REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO Maestría en Ciencia Política y Administración Pública Campus Bárbula CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL Autora: Martínez, Karine VALENCIA, DICIEMBRE DEL 2013 i REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO Maestría en Ciencia Política y Administración Pública Campus Bárbula CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL Autora: Martínez, Karine Trabajo de Grado presentado para optar al Título de Magister en Ciencias Políticas y Administración Pública VALENCIA, DICIEMBRE DEL 2013 i REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO Maestría en Ciencia Política y Administración Pública Campus Bárbula VEREDICTO Nosotros, miembros del jurado designados para la evaluación del trabajo de grado titulado: CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL, presentado por KARINE MARTINEZ ÁLVAREZ para optar al título: MAGISTER EN CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA estimamos que el mismo reúne los requisitos para ser considerado como: _______________________________. En Bárbula a los _____ días del mes de febrero del 2015. Nombre y apellido Cedula de identidad Firma Argenis Urdaneta Manuel Feo La Cruz María Isabel Puerta ii REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO Maestría en Ciencia Política y Administración Pública Campus Bárbula AVAL DEL TUTOR Dando cumplimiento a lo establecido en el Reglamento de Estudios de Postgrado de la Universidad de Carabobo en su artículo 133, quien suscribe Dr. JOSÉ LEÓN UZCÁTEGUI, titular de la cédula de identidad Nº V3.386.848, en mi carácter de Tutor del Trabajo de Maestría titulado: CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL, presentado por la Econ. KARINE MARTINEZ ALVAREZ, titular de la cédula de identidad Nº V25.754.094, para optar al Título de MAESTRÍA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, hago constar que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del jurado examinador que se le designe. En Valencia a los cuatro días del mes de enero del 2013. ________________________ José León Uzcátegui C.I. V- 3.386.848 iii REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DE CARABOBO FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ÁREA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO Maestría en Ciencia Política y Administración Pública Campus Bárbula INFORME DE ACTIVIDADES FECHA 10-11-13 10-02-13 ACTIVIDAD Revisión de correcciones capítulo I y revisión de los capítulos II y III 30-03-13 Revisión del proyecto de tesis 30-06-13 Presentación de correcciones proyecto de tesis Revisión de la selección de información para el desarrollo del capítulo IV. Revisión sobre la clasificación y organización de la información 30-09-13 Revisión del capítulo IV 15-10-13 Reunión para discutir la orientación del análisis de resultados 30-10-13 Revisión del capítulo V. 30-05-13 15-11-13 28-11-13 04-12-13 05-12-13 FIRMA DE LA ALUMNA Revisión de primer bosquejo sobre el planteamiento del problema y objetivos de la investigación. Revisión del capítulo I. Discusión sobre los referentes teóricos y metodología a emplear. 01-03-13 15-04-13 FIRMA DEL TUTOR Presentación de correcciones sobre el capitulo V Revisión y discusión sobre las conclusiones y recomendaciones Presentación y revisión de la versión final del trabajo de grado Entrega de versión final corregida iv DEDICATORIA A mis amados padres Mario y Lilian por todo su amor, apoyo, sus sabios consejos siempre presentes en los momentos claves de mi Vida y por incentivarme a superar los obstáculos siempre presentes. A mis hermanos por su alegría que siempre me estimula a caminar mirando hacia adelante, por su apoyo moral en mis momentos de cansancio, y porque ellos representan la Esperanza del mañana. A mis amados sobrinos Mariana y Marcelo porque son fuente de inspiración, motivación y alegría en mi Vida, y porque me animan a seguir aportando un granito de arena para que ellos puedan vivir en un mundo mejor. A mi abuela María Luisa que aún en su ausencia física siempre está presente con sus sabias y amorosas enseñanzas. A todos los habitantes de este hermoso hogar nuestro planeta tierra que sueñan con un mundo más humano, justo, solidario y amoroso, porque su caminar constituye un aporte significativo en la unión de los pueblos y un legado en el proceso de desaprender y reaprender para la construcción de una nueva forma de Vida que llene al Ser Humano de plenitud. v AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer primeramente a Dios por ser la fuerza que me impulsa a caminar cada día en dirección a mis sueños y a emprender cada nuevo reto con fe, esperanza y Amor. A mi familia que me acompaña en cada paso y decisión que asumo, por su motivación constante, por su amor y admiración, porque a través de él me impulsan a seguir creciendo personal y profesionalmente. Un agradecimiento muy especial a mi tutor por sus orientaciones siempre acertadas, por sus cuestionamientos porque estos me han llevado a la reflexión permanente en mi proceso de formación profesional y por todo el apoyo que siempre me ha brindado para seguir cultivándome personal, profesional e intelectualmente. A todos mis compañeros y compañeras de estudio por todas las horas de estudio y reflexión compartida. A mi amigo Nelson por su apoyo, el cual fue muy importante para la culminación de este trabajo. A todas aquellas personas a quienes no mencioné pero que de una u otra forma hicieron posible este logro profesional. vi CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA ACTUAL Autora: Karine Martínez Tutor: José León Uzcátegui Fecha: Diciembre, 2013 RESUMEN Este trabajo busca hacer un análisis sobre el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana en el período comprendido entre 1999 y 2012 liderizado por el presidente Hugo Chávez, la cual surgió en un escenario político-institucional caracterizado por el ejercicio de la democracia representativa y por unas reglas de juego que beneficiaban fundamentalmente a las élites de poder de la sociedad venezolana. Para el desarrollo del estudio se planteó la identificación de los elementos que expresan el surgimiento de una nueva institucionalidad pública en el marco normativo constitucional, así como la descripción de los hechos más relevantes que dieron origen y sustento al sistema político actual. Adicionalmente se consideró hacer el análisis de los hallazgos encontrados a través de una aproximación al análisis del discurso como herramienta metodológica perteneciente al paradigma de investigación cualitativa. De la misma manera se definió el estudio como una investigación de tipo descriptiva con un diseño documental. La propuesta inicial estuvo sustentada en la refundación de la República a través de la instauración de un gobierno democrático y protagónico, en el que la participación ciudadana se constituyera en el eje central de la gestión pública, sin embargo, en el segundo período presidencial de Hugo Chávez el gobierno consideró la necesidad de impulsar la creación de un Estado socialista para avanzar y profundizar en la doctrinas humanistas que dieran origen a una nueva concepción del poder público. Toda la propuesta está sustentada en un discurso cuidadoso basado en la confrontación y la comparación con el modelo de democracia representativa y el sistema económico neoliberal, a los fines de lograr la identificación y adherencia de las mayorías populares con el proyecto de la Revolución Bolivariana. Palabras clave: Estado, Gobierno, institucionalidad pública, participación ciudadana, democracia. vii ÍNDICE Contenido Resumen………………….………………………………………………….... Índice…………………….…………………………………………………...... Índice de cuadros……………………………………………………............. Índice de gráficos/figuras……………………………………………………. Lista de Anexos…………..……..……………………………………………. Pág. vii viii xi xii xiii Capítulo I.- OBJETO DE ESTUDIO…..…………………………………... 1.1. Descripción del Objeto de Estudio.…………...….................... 1.2. Objetivos de la Investigación…..………………….…………… 1.2.1. Objetivo General…………...………………..……..…. 1.2.2. Objetivos Específicos…………………………………. 1.3. Justificación………………………………………………………. 1 1 17 17 17 18 Capítulo II.- UBICACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO EN EL CONTEXTO 20 2.1. Antecedentes…………………………………………………….. 2.2. Bases Teóricas…………………………………………………... 2.2.1. El Estado……………………… 2.2.1.1 Concepciones sobre el Estado…………….. 2.2.1.2 Finalidad del Estado…………………………. 2.2.1.3 Formas de Estado……………………………. 2.2.1.3.1 Estado Liberal………………………. 2.2.1.3.2 Estado Social……………………….. 2.2.2. El Gobierno…………………………………………...... 2.2.2.1 Concepciones sobre el Gobierno…………. 2.2.2.2 Formas de Gobierno…………………………. 2.2.2.3 Funciones de Gobierno……………………… 2.2.3 Concepciones sobre la Democracia…………………. 2.2.3.1 Estado Liberal y Democracia………………. 2.2.3.2 Estado Social y Democracia……………….. 2.2.4 Instituciones……………………………………………. 2.2.5 Nueva Relación Estado-Sociedad……………………. 2.2.6 Nociones sobre el Análisis del Discurso…………….. 20 38 38 43 44 49 54 54 55 60 60 65 66 67 73 76 Capítulo III.- METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN 85 viii 3.1 Paradigma de Investigación…………………………………….. 3.2. Nivel de la Investigación………………………………………... 3.3. Diseño de la investigación……………………………………… 3.4 Unidades de Análisis…………………………………………….. 3.5 Técnicas de Recolección de Información……………………… 3.6 Técnicas de Análisis de la Información………………………... 86 90 90 91 92 92 Capítulo IV.- PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS 4.1. Nueva Institucionalidad Pública en la Constitución Nacional de 1999………………………………………………………………… 96 96 4.1.1. Refundación de la República………………………… 4.1.2 Estructura del Estado venezolano….………………… 4.1.3 Organización Jurídico-política del Estado 4.1.4 Diseño del Sistema de Gobierno……………………… 4.1.5 Participación Ciudadana……………………………….. 4.1.5.1 La Participación como Principio…………….. 4.1.5.2 La Participación como Derecho…………….. 4.1.5.3 Corresponsabilidad entre Estado y Sociedad. Participación como Deber………………... 98 100 102 105 105 107 107 110 4.1.5.4 Mecanismos e Instrumentos de Participación…………………………………………… 111 4.1.6 Competencias del Poder Público…………………….. 4.1.6.1 Competencias del Poder Público Nacional. 4.1.6.2 Competencias del Poder Público Estadal… 4.1.6.3 Competencias del Poder Público Municipal 4.1.7 Administración y Función Pública……………………. 4.1.8 Régimen Socio-económico de la República y Objetivos Macroeconómicos del Estado…………………… 113 114 114 115 116 4.1.9 Órganos consultivos de Rango constitucional……… 4.2. Acontecimientos que definieron la Construcción de una Nueva Institucionalidad Pública en Venezuela…………………… 118 117 120 4.2.1. Acontecimientos previos al nacimiento de la V República………………………………………………………… 121 4.2.1.1 Organizaciones con orientación Cívico-Militar 4.2.1.2 Iniciativas como base para la propuesta del Gobierno Bolivariano…………………………………… 121 4.2.1.3 Acontecimientos de febrero de 1992………… 125 123 ix 4.2.1.4 Conformación del Movimiento Quinta República (MVR)………………………………………... 127 4.2.1.5 Campaña Electoral de 1998………………….. 4.2.2. Gobierno Bolivariano Revolucionario…………………. 4.2.2.1 Hugo Chávez asume la presidencia de la República. Los cinco Polos Estratégicos de Desarrollo………………………………………………… 127 128 4.2.2.2. Asamblea Nacional Constituyente…………... 4.2.2.3 Constitución Nacional de 1999……………….. 4.2.2.4 Plan Bolívar 2000………………………………. 4.2.2.5 Misiones Sociales……………………………… 4.2.2.6 Nuevo Mapa Estratégico para Consolidar la Nueva Institucionalidad……………………………….. 131 134 135 135 4.2.2.7 Los cinco Motores de la Revolución………… 4.2.2.8 Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013………... 147 Capítulo V.- ANALISIS DE LOS RESULTADOS 5.1. Análisis del discurso oficial en torno a la Construcción de una Nueva Institucionalidad Pública en Venezuela……………………… 161 5.1.1. Estado Venezolano……………………………………………… 5.1.2. Sistema Democrático del Gobierno Venezolano…………….. 5.1.3 Nueva Institucionalidad Pública………………………………… 5.1.4 Relación entre el Estado Venezolano y la Nueva Sociedad… 5.1.5. Concepción Ideológica sobre la Revolución Bolivariana…… 5.1.6 Discurso Bolivariano…………………………………………….. 162 166 168 171 172 174 128 145 155 161 Conclusiones………………………………………………………………… Recomendaciones………………………………………………………….. Referencias Bibliográficas………………………………………………… Anexos………………………………………………………………………… 180 184 186 193 x ÍNDICE DE CUADROS Contenido Pág. Cuadro 1: Tipos de verosimilitud presentes en el discurso…………… 82 Cuadro 2: Tipos de razonamiento según la verosimilitud lógica……… 84 Cuadro 3: Polos Estratégicos de Desarrollo……………………………. 130 Cuadro 4: Misiones Sociales…………………………………………….. 138 Cuadro 5: Directrices del Plan de la Nación 2007-2013……………… 145 xi ÍNDICE DE GRÁFICOS/FIGURAS Contenido Figura 1: Clasificación para realizar el análisis del discurso…………. Figura: Estructura administrativa de las Misiones…………………….. Pág. 81 145 xii LISTA DE ANEXOS Contenido ANEXO 1: Nueva Institucionalidad Pública en la Constitución Nacional de 1999 ......................................................................................... ANEXO 2: Orígenes y Fundamentos Ideológicos de la Revolución Bolivariana…………………………………………………………………… Pág . 194 198 ANEXO 3: Concepciones sobre Hugo Chávez............................................. ANEXO 4: Nueva Institucionalidad Pública en el Nuevo Mapa Estratégico de la Revolución Bolivariana ANEXO 5: Nueva Institucionalidad Pública en los Cinco Motores de la Revolución Bolivariana 202 ANEXO 6: Nueva Institucionalidad Pública en el Plan de la Nación 2007-2013 205 201 203 13 CAPÍTULO I OBJETO DE ESTUDIO 1.1. Descripción del Objeto de Estudio En Venezuela se inició un proceso de cambio a partir de 1999 con la llegada a la presidencia de la República por parte del Presidente Hugo Chávez Frías, cuyo marco histórico y político corresponde a un momento caracterizado por el avance del proceso de globalización y el desarrollo de una nueva relación Estado-Sociedad, donde los sectores tradicionales de intermediación como lo fueron partidos, gremios, Iglesia y sindicatos resultaron inadecuados e insuficientes, con lo cual se produjo una crisis de legitimidad que dio origen a la aparición de nuevos actores en medio de la discusión sobre el agotamiento de la democracia representativa y el nacimiento de la democracia participativa, directa y protagónica. Es importante reseñar que este proceso de cambio no ocurre por casualidad pues a partir de la década de los ochenta se empieza a evidenciar una crisis del Estado en América Latina. En el caso concreto de Venezuela, como resultado del agotamiento del denominado régimen puntofijista, cuyo modelo institucional basado en la democracia representativa de Partidos y en las reglas de decisión del consenso y minimización del conflicto por parte de los sectores significativos de la sociedad, la situación se fue deteriorando en el tiempo a través de los diferentes gobiernos electos y haciéndose insuficiente para enfrentar los 14 nuevos retos sociales, económicos, políticos e institucionales que se planteaban en el país. Estas circunstancias originaron un Estado profundamente burocrático, tecnocrático y excluyente que, unido al fracaso del modelo rentista y de la política económica aplicada, fue generando insatisfacción progresiva de la población ante demandas sociales no atendidas, con el consiguiente crecimiento de la pobreza, provocando el debilitamiento del Estado y la consiguiente reflexión sobre la necesidad de revisar y reformar la relación Estado-Sociedad. A esta coyuntura se la ha conceptualizado como crisis del sistema de conciliación de élites, que como señalara Kornblith (1996) no es otra cosa que la crisis de los modelos rentista, de representación, de conciliación y de canalización del conflicto. Para entender mejor la situación planteada es necesario señalar que a partir de 1958 se instaura un nuevo régimen democrático en Venezuela, un orden pluralista que significó un cambio en la forma de hacer política en el país, el cual es definido por Rey (1991) “como el sistema populista de conciliación”, o de democracia puntofijista, como lo denominan otros autores, que se derivó a partir del Pacto de Punto Fijo suscrito por los partidos políticos AD, COPEI y URD. 15 Según Urbaneja (2007), la instauración de este sistema se fijó como objetivo rector la consolidación de la democracia representativa de partidos, mientras que Kornblith (1994, pág. 142) lo planteó como la consolidación del acuerdo entre diversos sectores de la sociedad venezolana. De cualquier manera, y utilizando la argumentación presentada por algunos autores que han estudiado y reflexionado ampliamente sobre el tema, el funcionamiento de este sistema se sustentó en algunas reglas fundamentales que se citan a continuación: En primer lugar, Kornblith (Op.cit., pág. 144) y Rey (Op.cit., pág.544) señalan el papel central desempeñado por el Estado venezolano como principal actor y propulsor del proceso de desarrollo de la nación y como distribuidor de sus beneficios. En segundo lugar, Kornblith (Op.cit., pág.144) menciona a “los partidos políticos como principales y casi únicos canales de agregación y articulación de los intereses societales y como agentes privilegiados de la mediación entre el Estado y la sociedad”. Rey (Op.cit., pág.544) agrega a este factor la participación de algunos grupos organizados que denomina grupos de presión institucionales y asociacionales, capaces de articular intereses diversos y heterogéneos así como “de procesar y canalizar hasta los órganos encargados de las decisiones públicas las distintas demandas sociales, a fin de que pudieran ser satisfechas y, de esta manera, generar apoyos al Gobierno y en última instancia al régimen político” Rey (Op.cit., pág. 535). Siguiendo esta misma línea, Urbaneja (Op. cit., pág. 17) los llama “grupos significativos de la sociedad”, a quienes describe como aquellos sectores con un poder real de amenazar la estabilidad política y el proceso de consolidación de la democracia. 16 En tercer lugar se citan las reglas de decisión definidas para el funcionamiento del sistema. Al respecto, Urbaneja (Op.cit., pág. 13) alude que se implementaron dos reglas de decisión fundamentales, orientadas a lograr el consenso y la minimización de conflicto entre los grupos significativos de la sociedad, lo que supuso según Kornblith (Op.cit., pág.145) la sustitución o la complementación de la regla de la mayoría por la regla de la unanimidad para aquellos casos en los que estuviesen involucrados los intereses de los sectores minoritarios, pero con poder suficiente para amenazar la estabilidad del sistema. Rey (Op.cit., pág. 553) introduce el concepto de sistema semicorporativo como “un sistema informal que incluía la consulta y participación para las decisiones gubernamentales fundamentales al empresariado (a través de Fedecámaras), a los trabajadores (a través de la Confederación de Trabajadores de Venezuela [CTV]), a las Fuerzas Armadas (a través del Alto Mando Militar) y a la Iglesia Católica (a través de su más alta jerarquía)”. En cuarto lugar se ha mencionado el papel que tuvo la economía, en relación a lo cual Kornblith (Op.cit., pág. 146) señala que esta tuvo un papel predominante como factor dinamizador de la nación a través de la renta petrolera; al respecto Rey (Op.cit., pág.546) comenta que esto permitió financiar mediante el gasto público el desarrollo del país evitando conflictos distributivos porque “no fue necesario quitar a un sector social para dar a otro” debido a la cuantía de los ingresos recibidos por esta vía. En este sentido, Urbaneja (Op.cit., pág. 60) acota que esta importancia está sustentada en que la renta petrolera fue repartida con la finalidad de lograr las metas de la democracia instaurada. 17 Los aspectos mencionados condujeron a que en Venezuela se implantara una democracia organizada y elitista, que, como se mencionó previamente, fue conceptualizada como un sistema de conciliación que Rey (Op.cit.) define de la siguiente manera: Está constituido por un complejo sistema de negociación y acomodación de intereses heterogéneos, en el que los mecanismos de tipo utilitario desempeñan un papel central en la generación de apoyos al régimen y, por consiguiente, en el mantenimiento del mismo (pág. 543). Según este planteamiento, el autor explica que este sistema buscaba “conseguir el necesario consenso social en torno a las reglas básicas del orden político”, lo cual requería que se diera respuesta a dos necesidades fundamentales que sustentaban el régimen democrático: Por un lado, garantizar a los sectores minoritarios poderosos que sus intereses fundamentales no se verían amenazados por la aplicación de la regla de la mayoría en la toma de decisiones gubernamentales, y por otro, asegurar la confianza de la mayoría de la población en los mecanismos de la democracia representativa, como medio idóneo para satisfacer sus aspiraciones de libertad, justicia y bienestar (pág. 543). De la misma manera, Crisp (1997) también incorporó el tema de las reglas del juego como procedimiento del sistema de conciliación de élites, el cual hacía distinciones entre diferentes sectores de la sociedad, como queda expresado en el siguiente párrafo: 18 Un conjunto de valores, creencias, rituales y procedimientos institucionales predominantes (las reglas del juego) que operan de manera consistente y significativa en beneficio de ciertas personas y grupos, y a expensas de otros. Los beneficiarios son así colocados en una posición preferencial para defender y promover intereses adquiridos. En la práctica el sistema funciona similar a una sociedad corporativista (pág. 97). Lo que Crisp plantea respecto al sistema político venezolano del período comprendido entre 1958 y 1999 es que este se concibió para darle cabida sólo a los actores que aceptarán las reglas del juego instauradas a partir del Pacto de Punto Fijo, y las instancias del gobierno fueron diseñadas para responder a los problemas desde dentro del sistema a tal punto que si se manifestaba el descontento por parte de algunos sectores de la sociedad civil todos los esfuerzos se dirigían a suprimirlos dejándolos fuera de la agenda política. De lo antes expuesto se puede ver claramente que el funcionamiento de este sistema respondió a una coyuntura determinada por el contexto histórico, político, social y económico de la época, el cual Rey (Op.cit., págs., 565-566) resume a través de tres aspectos: abundancia de recursos económicos para satisfacer las demandas sociales, nivel relativamente bajo y simple de las demandas sociales, y capacidad de las organizaciones políticas (partidos y grupos de presión) y de sus líderes para agregar, canalizar y manejar esas demandas y mantener la confianza de quienes las formulan. En este sentido, es importante destacar que durante los primeros años después de firmado el Pacto de Punto Fijo el sistema reflejó avances 19 positivos en la democracia y generó crecimiento económico y bienestar a la población; Kornblith (1996, pág. 7) comenta que este pacto dio lugar en las primeras décadas a estabilidad política, consenso entre élites, alternabilidad democrática y la incorporación de la población en los beneficios socioeconómicos, así como confianza de la población en la Democracia Representativa; Rey (Op.cit., págs. 563-564) expresa que los esfuerzos de los distintos gobiernos por crear una infraestructura y una industria pesada así como el impulso de la industrialización fueron notables, sin que ello haya implicado la disminución de las políticas distributivas y el gasto social. Por su parte Loyo (2006) señala que el sistema de conciliación de élites permitió durante los primeros años resolver situaciones conflictivas y el desarrollo de un proceso de modernización en el país. No obstante, indicó que el sistema se fue resquebrajando paulatinamente producto de una serie de decisiones desacertadas por parte de las élites dominantes “dejó de ser un acierto para el país”, o siguiendo a Urbaneja (Op.cit., pág. 148) “quedó maniatado en sus propias reglas de decisión”. De acuerdo con Rey (Op.cit., pág.566), “Cuando surgen modificaciones negativas simultáneas en los tres factores (renta petrolera, expectativas societales y representatividad de las organizaciones) el sistema sociopolítico se encuentra en una situación límite, en una crisis”. En este sentido, los mecanismos de funcionamiento del sistema se fueron deteriorando y debilitando a tal punto que a finales de los años ochenta se comenzó a generar en el país una crisis que se manifestó a través de una serie de inestabilidades, tensiones y cambios en los ámbitos social, económico, político e institucional, que se acentúo hasta finales de la década de los 90. 20 Esta crisis en Venezuela según Francia en Méndez (2004, pág. 128), presenta tres puntos de ruptura que se evidenciaron en la historia del país en las dos últimas décadas del siglo XX. El primero es de tipo económico, determinado por el llamado Viernes Negro en 1983; el segundo es de tipo social, el llamado Caracazo del 28 de febrero de 1989; y el tercero fue el político, iniciado con el intento de golpe militar del 4 de febrero de 1992 liderizado por Hugo Chávez Frías. El deterioro progresivo y fin del sistema de conciliación de élites o puntofíjismo, como ya se comentó, vino dado por una serie de razones de tipo político, institucional, económico y social, las cuales se exponen de manera concreta a continuación, de acuerdo a un esquema presentado por Loyo (2006), el cual se ha ampliado y complementado por otros autores como Urbaneja (2007), McCoy y Myers (2007), y El Troudi y Bonilla (2004), Kornblith (1994) y Rey (2002): En lo político-institucional se suscitaron las siguientes situaciones: 1. Cultura organizacional de las instituciones del Estado caracterizada por la relación jerárquica o vertical entre instituciones y ciudadanos negando el diálogo horizontal y con una gestión disociada de las necesidades de la gente, prevaleciendo vicios como burocracia, clientelismo, paternalismo, nepotismo y prebendarismo. 2. El funcionamiento de las instituciones del Estado eran consideradas por la mayoría de la población como ineficientes, injustas y no respondían a exigencias algunas de bienestar general. 3. El colapso del sistema de partidos en Venezuela como instancias para canalizar las demandas públicas de los venezolanos y como fuente de identidad política produciéndose un gran descontento electoral y falta de 21 confianza en tales organizaciones políticas, situación que se agravó dadas las evidentes muestras de corrupción existentes para aquel momento. 4. Los partidos políticos perdieron contacto con la realidad (surgimiento de nuevos actores y demandas sociales) según Urbaneja (Op.cit., pág. 66). Como también lo expresara Kornblith (1996, pág. 9) el liderazgo político quedó rezagado del resto de la sociedad, se estancó desde el punto de vista ideológico y generacional. 5. Desgaste del caudal electoral (aumento creciente de la abstención electoral). 6. Competencia duopólica entre los partidos políticos AD y COPEI. 7. Las carreras meritocráticas se basaron fundamentalmente en prácticas clientelares. 8. Sostenimiento de privilegios por parte de las élites dominantes en detrimento de otros sectores de la población, lo que originó exclusión de esos sectores no representados o con poca capacidad de organización, como la clase media y baja. Eso generó que la representatividad sociopolítica de actores políticos de peso como Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) fuera decreciendo progresivamente. 9. Comenzaron a funcionar dos tipos de democracias, la democracia formal, expresada por la élites políticas y económicas, y la democracia de a pie, expresada por la vivencia cotidiana de los ciudadanos comunes. 10. Ausencia de mecanismos alternativos para la resolución pacífica de los conflictos de poder. 11. Rey (Op.cit., pág.553) explica que el desarrollo de un sistema semicorporativo tuvo un significado fundamentalmente privatista, representando una penetración y colonización por parte de intereses 22 privados del ámbito de actividades propias del Estado, lo cual implicó una importante distorsión de la democracia. A nivel Social se apreciaron manifestaciones como: 1. Creciente descontento social. Según Rey (2002, pág. 564) esto provocó “rechazo hacia los partidos políticos y los partidos de profesionales”. Kornblith (Op.cit., pág. 2) lo denomina “el deterioro de las expectativas de bienestar colectivo”. 2. Pérdida de la confianza en la administración de justicia. 3. Mientras más se reforzaba el sistema de conciliación de élites más se dejaba la calle como único escenario de expresión alternativa y emergía la protesta social como el mecanismo estratégico adecuado y prácticamente único para sectores excluidos. En lo económico los eventos más significativos fueron los siguientes: 1. Exacerbación del estilo característico de un Estado rentista; se pretendía resolver los problemas y obtener resultados mediante un gasto público cada vez más cuantioso y crecientemente improductivo, comprometiendo insensatamente los recursos del futuro. 2. La caída del ingreso fiscal petrolero producto del derrumbe de los precios del petróleo en 1982 erosionó el mecanismo utilitario sobre el cual se sostenían los arreglos institucionales del sistema democrático venezolano, lo cual generó conflictos distributivos y la consiguiente caída de la capacidad de compensación a los excluidos del sistema de conciliación de élites, aumentando la desigualdad social. 3. El contexto de escasez de recursos generó tensiones y frustraciones que no son analizables a través de mecanismos, instituciones y reglas originalmente diseñadas para tiempos de abundancia 23 4. Ineficiencia en el manejo de los recursos Kornblith (Op.cit., pág. 150) Kornblith (1996, pág.10) expresa que “a fin de subsanar algunas de las deficiencias señaladas” al sistema de conciliación de élites establecido a partir de 1958, se introdujeron desde la Comisión Presidencial algunas reformas en lo político-electoral para la reforma del Estado (COPRE), las cuales contemplaban la elección directa de Gobernadores y Alcaldes, la reforma de la Ley Orgánica del Sufragio para introducir el voto preferencial en la composición de los cuerpos colegiados, la afinación del voto uninominal (principio mayoritario) para la conformación de los cuerpos colegiados en el ámbito municipal, estadal y en la cámara de Diputados, y el emprendimiento del proceso de descentralización político administrativa. Kornblith (Op. cit., pág. 10) acota que “no obstante, los esfuerzos reformistas no fueron suficientemente contundentes como para convencer a la población de las bondades del sistema de partidos vigente, ni de las innovaciones puestas en marcha”. En este sentido y de manera particular destaca el afianzamiento en “la tendencia a la abstención en los comicios locales y nacionales”: A partir de la primera elección separada de los Concejos Municipales y en los procesos electorales subsiguientes, tanto en el ámbito nacional como en el local, se incrementaron sistemáticamente los niveles de abstención. En las elecciones nacionales de 1988 la abstención pasó al 18,3 por ciento y en las de 1993 alcanzó el 39,8 por ciento. Por su parte, en 1989 en los primeros comicios para seleccionar a los gobernadores de estado, alcaldes y autoridades municipales y estadales alcanzó el 54,96 por ciento y en las de 1992 el 24 50,84 por ciento. Finalmente, en las elecciones locales de 1995 la abstención fue del 53,8% (págs. 10-11). En este mismo sentido Kornblith (Op.cit., págs. 153-154) señala que la proliferación de hechos de corrupción administrativa, partidocracia, pragmatismo y clientelismo en los que frecuentemente estaban involucrados miembros de los partidos, junto con las dificultades económicas de la década de los 80 y, la implantación del programa de ajustes económicos a partir de 1989, llevaron a la población a cuestionar la capacidad e idoneidad de los partidos políticos como gestores públicos, lo cual fue generando el aumento de la abstención electoral y el descontento generalizado en la población venezolana. En ese contexto, el gobierno presidido por Hugo Chávez se plateó un proceso de cambios dirigidos a dar el salto de la democracia representativa hacia una democracia participativa, directa y protagónica, diseño de políticas públicas que permitieran la profundización de la democracia en lo político, lo social y lo económico, se propuso el fortalecimiento de la economía social, así como la atención de las necesidades fundamentales de la población tales como: educación, alimentación, salud, vivienda, cultura, recreación y seguridad. Toda esta iniciativa implicaba trabajar en la disminución progresiva de la exclusión social y los niveles de pobreza que para el cierre del año 1998 y según el Instituto Nacional de Estadística (INE) alcanzaban las cifras de 43,9 por ciento de hogares en situación de pobreza, y 17,1 por ciento de hogares en situación de pobreza extrema, así como en “el rescate del espacio público que se ha visto disminuido por la preponderancia del 25 mercado en el proceso de globalización” como lo señala Méndez (2004, pág. 86). Esta propuesta, en palabras del entonces Presidente de la República Hugo Chávez Frías y de los voceros oficiales, a través de un discurso fuerte y sistemático, implicaba un proceso de transformación de las instituciones políticas y del Estado mismo, que rompiera con los vicios de la burocracia expresada en las instituciones del sistema de conciliación de élites, o, como se ha expresado en el discurso oficial, el de la cuarta república caracterizado por el paternalismo, el nepotismo, la burocracia, el patrimonialismo, el clientelismo, el prebendarismo y la corrupción. Al respecto Stelling (2008) señala que la nueva institucionalidad surgió como una propuesta del gobierno del Presidente Chávez en ese momento, con la finalidad de cancelar la deuda social acumulada, propuesta que ella define como “una suerte de nueva arquitectura social” orientada a la transformación de las viejas instituciones con la intención de adaptarlas a las necesidades de la nación e implementar programas como Las Misiones que permitan garantizar un Estado social de Derecho y Justicia. Esta autora plantea también que la transformación social viene dada por una nueva relación de responsabilidad entre el Estado y la Sociedad, que se traduce en la formula: + Estado – Mercado- + Poder Popular, a diferencia de la fórmula neoliberal aplicada en el pasado de – Estado + Mercado + Sociedad Civil. 26 Toda esta propuesta ha estado en desarrollo constante en este comienzo de siglo en Venezuela, en este panorama donde ha surgido un planteamiento de cambio radical, un discurso sistemático, el surgimiento de nuevos actores por parte de la sociedad civil en el proceso de discusión y diseño de políticas públicas, una política social amplia y mayoritariamente aceptada es en donde surge para la autora del presente estudio la iniciativa de investigar este tema, ante el que por supuesto se plantean una serie de interrogantes que se delimitarán, se les tratará de dar respuesta en el desarrollo de la investigación y las cuales se presentan a continuación: ¿Cómo se ha dado el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual? ¿En qué consiste esa nueva institucionalidad? ¿Cuáles son sus características, alcances e instrumentos? ¿Cómo se traduce en la cotidianidad? ¿Cuál es el marco jurídico que sustenta esa nueva institucionalidad? ¿Cuáles son sus límites y contradicciones? ¿Cuáles sus logros y avances? ¿En qué medida el discurso oficial se corresponde con los hechos? ¿Qué implicaciones tiene para los actores que hacen vida activa en el país y para el venezolano en general la construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual? 27 ¿Qué papel juegan esos actores y la población en el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual? 1.2. Objetivos de la Investigación 1.2.1. Objetivo General Analizar el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana, en el período comprendido entre 1999 y 2012. 1.2.2. Objetivos Específicos Identificar los elementos que expresan el surgimiento de una nueva institucionalidad pública en el marco jurídico venezolano actual. Describir los hechos que muestran el desarrollo del proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual. Interpretar el discurso oficial en torno a la construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual. 28 1.3. Justificación de la investigación Estudiar el tema de la nueva institucionalidad pública y todo lo que ella conlleva, como es la revisión y redefinición de la Relación Estado-sociedad, representa un reto interesante porque constituye una temática actual y de interés cada vez mayor a nivel mundial, fundamentalmente por parte de los países de América Latina como lo dijera Cunill (1996) “uno de los signos de los tiempos actuales es el reclamo aparentemente cada vez más consensual, de creación de una nueva institucionalidad donde la sociedad civil cumpla un papel relevante”, y en este contexto el proceso que Venezuela viene desarrollando desde el año 1999 resulta interesante debido a la propuesta de profundizar la democracia participativa, directa y protagónica como eje fundamental y transversal en la política de gobierno, lo cual ha sido aceptado por un sector importante de la población venezolana, así como por varios países de Latinoamérica. La pertinencia de la investigación está asociada al contexto políticoinstitucional venezolano. Como lo ha planteado el discurso oficial, el gobierno se ha planteado desde hace catorce años, un cambio radical en el funcionamiento de las instituciones del Estado, en la forma de llevar a cabo la gestión pública, en la forma de relacionarse el Estado con la sociedad, los cuales se han expresado en un nuevo marco jurídico y tres planes estratégicos, Plan de la Nación 2001-2007, el Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2013) y Plan de la Patria 2013-2019, que indican la direccionalidad en el proceso de construir una nueva institucionalidad pública, que se traduzca en una sociedad más justa, donde el funcionamiento de la democracia sea igual para todos los venezolanos y se 29 extienda a todos los espacios de la vida del venezolano: la comunidad, el entorno laboral, el entorno educativo, la calle. Esta temática es de interés obligado para toda la sociedad venezolana por cuanto todos hemos vivido el proceso de transición entre la vieja estructura institucional instaurada en Venezuela a partir del Pacto de Punto Fijo y la nueva institucionalidad que se intenta construir en el país, proceso que ha generado un clima de confrontación y conflicto entre aquellos sectores que se oponen de manera radical a estos cambios y los sectores vinculados e identificados con la propuesta del gobierno actual, sin embargo luce necesario un proceso de reflexión que considere los aspectos tanto positivos como negativos de la misma para iniciar un verdadero proceso de transformación en el país. 30 CAPÍTULO II UBICACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO EN EL CONTEXTO En este capítulo se presenta en primer lugar, el resultado de la revisión bibliográfica sobre el tema de estudio, obtenido fundamentalmente de la experiencia venezolana. En este sentido, se acota que la revisión de trabajos de investigación y ensayos realizados en el país en torno al tema tratado están orientados, por una parte, hacia el proceso de creación e implementación de las “Misiones Sociales” y las estrategias de promoción de la participación directa y protagónica de la población venezolana como instrumentos que permitan avanzar hacia la construcción de la nueva institucionalidad, y por otra parte, hacia el análisis de la crisis institucional del sistema político venezolano y sus implicaciones en la consolidación de la democracia a partir de la aprobación de la Constitución Nacional de 1999. Posteriormente se presenta la base conceptual del estudio que permite orientar el análisis de la investigación y dar respuesta a las interrogantes planteadas, por lo cual se exponen los referentes teóricos vinculados al tema del Estado, el Gobierno, la Democracia, la Institucionalidad y la relación entre el Estado y la Sociedad, la cual depende del tipo del tipo de Estado y Gobierno que configuran el ejercicio de la Democracia en una Nación y por ende el funcionamiento de las instituciones existentes. 