Radioterapia… ¿Una alternativa totalmente beneficiosa? Seudónimo: “Janaan”. (María Agustina Rostán – 2CN) 1 ÍNDICE DE CONTENIDOS Índice…………………………………………………………………...pág. 1. Introducción……………………………………………………………pág. 2. Desarrollo……………………………………………………………...pág. 3-17. - La radiactividad y sus usos generales…………..............................pág. 3-4. - La Radioterapia………………………………………………………...pág. 4-6. - Interacción básica de la radiación con la célula viva………………pág. 6-7. - Dosimetría Radiológica……………………………….……………….pág. 7-8. - La penetrabilidad de las radiaciones en la materia………………...pág. 9. - ¿Cómo responden las células a la radiación?................................pág. 9-12. - Radiosensibilidad………………………………………………………pág. 12-14. - Aplicación de la Radioterapia………………………………………...pág. 14-16. - Efectos biológicos secundarios de la radiación…………………….pág. 16-17. Conclusión……………………………………………………………..pág.18. Bibliografía……………………………………………………………..pág.19. 2 3 FUNDAMENTACIÓN DEL TRABAJO: La elección de este tema se debe al gran interés que despierta en mí conocer más acerca de la radioterapia, alternativa tan utilizada frente a tantos casos oncológicos en nuestra sociedad. PROBLEMÁTICA: La Radioterapia, técnica de irradiación utilizada como una esperanza de cura para el cáncer: ¿es una alternativa perjudicial? OBJETIVOS: Poder conocer cuales son los riesgos que asiduamente corremos al estar expuestos a la radiactividad en diferentes tipos de tratamientos y de los cuales no somos concientes. De esta manera, el objetivo fundamental de este trabajo es el de determinar cuales son esos efectos nocivos para el organismo. HIPÓTESIS: La Radioterapia, siendo una de las esperanzas de cura para el cáncer, perjudica al organismo irradiado. 4 5 LA RADIACTIVIDAD Y SUS USOS GENERALES La radiactividad no es nada nuevo. Existe desde que se formó la Tierra hace 4500 millones de años. A pesar de que la radiactividad fue descubierta en 1898 (por Marie Curie y su esposo Pierre Curie), actualmente existe mucho de ignorancia con respecto a su utilización y a las aplicaciones que ésta tiene en sus diversos ámbitos. Al contrario de la creencia popular, la radiación no sólo la produce la industria nuclear o las armas nucleares. En efecto, un 87% de la dosis de radiación que recibimos proviene de fuentes naturales. La radiación está en todas partes: en los hogares, en el aire que se respira, en los alimentos que se ingieren; incluso el cuerpo es radiactivo. La propia Tierra es radiactiva por naturaleza y expone a los habitantes a la radiación proveniente de las rocas superficiales y los suelos. El resto de la radiación proviene de las actividades humanas. Las aplicaciones de la química nuclear son importantes en la medicina, la industria, las artes y la investigación. Su impacto amenaza y ensancha al mismo tiempo la vida del hombre y su futuro. Actualmente se desarrollan las nuevas aplicaciones y nuevos radiofármacos, con el fin de ampliar la gama de procedimientos; reducir las enfermedades contagiadas por los alimentos y prolongar el período de conservación mediante la utilización de radiaciones y estudiar los medios para reducir la contaminación originada por los plaguicidas y productos agroquímicos. Algunos de los usos de la radiactividad son: 1. Energía Nuclear 2. Agricultura 3. El trazado isotópico en biología y en medicina 4. La esterilización 5. La protección de las obras de arte 6. La elaboración de materiales 7. Los detectores de fugas y los indicadores de nivel 8. Los detectores de incendio 9. Las pinturas luminiscentes 6 10. La alimentación de energía de los satélites 11. Control de plagas 12. La radiografía industrial X o g 13. Radiografías 14. Radiografía mamaria 15. Tomografía Axial Computada TAC 16. Cámara Gamma 17. LA RADIOTERAPIA Como todos sabemos, también se ha recurrido a las radiaciones en el campo médico, particularmente en Radioterapia, a cuyos departamentos son enviadas las personas que tienen necesidad de ser irradiadas en cuanto portadoras de tumores o de alguna enfermedad crónica determinada. Estas técnicas