Concejos 1. No encienda las luces si no es imprescindible. Hágalo por zonas y aproveche al máximo la luz natural. Cambie la orientación de su puesto de trabajo si es necesario. 2. Apague las luces que no use, aunque sean periodos cortos. Recuerde a los servicios de limpieza y a los últimos compañeros en abandonar la oficina que apaguen las luces al marcharse. 3. Gestione adecuadamente el consumo de energía de los equipos: Ajuste el brillo de la pantalla del monitor a nivel medio. Utilice fondos de escritorio oscuros y salvapantallas negro, tras 10 minutos de inactividad. Apague la pantalla del monitor en paradas de unos 10 minutos y el computador cuando sean de más de 1 hora. 4. Acumule los trabajos de impresión y las fotocopias. Hágalo por las dos caras y utilice las funciones de ahorro de tinta, en blanco y negro o en función de borrador. 5. Asegúrese de que los nuevos equipos incorporan opciones de ahorro de energía. Un ordenador portátil consume un 50% menos que uno de sobremesa. Una pantalla plana consume un 50-70% menos que una convencional. Reutiliza piezas de los equipos (ratón, teclado, cables,…). 6. Desenchufe los equipos cuando no se utilicen (al final de la jornada, fines de semana, vacaciones.) No los dejes en stand-by. 7. Use calculadoras y cargadores solares. Utilice siempre que pueda energías limpias y renovables. 8. Consuma sólo el agua que necesites en los baños y la cocina. Promueve la instalación y el uso de sistemas de ahorro en grifos y cisternas. 9. Suba y baje por las escaleras. Ahorra energía y se gana en salud. Proceso de efecto invernadero De la luz solar total que cae sobre la superficie de la Tierra, aproximadamente el 40% de esa energía es radiada de nuevo hacia arriba en la atmósfera en forma de radiación de onda larga. Entonces, de esa cantidad, aproximadamente el 75% de la energía radiada al alza de onda larga es absorbida por el vapor de agua, dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero. Dado que este proceso de absorción es molecular en la naturaleza, la subsiguiente reradiación de energía de estos gases es multidireccional. Como resultado, alrededor del 50% de la emisión de onda larga se vuelve a irradiar hacia la Tierra donde se convirtió de nuevo en energía térmica. A través de este proceso, los gases de efecto invernadero contribuyen al aumento de energía calorífica liberada en la superficie de la Tierra y en la atmósfera baja. Tipos de gases de efecto invernadero Todos los gases de invernadero son moléculas que contienen al menos tres átomos que están unidos débilmente suficiente junto a vibrar cuando absorben calor. Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto descrito, son: El vapor de agua (H2O) Dióxido de carbono (CO2) Metano (CH4) Óxido nitroso (N2O) Ozono (O3) Clorofluorocarbonos (CFC). Si bien todos ellos (salvo los CFC) son naturales, en tanto que ya existían en la atmósfera antes de la aparición del hombre, desde la Revolución industrial y debido principalmente al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxido de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero. concienciaeco.com