EL EQUILIBRIO DE LOS ECOSISTEMAS Un ecosistema está en equilibrio cuando es estable, es decir, cuando no cambia o cambia muy poco con el tiempo. Para que un sistema esté en equilibrio no deben producirse grandes cambios en las condiciones ambientales (clima, suelo y agua), el número de individuos ha de mantenerse constante y no deben existir factores externos (contaminación, tala de árboles) que alteren el ecosistema. Si por cualquier razón, se rompe el equilibrio de un ecosistema, este puede desaparecer y ser sustituido por otro. De acuerdo con los ecologistas, se considera que un ecosistema está en equilibrio cuando la cantidad de plantas y animales de diferentes tipos se mantiene durante un largo período. En un ecosistema hay plantas, animales que consumen plantas y otros que comen a otros animales o seres vivos; para que en el ecosistema exista equilibrio todo este ciclo se debe mantener, y siempre habrá más plantas y animales herbívoros (que comen hierbas y plantas) que aquellos que se comen a estos animales (carnívoros). Si por algún motivo una especie desaparece, o su número disminuye demasiado, se puede producir un cambio en el ecosistema, lo que muchas veces se denomina desequilibrio ecológico. Los seres humanos alteran el equilibrio de la naturaleza y de los ecosistemas cuando matan especies silvestres, destruyen selvas y bosques, contaminan los mares y arrojan desperdicios a los ríos y alteran el medio ambiente con la contaminación. Los ecosistemas pueden sufrir alteraciones naturales y por acción del hombre. 1 . Las alteraciones naturales: Forman parte del equilibrio natural y los ecosistemas se recuperan restableciendo el equilibrio original o dando origen a un nuevo equilibrio. Pertenecen a las alteraciones naturales las inundaciones, los deslizamientos de tierras (derrumbes), los huaycos, los hundimientos del terreno (especialmente en zonas calcáreas), los incendios por rayos, las erupciones volcánicas, las alteraciones cismáticas (sequías prolongadas) y el debilitamiento o cambio de corrientes marinas (Fenómeno de El Niño), entre otras causas. Estas alteraciones no son prolongadas, por lo general, y los ecosistemas se recuperan en una sucesión de etapas o establecen un nuevo equilibrio. 2. Las alteraciones por acción humana: Son más peligrosas y, si se prolongan por mucho tiempo y en grandes extensiones, generalmente son irreversibles por la extinción de especies que se ha producido y por la alteración del ambiente. ¿SABÍAS QUÉ? Las alteraciones humanas impactan en los suelos, al usarse productos químicos que alteran o destruyen los procesos vivos de regeneración (hongos, bacterias y microfauna), empobreciéndolos paulatinamente. La actividad forestal también puede ser causa de alteraciones ecológicas o por la forestación con especies exóticas en monocultivos o por la extracción selectiva de algunas especies de alto valor, como sucede en la Amazonía y en el bosque seco ecuatorial, empobreciendo los ecosistemas. La actividad pesquera, si no tiene como base el manejo racional del recurso, puede producir trastornos graves y hasta alterar el equilibrio ecológico y comprometer la productividad de los ecosistemas, como ha sucedido con la sobrepesca de la anchoveta en el mar peruano, causante de una catástrofe ecológica para las aves guaneras, que descendieron de 28 a 2 millones de individuos. Como consecuencia, también la producción de guano de isla descendió de más de 200 mil t anuales a apenas 20 mil. La contaminación ambiental, producida por industrias altamente contaminantes (fábricas de pulpa de papel, cervecerías, curtiembres, etc.), puede impactar fuertemente en los ecosistemas y destruirlos. Los humos y polvos, con contenidos tóxicos, pueden eliminar la vegetación de amplias zonas, como sucede en La Oroya e ¡lo. Los derrames de petróleo son catastróficos en los ecosistemas acuáticos. En el Perú la contaminación marina, de las aguas continentales y la destrucción de la vegetación por humos y polvos es bastante grave en muchas partes. IMPORTANTE Los centros urbanos producen alteraciones en los ecosistemas por el vertimiento de aguas servidas y basuras en los mares, ríos y lagunas. En nuestro país este problema es especialmente grave, donde el mar, los ríos y los lagos son considerados los grandes basureros. Si la especie humana no controla estos impactos pondrá en peligro a la humanidad misma, por el consumo de los recursos naturales y los impactos negativos sobre el ambiente. Si la población humana sigue aumentando como en la actualidad, debe esperarse un mundo repleto se seres humanos, que al final se devorarán unos a otros. La estabilidad en un ecosistema se logra cuando éste alcanza el equilibrio y esto ocurre cuando se equilibran las fuerzas que actúan sobre él. Por tanto en cualquier ecosistema (manglar, bosque, arrecife, etc.) existen fuerzas contrarias; por ejemplo, en una población o conjunto de organismos de la misma especie se presentan conjuntamente tanto nacimientos como muertes. La capacidad que tiene el propio ecosistema para mantener su estabilidad por medio de mecanismos de retroalimentación negativa se conoce como homeostasis. Los ecosistemas tienen en sí un equilibrio dinámico; las fluctuaciones naturales se deben variaciones climáticas, migraciones, sequías, inundaciones, incendios, etc. Imaginemos una situación hipotética: En un determinado pastizal se presenta una escasa precipitación fluvial, lo que causa que una sequía en la región que limita a la población de herbívoros, quienes tienen una alimentación deficiente en estas condiciones. La población de carnívoros o consumidores secundarios se beneficia, ya que los herbívoros se encuentran en condiciones de debilidad y con mayor facilidad son víctimas de depredadores. Cuando las lluvias se normalizan la población de herbívoros es muy baja, lo que genera que la hierba vuelva a crecer; los carnívoros resultan afectados ya que el suministro es muy reducido. Al tercer año la población de carnívoros está diezmada, por lo que los herbívoros pueden restablecerse y el equilibrio llegará nuevamente al nivel del período cero o inicial; estas variaciones son las que nos permiten señalar que en los ecosistemas existe un equilibrio dinámico. El equilibrio en los ecosistemas Mirando a nuestro alrededor, vemos cómo el ser humano y los factores ambientales modifican el planeta que habitamos. Sus adelantos científicos y técnicos así como sus errores, han hecho de la Tierra lo que es hoy en día. ¿Cuáles son los cambios importantes que encontramos a nuestro alrededor? ¿Qué aspectos positivos y negativos vemos en la incidencia del ser humano sobre los ecosistemas? ¿Cuándo están en equilibrio los ecosistemas? ¿Cómo influyen los factores bióticos y abióticos en el equilibrio de un ecosistema?. Con estas preguntas se espera que los estudiantes logren a través de una reflexión y análisis, explicar cuándo un ecosistema está en equilibrio y cuándo en desequilibrio.