A la atención AYUNTAMIENTO DE ALCORCÓN D. ……………………………………… …………………………………………… Domiciliado en……………………………………………………………………….. con DNI …………………. Por la Junta de Gobierno Local se adoptó con fecha 18 de diciembre de 2013, acuerdo por el cual se iniciaba el procedimiento de revisión de oficio por vicio de nulidad de las causas previstas en el artículo 62 apartados a y f de la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el Procedimiento Administrativo Común de las Bases Generales del proceso de funcionarización aprobadas el día 1 de febrero de 2011, así como las bases específicas de todos y cada uno de los procesos selectivos de funcionarización del Ayuntamiento de Alcorcón y sus OOAA. En mi condición de interesado/a, y por considerar dicho revisión contraria a Derecho, PRESENTO LAS SIGUIENTES ALEGACIONES: 1.- En cuanto a la vulneración del artículo 62.1.a) de la Ley 30/1992 “Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.” Este motivo de nulidad basado en el informe emitido por la Dirección General de la Función Pública de la Comunidad de Madrid, en el cual se pone de manifiesto que las pruebas previstas suponen una limitación de acceso a la función pública vulnerador del derecho a la igualdad en el acceso a la función pública, contrario al artículo 23.2 de la Constitución. De igual manera subraya que deberían haberse llevado a cabo como una prueba de proceso de promoción interna, permitiendo la participación del personal laboral fijo que esté realizando funciones propias de personal funcionario de los cuerpos o escalas que se convocan. Ignora curiosamente la Dirección General de la Función Pública de la Comunidad de Madrid, el criterio mostrado por el Consejo de Estado en el Dictamen 1361/2002 al “Proyecto de Decreto por el que se regula el procedimiento para la adquisición de la condición de funcionario por el personal laboral al servicio de la Administración de la Comunidad de Madrid”, que se materializó posteriormente en el Decreto149/2002, de 29 de agosto, por el que se regula el procedimiento para la adquisición de la condición de funcionario por el personal laboral al servicio de la Administración de la Comunidad de Madrid. En la interesante formulación presentada manifiesta: Respecto del ámbito de aplicación del Decreto proyectado, el artículo 2 dice que la regulación en él contenida "se aplicará al personal laboral fijo que se encuentre prestando servicios en la Administración de la Comunidad de Madrid, sus Organismos Autónomos y Órganos de Gestión sin personalidad jurídica, y cuyo puesto de trabajo se incorpore a un catálogo de puestos susceptibles de funcionarización"; y añade que, "con iguales requisitos, también será aplicable al personal laboral fijo que preste sus servicios en un Ente de derecho público, de los previstos en el artículo 6 de la Ley 9/1990, de 8 de noviembre, reguladora de la Hacienda de la Comunidad de Madrid, siempre que su Ley de creación prevea la existencia de personal funcionario". …………. Por lo que hace al ámbito de aplicación del Decreto en proyecto, debe señalarse, finalmente, que las reservas que pudiera merecer la participación en el proceso de funcionarización del personal laboral que, por estar en suspensión de contrato o de excedencia voluntaria o de incompatibilidad, no se halla en el desempeño actual de su puesto de trabajo deben ser solventadas a la vista de que el proyecto no excede, sino que se ajusta con rigor, a lo que establece la nueva disposición transitoria décima de la Ley 1/1986 que, en virtud de la Ley 18/2000, de 27 de diciembre, ha quedado erigida en la guía normativa, con rango formal de ley, del proceso de funcionarización del personal al servicio de la Comunidad de Madrid. Cualquier juicio crítico o eventual expresión de perplejidad son jurídicamente vacuos, en cuanto que ahora no se trata sino de homologar la legalidad del proyecto reglamentario que ha sido elaborado para dar cumplimiento, precisamente, a las decisiones, al respecto, del legislador. ………… 6. Por lo que respecta a la regulación de los procesos selectivos, el Consejo de Estado considera erróneo el establecimiento del sistema de oposición. El error no está tanto en la disciplina del proceso selectivo proyectado cuanto en el nombre o categoría doctrinal oposición- con el que se identifica. La regulación pudiera resultar vulnerable frente a criterios de rigor técnico, pero ello es consecuencia de la misma excepcionalidad del proceso de funcionarización que, con explícita cobertura legal, se ha de desarrollar y ante el que no son eficazmente oponibles, por ejemplo, las exigencias de generalidad