolismo del viaje b) Constituirse una identidad tiene que ver no sólo con caminar, avanzar, descubrir... ; también tiene que ver con salir de los caminos ya previamente trazados y conocidos para adentrarse por otros para detectar en ellos situaciones relevantes y nuevas posibilidades. 2.2. Sabiduría del crecimiento personal a) Para emprender procesos de crecimiento personal, es necesario desear crecer. b) Escuchar los anhelos más hondos implica actuar, poner los medios para ir alcanzando el cumplimiento de los mismos. c) Todos necesitamos personas que nos ayuden, nos motiven, nos acompañen en el proceso de crecimiento personal. Pensar que la autoayuda es la solución de todo nos deja a la intemperie en infinidad de campos necesarios para la realización personal. d) Quien desee desplegar su ser deberá ponerse en camino y atravesar sus desiertos interiores, conocer sus carencias, reconocer sus zonas estériles, atravesar sus opacidades; pero a la vez deberá conocer sus oasis y sus propios manantiales. e) Sólo quien ha sido liberado, quien ha experimentado la liberación, puede liberar. Será buen acompañante quien antes haya atravesado sus propios desiertos interiores y haya encontrado el eje unificador de su vida. f) Saber hacia dónde se va, cuál es el horizonte del camino ayuda a afrontar el paso a través del desierto. La tierra a la que llegaremos no es otra que la realización de nuestra persona en todas sus potencialidades. g) No hace falta tenerlo todo muy claro para emprender procesos de crecimiento personal. Basta con desearlo de todo corazón, desear ser plenamente quien se es. h) La gran tentación de la seguridad a cualquier precio siempre asaltará a quien se pone en éxodo hacia sí mismo. Cualquier viaje (también el espiritual) supone aceptar la pérdida de niveles de seguridad. i) Es necesario que nos pasen cosas, que la vida nos afecte, para poder construir nuestra identidad. En la vida cargada de acontecimientos, me conozco y te conozco. j) La cotidianeidad es el ámbito de las continuidades y rutinas que favorecen la construcción de la identidad. Es una gramática común que nos hace posible “empalabrar” la realidad, artificio que permite generar la noción de orden a partir de lo predecible. Pero no todo acaba en la homogeneidad de lo ya esperado. Realidad que nos constituye es también lo que escapa a la previsión, lo que circula por cauces no normativizados, lo anónimo, lo extraño, lo exótico, y hasta la trasgresión. k) Dar a luz lo que uno es supone una larga gestación. Se necesita mucho tiempo para construir la propia identidad. La vida entera es proceso. l) Hay lugares interiores en los que hemos de adentrarnos solos. Hay experiencias que hemos de vivir por nosotros mismos. Un buen acompañante sabe cuando “desaparecer”. m) Si estamos abiertos a los demás, en actitud receptiva, toda relación se convierte en fuente de crecimiento. No cerrarse a nadie, no “engancharse” a nadie, sanea nuestro mundo de relaciones y nos ofrece posibilidades nuevas. n) Llegar a vivir desde el centro de uno mismo supone luchar contra los “pueblos enemigos” que hay dentro de nosotros. Siempre hay algo que mejorar, algo de lo que liberarnos... El proceso nunca se detiene y comporta conocer y asumir la propia sombra sin rechazarla, sino tomando consciencia de su presencia en nosotros para poder alcanzar una mayor libertad personal. 3.- OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN DE LA INTERIORIDAD La unificación de las diferentes dimensiones de la persona. La construcción de la unidad con los demás, con la naturaleza, con el Absoluto. El crecimiento personal y el vivir con sabiduría. 4.- CONTENIDOS DE LA EDUCACIÓN DE LA INTERIORIDAD a) El trabajo corporal. “Yo tengo un cuerpo” versus “yo soy mi cuerpo”, o previamente “yo soy en mi cuerpo”. b) La integración emocional. O sea, enseñar a los chavales o jóvenes cómo reconocer y describir sus emociones; ser capaces de identificar el origen sus emociones; encontrar cauces de expresión de las emociones que permitan encauzarlas; crecer en empatía; aprender a integrar sus emociones como parte de la vida diaria. Un buen acompañante o educador jamás puede permitirse jugar con los sentimientos de las personas o del grupo. Pero tampoco puede dejar de ofrecer determinadas actividades o propuestas por el miedo a la reacción emocional de las personas o del grupo. c) La apertura a la trascendencia / Trascendencia. La educación en la interioridad se ocupa del proceso que puede conducirnos por las dimensiones corporal, psicológica y trascendente de nuestro ser. Y aquí es donde se sitúa el umbral en el que nos detenemos. Sólo desde la libertad personal se puede desear el acceso a Dios (al Misterio), y sólo pertenece a Dios otorgar la entrada en él. Nadie da la fe a otro. La educación de la interioridad es sólo el previo a la experiencia de fe. Eso sí, puede situar a cualquier persona –adulta, joven o adolescente- en el umbral de la experiencia del Misterio. El cultivo y experiencia del silencio, la consciencia y la meditación... son dimensiones clave para el cultivo y crecimiento de la interioridad. 5.- CONVICCIONES PARA LA EDUCACIÓN DE LA INTERIORIDAD a) Cuanto antes, mejor. Con los niños ya es posible. No hay límite de edad. b) El cultivo de la interioridad se aprende: Puede crecer o decrecer; es objeto de educación (de ayuda). c) Hay que hacer este camino desde las propias experiencias: - Sitúate en el umbral de alguna experiencia personal que raye con lo vitalmente alegre, con lo emocionante, con lo asombroso, con lo atractivo, con lo excitante, con lo luminoso... una experiencia que estás viviendo o que has vivido y de la que guardas un recuerdo especial. Revívela, y... ¡verás! - Si quieres aprender algo en el cultivo de la vida interior, entonces, mírate, obsérvate, descubre los secretos de tu propia vida, que están ahí, ante ti, no para morbo alguno sino como datos precisos de primera mano. d) - Hemos de llegar y entrar en el umbral de la conciencia: Ver lo pequeño es clarividencia Conservarse débil es fortaleza Usar la luz para volver a la claridad y proteger el cuerpo y el espíritu de todo daño, es vestirse de eternidad e) El “fin” siempre hay que llevarlo en el corazón: - Llevar siempre a Ítaca en el corazón - Caminó Abraham hasta su muerte, sin saber a dónde iba, en busca de la Tierra Prometida. Y llevaba consigo a cuestas la Tierra Prometida. f) Vive el presente con una consciencia diáfana: - Abierto a todo y seleccionando lo positivo y lo saludable - Cada día es un nuevo reconocimiento g) La práctica de la relajación, de la conciencia corporal y de la expresión corporal tiene su importancia; y los juegos, gestos y dinámicas nos iluminan el horizonte. h) El contraste interpersonal no se puede desdeñar; es sumamente importante i) La ascesis, aunque no esté de moda, es necesaria. Pero hay una ascesis sana y otra enferma. j) El silencio y su práctica es uno de los mejores caminos para educar la interioridad, adentrarse en ella y hacerla crecer. k) Hay que trabajar buscando siempre la integración emocional y la apertura a la trascendencia. l) No podemos olvidar que tras el umbral de la interioridad está el Misterio, la fe. Hemos de vivirlo y testimoniarlo. El creyente no puede renunciar a lo que es, ni debe avergonzarse de lo que es.