contribuyeron a grandes avances y revolucionaron el campo de la medicina, proporcionando especial ayuda a los enfermos de cáncer. Cuando una persona esta sana, las células de su cuerpo se comportan ordenadamente, desempeñando diversas funciones. Cada grupo de células está organizado en tejidos y órganos, y ejecuta sus tareas en forma coordinada con otras zonas del cuerpo. Cuando el órgano o tejido ha alcanzado el tamaño y las formas exactas que necesita tener, su actividad consistirá en remplazar las células muertas, conservando así el equilibrio en todo el organismo. Para cada tejido, el ritmo es regular y se acelera en determinadas ocasiones. Esta multiplicación controlada y armoniosa está regulada por los genes. Pero algunos de estos genes, los oncogenes, pueden sufrir una modificación en su estructura, llamada mutación. Entonces producen una multiplicación ininterrumpida de las células, un crecimiento anormal que escapa al control de los mecanismos reguladores con que cuenta el organismo, lo que da lugar a un cáncer. Esto es el cáncer: un desorden en el proceso del crecimiento, que hace que las células se multipliquen sin relación alguna con las necesidades del cuerpo, invadiendo todos los tejidos vecinos. El cáncer puede presentarse en cualquier parte del cuerpo e incluso 7 originar una metástasis, lo que se refiere a que las células cancerosas pueden abandonar el tumor inicial, emigrar hacia otros órganos y dar origen a un tumor secundario. Este es un signo de gravedad en esta enfermedad, incluso más grave que el propio cáncer primario. Cuando este crecimiento anormal de las células cancerosas no puede ser tratado, la enfermedad casi siempre es fatal, ya que podría llegar a afectar alguna función vital. Pero hoy en día y gracias a los avances de la medicina, podemos decir que las personas que padecen esta enfermedad tienen una gran probabilidad de cura. La cirugía y la radioterapia son los tratamientos locales del cáncer, mientras que la quimioterapia y la hormonoterapia, cuyas repercusiones afectan a todo el organismo, se emplean en la prevención o el tratamiento de un cáncer generalizado. El empleo de las radiaciones ionizantes en el diagnóstico, tratamiento de una enfermedad e incluso en la curación de ésta ha aumentado enormemente nuestra esperanza de vida, salud y bienestar. Sin embargo, en todas las ocasiones en que se haga uso de la radiación se deben pesar los beneficios esperados y los daños que se pueden ocasionar. A principios del siglo XX, nacen la radiobiología y la radioprotección como consecuencia de las observaciones hechas por los médicos sobre que las exposiciones repetidas a este tipo de radiaciones podrían provocar inflamaciones e incluso cánceres en el propio radiólogo. La radiobiología permite conocer los mecanismos de acción de las radiaciones ionizantes y su óptimo uso tanto en el tejido normal como patológico, es decir, estudia los procesos que se producen después de la absorción de energía procedente de radiación ionizante, de los esfuerzos del organismo para compensar los efectos de esa energía absorbida y de las lesiones que se pueden producir en el organismo. La radiofísica médica permite estimar la cantidad exacta de radiación que se debe administrar a un paciente y distribuirla en forma adecuada en los tejidos para destruir el tejido patológico sin alterar el tejido sano. Para analizar los cambios que se producen en el material biológico después de la interacción con la radiación ionizante, es importante tener presente las siguientes generalizaciones: - dicha interacción es una función de probabilidad, azar, es decir, puede o no interaccionar, y si se produce interacción puede o no causar lesiones; 8 - la energía se deposita muy rápidamente (aproximadamente: 10-17 segundos); - la interacción de la radiación en una célula es no selectiva, es decir, la radiación no “elige” ninguna zona de la célula, la energía se deposita aleatoriamente en la célula; - los cambios observados en las células, tejidos y órganos, por la interacción de la radiación