Prestar atención a sus mentes Preste atención al cerebro cuando enseñe: para evitar que la información entre por una oreja y salga por la otra Por Helen de la Maza Traducido por Andrea Paola Moya Rey Tómese un momento para pensar en una de sus experiencias de aprendizaje favoritas. ¿Qué cualidades tenía su instructor, profesor o naturalista para hacer dicho aprendizaje memorable?, ¿cómo le enseñaron el material? Si las repuestas a estas preguntas incluyen: “Me divertí durante el aprendizaje”, “el docente estaba entusiasmado con el contenido”, “fue relevante para mí” “todos participamos”, entonces su cerebro trabaja de manera similar a millones de otros y aprende mejor cuando el ambiente emocional es apropiado para el aprendizaje, al igual que sus estudiantes. Nosotros como educadores debemos prestar atención a cómo los cerebros procesan los estímulos externos; cualquier cosa que digamos, hagamos o mostremos a los estudiantes y cualquier cosa que vean, oigan, huelan, prueben y toquen va a ser procesado y filtrado primero por la parte del cerebro que se ocupa de las emociones. Conocer esto nos debe inspirar a proporcionales a nuestros estudiantes una experiencia de aprendizaje significativa para que sea emocional, relevante y comprensible. En su libro A Celebration of Neurons: An Educator´s Guide to the Human Brain, Robert Sylwester escribe: “La emoción conduce a la atención, lo cual conlleva al aprendizaje y la memoria” (Sylwester, 1995; p. 72). Toda la información externa que es llevada al cerebro a través de nuestros sentidos es filtrada primero por la parte de nuestro cerebro que procesa las emociones. Si está enseñando en un ambiente fuera del salón de clase, entonces el aspecto emocional de la experiencia del aprendizaje se solidifica porque la novedad crea un interés intensificado y, por lo tanto, emoción. Una forma simple con la que puede infundir lecciones con emoción es estar entusiasmado con el material que enseña. Su entusiasmo contagiará e impregnará en los estudiantes con la emoción de la temática o con la misma experiencia de aprendizaje. Otras formas para crear una experiencia de aprendizaje emocional incluyen: • • Simulaciones y representaciones ( p. ej hacer que representen la fotosíntesis) Soluciones de los problemas reales ( p. ej involucrar a los estudiantes en la solución del problema mediante la • • • implementación del proceso científico) Construcción de modelos Aprendizaje cooperativo Incorporación de música (p. ej enseñar el ciclo del agua por medio de un cántico, un baile o una canción) Nuestro cerebro procesa la información como si todavía fuésemos “cazadores y recolectores”. Lo que importa más a los sentidos y al cerebro es lo que está directamente relacionado con nuestra supervivencia. La mayoría de la información considerada no importante para nuestra supervivencia o bienestar es ignorada, de hecho, para muchos de nosotros se filtra casi el 99% de toda la información que recibimos de nuestro ambiente. Una de las preguntas que hace “el procesador emocional” del cerebro cuando procesa la información es: ¿Qué hay en esto para mí?, ¿por qué debería importarme? Si la respuesta a esto es: “nada”, entonces muy probablemente la información se perderá, como dice el conocido refrán “entra por una oreja y sale por la otra”. Como educadores podemos evitar que esto suceda si relacionamos las experiencias personales de los estudiantes desde muy temprano a una lección. Por ejemplo, si va a hablar acerca de las plantas, la fotosíntesis o la importancia de preservar los ecosistemas, intente empezar con una simple pregunta para llamar la atención: “todo el mundo inhale profundamente, y luego exhale. ¿Qué acabaron de inhalar? (oxígeno), ¿de dónde viene el oxígeno? (en su mayor parte de las plantas y algas); si las plantas no existieran habría menos oxígeno para que respires. Esto para algunos de los estudiantes puede aún no hacer muy relevante el tema; así que pregúnteles algo simple para activar un conocimiento previo como: ¿Qué sabes de las plantas?, o