31 2.1 ANTECEDENTES A continuación se presenta un resumen de los principales ensayos y trabajos de investigación revisados de acuerdo a su vinculación con el tema de estudio los cuales parecieran pertinentes porque permiten orientar el debate en relación a la crisis del sistema político venezolano desde el punto de vista del debilitamiento de las instituciones durante las últimas décadas del siglo XX en Venezuela, o sobre la necesidad de fortalecerlas para consolidar la democracia y el Estado social de derecho contemplado en la Constitución Nacional aprobada e instaurada a partir de 1999. Núñez y Leal (2013) realizaron un trabajo sobre los “Nuevos significados de la democracia en Venezuela” cuyo objetivo está orientado a interpretar los nuevos significados de la democracia a partir de las profundas transformaciones iniciadas en 1999, concretamente en lo que concierne a la participación de las comunidades en los asuntos públicos lo que necesariamente implica la necesidad de “una rearticulación de la sociedad con el Estado”. Este estudio es pertinente porque estudia el paso de la democracia representativa a la democracia directa, participativa y protagónica, lo cual conlleva una transformación fundamental en el modo de funcionamiento de las instituciones públicas en el país. Adicionalmente, la metodología utilizada es de tipo cualitativa, haciendo uso de la hermenéutica para interpretar “los nuevos significados de la democracia” teniendo como centro los discursos y prácticas de la ciudadanía. 32 Otro estudio importante sobre el tema fue realizado por Urdaneta (2012:7-8) en su investigación sobre la “Crisis Institucional y Gobernabilidad en Venezuela” en el cual hace un análisis sobre la realidad política del país, realizando una exploración de las crisis vividas en el régimen político de las últimas tres décadas, el proceso constituyente, los proyectos de cambio contemplados en las Constitución de 1999, “las contradicciones existentes en su texto como en su desarrollo, los problemas ocasionados a las instituciones, así como las perspectivas que ello genera, incluida la posibilidad de un nuevo cambio institucional”. Su propósito implica considerar la Democracia en toda su complejidad, en el contexto de la crisis política e institucional generada en el país, así como las reglas de juego instauradas en el sistema político venezolano actual. Los hallazgos más relevantes destacados por este autor señalan que la institucionalidad democrática en el país ha venido debilitándose debido a que se le ha dado paso a reglas de juego no escritas e informales que responden al ejercicio personalista del poder, agravadas por un ambiente de improvisación que ha respondido a las contingencias nacionales. En este sentido, Urdaneta (Op.cit., págs. 293-294) propone varias cosas. En primer lugar la necesidad de que los partidos políticos intenten “su recuperación progresivamente” impulsados por el desarrollo que ha logrado la sociedad civil a través de sus organizaciones. En segundo lugar, se requiere un manejo ponderado de la conflictividad presente en el sistema político venezolano, sustentado en dos valores fundamentales, igualdad y 33 libertad. De la misma manera se requiere lograr la concertación con el sector privado y emprender la recuperación económica considerando el equilibrio entre Estado y mercado. Bracamonte (2010) en su ensayo sobre “La Nueva Institucionalidad Venezolana. Lo instituido y la posibilidad de instituyente” se propone hacer una argumentación sobre la pugna de las fuerzas instituidas e instituyentes acaecidas en Venezuela a partir de la implementación de la nueva institucionalidad. En ese sentido hace un esfuerzo para indagar la manera en que se concibieron los cambios en el colectivo venezolano a partir de 1999, precisando si estos han sido percibidos según expone “amenazas o resistencias de lo establecido, o como una actuación desde el Estado en el ejercicio del poder”. Como parte de sus aportes asevera que la forma en que una sociedad se hace auto instituyente, es decir, verdaderamente revolucionaria, implica tanto la creación de nuevas instituciones, como la definición de reglas claras que permitan la viabilidad de lo creado, “un nuevo modo de instituirse”, y de esta manera establecer una nueva relación entre la sociedad y entre esta y las instituciones, lo que implica “pensar tanto en el cambio de las grandes estructuras y superestructuras del Estado, como en los cuerpos que hacen vida en ellas”. Por su parte Acosta y Gorodeckas (2009) en su “Análisis del discurso político y democrático en Venezuela”, hacen un intento de reflexión sobre algunos elementos que han servido de sustentación a lo que se pudiera señalar como la modernidad política de la sociedad venezolana partiendo de 34 la inquietud sobre “las practicas discursivas que hicieron posible la actual organización hegemónica de la sociedad venezolana”. En ese sentido se plantearon como hipótesis de trabajo la identificación de los significantes que han definido a la sociedad venezolana en el sistema político-institucional y que han producido una ruptura histórica para dar lugar al modelo democrático actual. Los resultados obtenidos expresan por una parte que “los acuerdos y el respeto por las diferencias políticas constituyeron los rasgos significativos sobre los cuales se inicio la construcción de esta nueva modernidad democrática”. Por otra parte afirman que existen ciertos rasgos que han reflejado, incluso en la actualidad, la forma de funcionamiento de las instituciones públicas así como su dificultad para armonizar la dimensión cultural y política en el país. Acosta y Gorodeckas (Op.cit. págs. 190-191) concluyen su argumentación indicando que el proyecto de modernización política “implicó la superación de la dimensión tradicional y su sustitución por una suerte de cosmopolitismo racionalista” lo cual ilustra a través del surgimiento de la denominada “revolución bolivariana”, dado que la conciben como un proceso que rompe definitivamente con el pasado y que paradójicamente ha venido a restaurar la lógica discursiva que imperó en el espacio de la política en Venezuela durante los últimos 150 años. Por su parte Bonnemaison (2007) en su investigación sobre la “Crisis de la Institucionalidad Democrática en Venezuela” aborda el análisis de las 35 instituciones políticas consagradas en la Constitución de 1999 y algunos indicadores de la crisis institucional en el sistema político venezolano. Al respecto presenta los que, a su juicio, son los rasgos más resaltantes de la institucionalidad política contenida en la Constitución de 1999, partiendo de las consideraciones contenidas en el preámbulo, que, entre otras cosas, considera como fin supremo la refundación de la República. Adicionalmente menciona la estructura orgánica del Estado, los mecanismos constitucionales de control del Poder Público, los mecanismos constitucionales de participación política, el nuevo paradigma institucional electoral y el diseño octogonal del sistema de gobierno. Ahora bien, la autora precisa que para hacer un análisis institucional integral es necesario contrastar el ordenamiento jurídico con algunos aspectos de la realidad práctica y con el entorno, con la finalidad de comprobar si el diseño institucional planteado da respuesta a los objetivos perseguidos y a las necesidades del entorno; es decir, expone la autora, “si esa institucionalidad es legítima, en razón de su aceptación y capacidad de influir sobre la sociedad y si es susceptible a los cambios o rediseños que pudieran ser necesarios para adaptarse a nuevas situaciones”. 2.2 Herramientas teóricas En este capítulo se intenta presentar los enfoques teóricos más relevantes y pertinentes sobre el tema en estudio, como son las nociones sobre Estado, gobierno, democracia e instituciones, así como la importancia que tiene la relación entre el Estado y la sociedad en la actualidad, 36 procurando precisar los conceptos que permitan una aproximación teórica a los objetivos planteados, así como un análisis contextualizado que favorezca la reflexión y discusión crítica sobre los resultados. 2.2.1 El Estado 2.2.1.1 Concepciones sobre el Estado Muchos han sido los estudios que se han realizado sobre el tema del Estado, para los cuales se han utilizado diferentes enfoques. Algunos se han valido de la perspectiva histórico-dialéctica, otros han realizado el análisis desde el enfoque de la ciencia política, de la misma manera ha habido un gran esfuerzo por describir su estructura y funcionamiento desde la perspectiva jurídica y constitucional, en un intento por explicar el Estado de Derecho, y, más recientemente, en función a su capacidad evolutiva, hacia la necesidad de fortalecer su capacidad organizativa y administrativa en pro de lograr instituciones que garanticen la satisfacción de las necesidad sociales. 2.2.1.1.1 Concepciones generales La concepción de Estado varía dependiendo del autor y enfoque que se utilice para explicarlo. En el diccionario de Ciencias Sociales y Políticas Di Tella (1989) expone que la teoría general o doctrina del Estado fue originada por el Holandés Huber y se difundió ampliamente en Alemania, donde se realizaron las construcciones mas acabadas, y luego en Francia pero con graves divergencias teóricas, en algunos casos consideraba la ciencia 37 política, en otros no la consideraba, y a veces el enfoque estaba dirigido hacia la rama del Derecho Político. En dicho diccionario también se mantiene la concepción sobre la dificultad en la definición de Estado, sin embargo, hace una clasificación resumida e interesante sobre diferentes concepciones. En primer lugar señala Di Tella (Op.cit., págs. 207-209) que los conceptos elaborados durante los últimos años por las ciencias sociales pueden ser agrupados desde los más restringidos hasta los más amplios. Así pues, se considera al Estado como una unidad de acción o unidad de autoridad de decisión; también como el principio organizador que da totalidad a las múltiples y diversas agencias de gobierno; o como la figura que origina los principios estructurales que definen y constituyen las relaciones sociales de poder y control político en la sociedad; como la estructura duradera de gobierno y mando en la sociedad, o el ordenamiento jurídico tanto en sentido de jure como de facto; finalmente, y en el sentido más amplio, como orden normativo dominante en la sociedad. Por otra parte, menciona que las definiciones más clásicas resaltan aspectos de tipo sociológico, entre ellas se relaciona al Estado como una estructura de dominio, duradera y renovada a través de la democracia representativa y que ordena en última instancia a los actores sociales sobre un determinado territorio; desde esta perspectiva también se mencionan la estructura del Estado vinculada al orden jurídico, al poder originario que se le otorga, la población y el territorio, siendo la soberanía la cualidad del poder, y el imperio de la ley la cualidad del ordenamiento jurídico. 38 Por su parte, Bobbio (2004) tomando en consideración la definición formal e instrumental argumentó que la condición necesaria y suficiente para que exista un Estado radica en la existencia de “un poder capaz de tomar decisiones y emitir los mandatos correspondientes y obligatorios para todos los habitantes de un determinado territorio” y que en efecto estos se cumplan por la gran mayoría de los destinatarios, de los cuales se requiere obediencia independientemente del carácter que tengan las decisiones, “lo que no quiere decir que el poder no tenga límites”. 2.2.1.1.2 Punto de vista sociológico y jurídico Bobbio (2004, pág. 72) señala la necesidad de diferenciar los puntos de vista sociológico y jurídico partiendo de la doctrina general del Estado propuesta por Jellinek (1910), en la que el autor planteó que “la doctrina social del Estado tiene por contenido la existencia objetiva, histórica y natural del Estado, mientras que la doctrina jurídica se ocupa de las normas jurídicas que en aquella existencia real deben manifestarse” Bobbio (Op.cit., pág. 72) indica que esta distinción se hace necesaria una vez que se da la tecnificación del derecho público y la consecuente consideración del Estado como persona jurídica, en sus propias palabras “como órgano de producción jurídica”, lo que determina al Estado “a través del derecho como una forma de organización social, y que como tal no podía ser separado de las sociedades y de las relaciones sociales subyacentes”. En este contexto se afirma que “con la transformación del puro Estado de derecho en Estado social, las teorías jurídicas fueron abandonadas por los 39 juristas para consolidarse los estudios de sociología política con el objeto de orientar al Estado como forma compleja de organización social”. De la misma manera Bobbio (Op. cit., pág. 75) señala que entre las teorías sociológicas del Estado figuran de manera excepcional la teoría marxista y la teoría funcionalista, siendo esta última preponderante en la ciencia política norteamericana, además de tener una gran influencia en Europa. Entre ambas teorías existen diferencias respecto a la ciencia política y respecto al método, pero se afirma de manera categórica que “la diferencia fundamental radica en la ubicación del Estado con el sistema social en su conjunto”. En este contexto Bobbio (Op. cit., pág. 76) expresa que “la concepción marxista de la sociedad distingue en toda sociedad histórica, por lo menos desde una cierta etapa del desarrollo económico, dos momentos: la base económica y la superestructura” en la que las instituciones políticas pertenecen al segundo momento y viene a constituirse “en una de las cuatro funciones fundamentales de todo sistema social”. Así mismo destaca que esta concepción da preponderancia a la base económica. Por su parte en la teoría funcionalista Bobbio (Op.cit., pág. 76) no plantea “diferencia de niveles entre las distintas funciones” que todo sistema social desarrolla. Sin embargo explica que esta teoría le atribuye una función preponderante al subsistema cultural en función a que la “mayor fuerza cohesiva de todo grupo social depende de la adhesión a los valores y a las normas establecidas a través del proceso de socialización por una parte, y de control social por la otra”. 40 Según Bobbio (Op. cit., págs. 76-77) lo descrito anteriormente permite identificar los diferentes problemas que cada enfoque pretende resolver. Por una parte se encuentra la teoría funcionalista, la cual está sometida “por el tema hobbesiano del orden”, mientras que la teoría marxista se orienta a “la ruptura del orden”, es decir, “el paso de un orden a otro, concebido como el paso de una forma de producción a otra mediante las contradicciones internas del sistema, especialmente las contradicciones entre fuerzas productivas y relaciones de producción”. En otras palabras, mientras que la teoría funcionalista se preocupa fundamentalmente por la conservación del orden, la teoría marxista se preocupa esencialmente por el cambio social. Por su parte Ramos (1999, pág. 173) hace referencia a “la obra seminal de Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber” como pilares en la construcción sociológica del Estado, indicando que a pesar de las diferencias ideológicas entre estos tres autores hay ciertos conceptos y categorías comunes en torno al Estado “como una estructura social específica que identifica a las sociedades modernas”. En este sentido Ramos (Op. cit., pág. 174) señala que “las grandes líneas de la sociología clásica” de pueden resumir de la siguiente manera: 1. En la sociología de Marx y Engels el Estado es ante todo una realidad histórica en la que cada formación social ocurre dentro del proceso de desarrollo de los diversos modos de producción históricos, es decir, que “el Estado como estructura de dominación-explotación siempre será de clase y surge como resultado de la división social del trabajo”. 41 2. En la sociología de Emile Durkheim, el Estado se constituye en un fenómeno producido por los avances en la división del trabajo social y como producto de la transformación en las formas de solidaridad social, por lo que constituye un órgano encargado fundamentalmente “de integrar la sociedad y mantener un cierto grado de cohesión entre sus miembros”. 3. En la sociología de Max Weber el Estado es la forma racional de dominación política que se establece con la sociedad moderna. Esta dominación implica el control, por una minoría, de los medios de legitimación y administración y que encarnándose en la burocracia, extiende su acción sobre un territorio determinado, en palabras de Weber el Estado “reclama para sí el monopolio de la violencia física legitima”. La expresión “violencia física” es entendida como el poder y la autoridad para hacer cumplir las leyes y el conjunto de normas que estructuran el funcionamiento de la sociedad en una nación. Como quiera que sea, es indiscutible que el Estado representa un organismo necesario y sumamente importante que toca los aspectos de la vida social, política, económica y cultural de un país, con todo lo que ello implica. Al respecto Ramos (Op. cit., pág. 163) indica que el Estado es en nuestras sociedades la estructura de dominación que ha logrado imponerse como la forma privilegiada de organización de poder. 2.2.1.2 Finalidad del Estado Se puede decir que las concepciones descritas introducen el tema de la finalidad del Estado para lo cual García (1982) presenta tres características resumidas a continuación, no sin antes aclarar que estas 42 constituyen fines permanentes consustanciales a su existencia, pero que pueden ser ampliadas en función al contexto histórico, social y político de cada nación. En primer lugar indica que el Estado debe asegurar su propia existencia y reproducción como organización, dado que, como toda organización está amenazado por un proceso de entropía si no se desarrolla una energía capaz de neutralizarla. En segundo lugar, dice que el Estado debe garantizar la convivencia pacífica dentro de su territorio, lo que supone la canalización de los antagonismos por vía jurídica. Y, en tercer lugar, señala que el Estado debe asegurar su permanencia como entidad soberana dentro de la comunidad internacional. En ese mismo contexto, Uriarte (2010) destaca el carácter integrador y organizativo que tiene el Estado frente a otras instituciones. Así pues, el Estado ejerce una función integradora “en su papel de árbitro que encauza los conflictos que se producen en la sociedad”. Adicionalmente es un organizador de la vida social y “es la única institución consagrada a esa tarea” por su inherencia y capacidad de asumir el conjunto de necesidades sociales. Retomando a Bobbio (Op. cit., pág.177 ), este introduce la necesidad e importancia de que el Estado cuente con unas instituciones formales que orienten y definan el buen funcionamiento de la sociedad, pero que al mismo tiempo regulen el desempeño del Estado para evitar acciones que traspasen 43 el poder legitimo otorgado a este organismo y lo conduzcan a su debilitamiento. 2.2.1.3 Formas de Estado Bobbio (2004) aclara que debido a la gran variedad de elementos a tomar en cuenta para distinguir las formas de Estado, principalmente cuando se toman como referencia la organización política y la sociedad es muy difícil hacer una exposición completa. En ese sentido utiliza como “base dos criterios principales, el histórico y el referente a la mayor o menor expansión del Estado frente a la sociedad (un criterio que también incluye el basado en las diversas ideologías)”. 2.2.1.3.1 Criterio histórico Tomando como referencia el criterio histórico Bobbio (Op.cit., pág. 158) indica que la tipología más ampliamente utilizada y acreditada entre los historiadores de las instituciones es la siguiente: Estado feudal, Estado estamental, Estado absoluto, y Estado representativo. A continuación se hace una breve explicación respecto a la conceptualización y desarrollo de cada una de las categorías de la clasificación expuesta por el autor. Por Estado estamental se entiende la organización política donde se han venido formando órganos colegiados o Estados que reúnen a los individuos que tienen la misma posición social, y en cuanto detentadores de 44 tales derechos y privilegios hacen valer su posición ante quienes detentan en sus manos el poder soberano mediante asambleas deliberantes como los parlamentos. Al respecto se distinguen Estados con dos asambleas como Inglaterra, la Cámara de los Lores que abarca el clero y la nobleza, y la Cámara de los Comunes que comprende a la Burguesía, y Estados estamentales con tres cuerpos diferentes respectivamente, el clero, la nobleza y la burguesía como sucedió en Francia. El Estado estamental constituye una forma intermedia entre el Estado feudal y el Estado absoluto. Se diferencia del primero por una gradual institucionalidad de los contrapoderes y también por la transformación de las relaciones personales propias del sistema feudal y por las relaciones entre instituciones; de un lado la asamblea del estamento, de otro el rey con su aparato de funcionarios que dan origen al Estado burocrático característico de la monarquía absoluta. Se diferencia del Estado absoluto debido a la presencia de oposición de poderes en conflicto continúo y en donde la aparición de la monarquía absoluta viene a suprimirlos. Por otra parte dice Bobbio (Op.cit. pág. 160) “La formación del Estado absoluto se da mediante un doble proceso paralelo de concentración y centralización del poder sobre un determinado territorio”. Cuando se habla de concentración se refiere al proceso mediante el cual los poderes ejercen la soberanía: el poder de dictar leyes validas para toda la colectividad, el poder jurisdiccional, el poder de usar la fuerza al interior y exterior, el poder de imponer tributos, son todos atribuidos por derecho al soberano por los juristas y ejercidos de hecho por el rey y los funcionarios que dependen de él. 45 En cuanto al termino centralización éste se refiere al “proceso de eliminación o de desautorización de ordenamientos jurídicos inferiores”, como las ciudades, las corporaciones, las sociedades particulares, las cuales se mantienen como ordenamientos derivados de “una autorización y por la tolerancia del poder central”. El Estado representativo viene a constituir una cuarta fase en el proceso de transformación del Estado que se ha mantenido en la actualidad y cuya evolución se muestra brevemente a continuación: (…) bajo la forma de monarquía constitucional y luego parlamentaria, en Inglaterra después de la “gran rebelión”, en el resto de Europa después de la revolución francesa, y bajo forma de república presidencialista en los Estados Unidos después de la revuelta de las trece colonias contra la madre patria (pág. 161) Bobbio (Op.cit., pág. 162) plantea que la diferencia entre el Estado representativo y el Estado estamental reside en que la representación corporativa o de intereses es sustituida por la representación de los individuos a los que se reconocen derechos políticos. Respecto a la diferencia entre el Estado representativo y el Estado absoluto Bobbio (Op.cit., pág. 62) señala que en el Estado representativo se descubren y afirman los derechos naturales del individuo los cuales son innatos y conferidos por la ley, por lo cual, al no ser adquiridos como ocurre en el Estado absoluto en donde el rey es investido por Dios, estos pueden hacer valer sus derechos frente al Estado “recurriendo incluso al remedio extremo de la desobediencia civil y de la resistencia”. 46 En este contexto surgieron las primeras “Declaraciones de los derechos” lo cual viene a “representar la verdadera revolución copernicana en la historia de la evolución entre gobernantes y gobernados”, es decir, en palabras de Bobbio (Op. cit., pág. 63), “El individuo es primero que el Estado; el individuo no es para el Estado, sino el Estado para el individuo”. De la misma manera destaca el aspecto “ético” de la representación de los individuos en cuanto individuos particulares y no por su adhesión a un grupo de interés en particular, lo cual generó “el reconocimiento de la igualdad de los hombres”. Dado lo anterior Bobbio (Op.cit., pág. 164) explica que el desarrollo del Estado representativo generó la ampliación de los derechos políticos hasta el reconocimiento del sufragio universal: masculino y femenino; hizo necesaria la constitución de partidos organizados lo que modificó profundamente la estructura del Estado representativo, en consecuencia provocó “un cambio en el sistema de representación que ahora no es sólo el de los individuos, sino que están permeadas por grupos de poder que organizan las elecciones y reciben una delegación en blanco de los electores”. Debido a lo expresado en el párrafo anterior esta alteración del sistema de representación generó “la transformación del Estado representativo en un Estado de partidos”, en el que los sujetos políticos relevantes ya no son los individuos en particular sino los grupos organizados por intereses de clase o presuntamente generales como ocurre en la actualidad, donde se aprecia que las decisiones colectivas son fruto de negociaciones o acuerdos entre los grupos que representan fuerzas sociales como los sindicatos y fuerzas políticas como los partidos. 47 Al respecto Bobbio (Op. cit., pág. 164) explica que “las votaciones se efectúan para cumplir con el principio constitucional que establece que el Estado representativo moderno debe considerar como sujetos políticos a los individuos y no a los grupos”, en donde los procedimientos para la toma de decisiones descansan en las asambleas y en la aplicación de la regla de la mayoría pero estos tienen un “valor solamente formal de ratificación de decisiones tomadas en otro lugar mediante el procedimiento de la contratación”. Según Bobbio (Op. cit., pág. 166) “el Estado representativo como se formó en Europa en los últimos tres siglos es todavía hoy el modelo de las constituciones escritas que se formaron en estas últimas décadas”, incluso donde están suspendidas o mal aplicadas. Bobbio (Op.cit., pág. 166-167) introduce en la clasificación al Estado socialista aún cuando argumenta que “no es fácil decir a cual categoría pertenece dadas las diferencias entre los principios constitucionales oficialmente proclamados y la realidad de hecho”, haciendo para ello alusión a “la forma de Estado de la Unión Soviética después de superar la fase de la dictadura del proletariado”. En cuanto a esto último el autor señala que la diferencia fundamental entre las democracias representativas y los Estados socialistas se encuentra en las discrepancias entre los “sistemas multipartidistas y sistemas monopartidistas (de derecho como en la Unión Soviética, de hecho como en las democracias populares)”. Esta diferencia introduce el tema sobre la existencia de “un partido único”, el cual rememora los gobiernos monárquicos 48 del pasado, en donde el príncipe colectivo detenta el poder político e ideológico, y que según la concepción de Bobbio (Op. cit., pág. 168) constituye el elemento característico de los Estados socialistas de inspiración leninista, directa o indirectamente en contraste con los sistemas poliárquicos de las democracias occidentales. De la misma manera Bobbio (Op.cit., pág. 168) explica que “el análisis de los Estados con partido único omniinvadente y omnipotente ha dado origen a la figura del Estado total o totalitario” lo cual permite la más fiel representación de una organización política en la que se ha disminuido la línea que se demarca entre el Estado y la Iglesia, y entre el Estado y la sociedad civil. Tomando en consideración este último punto por representar el interés central, la existencia de este tipo de Estados implica “el control sobre todo comportamiento humano, sin dejar algún intersticio en el cual se pueda desarrollar, más que ilícitamente, la iniciativa de los individuos y de los grupos”. 2.2.1.3.2 Criterio sobre la mayor o menor expansión del Estado frente a la sociedad. Respecto a este segundo criterio expuesto por Bobbio se presentan dos clasificaciones como son por una parte las concepciones sobre el Estado y no-Estado, así como Estado máximo y Estado mínimo. Respecto a la primera categoría el autor señala que “El Estado en su acepción más amplia que comprende también a la Polis griega, se ha debido enfrentar al no- Estado en su doble dimensión de la esfera religiosa y de la 49 esfera económica” en un contexto de primacía del no-Estado representado por la sociedad civil-burguesa. En este sentido Bobbio (Op.cit., pág.172) plantea que “la principal consecuencia de la primacía del no-Estado sobre el Estado es una concepción exclusivamente instrumental del Estado”, el cual queda reducido a su función principal como es el poder coactivo “cuyo ejercicio al servicio de los detentadores del poder económico debería ser el de garantizar el desarrollo autónomo de la sociedad civil” en función de la clase económicamente dominante. Respecto a la segunda categoría presentada por Bobbio (Op.cit., pág.173) ésta se refiere a la forma como se relaciona el Estado con el noEstado, la cual “varía de acuerdo a la mayor o menor expansión del primero hacia el segundo”. En este sentido distingue dos tipos ideales: “El Estado que asume tareas que el no-Estado en su pretensión de superioridad asume para sí, y el Estado indiferente y neutral”, con lo cual el Estado máximo viene a ser el que asume tareas del no-Estado mientras que el Estado mínimo coincide con el Estado indiferente y neutral. En referencia a la esfera económica explica que hay Estados que asumen como propia una determinada doctrina como el mercantilismo del siglo XVIII o el keynesianismo de los últimos cincuenta años, adjudicándose entonces “el derecho eminente de regular la producción de bienes o la distribución de la riqueza, promover ciertas actividades y declinar otras”, en definitiva direccionar la actividad económica del país. Para explicarlo mejor Bobbio (Op.cit., pág. 174) hace una analogía del “Estado interventista” con 50 el “Estado eudemonológico” del siglo XVIII en el que “el Estado se propone como fin la felicidad de sus súbditos…”. En este punto el autor hace alusión al Estado liberal contraponiéndolo al Estado eudemonológico e indicando que es al mismo tiempo “laico respecto a la esfera religiosa y abstencionista respecto a la esfera económica”. De la misma manera hace alusión al Estado de derecho dirigido a “garantizar jurídicamente el más amplio crecimiento de la libertad religiosa y la mayor expansión de la libertad económica”. Bobbio (Op.cit., pág. 174) también hace mención al Estado socialista como aquel “que asume la tarea de dirigir la economía” y de manera más sutil al Estado social o Estado de justicia promovido por los partidos socialdemócratas, dado que “solamente se dedica al sistema distributivo y no al productivo”. En referencia nuevamente al Estado liberal Bobbio (Op.cit., págs. 175176) indica que hay dos interpretaciones opuestas que dependen de la visión respecto a las transformaciones propias de este tipo de Estado. Por una parte están los críticos benévolos que lo juzgan positivamente en términos de que “corrigió algunas de las mayores deformaciones del Estado capitalista en beneficio de las clases menos favorecidas”, mientras que para “los críticos de izquierda que no renunciaron al ideal del socialismo o comunismo” lo conciben como “el Estado del capital que se ha hecho Estado” (…) “como un sistema de poder, del cual el sistema capitalista se sirve para sobrevivir y continuar prosperando, como condición para su propia valorización…”. 51 2.2.1.4 Distinción entre Estado liberal y Estado social Como puede observarse el tema del Estado ha sido de gran importancia para explicar su formación, estructura, funcionamiento, y evolución histórico-política, así como su impacto en la existencia y acontecer institucional en relación con la sociedad. Está importancia sigue latente en la actualidad y más que hacer una recopilación de los aportes fundamentales realizados desde los diferentes enfoques por los autores que han escrito y disertado sobre este tema, se hará una distinción entre el Estado liberal y el Estado social, haciendo mención a sus características e implicaciones a los fines de favorecer el análisis que permita intentar dar respuesta a los objetivos planteados en esta investigación. 2.2.1.4.1 Estado liberal La institucionalización del Estado liberal se ubica en los albores de la Revolución Francesa. Según Uriarte (Op. cit.) este evento significó “el fin del régimen absolutista y el comienzo de los sistemas liberales que a lo largo del siglo XIX se extenderían al mundo occidental”. Bobbio (2006) hace una descripción clara y bastante completa sobre las principales características y rasgos que definen al Estado liberal precisando en primer lugar que sus poderes y funciones son limitados. Acota además que se contrapone al Estado absoluto y al Estado social y no es necesariamente democrático aunque históricamente se ha desarrollado en sociedades en las cuales la participación en el gobierno es muy restringida y limitada a las clases pudientes. 52 En segundo lugar expone que el postulado filosófico del Estado liberal es la doctrina de los derechos del hombre elaborada por la escuela del derecho natural (o iusnaturalismo), los cuales deben ser garantizados y respetados por quienes detenten el poder político legitimado; Es una doctrina de acuerdo con la cual el hombre, todos los hombres indistintamente tienen por naturaleza y por tanto sin importar su voluntad, algunos derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad, a la felicidad, que el Estado a través de quien o quienes detenten el poder legítimo de ejercer la fuerza, deben respetar, no invadiéndolos y garantizarlos frente a cualquier intervención posible por parte de los demás (pág. 11). En concordancia con la primera característica, cuando se habla de un Estado limitado se hace referencia tanto a sus poderes como a sus funciones. El límite en cuanto a sus poderes se representa a través de la noción de Estado de derecho y la noción que representa el límite en cuanto a sus funciones es el Estado mínimo. En el Estado de derecho los poderes públicos son regulados por normas generales (Fundamentalmente las leyes constitucionales) y deben ser ejercidas en el ámbito de las leyes que los regulan. Bobbio (Op. cit., págs. 18-19) resalta la importancia que reviste el proceso de constitucionalización de los derechos naturales, es decir “su transformación en derechos protegidos jurídicamente”. Resulta interesante el aporte realizado en términos de la aproximación a los mecanismos que pudieran impedir u obstaculizar el ejercicio arbitrario e 53 ilegitimo del poder, dificultando o frenando el abuso o ejercicio ilegal del mismo. Al respecto menciona lo siguiente: 1. El control del poder ejecutivo por parte del legislativo. 2. El control eventual del parlamento en el ejercicio del poder legislativo por parte de una corte jurisdiccional a la que se pide el establecimiento de la constitucionalidad de las leyes. 3. Una relativa autonomía del gobierno local frente al gobierno central. 4. Un poder judicial independiente del poder político. Otro de los rasgos fundamentales del Estado liberal es la garantía de las libertades individuales no sólo a través de los mecanismos constitucionales que establece el Estado de derecho sino también por su condición de funcionamiento limitado en el mantenimiento del orden público interno y externo. Tomando este elemento en consideración se le concibe también como el Estado mínimo, un mal necesario, “que debe entrometerse lo menos posible en la esfera de acción de los individuos”. Por su parte, Díaz en Uriarte (Op. cit., pág. 94) enuncia cuatro características básicas que además están recogidas en la Revolución Francesa como son: el imperio de la ley, la división de poderes, la legalidad de la administración y la garantía de los derechos y libertades fundamentales, de las cuales se derivan una serie de rasgos cuya exposición coincide en su mayoría con la presentada por Bobbio (Op. cit.), sin embargo, se considera pertinente agregar aquellos que no han sido contemplados expresamente en la clasificación anterior. 