ionizante no son específicos (no son únicos), no se pueden distinguir de otros tipos de traumas; - los cambios se producen después de un período de latencia (minutos, meses, incluso años); - como la cantidad de energía que se deposita es pequeña, si una dosis letal se transformara totalmente en calor, la temperatura corporal solo aumentaría en 0,001º C. 1. Interacción básica de la radiación con la célula viva La acción de la radiación ionizante sobre la célula puede ser directa o indirecta. Se dice que es directa cuando la radiación interacciona y es absorbida por macromoléculas biológicas como el ADN, ARN, proteínas, enzimas, que al ionizarse adquieren estructuras anormales. Y se la llama indirecta cuando la energía de la radiación ionizante es absorbida por el medio en que están suspendidas las moléculas, en nuestro caso: el agua. El resultado final de la interacción de la radiación con el agua es la formación de un par de iones (H + y HO-) y de radicales libres (H o OH). Las consecuencias de la actuación de estos productos en la célula son muchas variadas. Como los iones H+ y OH- no tienen excesiva energía, la probabilidad de que se recombinen sin dañar a la célula es grande. En tanto los radicales libres son potentes reactivos debido al electrón no apareado que contienen, pueden: -interaccionar entre sí para dar agua y no producir daño; 9 -interaccionar con otros radicales libres y formar peróxido de hidrógeno (H 2O2), tóxicos para la célula; -interaccionar con moléculas normales generando estructuras nuevas o lesionadas. El daño producido por acción indirecta es mucho más probable debido a la cantidad de agua comparada con la de cualquier otro componente celular. 2. Dosimetría Radiológica Del mismo modo que cantidades iguales (dosis) de medicamentos que tiene la misma acción farmacológica pueden provocar efectos con distintas intensidades, en radiología, idénticas dosis de radiaciones de distinta naturaleza o energía pueden provocar efectos de intensidades diferentes. La dosimetría radiológica puede ser cuantitativa o cualitativa. Esta última mide la calidad de la radiación que está determinada por la energía del fotón. En tanto, la dosimetría cuantitativa mide la cantidad de radiación ionizante (dosis), incidente o absorbida por un cuerpo, capaz de producir un determinado efecto, y que es independiente de la calidad de la radiación. Dentro de ella se encuentran: DOSIS DE EXPOSICIÓN: es la cantidad de radiación (X o Gamma) que llega a un absorbente. La unidad es el Roentgen (R), que corresponde a la cantidad de radiación X o Gamma que genera una unidad electrostática de carga por cm 3 de aire seco. En términos energéticos, 1 R equivale a liberar 83,8 ergios por gramo de aire o 97 ergios por gramo de agua. DOSIS DE ABSORCIÓN: desde el punto de vista biológico interesa más la cantidad de energía que permanece en el absorbente que la que recibe. La cantidad de energía proveniente de la radiación ionizante absorbida por unidad de masa del material irradiado es la dosis absorbida. Las unidades son: el RAD y el GRAY (Gy), que son aplicables a cualquier radiación ionizante que se absorba.1 RAD significa la cantidad de radiación ionizante que provoca la absorción de 100 10 ergios por cada gramo de material irradiado (1 RAD = 100 ergios/g). 1 GRAY es la cantidad de radiación ionizante que provoca la absorción de un Joule de energía por cada kilogramo de material irradiado (1 Gy = 1 J/Kg.). La equivalencia entre ambas unidades es 1 Gy = 100 RAD. EFICACIA BIOLÓGICA RELATIVA (EBR): Las radiaciones ionizantes, al ser absorbidas a iguales dosis de absorción, pueden dar lugar a diferentes efectos biológicos. La eficiencia de una radiación varía con su naturaleza. Para determinar la eficacia biológica relativa de una determinada radiación se comparan las dosis de absorción de esa radiación y la de otra radiación tomada como patrón o referencia, necesarias para provocar el mismo efecto biológico. La radiación patrón es una radiación X o Gamma de 200 kev y cuya EBR es igual a 1. EBR: Dosis de