e igualdad en las oportunidades de acceso a la función pública. Dicho de otro modo, cuando se trata de regularizar una situación indebidamente alcanzada, mediante una solución que excepciona las exigencias propias de la regla general, no puede oponerse ésta a la excepción, so pena de negar la posibilidad misma de que la respuesta excepcional sea admisible. Admitido, sin embargo, el proceso selectivo especial y restringido -coherente con el propósito regularizador que lo justifica- el Consejo de Estado no alcanza a comprender -ni comparte- la paladina afirmación del proyecto según el cual (artículo 13.1) el sistema selectivo que arbitra el proyecto es "el de oposición". El apartado 2 de la disposición transitoria décima de la Ley 1/1986 prevé que la funcionarización del personal laboral fijo a que se refiere podrá producirse "previa superación de los procesos selectivos que, con carácter excepcional, se aprueben de forma autónoma e independiente de las convocatorias de acceso libre, con sujeción estricta a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad". Según se infiere de la memoria justificativa del proyecto, al enfrentarse sus autores con la necesaria articulación de esos "procesos selectivos de carácter excepcional", parece haberse entendido que -según las Sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo invocadas- se trata de organizar unas pruebas restringidas que en su concepción -o, al menos, su denominación- sean encajables en alguno de los sistemas establecidos para el ingreso del personal al servicio de la Administración General del Estado y para la provisión de los puestos de trabajo y promoción profesional de los funcionarios de dicha Administración (Reglamento general aprobado por Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo). Adoptado ese punto de partida, la memoria justifica la inadecuación de los sistemas de concurso y de concurso-oposición, considerando, por tanto, que el pertinente es el de oposición que, además, es e l utilizado de manera preferente. Las mismas razones por las que se rechazan los sistemas de concurso y de concursooposición son, sin embargo, esgrimibles -con las debidas adaptaciones- para evidenciar la inadecuación del sistema de oposición. Y es que no se trata de discernir quién, de entre los posibles aspirantes, tiene superiores mérito y capacidad para acceder a la función pública, sino de organizar unas pruebas en las que quienes desempeñan un puesto de trabajo-en virtud de una relación laboral- puedan acreditar mérito y capacidad suficientes para seguir desempeñándolo en régimen estatutario funcionarial. Cabría cuestionar que tal proceso haya sido calificado por el legislador como "selectivo", pero, atendida la realidad material del supuesto planteado y la voluntad legislativa claramente expresada, no parece difícil admitir que ese carácter "selectivo" del proceso no se refiere a una "selección" de los mejores entre varios aspirantes, sino al discernimiento-y en eso consiste la selección- de qué aspirantes (cada uno para su puesto de trabajo y sólo para él) acreditan mérito y capacidad suficientes (en cuyo caso el resultado de la selección es favorable a su acceso a la función pública) y cuáles no llegan a acreditarlos (siéndoles por tanto adverso el resultado de la selección). Lo que importa, en todo caso, es advertir que ese "proceso selectivo" no se dirige a realizar una selección entre varios aspirantes, porque no es un proceso de concurrencia competitiva. Y, al no serlo, tan improcedente es la oposición como el concurso y como el concurso-oposición, porque estos sistemas -los tres-, por los perfiles característicos de la categoría doctrinal a que responden y por las propias derivaciones de su disciplina normativa, son sistemas conducentes a la selección de quienes acrediten su mayor mérito y capacidad tras concurrir en competencia a las pruebas convocadas. Quizá la cuestión suscitada, en los términos en que lo ha sido, encierra cierta dosis de nominalismo, porque lo importante es la determinación descriptiva del proceso a desarrollar y no el nombre que se le atribuya. Pero no se alcanza a comprender que el "proceso selectivo excepcional" a que se refiere la disposición transitoria décima de la Ley 1/1986 requiera, además de su específica y estricta regulación, ser identificado con un nomen iuris que, desde el punto de vista léxico, es inadecuado, como es técnicamente incorrecto y jurídicamente erróneo. Ni en la previsión del legislador ni en una calificación coherente del sistema regulado por el proyecto, el proceso es, con propiedad y rigor, una