54 Por una parte se considera que “la delimitación legal de la autoridad es emanación del pueblo soberano y no una delegación divina”. Por otra parte la única fuente de legitimación de la legislación viene dada por la opinión de los ciudadanos. Adicionalmente se proclama la libertad intelectual y la primacía de la razón frente a la visión religiosa del orden estamental. Por último y no menos importante, la economía adquiere un carácter relevante porque se establece y extiende el principio del libre mercado limitando al Estado a una intervención mínima necesaria orientada sólo a garantizar las condiciones para que este principio se cumpla con la creencia de que contribuirá con un funcionamiento armónico de la economía y de que todos los individuos tendrán las mismas oportunidades de competir en el mercado. Tomando en consideración los puntos anteriores es necesario acotar que la doctrina liberal se ha centrado durante los últimos tiempos en la defensa de la economía de mercado y de las libertades económicas, incorporando además la libertad política como respuesta a la necesidad de ampliar los derechos sociales. Hayeck, en Bobbio (2006), quien además representa uno de los máximos expositores del liberalismo en la época contemporánea ratifica lo que ha constituido “el núcleo original de la doctrina clásica” cuando afirma que éste representa una teoría sobre los límites del poder del Estado, sustentada en los derechos o intereses de los individuos, los cuales fueron previos a la formación del poder político. Mill coincide con Hayeck en que la 55 doctrina liberal está sustentada en la necesidad de “poner límites al poder, aún cuando este poder sea el de la mayoría”. En este contexto, Bobbio (2005) llama la atención sobre dos aspectos fundamentales como son el económico y el político, los cuales denomina “doctrina liberal económico-política” la cual según su apreciación deriva en dos concepciones contrastadas, una es de tipo negativa respecto al Estado porque “lo reduce a un simple instrumento de realización de los fines individuales” y la otra se traduce en una concepción positiva del no-Estado porque permite la realización personal de los individuos en relación con los otros individuos que hacen vida en la sociedad. Debido a lo anterior Bobbio (Op. cit., pág.129) expuso que la doctrina liberal tiene el reto de resolver el dilema que representa hacer posible la coexistencia de ambos tipos de libertades, una que responde claramente al mercado económico y la otra que responde al mercado político. Las propuestas políticas de los nuevos liberales están orientadas a regresar o mantener el mercado económico sin reformar o incluso abolir el mercado político pero limitando su campo de acción. En este contexto el autor indica que el Estado liberal ha sufrido transformaciones a través de la historia y aún cuando ha tenido sus aciertos dependiendo del contexto en el que se ha desenvuelto, su desarrollo ha mostrado debilidades e insuficiencias respecto a la finalidad de lograr que todos los individuos de la sociedad tuviesen igualdad de oportunidades. Entre otras cosas, esto ha contribuido con el nacimiento del Estado social actual que se ha extendido y fortalecido en occidente. 56 No obstante, Bobbio (Op. cit., págs. 124-125) sostiene que analizar la transición entre el Estado liberal y el Estado social implica considerar el paso de un Estado de derecho con funciones principalmente “protectivorepresivas” a un Estado de derecho cada vez más “promocional”. Adicionalmente introduce el concepto de justicia distributiva, haciendo la acotación de que aclarar lo que se va a distribuir y los criterios para hacer la distribución es lo que marca la línea divisoria entre Estado liberal y Estado social. 2.2.1.4.2 Estado social Corresponde con un modelo de Estado actual que (2002) explica de manera clara, extensa y apropiada para tratar de entender sus orígenes, concepciones, funciones e importancia en la época actual, partiendo una vez más de que el Estado constituye una estructura de poder en constante evolución y renovación que no escapa a un proceso de interrelación con la sociedad donde ejerce sus funciones. Para su análisis García (Op. cit., págs. 18-19) prescinde de las estructuras estatales de los países socialistas y se centra en la forma de Estado que surgió en las sociedades neocapitalistas, cuyas ideas se han desarrollado plenamente en las sociedades industriales y post-industriales y que además sirven de guía para aquellos países que se encuentran en ese proceso de transición. En este sentido acota que existen varios sinónimos que bien vale la pena diferenciar porque representan variantes en torno a la distribución del 57 poder o bien a la finalidad de bienestar social. Entre ellos se menciona el Estado de Bienestar o en su traducción al inglés: Welfare State, así se habla de Estado de partidos, Estado de asociaciones, Estado socialdemócrata, o Estado social. El Estado de partidos y Estado de asociaciones están relacionados al proceso de distribución del poder, mientras que el Estado de bienestar, el Estado socialdemócrata y el Estado social se relacionan fundamentalmente con una de las dimensiones de la política estatal dirigida a logar el bienestar social. En el caso del Estado social se indica que éste va más allá de la concepción limitada del Estado de bienestar traducida en la asignación del presupuesto público para satisfacer las necesidades sociales, porque el Estado social además incorpora todos los problemas generales que implica “el sistema estatal de nuestro tiempo”. García (Op.cit., págs. 16-17) aclara que aún cuando suele citarse a Lorens von Stein como precursor de la idea de Estado social porque introdujo en 1850 la necesidad de abrir paso a la época de las revoluciones y reformas sociales, la idea del Estado social de Derecho se le debe a Herman Héller, socialdemócrata y tratadista destacado sobre la teoría de la política y del Estado de los años veinte y treinta del siglo pasado, quien visualizó por una parte la crisis que había venido enfrentando la democracia y el Estado de derecho en términos del avance de regímenes fascistas, y por otra parte la irracionalidad del sistema capitalista generador de un nuevo feudalismo económico respectivamente. 58 García (Op. cit., pág.17) presentó la solución dada por Heller ante la situación visualizada, la cual implicaba la necesidad de dar nuevos contenidos sociales y económicos al Estado, así como un nuevo orden al tema laboral y la distribución de los bienes públicos, lo que según la apreciación de Bobbio (2005) está referida a los principios de justicia distributiva. En el marco de estas ideas García (op.cit., pág.17) presentó al Estado social de Derecho como la única alternativa válida para neutralizar y debilitar “la anarquía económica y la dictadura fascista” que había venido atentando contra los valores de la civilización. Ahora bien, expuestos estos planteamientos como punto de partida para tener una mejor idea de los objetivos y orientación del Estado social, el autor especifica que en términos generales, éste se traduce históricamente como un intento de adaptación por parte del Estado liberal burgués a las condiciones sociales de la civilización industrial y post-industrial. En ese intento se ha dado un salto cualitativo importante entre los siglos XIX y XX porque se pasó de la simple tarea de remediar las pésimas condiciones de vida tanto de habitantes como de obreros, pasando de una política social parcial a una de tipo sectorial, destinada a transformar la estructura social mediante una serie de medidas que aseguraran unas condiciones dignas de existencia a los individuos en la sociedad. Las medidas mencionadas responden a políticas de protección o de promoción vital, como los servicios de seguridad social, política de pleno 59 empleo, redistribución de producto social entre la población, acceso creciente de las clases sociales menos favorecidas a los diferentes tipos de bienes y servicios como la defensa del ambiente, conservación de los recursos naturales no renovables, cultura, esparcimiento, educación y salud, entre otros. García (Op. cit., pág. 17) destaca que históricamente la idea de Estado social fue constitucionalizada por primera vez en 1949 por la Ley fundamental (Constitución) de la República Federal Alemana, al definir a ésta en su artículo 20 como “un Estado federal, democrático y social” y en su artículo 28 como “un Estado democrático y social de Derecho”. Por su parte la Constitución española de 1978 establece en su artículo 1 que España se constituye en “un Estado social y democrático de derecho”. Para concretar todas estas ideas García (Op.cit., págs. 26-27) explica que el Estado social está sustentado en la justicia distributiva, es fundamentalmente un Estado gestor cuyas condiciones deben someterse a las modalidades de la legislación, promueve la justicia legal material, asegura la vigencia de los valores sociales a través del desarrollo de adecuados mecanismos institucionales, se busca proteger a la sociedad de posibles abusos de poder por parte del Estado y está orientado a brindar satisfacción social a través de políticas económicas, distributivas y de prestación de servicios. Tomando en consideración estos supuestos, al Estado social le fue conferida la misión fundamental de procura existencial de sus ciudadanos, es decir, desarrollar acciones que permitan dar respuesta efectiva a las 60 necesidades sociales fundamentales que los ciudadanos por sí solos o por la acción espontánea de grupos no pueden garantizarse por sí mismos; El Estado social agrega a los fines del Estado liberal el desarrollo de medidas que aseguren al hombre las posibilidades de existencia (…) de acuerdo con las condiciones de su desarrollo y que ésta no pueda satisfacer espontáneamente por sí misma (pág. 28). En este contexto además de las funciones expuestas anteriormente, debe promover las condiciones básicas para el desarrollo económico nacional para lo cual debe proveer toda la logística y recursos necesarios, el cual puede desarrollar a titulo propio, compartido, o delegarlo a actores económicos privados. Méndez (2004) resume las ideas señaladas anteriormente cuando argumenta que el Estado de derecho protege los derechos políticos fundamentalmente vinculados a la libertad tales como: la libertad personal, política y económica que constituyen una defensa contra la intervención del Estado y una garantía del statu quo de la sociedad burguesa que en este contexto se mantiene separada del Estado. 2.2.2 El Gobierno 2.2.2.1 Concepciones sobre el gobierno Parece pertinente partir de la definición que da uno de los pensadores clásicos sobre la política como lo es Aristóteles (2008, pág. 105) quien 61 expuso que “la Constitución es la que establece en relación con el Estado la organización regular de todas las magistraturas, sobre todo la magistratura soberana”, por lo que en ese contexto el gobierno constituye “el soberano de la ciudad”, entendiendo que “el gobierno es la Constitución misma”. Una noción más contemporánea que expresa con otros términos la idea central presentada por Aristóteles es la que plantea Uriarte (2010, pág. 73) quien identifica al gobierno con uno de los poderes del Estado, el poder ejecutivo y le imprime un papel central indicando que éste “es el supremo conductor o director del Estado”. En términos generales puede decirse que el gobierno es una estructura que ejerce las funciones del Estado a través de sus distintos poderes, sin embargo es necesario precisar que el gobierno no es lo mismo que el Estado pero está vinculado a éste por el elemento del poder. En ese sentido, Bobbio (2004, pág. 144) como introducción para analizar las diversas tipologías de gobierno, expuso que estas responden a “(…) las estructuras de poder y las relaciones entre los diversos órganos a los que la constitución le asigna el ejercicio del poder”. 2.2.2.2 Formas de Gobierno Las tipologías clásicas de las formas de gobierno compiladas por Bobbio (Op.cit., pág.144) son tres y están basadas en los aportes de Aristóteles, Maquiavelo y Montesquieu. 62 Aristóteles (Op.cit., pág.107) presenta una clasificación que ha sido exitosa para entender y orientar los sistemas políticos. En primer lugar introduce el tema según la forma recta o desviada de gobierno. En este sentido si éste “es ejercido consultando el interés común, bien sea por un soberano único, la minoría o las multitudes” se habla de una forma recta de gobierno, mientras que cuando el poder se ejerce atendiendo a intereses particulares se habla de forma desviada del mismo. Siguiendo a Aristóteles (Op.cit., pág.108) en la forma recta de gobierno cuando éste es ejercido por un solo soberano se le llama Monarquía, cuando es ejercido por unos pocos se le denomina Aristocracia, y cuando la mayoría es la que gobierna recibe el nombre de República, “siendo éste un nombre genérico que abarca todas las formas de gobierno”. Adicional a esta clasificación señala las desviaciones que se pueden generar de estos tipos de gobierno como son la tiranía que consiste en una desviación de la Monarquía porque la tiranía sólo busca el beneficio personal del monarca; la oligarquía que es la desviación de la Aristocracia porque atiende sólo a los intereses de los ricos y la demagogia que constituye una desviación de la República porque atiende sólo a las necesidades de los pobres. Retomando a Bobbio (Op.cit., pág. 144) quien refiere el pensamiento de Maquiavelo en su tratado sobre el Príncipe, habla de dos tipos de gobierno: la monarquía y la república, acotando que cuando habla de república está incorporando tanto las aristocracias como las democracias porque lo que las diferencia es el número de personas en quienes recae la 63 soberanía, una sola, unos pocos, o una asamblea. En cuanto a las asambleas hace la precisión de que independientemente de que sean populares o de notables deben acoger reglas de funcionamiento como es el caso de “la regla de la mayoría para llegar a la formación de la voluntad colectiva”. Bobbio (Op.cit., pág. 145) refiere que Montesquieu también incorpora tres formas de gobierno pero diferentes a las que propuso Aristóteles: la monarquía, la república y el despotismo. En su concepción el despotismo representa la forma desviada de la monarquía expuesta por Aristóteles, es decir, el gobierno de una sola persona pero sin leyes que pudiese frenar los posibles abusos o distorsiones en el ejercicio del poder. Otro de sus aportes fundamentales fue la incorporación de un nuevo criterio para distinguir las formas de gobierno el cual se basó en “los principios que inducen a los hombres a obedecer”, en este caso mencionó “el honor en las monarquías, la virtud en las repúblicas, y el miedo en el despotismo”. Bobbio (Op.cit., pág. 145) relaciona está última clasificación con el concepto de “poder legitimo” expuesto por Max Weber, pero estableciendo claramente las diferencias entre ambas concepciones. Así pues, explica que mientras Montesquieu mostró su preocupación por el funcionamiento del aparato estatal, Weber se centró en la capacidad de los gobernantes y sus mecanismos para obtener la obediencia. En la época moderna se dieron algunas innovaciones posteriores a la tipología tradicional expuesta en los párrafos anteriores, sin embargo, Bobbio (Op.cit., pág. 146) declara que ésta “No ha perdido su prestigio y ha sido 64 retomada en los tratados de derecho público”. Sin embargo hace referencia a Kelsen porque debido a que éste introduce “una innovación interesante” a la tipología tradicional, partiendo de la concepción del Estado enfocado en el conjunto de leyes y normas que lo rigen indica que “la única manera de distinguir una forma de gobierno de otra consiste en conocer el diverso modo en que una constitución regula la producción del ordenamiento jurídico”. En este sentido Bobbio (Op.cit., págs., 146-147) los modos señalados son dos, el ordenamiento jurídico creado desde arriba, lo cual implica que los destinatarios de las normas no participan en su creación; o desde abajo, donde los destinatarios si son incluidos. Al respecto indica que “estas dos formas de producción de normas y leyes se corresponden con dos formas puras o ideales de gobierno, como son la autocracia y la democracia”, aclarando que los Estados no responden de manera estricta a estas formas de gobierno porque su conceptualización es ideológica. Existen muchas otras tipologías sobre el gobierno que de alguna manera se derivan de las tipologías tradicionales y que responden a las innovaciones que han sido necesarias a través de la evolución de los Estados hasta llegar a como lo conocemos hoy. Shumpeter en Bobbio (Op.cit., pág. 153) alude a la noción de élites de poder, estableciendo que en los gobiernos democráticos suelen existir muchas élites en competencia para acceder al gobierno, mientras que en las autocracias la característica fundamental es “(…) el monopolio del gobierno por parte de una sola y exclusiva élite”. 65 Uriarte (Op.cit. pág. 80) muestra su preocupación por las diferentes formas en que se ejercen las responsabilidades de gobierno por lo que hace su argumentación en base a tres tipos fundamentales de sistemas democráticos que se hacen presentes en el acontecer de los Estados en la actualidad, los denominados gobiernos parlamentarios, presidencialistas y semipresidencialistas, cuya explicación se describe a continuación: Primeramente, describe al sistema parlamentario como “la forma de democracia constitucional en la que la potestad ejecutiva proviene del poder legislativo y es responsable ante ella”, mientras que en el sistema presidencialista “el jefe del ejecutivo es elegido por un período constitucional prescrito y en circunstancias normales no puede ser obligado a renunciar por una moción de censura”. Otra diferencia radica en que los presidentes son electos por votación popular en ambos sistemas, mientras que los primeros ministros son electos por el ejecutivo en los sistemas presidencialistas y por el legislativo en los sistemas parlamentarios. Por otra parte resulta bien significativo, que en los gobiernos parlamentarios los miembros del gabinete ministerial pueden también participar como miembros del legislativo, en cambio en los gobiernos presidencialistas existe la independencia de poderes, por lo que no se pueden ocupar dos cargos de esa naturaleza al mismo tiempo. Adicionalmente, en los sistemas parlamentarios el legislativo tiene la potestad de destituir al gabinete ministerial, y el primer ministro tiene poder 66 para disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones, a diferencia en los sistemas presidencialistas el legislativo no tiene la potestad para destituir al presidente, y éste tampoco para disolver el parlamento. Otro elemento que diferencia ambos sistemas reside en el poder ejecutivo, es decir, los gobiernos parlamentarios cuentan con un jefe de Estado, presidente o monarca que tiene poco poder y un primer ministro o jefe de gobierno que conjuntamente con el gabinete tiene el mayor poder de decisión y acción. En los gobiernos presidencialistas el presidente electo ocupa al mismo tiempo la posición de jefe de Estado y gobierno. En ese mismo sentido en los sistemas parlamentarios el poder y su responsabilidad son colectivos y recae sobre el jefe de gobierno con el gabinete ministerial, mientras que en los sistemas presidencialistas éste recae exclusivamente sobre el presidente. De la misma manera Uriarte (Op.cit., pág. 81) describe “una tercera forma mixta de gobierno” el semipresidencialismo, aclarando que existen diferencias para su definición y delimitación. No obstante establece claramente su semejanza y diferencia fundamental: “el semipresidencialismo tiene en común con el presidencialismo que en ambos casos el presidente es elegido popularmente”, mientras que “ambos sistemas se diferencian claramente porque en el semipresidencialismo el presidente comparte su poder con un primer ministro”. Acota además que el ejemplo más utilizado en torno a este tema es el francés. 67 Uno de los elementos más distintivos del semipresidencialismo descritos por Sartori (2007) tiene que ver con “el reparto de poderes (como en la Quinta República Francesa) y no en la separación de poderes”. Al respecto presenta una “estructura de autoridad” en donde el jefe del ejecutivo puede colocar al primer ministro como: 1. El primero por encima de los que no son sus iguales; 2. El primero entre los que no son sus iguales; 3. El primero entre sus iguales. Estas formulas representan un reparto de poder porque todas excluyen la concentración de éste en una sola persona. Así se tiene que: Un primero por encima de los que no son iguales es un jefe del ejecutivo que es líder del partido, que no puede ser fácilmente destituido por el voto del parlamento, y que nombra y cambia los ministros a su gusto. Este primero manda sobre sus ministros e incluso los desautoriza. Un primero entre los que no son sus iguales puede no ser el líder del partido pero tampoco puede ser destituido por un simple voto parlamentario de no confianza, y se supone que va a permanecer en el cargo incluso cuando cambien los miembros de su gobierno. Este primero puede destituir a ministros, pero no puede ser destituido por ellos. Finalmente, un primero entre iguales es un primer ministro que cae junto con su gabinete, que generalmente tiene que aceptar los ministros “impuestos” que forman el equipo de gobierno, y que tiene muy poco control del equipo (pág. 174). 68 2.2.2.3 Funciones de Gobierno Hague y Breslin en Uriarte (Op.cit., pág. 79) expusieron una clasificación que considera cinco funciones principales para la dirección del Estado por parte de los gobiernos. En primer lugar lo referente a la dirección general de la política nacional, en segundo lugar supervisar la implementación de las políticas públicas, en tercer lugar lograr el consenso y el apoyo para el éxito de las políticas públicas, en cuarto lugar asumir los aspectos ceremoniales del liderazgo simbolizando la unidad del Estadonación, y en último lugar ejercer el liderazgo efectivo en situaciones de crisis o emergencia. Uriarte (Op. cit., pág. 80) considera que la definición sobre las funciones de los gobiernos es bastante sencilla y son similares en casi todos los sistemas democráticos. 2.2.3 Concepciones sobre la Democracia Las concepciones de democracia aquí presentadas constituyen una aproximación al referente teórico necesario para hacer el análisis de los elementos esbozados como objetivos fundamentales de la investigación. La democracia como forma de gobierno es antigua. De acuerdo a Sartori (2007) “el término democracia aparece por primera vez en Herodoto y significa, traducido literalmente del griego, poder (kratos) del pueblo (demos)”. Sin embargo la literatura sobre democracia expresa que la evolución de este concepto ha tenido sus avances y sus declives, a tal punto 69 que como lo señala el mismo Sartori (Op. cit., pág.29) “la democracia ha sufrido un largo eclipse. La experiencia de las democracias antiguas fue relativamente breve y tuvo un recorrido degenerativo”, o como lo señala Méndez (2004) “desde el punto de vista axiológico, ha experimentado cambios en el sentido de ser considerada como un valor o un anti valor”. Por su parte Bobbio (2006) habla en su favor diciendo que el pensamiento político griego dejó una célebre tipología sobre las formas de gobierno, siendo una de ellas la democracia, y la definió como: “el gobierno de muchos, de la mayoría, o de los pobres”, haciendo la aclaratoria de que en los casos donde los pobres son los que detentan el poder esta pertenece a la masa. Adicionalmente introduce un elemento de interés que ha Estado presente en muchas discusiones sobre la evolución y permanencia de la democracia, y es respecto a las diferencias entre la democracia de los antiguos y los modernos, manifestando que aún cuando “son muchas las discusiones que se han dado al respecto, al paso de los siglos y las discusiones que señalan diferencias entre la democracia de los antiguos y los modernos, el sentido descriptivo general del término no ha cambiado, (…), su significado evaluativo, según si el gobierno del pueblo sea preferido al gobierno de uno o de unos cuantos, o viceversa”. En este sentido señala lo siguiente: (…) lo que ha cambiado no es el titular del poder político, que en su opinión siempre es el “pueblo”, entendiendo a este como el conjunto de ciudadanos 70 que en última instancia tienen el derecho de tomar las decisiones colectivas; sino la manera amplia o restringida de ejercer este derecho (págs. 32-33) Y es allí donde introduce los términos de democracia directa utilizada por los antiguos y la democracia representativa que muchos autores sostienen como el único gobierno popular posible en un Estado grande. De acuerdo a lo señalado por Sartori (Op.cit., págs. 37-38) la democracia de los modernos, o lo que es lo mismo la que se practica hoy, no es la misma de los antiguos. En este sentido expresa que el discurso sobre la democracia de los antiguos es relativamente simple, mientras que el discurso de la democracia de los modernos es complejo. Al respecto manifiesta que actualmente la democracia es una abreviación que significa liberal-democracia, e implica en primer lugar, que la democracia es un principio de legitimidad, es decir que en el ejercicio de la misma el poder deriva del pueblo y este se traduce no sólo en términos de titularidad sino en términos de ejercicio. Adicionalmente la democracia está legitimada por elecciones libres y periódicas. En segundo lugar señala que la democracia es un sistema político llamado a resolver problemas de ejercicio del poder como se mencionó anteriormente. Al respecto se plantea el dilema entre la democracia directa y la democracia representativa, en el que la historia muestra claramente que en la antigüedad la democracia directa era viable por cuanto el número de atenienses permitía la toma de decisiones directa por parte de cada uno de los miembros considerado como ciudadano, es decir los hombres libres, no se tomaba en cuenta a las mujeres, esclavos o personas que no tuvieran 71 bienes de fortuna. No obstante se acota que cuando el número de ciudadanos es muy grande el ejercicio de la democracia directa ya no es tan sencillo. Así pues, Mill (2001) afirma que la “democracia” en grande tiene que ser una democracia representativa que separa la titularidad del ejercicio, “para después vincularla por medio de los mecanismos representativos de transmisión del poder, aunque ineludiblemente se conserven algunas instituciones de democracia directa como las elecciones, el referéndum y la legislación popular”. En tercer lugar Sartori (Op. cit., pág. 31) señala que la democracia viene a ser un ideal inducido porque “sin tensión ideal una democracia no nace, (…), sin democracia ideal no existiría la democracia real”. Respecto a las concepciones contemporáneas sobre la democracia, Méndez (Op. cit., pág.8) señala que Abraham Lincoln formuló una definición que constituye una síntesis ideal cuando en noviembre de 1863 definió la democracia como “gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo”, lo cual comprende tres dimensiones: a. Gobierno del pueblo: la política formal en el sentido actual de las democracias liberales; b. Por el pueblo: la participativa o directa; c. Para el pueblo: la social o sustantiva. Para finalizar, y como contribución adicional, Méndez (Op. cit., págs. 11-13) presentó una clasificación que muestra cuatro concepciones diferentes sobre el uso contemporáneo de la democracia: 72 a. Democracia directa: se concibe a la forma de gobierno en la cual el derecho de la toma de decisiones lo ejerce directamente la asamblea de ciudadanos, bajo la regla de la mayoría. Esta práctica se ejerce a nivel local. También puede ser ejercida a través del referéndum. b. Democracia representativa: es la forma de gobierno en la cual los ciudadanos ejercen el derecho a tomar decisiones políticas pero a través de representantes elegidos, los cuales son responsables ante sus representados. c. Democracia constitucional: es una forma de gobierno de tipo representativo, en la cual el poder de la mayoría se ejerce a través de los límites constitucionales designados para garantizar a las minorías el disfrute de ciertos derechos individuales o colectivos, tales como la libertad de expresión y religión. d. Democracia social o económica: se da en cualquier sistema político o social en que las políticas públicas tiendan a minimizar las diferencias económicas y sociales, especialmente aquellas originadas por la desigualdad en la distribución del ingreso. Ahora bien, para tener una mejor aproximación a los elementos que darán sustento al análisis del problema planteado en este estudio y partiendo del enfoque de Estado desarrollado en este capítulo, se considera necesario hacer una breve descripción sobre la relación que existe entre el Estado liberal y el Estado social con la democracia. Desde la óptica del Estado liberal Bobbio (Op.cit., págs. 45-46) explica que ha existido una contraposición histórica porque los principios de igualdad que caracterizan y rigen al liberalismo son incompatibles con el igualitarismo democrático, sin embargo, especifica que “la democracia puede 73 ser considerada como la consecuencia natural del Estado liberal” siempre y cuando no se la considere desde sus ideales igualitarios sino desde su orientación política, que en concreto se trata de “la soberanía popular” ejercida a través del voto. Aún cuando esta característica ha sido rechazada por algunos escritores liberales con el paso del tiempo se ha formado un proceso de interdependencia que ha llevado a sostener que en la actualidad no es posible concebir Estados liberales que no fuesen democráticos y Estados democráticos que no fuesen liberales debido a lo siguiente: a) se considera que el método democrático es necesario para salvaguardar los derechos fundamentales que promueve el Estado liberal y b) la salvaguardia de esos derechos es necesaria para el funcionamiento del método democrático. Según Bobbio (Op.cit., págs. 46-47) el primer aspecto hace mención a la necesidad de que los ciudadanos cuenten con herramientas que les permitan hacer frente a eventuales abusos de poder tal como la participación de la mayoría de ellos en la formación de las leyes, lo cual además viene a constituir el desarrollo de los derechos políticos que desde este punto de vista se complementan naturalmente con los derechos de libertad y los derechos civiles. Respecto al segundo aspecto el autor se refiere al reconocimiento inviolable de los derechos ciudadanos por parte del Estado para garantizar el pleno funcionamiento del sistema democrático, el cual se concreta través de la participación en el voto como instrumento que expresa la forma correcta y más eficaz de ejercer el poder político. 74 No obstante estas consideraciones, Bobbio (2005) expresa que no se puede pasar por alto la incompatibilidad entre el Estado liberal y la democracia, producto de que esta última fue llevada hasta las extremas consecuencias de la democracia de masas debido al impulso de “la participación popular en el sufragio universal”, situación que originó el Estado benefactor. En este sentido señala que para los nuevos liberales el problema radica en intentar salvar, si fuese posible, a la democracia sin prescindir del capitalismo, dado que la expansión que ha tenido la democracia ha generado la crisis de éste. Respecto a la relación entre Estado social y democracia García (1982) parte de considerar al Estado social como un sistema democráticamente articulado que va más allá del ejercicio de la democracia política como la ha establecido el Estado liberal, extendiéndose a otras dimensiones tales que incluyen ser beneficiario de bienes sociales, así como la participación en las políticas distributivas y de prestaciones sociales. Según García (Op.cit. pág. 50) la democracia social contempla la democracia económica y la democracia empresarial. Entendiendo que la democracia económica está relacionada con las decisiones del Estado que afectan la globalidad o los diferentes sectores económicos de la nación, mientras que la democracia empresarial tiene lugar en el entorno de las empresas y considera el uso compartido de los medios de producción por parte de los agentes que hacen productivos a esos medios, bien sean estos, empresarios, representantes de obreros o empleados en la gestión de la empresa. 75 De esta manera García (Op. cit., pág. 50) sostiene que la sociedad entra en contacto con el Estado a través de la formulación de las demandas sociales que hacen los partidos políticos, organizaciones de intereses y unidades de trabajo integradas por organismos estatales mixtos o por estructuras empresariales avaladas por las autoridades estatales, pero también participa en las decisiones político-económicas del proceso de gestión y producción empresarial. Como conclusión García (Op. cit., pág. 51) expresa que sólo el sistema democrático está en condiciones de promover los valores políticos, económicos y funcionales de una sociedad desarrollada, y por ende, sólo sobre esta base puede construirse “un verdadero y eficaz Estado social”. 2.2.4 Instituciones Bobbio (2004) indica que la historia de las instituciones constituye un tema obligado para el estudio y comprensión del Estado. Sin embargo aclara que debido a la dificultad que representa la recopilación de las fuentes la historia de las instituciones se desarrolló posterior a la historia de las doctrinas políticas, ocasionando que por lo general los ordenamientos de los sistemas políticos hayan sido conocidos por medio de “la reconstrucción e incluso la deformación o idealización” realizada por quienes han escrito sobre el tema. Se refiere concretamente a Hobbes quien escribió sobre el Estado absoluto, Locke sobre la monarquía parlamentaria, Montesquieu sobre el Estado limitado, Rousseau sobre la democracia, Hegel sobre la monarquía constitucional, entre otros. 76 Agrega que el estudio autónomo de las instituciones ha sido aportado por los historiadores refiriendo por ejemplo a Maquiavelo quien hizo una reconstrucción de la historia y el ordenamiento de las instituciones de la república romana, mientras que Vico reconstruyó la historia civil de las naciones desde el Estado ferino hasta los grandes estados de su tiempo. Indica además que luego vino el estudio de las leyes que regulan las relaciones entre gobernantes y gobernados, así como el conjunto de las normas que constituyen el derecho público, las cuales fueron escritas por juristas que habían tenido experiencia en los asuntos de Estado. Adicionalmente, sostiene que en la actualidad la historia de las instituciones se ha liberado de la historia de las doctrinas políticas, y ha trascendido el estudio de los ordenamientos civiles frente a las formas jurídicas, avanzando hacia el análisis del funcionamiento de las instituciones en un período y contexto determinados lo cual ha permitido describir la formación gradual del aparato administrativo. Por su parte, Uriarte (2010) ha explicado que para poder entender la estructura de las instituciones políticas en la actualidad, es necesario diferenciar y entender la interrelación entre Estado, gobierno y nación. En ese sentido precisa que las concepciones sobre Gobierno y Estado están vinculadas directamente al mundo de las instituciones mientras que la nación responde a la existencia y desarrollo de la sociedad. Este punto resulta bien pertinente porque como puede observarse la relación entre el Estado y la sociedad constituye el ámbito de acción de los 77 gobiernos, o como lo afirma Uriarte (Op.cit., pág. 74) “definen la política de un país”. Uno de los precursores de los últimos tiempos, reconocido en el tema de las instituciones es Douglas North (1995) quien las define de la siguiente manera: Las instituciones representan las reglas del juego de una sociedad. Están formadas por la normativa formal –leyes, reglamentos, ordenanzas- y, con igual rango de importancia, por las normas informales de comportamiento –códigos de conducta, convenios- cuya importancia radica en la imposibilidad de que una economía funcione eficientemente si sólo cuenta con una normativa formal; además de las normas y reglamentos que rijan la economía, se hace necesario complementarla con normas de conducta que rijan el comportamiento. Las normas de conducta ideales que promueven bajos costos de transacción, son aquellas que establecen a la honestidad, la integridad, el cumplimiento de los acuerdos y otras similares como normas primordiales de funcionamiento (pág. 6). Según este planteamiento el marco institucional es la estructura de incentivos de la economía, del Estado y de la sociedad, por lo que, dependiendo de la estructura de incentivos que tengan las instituciones así funcionarán los mismos. De allí que explica que “si la estructura de incentivos recompensa la actividad productiva y la creatividad, las economías y las sociedades crecerán y se harán más eficientes”, mientras que, “si la estructura de incentivos recompensa la actividad redistributiva y actividades no productivas, así será la economía y sistema político del país”. 78 Adicionalmente North (Op.cit., pág. 9) introduce un elemento de gran interés como es la evolución de las instituciones. Al respecto comenta que las instituciones están “en función de la manera como la gente percibe la evolución del mundo a su alrededor, y que se derivan del sistema de creencias de la población”. Acerca del sistema de creencias expresa que “es función de un continuum histórico que representa la mezcla de la tradición cultural y la herencia de esa sociedad que, a su vez, cambia constantemente como consecuencia de las nuevas experiencias que vive esa población”. En este sentido, apunta que este sistema de creencias aporta continuamente incentivos para que las instituciones sean cada vez más productivas y eficientes por lo que se espera que produzcan resultados en términos de crecimiento económico y rendimiento a largo plazo. Sin embargo expone que en muchas sociedades tanto la herencia cultural como las constantes experiencias acumuladas en el plano económico y político han generado instituciones que refuerzan “una herencia de incredulidad respecto a la eficiencia, así como respecto a la validez de las actividades económicas de redistribución”. Es por ello que plantea la necesidad de desarrollar un nuevo marco institucional dirigido a reestructurar la relación entre el sistema político, el sistema judicial y la economía como un proceso continuo, consciente, ponderado y con objetivos claros a largo plazo. Respecto al sistema político señala que debe estar fundamentado en normas que produzcan un bajo costo de transacción; esto implica una clara definición de los derechos de propiedad, una buena definición de los bienes y 79 servicios que está siendo objeto de intercambio; y el establecimiento de un sistema de incentivos a la actividad productiva para favorecer ésta en relación con la actividad redistributiva. Adicionalmente se recomienda que el sistema político intervenga en los mercados económicos cuando dichos mercados no funcionen bien. En cuanto al sistema judicial plantea que este es el encargado de imponer las reglas del juego y que debe ser un ente conocedor, imparcial y justo con todas las partes para que los costos de transacción sean cada vez menores. En lo referente a la economía comenta que es preciso desarrollar el espíritu empresarial y que para lograrlo es necesario crear un ambiente constructivo y competitivo. Por su parte, Prats (1998, pág. 6) las define como “las reglas del juego formales e informales que regulan la interacción entre los individuos y las organizaciones, (…), el marco de constricciones e incentivos en el que se produce la interacción social”. Adicionalmente refiere que no son cosas y no tienen objetivos, aunque cumplen importantes funciones sociales. Su planteamiento profundamente liberal plantea que el cambio institucional depende de la demanda existente y de la capacidad de respuesta a la misma. También señala que la demanda del cambio institucional surge por la percepción que tienen los individuos respecto a que éste permitirá capturar ganancias individuales o colectivas que no se lograrían con el marco institucional actual. Sin embargo aclara que la promoción e impulso del cambio institucional depende de la voluntad política del gobierno vigente. 