absorción de rayos X o Gamma de 200 kev que provoca un efecto biológico. Dosis de absorción de la radiación en estudio que provoca el mismo efecto. La EBR de una radiación puede variar según el efecto biológico que se considera. DOSIS BIOLÓGICA O EQUIVALENTE: el concepto de dosis absorbida no es suficiente para explicar el efecto biológico que produce la irradiación en el organismo. Es decir, cantidades iguales de radiación absorbida pueden determinar distinto grado de daño en virtud de la diferente eficacia que puede tener la radiación absorbida. Se establece, entonces, el concepto de dosis biológica o equivalente y que cuantifica el daño biológico producido por la radiación y se lo define como: Dosis biológica = Dosis absorbida x EBR. Existen dos unidades: -REM (rad equivalente man: número de RADs x EBR -SIEVERT (Sv): número de Gy x EBR. 1 SIEVERT (Sv) = 100 REM = 1J/kg. 11 3. La penetrabilidad de las radiaciones en la materia Las partículas ionizantes penetran en la materia mientras tengan un exceso de energía cinética respecto de las moléculas del medio que atraviesan y está claro que las radiaciones disipan el exceso de energía ionizante y excitando las moléculas próximas a su trayectoria. Las consecuencias sobre la sustancia blanco dependen de su estructura, del tipo de radiación y del mecanismo principal de interacción. La intensidad del efecto producido por la radiación depende de la proximidad de las ionizaciones producidas en el material. Se mide por el LET (Transferencia Lineal de Energía). Este nuevo concepto, por estar referido a un parámetro básico y general (energía) de la interacción radiación – materia, hace abstracción de los mecanismos moleculares del traspaso de energía. Basándose en el concepto de LET, se puede comparar el efecto de distintas radiaciones sobre una misma sustancia o una radiación sobre distintas sustancias. Las radiaciones con una LET alta, presentan baja penetrabilidad y una intensa ionización o excitación; aquellas radiaciones con bajo LET tienen una penetrabilidad mayor e intensidad de ionización baja. 4. ¿Cómo responden las células a la radiación? - Muerte en interfase o no mitótica o sin división (fases G 1, S y G2): si se produce la irradiación antes de que la célula entre en mitosis. Una posible explicación sería por cambios bioquímicos como la disminución de la producción de energía por las mitocondrias. - Retraso en la división: se observa una disminución del índice mitótico (relación entre el número de células que están en mitosis en cada instante y el número total de células de la población). Las células que están en mitosis durante la irradiación terminan la división, pero las que están a punto de comenzarla se retrasan en la fase G2. Es un fenómeno que depende de la dosis. Hay diversas teorías que explican este fenómeno: algún compuesto químico que interviene en la división es alterado por la irradiación; no se sintetizan proteínas necesarias para la mitosis; o 12 la síntesis de DNA no se produce a la misma velocidad después de la irradiación que antes. - Fallo reproductivo: disminución del porcentaje de células sobrevivientes a la irradiación que conserva su capacidad de reproducirse. Las células que no puedan dividirse repetidamente se consideran como sobrevivientes o muertas aunque conserven un metabolismo activo. El daño biológico de una radiación ionizante puede representarse relacionando el porcentaje de células sobrevivientes o fracción de sobrevida con la dosis absorbida. Un punto a tener en cuenta también es la tasa de dosis, que consiste en la velocidad con que se administra la radiación (RADs / min.). Los diversos efectos biológicos, dependen de la tasa de dosis. Todos los estudios han demostrado que las tasas de dosis bajas son menos eficaces para producir daños que las tasas altas de una misma radiación. La explicación es que las tasas de dosis altas pueden no permitir la reparación debido al corto período durante el que se administra la radiación. En caso de radiaciones del alto LET, la tasa de dosis no influye debido a