oposición. Su denominación como tal es rechazable. Aunque el reproche jurídico pudiera ser debilitado con el argumento de que el proceso, con un nombre más o menos afortunado, es lo que es, no debe aceptarse tamaña concesión a la relatividad nominalista ni pasar por alto la erosión de los perfiles doctrinales y legales que, dogmáticamente, corresponden a la categoría que evoca la denominación asignada. CONCLUSION: El planteamiento de la nulidad de pleno derecho por vulneración de derechos fundamentales, en este caso el de acceso a la función pública, es ignorar la naturaleza excepcional y restringida que supone un proceso de funcionarización, en el que lo que se pretende es facultar la posibilidad del cambio de vínculo jurídico del personal laboral que reúne los requisitos exigidos en las bases generales y particulares de la convocatoria, no suponiendo un aumento de la plantilla de personal del Ayuntamiento de Alcorcón en este caso, ya que lo que se ha establecido es un “espejo” en el que se refleja el puesto de trabajo y su equivalente funcionarial con la amortización de la plaza laboral en el supuesto de acceder a la plaza de funcionario o a sensu contrario la amortización de la plaza de funcionario en caso de no acceder el personal laboral a la misma. De tal manera que no estaba exigido legalmente la publicación en la Oferta de Empleo Público el turno restringido de funcionarización en los términos del artículo 70 del EBEP que prevé que únicamente se incluirán las “que deban proveerse mediante la incorporación de personal de nuevo ingreso serán objeto de la Oferta de empleo público” ya que las plazas ofertadas no eran de nueva creación como se ha dicho. La inclusión del turno restringido de funcionarización en la Oferta de Empleo Público, supone un plus garantista no exigido legalmente en el Estatuto Básico del Empleado Público. Cabe igualmente destacar que la jurisprudencia mencionada en el informe referido de la Dirección General de la Función Pública de la Comunidad de Madrid, se refiere a supuestos de anulabilidad, referidos a incumplimientos de disposiciones legales y no por la vulneración de derechos constitucionales. 2.- En cuanto a la vulneración del artículo 62.1.f) de la Ley 30/1992 “Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.” Se puede resumir la desvirtuación de este motivo de nulidad con las siguientes consideraciones: 1.- El personal al que va dirigido el proceso definido tanto en las bases generales como en las específicas es el personal laboral fijo del Ayuntamiento de Alcorcón, es decir aquel que ha ingresado en el empleo público, en este caso como personal laboral del Ayuntamiento de Alcorcón, conforme a los principios constitucionales de capacidad, mérito, igualdad y concurrencia establecidos en los artículos 103 y 23.2 de la Constitución Española desarrollados en el Estatuto Básico del Empleado Público. ¿Cuáles deben entenderse como los requisitos esenciales para la adquisición de las facultades o derechos, en este caso de funcionarios? De acuerdo con el Estatuto Básico del Empleado Público: Artículo 56 Requisitos generales 1. Para poder participar en los procesos selectivos será necesario reunir los siguientes requisitos: a) Tener la nacionalidad española, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente. b) Poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas. c) Tener cumplidos dieciséis años y no exceder, en su caso, de la edad máxima de jubilación forzosa. Sólo por ley podrá establecerse otra edad máxima, distinta de la edad de jubilación forzosa, para el acceso al empleo público. d) No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas o de los órganos constitucionales o estatutarios de las Comunidades Autónomas, ni hallarse en inhabilitación absoluta o especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial, para el acceso al cuerpo o escala de funcionario, o para ejercer funciones similares a las que desempeñaban en el caso del personal laboral, en el que hubiese sido separado o inhabilitado. En el caso de ser nacional de otro Estado, no hallarse inhabilitado o en situación equivalente ni haber sido sometido a sanción disciplinaria o equivalente que impida, en su Estado, en los mismos términos el acceso al empleo público. e) Poseer la titulación exigida. 2. Las Administraciones Públicas, en el ámbito de sus competencias, deberán prever la selección de empleados públicos debidamente capacitados para cubrir los puestos de trabajo en las Comunidades Autónomas que gocen de dos lenguas oficiales. 