UNA GESTIÓN QUE DA EN EL BLANCO La empresa oñatiarra de lavandería industrial Zurizuri ha logrado en pocos años entrar de lleno en el sector gracias a un servicio innovador que facilita el trabajo al cliente PEPE SIMANCAS/ ZURIZURI Año de creación: 1999. Sede: Oñati. Plantilla: 11 empleados, de los que ocho son mujeres. Actividad: Limpieza de ropa laboral y lencería y mantelería para hostelería. Clientes: 50 empresas que suman más de 4.500 trabajadores. En 1999 dos jóvenes oñatiarras decidieron emprender un negocio en el sector de las tintorerías. En una población como Oñati, con casi 10.000 habitantes, no había empresa alguna de ese tipo. A pesar de que desconocían el funcionamiento de esta actividad, Maider Santamaría y Juan Mari Mauleón, por aquel entonces pareja sentimental, decidieron abrir un comercio de limpieza de ropa. Tras un par de años decidieron dar el salto al sector de ropa laboral. Oñati es la localidad vasca en la que a más trabajadores se les lava la ropa y la pareja vio el gran potencial que había. Además, ambos habían llevado anteriormente el negocio de un pequeño hotel y allí habían comprobado las necesidades que tenían sectores como la hostelería para realizar lavados a escala. «El negocio de la tintorería está limitado al espacio de la localidad; sin embargo, el servicio de lavandería industrial se puede extender por otras zonas», explica Santamaría. Los dos jóvenes recibieron la cartera de pedidos de una pareja que dejaba un negocio similar. De golpe tuvieron siete empresas con un total de 600 trabajadores. «Esto nos dio alas para poder crecer», recuerdan. La pareja que les había traspasado la clientela llevaba las prendas a lavar a tintorerías de Vitoria pero Santamaría y Mauleón se decidieron por comprar maquinaria de gran tamaño y hacer el trabajo en Oñati. Una vez comenzaron la actividad, analizaron las empresas de la competencia para estudiar sus carencias y decidieron introducir la calidad en el servicio. La primera innovación se centraba en el control de las prendas, algo muy importante porque es muy común que se extravíe la ropa en este negocio. Se trataba de un control doble con rotulador indeleble y una etiqueta termosellada. «Las etiquetas son un buen sistema pero no es infalible; muchas veces no se sabe de quién es una determinada prenda», explica Mauleón. Entrega en estanterías Otra mejora que adoptó la compañía oñatiarra fue en la entrega de las prendas laborales. Las otras empresas las entregan a los clientes por montones y son ellos los que las tienen que distribuir entre sus trabajadores. Zurizuri decidió implantar un sistema de reparto en estanterías, en las que la empresa de Oñati deja la ropa de cada trabajador. «Esto nos lleva a nosotros más trabajo pero aportamos calidad en el servicio y orden, aparte de que el cliente pierde menos tiempo», señala Mauleón. En las etiquetas figura la clave de la empresa, el número de balda y el número de trabajador. Con el rotulador los operarios de Zurizuri ponen en la ropa los mismos datos. «Así es imposible que se extravíe la prenda y su localización en la estantería es exacta», asegura Santamaría. Por otro lado, como en algunas empresas se lleva el control de la cantidad de prendas que se lavan por trabajador -porque es el empleado el que paga parte o todo el servicio-, Zurizuri lleva el registro de todos los trabajadores con sus nombres y números identificativos y estos datos los actualiza constantemente porque muchos empleados son eventuales. Zurizuri -que cuenta con 11 empleados, de los que 8 son mujeres- está introduciendo también el sistema de gestión de las cinco eses, en el que están participando todos los trabajadores con el fin de estandarizar los procesos y, en un futuro, franquiciar la actividad. Lavado con ozono Los dos responsables de Zurizuri suelen ir a ferias de lavanderías para estar al día en el sector. «Queremos implantar el lavado con ozono, lo que sería innovador en Euskadi», afirma Santamaría. Con este sistema, se inyecta ozono en el agua y se reduce así el tiempo de lavado, la cantidad de jabón empleada y se ahorra también dinero porque no hace falta utilizar agua caliente. Actualmente Zurizuri posee cuatro lavadoras, la mayor con capacidad para 50 kilos de ropa, es decir, unas 120 prendas. La empresa tiene previsto trasladarse dentro de poco a Legazpi, a un pabellón industrial propio y de mayor tamaño. Allí tienen intención de comprar más máquinas. Sus clientes -50 empresas, con un total de 4.500 trabajadores- se concentran en el Alto Deba, aunque ahora Zurizuri se está introduciendo en Durango y Zamudio y trabaja también para compañías de Vitoria. La mayor parte de su clientela son empresas industriales como Fagor, Ulma, Goizper o Luzuriaga, si bien lava ropa también a dos hoteles, cuatro restaurantes, veinte sociedades gastronómicas y a un matadero. Los dos emprendedores explican que a los mataderos se les lava las prendas todos los días pero lo habitual es que la ropa laboral se lave una o dos veces por semana. «Hemos notado que las empresas y sus trabajadores dan cada vez más importancia a su vestimenta; cada vez se utilizan menos buzos y los trabajadores quieren más pantalón y camisa o pantalón y polo. Además se preocupan más por la imagen y buscan combinaciones de colores en lugar del clásico azul». «Hay que saber dimensionar el negocio» - ¿Qué aconsejan a aquellas personas que están pensando en iniciar un negocio? - Que no sean vagas. Hay que trabajar un montón y ésa es la clave principal. También es muy importante el equipo de personas. Puedes establecer un sistema muy bueno de gestión pero si el equipo no está involucrado es remar contra corriente y no vas a ninguna parte. Por otro lado, les recomendamos que se muevan a la hora de buscar ayudas porque los inicios son los más duros. Por último, desde el comienzo tuvimos claro que tenía que haber responsables de cada área, es decir, es muy útil delimitar en un primer momento las tareas para que luego no haya problemas. - Cuando se crea una empresa pequeña como Zurizuri, ¿hay que ser ambicioso? - Sí pero no. Lo que hay que hacer es definir bien a qué sector o mercado quieres llegar. Nosotros vimos que los hospitales y los grandes hoteles ya estaban cogidos por las grandes lavanderías y que los pequeños talleres también contratan los servicios de tintorerías pequeñas. Nosotros quisimos apostar por clientes de mediano tamaño, de entre 50 y 1.000 trabajadores. En definitiva, se trata de saber dimensionar tu negocio, adecuarlo a tus objetivos. - ¿Hay posibilidades de negocio en su sector? - Sí. Hay un potencial muy grande de crecimiento en el sector de limpieza de ropa laboral. En la actualidad cada trabajador se lava su ropa pero en un futuro habrá normativas que exijan a las empresas que laven las prendas de sus empleados.