que la gran densidad de ionizaciones que producen dichas radiaciones, afecta a un número elevado de blancos que no admite reparación; las células mueren por un solo impacto. También hay factores químicos que pueden modificar la respuesta de la célula a la irradiación. RADIOSENSIBILIZADORES. Son aquellos compuestos que aumentan el efecto letal de una dada dosis de radiación. Dentro de ellos, el que tiene un efecto más drástico es el oxígeno. Sus efectos se han observado en toda clase de organismos, desde bacterias hasta el hombre. Se demostró que el efecto O2, como potenciador del daño biológico producido por una radiación, era más eficaz cuando se administraba junto con la 13 radiación. Hay dos teorías que tratan de explicar el mecanismo por el cual el O 2 es un radiosensibilizador: - por la interacción de la radiación con el agua celular se forman radicales libres, la presencia de oxigeno puede potenciar la formación de esos radicales o hacer que los ya existentes reaccionen en cadena para formar nuevos tipos de radicales y así provocar las lesiones; - La otra explicación seria que los procesos de restauración quedarían bloqueados por la presencia de O2, aumentando la lesión celular. El efecto O2 es mayor para las radiaciones de bajo LET (X o gamma).Las radiaciones de alto LET (alfa y neutrones) provocarían lesiones no reparables, por lo que la presencia de O2 no potenciaría la respuesta a la irradiación en la misma manera que con las de bajo LET. Existen otros sensibilizadores como las pirimidinas halogenadas, la actinomicina D, la hidroxiurea y la vitamina K. RADIOPROTECTORES. Al ser administrados durante la irradiación se necesita una mayor dosis para producir la misma respuesta que cuando no están presentes. Es decir, un radioprotector evita o neutraliza los cambios químicos. Estos compuestos presentan grupos sulfhidrilos (cisteína y sisteamina), siendo mas eficaces con radiaciones de bajo LET (X o gamma y su efecto es despreciable para los neutrones o alfa (Alto LET). Otros compuestos que actúan protegiendo a las células de la irradiación son los que provocan una disminución de O 2 (hipoxia sistémica). CICLO CELULAR. La mitosis es la división de una célula madre en dos células hijas, genética y cromosómicamente iguales entre sí y a la célula madre que le dio origen. En esta división encontramos diferentes fases, tales como la Fase G 1, período de intensa actividad metabólica en el cual la célula aumenta de tamaño y el número de sus 14 estructuras citoplasmáticas, la fase S o de síntesis, porque se produce la replicación del ADN, y la fase G2, en la cual empieza la división celular. Los datos experimentales demuestran que las células son más radiosensibles cuando se irradian en la fase G2 y M (mitosis), y menos sensibles en la fase G1 y mucho menos sensibles (radioresistentes) durante la síntesis de DNA. En general, se considera que dentro del ciclo celular, la fase M es la mas sensible y la fase S, la mas resistente. El retraso de la división depende de la dosis y se relaciona con la situación de la célula en el ciclo celular. A menor dosis, se afectan a las células que se hallan en la fase G2 y M y a altas dosis se afectan a las células cualquiera sea la fase del ciclo en que se hallen. REPARACIÓN INTRACELULAR Este factor depende de la capacidad que tiene las células de reparar las lesiones subletales. Las lesiones pueden acumularse en más de un blanco antes de producirse la muerte celular. Se ha demostrado que si la dosis total se fracciona de tal manera que durante un tiempo no se irradia, el número de células sobrevivientes aumenta con el aumento del tiempo entre las fracciones. Las células que sobreviven a la primera fracción de dosis responden a la segunda fracción como células que no hubiera sido irradiadas. Las lesiones que han sufrido las células son reparadas entre las fracciones sugiriendo que las células tiene la capacidad de recuperarse de daños que no le produzcan la muerte (lesiones subletales). Esto es de importante interés en la terapia radiante. 