Pág. 20 Martes, 29/04/2003 Denuncian que la lista de portadores del VIH atenta contra la intimidad El registro de portadores del VIH vulnera los derechos a la intimidad, la libertad informática y la protección de datos personales, asuntos guarecidos en la mismísima Constitución. Lo dice la Asociación de Ayuda a Presos/as (PreSOS), que ayer presentó en la Audiencia Nacional una demanda contra el Ministerio de Sanidad en materia tan sensible. El 18 de diciembre de 2000 Sanidad creó el Sistema de Información sobre Nuevas Infecciones por VIH (SINIVIH), un fichero gigantesco con los datos de las personas que han adquirido el virus aunque no hayan desarrollado la enfermedad. En ese banco informativo aparecen las iniciales del individuo, la fecha de nacimiento, el sexo, la provincia donde reside, la forma en que se infectó y datos clínicos y de laboratorio. Entonces -y ahora- el Ministerio justificó la instauración del sistema en que «la información sobre infecciones por VIH permitirá a las administraciones sanitarias tomar decisiones en materia de prevención». Además, aclaró que al SINIVIH no le interesa «quiénes» se están infectando, sino «qué grupos de población y de qué características sociodemográficas y de factores de riesgo» están contrayendo el virus. En los 32 folios de la demanda presentada ayer, PreSOS invierte muchas páginas en argumentar el estigma que supone aún en España la confesión de un estado de VIH o de sida. Este colectivo asegura que el registro nominal «tiene un efecto de disuasión e indefensión» y que la ficha estadística podría ser entendida por los afectados como una «ficha policial», que podría «crear una desconfianza que frenara aún más la voluntad de realizarse la prueba conduciendo a la clandestinidad». La asociación aboga por métodos alternativos de identificación, como «la asignación de un código alfanumérico a cada persona afectada, que evitaría eventuales lesiones del derecho a la intimidad». Alumbrado por la protesta de PreSOS, el presidente de la Plataforma Popular Gay, Carlos Alberto Biendicho, exigió ayer a José María Aznar que retire la orden de Sanidad y que «se siente personalmente a pactar un registro encriptado y codificado que preserve el anonimato de las personas infectadas, con la totalidad de ONG que trabajan en VIH/sida». También le pidió que «personalmente ratifique» la campaña contra la discriminación de las personas con infección por VIH/sida, «prometida por la ministra, Ana Pastor». Información facilitada por HELGUERO ASOCIADOS C/ Magallanes, 24 – 1º C 28015 Madrid Tfno. 902.440.003 www.protegemostusdatos.com 1