3. Podrá exigirse el cumplimiento de otros requisitos específicos que guarden relación objetiva y proporcionada con las funciones asumidas y las tareas a desempeñar. En todo caso, habrán de establecerse de manera abstracta y general. No basta genéricamente decir que no se cumplen los requisitos para obtener la condición de funcionario, sino determinar cuáles son, hecho no determinado en el expediente ni en el propio informe de la Dirección General de la Función Pública. Todos los participantes en el proceso de funcionarización, tenían la condición de personal laboral fijo del Ayuntamiento de Alcorcón, no es cierto que concurriese ningún aspirante con la condición de temporal o indefinido. Causa extrañeza la mención en los informes de la Cámara de Cuentas repetidos en el informe de la Dirección General de la Comunidad de Madrid, de la concurrencia de personal que no ostentare dicha condición, sin mencionar qué personas o a qué procesos en concreto afecta, pues únicamente aquellos en los que se demostrara el incumplimiento devendrían con las consecuencias propias de dicho vicio. En el proceso de negociación de las bases que debían regir el proceso de funcionarización del personal laboral del Ayuntamiento de Alcorcón, en el primer texto expuesto a las secciones sindicales, se contemplaba la posibilidad de concurrir a este proceso al personal laboral indefinido, cuestión después retirada por las objeciones de algunas secciones sindicales, como por ejemplo CSI-CSIF, ( sección sindical que inició recurso contencioso administrativo contra el proceso del que posteriormente desistió), y que dio lugar al texto finalmente firmado con todas las secciones sindicales y que fue elevado al Pleno de la Corporación siendo el inicio de todo el proceso. Los trabajadores que optaron al proceso de funcionarización, todos tenían como se ha dicho la condición de fijos, por lo cual el punto de partida es que ya tenían las condiciones objetivas y subjetivas para desempeñar empleo público, concurriendo a unas pruebas selectivas (expresión no compartida por el Consejo de Estado en cuanto “nomen iuris” como se ha dicho) que en sus bases cumplían las disposiciones establecidas en el Real Decreto 896/1991 de 7 de junio, por el que se establecen las reglas básicas y los programas mínimos a que debe ajustarse el procedimiento de selección de los funcionarios de Administración Local, en cuanto tribunales, temario y pruebas selectivas, es decir una segunda prueba de aptitud, por lo cual han acreditado dos veces el cumplimiento de todos los requisitos necesarios para acceder a la condición de personal laboral fijo primero y funcionario de carrera después. El criterio doctrinal del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, publicado en el informe de establece que para determinar la concurrencia de esta causa de nulidad es cuestión fundamental concretar los requisitos que pueden ser catalogados como esenciales, circunstancia ésta que no es posible establecer a priori y para todos los supuestos, sino de manera individual para cada uno de ellos, centrando el examen en los presupuestos de hecho que deban concurrir necesariamente en el sujeto o en el objeto, de acuerdo con la norma concretamente aplicable, para que se produzca la adquisición del derecho o facultad, (precisamente en el supuesto que estamos analizando si pueden catalogarse esas circunstancias que son las del artículo 56 del EBEP transcrito ut supra) En aplicación de esta interpretación restrictiva, no concurrirá la causa de nulidad especificada en el artículo 62.1 f) cuando el acto en cuestión incumpla cualquier requisito exigido por el ordenamiento jurídico, aunque tales requisitos se exijan para la validez del acto que determina la adquisición de la facultad o derecho, sino que para que opere la citada causa de nulidad, de un lado, el requisito exigido ha de calificarse como esencial, bien por referirse a las condiciones del sujeto o al objeto, de acuerdo con la norma concretamente aplicable, y de otro, el acto viciado de nulidad ha de constituir el nacimiento de un auténtico derecho o facultad, no pudiendo aplicarse a aquellos actos que se imiten a remover el obstáculo existente al ejercicio de un derecho preexistente (ver por todos, los dictámenes 465/10, de 29 de diciembre, 480/10, de 29 de diciembre y 742/11, de 21 de diciembre). Como ha señalado el TS en la Sentencia de 26 de noviembre de 2008 “,…según la dogmática, y en forma congruente con el criterio restrictivo que debe presidir la aplicación de la regulación de las nulidades de pleno derecho, ya significado en ordinal anterior, no basta con que se incumpla cualquier requisito de