5. Radiosensibilidad A raíz de la observación de que los rayos X aparentaban destruir selectivamente las células neoplásicas sin dañar fundamentalmente al tejido sano adyacente, a principio del siglo XX, dos franceses estudiaron el efecto de la irradiación sobre los distintos tipos de células. Teniendo en cuenta esas observaciones, definieron la sensibilidad a la radiación en términos de dos parámetros característicos de las células e independientes de la radiación empleada: la actividad mitótica y la diferenciación. 15 La Ley de Bergonie - Tribondeau afirma que: “la radiación ionizante es más eficaz sobre las células que tiene mayor actividad reproductiva, más larga fase mitótica y menor diferenciación morfológica y funcional”. En líneas generales, esta ley sigue siendo una guía básica y útil para determinar la radiosensibilidad celular. La excepción a esta ley la constituyen los linfocitos que son muy radiosensibles, aunque la ley los clasifica como radioresistentes por sus características mitóticas, en general no se dividen pero tienen capacidad de dividirse cuando existe un estímulo. La sensibilidad a la irradiación, como ya lo hemos enunciado, varía durante el ciclo celular: - las células son más sensibles en la fase mitótica o en etapas cercanas a ella; - en la mayoría de las células, la resistencia aumenta durante la fase S alcanzando un máximo al finalizar esta etapa (alto grado de radiorresistencia); - la fase G y M son las radiosensibles. Como se puede esperar, los tejidos y órganos que contienen células radiosensibles serán sensibles a la radiación y, recíprocamente, los tejidos y órganos que contengan células radiorresistentes serán resistentes a la radiación. Existen muchos criterios biológicos (ruptura de cromosomas, muerte celular, por ejemplo) para valorar la radiosensibilidad de poblaciones celulares diferentes, que deben ser especificados porque la sensibilidad puede variar según el criterio elegido. En muchos casos, las células que son resistentes morfológicamente son sensibles de modo funcional. La ley de Bergonie – Tribondeau hace referencia a la sensibilidad inherente de la célula a la radiación. Pero, si se cambian factores externos, como presencia de factores químicos o el LET de la radiación, la respuesta celular se modifica y a esta modificación, debido a factores externos, se la llama sensibilidad condicional: el resultado es un aumento o disminución “aparente” de la radiosensibilidad celular. 16 Clasificación de los tejidos según su radiosensibilidad SENSIBILIDAD MUY RADIOSENSIBLES EJEMPLOS Linfocitos maduros, eritroblastos, espermatogonias. Células granulosas, mielocitos, células de las criptas intestinales, células basales de la epidermis. Células endoteliales, células de las glándulas gástricas, osteoblastos, condroblastos, espermatocitos, espermátides. Granulocitos, osteocitos, espermatozoides, eritrocitos. Fibrositos, condorcitos, células musculares, células nerviosas. RELATIVAMENTE RADIOSENSIBLES SENSIBILIDAD INTERMEDIA RELATIVAMENTE RADIORRESISTENTES MUY RADIORRESISTENTES 6. Aplicación de la Radioterapia La capacidad de destruir células en regiones de dificultoso o inapropiado abordaje quirúrgico, la posibilidad de lesionar muy poco los tejidos adyacentes, la selección cuidadosa de los planes de tratamiento así como la rigurosa selección de pacientes, han convertido a la radioterapia en una de las “tres patas” en las que se acomoda el tratamiento de estas patologías, junto a la cirugía y la quimioterapia. Teleterapia: este método es más conocido como Bomba de Cobalto, ya que el 60Co es el isótopo utilizado. La desventaja de estos aparatos es la de tener que trabajar con material radiactivo, que se desintegra constantemente emitiendo radiaciones aún cuando no está en uso. Aceleradores lineales de electrones: actualmente se utilizan los aceleradores lineales de electrones, cuyo funcionamiento es parecido al del aparato productor de RX para radiodiagnóstico. La mayor diferencia radica en que la fuente provee una diferencia de voltaje de millones de Voltios, acelerando