80 Así mismo expone que diversas investigaciones han detectado un número importante de factores que deben ser tomados en cuenta por el orden político vigente para introducir un cambio institucional. Entre ellos menciona los costos del diseño de la nueva institucionalidad, el stock de conocimientos existentes, los costos de implementación de la nueva institucionalidad, existentes, el el orden código de constitucional, los comportamiento arreglos normativo, institucionales la sabiduría convencional, y los beneficios netos esperados por los miembros de la élite dominante. Otro elemento interesante introducido por Prats señala que históricamente el cambio institucional es de naturaleza incremental, y aunque se dan momentos de aceleración y momentos de sedimentación y estabilidad de los cambios, no está sustentado ni histórica ni científicamente que el cambio mencionado se dé por la vía de crear revolucionariamente o por decreto instituciones nuevas, haciendo caso omiso al orden establecido en el pasado. Esto es así de acuerdo a lo planteado por el autor, primero porque la revolución no puede prescindir de la necesidad de construir alianzas que además son difíciles de mantener cuando se reestructuran las reglas formales y el sistema de recompensas; segundo por la dificultad que implica mantener en el tiempo el compromiso ideológico de las masas, el cual es necesario para superar el problema de los “free-riders”; tercero, y fundamentalmente, porque “cambios en las reglas formales no garantizan cambios coherentes en las reglas y constricciones informales”. 81 2.2.5 Nueva relación Estado-Sociedad García (Op. cit. pág. 25) presenta una argumentación que viene a significar un nuevo planteamiento del problema clásico sobre la relación entre el Estado y la sociedad. Partiendo de los rasgos que definen al Estado liberal la cosa era mucho más simple, puesto que, dado su carácter de Estado mínimo limitado a garantizar las condiciones necesarias para el funcionamiento espontáneo de la sociedad, ambos sistemas eran visualizados como opuestos e independientes como lo expresara el mismo García (Op. cit., pág. 22) “cada uno con límites bien definidos, con regulaciones autónomas y con una mínima relación entre sí”. En contraposición García (Op. cit., págs. 22-23) explica que el Estado social por su condición de ente regulador y estructurador de la sociedad, que afecta los intereses de los grupos y actores sociales, quienes a su vez se muestran interesados en influir en las políticas promovidas desde el Estado, en virtud de satisfacer sus necesidades sociales básicas hace evidente la interrelación que se ha dado entre el Estado social y la sociedad. En este sentido García (Op.cit., pág. 25) revela la significación que implica “la tendencia actual a la estatización de la sociedad, pero también la tendencia a la socialización del Estado”, lo cual revela que ambos, Estado y sociedad forman parte de un sistema complejo de relaciones que pertenece a un sistema más amplio, “un meta sistema”, en el que cada uno “posee cualidades y principios estructurales complementarios”. 82 En este contexto, una de las autoras contemporáneas que ha trabajado el tema sobre la necesidad de establecer una nueva relación entre el Estado y la sociedad es Nuria Cunill, quien en su trabajo plantea la rearticulación de las relaciones Estado-Sociedad, argumentando la necesidad de que la sociedad civil tenga mayor participación e incidencia en la toma de decisiones públicas, demanda que desde distintos sectores ha surgido en los últimos años. Sin embargo, Cunill (1995) señala que el mencionado consenso se difumina porque las demandas son variadas y responden a un “enfoque auto centrado en los ejes de la relación sin perspectivas claras que orienten la transformación y le den fundamentación al crecimiento del poder de la sociedad civil”, “las demandas oscilan entre la privatización casi absoluta de las actividades económicas y políticas, hasta la promoción de nuevas relaciones entre el Estado y la Sociedad fundamentadas en la valorización de la asociación en el campo económico y de la concertación en el campo político”. Aún así, expone Cunill, ha surgido otra demanda cada vez más creciente que aboga por la intensificación de la democracia política y social como guía fundamental para orientar el proceso de rearticulación de las relaciones Estado-Sociedad. En este sentido la autora hace varios planteamientos teóricos que permiten orientar la discusión y reflexión sobre la construcción de una nueva institucionalidad basada en una nueva relación entre el Estado y la sociedad. 83 Al respecto desarrolla el análisis sobre el concepto de “lo público”, en este no intenta anular las categorías del Estado y la sociedad, por el contrario la lógica del razonamiento expuesto trata de darles un nuevo significado a través del rescate del debate sobre la auto organización social y política de la sociedad. Los señalamientos expuestos indican la importancia de que se abandonen las lógicas autorreferenciales del sistema político-estatal, así como la construcción de un sistema político institucional que dé cabida a las distintas formas de representación social y que adicionalmente pueda reconstruir el orden social debilitado entre otras cosas por la creciente desintegración social. Concretamente expresa que la validez de “lo público” como herramienta de análisis y marco de referencia plantea la rearticulación de las relaciones Estado-Sociedad desde el fortalecimiento de la sociedad civil a partir de la construcción de democracia y de ciudadanía, así como la propia democratización del Estado. En este sentido, aclara que de lo que se trata es de reivindicar la necesidad de que los intereses públicos estén cada vez más permeados por la ampliación y garantía de los derechos ciudadanos, a partir de la incorporación satisfactoria de una mayor cantidad de agentes sociales, y de la creación de espacios de interlocución y negociación entre el Estado y la sociedad civil. Este asunto plantea como reto superar las asimetrías presentes en la representación social y política, así como la transformación de las relaciones sociales en favor de una mayor auto organización social. 84 CAPÍTULO III METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN Cervo y Bervian en Arias (2006) definen la investigación como “una actividad encaminada a la solución de problemas. Su objetivo consiste en hallar respuestas a preguntas mediante el empleo de procesos científicos”. Por su parte, Sabino (2000) puntualiza que la investigación constituye un esfuerzo para resolver un problema de conocimiento. En este sentido, analizar el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura política venezolana actual ha implicado enfrentarse a una serie de inquietudes y cuestionamientos sobre aspectos sociales y políticos que se han desarrollado en la realidad venezolana durante los últimos años como lo expresa Minayo (2007) cuando dice que “la investigación científica en el campo de lo social, se nos presenta como una jungla de incertidumbres”. Abordar una problemática social como esta dirige el pensamiento hacia el tipo de metodología y técnicas a utilizar para dar una mejor respuesta a los objetivos planteados, porque se trata de intentar captar y comprender fundamentalmente los hechos sociales y políticos acaecidos en la historia del sistema político venezolano y que dieron origen a una nueva propuesta de funcionamiento institucional. 85 Desde este punto de vista la investigación se abordó siguiendo el paradigma cualitativo, con un nivel descriptivo, un diseño documental, y una estrategia basada en la identificación de categorías y significantes fundamentales del discurso oral y escrito expresado por el presidente de la República y demás autoridades de gobierno durante el período analizado. Siguiendo la metodología para la elaboración de proyectos de investigación, primeramente se selecciono el tema, se hizo una revisión de las experiencias más significativas sobre el asunto estudiado, los avances y limitaciones que permitieran la identificación y redacción del problema de investigación, así como la revisión teórico-conceptual que le diera sustento a la argumentación presentada y que orientara el análisis de los hallazgos encontrados, se seleccionó la metodología que permitiese desarrollar la investigación conforme a los objetivos planteados, estimación del tiempo a invertir y los recursos necesarios para llevarla a cabo. 3.1. Paradigma de Investigación La investigación desarrollada se inscribe en el paradigma de investigación cualitativa. Siguiendo a Rusque (1999), se le vincula al mundo de los significados y la intencionalidad en la acción social: El interés central de este paradigma viene dado por el significado que los sujetos participantes le dan a las acciones y sucesos que constituyen la trama de su vida cotidiana… (pág. 14) 86 Es así como las metodologías cualitativas buscan conocer el sistema compartido de símbolos que permite la interpretación de la situación social (pág. 108). Por su parte y en ese mismo sentido, Minayo (2009) incorpora a la definición lo referente a la intencionalidad en la construcción de significados en la vida social: (…) las Metodologías de Investigación Cualitativa entendidas como aquellas capaces de incorporar la cuestión del significado y de la intencionalidad como inherentes a los actos, a las relaciones, y a las estructuras sociales, siendo estas últimas tomadas tanto en su origen como en cuanto su transformación, como construcciones humanas significativas. (pág. 20) El enfoque de este paradigma, así como las metodologías y las diversas culturas que lo componen han sido de particular interés para el desarrollo de la investigación, por cuanto el objetivo central de la misma consideró la realización de un análisis sobre el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela, lo cual implicó la identificación, categorización, descripción e interpretación de elementos significativos, tanto en el discurso como en los hechos que se han suscitado durante los catorce años de gobierno. Así pues, los elementos que aporta el paradigma de investigación cualitativa han representado un aporte sustancial en el logro de los objetivos propuestos en la investigación, por lo que a continuación se presenta un bosquejo de las principales características de este paradigma de investigación compiladas por Rusque (Op.cit, págs., 99-100) en base a elementos 87 trabajados por Lincoln y Guba (1958), Cook y Reichardt (1979), Firestone (1987), y Merriam (1960); 1. El punto central de la distinción de este paradigma es que está fundamentado ontológicamente en la filosofía idealista y sus consecuentes como la fenomenología y la teoría comprensiva. 2. Con base en esta posición idealista, el paradigma cualitativo tiene una decidida fundamentación humanista que nace de percibir la vida social como resultado de la percepción que tiene el actor de su propia vida social, por medio del significado compartido a través del proceso de interacción. Esto tiene como consecuencia una percepción de la realidad como cambiante, precaria, sujeta a negociaciones y revisiones. 3. Este concepto de la realidad construido sobre el marco de referencia de los actores es posible a través del papel fundamental del investigador sobre el objeto de investigación. Se trata de significados internos constituidos por el hacer de las personas en la vida cotidiana. Al interesarse por los significados sociales que los actores le dan a la acción social no existe una realidad del individuo en la vida social. De esta manera, a través de un proceso negociado e interpretativo emerge una trama de interacción de carácter temporal. 4. El interés en los significados sociales y la premisa de que éstos sólo pueden examinarse en el contexto de la interacción de los individuos este paradigma hace énfasis en la importancia de comprender la situación desde la perspectiva de los participantes de cada situación. En función de esta orientación, como producto del hacer concreto y particular de las personas, a los investigadores les interesa la descripción abstracta del contexto, situándola en el más amplio concepto social como construcciones hechas por el investigador. 88 5. Los observadores cualitativos tienden a registrar sus datos en el propio lenguaje de los sujetos, utilizando descripciones. 6. Un investigador cualitativo hace que de los esquemas de explicación que emplean los actores para dar sentido a la realidad surjan los conceptos, categorías y teorías, sin aspirar a un modelo general. 7. Al desarrollar las explicaciones el investigador cualitativo parte de las preguntas iníciales, que según va recogiendo los datos van cambiando con respecto a la pregunta inicial y se formula nuevos interrogantes. Según Glaser y Strauss, en Rusque (1999), a este tipo de selección del material de trabajo del investigador es lo que ha sido llamado muestreo teórico. 8. En resumen, según Fillstead en Rusque (1999), el paradigma cualitativo “constituye un intercambio dinámico entre la teoría, los conceptos y los datos con retroinformación y modificación constantes de la teoría y los conceptos, basándose en los datos obtenidos, se halla caracterizado más por una preocupación sobre el desenvolvimiento de la teoría que por su comprobación”. En base a las características esbozadas la investigación planteada se propuso analizar el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela a partir de la “identificación compartida de símbolos”, la interpretación y la tipificación realizada entre los actores involucrados y el investigador, que permitiera, según Schutz en Rusque (1999, pág. 14), “superar el sentido subjetivamente vivido (construcción de primer grado) para lograr el sentido objetivado por el investigador (construcción de segundo grado)” y de esta manera entender la realidad social, es decir, se trata de entender la forma como los actores involucrados le asignan significado al proceso de creación de una nueva institucionalidad en el país, como lo 89 entienden, como se traduce en la cotidianidad, que implica para cada actor y para la sociedad en su conjunto. 3.2 Nivel de la Investigación. Según los objetivos planteados la investigación es de tipo descriptivo, porque se hizo la identificación de los elementos que muestran el surgimiento de una nueva institucionalidad pública, así como la descripción de los hechos que le han dado paso a esta propuesta en la coyuntura política venezolana actual. Estos elementos se ajustan a las definiciones planteadas por Arias (2006) quien la conceptualiza como “la caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de establecer su estructura o comportamiento”, y Méndez (2004) quien expresa que “un estudio descriptivo es aquel que identifica características del universo de investigación, señala formas de conducta y actitudes del universo investigado, establece comportamientos concretos”. 3.3 Diseño de la Investigación. La investigación constituye un estudio de tipo documental porque implicó la búsqueda, selección, lectura, organización y clasificación de información plasmada en fuentes documentales de interés nacional tales como: la Constitución Nacional, planes estratégicos de la nación, discursos del presidente de la República, documentos de carácter estratégico sistematizados y publicados por el Ministerio de Información y Comunicación, 90 entrevistas y notas de prensa publicadas por los principales medios de prensa de circulación nacional, entre otras publicaciones sobre las propuestas de gobierno que permitieran hacer la categorización e interpretación del discurso oficial, para generar una aproximación al análisis respectivo sobre el proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela. Según Arias (2006) “la investigación documental es un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios,…, registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas”. 3.4 Unidad de Análisis. Las unidades de análisis están constituidas por todos los documentos de carácter nacional y estratégico que el actual gobierno ha elaborado en el marco de construcción de un nuevo modelo político-institucional, así como por los discursos que en ese sentido pronunció el Presidente Hugo Chávez y los voceros gubernamentales más representativos durante el período comprendido entre los años 1999 y 2012. Los documentos revisados están conformados por la Constitución Nacional, los planes estratégicos de la nación, y documentos de carácter estratégico, los cuales han dictado las pautas y directrices para la concreción de una nueva institucionalidad pública en el país. De la misma manera se tomaron en consideración entrevistas, programas, notas de prensa 91 relacionadas con el tema que permitieran hacer una aproximación al discurso oral y escrito que revela contenidos implícitos respecto a este proceso. 3.5 Técnicas de recolección de la información. En virtud de que el diseño de la investigación es de tipo documental, las técnicas de recolección de la información se basaron en la revisión de fuentes documentales tanto impresas, audiovisuales y electrónicas de carácter fundamentalmente oficial, que se elaboraron durante el período 1999-2012, en el cual se inició y mantuvo un discurso sobre la necesidad de crear una nueva institucionalidad pública que permitiera concretar la refundación de la República, y de esta manera generar una sociedad más justa. En este proceso también se consideraron publicaciones oficiales e investigaciones realizadas por centros de investigación reconocidos en el país, los cuales proporcionaron información sobre los avances significativos que se han dado en torno al tema investigado, los cuales han contribuido en dar respuesta a las interrogantes planteadas. 3.6 Técnicas de análisis de la información. Como método de interpretación y análisis de la información se utilizaron las herramientas que proporcionan la hermenéutica y el análisis del discurso. La hermenéutica según los diferentes autores refiere a la interpretación de significados respecto a las acciones sociales, como lo señala Weber en Rusque (Op.cit., pág. 29), “se trata de un conocimiento 92 holístico y no fragmentado derivado del medio natural, comprensivo, explicativo, donde el investigador debe interpretar el significado que los actores le dan a la acción social”, o como lo expresa Ferrater, en Minayo (1997): La hermenéutica consiste en la explicación e interpretación de un pensamiento. Esta interpretación puede ser (a) literal o de averiguación del sentido de las expresiones usadas por medio de un análisis lingüístico; b) o temática, en la cual importa, más que la expresión verbal, la comprensión simbólica de una realidad a ser penetrada” (pág. 183). En el tema de estudio planteado se utilizó la técnica de interpretación del discurso oficial, para intentar comprender el significado sobre la propuesta de creación de una nueva institucionalidad pública en Venezuela, tanto para el presidente de la República como para los demás funcionarios de gobierno. Un elemento que también es importante destacar respecto a la técnica interpretativa del tema investigado está vinculado con lo que Gadamer, en Minayo (1997), denomina “el prejuicio”, al respecto aclara lo siguiente: El hecho de nosotros pertenecer a determinado grupo social, a determinado tiempo histórico, de poseer determinada formación, hace que la comprensión hermenéutica sea inevitablemente condicionada por el contexto del analista. Por ello, para Gadamer, la hermenéutica tiene que relacionarse con la retórica y la praxis. El Arte de la comprensión se vincula con el arte del convencimiento (retórica) en aquellos casos en que 93 la comunicación es traída para el terreno de las decisiones en cuestiones prácticas. De esta forma, la hermenéutica y la retórica se unen no sólo como camino de comprensión del mensaje sino para entender la orientación y la modificación de la acción. (pág. 185) Este punto también ha sido de mucho interés porque los objetivos se plantearon para intentar determinar a través del análisis la forma como se expresa esa nueva institucionalidad pública en la cotidianidad, las implicaciones para cada uno de los actores involucrados así como para la población en general, y corroborar si el discurso oficial se ha correspondido con los hechos. Se hace referencia también al análisis del discurso porque tomando la definición de Pecheux, en Minayo (1997), éste tiene como objetivo: Realizar una reflexión general sobre las condiciones de producción y aprehensión de la significación de textos producidos en los más diferentes campos: religioso, filosófico, jurídico y socio-político, llegando a comprender el modo de funcionamiento, los principios de organización y las formas de producción social del sentido. (pág. 177) Van Dijk (2007) señaló que “El análisis del discurso es un campo de estudio nuevo, interdisciplinario, que ha surgido a partir de algunas disciplinas de las humanidades y de las ciencias sociales como la lingüística, los estudios literarios, la antropología, la semiótica, la sociología y la comunicación oral”. 94 Por su parte, Minayo (1997) sostiene que “el análisis del discurso es un concepto relativamente nuevo en el área de las Ciencias Sociales” y atribuye al filósofo francés Michel Pécheux como el creador de este enfoque, que nace como una propuesta para sustituir el Análisis de Contenido Tradicional. Según Minayo (Op. cit.) Pécheux advirtió que las concepciones tradicionales sobre el Materialismo Histórico, la Lingüística y la Teoría del Discurso como teoría de determinación histórica está superada por una “Teoría de la Subjetividad de naturaleza psicoanalítica” que intenta explicar la formación de significados. Así pues, señala que el análisis del discurso busca hacer “una reflexión general sobre las condiciones de producción y aprehensión de las significación de textos producidos en diferentes campos como la religión, filosofía, ciencias jurídicas y socio-políticas”. Como quiera que el tema referido al análisis del discurso es bastante amplio y está permeado por una gama variada de enfoques, disciplinas, conceptos y métodos asociados a la psicología, la lingüística, la poesía, la política, entre otras ramas de estudio, es menester acotar que a los fines de los objetivos planteados en esta investigación, se toman como referencia varios enfoques referidos al discurso político y social. En relación al aspecto social, Van Dijk (1992) plantea que explicar el discurso implica ir más allá de las estructuras internas vinculadas con los procesos cognitivos que ocurren en el uso del lenguaje, es decir, se hace necesario entender que el discurso como acción social está influenciado por la cultura y la sociedad, lo que conlleva a observar y comprender los 95 procesos de comunicación e interacción como parte de estructuras y procesos socio-culturales más amplios. Por otra parte, Acosta y Gorodeckas (2009), define el discurso como “un conjunto de prácticas significativas que proporcionan las identidades a sujetos y objetos. En otras palabras, sistemas concretos de relaciones y prácticas sociales intrínsecamente políticas”. En ese mismo sentido, Fairclough y Wodak, en Méndez (Op.cit., pág. 110) se refieren al discurso como un instrumento “que construye dominios en la vida social: representaciones del mundo, relaciones sociales y personales (…) constituye además una forma de capital cultural”. Adicionalmente, Landtscheer, en Méndez (Op.cit., pág. 110) lo asocia al poder, lo cual se relaciona con el “poder de la retórica”, la cual es muy utilizada para lograr la persuasión política. Precisamente Méndez (Op.cit., pág. 111) señala que toda persona que aspire a “difundir o combatir ideas o creencias”, alcanzar el poder, mantenerlo o desafiarlo en algún momento y contexto determinado debe recurrir al discurso. En relación a estas ideas asevera que “el discurso es la única arma legítima en los regímenes democráticos” dado que los líderes lo utilizan para persuadir al pueblo respecto a sus propuestas. Por su parte, y en ese mismo contexto, Acosta y Gorodeckas (Op. cit., pág. 180) afirma que todo proyecto político que quiera consolidarse en el tiempo debe intentar “entretejer” y mantener los elementos “significantes” del discurso para obtener la supremacía del significado que implica y orienta su 96 acción social y política. Adicionalmente introduce en su análisis la importancia que tiene el discurso como productor social de sentido, aseverando que “toda práctica social es discursiva en tanto es productora de sentido”. En este punto se hace necesario acotar que la producción social de sentidos está asociada al contexto en el que se pronuncia el discurso, el cual además está inevitablemente determinado por un conjunto de reglas históricas y culturales. Al respecto Van Dijk (1992) indica que “el contexto” juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos y orales y que este puede estar condicionado por el ambiente (tiempo, circunstancias, etc.), el tipo de participantes, intenciones, metas o propósitos del emisor. Otro elemento sumamente importante en el análisis del discurso está referido a la ideología del emisor, en este aspecto Rojas (2010) dice que el análisis del discurso “busca poner al descubierto las ideologías de los hablantes o de los escritores”. Pécheaux en Minayo (2009) también aborda el tema haciendo alusión a dos principios básicos. En primer lugar expresa que “el sentido de una palabra, de una expresión o de una proposición no existe en sí mismo. Por el contrario expresa posiciones ideológicas en juego en el proceso socio-histórico en el cual se producen”. Adicionalmente acota que “toda formación discursiva disimula, por la pretensión de transparencia, su dependencia de las formaciones ideológicas”. Estas nociones son bien pertinentes a los fines de la presente investigación porque la ideología en primer lugar, está relacionada con el 97 punto de vista propio y particular que tiene el emisor sobre la realidad que lo circunda, y sobre la cual construye su visión o ideal, y en segundo lugar, porque sobre esa base se plantea como objetivo acercar en lo posible el sistema real existente al sistema ideal pretendido. La construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela está sustentada precisamente en una ideología diferente a la que había imperado en el país entre 1958 y 1999, la cual forma parte del sistema de creencias y experiencias de quien para entonces ocupó la presidencia de la República Hugo Rafael Chávez Frías. Tomando en consideración las ideas y planteamientos expuestos y en un intento por concretar aquellos elementos que pudieran facilitar el análisis del discurso sobre la construcción de una nueva institucionalidad pública en la coyuntura venezolana actual, se presentan las consideraciones expuestas por Rojas (Op. cit.), quien explica que en el análisis del discurso se deben considerar los niveles de reflexión implícitos en los temas tratados en el texto, la estructura del discurso en función a la información ofrecida y la intención del emisor, el tono del discurso (positivo, negativo o neutro), la intensidad y ponderación expresada y la importancia que otorga el hablante al tema. Estas ideas son presentadas a continuación (ver ilustración 1) a través de una clasificación que se considera bastante completa y pertinente en la que hizo una compilación de varios autores que han trabajado el tema tales como Ibáñez, Lakoff y Johnson, Tarbet y Perelman, la cual se tomó como 98 referencia fundamental a los fines de orientar el análisis que permita dar respuesta a los objetivos planteados en este trabajo de investigación. Partiendo de la clasificación anterior, Ibáñez en Rojas (Op.cit.) planteó su análisis partiendo de una categorización que permite considerar el análisis del discurso en tres niveles: nuclear, autónomo y sýnnomo o total (ver figura 1). Figura 1: Clasificación para realizar análisis del discurso Rojas (2010) Ibañez (1979) Tarbet (1968) Metáforas ilustrativas Verosimilitud referencial Metáforas estructurales Parelman (1958) Confrontación Nivel nuclear Verosimilitud lógica Reciprocidad Comparación Verosimilitud poética Verosimilitud tópica Análisis del discurso Nivel Autónomo Nivel Sýnnomo o total Fuente: Elaboración propia a partir de la clasificación presentada por Rojas (2010) 99 El nivel nuclear procura evidenciar los principales elementos que conforman el discurso, es decir, “los elementos mínimos discursivos” que muestran una verdad aparente. En este sentido, la tarea consiste en identificar los componentes de “verosimilitud” existentes en el discurso, que el autor clasificó en cuatro tipos: referencial, lógica, poética y tópica como se muestra en el cuadro siguiente: Cuadro 1: Tipos de verosimilitud presentes en el discurso Nivel del discurso Tipo de verosimilitud Descripción Referencial a. Alude a las relaciones del discurso con el mundo: i. Constituye modelos conceptuales. ii. Estos modelos constituyen formas de percibir la realidad y por ello orientan las acciones en un contexto social. b. Se puede captar en forma de metáforas para comprender el mundo en forma figurativa o imaginativa. Lógica Arte de persuadir, de encadenar los significados ocultando el encadenamiento. Se debe: a. Identificar y diferenciar los tipos de argumentos a los que recurre el autor para convencer al auditorio. b. Desentrañar la forma como los argumentos relacionan los significados. c. Captar las predisposiciones que intentan crear en los receptores. d. Conectar los argumentos con las características del auditorio. Poética Busca detectar las figuras o los argumentos que pretenden captar la adhesión de los receptores, acudiendo a su capacidad para emocionarse y/o para conmoverse. Tópica Referida al uso de ciertos temas, valores, símbolos que son aceptados por los receptores, a los que el auditorio se siente fuertemente apegado. Provocan el efecto de unión y de compartir. Nuclear Fuente: Elaboración propia a partir de clasificación presentada por Ibáñez en Rojas (2010) Continuando con la primera clasificación expuesta por Ibáñez, en Rojas (Op. cit.), el nivel autónomo consiste en la descomposición del texto en 100 partes o en categorías, que bien pueden ser inclusivas respecto a sí mismas y exclusivas con respecto a las demás, si se consideran los criterios internos del discurso, es decir las metáforas o argumentos expresados, o los argumentos expresados por las diferentes clases sociales en torno a un tema. El nivel Sýnnomo en un esfuerzo de síntesis comprensiva que intenta interrelacionar los elementos categorizados desde una perspectiva holística, que permita entender los hechos de la realidad estudiada. Ahora bien, el tema de las metáforas que surgió en la descripción de la verosimilitud referencial, cobra una significación especial porque éstas permiten establecer relación entre el lenguaje utilizado para expresar un mensaje y el significado que otorga el emisor al mensaje pronunciado. En este sentido Ibáñez clasificó las metáforas en ilustrativas y estructurales. Respecto a las primeras indicó que representan “recursos teóricos que se utilizan exclusivamente para explicar determinado punto de vista”. De la misma manera y en relación con las metáforas estructurales señaló que están implícitas en el discurso y que además estructuran la realidad, razón por la cual les asigna un rango preponderante respecto a las ilustrativas. Ibáñez en Rojas (Op.cit.) citando a Lackoff y Johnson, explicó que el método para identificar las metáforas estructurales consiste en observar las palabras y expresiones utilizadas por el emisor. En virtud de que la verosimilitud lógica está referida al arte de la persuasión, el autor cita a Perelman para introducir una clasificación 101 adicional respecto a distintos tipos de razonamientos que pueden aparecer en la argumentación del discurso para provocar la adhesión del auditorio a las ideas presentadas. Se refiere concretamente a la confrontación, la reciprocidad y la comparación, los cuales se describen brevemente en el siguiente cuadro: Cuadro 2: Tipos de razonamiento según la verosimilitud lógica Tipo de verosimilitud Tipos de razonamientos Descripción Argumentos que hacen inevitable la elección entre ellos porque la adhesión a uno supone el rechazo al otro; Confrontación a. “Dilema suspensivo”; esta argumentación intenta llevar a los sujetos a la inamovilidad, a la desesperanza aprendida. b. “Tercera solución”; Se asume una posición que busca estar por encima de las dos contrarias. Lógica Reciprocidad Aplica el mismo tratamiento a dos situaciones similares. Comparación Consiste en comparar un hecho o una persona con otro u otra a fin de lograr la adhesión o el rechazo, según sea el caso. Fuente: Elaboración propia a partir de clasificación presentada por Ibáñez, en Rojas (2010) En el uso de éstas técnicas y siguiendo a Guba y Lincoln, en Rusque (Op. cit., págs. 156-157), se llevo a cabo el proceso de “reducción, categorización, clasificación, síntesis y comparación de la información, con el fin de obtener una visión lo más completa posible de la realidad objeto de estudio”. De la misma manera se llevaron a cabo las etapas sugeridas por Minayo (2009) que sugiere realizar en primer lugar la ordenación de los 102 datos obtenidos, para generar un mapa horizontal con los hallazgos encontrados, y posteriormente hacer la clasificación de los datos a través de la identificación de palabras, frases, adjetivos, concatenación de ideas, sentido general del texto en función del contexto, ideologías y comunicación utilizadas por el emisor, a los fines de identificar temas, categorías o unidades de sentido, y agruparlas para establecer semejanzas y conexiones entre ellas, tomando en consideración su relación con las categorías teóricas establecidas inicialmente. Este proceso ha procurado la búsqueda de tendencias, tipologías, regularidades o patrones y la obtención de datos únicos, de carácter ideográfico que permitieran orientar el proceso de comprensión e interpretación para la realización del análisis final que se muestra en las conclusiones de este trabajo. 103 CAPITULO IV CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN LA COYUNTURA POLÍTICA VENEZOLANA Después de haber llevado a cabo el proceso de arqueo, detección, selección, lectura, organización y clasificación de los documentos más importantes que dictan las pautas y directrices sobre un cambio en el sistema político venezolano y que dan origen a la construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela se procede a presentar los elementos más relevantes para el análisis. 4.1 Construcción de una nueva Institucionalidad Pública según la Constitución Nacional de 1999. En el título I de la exposición de motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 (CRBV, 1999) se enuncia que ésta constituye “la norma de mayor jerarquía en la nación”, sustentada en unos “principios de supremacía y fuerza normativa” que son validados por el contexto histórico, social y político del país y que además componen “el fundamento de todos los sistemas constitucionales del mundo representando la piedra angular de la democracia, de la protección de los derechos fundamentales y de la justicia constitucional”. En ese sentido y siguiendo lo establecido en el artículo 7 de la Constitución se afirma que todos los órganos que ejercen el Poder Público quedan “sometidos a los principios y disposiciones consagrados en la Carta 104 Magna, y por tanto, todos sus actos pueden ser objeto del control jurisdiccional de la constitucionalidad”. En virtud de los elementos expuestos anteriormente se tomó la Constitución de 1999 como norma jurídica fundamental para dar respuesta a uno de los objetivos de la investigación, el cual plantea la identificación de los elementos que expresan el surgimiento de una nueva institucionalidad pública en el marco jurídico venezolano actual. En primer lugar, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 fue elaborada por la Asamblea Nacional y aprobada por referéndum popular después de haber sido sometida a consideración del pueblo, proceso completamente nuevo en el país y que marcó la pauta definitiva para el inicio de una nueva época en la vida socio-política de la nación. En ese contexto Urbaneja (2007) comenta que la Constitución de 1999 “contiene la más completa y exhaustiva declaración de derechos individuales, económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales que podía hacerse para la fecha en que fue elaborada”. Por su parte, para El Troudi y Bonilla (2004) el nuevo texto constitucional define la dirección que permitiría concretar los anhelos de construcción de una nueva República por parte del gobierno entrante y lo expresaron de la siguiente manera: “La Constitución prevé la aspiración de país a construir”. Por otra parte, la Constitucional Nacional de 1999 expresa en su preámbulo y en el título I las orientaciones fundamentales que sustentan el 105 diseño de la llamada nueva institucionalidad que fundamenta el orden sociopolítico venezolano, las cuales están referidas a los principios, fines, organización del Estado y forma de gobierno, respectivamente. A continuación se hace una enumeración de asuntos planteados en el texto constitucional que facilita la presentación de los elementos que se consideran primordiales. 