generar una asociación, ¿te recuerda esto a alguna película que hayas visto? Haga que sus estudiantes lo ayuden a hacer el contenido interesante para ellos; mediante la generación de una conversación que los incite a pensar en la relación del contenido y sus vidas. Otra razón por la cual el estímulo externo pudiera ser ignorado es que es simplemente incomprensible. Si su profesor empezara a hablar en un idioma que no conoce, dejaría de prestar atención al cabo de unos minutos. Otra de las situaciones podría ser imaginar que le dicen que lea algo y las letras son confusas, por lo tanto al cabo de un rato sería inútil. Nosotros como educadores trabajamos con diversos estudiantes todos los días y, aunque están aprendiendo inglés como segunda lengua (tercera o cuarta lengua); han sido encasillados en algunas discapacidades de aprendizaje o simplemente piensan diferente. Proveer experiencias de aprendizaje que sean emocionales, relevantes y tengan sentido ayudará a que la información pase por medio del filtro emocional en el cerebro y alcance las otras áreas de este, involucradas en funciones más avanzadas. Sin embargo, no porque nuestra poca información llegue hasta allí significa que los estudiantes la recordarán. La retención de la información es esencial en el aprendizaje. Una forma de asegurarse de que los estudiantes comprendan y retengan información es mediante el suministro de un “resumen cerebral”. Este proceso sucede cuando les brinda a sus estudiantes la oportunidad de desarrollar su propio conocimiento con respecto a un concepto. A continuación se presentan algunos ejemplos: • • • • Solicítele a sus estudiantes de forma individual, “pon esto en tus palabras”. Por ejemplo, tienen que desarrollar una definición con sus propias palabras en vez de repetir la definición del libro. Haga que compartan con dos estudiantes más lo que aprendieron de la exposición o charla. Lo más probable es que los estudiantes retengan esta información mejor que otros conceptos. Una de las razones de ello es que si los estudiantes estuvieron demasiado interesados para hablar de esto con sus compañeros es porque el tema les llegó de una manera emocional, significativa y relevante. Tenga un periódico estudiantil para escribir o plasmar imágenes y así reflexionar acerca de sus experiencias. Organice a los estudiantes por grupos, que cada grupo aprenda diferentes conceptos, luego haga que los estudiantes enseñen a los otros grupos lo que han aprendido. (“Jigsaw Puzzle” model of instruction). Los resúmenes cerebrales brindan a los estudiantes la oportunidad de dar un paso mental tras el material, procesarlo, hacerlo suyo y luego estar listos para prestar atención al próximo conjunto de información. El resumen cerebral verbal es particularmente eficaz para incrementar la retención porque este libera un neurotransmisor denominado acetilcolina, el cual está involucrado en la formación de la memoria a largo plazo. A fin de alcanzar nuestros objetivos como educadores, necesitamos prestar atención al cerebro cuando enseñamos. Se puede hacer esto mediante infundir en nuestras lecciones contenido emocional, establecer relaciones importantes entre el material y la vida de los estudiantes y, enseñar de una forma que permita a todos los estudiantes, independientemente de su nivel cognitivo y de lenguaje a que comprendan por completo la información. Espero que le vaya bien a medida que pone en práctica dichas estrategias para prestar atención a las mentes de sus estudiantes. Helen de la Maza, quien vive en el soleado sur de California, ha trabajado en educación ambiental por más de quince años y está vinculada como editora regional de Green Teacher. Para mayor información en anatomía cerebral, estrategias de enseñanza compatibles con el cerebro, u otra información, contáctela a curriculumconsulting@earthlink.net Andrea Paola Moya Rey es Profesional en Lenguas Modernas con énfasis en Traducción, egresada de la Universidad EAN en Bogotá, Columbia. Email: andreamoya5@yahoo.com. Skype: andreitam5