los electrones y produciendo radiación sólo cuando está en funcionamiento. De esta manera disminuye la contaminación además de producir un haz más delgado que facilita la aplicación el paciente. Radioterapia Tridimensional Conformada: La Radioterapia Tridimensional Conformada es una técnica de irradiación recientemente desarrollada que permite 17 una notable mejora en la precisión con la que se realizan los tratamientos radiantes. Con el empleo de esta técnica se logra administrar mayores dosis de irradiación al tejido tumoral mejorando las posibilidades de curación. Este tipo de radioterapia representa un adelanto tan significativo que en pocos años se convertirá en el tratamiento Standard de radioterapia. 1. A partir de las imágenes radiológicas se obtienen las estructuras anatómicas relevantes. 2. La reconstrucción digital de la imagen permite modelar los campos de irradiación. 3. El software empleado permite la visión tridimensional de los campos de irradiación establecidos. 4. Conformación tridimensional de la isodosis. El volumen enrejado representa la zona que recibe altas dosis. La RADIOTERAPIA TRIDIMENSIONAL CONFORMADA emplea toda la información que se puede obtener de los más modernos métodos de diagnóstico como la tomografía computada y la resonancia magnética y procesa esta información con sistemas computados especialmente desarrollados para este fin. Así, se obtiene una visión TRIDIMENSIONAL del tumor y los órganos que lo rodean, permitiendo optimizar la planificación del tratamiento radiante, de tal forma se maximiza la dosis en el blanco a irradiar, preservando los órganos nobles y disminuyendo las posibilidades de complicación. Para este tratamiento se emplean Conformadores del Campo Radiante, especialmente construidos para cada caso. La función de estos conformadores es darle al campo radiante la forma exacta para obtener un volumen de irradiación que se adapte al objetivo hasta en los más mínimos detalles. A su vez, se utilizan sistemas especiales para inmovilizar al paciente durante el tratamiento. La aplicación de esta tecnología implica el empleo de dosis mayores de irradiación a zonas muy limitadas, lo que requiere no sólo el equipamiento técnico adecuado sino, fundamentalmente, la profesionalidad, preparación y 18 responsabilidad del plantel de médicos, físicos y técnicos envueltos en la planificación y administración del tratamiento. 7. Efectos biológicos secundarios de la radiación Los “efectos secundarios” pueden aparecer debido a la afectación de los tejidos sanos por las radiaciones. Los efectos inmediatos son transitorios, reversibles y habitualmente no dejan secuelas. Varían según la zona irradiada. Pueden ser locales o generales. Las complicaciones tardías se deben a la irradiación de tejidos con una tasa de renovación lenta (hueso, músculos, pulmón, hígado, riñón, tejido nervioso y médula espinal) y pueden aparecer algunos años después de la radioterapia: invasión de los pulmones por un tejido fibroso (fibrosis pulmonar), destrucción ósea (posteonecrosis), retraso de crecimiento en el niño, problemas genitales (menopausia precoz e incluso esterilidad) o sequedad de la boca y alteración del sentido del gusto. El daño producido depende del tipo de radiación, de la dosis absorbida, de la velocidad de absorción y de la sensibilidad del tejido frente a la radiación. Los efectos biológicos de la radiación están relacionados estrechamente con la dosis expresada en REM: 0-25 REM: no se observan efectos inmediatos, parecen no tener consecuencias importantes. 25-100 REM: se observan algunas alteraciones en sangre, hay compromiso de otras funciones orgánicas pero son recuperables. 100-300 REM: hay alteraciones más evidentes: vómitos, caída del cabello, hemorragias, cuya recuperación es parcial. 