4.1.1 Refundación de la República El preámbulo de la Constitución de la República de 1999 inicia con la declaración del “fin supremo” para el establecimiento de un nuevo sistema político en Venezuela cuando expresa: (…) con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia, y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones, asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social, y la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna (…) (Pág. 5). Como puede observarse el fin supremo para el gobierno de Hugo Chávez es la refundación de la República, lo que muestra claramente la intención de cambio en la forma de funcionamiento del Estado y del gobierno, para lo cual las sus aspiraciones se hacía necesaria la creación de un nuevo aparato institucional. Ya lo decía Aristóteles (2008) “Si el Estado, en efecto, es una especie de asociación de ciudadanos que responden a la 106 misma Constitución, una vez que la Constitución ha cambiado y se ha modificado en su forma, se infiere entonces, que el Estado no permanece idéntico”. Un elemento adicional y poderoso que refleja el preámbulo de la Carta Magna y que se deriva del fin supremo de refundación de la República es la aspiración del gobierno entrante de lograr una sociedad democrática, participativa y protagónica, elemento fundamental que constituye un eje transversal en la acción de gobierno, lo cual se detallará y profundizará más adelante. En ese contexto, el nuevo texto Constitucional postula y abre cauces a una nueva dimensión de la democracia, una democracia participativa y protagónica, lo que implica la incorporación de los ciudadanos en la gestión de gobierno, como queda claramente expresado en la exposición de motivos del texto constitucional; (…) el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática. Ya no sólo es el Estado el que debe ser democrático, sino también la sociedad. Siendo democrática la sociedad, todos los elementos que la integran deben estar signados por los principios democráticos y someterse a ellos (Pág. 2). En este sentido la democratización de lo público viene a constituir el principal elemento de las grandes líneas que orientan el cambio políticoinstitucional, que además la Constitución de 1999 aporta al rediseño que rige la acción social venezolana lo cual expresa claramente la aspiración de 107 establecer constitucionalmente un sistema democrático de participación y control social. La forma de democracia propuesta por el Presidente Chávez también se expresa a través de la soberanía, porque el texto constitucional establece en su artículo 5 que ésta reside en los ciudadanos y que debido a ello los órganos del Estado están obligados a someterse a su voluntad: La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público (Pág. 6). En estos primeros elementos se observa un cambio contundente en la concepción tradicional del Estado venezolano y debido a ello en la forma de expresión del gobierno, porque transita de ser un régimen exclusivamente representativo a uno sustentado en la democracia participativa y protagónica. Esto ha implicado la profundización y ampliación de la concepción de democracia, de tal manera que permitiera mejorar las formas de representación así como la creación de mecanismos e instancias de participación directa para que ambas formas de gobierno se complementaran en la vida cotidiana de la nación. 4.1.2 Estructura del Estado Venezolano. Siguiendo lo estipulado en la exposición de motivos de la Constitución, ésta expresa lo siguiente: “En cuanto a la estructura del Estado venezolano, 108 el diseño constitucional consagra un Estado Federal que se define como descentralizado (…)”. Esta concepción expresa la voluntad de cambiar la concepción centralizada que había imperado en el país, para transformarla en un Estado que orienta su acción integrando las diferentes entidades territoriales y políticas, de acuerdo a la realidad imperante para aquel momento. Así pues, este dictum quedo consagrado en el artículo 4 del mencionado texto constitucional: La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado en los términos consagrados por esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad (Pág. 6). De aquí se desprende que el régimen federal venezolano estaría regido por unos principios característicos de “un modelo federal cooperativo”, lo cual amerita que los diferentes niveles político-territoriales de gobierno, municipio, estados y Poder Nacional armonicen y coordinen sus competencias en una esfera de gobierno compartida para la formulación de Políticas Públicas comunes, que permitan “garantizar los fines del Estado venezolano al servicio de la sociedad”. En este sentido y en lo que respecta a la conocida distribución vertical del Poder Público éste está conformado por el Poder Municipal, Estadal y Nacional: “colocados en este orden según su cercanía con el ciudadano, sujeto protagónico de este modelo de democracia participativa”. 109 Adicionalmente la Constitución de 1999 dedica el Título IV “Del Poder Público” a la distribución, organización, asignación de competencias y funcionalidad de los órganos del Estado. Esta propuesta según el nuevo gobierno buscaba “rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones, recuperando la moral pública, la eficiencia y eficacia de la función administrativa del Estado”, a los fines de superar la crisis de credibilidad y gobernabilidad que se instauró en el país en el período del llamado puntofijismo. En este contexto y en lo que respecta a la distribución horizontal la nueva estructura orgánica del Poder Público quedó establecida de la siguiente manera: los tres poderes tradicionales del sistema político anterior: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y se añadieron dos más, el Poder Electoral ejercido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y el Poder ciudadano constituido por la Contraloría General de la República, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General, que en su conjunto conforman el Consejo Moral Republicano. Para el Presidente Chávez y su gobierno ésta modificación resultó novedosa y respondió a la necesidad de independencia y autonomía funcional por parte de los órganos encargados de desarrollar los fines del Estado a través de las competencias asignadas, todo orientado a la recuperación de la legitimidad perdida en terrenos como los procesos electorales, contraloría y defensa de los derechos humanos. 110 4.1.3 Organización Jurídico-Política del Estado Venezolano Según lo establecido en la exposición de motivos del texto constitucional “se define la organización jurídico-política que adopta la Nación venezolana como un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia”, expresado en toda su dimensión en el artículo 2 de la Constitución, el cual reza: Venezuela se constituye en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político (Pág. 6). De acuerdo con lo anterior, el Estado garantiza el bienestar de los venezolanos, generando las condiciones necesarias para su crecimiento individual y colectivo, a través del desarrollo social, la igualdad de oportunidades y el disfrute de los derechos humanos, como quedó manifiesto en la exposición de motivos de la Constitución: El Estado propugna el bienestar de los venezolanos, creando las condiciones necesarias para su desarrollo social y espiritual, y procurando la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar los derechos humanos y buscar su felicidad (Pág. 2). 111 Lo expresado anteriormente consagra el Estado social de Derecho, el cual se expresa y sustenta en los principios de solidaridad social y del bien común, así como por su inevitable sometimiento a la Constitución y la ley. Como ya se dijo anteriormente, la democracia participativa y protagónica expresada a través de la vinculación activa de los ciudadanos en los asuntos de carácter público, constituye según Hugo Chávez el eje transversal del nuevo aparato político-institucional venezolano, expresado a través de “los medios de participación política y social”, lo cual le da el carácter de Estado Democrático, poniendo al Ser Humano como centro de la acción social y política, orientando la acción de gobierno hacia el “desarrollo humano que permita una calidad de vida digna”, considerando el gobierno que estos aspectos son los que lo configuran como un Estado de Justicia”. Los elementos esbozados hasta ahora están resumidos en el artículo 3 de la Constitución, el cual específica de manera concreta los fines que orientan la acción del Estado venezolano en esta nueva etapa político-social: El Estado tiene como sus fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, deberes y derechos consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines (Pág. 6). Este último párrafo del artículo 3 introduce la corresponsabilidad entre Estado y sociedad en la consecución de los fines del Estado así como en la 112 acción de gobierno, pero también muestra las dos caras de la moneda que implican los derechos y deberes por parte de los ciudadanos, expresados de manera individual o colectiva a través de las organizaciones sociales. Así lo expresa la exposición de motivos de la Constitución referida a este artículo; De esta manera, los ciudadanos y las organizaciones sociales tienen el deber y el derecho de concurrir a la instauración y preservación de esas condiciones mínimas y de esa igualdad de oportunidades, aportando su propio esfuerzo, vigilando y controlando las actividades estatales, concienciando a los demás ciudadanos de la necesaria cooperación recíproca, promoviendo la participación individual y comunitaria en el orden social y estatal, censurando la pasividad, la indiferencia y la falta de solidaridad. Las personas y los grupos sociales han de empeñarse en la realización y ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus deberes, mientras que el Estado es un instrumento para la satisfacción de tales fines. Como quiera que los fines del Estado y la acción de gobierno están manejados por personas y organizaciones que inevitablemente pudieran responder a intereses particulares, el gobierno estableció como procesos fundamentales para el logro de tales objetivos dos procesos insignes que generaran desarrollo humano a la nación: la educación y el trabajo, y además se incorporaron en el texto constitucional “valores superiores del ordenamiento jurídico del Estado y de su actuación, como son la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad individual y social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética pública y el pluralismo político”. 113 4.1.4 Diseño del Sistema de Gobierno. Derivado del fin supremo de refundación de la República, de la nueva estructura del Estado, de sus fines y de la organización jurídico-político expuestas hasta ahora, el Artículo 6 de la Constitución de 1999 decreta que el diseño del gobierno venezolano y de sus entidades institucionales estaría regido por ocho principios que se mencionan a continuación: democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista, y de mandatos revocables. 4.1.5 Participación Ciudadana Como se dijera en las secciones anteriores el Presidente Chávez se propuso la consagración de Venezuela como un Estado democrático que le abriera el paso a la participación directa y protagónica de los ciudadanos en la formulación, definición e instrumentación de las políticas públicas, lo que hace que la participación se constituyera en una característica propia y fundamental del gobierno venezolano y como consecuencia en un eje transversal de la función pública. Provea (en León 2005) señala que de los 350 artículos que tiene la Constitución hay 130 que están relacionados directa o indirectamente con el tema de la participación, y de la participación ciudadana, lo que “no tiene precedentes en el país”. Adicionalmente, se introduce la preponderancia de la participación directa y protagónica en relación a la participación indirecta promovida por la democracia representativa de los gobiernos anteriores. 114 En relación a lo anterior, y para darle mayor soporte y profundidad a este punto, en el artículo 5 se lee que “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público”. Esta condición será una constante en un número significativo de capítulos y artículos de la Constitución. La participación ciudadana se encuentra consagrada en la Carta Magna a través de diferentes acepciones y concepciones. Se le puede encontrar como principio, derecho, deber, asociada a las formas, mecanismos e instancias donde se puede ejercer, así como proceso sociopolítico de gran importancia en la conformación del nuevo aparato institucional venezolano. A continuación se presentan los elementos primordiales encontrados respecto a este punto. 4.1.5.1 La Participación como Principio. Como principio está definida en el Preámbulo y en el artículo 6 del texto constitucional, cuando se le expresa como fin supremo de la República, y como eje fundamental que rige el gobierno venezolano respectivamente. 4.1.5.2 La Participación como Derecho. La participación como derecho responde a los fines del Estado venezolano, en los que se establece “el ejercicio democrático de la voluntad popular”, y se deriva también de la configuración que tiene como Estado 115 social de derecho, en pro de garantizar el bienestar de la población venezolana. En materia de Derechos Políticos la exposición de motivos de la Constitución expresa que se realizaron “modificaciones sustanciales en relación con la democracia representativa y de partidos establecida en la Constitución anterior”, porque se consagró el derecho de asociación con fines políticos bajo principios democráticos y de igualdad ante la ley, lo cual “elimina la sumisión de la participación democrática a la organización en estructuras partidistas”. En ese sentido y como primer elemento, la Carta Magna en su Capítulo IV, sección primera, referida a los derechos políticos, específicamente en su artículo 62, establece claramente el derecho que tienen los ciudadanos a participar en la gestión pública, directamente o a través de sus representantes, para lograr el protagonismo, individual o colectivo que garantice su pleno desarrollo humano y social, lo cual implica una reorientación de la relación entre el Estado y la sociedad, puesto que los ciudadanos dejan de ser meros receptores de servicios públicos, para convertirse en coparticipes de la gestión. Adicionalmente esta sección expone otros derechos políticos asociados a la participación como son: el sufragio como forma de participación directa en los comicios electorales para la elección de cargos públicos consagrado en el artículo 63 y 64, fines políticos funcionamiento mediante y métodos dirección”, así y “el derecho de asociarse con democráticos como de de postularse organización, individual o 116 colectivamente para concurrir a procesos electorales, lo cual está contemplado en el artículo 67. La exposición de motivos constitucionales acota que “la consagración de la personalización del sufragio debe conciliarse con el principio de la representación proporcional requerida para obtener órganos conformados de manera plural en representación de las diferentes preferencias electorales del pueblo”. En términos de los Derechos Sociales especificados en el capítulo V de la Constitución la participación aparece expresada como derecho y como deber en el artículo 84, referido a “la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud”. En esta sección también aparece la participación como una de las características asociadas al sistema de seguridad social que debe garantizar el Estado a todas las personas que habitan el país, según lo promulgado en el artículo 86. En el mismo sentido expresado en el párrafo anterior, la participación también es concebida como derecho y como deber en relación al desarrollo social promovido por el Estado en las áreas de Educación, Cultura y Deporte, como se expresa en los artículos 100, 102, y 111. El artículo 118 contenido en el Capítulo VII de los Derechos Económicos también específica “el derecho que tienen trabajadores, trabajadoras y comunidad para desarrollar asociaciones de carácter social y participativo como las cooperativas, cajas de ahorro y otras formas 117 asociativas” orientadas al desarrollo de cualquier tipo de actividad económica que esté en conformidad con las leyes venezolanas. En función a los Derechos Civiles contemplados en el Capítulo III, los artículos 52 y 53 consagran “el derecho a la asociación con fines libres, de conformidad con la ley”, así como “el derecho a reunirse pública o privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos y sin armas”, lo cual favorece el ejercicio de la participación ciudadana en actividades sociales y/o políticas al interior de las comunidades, instituciones educativas, empresas y otros espacios sociales que lo requieran. 4.1.5.3 Corresponsabilidad entre Estado y Sociedad. Participación como Deber. El artículo 132 previsto en el Capítulo X, que expresa los preceptos constitucionales relacionados con los deberes de los ciudadanos y ciudadanas, establece el compromiso que tiene toda persona “en el cumplimiento de las responsabilidades sociales y en la participación solidaria en la vida política, civil y comunitaria del país (…). En este sentido, el artículo 127 establece el principio de corresponsabilidad entre Estado y sociedad referido a las actividades que permitan preservar el ambiente de conformidad con lo que establece la ley. Por otra parte siendo la educación uno de los procesos fundamentales para alcanzar los fines del Estado queda claramente expresado en el artículo 102, del Capítulo VI, correspondiente a los Derechos Culturales y 118 Educativos, que “la Educación es un servicio público” orientado a “desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática” basada entre otras cosas, “en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social (…)”. De la misma manera queda claramente expresado el deber de los ciudadanos en la promoción de los procesos educativos conforme a lo establecido en la Constitución y demás leyes venezolanas que se promulguen a partir de ella: “El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos en esta Constitución y en la ley”. 4.1.5.4 Mecanismos e Instrumentos de Participación. El artículo 70 de la Constitución, como parte de los Derechos Políticos de los ciudadanos establece los medios a través de los cuales se puede ejercer la participación protagónica y el ejercicio de la soberanía en lo político, en lo social y en lo económico, los cuales se exponen a continuación: Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político; la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, la iniciativa legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico, las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las 119 cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad (Pág. 29). Como puede observarse el gobierno venezolano estableció una amplia gama de formas y medios en las diferentes áreas de la vida nacional, a través de las cuales se pudiera ejercer la participación protagónica, lo que permite visualizar la trascendencia que para éste tiene este elemento en la construcción de un nuevo andamiaje institucional. La Constitución también contiene mecanismos de Participación Política para ejercer la participación en forma directa o semi-directa a través del referendo, la revocatoria constitucional y constituyente, del mandato, la iniciativa legislativa, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas. Tomando en consideración que se designa el Estado venezolano como un Estado federal descentralizado, la Constitución Nacional en sus artículos 168, 182, y 184 establece instrumentos de participación ciudadana en la gestión pública municipal, a través de la creación del Consejo Local de Planificación Pública como instrumento que norma la participación en la planificación y discusión presupuestaria en los municipios y la transferencia de servicios públicos a las comunidades organizadas para que sean gestionados por ellas previa demostración de capacidad para prestarlos. En cuanto a los mecanismos de control del Poder Público la Constitución establece un conjunto de normas que buscan lograr el equilibrio 120 institucional, y que permiten a los ciudadanos ejercer el control de la función pública como parte de los derechos y deberes que les otorga la Constitución Nacional para responder efectivamente a las limitaciones que ésta impone al ejercicio del poder, así como la garantía de que los órganos que representan al Estado se mantengan dentro del marco jurídico. En este sentido el control social y la solicitud de rendición de cuentas a los diferentes entes de la administración pública son elementos concebidos como deber y como derecho, y están consagrados en los artículos 62, 141, y 315 del texto constitucional. 4.1.6 Competencias del Poder Público En el marco de la distribución de competencias entre los tres niveles territoriales de gobierno o del Poder Público consagradas en los artículos 156, 157, 158, 164, y 178 de la Constitución Nacional y de las políticas y acciones del régimen socioeconómico de la República el texto constitucional también establece lo siguiente: a. Las materias objeto de competencias concurrentes serán reguladas mediante leyes de bases dictadas por el Poder Nacional, y leyes de desarrollo aprobadas por los Estados (artículo 165). b. Los Estados descentralizarán y transferirán a los municipios los servicios y competencias que gestionen y que éstos estén en capacidad de prestar, así como la administración de los respectivos recursos, dentro de las áreas de competencias concurrentes entre ambos niveles del Poder Público. Los mecanismos de transferencia estarán regulados por el ordenamiento jurídico estadal (único aparte del artículo 165). 121 c. La ley creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de su capacidad para prestarlos (…) (artículo 184). 4.1.6.1 Competencias del poder público nacional. Se actualizaron e incorporaron nuevas competencias al Poder Nacional como quedó enunciado en la exposición de motivos de la Constitución: (…) la determinación de los tipos impositivos o alícuotas de los tributos estadales o municipales; la creación y organización de impuestos territoriales o sobre predios rurales, así como transacciones inmobiliarias, cuya recaudación y control corresponderá a los municipios; la administración del espectro electromagnético; el régimen general de los servicios públicos domiciliarios; el manejo de la política de fronteras; la legislación en materia de pueblos indígenas y territorios por ellos ocupados; así como la organización y funcionamiento de los órganos del poder Público Nacional y demás órganos e instituciones del Estado (Pág. 23). Tomando en consideración la importancia que tiene el concepto de descentralización como lineamiento estratégico de la política de desarrollo a los fines de la democratización de lo público y para promover la efectividad y eficiencia de los fines estatales, se definieron claramente las normas que rigen las competencias de los poderes estadal y municipal. 122 4.1.6.2 Competencias del poder público estadal. Se mencionan las competencias más novedosas en el marco del nuevo texto constitucional: 1. Se estableció la existencia en cada estado de una Contraloría que gozará de autonomía orgánica y funcional. 2. Se previó la creación en cada estado de un Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, dejando su organización y funcionamiento a lo que determine la ley respectiva. 3. Se definieron los ingresos de los estados dentro de una visión integral de Hacienda Pública, con especial atención al problema del financiamiento de las autonomías territoriales. 4.1.6.3 Competencias del poder público municipal. Se mencionan las competencias más novedosas en el marco del nuevo texto constitucional: 1. Se incorpora una declaración general sobre la participación como elemento consustancial con la naturaleza del gobierno y la administración municipal. 2. Se ha previsto la posibilidad de que los municipios se asocien en mancomunidades, así como la creación de modalidades asociativas intergubernamentales. 3. Respecto a los ingresos se consagran y caracterizan en la Constitución los ramos de ingresos, incluyendo aquellos de naturaleza tributaria que corresponden al municipio de manera irrestricta, dejando abierta la 123 posibilidad de que por vía del desarrollo legislativo puedan ser creados otros impuestos, tasas y contribuciones especiales. 4. Se incorporó la creación del Consejo Local de Planificación Pública con la finalidad de coordinar la planificación, coordinación y cooperación en la definición y ejecución de las políticas públicas. 4.1.7 Administración y función pública Las figuras de la Administración Pública y de la Función Pública fueron ajustadas para hacerlas cónsonas con el objetivo de crear instituciones con una nueva ética por parte de los funcionarios públicos que estuviesen identificados y comprometidos con los ciudadanos y ciudadanas, y con un cambio organizacional que permita una utilización de los recursos públicos de una manera más efectiva y cónsona con los nuevos lineamientos del gobierno nacional. En este sentido, los artículos 142 y 143 establecen que la Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y que además éstos “tienen derecho a ser informados oportuna y verazmente sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente interesados, así como conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular”. Respecto a la Administración Pública la Constitución establece que debe estar al servicio de la ciudadanía sin ningún tipo de distinción, privilegio o discriminación. Esto conlleva el cambio de la cultura organizacional porque 124 en los últimos años había estado caracterizada por la corrupción, ineficacia e ineficiencia obstaculizando el ejercicio de esta función del Estado. Respecto a la función pública la exposición de motivos de la Constitución de 1999 expone que la normativa establecida viene a “combatir viejos vicios enraizados en el sistema político venezolano como el clientelismo”, nepotismo y prebendarismo, entre otros, los cuales se desarrollaron “por la falta de líneas claras en torno a lo que debe ser la función pública y a la creación de una política de recursos humanos cónsona con los ideales de la gerencia pública moderna”. 4.1.8 Régimen socioeconómico de la República y objetivos macroeconómicos del Estado Según Monroy (2004) uno de los fines esenciales del Estado contemplados en el artículo 3 de la Constitución están relacionados al cumplimiento de los objetivos macroeconómicos consagrados en el artículo 320 del texto constitucional, que reza: i) promover y defender la estabilidad económica, ii) evitar la vulnerabilidad de la economía, y iii) velar por la estabilidad monetaria y de precios, a los fines de asegurar el bienestar social. Así pues, para que el Estado garantice el cumplimiento de estos objetivos macroeconómicos el texto constitucional establece los siguientes instrumentos: 1. Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 125 (Artículo 187, numeral 8), 2. Plan Nacional de Desarrollo (artículo 236, numeral 18), 3. Ley del Marco Plurianual del Presupuesto de la República y sus entes descentralizados (artículo 311), 4. Ley Especial de Endeudamiento anual de la República y sus entes descentralizados (artículo 312), 5. Ley de Presupuesto anual de la República y sus entes descentralizados (Artículos 313 a 315), 6. Acuerdo anual de Política Fiscal y Monetaria entre el Estado Nacional y el Banco Central de Venezuela (BCV) (artículo 320), 7. Fondo de Estabilización Macroeconómica (artículo 321), y 8. Fondo de Compensación Interterritorial (artículos 185 y 167, numeral 6). 4.1.9 Órganos consultivos de rango constitucional La Constitución Nacional de 1999 consagra cinco órganos de carácter consultivo vinculados a la planificación y formulación de políticas públicas nacionales, estadales y municipales. Monroy (op.cit., págs. 14-15) acota que “se trata de órganos consultivos tanto del Estado como de la Sociedad”, caracterizados por lo siguiente: a. No están integrados totalmente a la estructura del Estado y su Administración Pública. b. No se corresponden exactamente con ninguna de las ramas ni de los niveles territoriales del Poder Público; por el contrario, se trata de órganos interpoderes e interterritoriales. No todos sus integrantes son funcionarios públicos. c. No todas sus actuaciones tienen carácter de actos administrativos 126 Los cinco órganos de carácter consultivo se mencionan y describen a continuación: 1. Consejo de Defensa de la Nación establecido en el artículo 323 que lo describe como “El máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados con la defensa integral de la Nación, su soberanía y la integridad de su espacio geográfico”, correspondiéndole establecer el concepto estratégico de la Nación. 2. Consejo Federal de Gobierno establecido en el artículo 185 en el que se enuncia que éste “Es el órgano encargado de la planificación y coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de competencias del Poder Nacional a los Estados y Municipios, del cual depende el Fondo de Compensación Interterritorial”. 3. Consejo de Estado establecido en los artículos 251 y 252 en el que lo definen como “el órgano superior de consulta del Gobierno y la Administración Pública Nacional; debiendo recomendar políticas de interés nacional en aquellos asuntos que requiera el presidente o presidenta de la República. 4. Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas de cada Estado establecido en el artículo 166. Este es uno de los órganos rectores de la planificación de políticas públicas estadales, a los fines de promover el desarrollo armónico, equilibrado y sustentable, teniendo entre sus lineamientos la obligación de adecuar y vincular los Planes Municipales de Desarrollo al contenido del Plan de Desarrollo Estadal. 5. Consejo Local de Planificación Pública establecido en el artículo 182. Este es el órgano encargado de la planificación integral del gobierno 127 local, con el propósito de lograr la integración de las comunidades organizadas y grupos vecinales dentro de una política general de Estado, descentralización y desconcentración de competencias y recursos. Los aspectos hasta aquí señalados configuran dentro del marco del presente estudio los rasgos que se consideran más resaltantes de la institucionalidad política contenida en la Constitución de 1999. Ahora bien, a los efectos de un análisis institucional integral se hace necesaria la revisión de los hechos que muestran el desarrollo del proceso de construcción de una nueva institucionalidad pública en el país, a los fines de conocer como se ha concretado en la cotidianidad y las implicaciones que ha tenido en lo social, político y económico, sus logros y avances, dificultades y limitaciones, así como corroborar si estos hechos se han correspondido con la norma constitucional. 4.2 Acontecimientos que definieron la construcción de una nueva Institucionalidad Pública en Venezuela. La denominada V República responde a un proceso de construcción colectiva iniciada varias décadas antes de las elecciones de 1998, liderizada por Hugo Chávez y un pequeño grupo de militares que compartían sus ideales de una nueva independencia para la República venezolana. En este proceso estuvieron acompañados por un grupo de hombres y mujeres militantes de izquierda, muchos de ellos provenientes de grupos armados, guerrilla urbana, y dirigentes de las bases populares de la época. 128 Estos grupos, encabezados por Hugo Chávez, iniciaron un proceso permanente de reuniones, discusión y reflexión acerca de su ideología y de los acontecimientos que ocurrían en la nación, en Latinoamérica, y en el mundo, para construir y alimentar una serie de propuestas de cambio en el sistema político venezolano, las cuales aspiraban desarrollar a través de la toma del poder público. Estas aspiraciones se tradujeron en estrategias y tácticas de tipo político, una vez que se decidiera seguir la vía electoral para concretar las aspiraciones ideológicas. A continuación se presentan una serie de eventos que se consideran de mayor relevancia para explicar, según sus líderes, el nacimiento de una nueva República, denominada por ellos como “Revolución Bolivariana”, y que ha introducido una serie de cambios paulatinos y progresivos en el sistema político institucional de Venezuela. 4.2.1 Acontecimientos previos al nacimiento de la V República Entender y comprender el sistema político venezolano actual implica dar una mirada al pasado y hacer un recorrido histórico que permita ubicar los hechos sociales y políticos así como la concepción ideológica que lo fundamentó. Para darle contenido a esta sección se tomaron como referencia fundamental documentos elaborados por El Troudi y Bonilla (2004) así como por intelectuales de la “Revolución Bolivariana”, sistematizados y publicados por el Ministerio del Poder Popular para la Información y Comunicación (2007). 129 4.2.1.1 Organizaciones con orientación cívico-militar. Uno de los primeros acontecimientos que marcaron la pauta para dar nacimiento a la construcción de un movimiento cívico-militar se suscitó durante los años 70. Según El Troudi y Bonilla (op.cit., págs. 64-65) “la militancia de izquierda se debatía en torno a la conveniencia histórica de asumir la lucha armada o irrumpir en el escenario electoral” haciendo ajustes coyunturales al modelo de democracia representativa imperante. De allí surgió la noción de “línea militar de masas” cuya orientación precisaba que “el combate es concreto pero también cotidiano y la violencia no se restringe al combate armado” y sustentó “la táctica y teoría revolucionaria a partir de la década de los ochenta y la figura de unidad cívico-militar o tercer camino”. Los sucesos acontecidos en el período posterior proporcionaron indicios para que ambas posturas fueran asumidas por ambos sectores como complementarias, lo que según El Troudi y Bonilla (op.cit., pág. 65) resultó muy positivo en el proceso de “maduración de las tesis libertarias, bolivarianas que harían cauce transformador en los años venideros creando espacios para el nacimiento de la Venezuela Bolivariana de la V República”. Otro hecho organizativo de interés que se suscitó a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta fue la fusión de los Grupos de Comandos Revolucionarios con los guevaristas del 23 de Enero en Caracas, lo que dio como resultado el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores (MRT), que actualmente se denomina Movimiento Revolucionario Tupamaro. Este grupo según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág. 66) se asumió como “una 130 experiencia más del proceso inacabado de resistencias contra lo injusto, la explotación y dominación”. La significación que adquiere la formación de estos grupos y colectivos radica en que por una parte influyeron en la ideología resultante para la propuesta de refundación de la República pero además porque en el proceso de lucha por el Poder Nacional se fueron constituyendo en sectores significativos de la sociedad venezolana. Según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág.76) durante los años 80 también se constituyó el Ejercito Bolivariano Revolucionario (EBR) 2000 formado por Hugo Chávez, el General Rafael Baduel y otro grupo de oficiales, denominado así porque sus iníciales coincidían con las tres fuentes ideológicas sobre las cuales se inició el sustento ideológico de “la logia militar bolivariana: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez”. En diciembre del 1982 este movimiento pasaría a llamarse Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR) con el juramento de tres oficiales venezolanos, entre ellos Hugo Chávez. Con ello se dio inicio a “la organización, discusión política y formación ideológica del movimiento insurreccional”. Estos grupos operaban como organizaciones conspirativas, de carácter clandestino para la toma del poder. 4.2.1.2 Iniciativas como base para la propuesta del gobierno bolivariano. Por una parte en 1982 Hugo Rafael Chávez Frías conjuntamente con el grupo inicial de militares bolivarianos desarrollaron la propuesta del árbol 131 de las tres raíces. Por otra parte el MBR-200 sistematizó las primeras ideas organizacionales para la acción política. En primer lugar se definió el territorio nacional como espacio privilegiado de acción política. En segundo lugar se privilegiaron los espacios locales y regionales para el desarrollo de estrategias y tácticas necesarias para alcanzar el poder nacional, las cuales una vez que se hicieron llegar a la dirección nacional sirvieron de base para alimentar el denominado por ellos proyecto "Simón Bolívar" o la "Agenda Bolivariana". En el año 1992, desde la prisión, Hugo Chávez convocó a un número importante de seguidores para la construcción de un ideario que contuviese las líneas generales para la acción política, en el que se esbozó la necesidad de dar un nuevo significado a la participación en la gestión pública. Este proceso se desarrolló y consolidó con mayor fuerza después que saliera de prisión. En el año 1996, junto a un equipo sistematizador de las propuestas y discusiones adelantadas, se presentó a la opinión pública la Agenda Alternativa Bolivariana (AAB), la cual se convertiría posteriormente en la síntesis orientadora del discurso utilizado en la campaña electoral de 1998. Esta propuesta mostró explícitamente las intenciones por parte de Hugo Chávez de adelantar cambios significativos en todos los campos entre ellos los que estaban contemplados en la Comisión para la Reforma Presidencial (COPRE). Expusieron El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág.139) la Agenda Alternativa Bolivariana puso énfasis especial en “la construcción de localidades 132 integrales” que permitieran “expresar polos de contra hegemonía cultural”. Esta iniciativa aún incipiente para la época sentaría las bases para la profundización y desarrollo de los núcleos de desarrollo endógeno, así como la propuesta de “La Nueva Geometría del Poder”. Adicionalmente se anuncio un plan alternativo denominado “Simón Rodríguez” inspirado en el ideario robinsoniano, cuyos lineamientos básicos según El Troudi y Bonilla (Op.cit., pág. 140) estaban orientados al desarrollo de una educación concebida en términos de “bienestar de la sociedad, solidaridad humana y valoración de la ética política”, así como unos procesos sociales sustentados en la participación en todas las instancias y dinámicas de toma de decisiones públicas. 