CRECIMIENTO DE LOS ÁRBOLES Con el paso de los años, los árboles se van haciendo cada vez más altos y voluminosos, proceso nada fácil de sobrellevar si se considera que la madera es una materia maciza que no se puede extender sin quebrarse. El tejido que permite el crecimiento en grosor de troncos y ramas se denomina cambium, y es una delgada capa de células vivas que se encuentra formando un anillo. Esta estructura produce dos tipos de células, que conforman tubitos conductores: el xilema hacia adentro, y el floema hacia afuera. El primero conduce la savia bruta (agua y sales minerales) hacia las hojas, mientras que el segundo distribuye la savia elaborada (agua, almidones y otras substancias alimenticias) desde las hojas al resto del individuo. DETALLES DE LAS FIBRAS DEL TRONCO Cuando las células del floema alcanzan la superficie, mueren, formando una corteza. Por el contrario, las células más leñosas del xilema, producidas hacia adentro se endurecen con el tiempo transformándose en la madera que todos nosotros conocemos y utilizamos para muchos fines (leña, mobiliario, construcción, celulosa, papel). La corteza de algunos árboles, como las hayas, es muy fina, pero en especies como robles o pinos la corteza forma capas muy gruesas, que comprenden a veces varios centímetros. Esta corteza también puede ser usada por el hombre, como es el caso del corcho, que se obtiene de la corteza del alcornoque. Además, la corteza sirve a los árboles para soportar fenómenos como las altas temperaturas. La encina de la región mediterránea ha desarrollado una corteza tan resistente y poderosa que incluso es capaz de soportar los incendios de matorrales en el sur de Europa. CORTEZAS EUCALIPTUS PINO ARCE ROJO Los árboles han solucionado el problema del peso de su misma madera mediante las formas que adoptan, lo que les permite amortiguar y compensar su alto crecimiento. El aumento en grosor de los árboles no ocurre siempre con la misma intensidad, dependiendo de la especie de que se trate y de las condiciones climáticas de cada año. El crecimiento anual en grosor se refleja en los llamados anillos de crecimiento que podemos observar en un tronco cortado. LOS ANILLOS INDICADORES DEL TIEMPO Los anillos de crecimiento de los árboles se van superponiendo unos sobre otros. Por eso, cuando ves un pedazo de tronco es posible observar una serie de estos anillos, número que refleja la edad de los árboles. Sabiendo esto, se puede calcular cuántos años tiene un árbol y, dependiendo de la anchura de los anillos, saber si la época de crecimiento fue favorable o desfavorable. Los anillos anuales son los indicadores de la edad de los árboles. Como todos los seres vivos, los árboles también cumplen un ciclo, y después de un tiempo empiezan a envejecer y finalmente mueren. En las especies de crecimiento acelerado, como los álamos y sauces, a los 30 años ya se hacen visibles los signos de la edad; en cambio otros, como el alerce, a los 30 años aún son árboles muy jóvenes y solo son adultos pasados algunos cientos de años. El ciclo de los árboles puede clasificarse en etapas. La primera etapa o etapa de desarrollo es en general la más larga, y durante ella el árbol crece uniformemente y aumenta la madera producida. Al final del ciclo el crecimiento se hace más lento y el aumento de masa se detiene, con lo que el árbol entra en una segunda etapa o fase de equilibrio que puede durar muchos años. El crecimiento anual renueva las pérdidas; de lo contrario, con el aumento de la edad y las pérdidas crecientes, se eliminaría más madera (como consecuencia de los fenómenos de descomposición) de la que se puede reemplazar. De esta manera, el árbol se pudre y ahueca por dentro, luego penetran hongos que se multiplican y destruyen la madera del tronco. BICHO TALADRO Nombre científico: HYLOTRUPES BAJULUS Es la principal plaga de las maderas (pinos en especial) en la actualidad en la Argentina. LARVA: alcanza hasta 30 cm de longitud siendo esta la única etapa de su vida que come madera. Puede permanecer como tal de 3 a 10 años (pueden ser más de 10 años dependiendo de la temperatura, humedad ambiente y nutrientes), período en el cual vive y se alimenta dentro de las piezas leñosa. Originan en ellas galerías de sección elíptica que llenan de una mezcla de aserrín y excrementos. ADULTO: los adultos salen de la madera para reproducirse, dejando orificios de sección elíptica de 7 a 10 mm de diámetro mayor. Los adultos tienen 20 mm de longitud, son de color negro o castaño - grisáceo oscuro y poseen largas antenas. La hembra fecundada pone 200 huevos, en tandas de 2 a 8 huevos durante 12 dias, en grietas y fisuras de la madera. Estos eclosionan en aproximadamente 2 semanas. ORIGEN DEL ATAQUE: Existen dos orígenes: ANTERIOR A SU COLOCACIÓN EN OBRA. En este caso es frecuente recibir madera con los huevos de insectos o larvas ya nacidas sin que se adviertan en el exterior. Vienen dentro de la madera desde el monte o se contagian en los corralones de madera. En Argentina no existe una legislación que obligue al aserradero a combatir la plaga. Sin embargo, es importante que el comprador exija madera sana, aunque esto signifique un costo adicional. EN MADERA YA INSTALADA. La vía de infestación son los insectos adultos provenientes del entorno que se aparean y depositan los huevos sobre la superficie. Pueden ser insectos de otras construcciones o insectos que llegaron a la vivienda a través de leña. DAÑOS: Cuando la madera no se trata preventivamente, las larvas pueden llegar a comprometer la estructura de un techo, por ejemplo, ya que en el interior han transformado la madera en aserrín pulverizado. METODO DE PREVENCIÓN: Impregnación o Sistema de inyección por alta presión. Este método se utiliza en el país desde hace mas de 15 años. Consiste en inyectar por alta presión (200 libras de presión) el insecticida. Este debe tener un alto poder de volteo inmediato y una prolongada acción residual. La inyección a alta presión garantiza que el producto llegue al centro de la madera, que es donde viven las larvas. Los sistemas utilizados con anterioridad consistían en pulverizados, pincelados con pintura o inmersión de los tirantes, siendo todos poco efectivos, ya que el insecticida solo lograba penetrar a unos pocos milímetros de la superficie, dejando el centro de la madera desprotegido. Además, con los productos que se utilizan en la actualidad, no solo queda la madera protegida del ataque del taladro, sino que abarca a polillas de la madera, termitas y hormigas carpinteras.