300-600 REM: aumentan las probabilidades de muerte por afecciones a la médula ósea, síndrome gastrointestinal y lesiones al sistema nervioso. El daño producido en las moléculas llamadas “moléculas claves” (aquellas que se hallan presentes en cantidad justa y se precisan constantemente para que le célula funcione y viva de manera adecuada) traerá como consecuencias más serias sobre la vida celular debido a que no existen otras moléculas que puedan reemplazarlas. Cuando la radiación ionizante, por acción directa, interacciona con 19 una de estas moléculas claves o actúa a poca distancia de ella, la afecta. En consecuencia, en la célula existen zonas sensibles o “blancos”. Las ionizaciones que se producen en el “blanco” se denominan “impacto”. Estos conceptos son la base de la “Teoría del impacto”: la hipótesis es que una ionización aleatoria que ocurra en un “blanco” tendrá consecuencias más severas para la vida celular que si ocurriera en otra parte de una célula. El núcleo celular es mucho más sensible que el citoplasma a los daños por la radiación. El DNA es el blanco más verosímil de la acción de la radiación. Los cambios en el DNA producen cambios en la información genética de la célula (mutaciones). Las mutaciones en las células somáticas tienen consecuencias para el individuo y no sobre la población general. En tanto, las mutaciones en las células germinales sí afectan a la población general porque la célula con mutaciones puede afectar a la concepción y a las generaciones futuras. La comunidad científica internacional acepta que la exposición a la radiación ionizante produce efectos dañinos al ser humano. Estos efectos son generalmente clasificados en tres categorías: 1. Efectos somáticos: con los que ocurren en el organismo expuesto a la radiación ionizante que dependen de una serie de factores como tiempo de exposición, nivel de energía. Se pueden distinguir en: - precoces: los signos evidentes se presentan después de una exposición aguda; - tardíos: efectos observables después de muchos años de transcurrida de exposición. 2. Efectos genéticos: se pueden presentar anormalidades en hijos de individuos expuestos y/o en subsecuentes generaciones. 3. Efectos teratogénicos: los efectos se pueden observar en niños que han sido expuestos a radiación durante su vida fetal y/o desarrollo embrionario. Las consecuencias menos graves de una radiación ionizante se manifiestan en muchos órganos, en concreto en la médula ósea, riñones, pulmones y el cristalino de los ojos, debido al deterioro de los vasos sanguíneos. Como consecuencias secundarias aparecen cambios degenerativos y funciones alteradas. 20 21 CONCLUSIÓN Como se presentó en esta investigación, algunos genes del organismo, llamados oncogenes, pueden sufrir una modificación en su estructura y provocar de esta manera un crecimiento anormal, lo que da lugar al cáncer: un desorden en el proceso de crecimiento, que hace que las células se multipliquen sin relación alguna con las necesidades del cuerpo. Las células cancerígenas, tienen una mayor predisposición a ser destruidas por la radiación que las células sanas, por lo tanto, los tejidos y órganos que contienen células radiosensibles serán sensibles a la radiación y, recíprocamente, los tejidos y órganos que contengan células radiorresistentes serán resistentes a la radiación. Luego de esta investigación pude corroborar mi hipótesis, la cual se basaba en el pensamiento de que la radioterapia, siendo una esperanza de cura para el cáncer provoca efectos biológicos negativos. Pero investigando más aun pude comprender que los efectos que estas radiaciones producen, tienen una pequeña importancia si lo comparamos con el beneficio que trae el hecho de poder curarse por medio de la radiactividad aplicada a la medicina. En este caso, vale menos el costo que se deba pagar que el riesgo que se puede correr. 22 23 BIBLIOGRAFÍA Dra. Graciela Bazzoni, Prof. Dra. Gladis Hernández, Prof. Tit. Dra. Marta Rasia, Radiaciones Ionizantes: Efectos Biológicos, Cuaderno del AlumnoÁrea Injuria, Centro Editor Facultad de Ciencias Médicas U.N.R. (pág. 481 a 500). Larousse de la Salud, Barcelona. Larousse Editorial, 2000 (pág. 52 a 60). Libro de la Vida, Buenos Aires, Argentina. Abril Educativa y Cultural S.A. Página web http://www.oei.org.co/fpciencia/art19.htm. 24