4.2.1.3 Acontecimientos de febrero de 1992. Según la concepción de Hugo Chávez y su grupo de seguidores conformado por militares, grupos de militantes e intelectuales de izquierda, así como de grupos provenientes de guerrilla urbana, la asonada militar del 4 de febrero de 1992, fue una expresión del descontento producido por las políticas neoliberales aplicadas por el segundo período de gobierno de Carlos Andrés Pérez y por la acumulación de acontecimientos sociales y políticos que generaron exclusión social, aumento de la pobreza y vicios administrativos irreconciliables. De la misma manera los acontecimientos del 27 y 28 de febrero de 1989 expresaron la insatisfacción y rechazo por parte de la población ante las medidas económicas neoliberales implementadas. 133 Para El Troudi y Bonilla (Op. cit., pág. 120) estos sucesos alimentaron los ideales políticos del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200) de expresarse como “organización militar rebelde contra lo injusto, la corrupción y el entreguismo de los intereses nacionales al capital extranjero” en virtud de que los sucesos del 4 de febrero despertaron la rebeldía reprimida por parte del pueblo venezolano, generando una identificación con Hugo Chávez y su propuesta posterior de “Revolución Bolivariana” lo cual expresaron como sigue: “Nace un símbolo de la otredad ciudadana, que reconfigura el imaginario rebelde del pueblo y se convierte en elemento clave para entender e interpretar los futuros acontecimientos en las dinámicas políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas nacionales”. Según este señalamiento surgió identificación porque representaba a una persona del “pueblo” que se había atrevido a alzar su voz en contra de los excesos del gobierno, que había expresado públicamente su rechazo a las Políticas y sistema de gobierno existente, lo que le configuraría posteriormente como líder nacional con carácter popular, como líder que representaba la concreción de los intereses y aspiraciones colectivas de la población: Chávez es visto como uno de los nuestros, como un hijo de pueblo que estudia la carrera militar y se niega a convalidar todo aquello que fuera ilegítimo para el pueblo. Chávez es un antihéroe, un militar que es derrotado como lo ha sido la mayoría del pueblo. No es un político triunfador clásico. Es el anti político que dice y hace, todo aquello que ningún político de carrera seguramente diría ni haría, pero que el ciudadano común siente que sería su forma de actuar ante una situación similar (Pág. 121). 134 Respecto a la intentona de Golpe militar del 4 de febrero el Presidente Chávez (2006) en su programa Aló presidente N° 259 refirió que el objetivo fundamental estaba orientado a dar respuesta a las necesidades del pueblo, así como combatir el modelo capitalista y neoliberal que imperaba en el país. Primerito, primerito que nada, satisfacer las necesidades de nuestro pueblo. Después vino el proyecto aquel de la Agenda Alternativa Bolivariana de 1997 para salirle al paso a la agenda neoliberal del último Gobierno de la IV República, luego aquello se convirtió en el proyecto de Gobierno del candidato Hugo Chávez, el candidato que fui. 4.2.1.4 Conformación del movimiento V República (MVR) En abril del año 1997 se creó el Movimiento V República (MVR) como partido político que permitiera concretar “el proyecto político bolivariano”, con lo cual Hugo Chávez logró posesionar la Agenda Alternativa Bolivariana con enfoque nacionalista. Desde la primera rueda de prensa Hugo Chávez reiteró su intención de iniciar una revolución democrática a través de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). 4.2.1.5 Campaña electoral de 1998 La propuesta de gobierno por parte del candidato presidencial Hugo Chávez en 1998 se creó alrededor del consenso de todos los colectivos que lo acompañaron desde que decidieron tomar la vía democrática para alcanzar el Poder de Estado y postularlo como líder de la “Revolución 135 Bolivariana”. Los aspectos más resaltantes de esta propuesta, según los voceros de la campaña se mencionan a continuación: 1. Unificación de toda la corriente de fuerzas, organizaciones y liderazgos que a través del tiempo habían planteado la transformación de Venezuela para que las instituciones y sus riquezas se pusieran al servicio de los más humildes, los explotados, oprimidos y excluidos de siempre. 2. Impulsar una profunda alianza cívico-militar para garantizar la permanencia y avance del camino revolucionario escogido. 3. Construcción de un programa revolucionario con la gente, en una constituyente originaria que diera vida a un nuevo marco jurídico, a una nueva constitución. 4. Se asumía el MVR como una plataforma organizativa electoral contingente abierta a integrar la perspectiva de las demás representaciones políticas revolucionarias. 5. Centrar la propuesta en la promoción y consolidación de la democracia directa, participativa y protagónica. Como lo plantearon los líderes de esas organizaciones en las elecciones de 1998 se sometió al escrutinio de la población venezolana la propuesta de transformación estructural de la sociedad venezolana, un modelo de “revolución pacífica” que estuviera sustentada en una sociedad democrática. 136 4.2.2 Actuación del nuevo gobierno ante la victoria electoral de 1999 4.2.2.1 Hugo Chávez asume la Presidencia de la República. Los cinco polos estratégicos de desarrollo. El 2 de febrero de 1999, en el acto protocolar en el cuál asumía el cargo de Presidente Constitucional de la República, Hugo Chávez juró sobre la que denominó “moribunda constitución” cumplir su promesa de abrir cauces a la Revolución Bolivariana. Con este suceso se iniciaba el periodo constituyente para la reforma institucional. Según declararon los dirigentes de ese proceso la Agenda Alternativa Bolivariana se expresó en cinco “polos estratégicos de desarrollo”, lo que evidenciaba el carácter nacionalista del cambio propuesto que iniciaba su desarrollo. La propuesta concreta partió de una visión sistémica de transformación que implicó la construcción de equilibrios expresados en los ejes social, político, económico, territorial e internacional que permitieran concretar la acción de gobierno inclusiva del nuevo Estado en proceso de transición: la V República, sustentado principalmente en la construcción de canales de participación que profundizaran el modelo de democracia participativa y protagónica. El Presidente Chávez decidió concentrar los esfuerzos en la primera etapa de gestión sobre estos polos estratégicos de desarrollo (1999), los cuales además fundamentaron el primer Plan de la Nación 2001-2007, sobre el cual dijo constituirse en “El primer plan de la nueva era constitucional bolivariana”, que concibió de la siguiente manera; 137 (…) en él se consolidan las bases principistas y políticas para la interacción dinámica del crecimiento económico sostenido, las efectivas oportunidades y equidades sociales, la dinámica territorial y ambiental sustentables la ampliación de las oportunidades ciudadanas y la diversificación multipolar de las relaciones internacionales (Pág. 7). Sobre este Plan el Presidente Chávez (2001) afirmaría que representaba el elemento orientador para la concreción de la propuesta de cambio político-institucional: “Para superar la crisis estructural tenemos que lograr un profundo cambio estructural y estas líneas generales dirigen la construcción de la nueva República”. Para operativizar esas “Líneas Generales” el mandatario nacional estableció cinco equilibrios sustentados en “la participación protagónica de todo el pueblo venezolano sin discriminación alguna”, que se corresponden con cinco objetivos que contienen igual número de estrategias como se aprecia en el cuadro siguiente: Cuadro 3: Polos estratégicos de desarrollo Equilibrios 1. Económico 2. Social 3. Político 4. Territorial 5. Internacional Objetivos Desarrollar la economía productiva. Alcanzar la equidad social. Construir la Democracia Bolivariana Ocupar y consolidar el territorio. Fortalecer la soberanía nacional y promover un mundo multipolar. Estrategias Diversificación productiva. Incorporación progresiva. (Inclusión) Participación protagónica corresponsable. Descentralización desconcentrada. Pluralización multipolar. Fuente: El Troudi y Bonilla (2004) 138 En lo económico se planteo desarrollar una economía productiva para lo cual se diseño la estrategia de alcanzar el equilibrio financiero fundamentado en la actividad petrolera dirigida a la generación de un modelo de economía solidaria, producción diversificada, fortalecimiento del aparato fiscal y la generación de mecanismos que permitieran elevar los ahorros de la población. En lo social el objetivo estuvo dirigido a alcanzar la equidad social cuyas acciones propuestas se concentraron en “lograr la democratización del capital, una autentica seguridad jurídica y eficacia institucional”, para garantizar el libre acceso a los beneficios inherentes a las garantías sociales, así como la consolidación de la democracia participativa y protagónica en todos los órdenes del sistema político venezolano. Este último aspecto constituyó el punto de partida del equilibrio político, puesto que se planteó la recuperación de la gobernabilidad a través de la consolidación de un nuevo modelo de democracia, de carácter participativo y protagónica, en el marco de un Estado Federal descentralizado donde se ejerza la justicia social. El desarrollo endógeno de todo el territorio, el rescate y reapropiación de los saberes y potencialidades locales, y la distribución de la riqueza nacional en toda la patria constituyeron las aristas de trabajo que anunciaron para alcanzar el equilibrio territorial. Para ello la estrategia se orientó a profundizar la descentralización mediante una desconcentración de la toma de decisiones y gestión de las instituciones. 139 Finalmente, en el plano internacional se propuso el fortalecimiento de la soberanía nacional y la promoción de un modelo multipolar, que permitiera la inserción de Venezuela en un mundo de economía globalizada y cultura mundializada, para lo cual se planteó la formación de ejes de interés común a escala regional, continental y mundial. 4.2.2.2 Asamblea Nacional Constituyente Apenas comienza el nuevo gobierno se convoca y se elije la Asamblea Nacional Constituyente, que fue concebida como la primera experiencia de ejercicio democrático colectivo, cuya misión era impulsar la refundación del Estado Venezolano, para lo cual dicha Asamblea se ocupó de la definición de principios y políticas que permitieran la creación de nuevas instituciones y la modificación o eliminación de las existentes. El Troudi y Bonilla (Op. cit.) destacan que uno de los rasgos que resaltan del proceso aconteció cuando la Asamblea Nacional Constituyente generó espacios de discusión y reflexión en todos los centros poblados y centros profesionales para generar aportes sobre el proyecto de país presentado por el Presidente Chávez. Adicionalmente indicaron que los constituyentes no fueron asumidos como representantes del pueblo sino como voceros del circuito electoral que los eligió, por lo tanto la nueva Constitución de 1999 surgió como una creación colectiva traducida en consenso por la mayoría de la población venezolana, lo cual fue primordial. El sector que impulsó la constituyente se concentró en los aspectos conceptuales del proceso tales como la estructura del Estado y sus instituciones, la legitimidad de los poderes públicos, el reconocimiento de 140 nuevos derechos como un medio ambiente sano, protección a los consumidores, nuevo sindicalismo, minorías sexuales, la construcción de un nuevo modelo de desarrollo, el diseño de nuevas formas democráticas, entre otros. También estaba convocado a generar mecanismos, canales y procedimientos que garantizaran la participación protagónica de los ciudadanos en la gestión de los asuntos públicos, lo cual implicaba promover una modificación estructural de las relaciones de poder. Según los voceros oficiales del nuevo gobierno la viabilidad de estas propuestas requería desmontar las viejas estructuras como la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), el Consejo de la Judicatura, la Corte Suprema de Justicia el sistema electoral, el Congreso Nacional, las Asambleas legislativas, los Concejos Municipales y las alcaldías, en virtud de que sus mecanismos de funcionamiento no se ajustaban a la propuesta de refundación de la República, en términos de construir una sociedad democrática participativa. Por su parte la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) estaba convocada a incorporar en el contenido de la nueva Constitución el ideario nacional bolivariano sustentado en ideas, principios y conceptos progresistas del pensamiento universal para el desarrollo integral del hombre. En conclusión, el objetivo fundamental estaba dirigido a que el texto Constitucional contemplara todas las variables para resolver “los nudos críticos de la relación entre ciudadanos e instituciones”. En definitiva la Asamblea Nacional Constituyente tenía la misión de recoger todas la expresiones ciudadanas y populares para la profundización 141 de las garantías sociales “como vía para la edificación de un sistema político basado en un Estado democrático y social de derecho”. En ese contexto, el nuevo gobierno venezolano fundamentó la Constituyente sobre las siguientes premisas epistemológicas, conceptuales y jurídicas: 1. El poder constituyente es por su naturaleza originario, un poder extra y supra constitucional, que pertenece al pueblo como titular de la soberanía. 2. Los límites de la constituyente son meta constitucionales (democracia, derechos humanos), nunca constitucionales, dada su jerarquía superior a los "poderes" establecidos, que no pueden colocarle obstáculos a su actuación. 3. La Constituyente es superior a todos los poderes y unifica la división de poderes que le precede. En consecuencia, "no es un poder más, coordinado con los otros poderes. Es la base que abarca todos los otros “poderes” y la “división de poderes” según Carl Schmitt en El Troudi y Bonilla (Op.cit. pág. 170). 4. El marco definitorio de una constituyente originaria son: a) agenda sin otros limites que aquellos que se establezca la propia constituyente; b) la constituyente originaria tiene una jerarquía de mando superior a los poderes establecidos y, c) la jurisprudencia constitucional tiene una validez relativa, por lo tanto, la constituyente originaria no es susceptible de control judicial. 5. Desde el punto de vista de las operaciones políticas para el cambio, el fundamento de la constituyente originaria viene dado por la legitimidad de sus actuaciones. 142 En vista de todo lo anterior, El Troudi y Bonilla (Op. cit., págs. 170171) declaran que el poder constituyente fue creado para que estableciera “todas las relaciones de poder y de negociación interinstitucionales, pero también como anti poder que construyera con el mayor consenso posible los caminos alternativos para el futuro social”. Los resultados del referéndum consultivo del 25 de abril de 1999 dotaron de legitimidad la convocatoria y activación del poder constituyente. 4.2.2.3 Constitución Nacional de 1999 Finalmente la Asamblea Nacional Constituyente sometió a consideración del “pueblo soberano” la propuesta de Constitución, con lo cual el Presidente Hugo Chávez cumplió con una de sus promesas electorales, realizando una consulta nacional a través de un referéndum consultivo y un referéndum aprobatorio, que concluyó en la aprobación del nuevo marco constitucional para la República Bolivariana de Venezuela, y en consecuencia con el inicio de una nueva etapa en la vida política y social de la nación. 4.2.2.4 Plan Bolívar 2000 En virtud de la necesidad que tenía el gobierno de saldar la deuda social heredada de los gobiernos anteriores, denominada “IV República”, el Presidente Hugo Chávez inició una serie de acciones que denominó Plan Bolívar 2000 las cuales buscaban resolver necesidades puntuales en las áreas de salud, educación e infraestructura, a través de la alianza cívicomilitar, movilizando para ello a la Fuerza Armada Nacional (FAN) y las 143 comunidades. Tal iniciativa fue cuestionada por la oposición debido al “uso discrecional de los recursos y los escasos controles administrativos. Este plan se desarrolló desde finales de 1999 hasta el año 2001. 4.2.2.5 Misiones sociales En el año 2003, a partir de la superación del paro petrolero y un largo período de conflictos nacionales, además de una recuperación de los precios del petróleo en el mercado mundial, se inició una nueva fase en la “Revolución Bolivariana” caracterizada según el gobierno nacional por la “elevación de la conciencia nacional”, a través de la implementación de “Misiones Sociales” como una alternativa para dar respuesta a las necesidades sociales más sentidas por la población y que según la apreciación del gobierno las instituciones heredadas no estaban en capacidad de responder eficaz y efectivamente. Esta iniciativa de las misiones sociales surgió entonces como una alternativa institucional de carácter informal que permitiera dar origen a una nueva institucionalidad según los preceptos constitucionales en materia de política social incluyente sustentada en la participación protagónica de las comunidades en los asuntos públicos. Así pues, según El Troudi y Bonilla (Op. cit., pág. 244) la población se fue empoderando de las “Misiones” para dar respuesta conjuntamente con el gobierno en la satisfacción de las necesidades sociales, incluso al margen de los organismos públicos creados para tal fin. La participación del “pueblo” en mesas de diálogo y discusión promovidas por el gobierno nacional reveló que las necesidades con mayor 144 demanda en materia social se encontraban vinculadas al área alimentaria, de salud, educativa, para derrotar el analfabetismo, la carencia de capacitación laboral y la exclusión de la educación superior, trabajo digno, vivienda e identidad ciudadana, entre otras. El Troudi y Bonilla (Op.cit. pág. 243) dijeron que era “evidente que la institucionalidad heredada de la cuarta república no estaba en capacidad de dar respuestas oportunas a estas demandas” por lo que con la finalidad de “subsanar ese déficit” se comenzaron “a diseñar las misiones y en Julio de 2003 se anuncian las misiones Robinson (educativa para la derrota del analfabetismo) y de salud (programa médico barrio adentro)”. Las “Misiones” se instalaron en los sectores populares del país con el apoyo de efectivos militares, profesionales cubanos, personal de Petróleos de Venezuela (PDVSA), promotores de gobernaciones, alcaldías, voluntarios de las comunidades y jóvenes del denominado Frente Francisco Miranda. Aunque D´Elia y Cabezas (2008) señalaron que las razones para la creación y lanzamiento de las “Misiones” también estuvieron influidas por razones de tipo político porque estaba en puertas un proceso electoral producto de la solicitud de revocatoria del mandato presidencial por parte del sector opositor, El Troudi y Bonilla (Op.cit., 244) indicaron que las misiones se fueron convirtiendo “en dispositivos de empoderamiento popular” en los que se inició la atención de “las necesidades más sentidas del colectivo nacional”, pasándole por encima en muchos casos a los órganos públicos cuya función institucional se relaciona con los temas atendidos”. 145 Indica D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 4) que entre los años 2003 y 2004 se crearon 13 misiones impulsadas por el gobierno venezolano con el apoyo del gobierno cubano. Sin embargo, a partir del año 2006 el gobierno creó y promovió una gama de nuevas misiones que abarcaron diferentes áreas de tipo social, político, económico, cultural, ambiental entre otros. Al respecto D`Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 5) señalaron: “ (…) las misiones comenzaron a expandirse en términos de atención para la población que ya estaba cubierta y, en consecuencia, también se extendieron en el tiempo, sobrepasando las condiciones previstas inicialmente para una actividad de carácter temporal y extraordinaria”. Como una expresión de la prolongación y ampliación de esta iniciativa el Presidente Hugo Chávez también presentó la modalidad “Gran Misión” en los años posteriores al 2010 cuyo objetivo según anunció está dirigido al beneficio masivo de la población con lo que el gobierno espera lograr un mayor impacto de tipo social y político. La variedad de misiones creadas ha sido amplia y ha procurado abarcar cada vez mayor número de necesidades y programas sociales que se consideraron necesarios para concretar el objetivo de crear una nueva institucionalidad que según los voceros oficiales y en particular el Presidente Hugo Chávez plantearon que sean capaces de dar respuesta a las necesidades fundamentales de la sociedad, pero que a la vez permitiera avanzar en la construcción de una sociedad nueva donde el ser humano sea el centro de las decisiones, el inicio y el punto de llegada en la gestión de gobierno. 146 A continuación se presenta un cuadro resumen de todas las misiones creadas e impulsadas por el gobierno venezolano entre el período 2003 y 2012. Cuadro 4: Misiones Sociales MISIONES EN EL AREA DE SALUD Año de creación Descripción 2003 Consistió en la ubicación de un médico cubano con formación en salud integral comunitaria por cada 250 familias, para garantizar la atención médica a nivel primario. Barrio Adentro II 2005 Surgió para dar respuesta en el segundo nivel de atención integral gratuito a todos los ciudadanos. Se llevó a cabo a través de los Centros de Alta Tecnología (CAT), los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y las Salas de Rehabilitación Integral (CRI). Barrio Adentro III y IV 2005 Surgió con el objetivo de que permitiese el acceso de toda la población a los servicios de diagnóstico, especialidades médicas, emergencias, cirugías y hospitalización. Milagro 2004 Surgió por un convenio con el gobierno cubano para dar atención oftalmológica a pacientes de escasos recursos económicos. Sonrisa 2006 Nació con la finalidad de incorporar en el programa de salud pública, la rehabilitación protésica dental en un esfuerzo por bajar las estadísticas que apuntaban un déficit dental. S/I Se creó con la finalidad de aplicar tratamientos con células madre a pacientes con enfermedades crónicas. Misión Barrio Adentro I Esperanza MISIONES EN EL AREA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO Misión Vuelvan Caras Ché Guevara Año de creación Descripción 2004 Se creó con la finalidad de impulsar la capacitación hacia la producción por parte de desempleados y trabajadores informales. Se inició con la capacitación laboral a la promoción de cooperativas sociales y a la instalación de fábricas-escuela para fomentar el nuevo cooperativismo, denominado “núcleos de desarrollo endógeno” 2007 Creada en el año 2007 para sustituir a la Misión Vuelvan Caras. El aporte de esta misión fue incorporar en el proceso formativo “la conciencia ética y moral revolucionaria” contemplada en el tercer motor “Moral y Luces”, así como en el Plan de la Nación 20072013. Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y 2006) 147 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales MISIONES EN EL AREA FORMACIÓN PARA EL TRABAJO Misión Gran Misión Saber y Trabajo Año de creación Descripción 2012 Creada e impulsada con el propósito de incorporar a la población, especialmente joven, al mercado de trabajo para combatir el desempleo. Vino a sustituir a las misiones Vuelvan Caras y Ché Guevara. MISIONES EN EL AREA EDUCATIVA Robinson I 2003 Operación cívico-militar para promover la alfabetización en forma masiva fundamentalmente dirigida a personas adultas. Su lema fue “Yo si puedo”. Su objetivo: “Formar corazones para la libertad”. Robinson II 2003 Dirigida a la formación hasta sexto grado para los egresados de la misión Robinson I. Su lema: “Yo sí puedo seguir”. Robinson III 2003 Creada para garantizar el acceso a materiales de lectura. 2003 Programa educativo orientado a garantizar la continuidad de los estudios a personas que no han logrado culminar la educación básica y educación media diversificada y profesional. En virtud de que el gobierno asumió la educación y el trabajo como procesos fundamentales para la formación del nuevo “republicano o republicana bolivariana” (Art. 3 de la Constitución Nacional), esta fue clasificada en Ribas técnica, Ribas Social y Ribas-reconversión, 2003 Creada para dar acceso a la educación a nivel profesional. Se asumió desde diferentes modalidades: nivelación de estudiantes en espera de cupos, apertura de nuevas carreras universitarias en centros superiores de orientación bolivariana, y adicionalmente se abrió la modalidad de Aldeas Universitarias. Ribas Sucre MISIONES EN EL AREA AGRARIA Y AGRICOLA Año de creación Descripción Zamora 2001 Creada con el objetivo de reorganizar la tenencia y uso de las tierras ociosas con vocación agrícola para erradicar el latifundio, promover el desarrollo rural en los ejes estratégicos del país y garantizar la seguridad agroalimentaria de la población a través de una agricultura sustentable. Gran Misión Agro Venezuela 2011 Representa una extensión de la Misión Vuelta al Campo, orientada a promover la producción nacional y la actividad agraria en el país. Misión Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y 2006) 148 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales MISIONES EN EL AREA DE ALIMENTACIÓN Misión Mercal Año de creación Descripción 2004 Creada para generar acceso a bienes de la canasta básica alimentaría en un contexto de escasez generado por el paro petrolero. Se enfocó a lo siguiente: a. Proyectos de organización y participación comunitaria: conformados por Frentes Comunitarios de Soberanía Alimentaría (FCSA), Programa de Economía Social y de Fortalecimiento Endógeno. b. Establecimientos Mercal: para ofrecer productos por debajo de los precios de mercado. Existe en las modalidades: Mercalitos, bodegas móviles, megamercales a cielo abierto y centros de acopio. c. Red Social Mercal: destinado a favorecer a pequeños productores y comunidades con alta carga familiar en los sectores rural e indígena. La acción está dirigida al otorgamiento de subsidios para la compra de siete rubros de la canasta MERCAL al 50% de su precio, y comedores populares gratuitos que proporcionan tres platos diarios para las 150 familias más pobres de la comunidad. MISIONES EN EL AREA DE VIVIENDA, HABITAT Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Vivienda y Hábitat 2004 Destinada a crear soluciones habitacionales de manera articulada con los gobiernos locales y las instituciones que venían trabajando en ese sector, con el objetivo de disminuir los altos volúmenes de déficit habitacional. Tenía como meta abarcar las áreas de habitabilidad: desarrollo del hábitat y realización de urbanismos integrales. Villanueva 2007 Orientada al ámbito del hábitat con la finalidad de sustituir ranchos por viviendas dignas y modernas, así como promover las nuevas ciudades socialistas. Gran Misión Vivienda Venezuela 2011 13 de Abril Constituye una versión ampliada de la Misión Vivienda y Hábitat. 2008 Se creó con el objetivo de fortalecer el poder popular a través de la creación de las Comunas Socialistas. Para ello se concibió abordar la tares en dos etapas: en primer lugar trabajar en mejorar las condiciones de vida de la población, y en segundo lugar y de manera contundente, en construir las comunidades socialistas, para dar respuesta al lineamiento de modificación de la estructura socio-territorial hacía la construcción de comunas y ciudades socialistas articuladas y autosustentables que garantizaran el desarrollo y calidad de vida a la población. Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008) 149 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales MISIONES EN EL AREA CULTURAL Cultura Música 2004 Creada para consolidar la identidad nacional enmarcada en el proceso de descentralización, democratización y masificación de la cultura venezolana. 2007 Orientada a consolidar el sistema nacional de orquestas y coros infantiles y juveniles de Venezuela (FESNOJIV). Uno de sus objetivos está dirigido a promover el talento musical venezolano a través de la creación de Centros de Acción Social por la Música, desde los Consejos Comunales y Escuelas Bolivarianas para garantizar el acceso a coros, orquestas e instrumentos MISIONES EN EL AREA SOCIAL Madres del Barrio Negra Hipólita Cristo Niños y Niñas de Venezuela que sería sustituida en el 2012 por Hijos e Hijas de Venezuela Venezuela en Amor Mayor 2006 2006 S/I 2008 2012 Creada para apoyar a mujeres y familias que se encuentren en condición de necesidad, a los fines de ser incorporadas en actividades productivas que les permitan superar su condición de pobreza. Promovida con la finalidad de garantizar los derechos de las personas que se encuentren en situación de calle, y de la población que vive en condiciones de pobreza extrema. Para el funcionamiento de esta Misión se convocó a los Comités de Protección Social de los Consejos Comunales y demás organizaciones comunitarias, quienes debían participar en el diagnóstico de la situación social de esas personas en su ámbito territorial. Considerada Misión de misiones porque su objetivo es lograr pobreza (0) en el año 2021. El objetivo central consistió en satisfacer las necesidades de los niños, niñas y adolecentes en situación de calle, en las edades comprendidas entre los (0) y (18) años. Se acordó llevarla a cabo en dos etapas: la primera dirigida a atender a cuatro grupos que aglutinan a este sector de la población; y la segunda reunir y organizar a niños, niñas y adolescentes en edades comprendidas entre los seis y los dieciocho años, para formar la Organización de niños, niñas y adolescentes de Venezuela. Esta organización estaría conformada por este sector poblacional, y trabajarían con los Consejos Comunales en el apoyo y fortalecimiento de los valores sociales con el objeto de erradicar la explotación, el acoso, abuso, maltrato físico y psicológico. Ha sido una de las últimas Misiones lanzadas. Está orientada a satisfacer las necesidades sociales de las personas de la tercera edad. Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve ; D´Elia y Cabezas (2008 y 2006) 150 Cont. Cuadro 4: Misiones Sociales OTRAS MISIONES VINCULADAS A DIFERENTES AREAS Miranda Identidad 2003 2003 Surgió como expresión de la alianza cívico-militar, se fundamentó en la captación de reservistas militares “para apoyar las labores de defensa nacional, cooperación en el orden público y participación en el desarrollo social del país” Se lanzo a los fines de otorgar cedula tanto a venezolanos como extranjeros residentes en el país para que pudiesen participar en los procesos electorales. Promovida con el objetivo de restituir los derechos de los pueblos indígenas de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional. Guaicaipuro 2003 Piar 2003 Orientada a la incorporación de los mineros en el proceso de desarrollo nacional. 2006 Se buscaba la participación conjunta entre las instituciones públicas y las comunidades para ejercer la democracia participativa y protagónica en el ámbito ecológico Misión Árbol OTRAS MISIONES VINCULADAS A DIFERENTES AREAS Año de creación Descripción Ciencia 2006 Orientada al uso del conocimiento en función del desarrollo endógeno, la integración y la consolidación del proyecto nacional Simón Bolívar, con la incorporación y articulación masiva de diferentes actores sociales e institucionales. Revolución energética 2006 Se creó con la finalidad de promover el uso racional de la energía eléctrica. Misión Fuente: Elaboración propia a partir de www.gobiernoenlinea.ve y D´Elia y Cabezas (2008 y 2006) D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 14) expresaron que “El paralelismo administrativo de las misiones se replicó en una estructura de atención separada de los sistemas públicos existentes que llegó a visualizarse como un sistema integrado en sí mismo (…) para consolidar en su interior los valores y símbolos de la revolución”. 151 Tomando en consideración el enfoque expresado por estos autores la propuesta de administración pública quedaría divida en dos categorías que se presentan a continuación: 1. Burocracia tradicional como instrumento de los poderes públicos, primordialmente del poder público con mayores competencias y atribuciones, y un nuevo poder popular integrado por organizaciones nacidas en “el orden socialista” tales como. Comunidades, comunas, consejos comunales, consejos obreros, consejos campesinos, consejos estudiantiles, entre otros, cuyos representantes no son elegidos por voto. 2. Las Misiones como “un sistema de administración paralela no sometida a control constitucional ni de las demás leyes”, como quedó expresado en el artículo 141 de la propuesta de Reforma Constitucional del 2007; (…) constituidas por organizaciones de variada naturaleza, creadas para atender a la satisfacción de las más sentidas y urgentes necesidades de la población, cuya prestación exige de la aplicación de sistemas excepcionales, e incluso experimentales, los cuales serán establecidos por el Poder Ejecutivo mediante reglamentos orgánicos y funcionales. En este contexto, D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 8) señalaron que el concepto de lo público en la administración del Estado ha cambiado, colocando a las misiones como un sistema especial de la administración pública que expresa la voluntad del ejecutivo, y en condición de supremacía respecto a las demás instituciones del poder público: “(…) pueden experimentarse tantos nuevos sistemas de programas o servicios como de normas, leyes y pautas de organización territorial, social y económica, a voluntad del ejecutivo”. 152 Al respecto D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 7) expresa que para sostener esta nueva infraestructura institucional el ejecutivo ha intentado tomar las previsiones que permitan la asignación de recursos especiales para el financiamiento de infraestructura, equipamiento y personal necesario para el desarrollo de las misiones. En este sentido información suministrada por D´Elia y Cabezas (Op. cit., pág. 7) indica que las misiones han recibido recursos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BANDES) y de manera intensiva por parte de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Debido al volumen de recursos requeridos por las misiones el gobierno creó el Fondo para el Desarrollo Económico y Social del País (Fondespa), administrado por la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) de PDVSA. Posteriormente se crearon el Fondo de Desarrollo Endógeno (Fonendógeno), que recibió recursos del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) y el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), creado con aportes de las reservas internacionales. Para finalizar esta sección se presenta un esquema que ilustra la estructura institucional de las “Misiones Sociales” (ver figura 2). 4.2.2.6 Nuevo mapa estratégico para consolidar la nueva Institucionalidad Como parte de la redefinición de la Política Nacional considerada necesaria por parte del gobierno venezolano en el año 2004 el Presidente de la República propuso el nuevo Mapa Estratégico a desarrollarse en los años 2005 y 2006, cuyos objetivos generales pasarían a ser los ejes de acción del 153 nuevo “Estado Socialista Revolucionario” en sus distintos niveles: nacional, regional y municipal, es decir, que se traducirían en políticas de Estado enmarcadas en la normativa constitucional. Figura 2: Estructura administrativa de las Misiones Presidencia de la República Designa Decreta Comisión Presidencial de la Misión Planes Presupuestarios Extraordinarios Integrada generalmente por: Ministerio o instituto público líder, organismos públicos vinculados, Fuerzas Armadas, PDVSA, Miembros de Organizaciones Sociales de la Revolución. Decretos-Leyes revisados y aprobados por la Asamblea Nacional, con cargo a recursos de fondos que se alimentan de recursos de PDVSA y Reservas Internacionales. Crea Fundaciones Órganos administrativos adscritos generalmente al Ministerio o instituto público líder de la Comisión Presidencial. Se expresan a través de fundaciones. Fuente: D´Elia y Cabezas (2008) El Mapa estratégico diseñado contemplaba los siguientes objetivos: 1. Avanzar en la conformación de una nueva estructura social que permitiera terminar con la exclusión social y la pobreza, establecer las condiciones adecuadas para que la población pudiera tener acceso a los servicios sociales básicos, la creación de un efectivo sistema de seguridad social y el ejercicio de los derechos humanos. 2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional dirigida a democratizar los medios de comunicación social, y evitar un manejo inadecuado de los mismos y de la información transmitida. 154 3. Avanzar en la construcción del nuevo modelo democrático popular para consolidar la participación protagónica de la población en la gestión pública y en la contraloría social de las acciones gubernamentales. 4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado que permitiera combatir la ineficacia e ineficiencia administrativa. 5. Activar una nueva estrategia eficaz contra la corrupción, lo que implicaba aterrizar la concepción de la función pública concebida en la Constitución Nacional, y la aplicación de medidas preventivas y punibles para contribuir a mejorar el funcionamiento del Estado venezolano. 6. El desarrollo de una nueva estrategia electoral para garantizar una mayor participación y decisión por parte de las bases populares. 7. Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación de un nuevo sistema económico, basado en la democratización del capital y los beneficios, a través de la incorporación activa de todos los sectores de la sociedad. 8. Continuar instalando la nueva estructura territorial que profundizara la descentralización y desconcentración de funciones administrativas, así como el desarrollo endógeno a partir de las potencialidades de cada región y la diversificación de las actividades económicas. 9. Profundizar y acelerar la nueva estrategia militar nacional fundamentada principalmente en el logro de la defensa de la nación a partir de la integración y conformación de unidades cívico-militares. 