los exigidos por el ordenamiento, es preciso que sea uno de los esenciales, bien referido a las condiciones del sujeto o al objeto sobre el que recaiga la actividad… …No cabe, en efecto, realizar en los procedimientos extraordinarios de revisión de oficio contra actos ya firmes un juicio de legalidad sobre todos y cada uno de los aspectos de aquéllos … En efecto, para apreciar el vicio al que se refiere la letra f) del artículo 62.1 de la Ley 30/1992 no basta con que se denuncie una vulneración objetiva de las normas reglamentarias aplicables … se requiere, precisamente, atribuir al titular del derecho o de la facultad la carencia de un requisito esencial. Y, dada la cautela con la que debe afrontarse la revisión de oficio (que, por dirigirse contra actos ya firmes, perturba en cierto modo la seguridad jurídica y la posición de quien resultó beneficiado por el acto contra el que nadie interpuso un recurso temporáneo), no es posible interpretar en el sentido que lo hace la recurrente el concepto de "requisito esencial" para la adquisición del derecho o de la facultad. No todos los requisitos necesarios para ser titular de un derecho pueden reputarse "esenciales": tan sólo los más significativos y directa e indisociablemente ligados a la naturaleza misma de aquél. En otro caso, se propiciaría la desvirtuación de este motivo extraordinario de invalidez absoluta, que vendría a parificarse en la práctica con los motivos de anulabilidad.” CONCLUSION: Este motivo debe decaer igualmente al quedar acreditado del examen del propio expediente administrativo que los trabajadores públicos que han formado parte del proceso extraordinario de funcionarización, en el momento de acceder al mismo ya ostentaban previamente los requisitos para ocupar las plazas a las que posteriormente se ha cambiado el vínculo jurídico a funcionariales, ya que se integran en la misma estructura y responden a las mismas funciones. No es cierto que hayan tomado parte en las pruebas de selección personal laboral del Ayuntamiento que no tuviera la condición de fijo, al ser contrario a las bases generales de la convocatoria. Las pruebas selectivas de la funcionarización cumplían los requisitos legales y reglamentarios en cuanto a temario y prueba, dándose la circunstancia de que en algún caso no se ha superado. La fundamentación que se contiene en el inicio del expediente no determina los motivos concretos y en qué plazas no se cumplen esos requisitos, y debe destacarse que en todo caso es contrario a los criterios consolidados del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid en cuanto a la admisión de este concreto motivo de nulidad del artículo 62.1.f de la Ley 30/1992. 3.- Limites a la revisión de los actos administrativos conforme el artículo 106 de la Ley 30/1992, aplicables a la situación presente. Establece el artículo 106 de la Ley 30/1992 que “ las facultades de revisión no podrán ser ejercitadas cuando por prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las leyes.” En el improbable supuesto que se valoren la causas esgrimidas como de nulidad, es preciso valorar también cuestiones que limitarían la necesidad de contemplar la anulación de las bases de convocatoria que han dado lugar a los procedimientos que han dado lugar a obtener la condición de funcionarios de personal laboral del Ayuntamiento de Alcorcón. En primer lugar y partiendo de la excepcionalidad que supone la vía de revisión de oficio de los actos administrativos contraria al principio de seguridad jurídica en cuanto a la inalterabilidad de los actos administrativos firmes y ejecutivos y las consecuencias que pueden derivarse de la adopción de un acuerdo en este sentido, cabe destacarse en cuanto los límites temporales, que independientemente de las alegaciones legales transcritas en contra de las causas tasadas de nulidad, no ha transcurrido el límite de los cuatro años para la revisión de oficio de los actos anulables, procedimiento más garantista para los interesados por lo que supone de tutela judicial para los intereses generales. Visto lo anterior no existe ninguna razón para utilizar una “atajo” de manera forzada para obtener un resultado que no tiene que ver con los intereses públicos sino con un objetivo político alejado de los principios que deben regir la administración pública. El procedimiento que se tramita es contrario a la equidad entendida como la aplicación e interpretación de la norma atendiendo a las circunstancias objetivas que deben de atenuar el rigor de la aplicación de la ley cuando de ella pueda producirse un resultado contrario a la justicia y