10. Impulsar el nuevo sistema multipolar internacional sustentado en el establecimiento de asociaciones estratégicas con otros países en función de los intereses de la nación, para la conformación de bloques económicos y sociales, a través de la concreción del proceso de integración latinoamericana y caribeña. 155 4.2.2.7 Los cinco motores de la revolución A principios del año 2007 en los inicios del nuevo período de gobierno, el Presidente Hugo Chávez expuso y explicó los lineamientos estratégicos orientados a la construcción del socialismo del siglo XXI a los que denominó “los cinco motores de la revolución” por constituir elementos dinamizadores para la consolidación del Proyecto Nacional Simón Bolívar; “(…) para transitar como locomotoras victoriosas”. En este punto se produjo un cambio en el discurso del Presidente Hugo Chávez, quien inició la promoción para la construcción de una nación socialista, lo cual implicaba un cambio en la concepción de Estado definida en la Constitución Nacional, por lo que anunció la necesidad de introducir una reforma en la Carta Magna para la profundización de los aspectos neurálgicos que permitieran avanzar en la consolidación de la denominada “Revolución Bolivariana” tales como la participación protagónica del “pueblo” venezolano y la formación de un “hombre nuevo”. A los efectos de ilustrar los contenidos y orientaciones de estos lineamientos estratégicos y otorgarles mayor sustento y significación, se incluyen a continuación fragmentos de discursos emitidos por el Presidente Hugo Chávez en diferentes eventos gubernamentales realizados en el marco de las acciones de gobierno propias para dar inicio al nuevo período presidencial. Los eventos mencionados se refieren al acto de juramentación del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, acto de juramentación del nuevo Gabinete Ejecutivo, Juramentación del Consejo Presidencial para la Reforma Constitucional y del Consejo Presidencial del Poder Comunal y III aniversario del llamado Frente Francisco de Miranda. 156 El primer motor está referido a la “Ley Habilitante” solicitada por el Presidente de la República a la Asamblea Nacional, con la finalidad de disponer de competencias para dictar leyes y decretos en los ámbitos político, social, económico y fundamentalmente en seguridad y defensa por un lapso de tiempo de año y medio. El Presidente de la República denominó a este lineamiento como el primer motor por considerarlo el punto de partida “para avanzar con determinación y contundencia” en los otros lineamientos propuestos: “El primero de los motores constituyentes es una ley de leyes revolucionaria, madre de leyes: la Ley Habilitante”; La Ley Habilitante debe ser el arranque de este año. Si las leyes del 2001 impactaron el esquema económico y social del país, estas nuevas leyes deben impactar con una potencia mucho mayor la actual situación económica del país (pág. 4). Por una parte su discurso al respecto expresó disciplina y apego a los instrumentos contenidos en la Carta Magna: “La Asamblea luego deberá revisar aquellos decretos y leyes. En caso de que sean leyes orgánicas deberán ir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a la Sala Constitucional”. Por otra parte uno de los objetivos planteados por el Presidente Chávez fue la reforma de leyes, la sustitución de algunas ya existentes y la promulgación de leyes nuevas que estuviesen en concordancia con las directrices nacionales. 157 Tenemos una lista de leyes. Primero leyes viejas que hay que reformar, segundo, leyes nuevas que hay que reformar; tercero, leyes que hay que sustituir por otras; cuarto, leyes que hay que inventar en el marco de la Constitución para desarrollar aún más los mandatos constitucionales (pág. 3). El segundo motor según su propuesta consistió en la “Reforma Constitucional” para la conformación de “un Estado de derecho socialista” que permitiese darle sustento y contenido a la propuesta de construcción de un sistema socialista en Venezuela enunciándolo de la siguiente manera: “Vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para eso se requiere una profunda reforma de la Constitución Nacional”. Es importante acotar que el Presidente Chávez tomó en consideración los preceptos constitucionales establecidos en el artículo 342 referido a los instrumentos para la realización de un planteamiento de cambio en la Carta Magna según los cuales se decidió asumir una reforma, porque lo que estaba planteado era una revisión parcial que permitiera ajustar los contenidos para darle soporte a la construcción de una “Patria Socialista”: “La Constitución establece los límites de la reforma, permite la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen los principios fundamentales(…)”;“Estamos viviendo tiempos constituyentes, revolucionarios, por eso habrá que revisar la Constitución, reformarla”. La propuesta expresó la necesidad de reorientar algunos aspectos de la Constitución de 1999 que el Presidente Hugo Chávez consideraba que aún respondían a la ideología del capitalismo contemplada en la 158 Constitución de 1961: “Esta Constitución nació en medio de la tormenta, pero a pesar de los esfuerzos quedaron infiltrados muchos gazapos del viejo régimen, así como otros elementos que no quedaron bien delineados”. El tercer motor denominado “Moral y Luces” lo desarrolló con la finalidad de promover “los valores socialistas” a través de una profundización y democratización de la educación, extendida a cada uno de los espacios de la vida nacional, tales como: empresas, fábricas, comunidades, campos, talleres, entre otros. (…) entonces, educación popular en todos los momentos y en todos los espacios (…) Hay que demoler los viejos valores del individualismo, del capitalismo, del egoísmo, hay que crear nuevos valores, y eso solo se logra a través de la educación, del ejemplo; este es el tercer gran motor (pág. 4). Para emprender las acciones de ese lineamiento el Presidente Chávez (2007) convocó a todos los sectores de la sociedad a una gran jornada de trabajo nacional motorizada desde el gobierno a la cual denomino “Moral y Luces” haciendo alusión al Libertador Simón Bolívar cuando éste expresó “Moral y luces son los polos de una República”: “Vamos a lanzar durante todo el año 2007, la jornada nacional Moral y Luces (…) Educación en todos los espacios: educación moral, económica, política, social, mucho más allá de la escuela”. El gobierno sustentó ese planteamiento en la necesidad de transformar la concepción y orientación tradicional que había tenido la 159 educación en el país para hacerla cónsona con los nuevos lineamientos y directrices de Política Nacional dirigidos a construir “una nación socialista”: “La educación no tiene que ver sólo con el estudio de una materia determinada o con sacar el sexto grado, no, es mucho más que eso, se trata de los valores, la cultura, la solidaridad. Una revolución ética (…)”; “(…) una sacudida moral”. La concepción del Presidente Chávez también consideraba necesaria e indispensable la educación ideológica constante por parte de los adeptos al “proyecto revolucionario” para avanzar y concretar el ideal socialista adaptándolo a las características propias de la realidad nacional: “(…) Un luchador, un revolucionario, tiene que estudiar todos los días de su vida, todas las noches de su vida, tiene que estudiar la teoría y la praxis; navegar en las aguas de la dialéctica”. El cuarto motor fue denominado por el Presidente Chávez (2007) como “La Nueva Geometría del Poder”, el cual explicó a través de una analogía entre los elementos que considera la geometría: distancia, extensión y volumen o contenido, con el territorio nacional a los fines de iniciar una redistribución del poder a todo lo largo y ancho del país, que permitiera avanzar eficaz y eficientemente en las líneas del Plan de la Nación 2007-2013, primordialmente en el logro de la suprema felicidad social y la consolidación de la democracia protagónica revolucionaria, así como del modelo productivo socialista; ¿Cómo está distribuido el poder político, social, económico, militar, y cómo debería estar? (…) este es un tema en el que pido especial atención (…). Es 160 necesario buscar una nueva manera de distribuir el poder político, económico, social y militar sobre el espacio. Revisemos la división político-territorial del país, innovemos, busquemos unas fórmulas que se adecuen mucho más a nuestra realidad y aspiraciones (pág. 2). La propuesta expresa la necesidad del gobierno nacional de adecuar el territorio a las necesidades sociales, económicas y políticas de la población, primordialmente en los municipios, a los fines de hacer una distribución más equitativa de los recursos para lograr el desarrollo de todos los sectores de la población, garantizar la profundización de la participación protagónica, y combatir los vicios administrativos; (…) ¿Cómo lograr una relación simétrica o una aplicación simétrica del poder político, social, económico, militar, a lo largo y ancho de todo el territorio? Ahí tenemos muchas deudas, regiones que están muy apartadas, muy olvidadas, disminuidas, atrasadas; tenemos que trabajar en esto porque hay que levantar al país completo porque es un solo cuerpo nacional (pág. 4). Según el Presidente Chávez el planteamiento responde a la necesidad de hacer los ajustes necesarios para transformar el andamiaje institucional existente, que permitiera avanzar en la construcción de un nuevo sistema político venezolano basado en valores socialistas adaptados a la realidad nacional, dado que las prácticas administrativas de las instituciones gubernamentales seguían respondiendo a la ideología capitalista del Estado liberal burgués; 161 (…) Burocracia, ésa es la cuarta República viva: burocracia, corrupción, ineficiencia. Está intacto el modelo ¡cambiémoslo! Los invito a todos sin temores; (…) está viva la cuarta República a esos niveles: vamos a demolerla; Hay que comenzar por los pequeños detalles, por desmontar los privilegios, las malas costumbres del Estado liberal burgués; El alma de la revolución precisamente está allí, en demoler las viejas costumbres, si no lo hacemos habríamos perdido el tiempo (pág. 3). El quinto motor fue denominado “Explosión del Poder Comunal” con la finalidad de consolidar la democracia protagónica, revolucionaria y socialista la cual descansaría en “el pueblo”. Su concepción comulgó con la determinación de la participación como eje transversal de la acción gubernamental contemplada en el texto constitucional, pero con un paso adicional porque introdujo la noción de “poder popular”, que según el Presidente Chávez representa el sustento y fuerza motriz para la concreción y aterrizaje de las directrices concebidas en el Plan de la Nación 2007-2013: “El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia revolucionaria, de la democracia verdadera”. No obstante el Presidente Hugo Chávez acotó que este logro dependía del desarrollo y éxito de los otros cuatro motores enunciados, es decir que estaba condicionado por ellos porque estos le darían las bases y la estructura necesaria para expresarse plenamente en el contexto de construcción de una nación socialista. El planteamiento se sustentó esencialmente en la necesidad de adecuación del territorio y de las formas asociativas para la plena expresión del poder popular. En ese sentido surgió la propuesta de creación de 162 ciudades federales y comunales donde se concentrarían los esfuerzos sociales, políticos y económicos como una forma de profundizar el principio de descentralización contenido en el texto constitucional, pero apoyado en el desarrollo del “poder comunal”, tal como se previó en “el cuarto motor de la revolución”, previa incorporación en la Constitución Nacional: “El poder comunal…habría que sembrarlo en la Constitución: una nueva geometría del poder en toda la línea, en toda la extensión y en todo el volumen”. Adicionalmente la propuesta gubernamental consideró que debía apoyarse en los Consejos Comunales, creados como figura protagónica del poder constituyente, es decir, como expresión de gobierno a nivel comunal pero con trascendencia a nivel nacional porque sus decisiones influirían la política nacional y ésta a ellos en una relación bidireccional, lo que los colocaría como la máxima expresión de la participación ciudadana de acuerdo a los preceptos constitucionales establecidos en 1999. Los Consejos comunales deben trascender lo local, no debemos ponerles límites a los Consejo Comunales, ellos son herramientas del Poder Popular Constituyente, hay que impulsarlos, fortalecerlos; Progresivamente, nosotros, el poder constituido, debemos ir transfiriéndole el poder político, social, económico y administrativo al Poder comunal, para que así marchemos rumbo al Estado social y salgamos de las viejas estructuras del Estado capitalista burgués (pág. 3). 163 4.2.2.8. Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Este plan forma parte de las líneas generales estratégicas (ver cuadro 5) que estableció el Presidente Hugo Chávez para su segundo período de gobierno, en un esfuerzo orientador para seguir profundizando los logros alcanzados por los lineamientos que se habían establecido en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007, así como para avanzar en la propuesta de construcción del “Socialismo del siglo XXI” Cuadro 5: Directrices del Plan de la Nación 2007-2013 Directrices Descripción Nueva Ética Socialista Propone la refundación de la nación venezolana sustentada en la fusión de los valores y principios humanistas del Socialismo y la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar. La Suprema Felicidad Social Tiene como punto de partida la construcción de una estructura social incluyente, un nuevo modelo social, productivo, socialista, humanista, endógeno, donde toda la población viva en condiciones similares en el marco del pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Democracia Protagónica y Revolucionaria Como expresión genuina y auténtica de verdadera democracia. Modelo productivo socialista Con la finalidad de lograr un trabajo con significado, orientado a la satisfacción de las necesidades humanas, y la eliminación progresiva de riqueza subordinada a la reproducción del capital. Nueva Geopolítica Nacional Orientada a la modificación de la estructura socio-territorial de Venezuela con la finalidad de articular internamente el nuevo modelo productivo, a través de un desarrollo territorial desconcentrado, definido por ejes integradores, un sistema de ciudades interconectadas y un ambiente sustentable. Venezuela: Potencia Energética Mundial Sustentada en la fortaleza de tener un acervo energético robusto, está dirigida al desarrollo de estrategias que combinen el uso soberano de los recursos disponibles, primordialmente el petróleo, con la integración regional y mundial. La Nueva Geopolítica Internacional Implica la construcción de un mundo multipolar sustentado en la justicia social, la solidaridad y las garantías de paz, a los fines de contrarrestar el predominio unipolar en las relaciones de poder mundial Fuente: Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, República Bolivariana de Venezuela 164 Los principales elementos que según los voceros gubernamentales profundizan el avance en la construcción de una nueva institucionalidad en el sistema político venezolano, se describen brevemente a continuación: Respecto a la “Nueva Ética Socialista” se planteó “la refundación ética y moral de la Nación venezolana” sustentada en los principios de justicia social, equidad y solidaridad entre los seres humanos y las instituciones de la República. En este sentido existe similitud con el fin supremo establecido en la Constitución Nacional de 1999 de conformación de una sociedad democrática, participativa y protagónica. No obstante, lo que propone Chávez (2009) es la construcción de un “Estado ético” que implica una nueva ética de lo público, donde “los ciudadanos se sientan parte de él” y los funcionarios sean honestos, eficientes y muestren “una conducta moral basada en sus condiciones de vida, su relación con el pueblo y en la vocación de servicio hacia los demás”, donde además la refundación de la moral venezolana está orientada hacia la construcción de una sociedad humanista, donde el ser humano sea el centro de las decisiones públicas. Uno de los desafíos planteados por el gobierno es la construcción de una institucionalidad basada en “los valores supremos de la justicia y la equidad”, bajo el enfoque de darle supremacía a la justicia por encima del derecho pero sin socavar sus basamentos. En cuanto a la “Suprema Felicidad Social” los aspectos que resalta el gobierno están vinculados con la conformación de estructuras que 165 permitan el desarrollo social y económico para la satisfacción de las necesidades básicas “del pueblo”, así como para dar respuesta a las potencialidades de cada territorio con la denominada participación protagónica y revolucionaria de los ciudadanos. En relación a la “Democracia Protagónica y Revolucionaria” ésta es expresada por Chávez (2009) como “expresión genuina y auténtica de la verdadera democracia” y está sustentada en “el republicanismo y bolivarianismo”. Esta concepción implica una extensión de lo que ya había sido contemplado en la Constitución de 1999 puesto que la fundamentación registrada en el documento contentivo del Plan de la Nación expresa que “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en la ley e indirectamente mediante el sufragio por los órganos que ejercen el Poder Público”. Acerca del “Modelo Productivo Socialista” el enfoque está sustentado en la “eliminación de la división social del trabajo, de la estructura jerárquica imperante y la eliminación de la disyuntiva entre satisfacción de necesidad y producción de riqueza”. Esta orientación según Chávez (2009) tiene una perspectiva humanista “(…) dado que “responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital”, porque supone una nueva forma de asumir tanto la producción como las relaciones de trabajo para desarrollarla. 166 Lo que propuso el Presidente Chávez fue el desarrollo de nuevas formas de generación, apropiación y distribución de los excedentes económicos así como de la renta petrolera en beneficio de la población. En este contexto planteó la creación de Empresas de Producción Social. De la misma manera se propuso la creación de un sistema de innovación dirigido a la consolidación de una estructura socio-institucional y legal basada en redes de ciudadanos tanto con formación formal y especializada como de ciudadanos cuya experiencia alcanzada enriquecería el proceso. La “Nueva Geopolítica Nacional” responde a los lineamientos del Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2021) en el que Hugo Chávez estableció “sentar las bases para la transición hacia una nueva organización socio-territorial coherente con el nuevo Socialismo del siglo XXI” para lo cual, entre otras cosas, se requería el desarrollo de una gestión y administración que respondiera según los preceptos constitucionales al ordenamiento territorial urbano regional a través de sus diferentes niveles de gobierno, entre ellos “el Poder Comunal”. Respecto a la directriz “Venezuela: Potencia Energética Mundial” la orientación gubernamental responde a los principios fundamentales contemplados en la Constitución de 1999 y concretamente en el artículo 1 el cual establece “la independencia, la libertad, la soberanía, inmunidad e integración territorial, así como la autodeterminación nacional” como parte de “los derechos irrenunciables” de la República de Venezuela. 167 En este sentido la directriz fue dirigida por el Presidente Chávez al desarrollo de estrategias que combinen el uso soberano de los recursos disponibles con la integración regional y mundial, dando un lugar primordial al petróleo, por lo que se estableció una “Política Plena de Soberanía Petrolera” a través de la alianza fundamentalmente con países interesados en desarrollarse como naciones soberanas. En cuanto a la “Nueva Geopolítica Internacional” su orientación implica la construcción de un mundo multipolar sustentado en la justicia social, la solidaridad y las garantías de paz, a los fines de contrarrestar el predominio unipolar en las relaciones de poder mundial. Esto respondió a la necesidad expuesta por el Gobierno Nacional de que “Venezuela avanzara hacia una nueva etapa en la geopolítica mundial, fundamentada en una relación estratégica de mayor claridad en la búsqueda de objetivos de mayor liderazgo mundial”. La relación con el tema estudiado viene dada por el reto que significó para el gobierno “definir nuevas formas y mecanismos de integración y relacionamiento para la construcción de una nueva matriz de poder mundial en el campo financiero, mediático, militar y político”, así como la construcción de “nuevos esquemas de cooperación económica y financiera para el apalancamiento del desarrollo integral y el establecimiento del comercio justo a nivel mundial” a los fines de utilizar la energía como factor dinamizador de la economía en aras de la construcción de un nuevo modelo basado en la equidad y la justicia social. 168 CAPÍTULO V ANÁLISIS DEL DISCURSO OFICIAL EN TORNO A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA INSTITUCIONALIDAD PÚBLICA EN VENEZUELA La revisión de la Constitución Nacional y de los demás documentos y materiales revisados permiten hacer un análisis sobre el discurso utilizado por el gobierno nacional, y principalmente por el Presidente Hugo Chávez en el período comprendido entre el año 1999 y 2012. En este discurso se puede observar que el rasgo neurálgico que ha originado la construcción de una nueva institucionalidad pública en Venezuela ha estado fundamentado en una ideología diferente a la que había imperado en el país entre 1958 y 1998 la cual según voceros y representantes del gobierno presidido por Hugo Chávez se ha basado en las corrientes teóricas del socialismo y el ideario del Libertador Simón Bolívar. Esta ideología, según los documentos revisados, responde al sistema de creencias y experiencias vividas por Hugo Rafael Chávez Frías, así como por su grupo de seguidores conformado por militares, intelectuales y partidarios de izquierda y demás personas en general que lo acompañaron en el proceso de conformación de su propuesta de cambio y en las acciones de gobierno emprendidas una vez que ganara las elecciones presidenciales en el año 1998. A continuación se hará el análisis del discurso empleado por el Presidente Chávez y los principales voceros gubernamentales durante la campaña electoral de 1998 y primeros años de gobierno en virtud de que 169 estos acontecimientos fueron considerados por ellos como necesarios para el cambio de rumbo en el país, los cuales materializaron a través de los planes, programas, proyectos y actividades emprendidos y asumidos por un número significativo de la población. 5.1 Estado venezolano Según la Constitución Nacional del año 1999 el Estado venezolano tiene dos concepciones que definen su orientación, por una parte se expresa como un Estado federal descentralizado y por la otra como un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia. Estas dos características expresan la concepción de Estado construida para concretar los ideales de cambio enunciados en el lema fundamental de la campaña electoral de 1998 “Hay que refundar la República”. Ambas enuncian la disposición fehaciente por parte de los partidarios del Presidente Chávez y su propuesta de introducir cambios en la forma de gobierno, para lo cual la nueva dirigencia política consideró que era necesario cambiar la noción sobre el Estado venezolano. En primer lugar la voluntad de transformar al Estado venezolano en un Estado federal descentralizado se expresa normativamente en la iniciativa de integrar las diferentes entidades territoriales y políticas de acuerdo a la nueva realidad nacional, pero también se manifestó de manera coherente y consecuente, según las autoridades gubernamentales, a través de los planes, programas y proyectos dictaminados y desarrollados por el gobierno nacional presidido por Hugo Chávez. 170 En este sentido cabe mencionar en un primer momento la denominada Agenda Alternativa Bolivariana expresada a través de los cinco polos estratégicos de desarrollo y el Plan de la Nación 2001-2007 en los cuales plasmaron su aspiración de rescatar el adecuado uso y ocupación del espacio para aprovechar eficiente y efectivamente las potencialidades del territorio, así como hacer una justa y equitativa distribución de los recursos públicos en toda la nación, todo esto sustentado en el elemento clave de participación activa de los ciudadanos en la gestión pública. De la misma manera en el Nuevo Mapa Estratégico se observa que uno de los objetivos enunciados se orientó a la necesidad de avanzar en la nueva estructura territorial para profundizar la descentralización y desconcentración de las funciones administrativas y la gestión de las instituciones expresada en el desarrollo endógeno de cada territorio. Asimismo en la propuesta de la “Nueva Geometría del Poder”, expresada a través de “los cinco motores de la Revolución” y el Plan de la Nación 2007-2013 se profundizó esta iniciativa. En este caso la aspiración de adecuación del territorio a las necesidades sociales, económicas y políticas de la población, primordialmente en los municipios, enfatiza no sólo una distribución más justa y equitativa de los recursos públicos para lograr el desarrollo comunal sino que va más allá, se trata de concretar la redistribución del poder en todo el país. En este último elemento está concebida la profundización de la participación protagónica a través del poder de decisión de las comunidades plasmado en la generación de planes y proyectos comunitarios, en la 171 potestad constitucional de ejercer el Control Social sobre la actuación del gobierno, y en el derecho a recibir transferencias del Estado por parte sus diferentes instituciones para el desarrollo y gestión pública en los territorios comunales donde hacen vida. No obstante, la orientación ideológica que rige estas dos concepciones está referida según el discurso oficial, a la necesidad de rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones a través de la moral pública, la eficiencia y eficacia de la función administrativa del Estado. Este planteamiento introduciría además de la correcta ejecución de las prácticas administrativas, los valores y principios humanistas del Socialismo y la herencia histórica del pensamiento de Simón Bolívar tal como está expresado en el Plan de la Nación 2007-2013. En este contexto el fin fundamental implícito en el discurso del Presidente Hugo Chávez y los principales voceros gubernamentales ha sido la ruptura con el tipo de Estado y la forma de gobierno implementada en el sistema político venezolano del período denominado “IV República”, como lo expresa El Troudi (2004) “(…) tenemos que demoler el viejo régimen a nivel ideológico…No son los hechos, no es la superficie lo que hay que transformar, es el hombre (…)”. En ese mismo contexto la propuesta de la Agenda Alternativa Bolivariana planteada previamente a las campaña electoral de 1998 ya enunciaba el tema del territorio desde la perspectiva ideológica: “la construcción de localidades integrales para expresar polos de contra hegemonía cultural”. 172 Este planteamiento permite entender la razón por la cual se formuló la creación de comunas socialistas y de nuevas organizaciones sociales que trascendieran el territorio comunitario pero que pudiesen ejercer el poder popular a una escala local más pequeña que el municipio y la parroquia. Así pues surgió la propuesta y promoción de los Consejos Comunales como expresión del poder comunal, es decir, de la implementación de un sistema de gobierno a nivel comunitario como expresión visible de la ideología de la “Revolución Bolivariana”. La segunda concepción mencionada define al Estado venezolano como un Estado democrático y social de derecho y de justicia lo cual implicaba según las autoridades gubernamentales la creación de nuevas instituciones públicas que permitieran garantizar el bienestar de todos los venezolanos dando respuesta eficaz, eficiente y efectiva a las problemáticas sociales heredadas por el sistema político-venezolano del gobierno de la “IV República”, donde la dignificación del Hombre expresada en el desarrollo humano, constituye el núcleo central, y la participación protagónica de los ciudadano, el eje transversal de la acción pública del “gobierno revolucionario bolivariano”. Al respecto, Harnecker (2010) refiere que la “Revolución Bolivariana” debe ser “democracia protagónica en el trabajo, democracia protagónica en los barrios, en las comunidades, en los municipios, es la democracia del pueblo que se transforma a sí mismo en sujeto revolucionario”. La concepción ideológica sobre el nuevo Estado concebido por Hugo Chávez y sus seguidores está centrada en las corrientes teóricas 173 humanistas, las cuales ponen el énfasis en el desarrollo humano en términos de “proveer la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar los derechos humanos y buscar su felicidad”. Izarra (2004) lo expresó desde el punto de vista de proveer los medios necesarios para que el ciudadano de la nueva “República” pueda expresarse libremente y en toda su potencialidad, “proyección del talento creador del revolucionario”. 5.2 Sistema democrático del gobierno venezolano. La forma de gobierno en el marco del nuevo sistema político venezolano que se ha intentado crear en el país está en concordancia con la nueva concepción de Estado, lo que lo consagra según las autoridades gubernamentales como un gobierno democrático participativo y protagónico, dando así el salto de un gobierno democrático representativo a uno donde la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, entendiendo la noción de “pueblo” como aquel sector de la población constituido por las clases populares, “los más humildes, los excluidos”. Esta concepción, como ya se dijo anteriormente, forma parte de los ejes constitutivos de la propuesta de cambio del actual gobierno venezolano que se expresa de manera transversal en casi todas las áreas de acción pública establecidas en la Constitución Nacional. Ideológicamente hablando lleva implícita según Izarra (2004) “la construcción de un nuevo modelo político que le pertenece a todo el pueblo (…) la aspiración de transformar las relaciones de poder, las relaciones sociales y las relaciones de producción”, en otras palabras se trata de que “las organizaciones del 174 pueblo sustituyan todas las unidades políticas burocráticas heredadas de la IV República”. Por esa razón se realizaron modificaciones sustanciales en la Constitución Nacional de 1999 en relación con la democracia representativa y de partidos establecida en la Constitución anterior, con la finalidad según los voceros gubernamentales de eliminar el sometimiento de la participación democrática a la organización en estructuras partidistas y organizaciones sociales que constituyan élites de poder tal como se desarrollaron en la democracia del Pacto de Pacto Fijo, con empresarios, universidades, Iglesia Católica y Confederación de Trabajadores. En esta propuesta la concepción de poder está orientada a lograr “el poder popular” constituido por el “pueblo”: Chávez (2006) expreso que “el poder popular es el alma de la democracia revolucionaria”, en donde se fundamentan las decisiones de carácter público. Más adelante, en el año 2009 lo ratificó a través de las siguientes palabras: Es el pueblo el que decide; es la comunidad la que decide; no somos nosotros, no es Chávez el que va a decidir… Son ustedes los que deciden, es el poder popular, es la democracia directa, a través de las asambleas populares, a través de la participación, el protagonismo popular (pág. 2). El desarrollo de la propuesta de cambio institucional enunciada y ratificada por el Presidente Chávez y su gobierno dio un giro respecto a la concepción de Estado y forma de gobierno establecida en la Constitución de 1999, cuando en los años 2005 y 2006 inició un discurso orientado hacia la 175 construcción de Venezuela como Estado Socialista, denominado como “Socialismo del Siglo XXI”. Así lo expresó: Sólo con un modelo que estamos inventando de un Socialismo del Siglo XXI, habrá democracia de verdad, producción económica, distribución igualitaria de los recursos, lograremos equilibrar las cargas que todavía están peligrosamente desequilibradas. Ahí está la pobreza todavía, producto de 200 años de desigualdades (pág. 4). Como se deriva del párrafo anterior esta propuesta surgió por la necesidad imperiosa percibida por el líder de la denominada “Revolución Bolivariana” de seguir avanzando en la profundización de un modelo de gobierno que permitiese el ejercicio pleno de la democracia participativa y protagónica a través de la consolidación del poder popular en los ámbitos comunales que Chávez (2005) resumió en la siguiente frase: “Socialismo del siglo XXI, la fuerza de los pequeños”. Esta orientación dio origen y soporte a la propuesta contenida en los denominados cinco motores de la revolución y las líneas generales del Plan de la Nación 2007-2013. 5.3 Nueva Institucionalidad Pública La nueva institucionalidad pública que se ha intentado edificar en Venezuela es fruto del cambio producido en la concepción de Estado y la forma de gobierno ideado por el grupo liderizado por Hugo Chávez Frías, por cuanto constituye una ratificación de la acción gubernamental que se traduce 176 en la cotidianidad en virtud de la imperiosa necesidad de modificar y cambiar las viejas estructuras institucionales para hacerlas cónsonas con el planteamiento de refundación de la República. Así pues esto se manifiesta en toda la propuesta gubernamental realizada por el Presidente Chávez (2006) desde su inicio de gobierno y durante toda su gestión como representante del poder ejecutivo, “… en lo político, un nuevo Estado, y ahí tenemos muchas deudas, la transformación integral del Estado, las instituciones, sanear las instituciones, la lucha contra la corrupción”. El carácter ideológico nació en la propuesta de implementar un gobierno revolucionario porque según el ideario bolivariano “revolución es cambio de estructura”. Izarra (2006) recogió estas ideas y aspiraciones, a partir de las cuales explicó que “la estructura constituye la génesis de los fenómenos, por lo cual la “Revolución Bolivariana” ha pretendido cambiar la estructura heredada de la “IV República” para crear un nuevo sistema político”, dirigido a la construcción de un nuevo sistema de relaciones que establezca una nueva institucionalidad. De acuerdo a los referentes conceptuales sobre las instituciones expuestos por North (1995) se pueden explicar algunos elementos de interés. Por una parte la nueva institucionalidad propuesta incorpora la normativa formal y las normas informales de comportamiento porque está sustentada en las raíces históricas y los códigos de conducta del venezolano. 177 Adicionalmente, el planteamiento de cambio institucional estuvo influido por la percepción del grupo que liderizó la propuesta respecto a los eventos que acontecieron el período histórico (1958-1998) tanto a nivel nacional como en el resto del mundo, así como por el sistema de creencias de la población, lo cual influyó en el concepto de transformación institucional necesario para acabar con la vieja estructura burocrática a los fines de hacer viables las orientaciones del “nuevo gobierno revolucionario”. En este contexto se crearon e implementaron las “Misiones Sociales”, cuyo objetivo visible fue la satisfacción de las principales necesidades sociales expresadas por la población a través de las distintas organizaciones comunitarias, sin embargo su carácter ideológico iba un paso más allá al plantear la conformación de una nueva estructura social que permitiera acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado, en donde, además de garantizar eficaz, eficiente, y efectivamente los derechos sociales del pueblo, se concretara la acción conjunta entre el Estado y la sociedad, así como una real distribución de los poderes públicos. El Presidente Hugo Chávez (2011) manifestó que la Revolución Bolivariana trajo a Venezuela una nueva institucionalidad cuya proyección social quedó demostrada a través de varios acontecimientos de impacto a nivel nacional, un ejemplo de ellos fue la atención a la emergencia por las lluvias que se presentaron durante el mes de febrero del 2011. Citó este ejemplo a razón del “esfuerzo conjunto entre el Gobierno y la población, a través de la participación que tuvieron las Fuerzas Armadas, convirtiendo en refugios los cuarteles, el Poder Popular organizado y su apoyo en las evacuaciones, los médicos venezolanos y cubanos, todos juntos en la atención a las víctimas”. 178 5.4 Relación entre el Estado venezolano y la nueva sociedad La creación de un nuevo sistema político genera necesariamente un cambio en la relación entre Estado y Sociedad que está configurada en términos de la orientación que adquiera el Estado y la forma de gobierno establecida según los preceptos constitucionales. La propuesta de modificación de las estructuras heredadas de la “IV República” para hacer viables los lineamientos orientadores del gobierno revolucionario, la promoción de nuevas formas organizacionales de base como expresión de la redistribución del poder, la conformación de una nueva estructura social paralela al Poder Público establecido para dar respuesta institucional a las necesidades sociales y para el desarrollo de planes, programas y proyectos a una escala territorial microlocal, así como la alianza cívico-militar en el desarrollo de toda la propuesta gubernamental configuraron una nueva forma de relación entre el Estado y la sociedad. Esta configuración además ha quedado plasmada en la Constitución de 1999 en todo el articulado que establece la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad en todas las etapas contempladas para el desarrollo de la gestión pública como son el diagnóstico, planificación, control y evaluación. Desde la concepción de Cunill (1997) se pudiera decir que en Venezuela se ha intentado dar un proceso de rearticulación entre el Estado y la sociedad venezolana en la transición que ha implicado la construcción de un Estado democrático participativo y protagónico, en virtud de que, por lo 179 menos constitucionalmente, los intereses públicos responden a la ampliación y garantía de los derechos ciudadanos. Adicionalmente y desde su orientación teórica el ejercicio de la democracia participativa y protagónica ha planteado superar las asimetrías que existían en la representación social y política, dando paso a un proceso de transformación en las relaciones sociales en favor de una mayor auto organización social. 5.5 Concepción ideológica sobre la “Revolución Bolivariana” La Revolución Bolivariana desde la concepción del Presidente Chávez y voceros gubernamentales viene a constituir un proceso de construcción colectiva que resume los ideales y aspiraciones de superar una estructura político-institucional influenciada por los principios del sistema capitalista. Al respecto El Troudi y Bonilla (2004) expresaron: “La Revolución Bolivariana sintetiza luchas, experiencias y combates por la dignidad, justicia, equidad y compromiso social del Estado a partir de la mirada solidaria de los más humildes (…) constituye la síntesis de resistencia a la opresión y el poder constituido que ha librado nuestro pueblo contra la conquista, la colonización, contra el Fordismo y el Estado de Bienestar Keynesiano, contra las políticas imperialistas de sustitución de importaciones y reparto de los mercados y ahora contra el neoliberalismo” (pág. 101-103). Por su parte, y como ya se expuso en una sección anterior, Izarra (2004) afirma que “La Revolución Bolivariana expresada desde el cambio habla ideológicamente sobre la aspiración de transformar las relaciones de poder, las relaciones sociales y las relaciones de producción” para lo cual 180 resultaba imperativo un proceso de transformación cultural que pasaba por hacer extensivo un proceso de formación ideológica que permitiera la identificación y militancia de los sectores de la población más humildes. Al respecto el Presidente Chávez enunciaría “Conciencia revolucionaria en la necesidad de una nueva moral colectiva”. En ese sentido, Izarra (Op. cit.) esquematizó la concepción de la “Revolución Bolivariana” asociándola a la necesidad imperante de cambio en el paradigma representativo por el participativo y protagónico por parte de los venezolanos para que pudiese ser asumida plenamente en todas sus dimensiones: (…) dentro del marco teórico que debe producir cada individuo, se debe considerar a la Revolución como paradigma de la emancipación del pueblo. Lo que exige entender a su vez, que la Revolución es también el estadio de la sociedad que asume: (i) la proyección del talento creador del revolucionario, (ii) la liberación de amplísimos sectores sociales nunca antes tomados en cuenta, (iii) la búsqueda de caminos de justa prosperidad individual y colectiva; y, (iv) el nuevo modelo político que le pertenece a todo el pueblo (pág. 14). Por su parte García (1982) enunció un significado más ideológico indicando que ésta respondía a un carácter nacional, democrático y patriótico. Señaló entre otras cosas que “es una revolución nacional por sus raíces históricas, porque su dirección nacional no está sujeta a ningún centro de poder internacional, sus objetivos responden a intereses nacionales y se propone liberar al país de toda dependencia extranjera”. 181 De la misma manera señaló que constituye una revolución democrática porque busca la construcción de una democracia participativa sustentada, según Chávez (2006), en el republicanismo y bolivarianismo, y se trata de una revolución patriótica porque defiende la integridad territorial, el patrimonio nacional en sus diferentes sectores, “sus recursos naturales y valores éticos; porque se guía por el pensamiento y el ejemplo del Libertador Simón Bolívar”. 5.6 Discurso bolivariano Tomando en consideración los referentes teóricos planteados por Rojas (2010) se puede decir que el discurso del Presidente Hugo Chávez y los voceros gubernamentales respecto a la construcción de una nueva institucionalidad en la coyuntura política venezolana actual contiene elementos tanto del nivel nuclear como del nivel autónomo y total (ver anexos1-6). Si se hace referencia a la verosimilitud referencial del nivel nuclear se puede observar que el discurso está influido por referentes conceptuales basados en las doctrinas humanistas y socialistas, así como del pensamiento y las tesis libertarias de Simón Bolívar. Otro elemento adicional lo constituye el uso de metáforas utilizadas como método para comunicar la ideología presente en la propuesta de cambio respecto al sistema político-institucional venezolano, pero también para persuadir y provocar sentimientos de arraigo, pertenencia y unión en la población fundamentalmente de los sectores populares, lo cual responde a elementos propios de la verosimilitud lógica y 182 tópica. Ejemplo de ello lo constituyen las frases que se mencionan a continuación: El tránsito pacífico: un parto institucional muy doloroso. Socialismo del siglo XXI, la fuerza de los pequeños; El poder popular es el alma de la democracia revolucionaria; El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia bolivariana, de la democracia revolucionaria, de la democracia verdadera. Por otra parte se puede observar que el discurso está fuertemente imbuido por elementos correspondientes a la verosimilitud lógica en cuanto a su orientación confrontadora y comparativa del modelo oficial respecto al discurso presentado por el sector opositor venezolano, caracterizado por las reglas establecidas en el Pacto de Punto Fijo y la democracia representativa. La idea de este discurso ha estado dirigida según Rojas (Op. cit.) a que la población fije posición respecto al modelo de gobierno que aspira para el desarrollo de la nación y como herencia de las futuras generaciones. En este contexto el objetivo está orientado a que la población asuma las diferencias entre cada modelo y en virtud de esto elija una opción políticoinstitucional en desmedro de la otra, es decir optar por un Estado de bienestar orientado sólo a la satisfacción de las necesidades sociales y garantía de derechos en el marco de un gobierno de democracia representativa, donde el poder es distribuido entre los políticos y élites conformadas por “grupos significativos” de la sociedad, o asumir un sistema 183 político-institucional donde la democracia participativa y protagónica del pueblo es el eje fundamental de todas las decisiones públicas. Otro de los elementos observados y que responde al enfoque expresado en el párrafo anterior resulta de la estrategia utilizada por el gobierno venezolano y fundamentalmente por el Presidente Chávez en referencia a lograr la identificación con el denominado “proyecto bolivariano revolucionario”, haciendo alusión al proyecto de independencia nacional emprendido por el Libertador Simón Bolívar, con lo cual el llamado a la población ha sido continuar con la defensa de la Patria. Por otra parte se trabajó en la identificación y movilización de la mayoría de la población haciendo alusión no sólo a la reivindicación de los derechos sino al protagonismo de los más pobres y desposeídos, explotados y excluidos por “el capitalismo salvaje” promovido por “las cúpulas partidistas y élites burguesas” que gobernaron en la “IV República”. Este discurso complementado con una asignación presupuestaría mayoritaria en la implementación de programas sociales que beneficiaran a este sector de la población, modificación del marco normativo orientado al ejercicio de la soberanía por parte del “pueblo”, unido a un proceso de confrontación constante con líderes representantes del sector opositor, buscaba un reconocimiento e identificación permanente de las clases populares con el Presidente Chávez y su equipo de gobierno. El Presidente Chávez se propuso interpretar no sólo las necesidades de la población más vulnerable de la sociedad venezolana en el período histórico que le tocó liderizar, lo que le configuró en una especie de mesías 184 que venía a traer la salvación de los más pobres, pero que a la vez era una extensión del mismo pueblo venezolano, un líder en el que “el pueblo” se vio reconocido, como se puede apreciar en las expresiones recogidas y sistematizadas por El Troudi y Bonilla (Op. cit.): Chávez es expresión de la multiculturalidad del pueblo venezolano y de la construcción compartida de una forma de reconocernos como pueblo; Chávez es visto como uno de los nuestros, como un hijo de pueblo que estudia la carrera militar y se niega a convalidar todo aquello que fuera ilegítimo para el pueblo. Chávez es un antihéroe, un militar que es derrotado como lo ha sido la mayoría del pueblo; No es un político triunfador clásico. Es el anti político que dice y hace, todo aquello que ningún político de carrera seguramente diría ni haría, pero que el ciudadano común siente que sería su forma de actuar ante una situación similar (pág. 243). De la misma manera y derivado de lo anterior el discurso hizo uso de la verosimilitud poética por cuanto introdujo elementos que movieron las emociones de aquel sector de la población que sentía vulnerados sus derechos fundamentales y que había expresado su descontento a razón de ello en las elecciones presidenciales de 1998. En este sentido el discurso estuvo orientado a promover sentimientos de adherencia al proyecto político de “refundación de la República” basado en la interpretación de ese descontento por parte de Hugo Chávez, quien además compartía esos sentimientos: “el rescate de la dignidad del pueblo venezolano”. El objetivo entonces fue claro, lograr la identificación con el proyecto de la “Revolución Bolivariana” a través de un sentimiento compartido de unidad en función del rescate de la Patria, es decir contextualizado en un sentimiento de independencia, una segunda independencia destinada a 185 defender el país de un nuevo grupo de colonizadores representados por los políticos y las élites de poder, que según la concepción de Hugo Chávez y sus seguidores, representan los intereses del modelo capitalista impulsado por un nuevo imperio, los Estados Unidos. Asimismo la tarea consistió en que las mayorías asumieran que el proyecto denominado “Revolución Bolivariana” era el proyecto del “pueblo” venezolano y por tanto la oportunidad para expresarse como pueblo autentico y legitimo de la soberanía nacional. Ante este panorama la utilización constante de los términos de combate, lucha por los derechos de los excluidos y los explotados, revolución pacífica, comandos estratégicos, batallones por la soberanía nacional, Frente Francisco de Miranda, patrullas populares, entre otros, implícitamente respondieron no sólo a la vinculación y experiencia ineludible del Presidente Chávez con el mundo militar, sino que luce como parte de la intencionalidad de crear confrontación frente a todos aquellos que no se identificaran con el proyecto denominado por el Presidente Chávez como “revolucionario” por considerarlos “enemigos de la Patria”. Visto en estos términos ha significado para el Presidente Chávez y los voceros gubernamentales la promoción y vivencia de una nueva guerra, expresada a través de varias “batallas” entre las que consideraron las elecciones presidenciales, regionales y municipales, la propuesta de referéndum, la propuesta de reforma constitucional, entre otras, con el fin de rescatar y defender los intereses nacionales promovidos e impulsados por el llamado “Gobierno Bolivariano Revolucionario”. 186 CONCLUSIONES En primer lugar el marco teórico y jurídico estudiado luce acertado porque suministró herramientas de tipo conceptual y normativo pertinentes para hacer el análisis que permitiera dar respuesta a los objetivos del estudio. En segundo lugar se puede decir que la denominada “Revolución Bolivariana” ha sido concebida por sus voceros como un proceso de construcción colectiva, inspirado por las doctrinas libertarias de Simón Bolívar y por las tesis humanistas del Socialismo, sin embargo su fundamentación, impulso y dirección fue asumida fundamentalmente por el Presidente Hugo Chávez, a partir de su formación y experiencia como militar y su vinculación con grupos de izquierda, ex-guerrilleros, campesinos y comunidades populares. En este sentido voceros y dirigentes del gobierno denominado “revolucionario” afirman que el nuevo gobierno respondió a un proceso ideológico fuertemente influenciado por las experiencias del Presidente Hugo Chávez, su interpretación sobre el descontento popular y la suya propia ante un sistema político-institucional excluyente que respondía a los intereses particulares de los partidos políticos y élites de poder amparadas en la forma de gobierno de la democracia representativa establecida en la Constitución Nacional de 1961 y en los acuerdos establecidos en el llamado Pacto de Punto Fijo. 187 En ese contexto el Presidente Chávez señaló que la propuesta ameritaba en primer lugar cambiar el marco normativo existente y ajustarlo a las necesidades y aspiraciones para la consolidación de un Estado democrático de derecho y justicia social, así como en un Estado federal descentralizado, lo cual sentaría las bases para iniciar el desmontaje del viejo aparato institucional y comenzar la construcción de una nueva institucionalidad en Venezuela. A partir de estas ideas el Presidente Chávez impulsó la creación de la Constitución Nacional de 1999, en la que el nuevo gobierno además resultó legitimado porque ésta fue aprobada por más del 70 % de los votantes. Los voceros y dirigentes gubernamentales hablan de que la denominada “Revolución Bolivariana” ha sido un proceso de construcción colectiva porque, sustentada en la constitución de un Estado basado en una democracia participativa y protagónica como eje transversal de la acción de gobierno, ha desarrollado toda una serie de mecanismos de consulta popular y de contraloría social en los diferentes escenarios de decisión pública, todo esto con la finalidad de dar respuesta efectiva al precepto constitucional relacionado con la Soberanía Nacional y además para sentar las bases que permitieran instaurar la creación de gobiernos comunales amparados en la fundamentación ideológica y constitucional de conformar un Estado descentralizado orientado a una nueva forma de distribución del Poder Público. Señalan voceros y dirigentes gubernamentales que con el transcurrir del primer período presidencial, caracterizado por las primeras reformas normativas y organizativas necesarias para generar el andamiaje que daría cuerpo a la nueva institucionalidad en el país, pero además por una serie de 188 conflictos nacionales originados por el rechazo a estas propuestas por parte del sector opositor, el Presidente Chávez y su equipo de gobierno iniciaron nuevos planteamientos que no estarían lejos de su proyecto original, pero que según su concepción eran necesarios y urgentes para seguir avanzando y profundizando la construcción de una nación centrada en valores humanistas. En ese contexto el Presidente Chávez conjuntamente con su equipo de gobierno presentaron el Nuevo Mapa estratégico de la Revolución, los Cinco Motores de la Revolución y el Plan de la Nación 2007-2013 como instrumentos de carácter nacional con la finalidad de promover una reforma constitucional que permitiera introducir la estructura normativa para establecer un sistema socialista democrático y la consolidación del poder popular a través de la instauración de gobiernos comunales ajustados a nuevas formas territoriales que se constituyeran en polos de desarrollo endógeno. Otro elemento que surgió de la propuesta presentada por el Presidente Chávez tiene que ver con la trasformación en la gestión pública y la relación Estado-sociedad la cual se sustentó en el diseño de un marco normativo a través de la Constitución Nacional y las Leyes del Poder Popular así como unas líneas orientadoras contenidas en los planes de la nación, los cuales han determinado la participación protagónica como el eje transversal en las decisiones públicas y los gobiernos comunales como el régimen político-institucional a conquistar. 189 Un elemento que el Presidente Chávez consideró fundamental en la construcción del nuevo andamiaje institucional fue desarrollado a través de la creación e impulso de Misiones Sociales como estructuras que aunque de carácter informal permitieran dar respuesta a las necesidades básicas de la sociedad venezolana y de los Consejos Comunales como figura organizativa que favoreciera la instauración del poder popular y la definición de territorios locales comunitarios para concretar una nueva forma de poder público. El análisis del discurso que fundamenta la doctrina e ideología del proyecto de construcción de la denominada “Revolución Bolivariana de Venezuela” se puede decir que ha estado sustentado en un lenguaje fuerte y sistemático de confrontación e influencia militar, cuidadosamente elaborado por parte del Presidente Chávez y dirigentes gubernamentales con la intención de influir positivamente en la población venezolana denominada por él como excluida por las reglas del juego establecidas en el Pacto de Pacto Fijo y el aparato institucional establecido en el período comprendido entre 1958 y 1998, a los fines de lograr su compromiso y militancia con la nueva propuesta de refundación de la República. 190 COMENTARIOS FINALES La concreción de la denominada “Revolución Bolivariana”, centrada en la consolidación de la democracia participativa y protagónica por parte del “poder popular” como eje central y transversal en la toma de decisiones públicas está sustentada según el Presidente Chávez y voceros gubernamentales en un proceso fundamentalmente de formación ideológica y doctrinaria, sin embargo pareciera necesaria la debida capacitación en herramientas de gestión pública que implican el manejo eficiente y efectivo de áreas como el diagnóstico, planificación, presupuesto, control y evaluación de planes, programas y proyectos por parte de líderes de los Consejos Comunales y demás organizaciones comunitarias interesadas en desarrollar proyectos de desarrollo en diversas áreas sociales. Ese proceso también implica el uso eficiente y efectivo de mecanismos de control público y rendición de cuentas no sólo por parte de los funcionarios públicos prioritariamente en altos cargos de gobierno, también por parte de quienes liderizan las organizaciones comunitarias creadas para ejercer la participación protagónica en la gestión pública en aras de la construcción de los gobiernos comunales, lo cual en un aparato institucional paralelo tan amplio y diverso pareciera ser cuesta arriba debido a que la experiencia ha mostrado que los mecanismos de control no son aplicados por parte de las instituciones creadas para tal fin. El discurso del Presidente Chávez y del gobierno nacional ha sido internalizado por la mayoría de los sectores populares según sus voceros debido a la identificación del pueblo venezolano con el líder del proceso, 191 Hugo Chávez Frías, quien a través de una aspiración de soberanía e independencia nacional, así como de una reivindicación de las clases desposeídas y excluidas por el sistema político representativo buscaba la militancia de las clases populares con su proyecto denominado “revolucionario”. Sin embargo esta propuesta excluye a un sector de la población conformada fundamentalmente por la clase media y alta, así como por el sector empresarial, partidos políticos opositores, Iglesia Católica grupos y colectivos identificados con la forma de gobierno representativa, que no la entiende ni acepta, con lo cual la instauración de un nuevo sistema políticoinstitucional democrático e incluyente pareciera difícilmente viable, situación que se agrava con un discurso radical y de confrontación permanente que además ha sido internalizado por la población y se ha hecho extensivo a todos los sectores de la vida pública, lo cual hace de esta característica el común denominador. En este sentido pareciera urgente y necesaria la generación de espacios para el diálogo y discusión reflexiva sobre las propuestas de gobierno en el marco de una sociedad plural, en donde la visión de cada sector pudiera enriquecer el entramado normativo y estratégico que permita hacer viable el avance de la soberanía nacional en un contexto institucional claro y robusto que realmente permita la participación de todos los sectores y minimice o evite el autoritarismo por parte del poder ejecutivo y demás poderes públicos. 192 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acosta, N. y Gorodeckas, H. (2009). Análisis del discurso político y democrático en Venezuela. Caracas: Editorial CEC S.A. Aristóteles (2008). La Política. Buenos Aires: Gradifco. Arias, F. (2006). El proyecto de investigación. Introducción a la metodología científica. 5ª.ed. Caracas: Episteme Bobbio, N. (2006). Liberalismo y Democracia. México: Fondo de Cultura Económica Bobbio, N. (2005). El futuro de la democracia. 3ª.ed. 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Londres: Longman. 198 ANEXOS 199 Anexo 1: Nueva Institucionalidad en Venezuela según la Constitución Nacional Tema Refundación de la República Documento Constitución Nacional Sección Preámbulo Palabras y frases significativas Nuevo sistema político Establecer una protagónica. sociedad democrática, participativa y (…) multiétnica y pluricultural Estado de justicia, federal y descentralizado (…) que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia, y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones Que asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social, y la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna Estructura del Estado Constitución Nacional Principios fundamentales Artículo 4 Exposición de motivos Constitución Nacional 1999 Principios fundamentales Artículo 4 Estado federal descentralizado Regido por un modelo federal cooperativo Garantizar los fines del Estado venezolano al servicio de la sociedad (…) ciudadano, sujeto protagónico de este modelo de democracia participativa. 200 Tema Documento Sección Exposición de motivos Constitución Título IV; Del Poder Público Organización Jurídico-política del Estado venezolano Constitución Nacional Principios fundamentales Artículo 2 Organización Jurídico-política del Estado venezolano Exposición de motivos Constitución Nacional 1999 Principios fundamentales Artículo 2 Palabras y frases significativas Rescatar la legitimidad del Estado y de sus instituciones recuperando la moral pública, la eficiencia y eficacia de la función administrativa del Estado. Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia (…) valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social (…) la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. (…) procurando la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar los derechos humanos y buscar su felicidad. (…) desarrollo humano que permita una calidad de vida digna El Estado tiene como sus fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, (…) el ejercicio democrático de la voluntad popular, (…) la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, (…) la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines. 201 Tema Documento Sección Palabras y frases significativas De esta manera, los ciudadanos y las organizaciones sociales tienen el deber y el derecho (…) vigilando y controlando las actividades estatales, concienciando a los demás ciudadanos de la necesaria cooperación recíproca. Diseño del sistema de gobierno Constitución Nacional Principios fundamentales Artículo 6 Participación y Participación Ciudadana Constitución Nacional Principios fundamentales Artículo 5 La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en la Ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público se realizaron “modificaciones sustanciales en relación con la Democracia Representativa y de Partidos establecida en la Constitución anterior” Exposición de motivos de la Constitución Nacional 1999 Constitución Nacional de 1999 El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista, y de mandatos revocables. Capítulo IV; De los derechos políticos y referéndum popular (…) elimina la sumisión de la participación democrática a la organización en estructuras partidistas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo ( ) (…) derecho de asociarse con fines políticos mediante métodos democráticos (…) Capítulo V; De los derechos la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud 202 Tema Documento Sección sociales y de las familias. Artículos 84 y 118. Capitulo X. De los deberes Articulo 132 Capítulo VI; Derechos Culturales y Educativos; Artículo 102 Competencias de Poder Público Exposición de motivos Constitución 1999 Palabras y frases significativas El Estado promoverá y protegerá estas asociaciones destinadas a mejorar la economía popular y la alternativa (…) en el cumplimiento de las responsabilidades sociales y en la participación solidaria en la vida política, civil y comunitaria del país (…) Con respecto a la Educación es un servicio público: ” orientado a “desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática” Capítulo IV; Del poder público; de la Administración Pública La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas (…) Capítulo IV; Del poder público; de la Función Pública (…) combatir viejos vicios enraizados en el sistema político venezolano como el clientelismo. Fuente: elaboración propia a partir de la Constitución Nacional de 1999 y el documento contentivo de la exposición de motivos de la Constitución Nacional 1999. 203 Anexo 2: Orígenes y Fundamentos Ideológicos de la Revolución Bolivariana Tema Palabras, frases, expresiones Acontecimientos previos al nacimiento de la V República Nuestra revolución bolivariana Organización con orientación cívico-militar (…) el combate es concreto pero también cotidiano y la violencia no se restringe al combate armado La historia no ha llegado a su fin, la estamos construyendo. La ideología no ha muerto, que viva la ideología que edifiquemos en colectivo, inventando, errando, aprendiendo de nuestros aciertos y equivocaciones. (…) maduración de las tesis libertarias, bolivarianas que harían cauce transformador en los años venideros creando espacios para el nacimiento de la Venezuela Bolivariana de la V República. Chávez ha dicho, que la revolución Bolivariana, a diferencia de la chilena de Allende, es una revolución pacífica pero no desarmada, haciendo abierta alusión a la mayoría de la tropa y oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional que comparten la revolución bonita. una experiencia más del proceso inacabado de resistencias contra lo injusto, la explotación y dominación Propuestas para la acción del gobierno: Árbol de las tres raíces La logia militar bolivariana: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez la organización, discusión política y formación ideológica del movimiento insurreccional Propuestas para la acción del gobierno: Agenda Alternativa Bolivariana un ideario para la acción política, que diera un nuevo significado a la participación en los asuntos públicos (…) construcción de localidades integrales para expresar polos de contra hegemonía cultural. Después vino el proyecto aquel de la Agenda Alternativa Bolivariana de 1997 para salirle al paso a la agenda neoliberal del último Gobierno de la IV República (Chávez) Plan Educativo Alternativo “Simón Rodríguez” Acontecimientos de febrero del 1992 (…) bienestar de la sociedad, solidaridad humana y valoración de la ética política (…) organización militar rebelde contra lo injusto, la corrupción y el entreguismo de los intereses nacionales al capital extranjero. 204 Tema Palabras, frases, expresiones Primerito, primerito que nada, satisfacer las necesidades de nuestro pueblo Propuestas de Gobierno Proyecto político bolivariano Revolución Bolivariana “revolución pacífica” que estuviera sustentada en una sociedad democrática. Acciones de gobierno moribunda constitución La viabilidad de estas propuestas requería desmontar las viejas estructuras Polos estratégicos de desarrollo/ Plan de la nación 2001-2007 modelo de economía solidaria lograr la democratización del capital, una autentica seguridad jurídica y eficacia institucional consolidación de un nuevo modelo de democracia, de carácter participativo y protagónica Profundizar la descentralización mediante una desconcentración de la toma de decisiones y gestión de las instituciones. (…) fortalecimiento de la soberanía nacional y la promoción de un modelo multipolar Asamblea nacional Constituyente (…) primera experiencia de ejercicio democrático colectivo los constituyentes no fueron asumidos como representantes del pueblo sino como voceros del circuito electoral que los eligió Creación y aprobación de la Constitución Nacional La nueva Constitución de 1999 fue el resultado de la creación colectiva traducida en consenso por la mayoría de la población venezolana Profundizar la democracia implicaba promover una modificación estructural de las relaciones de poder. 205 Tema Palabras, frases, expresiones La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) trabajó para (…) incorporar en el contenido de la nueva Constitución el ideario nacional bolivariano sustentado en ideas, principios y conceptos progresistas del pensamiento universal para el desarrollo integral del hombre. las distintas concepciones que procuraban la profundización de las garantías sociales como vía para la edificación de un sistema político basado en un estado democrático y social de derecho. Misiones Sociales la elevación de la conciencia nacional” a través de las Misiones se buscaba profundizar la democracia participativa y protagónica Formar corazones para la libertad Misión Rivas para formar el nuevo “republicano o republicana bolivariana” Misiones Sociales (…) para fortalecer el poder popular. participación conjunta entre las instituciones públicas y las comunidades para ejercer la democracia participativa y protagónica en el ámbito ecológico (…) con la incorporación y articulación masiva de diferentes actores sociales e institucionales. Fuentes: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información. 206 Anexo 3: Opiniones y comentarios sobre Hugo Chávez Palabras, frases, expresiones “Hugo Rafael Chávez Frías es una suerte de director de orquesta sinfónica que bajo su tutela ha propiciado la construcción de una hermosa melodía rebelde y justiciera: la revolución bolivariana”. “Chávez es expresión de la multiculturalidad del pueblo venezolano y de la construcción compartida de una forma de reconocernos como pueblo”. “líder de la revolución democrática y pacífica” Chávez es hijo pródigo de este recorrido histórico de resistencias populares. Allí reside la mayor legitimidad de su mando y la razón social de su liderazgo revolucionario continental. Chávez se autodefine como un revolucionario Bolivariano Nace un símbolo de la otredad ciudadana, que reconfigura el imaginario rebelde del pueblo y se convierte en elemento clave para entender e interpretar los futuros acontecimientos en las dinámicas políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas nacionales. Chávez es visto como uno de los nuestros, como un hijo de pueblo que estudia la carrera militar y se niega a convalidar todo aquello que fuera ilegítimo para el pueblo. Chávez es un antihéroe, un militar que es derrotado como lo ha sido la mayoría del pueblo No es un político triunfador clásico. Es el anti político que dice y hace, todo aquello que ningún político de carrera seguramente diría ni haría, pero que el ciudadano común siente que sería su forma de actuar ante una situación similar. Fuentes: Documentos del Ministerio de Comunicación e Información: El Troudi y Bonilla (2004), Historia de la Revolución Bolivariana; Moral y Luces: Educación con valores socialistas (2006); Poder Popular: Alma de la Democracia Revolucionaria (2007); Las Comunas y los cinco frentes para la construcción del Socialismo. Aló presidente teórico N° 1(2009). 207 Anexo 4: Nueva Institucionalidad en el Nuevo Mapa Estratégico Emisor Palabras, frases, expresiones Estado Socialista Revolucionario conformación de una nueva estructura social democratizar los medios de comunicación social construcción del nuevo modelo democrático popular para consolidar la participación protagónica de la población en la gestión pública y en la contraloría social de las acciones gubernamentales Actores gubernamentales Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación de un nuevo sistema económico, basado en la democratización del capital y los beneficios, a través de la incorporación activa de todos los sectores de la sociedad Continuar instalando la nueva estructura territorial que profundizara la descentralización y desconcentración de funciones administrativas (…) Integración y conformación de unidades cívico-militares. Impulsar el nuevo sistema multipolar internacional Fuente: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio de Comunicación e Información 208 Anexo 5: Nueva Institucionalidad en los Cinco Motores de la Revolución Emisor Tema Palabras, frases, expresiones “…es una ley de leyes revolucionaria, madre de leyes…” Ley Habilitante Reforma Constitucional: Estado de derecho socialista “La Ley habilitante debe ser el arranque de este año (…)” “Vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para eso se requiere una profunda reforma de la Constitución Nacional”; La Constitución actual nos presenta un primer piso para la construcción del socialismo, pero para avanzar en mayor amplitud y dimensión, se requiere de un conjunto de reformas” “La Constitución establece los límites de la reforma, permite la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen los principios fundamentales (…)” “Estamos viviendo tiempos constituyentes, revolucionarios, por eso habrá que revisar la Constitución, reformarla” Presidente Chávez Se trata de una revolución ética Educación; Moral y Luces Educación en todos los espacios: educación moral, económica, política, social,… una sacudida moral. “(…) un luchador, un revolucionario tiene que estudiar todos los días de su vida, todas las noches de su vida; tiene que estudiar la teoría y la praxis; navegar en las aguas de la dialéctica” Es necesario buscar una nueva manera de distribuir el poder político, económico, social y militar sobre el espacio La Nueva Geometría del Poder. innovemos, busquemos unas fórmulas que se adecuen mucho más a nuestra realidad y aspiraciones Tenemos que trabajar en esto porque hay que levantar al país completo porque es un solo cuerpo nacional. 209 Emisor Tema Palabras, frases, expresiones “El alma de la revolución precisamente está allí, en demoler las viejas costumbres, si no lo hacemos habríamos perdido el tiempo”. Está intacto el modelo ¡cambiémoslo! Los invito a todos sin temores”; “(…) está viva la cuarta República a esos niveles: vamos a demolerla”; El poder popular es alma, nervio, hueso, carne y esencia de la democracia revolucionaria, de la democracia verdadera. Explosión del Poder Comunal Los Consejos comunales deben trascender lo local, no debemos ponerles límites a los Consejo Comunales, ellos son herramientas del Poder Popular Constituyente, hay que impulsarlos, fortalecerlos. Progresivamente, nosotros, el poder constituido, debemos ir transfiriéndole el poder político, social, económico y administrativo al Poder comunal, para que así marchemos rumbo al Estado social y salgamos de las viejas estructuras del Estado capitalista burgués. Fuentes: Elaboración propia a partir de documentos del Ministerio de Comunicación e Información 210 Anexo 6: Nueva Institucionalidad en el Plan de la Nación 2007-2013 Emisor Tema Palabras, frases, expresiones Refundación ética y moral de la Nación venezolana; Construcción de un Estado ético, de una nueva ética del hecho público (El estado está llamado a ser el espacio ético por excelencia, si no lo es, el ciudadano no tendrá motivo para serlo). Centrada en el “Hombre”. Concepción fundamentalmente humanista. Nueva Ética Socialista Conciencia revolucionaria en la necesidad de una nueva moral colectiva, que sólo puede ser alcanzad mediante la dialéctica de la lucha por la transformación material de la sociedad y el desarrollo de la espiritualidad de los que habitamos (…) Venezuela. Constituye el motor para dejar atrás la prehistoria humana y entrar definitivamente a la verdadera historia, la sociedad realmente humanista. Creación de una institucionalidad cuyo valor supremo sea la práctica de la justicia y la equidad. (Que frente a la dialéctica del derecho y la justicia sean capaces de decidir por la justicia, sin minar las bases del derecho). Socialismo y hombre nuevo deben ser sinónimos. En definitiva habrá socialismo cuando exista hombre nuevo. Presidente Chávez Suprema Felicidad Social “Construcción de un modelo social inclusivo (…) donde todos vivamos en condiciones similares” “Que los individuos(…) transformar su debilidad individual en fuerza colectiva” Democracia Protagónica Revolucionaria Dado que la soberanía reside en el pueblo, este puede por sí mismo dirigir el Estado, sin necesidad de delegar su soberanía” La Democracia está sustentada en “el republicanismo y bolivarianismo”. La democracia protagónica revolucionaria se basa en la defensa, conservación y desarrollo de la vida humana y en la corresponsabilidad solidaria por la vida del otro en comunidad. El espacio para la participación protagónica debe seguir siendo conquistado y mantenido por las organizaciones populares. 211 Emisor Tema Modelo Productivo Socialista Presidente Chávez Palabras, frases, expresiones “búsqueda de lograr trabajo con sentido”. Responderá a las necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital. “(…) será el reflejo de un avance sustancial en el cambio de los valores en colectivo”. Implica una nueva forma de relacionarse los individuos con los demás, con la comunidad, con la naturaleza y con los medios de producción. Nueva Geopolítica Nacional Organización territorial coherente con el nuevo socialismo del siglo XXI. Desarrollo territorial desconcentrado. Venezuela: Potencia Energética Mundial Soberanía Nacional; Plena Soberanía Petrolera. Nueva Geopolítica Internacional Se ha fortalecido la Soberanía Nacional; Se ha avanzó en la construcción de un mundo multipolar; se rompió la pasividad histórica que caracterizó la relación de Venezuela con el mundo Avanzar en la nueva geopolítica mundial; atendiendo al establecimiento de áreas de interés geoestratégicas; Nueva matriz de poder mundial (…); Construcción de valores políticos compartidos; La profundización de la amistad, confianza y solidaridad para la cooperación y coexistencia pacífica entre los pueblos. Dar paso a una economía diversificada productiva con equidad y justicia social. Fuentes: Elaboración propia a partir del Plan de la Nación 2007-2013 212