a la buena fe en función de la conducta de los sujetos que pueden verse afectados Si partimos del análisis de lo que supondría la consideración de nulidad de pleno derecho de los procedimientos impugnados y la ponderación de las circunstancias concurrentes, es decir conforme el principio de equidad nos encontraríamos que: Los afectados volverían a ser considerados personal laboral fijo del Ayuntamiento de Alcorcón. Que anulado el periodo en el que han venido disfrutando de la condición de funcionarios, se debería llevar a cabo una regularización de las cotizaciones por parte de la administración local, que calculados por un periodo de tres años (mínimo) supondría un quebranto económico importantísimo para las arcas municipales, máxime teniendo en cuenta la situación que atraviesa el mismo y que el actual gobierno municipal se encarga en recalcar constantemente. Que adoptado definitivamente acuerdo en este sentido por parte de la corporación se iniciaría la vía contencioso administrativa por parte de los interesados, situando en una situación de incertidumbre jurídica a gran parte de la plantilla municipal durante años previsiblemente. En cuanto al principio de la buena fe y confianza legítima, principios que deben iluminar toda actuación administrativa, vemos que los trabajadores afectados concurren a una convocatoria promovida por el propio Ayuntamiento de Alcorcón, en los términos aprobados por el Pleno de la Corporación, órgano máximo de la representación democrática ciudadana, que aprueba el acuerdo suscrito con los representantes de los trabajadores en los que se establecen las líneas que se plasmaran las bases generales de la convocatoria y las bases específicas, acuerdos que son consentidos por todos los grupos políticos municipales al no acudir a los Juzgados de lo Contencioso Administrativo y de igual manera las secciones sindicales que aún iniciándose el procedimiento revisor por la sección CSI-CSIF, ésta desistió de la misma. Es incongruente que la dirección política actual del Ayuntamiento de Alcorcón inicie un procedimiento claramente contrario a los intereses de la propia entidad por el coste económico, por la inseguridad jurídica, y contrario a los propios actos que consintieron estando en la oposición política, y anunciado en campaña la intención de revisar este procedimiento. Por todo lo anterior A LA INSTRUCTORA SOLICITAMOS: Tenga por presentada las alegaciones que se contienen en el cuerpo de la misma y previos trámites legales de traslado al Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. A LA INSTRUCTORA SOLICITAMOS: Adjunte como documentación a efectos probatorios y valorativos los siguientes: I.- Expediente completo del proceso de funcionarización en el que se deben contener de manera inexcusable: Acuerdo plenario por el que se ratifica el acuerdo con las secciones sindicales para el proceso de funcionarización. Informe del Secretario General del Pleno. II- Se emita informe por la Intervención Municipal y el Tesorero Municipal en relación a los siguientes extremos: Si la funcionarización supuso aumento de la plantilla municipal o simplemente un cambio en el régimen jurídico y por extensión de las cotizaciones sociales. Cálculo del importe que supondría la regularización de las cotizaciones sociales en caso de retroacción a la situación de laborales del personal funcionarizado calculado prudentemente desde el inicio efectivo, 1 de junio de 2011 hasta 31 de diciembre de 2014. Si el abono de las cantidades resultantes es compatible con el plan económico vigente y el cumplimiento de las obligaciones resultantes del acogimiento a los planes de pago a proveedores y demás compromisos adquiridos. III.- Que por la Concejalía de Gestión, Función Pública y Recursos Humanos, se emita Certificado en relación a si todo el personal funcionarizado del Ayuntamiento de Alcorcón y los Organismos Autónomos Universidad Popular de Alcorcón y Patronato Deportivo Municipal, ostentaba la condición de personal laboral fijo, y en su caso qué personal no ostentaba dicha condición. IV.- Que por el Organismo Autónomo IMEPE-Alcorcón se emita certificado en relación a si todo el personal funcionarizado ostentaba la condición de personal laboral fijo, y en su caso qué personal no ostentaba dicha condición. AL CONSEJO CONSULTIVO DE LA COMUNIDAD DE MADRID: Tenga por reproducidas las alegaciones del presente escrito y previa valoración de las mismas emita informe negativo en cuanto a la procedencia de la revisión de oficio del artículo 102 de la Ley 30/1992. En Alcorcón, a ……… de …………………. de 2014 Fdo.: D./Dª……………………………………………